APBKDICE. Consulat Générul de Frunce A El'ÍKOS-AIRES. €s?rlificado DE EMPADKONAMIENTO. FILIACION. Edad—57 años. Entallo—Casado. Estatura—1 métro 50 centímetros. Pelo—Nei$ro. Fren'e—Alta. Ojos—Negros. Nariz—Fuerte Boca—R enriar. L'ara—Redonda. ScñalfS jiarUrularft. Firma de! portador . Jcam Pbuku VARANOOT. El Cónsul General do Frr.ncia mfr» cripl", cer'i.íca que el ¡Señor Varando! (Jm, Pedro), profesión de negociante, hijo dep^S dre y madre franceses, esta inscripto tajo 4 n - 50ÍÍ, en el Rejistro abierto cu nitissj sulaK1. AÍAMoRá, POR L06 JNJBNIKRj& BRASILSSR08 Soif j Francisco K«ÍUr. w4¡8«SBsS£?i'*^ LA rÁZ: prent» de I* Uaioa Americana—Por C»wr Savun. 1870. <$i ti i i*MEMORIA ESPLOMGION DEL RIO MADERA, ENTRE LA CACHUELA DE SAN ANTONIO snociMiueri. mnm:. A—Introducción. B—Iiijora descripción del viaje de espcdicion. C—Nociones geolójicas y climatolojicas. D -Resultados de la medición hidrográfica. E—Proyectos para el mejoramiento de la via actual, tan- > en el propósito de facilitar la navegación, como en el de la instrucción de una via ribereña. F—Noticias estadísticas sobro el comercio y la produc- ción en los valles del Madera, Guaporé, Mamoré y afluentes. G—Cálculo comparativo de fletes para las diferentes vías. H— Conclusión. -mam i» oPRÓLOGO. Con sorna complacencia pjibíicaTnOfl la tradiic- ¡on de un trabajo interesante ejecutado por or- en del uobierno del Brasil pava ta exploración el Rio Madera, tomada de la Memoria de Agri- dtura, Comercio y Obras publicas del Imperio, resentada en el año ultimo. Desdo luego la gran importancia para Bolivia .le todo punto incontestable* No hai una perso- i que no convenga en que la civilización y la R] cridad de estas poblaciones trasandinas tiene íe penetrar por el oriente, como la luz del astro ¡e nos vi vi tica. íiMs grandes arterias que recorren esos desier- territorios; exuberantes de riqueza en todos los nos de la naturaleza, son la mas hermosa espe- ¡iza que Bolivia abriga para el porvenir de sus «*. Así que todo trabajo que se 'emprenda en sentido de ponerlos en contacto con el mundo Rizado, explotando su riqueza fabulosa, debe He- iosde una cumplida, satisfacción. No dudamos, que se leerá con gusto y se estimará la oficio- ; ,; '-"ii que al publico se la ofrecemos. Sentimos sí el no poder acompañar el mapa as Distancia» entre los diferentes punios del car* Medirla» con el Mió ó'metro" que se rejistran des- : ¡ina \Y¿ en adelante, por no haberse aeom- a dicha Memoria; pero si mas tarde nos os de él, tendremos el gusto de publicarlo y ll«aiio como complemento de la obra. Febrero 21 de 1*70.A. INTRODUCCION. Por orden de 10 de Octubre de 1867, fuimos encargados por el Gobierno Imperial de explorar el rio Madera, en la parte obstruida por las cachuelas, desde la de San Antonio hasta la embocadura del rio Mamoré, y de presentar los proyectos mas apropiados para el mejoramiento de esa importaute via de comu- nicación con la provincia de Matto-Grosso y la República de Bo- livia. Nos embarcamos con ese objeto el 15 de Noviembre de 1867 en el vapor "Paraná" de la línea de los paquetes a vapor ara las provincias del Norte, en el cual llegamos al Para el 1 ? le Diciembre, y en seguida, tomando el vapor fluvial "Belén," rribamos a Manaos a 10 de Diciembre. El entonces presidente de la provincia de Amazonas, Señor octor Coelho da Gama e Abreu, que conoce perfectamente el arácter cliinatolójico de aquellas rejiones, nos observó que la es- tación era méuos favorable para emprender semejante esplora- ion siendo la subida de las cachuelas y el estudio del rio en el lempo de las crecientes, difícil y penoso.2 Para poder emplear nuestro tiempo de un modo prorJ choso, nos encargó el mismo Excmo. Señor Presideute, d ■ acu«. do con S. E. el Señor Ministro, del levantamiento de parte J, un plano del curso del rio Negro y del de la ciudad de MaaaJ El último trabajo fué ejecutado con toda exactitud nuestro Ayudante el Señor José Maaoel da Silva; pero con» para la ejecución del primero, no fuese posible encontrar en Mí- naos o en las cercanías el número preciso de remeros, para tri- pular dos canoas, quedóse en proyecto; y en su lugar hicimosm proyecto y presupuesto para la reconstrucciun da uno de loj puentes existentes dentro de la ciudad, que se hallaba en estab de ruina. Resueltos a cumplir la honrosa misión que se nos hato encargado, nos dirijimos al Señor Ignacio Araus, vice-cónsuldf Bolivia, que estaba en Manaos. Como tenía ya aviso previo de su Gobierno relativamenti a la esploracion proyectada, se mostró dispuesto a ayudarnr en todo lo que estuviere a su alcance, y fué por intermedio suri que hicimos conocimiento de un negociante boliviano que i' para el Pará y de allí debia regresar a Bolivia. Convenimos entonces que en Manaos el referido comer ciante nos proporcionaría una canoa bien tripulada para el ser vicio de la espedicion; debiendo nosotros ir desde Serpa has* aquel punto en nuestra propia canoa. Dicho vice-cónsul diónos esperanzas de que en Bolivia en- contraríamos, con auxilio de su Gobierno, el número sufioienti de remeros para nuestro regreso y para la ejecución de los estr dios hidrográficos. Aceptada con gusto esta propuesta, seguirá' nuestro viaje el dia 30 do Mayo de 1868 en pos del negocian boliviano en una canoa (que exijía 12 tripulantes) con 7 apea" B. DESCRIPCION DE VIAJE. La carga de nuestra embarcación consistía en víveres f 3 4 mese?, útiles de construcción y reparación de la canoa, ¡¡trunientos de medición, armas, toldos y barracas. Hallándose el Amazonas aún a 55 palmos o 12 metro» creciente nos fué del todo imposible alcanzar, a falta de vien- favorable y contra una fuerte corriente, al negociante bulivia- que llevaba la delantera. Eu la villa de Borba, 25 leguas arriba de la embocadura l Madera, a donde llegamos el 9 do Junio con la tripulación ¿acida, porque se nos habían fugado dos de los remeros, noa í imposible obtener de las autoridades el ausilio nec.-sario pa- contratar otros remeros. Después dt> haber pasado una aldea de indios Muras, 11a- ada Sapucaya-oroca, la isla de las Araras y la embocadura del Aripuanas, tuvimos en la noche del 14 al 15 de Junio que scargar y componer a toda prisa nuest.-a embarcación que se a fondo por hacer mncha agua. En la tarde del 15 pasamos las Piedras de Uroa. En ese gar el declive del lio aumenta considerablemente, y en el ca- 1 principal, a la márjen izquierda, queda entre la isla del mis- nombre y la tierra firme, en el tiempo de secas, apenas una ofundidad de un metro y 5 centímetros. El dia 18 de Junio llegamos finalmente a la hacienda del i»or Ignacio Araus, donde nos esperaba con impacieucia el ne- rarite boliviano. Después de haber trasbordado la carga a otra canoa mas •piada, devolvimjs la primera al Mayor Dámaso de Sousa rr'ga, en Serpa. ha comitiva consistía en 70 indios bolivianos de las mi- ' del Mamoré, como remeros y pilotos, de 7 canoas y de 8 °s> y así seguimos el viaje el 21 de Junio. Las aguas del rio, que aún estaba con G metros de cre- i ioan disminuyendo continuamente y los barrancos que se Man, exijian una grande atención, principalmente en los lú- es de anclaje.4 El (lia 27 ile Junio dejamos las BaCtas con la embocad^ del pequeño afluente que hai en la márjen izquierda del Mader» donde, aún ha pocos años, habia una reducción de indios Mu que se dispersaron perseguidos por los reclutadores. El 30 de Junio encontramos una familia de los mismo, indios Muras, verdaderos nómades del Amazonas, que en diq pequeñas canoas subieron el rio para llegar a las playas dd Alto-Madera, al tiempo en que las tortugas van allí a pone huevos. Por espacio de algunos días siguieron nuestras canoas,; así conseguimos comprarles algunas tortugas, para cuya cuatí nen, con la flecha llamadastimraca, una destreza extraordinarii El rio se encontraba a 5 metros de creciente, cotio pudinm averiguar de algunos estractores de caucbout, y como adenm lo indicaba la altura de la vejetacion característica de las m jenes. Arriba del lu^ar denominado Tres-Casas, visitamosli barraca de algunog comerciantes de jebe bolivianos, los cnakj con un numero de indios Mojos se dedican a la estraccion lncr tiva deesa resina, mostrándose todos sumamente satisfechos m la perspectiva de que en poco tiempo verian las aguas, del b« Madera al menos, surcadas por vapores y llenos de esperanzas cuanto a los resultados de la esploracion de que estábamos ei cargados. El 5 de Julio llegamos cerca de Orato, estancia de pá do para lo que los campos vecinos conocidos apenas en partí que probablemente se estienden hasta el Beni, se prestan ai mirablemente. En la época de nuestra llegada, se hallaba Crato el destacamento de San Antonio, que a consecuencia del tercianas, quo todos los años reinan en San Antonio, al prio pió de la estación lluviosa, se habian retirado para un lugar i salubre. El comandante del destacamento, para quien traiam notas del Gobierno, nos recibió con toda cordialidad y con el vimos conocimiento del actual propietario del lugar, el capitán Tenorio. El floreciente establecimiento, para cuya fundación se trajo el primer ganado de Bolivia de las estancias del distingui- do ciudadano brasilero Antonio de Barros Cardoso, que fué el primero que tuvo el valor de trasportar ganado en grandes ca- noas o chalanas para la parte obstruida de cachuelas del Made- ja_ese establecimiento, repetimos, será un dia de inmensa ven- taja parala provincia del Amazonas, donde falta la carne fresca. El ancho del rio, frente al Crato es de 900 metros; mas abajo de 1000 metros; y en el punto mas ancho, en las islas, de 1500 metros. El clima de Crato es excelente, lo que en vista de la fama funesta de que gozaba el presidio del mismo nombre, en los tiem- pos coloniales y en los primeros años de la independencia, pare- cería tanto mas extraordinario cuanto que los campos vecinos siempre han existido y que ningún desmonte de mayor conside- ración se ha hecho, sino se supiera que el antiguo Crato no esta- ba en el mismo lugar, y si, rio arriba, en la embocadura del Jammary, lugar que aún hoi es reputado como insalubre. El rio Madera en ese tiempo ya no tenía sino 4 metros de creciente, y los bancos de arena en las márjenes convexas apa- recían cada vez mas. No podemos dejar de mencionar un hecho grave de que jeneralmente se quejan los negociantes de jebe del Madera, y es |„ es mas conveniente vivir en paz; y creernos que la catequizad,;, encoutraria allí u:i terreno fértil. Sería suficiente que apareciera 0:1 tro ellos algui misión* ro provisto de sulfato «lo quinina p ira curarlos de las fieWei que los diezman, para gan ir, por ese medio, el afecto de ellosj convertir en corto tiempo a esa píbre jente en miembros de al- gima utilidad a la especie humana. Algunos navegantes atttígil >.s del Malera nos asegttru que durante los últimos 15 a 18 añ >s loi Ciripunas han dismi- nuido considerablemente, sin que se sepa si ello es debido alu enfermedades o porque se hayan internado huyendo del contacto de los blancos, tantas veces funesto para ellos. Él número de individuos de cada tribu o familia que en- contramos, tanto ala subida cono a la bija la, uo pasaba de 50. El 26 por la mañana avistamos, rio arriba, una ttaei colinas, y al medio dia llegamos a la parte inferior de la peli- grosa cachuela del Calderón del Infierno. Por todas partes, en la márjen izquierda del rio y en . délas islas, se ven entcaS toscumjnte hechas, probando la tris^ fama de esta cachuela. No solo el terrible remolino, otra Carybdys, en su enti» dá superior se ha engullido algunas canoas, pereciendo toda l tripulación, sino también parece que las fiebres en esa parte4 rio son las mas peligrosas. Entre las personas que perecieron en esa cachuela, cit» remas al coronel peruano de injenieros Maldoaado, que pWf guido en su patria por motivos políticos, hace cinco o seifMti se embarcó en el Madre de Dios, bajó por este al Beni y del B< ni al Madera, viniendo a morir en la cachuela del Cal leroa^ Infierno y dando, asi, una prueba evidente deque el MadrM Dios es afluente del Beni y no del Purus. Es de sentir que en aquella ocasión se hubiesen per^ todos los papeles del Coronel Mallonado, salvándose apenM ;! remeros de la tripulación, hombres completamente ignora:** 11 p n0 |wn podido dar noticias s.itisfactoi ias sobre las rejiones eoorrídM. Muestra comitiva pagó también su tributo a este aciago i'.ir. Tuvimos qne enterrar uno de los indios remeros quo i-irió de una inflamación intestinal. El lecho del rio en esa cachuela ea mili irregular y d i vi — ¡Jo por siete islas en brazos de diferentes tamaños. Las canoas en los tiempos de mayor creciente y de aguas íeilias escojen el canal de la miijeu izquierda; pero en tiempo |e tecsa ese canal queda casi enjuto y los viajeros se vén obliga- os a pasar por el canal del m i.lio, en el cual el menor descui- 0 en el manejo de la canoa, puede/arrastrarla hasta el abismo. La altura total de la caída, que está diviJida en dos gru- os principales, es de 4 metros en la época de aguas medias. Ea la tarde del 27 de Julio avistamos las colinas que se alian al pié de] salto de Gitáj (Gürou), cuya dirección jeueral s de Nordeste a Sudoeste. El lecho del ría se estrecha de 1,500 a 700 metros y Ja aí.la total de esta gran cachuela, en la época en que las aguas «encuentran con 2 metros de creciente, es de 8 metros, siendo a estension total de ella 'J00 metros. En ese punto, a 98 metros sobre el nivel del mar, el ter- íómetro marcaba por la noche 15° R.; y en el dia 32° R.; y la eniperatura de la arena en las playas era de 48° R. El trasporte de la carga y el llevar las canoas a la rastra orla distancia de 720 metros, exijió el trabajo incesante de erca de cuatro dias, y solamente el ol «Je Julio pudimos conti- uar el viaje. El 1. 0 de Agosto llegamos a un punto donde las capas e tierra arcillosa que aparecen, son conocidas por los navegan- es con la denominación de Piedras de Amolar; alli la fuerza de acorriente exijo el empleo de cables, encontrándose mas arriba has cuatro corrientes causadas por algunos bancos de piedra- anga que se salvan del mismo modo.12 En el tiempo de crecientes no se percibe nada de toda§ esas corrientes, quedando el nivel perfectamente igual. La misma tarde llegamos a la corriente mas fuerte I los Tres-lrmaos (Tres-Hermanos) que tiene una caída de Oa. 80, mas arriba de la cual se encuentra la embocadura del rio, del mismo nombre, cuyo ancho es de 25m. En la márjen izquierda se divisan algunas colinas J llegan a altura de 50 a 60rn. sobre el uivel del rio. El lecho del rio, dividido por una isla mas grande en doi brazos, está tachonado de rocas graníticas, ofreciendo sin em- bargo canales de suficiente profundidad para la navegación. En los dias 3 y 4 de Agosto pasamos la cachuela del Pi- redáo (Paredón) cuya caída está dividida en dos partes. La inferior de lm. de altura se vence arrastrando las ca- noas con cables; en cuanto al paso de la parte inferior de la oí- dmela, debido aun promontorio de enormes peñascos de grani- to, caracterizados por cristales de feldespato de tamaño extraor- dinario, que avanza 70m. en la márjen derecha, exije que» descarguen totalmente las canoas y se trasporte la carga portifr rra. La diferencia de nivel causada por las rocas prominente! es de lm.50 (con una altura del rio de 3m. de creciente.) El ancho del rio dividido por dos islas en tres brazos, de 1,000 metros. El dia siguiente llegamos a la cachuela Pederneira (P dernal), asi llamada por las venas de cuarzo que aparecen en li hendiduras de las rocas metamórficas. La caída total es de lm.70 y las cargas se trasportanp* tierra. En ese punto quedan las colinas cada vez mas distant de la márjen y la vejetacion raquítica y mezquina hace 1» presión jeneral del paisaje de una triste monotonía. La parte del rio arriba de la Pederneira es por sus queños declives lo mas apropiado posible para la navegaci 13 Poco arriba de la Pederneira se encuentra, en la már- izquierda la embocadura del rio Abuná de 60m. de an- chura. La cachuela mas próxima, rio arriba, es la de las Araras, con una caída de lm.60 y una isla, alcanzando el rio en ese lugar el considerable ancho de 1,500 metros. Era necesaria la fuerza reunida de toda la tripulación y ademas 70 hombres para elevar las canoas, una después de otra, por las fuertes corrientes de la márjen izquierda. La corriente que sigue, la de los Periquitos, causada por las rocas que obstruyen el lecho del rio, con uua dife- rencia de nivel de lm.5 en el tiempo de secas, fué superada del mismo modo. El 9 de Agosto a medio dia, llegamos a la parte in- ferior de la cachuela del Ribeiráo, formada por cinco cachue- las distintas, la última de las cuales, de 5m. de altura, es la nías notable y tiene una caída total de 13m. en las aguas bajas. La ostensión total de es i larga serie de obstáculos pa- ra la navegación es de cerca de 6 kilómetros o una legua (de a 17 al grado). El paso de las canoas en los diferentes puntos, depen- de de la altura de las aguas. En la época de nuestra subida con lm.50 de creciente, pasamos la primera, tirando las canoas con cuerdas, sin ma- yor dificultad; pero en la segunda y tercera fué necesario descargar. Es en ese lugar que se encuentra la inscripción de oríjen desconocido, de que hemos hablado, en una laja de piedra. En el paso de la tercera, una canoa chica se soltó del cable y se fué a pique, escapando un marinero de proa como por un milagro. Para el paso del último salto, llamado Cabeza dtl Ri- beírio es preciso pasar por tierra, no solamente las cargas «mo también las canoas por un espacio de 300m.14 Fue cerca de este último punto que al lado del peque, no Ribeirao, del cual se deriva el nombre de la cachuela, existió hace 30 aííos un destacamento militar cuyo comandan, te por violencias practicadas contra los indios Cari punas, fué asesinado por ellos. El paso de la cachuela del Ribeirao, de principio a fin, nos costó seis días—de 9 a 15 de Agosto. La corriente de la Misericordia, poco arriba del Ri- beirao, proveniente de las rocas que avanzan sobre la mar- jen derecha, siendo una de las mas difíciles de pasar en tiem- po de crecientes, no ofrece casi ningún obstáculo en el de secas. Esta es una de esas localidades interesantes, que por la configuración de sus márjenes, tiene el declive en tiem- po de crecientes mayor que en la estación de secas; porque el perfil por el cual dichas crecientes tienen que pasar, a mucho mas pequeño que el perfil jeneralmente encontrado ei las otras cachuelas. Es un error cometido muchas veces aún por injenie- ros el de no observar que las diferencias de nivel en uní cachuela, o su caída, no son constantes, sino que cambial según la altura de las aguas, por lo jeneral en el mismo sentido; pero otras veces en sentido opuesto, como acontece en el presente caso. Por la tarde llegamos, con un fuerte temporal, a la cachuela del Madera, después de haber pasado con ayuda de cables una pequeña caula de 0ni.75 con 2m. de creciente. La altura de la carda principal, hallándose el rio en ese mismo estado, es de 2m.50. En las rocas y puntas de las islas de esa cachuela se en- cuentran grandes acumulaciones de madera, en principal I troncos de cedro, arrastrados por el Beni, cuya embocadura est» poco mas arriba. Eu ese lugar, pocos meses ántes de nuestra llegada, ul u ¡ante boliviano babia sida asesinado por sus propios indios eineros, y algunos de los nuestros encontraron entre el bosque n baúl cou efectos y papeles de su pertenencia, que inmediata- lente fueron eiitr:*g¡ulos a las autoridades bolivianas. La embocadura del rio Beni, cuyas aguas son de un color marillento, tienen 1,000 metros de ancho, sin contar las islas llí situadas. Por la tarde llegamos a la cachuela de las Lajas, donde e divisa rio arriba una cadena de colinas. La cachuela tiene ra.70 ile caída (con 3rn. de fondo en tiempo de secas) y 700 me- ros de ostensión. La pasamos el 18 de Agosto con las canoas tiradas por ables. En tiempo de crecientes, cuando por la configuración xepcional del lecho, el declive aumenta, es necesario descargar as canoas y trasportar la carga por tierra en un espacio de ,000m. La cachuela del Palo Grande, con una caída total do 2 u.10, que está distribuida en 275m. de ostensión se pasa con las canoas descargadas y tiradas a cable, junto a la márjen iz- luierda del rio. Arriba de la cachuela se encuentra en la márjen izquier- da la embocadura del rio Jata de un ancho de 40in. Las aguas del Madera, arriba de la embocadura del Beni, nos parecían mas claras, al paso que la anchura del rio se reducía considerable- mente y la elevación del terreno en las márjenes disminuía, sin bajur cutre tanto del nivel de las crecientes, como lo indica el carácter de la vejotacion. Antes de llegar al salto de las Bananeiras (Platanales) mnos que vencer dos pequeñas corrientes. A esa considerable caída de una altura de 6m.35 (con 3 *. de creciente) llegamos el 19 de Agosto después de haber bus- ado en vano un canal practicable ea el laberinto de rocas, que su encuentran ahí. El paso del salto que exijió la descarga completa de Fas16 canoas y el trasporte de éstas por sobre las rocas de en medio del rio, nos costó dos dias. En la noche del 21 al 22, después de una seca extraordi. naria, tuvimos una fuerte tempestad con lluvia, con cuyo moti- vo el termómetro Reaumur bajó en la madrugada hasta 11°. Rio arriba y a corta distancia se divisaba la sierra dt Pacca-Nova con alturas de lOOm. sobre el nivel del rio. El rio queda enteramente franco y tiene un ancho ñor. mil de 275m. El 23 de Agosto llegamos a la cachuela Guajard-Gm- ssú, que se encuentra en la penúltima de la larga serie de obstáculos; tiene una caída total de lm.70 sobre 200m. dees- tensión. Las cargas fueron trasportadas por tierra y las canoa! por agua, con ayuda da cables. El dia siguiente pasamos la última cachuela Gtiajará- Merim, que con una caída de luí.25 sobre 500m. de esteo- sion no ofrece gran obstáculo. Fué en este punto que encontramos una gran comitiva de canoas bolivianas, cargadas de cueros y sebo; con su pro- pietario que era cruceño, pudimos mandar oficios y cartasI Pará y Rio de Janeiro. El mismo dia llegamos hasta la embocadura del ria- chuelo de Pacca-Nova, al pié de la siena del mismo nombre. El carácter y estructura del rio, arriba de Guajaríi- Merim cambia enteramente: el declive es perfectamente igml y inui pequeño, las marjenes de aluvión y los brazos anti- guos dtl rio casi enterrados y obstruidos, se asemejan a ■ del bajo Madera. Algunas rocas de piedra-canga, que se encuentran di- seminadas en medio rio, no ofrecen impedimento alguno « la navegación; y contrista ver una estension tan grande de un rio navegable por vapores de alto bordo, separada de >4 parte inferior, igualmente navegable, por los impedimentos« las cachuelas. 17 Las canoas de la espedicion se hallaban todas mas o menos averiadas, haciéndose indispensable componerlas. Es- cojimos para ello un lugar apropiado, las sacamos del agua y l«s calafateamos con estopa del país, que los castaños de los bosques vecinos producen con abundancia. El 1.° de Setiembre a las ocho de la mañana llegamos a la embocadura del Mamoré, o mejor dicho, a la unión del Manioré con el Guaporé o Iténes. El ancho del primero es de 300m. y el del segundo de 600. Las aguas del Guaporé, de un color verde claro, dife- rían mucho de las ondas amarillentas del Mamoré, a pesar de no haber llegado aun a su mayor decreciente. La tempe- ratura de las aguas del Mamoré era inferior en algunos gra- dos a las del Guaporé. En la unión de ambos rios y en los terrenos inmedia- tos, arriba y abajo, habita una tribu de indios, cuyo nombre aun es desconocido, a pesar de haber adquirido una triste fama por los frecuentes asesinatos que han cometido con inaudita temeridad, tanto en las tripulaciones de las canoas como en los soldados del Principe de Beira, que van a pescar a la vista del fuerte. La vejetacion de estos terrenos es, comparada con la de la rejion de las cachuelas, de una pobreza y mezquindad no- tables, a consecuencia de la calidad del suelo. De noche, en las pascanas, que haoiamas en las inmen- sas playas del Mamoré, pudimos descubrir diversas veces la claridad causada por los campos incendiados en la cercanía de las antiguas misiones. La transición se hacía mas notable de dia en dia; ya en muchos lugares la zona de vejetacion en las nuirjenes era mas estrecha, dejando ver a su través los vastos horizontes. Un viento fresco de N. E. llevó nuestra canoa en po- cos momentos al Cerrito, hacienda del señor don Antonio de Marros Cardoso en la márjen del Mamoré.18 Este distinguido brasilero, que hace quince aííos esta I tablecido en Bolivia, fué une de los primeros que en los tituj pos modernos subió, con barcos do 500 arrobas de tonelaje, el[ Madera; él nos recibió con la mayor afabilidad, ofrecióndonoj bu valioso auxilio en todo lo que estuviere a su alcance. Prestándonos canoas que necesitábamos y proveyemlo-l nos de los víveres precisos, hizo el mayor servicio a laes-l pedición como ya lo había hecho con es [doradores anterioral (Gibbon) y otros negociantes. El señor Cardoso tuvo la amabilidad de acompañarnos! hasta Exaltación, primer pueblo boliviano en las márjenes del| Mamoré, distante algunas leguas arriba del Cerrito. En Exaltación puso a nuestra disposición una casa dtl su propiedad, para que nos alojáramos el tiempo que forzosa-I mente debíamos demorarnos allí, tratando d.l enganche de re " meros para el regreso. El viaje de Serpa a Exaltación, donde llegamos el de Setiembre, nos habia costado 103 dias, siendo la distancia I total recorrida de cerca de 300 leguas. El correjidor del potl blo de Exaltación de la Cruz, a quien tuvimos que dirijimal para el enganche de indios remeros, nos comunicó que habien-í do el Prefecto del Departamento del Beni recibido con anti-| cipacion orden del Gobierno de la República, para prestar to-1 do auxilio a la espedicion, no dudaba que en poco tiempo poj dríamos reunir el numero preciso de indios. Pero, como al mismo tiempo nos añadiese que en Exal-I tacion apenas habia quince hombres disponibles, juzgamos prn.1 dente hablar personalmente con el Prefecto del Departamento! sin embargo de la distancia de mas de 60 leguas que aun nuil separaba de Trinidad, la capital. El miembro de la Comisión que se encargó de esta ta| rea, Francisco Keller, fué perfectamente recibido por las' toridades bolivianas, especialmente por el Prefecto A. M»J rant, consiguiendo, después de una ausencia de 11 dias, traer| 19 Eicdtauon las órdenes neces irías para que los Correjido: es je Exaltación y de San Joaquín, proporcionasen el reato de re- jeros, trayendo él consigo ocho de Trinidad. Mientras tanto se habia hecho la adquisición de las ca- noas, víveres, «fe.; de modo que, habiendo llegado el resto de )i tripulación el 15 de Octubre, pudimos partir inmediata- mente para el Cerrito, donde habia que hacer los últimos pre- parativos, como arreglo de canoas, &. El convoi era formado de cinco embarcaciones de dife- rentes tamaños con una tripulación total de 32 remeros—sien- lo ese el mínimum del personal que se puede llevar para cierta canti lad de carga, a consecuencia de las travesías por kierra que hai que hacer. El número y la calidad de las embarcaciones era como ligue: 1. ° de una galeota, prestada por el señor Cardoso, de |50 arrobas de tonelaje—2. ° db una garitea, comprada en Tri- nidad, que cargaba 200 arrobas—3. ° una canoa, prestada por H señor Cardoso, de 45 arrobas de tonelaje—4. ° una canoa para la medición—5. ° una canoa para id. Antes de describir el regreso, séanos lícito dar algunas aociones sobre el pueblo de Exaltación, antigua misión jesul- |ica en 13°, 18', 20" latitud Sur, 22°., 42', 40" lonjitud )riental del Rio de Janeiro y a una elevación sobre el nivel del aar de 159m.20 (altura del nivel del Mamoré en tiempo de pecas, en el puerto inferior de la misión). La época en que se fundó la misión de la Exaltación Pe la Cruz, situada en medio de un campo, en uno de los nu- merosos recodos del Mamoré, en la tierra de los indios Cayu- |>abas, fué probablemente a fines del siglo 17. El ancho del rio, en tiempo de secas, es de 200m. y la j¡evacion del terreno de las márjenes sobre el nivel del rio es pe 12 metros. La profundidad media de las aguas, en tiempo de secas, |8 Buficiente hasta Trinidad para embarcaciones de un metro Pe calado.20 A fines de Octubre comienza el rio a crecer, inundarir]J I09 campos en una estension considerable, dejando apenas I puntos mas prominentes, figurando islas. En Exaltación, por ejemplo suben las aguas basta cerní de la iglesia. Las calles del pueblo se cruzan en ángulos red tos, dejando en el centro una plaza espaciosa, donde se encucrJ tra la iglesia y el antiguo Colejio. Esta distribución es jeneralmente la misma en todaslaJ misiones fundadas por los jesuíta?, como lo pudimos verifica! en las ruinas de las misiones de Nuestra Señora del Loretotl de San Ignacio, en las márjenes del P araná-panima, provincial del Paraná. Por los escombros de casas en prolongación de las calki pudimos fácilmente calcular en 3,000 almas el número de I población antigua, siendo la actual apenas de 1,800. Las caí sas de los indios que se hallan todas contiguas y en cuyo bm te hai un corredor, están construidas de adobes y cubiertascoil paja o tejas. La iglesia y el Colejio son de la misma construí! cion, y es mui interesante observar cómo, disponiendo deüil limitados medios, sin piedra ni cal, se consiguió construirwl edificio con cierta apariencia arquitectónica. Hoi, como no se hace nada para la conservación aquellos edificios, se van arruinando poco a poco. En el interior de la Iglesia los altares y el pulpito « obras primorosas de tallado en madera. La sacristía encierra una gran riqueza de plata labri que con mas provecho se podría emplear en mejoras mateiialfl del pueblo, como por ejemplo, en la escavacion de pozos proveerla de agua potable. Entre las causas que tienden a aumentar la decadenflj de una población tan floreciente, citaremos las fiebres que en 1 últimos años parecen haber tomado un carácter endémico. La propagación del uso de bebidas alcohólicas, la destrae cion casi completa de la antigua riqueza en ganado y la naI gacion nuciente del rio Madera, a cuya consecuencia, parte de' 21 Indios quedan en territorio brasilero y otra parte paga con la vi- ¡n las fatigas y privaciones, son otras tantas causas de deca- lencia. La agricultura es insignificante; cultivan apiñas el maíz, nica y tabaco indispensable para el consumo propio. El jornal infinitamente bajo que ganan cuando trabajan Ipam los blancos y la indolencia innata en esta raza, hace quesea léumamente difícil conseguir trabajadores, y solo por intermedio el Cacique, que aun conserva cierta influencia moral sobre ellos, se puede conseguir el número suficiente de remeros. La población indíjena total del Departamento del Beni es ie cerca de 30000 almas distribuidas en 15 misiones, (a) a uber: Trinidad del Beni, capital. Nuestra Señora del Loreto. San Ignacio. San Francisco Javier. Todas estas formadas por indios Mojos. San Pedro, por los indios Canichauas. San Ramón. Santa María Magdalena. San José de Gucaraje, por los indios Itonamas¿ Concepción de Baures. Nuestra Señora del Carmen de Chapacora. San Joaquín, por los indios Baures. Exaltación, por los indios Cayubabas. Santa Ana, por los indios Movimas. Reyes. San Borja, por los indios Maropas. En el capítulo que trata del comercio y agricultura del Madera y del Mamoré hablaremos nuevamente de las misiones. 1. 9 2. ° 3. ° 4. o 5. ° 6. ° 7. ° 8. ° 9. ° 10. 11. 12. 13. 14. 15. Mó (a) Esta descripción es solo relativa a la provincia de ,|08.22 £1 19 de Octubre de 1868 dejamos el Cerrito para levan, tar, eu la bajada, el plano detallado del curso del rio y hactt otra vez algunas mediciones del volumen cúbico de las agm del Mamoié, del Madera y del Beni, babiendo hecbo de subijj las observaciones astronómicas e hypsométricas. Sentimos no poder seguir la esploracion del Guapos aguas arriba, tanto mas cuanto que cerca del fuerte del Prínctpi de Beira existe otra cacbuela de la cual no habla ningún espío, rador. Pero como por la estación avanzada del año y por tade. mora que la continuación del viaje, arriba del Guaporé, nos ln- bría ocasionado, el objeto principal—la esploracion de las cachi» las del Madera—babria sufrido considerablemente, tanto cuanto que los rios principiaban ya a crecer y que el sondaje co interés ofrece cuando no se bace en la estación de secas. La apertura de una senda terrestre, en línea recta porto da la estension de las cacbuelas era imposible de practicarle; porque los indios bolivianos apenas, y aun con dificultad aeeo- ganchan para el viaje por agua. Adf-mas dicba senda no traerla otro resultado que el di conocer mejor las florestas entre el Madera y el Tapajoz, porqn*| el trazo de una carretera ha de acompaíiar mas o menos el cun» del rio, a consecuencia de la elevación considerable de la sier de Pucca-Nova, que no es sino la continuación de la Sierra h neral que divide las aguas de los afluentes del Amazonas del» cabeceras del Paraguay. Es ilusoria la idea de que la estension del camino se acor- taría, en caso de construirse por encima de la sierra; porque configuración del terreno no permite en ningún caso trazar n línea recta y habría que seguir las curvas de los pequeños aflm tes, hasta llegar al punto culminante de la sierra, lo que ria que la distancia sea mayor que siguiendo la márjen del rn No es únicamente la estension-del trazo sino también nivelaron la que debe influir para la preferencia; y aquella tima seria mui difícil si se abandonase el declive permanente , poco notable del valle del caudaloso rio. 23 El americano Gibbon, que, sin tener conocimientos profe ¡onales, fué el primero en snjerir la idea de una via en linea rec de 40 a 50 leguas de estension. al través de dichas montañas, limitó a indicar un camino de herradura para arrieros (a com- on mulé road); pero semejante via sería insuficiente; y la na- egacion actual con sus inconvenientes le es preferible. Como llevamos dicho, bai cerca d*d Fuerte del Príncipe e Beira una cachuela que en el tiempo de secas exije la descar- a completa de las canoas, mientras que en las crecientes se ha- n pasar con ayuda de cables, rio ai riba, con toda facilidad. Después de esa cachuela no se encuentra en el Guaporé no pequeñas corrientes que oponen dificultades a la navega- on, no tanto por el declive cuanto por la falta de agua. Esa Ita de profundidad en el tiempo de secas es aun mayor arriba Villa-Bella y la comunicación de las cabeceras del Guaporé n una de las del Jaurú no se podría efectuar sino por medio • una canalización con el sistema de compuertas sobre una es-> nsion mayor, rio abajo. El 21 de Octubre nos bailábamos ya en la embocadura 1 Mamoié donde procedimos a una medición exacta del volú- en cúbico de las aguas del Mamoré y del Guaporé. Ocupónos te trabajo dos dias. En la tarde del 24 de Octubre llegamos a las islas, llama- del Caballo marino, donde principiamos la medición minu- sa con el micrómetro. Una fuerte tempestad de lluvia por la noche anunció el mcipio de la estación lluviosa, y el Madera subió iumediata- nteaOm.85. La ¿sploracion y sondaje del Giiajará-Merin se hizo aldia '"ente, a pesar de la lluvia y solo en el Guajará-Guazil tuvi- s la demora indispensable para el trasporte de las cargas por rra. El 27 de Octubre, habiendo subido el rio Om.90 pasamos falto de las Banaueiras. Aconteciónos allí que una de bis ca-24 noas fué arrojada contra las rocas, y tal era la fuerza y resisten, cia de las furiosas olas que fué necesario el esfuerzo combinado ds toda la tripulación para salvarla. Algunos de los indios remeros y un injeniero de la comi- sión fueron atacados al mismo tiempo de la terciana, a quienes curamos con el sulfato de quinina. El calor era excesivo (3? R.) y de noche hubo una fuerte tempestad. El 30 habíamos hecho la medición hasta la cachuela del Palo-Grande, que pasamos a remo por el canal principal, as como la de las Lajas. El 2 de Noviembre estábamos en la embocadura del Beni, en el que entramos para medir el volumen de las aguas. El Be- ni parecía en aquella época a 2m. de creciente y tenia una velo- cidad media de lm.50 por segundo. Las márjenes tienen de 5 a 6 metros de elevación sobre ti rio, cuando esta está mas bajo y, rio arriba, a una distancia dt dos leguas, una luxuriante vejetacion y altos barrancos indicas la tierra firme. Por falta de tiempo no pudimos penetrar bastí la primera cachuela. En la cachuela del Madera trasportamos la carga por tie- rra y las canoas pasaron por el rio: aunque con menos aguas la- samos también la corriente de la Misericordia. Pero el paso del Ribeiráo que en dos puntos exijió la d* carga completa de las canoas, nos entretuvo dos días. El tiempo se presentaba casi siempre lluvioso, con el cielo nublado. Tanto los Periquitos como las Araras pasamos a re- mo. El Y de Noviembre continuamos la medición, no obstanteli lluvia; pero tuvimoss por fin que parar y levantar toldos. El dia siguiente con poca lluvia pudimos seguir adelante, pasando Pederneira. Esa tarde llegamos a Paredón, que ig'" mente pasamos a remo por el medio de las alborotadas ag" del canal principal. El 11 de Noviembre, estando ya el rio a tres metros creciente, pasamos los Tres Hermano», sintiendo no poder* una de las colinas de la márjen izquierda, de la cual so dd 25 zar de un bello panorama, por estar el tiempo nublado; ade- mas atacados de fiebre y debilitados por las privaciones inevita- bles de tan prolongado viaje. Cuando llegamos al salto de Girad, notamos que dos de las canoas necesitaban alguna compostura. En los dias 13 y 14 pasamos el Caldeirao do Inferno, pe- ro no sin que una de las canoas de carga hubiese estado en gran - de peligro de perderse despedazada contra las rocas. Encontramos abajo de la cachuela, los indios Caripunaa que habíamos visto en la subida, y, ademas de esta tribu, otra del mismo número poco mas o menos, que se mostraron mui sa- tisfechos de volver a vernos, y nos convencimos de que la cate- quizacion de ellos seria lo mas fácil del mundo. El 16 pasamos la embocadura del Jassí-Paraná de 80 metros de ancho, y bajamos la misma tarde la cachuela de los Morrinhos. El siguiente dia llegamos a Thcotonio, después de baber fácilmente pasado las pequeñas corrientes que le antece- len. El trasporte de la carga y de las cauoas se hizo del mis- mo modo que en la subida, y el 18 de Noviembre pudimos final- mente dejar la playa abrasadora de debajo del salto. Ni el paso de la corriente de los Macacos, ni la cachuela de San Antonio ofrecieron la menor dificultad, porque el rio ya babia subido considerablemente, hallándose a 4 metros de cre- ciente. Las aguas estaban turbias y creímos que el uso diario de ellas era lo que alteraba nuestra salud. La estación lluviosa entraba con fuerza y es seguro que con alguna demora mas en el Mamoré o Guaporé no nos hubiese si- do posible acabar la exploración del Madera. . Abajo de San Antonio, habiendo concluido la explora- ción de que estábamos encargados, aprovechamos parte de la noche para viajar y solo asi pudimos llegar el 21 de Noviembre a Ciato, primer puuto donde se encuentran algunos recursos. Hallamos en ese lugar un negociante boliviano, que ha-2G biendo partido algunos diasántes do nosotros, liabia sufrido de. m >ras por la enfern13 l.i l y untarte d i un compañero, quedando él mismo tan debilitado por las fiebres que estaba en situación de no poder sí gti ir el viaje sin á ti tes restablecerse. • Tuvimos el placer de encontrar en manos del Comandan- te del destacamento cartas y perió lie >s, que por la atención del digno Coronel Leonardo Ferré i ra Márquez, a ta sazón Vice-nre- «¡dente de la Pvoviirct<* de A-nií mas, habla 1 sid ) enviados ti Cnrto. Antes de partir dejamos en poder del Comandante del destacamento, una de las canoas (ubás) pequeñas para que lt devolviese en la primara ocasión al SjíI >r Cardoso, su dueño. Pasado el Manicoré llegamos el 25 a la hacienda del Señor I. Arauz, donde dejamos otra canoa y parte de la tripulación, si- guiendo el viaje con tres canoas. En la aldea de los ¡Muras, en Sapucaya-oroca, hiciraosuoi medición del volumen cubico de las aguas del Madera, no solo para hacer una comparación con los resultados de las mediciones4 anteriores, sino también para calcular el aumento del curso infe- rior. La noche siguiente pasamos la Villa de Borba y presen- tándosenos al dia siguiente bancos de arena, sacamos la conclu- sión de que el Amazonas aun estaba comparativamente tajo. Ei efecto, averiguamos después que apenas se hallaba a 2 metros de creciente. En la tarde del 30 de Noviembre llegamos por fin a Ser- pa donde entregamos nuestras canoas, dando de este hecho co- nocimiento oficial al Presidente déla Provincia. Pasando por Manaos donde teníamos que entregar arrM' y demás utensilios, tuvimos ocasión de saludar al digno Presi- dente de IaProvíncia, perfecto conocedor de aquella parte del lo- perfo. Llegamos el 14 de Diciembre al Piará y el 4 de Enero Rio Janeiro donde ya corrían rumores falsos sobre la suerte la espedicion, después de una ausencia de catorce meses. 27 c: ■ NOCIONES SOBRE LA FORMACION JEOLÓJICA- y sobre el clima de los tórrenos recorridos. Aunque las observacionesy estudios jeolójicos en la inmen- sa hoya del Amazonas sean demasiado insuficientes para formar una idea exacta sobre la formación jeolójica de una superficie* de tan grande estension, existen sin embargo datos que tien- den a probar que las capas de greda (principalmente el - calcá- reo) que se encuentran en diferentes lugares (rio Maués),^ perte- necen a fotniacionts silurianas y devonianas. En el calcáreo deMaués se encuentran los petref'actos siguientes: Producios antiqiiatws. jSjri??fer trigonal?*'. Terebratula porreóla. Ortkis orbicularis y otros, todos caracterizados por las ca- pas silurianas y devonianas. 'Lo.pieára canya, que se encuentra en la superficie del terreno, o cubierta apenas con una capa de arcilla de 5 y 6 me- tros de espesura, es una conglomeración de greda, pedacillos de dolorit entremezclado con óxido de hierro, lleno de agujeros y cavidades que le clan el aspecto de una esponja. Las capas son jcneralmente horizontales y tienen una'es* pesura de 4 y 5 metros; en las cipas inferiores esos agujeros son mas pequeños, desapareciendo en algunos puntos enteramente y formando entonces una masa mas homojénea de greda colorad» roui arcillosa. La estension en que Be encuentra esa formación es enorme; nos presentó en Manaos, en las márjenes del rio Negro y en toda la estension del bajo Madera, perforada y en parte destruí- anlas cachuelas; después en el Alto-Madera, en el Guaporé en el Mamoré, atravesando en esa sola dirección mas de 12 gra- os de latitud.28 En el bnjo Mamoré existe en el lugar llamado Matucarj un banco de piedra-canga, que atravesando ol rio en todo suan. cho, di oríjen a la única corriente considerable que en 61 se halla, en la que, entretanto, existe un canal aparente para la ne- gación. Examinando atentamente la interesante formación di aquel lugar, se nota que teniendo la piedra-canga mas resisten- cia que las capas inferiores de greda arcillosa, estas últimas» deshacen con la acción de las aguas, quedando en esqueleto tai capas superiores, basta que estas últimas se rompen y caeni grandes trozos, que desparecen en el fondo del rio. En el curso de los siglos se deshacen de este modo cachue- las y corrientes; y el declive del rio vá quedando mas igual, quedando, solo en las márjents, huellas como se nota en tres la- gares abajo del Matucaré. Probablemente se debe a un fenómeno análogo que lu aguas descendiendo de la cordillera poco a poco, cavaron su pro- pio lecho en las capas de arcilla depositadas en la vasta bahú del Amazonas, en cuanto ella se levantó sobre los mares siluria- nos, contribuyendo tal vez el yelo en gran parte para producir una acción mas poderosa y eficaz. La resistencia ocasionalmente desigual de las márjeneí, hizo que el curso de las aguas fuese serpenteando y abandona» el curso primitivo, creando otros nuevos, formando bancos dt arena en las márjenes convexas y royendo las cóncavas, hasta que una gran creciente perforase nuevamente el istmo formadi por las sinuosidades de la corriente. Este trabaj), verdaden perpetuum motile, continúa hoi mismo, siendo sus efectos visi- bles a cada paso. Los lagos qtte en ámbas márjenes del Amazonas, 8aj moes, Madera, &, se encuentran y que en Bolivia se llaru»' Madres, no tienen otro oríjen y señalan jeneralmente el curso q* el rio seguia en tiempos anteriores y que las crecientes aúnr* pudieron llenar completamente, con los sedimentos que deposita: Esos cámbios continuos en la dirección del curso d« ' 29 rio» en terrenos de aluvión, no cesan hasta que las márjenes sean contenidas con reparos, mientras que en las cachuelas, en te- rrenos de rocas—son ellos ménos perceptibles, ata dejar de existir. . ... Las anteriores consideraciones tienen por objeto princi- pal correjir las erróneas ideas que reinan aun entre los ¡n- telijentes, respecto al esta lo actual de los afluentes del Ama- joñas, repitiendo aun que siendo el cambio del curso jeneral para todos los rios en terrenos de aluvión, no se puede con- siderar el lecho de ninguno de ellos como en eslado de for- nacion. La dirección de la elevación jeneral del terreno Sud del Amazonas, por decirlo así, siendo el primer escalón hacia la Sierra Jeneral, entre el Paraguay y los afluentes del Sud del Amazonas, corre en dirección E. N. E., de la primera cachue- la del Madera, pasando mas o menos por aquella en Tapajoz, Jingú y Tocantins, inclinándose al O. del Madera, mas al Sud, nto que ya el Purus, hasta cerca de sui cabeceras, no cuen- cachuela alguna. En armonía con eso el terreno- en la márjen izquierda el Madera, es ménos montañoso que en la derecha, donde las ramificaciones de la Sierra Jeneral (Serra dos Pareéis), llegan n diferentes lugares hasta la márjen del rio. Relativamente a la riqueza mineral de los terrenos re- orrklos, mencionaremos principalmente el oro, que sin duda e encuentra en las vetas de cuarzo blanco en muchas délas ocas de las cachuelas. Desde los primeros tiempos de la con- uista se encuentra dicho metal en las cabeceras de diferen- s afluentes de la márjen derecha del Amazonas, entre otros n el alto Guaporé. En los últimos tiempos la labor del oro en esa rejion ha ■sminuído notablemente, a cau»a de las tercianas. Sabemos le en Bolivia — en la sierra de Guarayos, márjen izquierda el Guaporé, cerca de la misión abandonada de San Simón—30 de hallan votas de cuarzo aurífero de la mayor riqueza, con un laboreo regular, podrían dar mucho provecho; pero que hasta ahora, no han sido esploradas sino por aventureros sin capital. Ántes de entrar en la descripción del clima de esas re- jiones, f>e hace indispensable esplicar las denominaciones di igapó, vargem y tierra firme, que se hallan constantemente en boca de los habitantes del Amazonas. 1. o—El igapb es el aluvión mas moderno en las rair- jenes convexas, cuya altura aun no pasa de 4m. a 5m. enci- ma de las aguas bajas y que por eso queda cubierta con las aguas medias—El carácter de la vejeracíon en él es bien pro- nunciado, produciendo a mas del capim, llamado canaranati los barrancos y -de algunos arbustos de madera blanca y fofa, la embaúla (cecropia) y la goma elástica (ficus elástica). 2. °—La vargem comprende los terrenos cuya altura se halla entre las aguas medias y las mayores crecientes, y que solo quedan inundadas por corto tiempo todos los años-So forma característica consiste en las diferentes clases de pal- meras, principalmente la murú-murú, uru-cury, &., el palo mulato, la pacova-sororoca (urania), cacao, &. El cultivo de la caña de azúcar es apropiado para la várjem alta. 3. ° —La tierra firme son los restos del antiguo fondo de. la hoya del Amazonas, en el cual los rios formaron su cur- so. Hai en él por tanto, alturas mui diferentes; pero la cali- dad del terreno siempre es de arcilla dura, de color roja. Es solo en la tierra firme que se encuentran maderas de buena calidad y entre los árboles característicos, citaremos tan solo el castaño jigantesco (Bertholetis excelse.) "Relativamente a la temperatura de la rejion de las ca- chuelas, apenas tenemos datos de los meses de Junio y Octubre, que no son suficientes para el cálculo del término medio anual. Parece, entre tanto, probable que el isothermo de 20° R- sea el que pasa por la parte inferior de las cachuelas. 31 fías observaciones barométricas que hicimos con la inten- ción principal de averiguar la elevación sobre el nivel del mar, ge hallan anexas a este trabajo, juntamente con las temperatu- ras en los meses arriba mencionados. La dirección principal de los vientos es de S. O. y de N. E.; el primero, oriundo de la cordillera, era el que traía la llu- ria en los meses de setiembre, octubre y noviembre, mientras que el otro era seco. A pesar de la imposibilidad de hacer observaciones direc- tas para el cálculo del volumen cúbico de la lluvia que cao anualmente, encontramos por las crecientes (combinando el vo- lumen cúbico de sus aguas con la superficie del terreno tributa- rio), una escala comparativa para el cálculo de la lluvia que cae a>bre la unidad de la superficie tributaria, menos lo que se pier- de por la ovftporacion e infiltración. El resultado del cálculo es que los rios Madera, Beni, Mamoré y Guaporé dar» un desagüe de 1,03 metros cúbicos de agua por cada legua cuadrada de superficie tributaria. La estación lluviosa principia de ordinario en el Madera a fines de octubre y acaba en marzo. Por la veloci dad media de las aguas se puede calcular que la onda do la primera creciente necesita de 20 a 21 dias pa- ra recorrer la distancia que hai desde Exaltación, en el Mamoré, hasta la embocadura del Madera. El Mamoré y el Beni principian a crecer un poco antes del Guaporé. Proviene esta diferencia del diverso estado cli- matolójico e hypsométrico de las rejiones en que se hallan las principales cabeceras. En cuanto a la influencia del clima sobre el estado sani- tario de la población o de los viajeros, notaremos que siendo en el tiempo seco rarísimas las tercianas, se desarrollan con las pri- meras aguas, constituyendo un verdadero flajelo en aquellas re- jiones. Dejando a los médicos la tarea de esclarecer o esplicar las s,guicntcs contradicciones, nos limitamos a citar:32 1. ° que las fiebres intermitentes son mas fuertes en rejion de las cachuelas que arriba o abajo de ellas, donde sin eij. bargo, hai mas pantanos. 2. ° que en los campos de Bolivia, donde después de lu crecientes, queda mucha agua detenida, que se bebe sin la me- nor precaución, las fiebres son comparativamente mas raras. Ademas de la calidad de las aguas potables, aun hai otrt causa de insalubridad, no ménos importante que la primera-h fuerza y dirección de los vientos—tanto que algunas alquería de estractores de jebe, situadas en lugares mui insalubres, k volvieron sanas después de cortar el bosque en cierta dirección, D. RESULTADOS DE LA MEDICION hydrográfica. RESULTADOS DE LAS OBSERVACIONES ASTRONOMICAS. Long. Oeste di Lat. Sud Rio de Jaoeirt 5° 37' 37" ,0 6° 18' 28" ,7 6° 43' 20" ,5 7° Sí' 3" ,4 8° 15' 33" ,1 8° 36' 4" ,0 8° 49' 2" ,6 21° 29' Jg 8° 52' 41" ,6 21° 30' 57" 9° 1' 45" ,3 21° 36'30" 9° 15' 48" ,7 21°52'U" Nombres de los lugares En el bajo Madera: Murassutúba. . . ** " Islas de las Baétas..... Espíritu Santo.. Crato...... " " 12 kilom. arriba de las Abelhas. " " Domingos Lei- gue...... En el alto Madera: Sin Antonio.. . Theotonio. . " " Morrinhos. . . . Caldeirao do In- ferno...... 33 9° 20' 45" ,7 21° 54* 22" Pederneira. . . . 9° 32' 81" ,3 22° 20' 20" 9° 36* 37" ,7 22° 13' 4'' 9° 55' 5" ,8 22° 15' 20" 10° 12'52" ,1 22° 8' 30" Embocadura del 10° 20' 0" ,0 22° 12' 20" Guajará-Meritn. 10° 44' 32" ,8 22° 3' 42" Distancias entre los diferentes puntos del cürso, medidas con el micrómetro. Nombres de lugares. Distancia en metros. 1 De las islas del Caballo-Marino hasta la ca- chuela del Guaporé-Merim (N. 1—13) . . 21239m.,0O 2 Del Guaporé-Merim a Guajará-GuassQ (13 —21).................... 6842m.,0O 3 Del Guajará-Guassú a la isla (N. 30)..... 15379m.,00 4 De la isla punto N. 30 al principio de la ca- chuela de las Bananeiras (N. 30—42). . . . 6 Del punto N. 42—53, de la caída principal de las Bananeiras............. 6 Id. N. 53 al principio déla cachue- la del Páo-Grande. (162)......... 8266m.,10 7 Id. N. 65—71 al fin del Páo-Grande. (J M. N. 71—87, a la embocadura del río Beni.................. 9408m.,00 0 Id. N. 87—102, a la cachuela de la Misericordia................ 17614m.,00 1 Id. N. 102—106, al principio del Ribei- rá°.................... 4120m.,00 2 Id. N. 106—116, a la corriente de los Periquitos................. 16230m.,00 Id. N. 116—124, a la cachuela de las Araras................... 15667m.,00 13153m.,00 494m.,75 !266m.,10 5040m.,7034 lt N. 124—153, a la embocadura del rio Abuua................. 44942m.,00 15 IJ. N. 153 —1G1, a U cachuela de Pe- derneira.................. 133OOni.,00 16 Id N. 1G1—1T7, a la cachuela del Pa- redflo................... 233OOm.,00 17 Id. N. 177—197, a la cachuela délos Tres-Irmáos................ 3O7OOra.,00 18 Id. N. 197—222, al salto de Giráo . . 37tiOOm.,0íl 19 id# K. 222—235, a la cachuela del Cal- deirao do Inferno............. 10330m.,00 20 Id N. 235—261, a la aldea de los Ca- ripunas ................... 28700m.,Oj) 21 Id. N. 261—269, de la aldea do los Caripunas a la punta de la isla...... 9400m.,IM 22 Id. N. 269—282, de la punta de la is- la a la cachuela de los Morrinhos..... 165OOm.,00 23 Id. N. 282—300, de los Morrinhos al salto de Theotonio............. 2626Om.,O0 24 Id N. 300—314, de Theotonio a San Antonio.................. 10600m.,M 25 Id. N. 314—318, fin de la madiciou micrornétrica . . ,............ 5600m.,00 La estension total del curso del rio en la par- te do las cachuelas entre Guajará-Merina y San Antonio, es por tanto........ 3O3486.,00 o 70,19 leguas de 18 al grado. Añadiendo aun a esta distancia la de las islas del Caballo-Marino hasta Guajaia, con . . 21239m ,W y la de San Antonio al fin......... 56OOra.,00 tenemos como estension de la medición mi- crornétrica................. 390685m.,5S o 63,18 leguas. 35 o); Ijíi estension del curso-del Ma lera entreíhn Antonio y la embocadura es aproximati- vamente................. 174 leguas 27 La del curso del Madera entre Guajara-Me- rim y la embocadura del Mamoré. ... 32 " 28 La del curso del Mamoré desde la oniboca- cadura hasta Exaltación......... 40,5 " 29 La del curso del Mamoré desde Exaltaeion hasta Trinidad............. 58,5 " (Sumadas todas estas distancias, se ve que la expedición lia recorrido en canoa la distancia de 749,2 leguas, ida y vuelta en los rios Madera y Mamorí'). Algunas distancias, que pueden ser de uti- lidad cuando se trata del comercio del Madera y de Bolivia, son las siguientes: 30 Laestenison del Mamoré, de Trinidad a Vincbuta................ 57}0 " 31 La distancia de Trinidad a Sucre, capital de Bolivia................ 135,0 " 32 La distancia de Sucre a Cobija, único puer- to boliviano en el Pacífico ....... 120,0 33 La distancia de Trinidad a Santa-Cruz . . . 94,0 "(a) Kesultados de las observaciones hypsomktricas. Las alturas del nivel de las aguas bajas sobre el nivel del mar en los puntos principales son las siguientes: Nombres de los lugares. Elevación en mutros. Villa de Serpa, en el Amazonas..... 18m.,00 Embocadura del Madera....... 21in.,00 Manicore, en el Madera....... 28m.,00 Baétas, ídem........... 40m.,00 (a) estas leguas son de 18 al grado.m Tres-Casas, idcm . . '....... 50m.tO« Isla de Salomón idem........ 53m.,0f Domingos Lsigue, idem....... 54m.,00 Embocadura del Jamari....... 56m.,8| Cachuela de San Antonio, parte inferior idem. 61m.,fi» Salto de Theotonio, idem....... 83m.,}j Cachuela de los Morriulios idem..... 87m..il Cachuela del Caldeiráo do Inferno idem . . . 92un.,8l Salto de Giráo, idem......... 10Sm.,l Guajará-Merim, fin de las cachuelas, idem . . 144ro.,Ci) Embocadura del Mamoré, idem..... 150ra.,lii Exaltación en el Mamoré....... 152ra.,2) Las caídas verticales de las cachuelas juntamente con lt estension de las mismas se halla en la tabla siguiente: (parali altura de las aguas medias"). Nombres de las cachuelas. Caída. Estén» 1 Guajará-Merim........lm.,2 1500n 2 Guajará-Guassú........lm.,7 450a í Parte superior ) í lm.,2 4O0n 3 < Parte central > dol salto de las Baaan jiras 2 6m.,0 500m. ( Parte inferior ) ( lm.,5 1500a. 4 Páo-Grande.........2m.,0 400m. 6 Lajas...........2m.,5 750i 6 Madera...........2m.,5 900» 7 Misericordia.........Om.,6 lOOu. ( caída principal.....4m.,l 400o I 1* corriente abajo del salto . Ira.,5 2 75m- 8 EibeirSo í 2 * " " . . . . 2m.,7 1 000» {3a. " " . . . . Om.,9 250if ¿4-* " lm.,5 9O0m 9 Periquitos...........Om.,8 3O0m. 10 Araras...........lm.,4 700a Araras, corriente abajo de ella hasta el rio Abuna ....... . Om.,5 250 11 Pederneira..........lm.,1 250* Pederneira corriente abajo de ella . . Om.,9 350 37 12 Paredáo........... 1 P corriente abajo de él. >■ 2jj " " " " > > 3 P '' '' '' 13 Tres-Irmaos......... " corriente abajo de los mismos. 14 Giráo, salto principal .... corriente abajo del mismo 15 Caldeiráo do Inferno........ 1. 05 corriente abajo de él. > i g c3 '' ' > i> g (J »t »> • » 4 ca " " M r ej 'i " 2. 3. * 4. * 5. * luego arriba [Macacos]. lin 1 OO1' j iJ . Im a A UJ . y *J 7^0 m lm.,2 VOOm. i \J \J 11L * Om.,5 250ra. Om.,6 lóOra. Om.,3 70m. Om.,5 150rn. Oin.,7 200m. 8in.,0 700m. Om.,6 200m. Om.,6 200ra. 2m.,2 400ra. liu.,9 l,170m. Ora.,7 250m. Om.,4 lóOm. Om.,5 300m. Om.,3 120m. 450m. Om.,3 120m. Om.,4 lOOra. Om.,6 250m. Om.,3 COm. Om.,7 150m. 7m.,5 300m. Om.,3 300m. Om.,45 150m lm.,20 300m Suma total de la distancia de la caída de las cachuslas..............69m.,6 en20,169m T>a caula, entre San Antonio y Guajará-Merim es, de- duciendo las alturas de las cachuelas de la diferencia tjtal de nivel entre los mismos puntos, de 83m.—69m.,60=13ra.,40.38 Anctio del rio, profundidad, declive y VOLUMEN* DE Las AGUAS. Los tres primeros son los factores para el calculo Je¡ volumen cúbico de la agua, que un rio trae en cierto espacio en la embocadura. Secas...... Crecientes .... Madera, ancho medio arriba de las cachuelas. . 4 Madera en las cachuelas. Mínimo....... 350m. Máximo...... 2,000m. Bajo Madera [Sapucaia-oroca]......... 730ui. 6 Beni.......................l,OOOm. Altura de las márjenes, diferencia del nivel entre las secas) las crecientes y volumen cubico de las mismas en el mamoré, «uafore, beni y madera . En Exaltación hallamos quo la elevación de los cam- pos inmediatos a la márjen era de 13m. do creciente, siendo esa la mayor altura a que ella llega. Pero en la embocadura del Mamoré, esa proporción es distinta: las márjenes tienen una elevación media de 8m.; siendo asi que las crecientes suben hasta 9m., inundando de consiguiente los campos. La misma difereucia entre las secas y las crecientes, so nota en el Guaporé y en el Madera, a lo menos hasta la primera cachuela del Guajará-Merim, adonde el declive jeneral cambia repentinamente. Hallamos las márjenes del Beni, cerca de la embocadu- p»i con una elevación de 6:n. de creciente apareciendo mas "riba en la márjen izquierda, algunas colinas, todas ella3 cu- biertas de densos bosques. En la parto de las cachuelas son las alturas de las mar- enes mui diferentes: jeneralmente son ellas bajas lu -go arriba de las cachuelas, a donde también la diferencia entre las secas i' las crecientes, es mínima. En esos lugares, a veces las márjenes se elevan a mas do 2ni.,50 sobre el nivel de las aguas bajas, sucediendo lo ■uiámo con las crecientes.40 En el bajo Madera la elevaron normal de las nifirje. nes es de 7m. sobre las aguas bajas, siendo esa altura —igual o poco inferior a la de las crccieni.es. Pero en otros lagar*, como por ejemplo, en Sapucaia-oroca, esa diferencia sube 112 metros, siendo la altura de la márjen derecha [asentada sobre piedra-canga] do 13m., y la de la márjen opuesta solamen- te de lOm. Volumen cúbico de las aguas del madera y de sus afluentes en diferentes estaciones del año [contado en mutuos cúbicos y por seoundo] . NOHBKES DE LOS RIOS Guaporé [en la embo- cadura]....... Mamoré [en la embo- cadura]....... Madera [eDtre la em- bocadura del Mamoré y delGuajará]. . . . Beni [en la emboca- dura]........ Bajo Madera [en Sa- pucaia-oroca J..... AGUAS BAJAS m. C. 663 AGUAS MEDIAS m. c. 1. 879 835 2 530 l. 498 I. 383 4. 142 CRECI1N TES m. c. 5. 120 7.024 4.310 12. 144 4.344.13. 109 14. 642 39. 106 OBSERVACIONES Medición becha en tiempo de secas. Medición becha 2m.,Ó de creciente. Medición con 2m.,5 de «rt i iente. Medición con 5ra., de creciente. Las superficies tributarias de dichos rios, calculadas aproximativamente, son las siguientes: Para el Guaporé Mamoré Beni Bajo Madera 9,715 leguas cuadradas. 9,982 7,068 11,016 Sité 81 Fd volumen cúbico d ■ lns a^uaá leí Beni, siendo, ig» al del Mamoro y Guaporé reunidos, demuestra que el Be»»* el tronco principal del Madera. Relativamente a las agua»1 41 Guaporé y del Mamoro, podría parecer estraiio que el volu- men cúbico de tilas no guarde proporción con las superficies tributarias; pero si se advierte que las cabeceras del Mamoré están en la alta cordillera, mientras «jne las d»l Guaporé na- cen de alturas poco considerables de la Sierra Jeneral, esa apa- rente contradicción queda esplicada. £. PROYECTOS PARA FACILITAR LAS VIAS FLUVIAL Y TERRESTRE Y PAitA LA CONSTRUCCION DE CAMINOS, CON LOS PRESUPUESTOS APROXIMATIVOS. De cinco a seis anos a e?ta parte existe en el Madera un pequeño tráfico efectuado por canoas, entre la villa de Serpa en el Amazonas y las antiguas misiones del Mamoré, est¿n- diéndose de un lado su influencia hasta Santa Cruz de la Sie- rra y del otro hasta el Para, que suministra los efectos de im- portación, recibiendo los que vienen de Bolivia. Siendo el número de canoas que actualmente bajan de Bolivia de 50 a 60, con una carga media de 350 arrobas cada una, sube el peso total de las mercaderías trasportadas, a 700 toueladas, mas o ménos. Tanto la parte del Madera, abajo de San Antonio, como arriba del Guajará y el Mamoré hasta Trinidad, son perfecta- mente navegables, admitiendo el rio en aquella parte de su cur- so, vapores de suficiente calado. El mínimum de profundidad de agua en la parte mas liondi del rio, en tiempo de secas, es de lm.80 abajo de San Antonio y de lm. arriba de las cacbuelas, sin que la velocidad del agua pase nunca en la creciente do lm.50 por segundo [tres nidias por hora]. Hai apenas 70'67 leguas entre San Antonio y Giuijara, n,,u obstruidas por las cacbuelas-, en las cuales se encuentran «ustáculüs insuperables a los vapores, obligando aún a lasca-42 noas que hacen el trafico actual, a frecuentes trasbordos y (les. embarcos. Para disminuir los peligros, demoras y fatigas de U actual navegación, y para desarrollar el comercio, apenas na cíente y que ya agoniza por falta de una via mas fácil Je comunicación, se presentan cuatro medios: 1. ° Construcción de planos inclinados, por cuyo me- dio los buques puedan superar los fuertes declives. 2. ° Apertura de un canal en la márjen derecha. 3. ° Construcción de una via férrea. 4. ° Construcción de una carretera [sistema' Mac-Adam], §. 1.—Por el sistema de los planos inclinados o mor- tonas, las embarcaciones cargadas se colocan en una carreta de hierro, que rueda sobre rieles, aun debajo del agua, hasta la profundidad necesaria. Esa carreta, juntamente con el buque se iza por medio de un guindaste y cablas de alambre hasta la altura de la plataforma [15m. mas o menos sobre las aguas bajas], donde el buque entra de nuevo en el agua y baja de la carreta para seguir el viaje, habiendo vencido de esa manera la caída. Tales aparatos, hace mucho tiempo, son empleados en Morris [Estados Unidos] y en la Prusia oriental con el mejor éxito. §. 2.—La apertura de un canal de navegación en la márjen derecha con una estension de 50 leguas, mas o menos practicable para pequeños remolcadores a hélice, encuentra en el fuerte declive de esa parte del rio, una dificultad conside- rable. En efecto, siendo el declive jeneral, como indica la ni- velación, de 1:5265. seria indispensable la construcción • compuertas, porque la velocidad de las crecientes con tal de- clive sería tan rápida, que podría impedir la navegación,"*' ciendose al- mismo tiempo dificilísima la conservación del ca- nal. Adoptándose la altura de 3m.50 como máximo de la altura vencida en una compuerta, y siendo la caída total do Sau Antonio al Guajará igual a 83 metros, se ve fácilmente que el número de compuertas jwecisas es 83=24. 3,50 El ancho del canal no podría tener menos de 20 me- tros y la profundidad del agua de lm.80 a 2 metros. §. 3.—La construcción de una via férrea en la márjen derecha con 50 leguas de estensiou poco mas o ménos. El trazo de ella no seguiría la linea recta entre San An- tonio y Guajará, porque la nivelación de un trazo en esa di- rección, sería forzosamente muí defectuosa y enteramente im- propia por las ramificaciones de la Sierra Jeneral, que se es- tienden basta la márjen derecha del rio. Pero ni aun así se- ria preciso seguir todas las sinuosidades del rio, varias de las cuales se pueden evitar. Otra consideración no ménos importante, que impide el trazo en línea recta [aunque, técnicamente hablando, fuese practicable], es que la nueva via de comunicación debe quedar en la márjen del Madera, frente a la embocadura del Beni, cuyas feraces riberas darán un dia el mayor continjente para el comeVcio del Madera. Como llevamos emfnciado en la descripción del viaje, la falta de brazos y de tiempo nos impidió hacer abrir una sen- da por la márjen derecha, evitando las sinuosidades mas pe- penas. Añadiremos que la apertura de la senda en la estension total de 50 leguas entre San Antonio y Guajará con la forma- ción del plano, nivelación, demarcación del trazo definitivo, &., no demandaría ménos de dos años, aunque el número de bra- zos fuese suficiente para trabajar en diferentes secciones. Los presupuestos aproximativos que van a continuación, pueden servir de base para la elección definitiva de uno de los 1 «lentes proyectos que acabamos de mencionar.44 I.—Presupuesto para la construcción de los planos INCLINADOS [MORTONAS]. Tara vencer las cachuelas entre San Antonio y Cuaja- ra se necesita de 20 morlonas, con la estension totu! de 21 fio m. o sea la suma redonda de 20 kilómetros, sieudo esa la es- tensión total de las cachuelas y corrientes que hai que superar. [a] La construcción de 20 kilómetros de rieles cuesta, según el presupuesto detallado, adoptándose el riel, sistema Ahlburg, por cada kilómetro $. 16250.........$. 3 2 5000. [b] La construcción de la plataforma para la co- locación del cabrestante, con dos mura- llas de 5m. de alto, 5m. de ancho y lm.2 de espesor, 1200m. cúbicos a $. 50, pa- ra 20 plataformas............. 6000. [c] Construcción de diques, al fin do cada raor- tona, hasta lh-gar a la profundidad de 2m. abajo del nivel del agua, 7m. de ancho, 2m. de alto y 20m. de estension para 40 diques, 11200m. cúbicos de pie- dra que hai que extraer y trasportar a $. 2,50................... 28O00. [d] Construcción de 24 carretas de hierro para recibir los buques, siendo el peso de cada uno de 10 toneladas y el precio de cada tonelada $. 200.............. 48000. [e] 24 Cabrestantes de hierro, del peso de una tonelada cada uno a $. 200 la tonelada. . 4800. [f] Base o pedestal del cabrestante construido de madera legal; cuatro vigas para cada mortona, con una sección trasversal de üm.16 y 6m. de largo, total: 24,4.6-576 metros a $.1.......... 5T6, [g] Cables de alambre de una sección trasversal 45 de 24 milímetros cuadrados, 200m. de lar- go (siendo el declive 1:12) hace para las 24 morlonas 4800m. de cable, con el peso de 15m.36 a $. 350 ....... 5376 [li] Piso de la plataforma de una superficie de 25m. para cada mortona, en todo 600m. con ta- blones de Om.l de espesor a$. 0,75 el me- tro cuadrado.......... 450 r¡] Dirección e inspección de la obra, construc- ción de ranchos, utensilios, etc. . . . 25000 Suma $. fuertes...... 443202 O sea suma redonda id....... 450000 o II.-PRESUPUESTO APROXIMATIVO PARA LA CONS- TRUCCION DE UN CANAL DE NAVEGACION EN LA MAR JEN DERECHA, ENTRE GUAJARÁ Y SAN ANTONIO. Semejante canal teniendo que admitir los pequeños remol- cadores proyectados para el alto-Madera y el Mamoré, debe te- ner 20in. de ancho en el fondo y lm.5 a lm.7 do profundidad de agua. Siendo la diferencia de nivel entre los puntos terminales '>m llega hasta la márjen del rio. El cultivo del cacao, a pesar de ser silvestre en los terre- nos de vargem, no tiene la importancia que era de esperar tuvie- se en vista de la facilidad de su plantación. El cultivo del tabaco, antiguamente tan importante en « Madera, ha sufrido una diminución considerable, siendo el »'*' mado tabaco de Borba sustituido por el de Maués. 51 I> consecuencia funesta de la terquedad con qne la po- blación de las niarjenes del Madera se deJica a la «atracción de los productos silvestres, y principalmente del jebe, es que la verdadera labranza se encuentra en absoluto abandono. Los jéueros alimenticios de primera necesidad para aque- llas rejiones; como la harina de yuca, el pez salado (pirarucú), son importados de los diferentes puertos del Ariazonas y aun del Pará y obtienen, en consecuencia de los abultados fletes y del lucro de los especuladores, muchas veces, precios fabulosos; en principal si se considera que dichos jéueros se pueden producir fácilmente y conseguirse en el lugar mismo. Como mera curiosidad haremos n >tar que el precio nor- mal de un almud de harina de yuca, desde la villa Borba para arriba es de 6 a 7 pesos. La misma proporción guardan los precios de la herra- mienta, tejidos y otros productos de la industria fabril europea; de modo que el pobre extractor de jebe, aunque trabaja, por de- cirlo así, en una mina de oro, no adelanta nada al fíu del ano, dejando pingüe lucro en manos de los monopolistas, que com- pran el jebe a precio* baratísimos, pagando no en dinero, sino 6ü mercaderías. Luego que la nueva compañía de navegación a vapor en, el Madera, Purus y Rio Negro, autorizada últimamente por el Gobierno, principie sus viajes hasta el Crato y San Antonio, la faz de las cosas en materia comercial mudará enteramente de as- pecto, estableciéndose la libre concurrencia. El alto-Madera. Como llevamos dicho, el jebe en la rejion de las cachue- las arriba de San Antonio, en ninguna estación del año paga, por falta de resina, el trabajo del extractor. En consecuencia ta tentativa de'algunos bolivianos que bajaron con ' indios del52 Departamento del Beni para trabajar en los estensos bosques d, goma elástica que se encuentran cerca de la embocadura del R¡, Jata, fué enteramente frustrada y tuvieron después que enu. blecerse abajo de San Antonio, quedando otra vez la rejion i( las cachuelas en el poder no disputado de los indios Caripunaj, El comercio de estos últimos con los navegantes del Mi. dera se limita a venderles, en cambio de alguna herramienta raíces de yuca y un poco de maíz. No dudamos, entre tanto, que esos indios inofensivos j de buena índole, convenientemente catequizados y acostumbra- dos al trabajo, podrían sacar gran provecho de los estensos a- caotalcs que en aquella rejion se hallan en ambas márjenes, creta dose así un principio de exportación en lugares hoi entérame!- te perdidos para el comercio. Mamore En los campos vecinos a las antiguas misiones jesuíticas, no solamente de ambas márjenes del Mamoré como también ei el Itonama y Machupo, quedan todavía algunos rebaños de g* nado vacuno, aunque en escaso número, porque los especulador», sin consideración alguna han destruido en gran escala una fu» te de riqueza que podía ser permanente. Es de esos restos de una antigua cria que con algún dado de parte del Gobierno boliviano, en los inmensos camp« del Departamento del Beni, debía haber aumentado considf blemente, que hoi se sacan los cargamentos de cueros y sebo ra las canoas que de Trinidad y Exaltación bajan el Madera y Amazonas hasta Serpa. Para comprobar que la riqueza en ganado mostrenco los campos del Beni, ha disminuido a paso acelerado, notaren) tan solo que hace diea años aun se compraba en Exaltad» 53 ta Ana, Trinidad, etc., una res gorda por el precio de un pe- ; en cuanto que hoi cuesta 6 a 7 pesos. Antiguamente se aprovechaba solamente el cuero y el se- , despreciándose la carne que quedaba para los cuervos; pero ioi Ja miseria en algunas misiones, ha llegado a tal punto que os indios comen hasta una especie de gusano grande que buscan n los terrenos húmedos. Antiguamente la caza, principalmente la de venado, era bundantisima aun en la proximidad de las misiones; pero a nsecuencia de una persecución sistemática y sin descanso de rte de los indios, instigados por los compradores de pie- es, esos animales han desaparecido completamente al rededor e las misiones, y solo se encuentran ea los campos mas dis - tes. Mientras de ese modo se destruyeron las riquezas qua la aturaleza ofrecía casi sin trabajo alguno, por otra parte no se izo ningún adelanto en la agricultura; al contrario, luego que 1 sistema patriarcal, qne reinaba en el tiempo de los Jesuítas y n los primeros decenios posteriores a su expulsión, quedó aban- tada, los indios apenas siembran lo necesario para su susten- o, | 1-js únicos artículos de exportaeio.i para Santa-Cruz son oí el cacao silvestre del Mamoré, un poco de tabaco y tejidos e algodón [macanas], que aun se fabrican en pequeña escala en Ignnas poblaciones. El ejemplo activo de los padres, el fausto de los actos ;lijioso8, una severidad siempre justiciera y un tino sin igual i el arte de comprender y saber guiar el espíritu de los in- Ijenas, eran los vehículos que se empleaban para hacer pros- erar las misiones; mas, luego que la difícil tarea fué confia. •> como lo es hoi, a manos ineptas y que el espíritu infan- ■ de los indios, quedó en contacto inmediato con la corrup- lon ^e los especuladores, las consecuencias no podían dejar e ser las mas tristes. MA población indíjena del Departamento del Beni, dis-54 tribuida en quince aldeas o misiones, no cuenta hoi mas d 30000 almas y disminuye de dia en dia a consecuencia de J miseria física y moral en que viven. Desgraciadamente y en consecuencia de los abusos i de la mala administración do las reducciones, se ha desenvu^ to en el espíritu de los indios, una profunda antipatía coatrt| la raza blanca, que tal vez es el mayor obstáculo al progr» de aquella rejion. A no ser eso, el cultivo del algodón, del tabaco y deli caña de azúcar, que hoi no se hace [sino en pequeña e» apesar de ser el terreno y el clima lo mas apropiado la esplotacion y cultivo de los cacaotales ofrecerían otros t tos ramos lucrativos de industria. La introducción de máquinas de tejer y de telares feccionados (en lugar de los instrumentos primitivos, coni)» los indios trabajan actualmente), sería de inmensa ventaja se consideran los admirables trabajos que ellos ejecutan. Es casi seguro que de ese modo, desarrollándose el h natural que tiene esa raza para toda especie de tejidos, ramo de industria, tomaría mayores proporciones, y que misiones hoi en estado de decadencia, recobrarían el car de actividad que sin duda, tuvieron en el tiempo de los sioneros. Un importante artículo de exportación que no pertenei verdaderamente a los campos del Departamento del Ben¡, wj a los bosques de las cabeceras del Beni, es la cascarilla. Efectivamente, la verdadera callisaya, cuya corteza! tiene en mayor proporción el precioso alcaloide, solo se encnei tra en las faldas de la alta cordillera en una elevación de niilj dos mil metros sobre el nivel del mar. Hasta ahora la cascarilla era jeneralmente exportada] La Paz, Tacna y Arica; y el Gobierno boliviano para mejor fiscalizar y monopolizar ese importante ramo de comerclí| habia establecido una especie dé banco o depósito en La 55 Pero en los últimos tiempos se han hecho algunas tenta- bas en mayor escala, a fin de (en vez de llevar la corteza por ndas intransitables, en hombros del cascarillero, trepando la rdillera), bajar con las cargas de quina del lugar donde se rta, por el Beni al Madera y al Para. Las ventajas de esta segunda via sobre la primera, soa identes—trasporte por agua, evitando al mismo tiempo la eu- ia de la sierra. Pero la re jion enteramente desconocida del curso medio ¡inferior del Beni, las tribus salvajes que habitan las márjenes I las cachuelas han sido causa que la cascarilla que hasta hoi J ha remitido al Pará, tenga que seguir un camino mas com- fccado. Ella viene en balsas por las fuertes corrientes y cachue— del alto-Blni hasta la misión de Reyes y de ahí por tierrr» carretas tiiadaspor bueyes hasta la misión de Santa Ana, el Mamoré; y de este punto nuevamente en canoas por el Ma- ¡>ré y Madera al Amazonas y al Pará. Con todos esos obstáculos, dificultades y trasbordos, el ktepor esa via, sal« mas barato que por la del Pacífico; como se i de los siguientes fletes que hemos recojido de personas fide" |gnas de Bolivia. Flete de una carga de quina [2£ qs.] desde Beni hasta Tacna. . . ........$ 50. Flete Je una carga de quina dtsde el Beni n—~ sta Santa Ana >;n el Mamoré....... 4. Desde Santa Ana al Para....... 6. Total.....$ 10. Esta diferencia es aún mas notable sise considera que, pndo el destino final de la cascarilla un puerto europeo, el fle- desde un puerto del Pacifico es mas alto que desde un puerto Atlántico. La importancia de la actual exportación del Departamen- N i II56 to del Beni, por la vía del Mamoré y del Madera, se calen!, de un modo aproximativo por el número y tonelaje de las caoo« que bajan, del modo siguiente: 50 canoas de 30Q a 400 arrobas de tonelaje, término me. dio, cargadas de cuero y sebo, suman el total de 2000 arrob» de esportacion. La importación efectuada por las mismas erobarcaciona, es, en cuanto al peso igual a la exportación; pero en el valor» mui superior, por ser casi en su totalidad compuesta de produe. tos de la industria fabril europea. Hoi existiendo pocos negociantes que quieran arriesga la TÍda y la fortuna en el paso de las cachuelas, y con una tripj lacion de indios, que por diferentes veces han dado pruebasdd odio que conservan contra los blancos, asesinando a los patrooa, no hai concurrencia y los precios de las mercaderías que suba el Madera se conservan a la misma altura que los que vie por el Pacífico. En Trinidad se encuentran mercaderías europeas, veni por el Pacífico y que se venden por el mismo precio que las tri- das por el Amazonas y el Madera. Para esplicar este hecho tan contradictorio en vista del dificultades que ofrece el paso de la cordillera por caminos M mos yel trasporte a lomo de bestia, en comparación con el tro porte por via fluvial, aunque embarazada por cachuelas, nota mos, que en todos los países encuentran dificultades cualesqiu ra innovaciones o cambios en las vias de comunicación, porp« te de aquellos cuya existencia depende de la continuación «leíai tiguo sistema. En vista de todas estas consideraciones, el comercio ac*'i por el Madera, que como acabamos de demostrar, hoi apenas estiende hasta Trinidad y raras veces hasta Santa-Cruz de Sierra, luego que una via de comunicación al través de cachuelas se estableciere, podrá tomar proporciones diez » mayores, siendo entre tanto indispensable que el Gobierno 1> 57 ¡ano trate ya de la constru3cion de una cxrretera de Vinchuta Cochabamba y de otra desde Trinidad o de Cuatro-ojos a San- -Cruz. Resumiendo finalmente los principales puntos que pueden fluir sobre la prosperidad futura de una nueva via de comuni- cion por el Madera, y que dependen del Gobierno de la Repú- lica de Bolivia, debemos decir que es necesario: 1. ° Dar un nuevo impulso a la agricultura y a la in- ustria en el Departamento del Beni, tanto por la plantación el algodón en mayor escala como por la introducción de máqui- as para hilar y tejer. La nueva línea de vapores brasileros en bajo-Madera será para esto un poderoso auxilio, facilitando la portación de máquinas, etc.; y disminuyendo el tiempo del iaje por canoas, pudiendo ademas dedicarse a la agricultura loe dios empleados cono remeros. 2. ° Formar nuevas estancias de ganado en los inmen- s campos, aprovechando para este fin los restos del ganado ontaraz, que desde la época de los misioneros anda vagando y ue como lo demuestra lo practicado en las estancias del ciuda- no brasilero Antonio de Barros Cardoso, en poco tiempo se mestica. 3. ° Mandar estudiar y explorar el curso del rio Beni n el objeto de dirijir por allí la exportación de la cascarilla, ¡tundo así no solo el paso de la cordillera de los Andes, sino mbien las demoras y trasbordos que son indispensables hoi dia el paso del Beni al Mamoré. 4. ° Construir una via de comunicación mas fácil entre itro-ojos y Santa-Cruz y otra de Vinchuta a Cochabamba, ea- eciendo desde luego una línea de vapores en el Mamoré. IE1 Guapore. A pesar de que ni nuestras instrucciones ni la estación58 avanzada del año nos permitían subir de la embocadura d¿ Mu. moré por el GuapOrd arriba, podemos, entre tanto, MfegM apoyados en informacn nes fidedignas, (pie las márjenes delUm, poré están casi despobladas, y que hasta la antigua capital j Matto-Grosso—Villa Belja—se halla en completa decadencia;^ mismo acontece~con eTTuerte del Principe do Beira, obra ailm¡. rabie en su construcción, si se consideran las dificultades euor- mes de trasportes con las cuales se luchaba en la época de s fundación. Los estadios sobre la hidrografía de aquella rejion, ^ podrían prolongarse hasta el Jauiú, serian objeto de una nuevj exploración que sería necesario efectuar en el estado mas lajt del Guaporé, porque las dificultades que en él se oponen & \ navegación, probablemente so derivan de la falta de agua. Precios de algunos jéneros apropiados para la exportación, en la capital del Departamento del Beni. Una arroba de cacao......$ Una id. de café........ Una arroba de algodón con pepita . Una id. de tabaco $. 3 a . . . . . Una id. de azücar....... Una id. harina de yuca...... Una id. de castañas....... Una id. de charque....... Una id. de tamarindo...... Un cuero de vaca........ Dos onzas urucú en pasta..... Mil cigarros puros $. 5 a..... Un cántaro de chicha ...... Una botella de aceite de castaña . 59 ¿A Una arroba de maíz rs. efe ata. ... 4 Una arroba de manteca de puerco . . 14 Una libra de mantequilla..... 3 Una ai roba de queso....... 1-4 Un enero de onza........ 2 " Un cuero de venado....... (5 Una arroba de sebo....... 2 " Una id. de lana de oveja..... 4 Una yarda de macana...... 2 " Un corte de pantalón [de algodón] . . 2 " Un poncho de algodón ordinario ... 2 " Un poncho fino de $. 6 a . . . . . 10 " Un mantel .y doce servilletas .... 13 " Cuatro arrobas de harina de trigo (en Santa-Cruz) §. 2 a....... 3 " (N. B.=E1 mismo en el Pará vale de $. 12 a 17). Un buei gordo......... 10 " Una vaca.......... 8 " Un caballo de $. 45 a...... 100 /' Una muía.......... 100 " Una oveja [en Santa-Cruz]..... 14 Precios de algunos jéneros de importación en la capital del Departamanto del Bcni. Una libra de guaraná......%. 3 (vale en Maués 5 rs.) Una libra do pólvora 12 rs. a . . . . 3 Un quintal de acero...... . 36 [vale en el Para $. 13 — 6 rs.]60 Un quintal de plomo de 24 a ... . 36 (vale en el Pará $. 13—6 rs.) Una arroba de hierro de Suecia ... 6 [vale en el Pará $.2.] Una arroba de hierro ingles .... 2 [vale en el Para $.1.] Una arroba de sal....... 2 (vale en el Pará $.1.) (N. B.=El peso de que se habla en estas dos tablas es el feble boliviano y no el fuerte sobre el cuil so haa heaho los cál- culos anteriores.) CÁLCULO APROXIMATIVO DE LOS FLETES en las diferentes vias da comunicación proyectadas Siendo de grande interés para los empresarios de nu?v:n vias de comunicación, conocer de antemano, siquiera aproxima- tivamente, las ventajas que pueden resultar de semejantes em- presas; de averiguar si los resultados guardan proporción con los capitales empleados, o nó, trataremos de calcular los fláta para las diferentes vias. Las ventajas indirectas que resultarán de una nueva vía de comunicación para el país, por el desarrollo del comercio agricultura, colonización y en el sentido estratégico, pueden ser en muchos casos mayores que las resultantes de la diminución de los fletes directamente. Para establecer un cálculo de los fletes para una nueva via de comunicación, es necesario conocer el peso de las merca- derías trasportadas en cierto espacio de tiempo por la misma vía, teniendo que tomar en cuenta el acrecentamiento futuro del tráfico, que será la consecuencia natural de la mayor facilidad en los trasportes. 61 Según los informes que pudimos obtener en Bolivia, en n¡ngan caso el peso de la importación anual por el valle del Ma- dera en el próximo decenio, pasará de 10000 toneladas, aunque se hagan todas las mejoras ántes mencionadas en el interior del país [camino de Cochabamba, &.] En los siguientes cálculos adoptaremos como base el peso de 10000 toneladas, representando el limite a que probablemen- te llegará el tráfico por esa dirección en un porvenir no tnui lejano. I.-CÁLCULO DEL FLETE PARA LA NAVEGACION EN canoas de 300 a 350 arrobas de tonelaje (seis toneladas poco mas o ménos) como actualmente se verifica entre Trinidad y Serpa, no obstante los trasbordes y otras di- ficultades, EN LA HIPÓTESIS QUE EL TRAFICO ALCANZE A 10000 TONELADAS POR AÑO. El tiempo preciso para el viaje redondo de Bolivia al Ama- zonas se calcula del modo siguiente: Termino medio de subida..... 110 dias. Id. de bajada.................. 40 dias. 150 dias. Pudiéndose por tanto hacer dos viajes por año, se traspor- tarán en una canoa: 2.6.2=24 toneladas por aiío y se necesitarán 417 canoas Para el trasporte del peso total de 10000 toneladas. El número de remeros, a diez por canoa, será do 4170 y costando cada uuo dos pesos mensuales de jornal y cuatro pesos V medio de alimentos, se sigue que el gasto total por año con °s remeros será de:62 1. Jornales de los remeros por año. 2. Interes del capital empleado en canoas, 417 canoas a $. 150, $. 62—4 al 10 njO........ 3. Reparo de las canoas por año . . 4. Reparos y renovación de cables. $. 325000 6255 6255 4000 Suma $. 341510 El trasporte por tonelada cuesta: -^8^3TC=$. 36-20 10060 Es de advertir que toda la población de la Provincia de Mojos, no sería suficiente para prestar tan fuerte continjente de remeros, y que por consiguiente nunca se podrá, según la prác- tica actual de la navegación, elevar el comercio hasta el panto indicado. II.—CÁLCULO DEL FLETE EN LA SUPOSICION DE EFECTUARSE EL PASO DE LAS CACHUELAS POR MEDIO DE PLANOS INCLINADOS (MORTONAS), TENIENDO LOS BARCOS EMPLEADO: CAPACIDAD PARA 30 TONELADAS (ENTRE TRINIDAD Y SERPA). El viaje redondo, en ese caso, sería de una duración de 130 dias, término medio, es decir 20 dias menos de lo que ac- tualmente so necesita. Pudiendo cada barco trasportar anualmente: 2.60=120 toneladas, necesitará para el trasporte del peso total de lis 10.000 mercaderías—10000 toneladas: 122 =90 barcos con una tri- pulación de 90.25=2250 hombres. El flete se calcula del modo siguiente: 1. Intereses del capital empleado en la construc- ción de las mortonas $. 450000 al 10 p% $. 2. Reparo de las mortonas por año....... 3. Vijilantes para las mismas, 48 personas a $. 25 mensuales, en el año.......... 4500Ü. íoooo. 14400. 68 ¿Jtfir* 4 Interes del capital empleado en los barcos, 90 barcos do hierro de 30 toneladas a $. 1500=235000 al 10 p®.......... 13500. 5 Reparos y renovaciones en el año....... 13500. 6. Reparo de los cables en el año........ 5000. 7. Salario de la tripulación 2250 personas a $. 6.50, mensuales [en nueve meses]...... 131625. g. Conservación de un riel de suspensión en aquellos puntos, necesario en tiempo de crecientes en una estenaion total de 100 kilómetros................. 5000. Suma 238025. 238025 Siendo el flete por cada tonelada mioo^S- 23,80$-. III —CÁLCULO DEL FLETE EN LA SUPOSICION DE C0NSTRUÍR8E UN CANAL DE NAVEGACION ENTRE SAN ANTONIO Y GUAJARÁ, CON COMPUERTAS PARA VENCER EL DECLIVE, EM- PLEÁNDOSE EN TODA LA ESTENSION (DE SERPA A TRINIDAD), EL VAPOR COMO MOTOR. Está averiguado hoi, que se consigue el mínimo del fle- te en una navegación fluvial, cuando el trasporte se hace por medio de vapores a remolque, con velocidad inferior a la de los vapores usados para pasajeros. Er. el caso en cuestión, dos cálculos demuestran, qne un vapor de fuerza de 50 caballos, y un calado de 0m.70, reco- rriendo con una lancha de 100 toneladas a remolque, 9 millas por hora [4m.5 por segundo] es lo mas apropiado para las cir- cunstancias del alto-Madera y Mamore [con una velocidad de aguado 1 m. por segundo]. Las dimensiones principales para un vapor de esa clase son las siguientes: Largo total............. 30.m. Mayor anchura en el puente .... 5.64 Altura................ 2. Calado................ 0.7 construido de hierro, con un peso total, inclusive la máquina, de 80 toneladas. El peso de la lancha, también de hierro [con capacidad para 100 toneladas,] de 30 toneladas. Precio del vapor........$. 17500. Id. de la lancha........ 5000. Flete de ambos......... 2500. Suma . . . $. 25000. Siendo la velocidad media de esos buques de nueve millas por hora, [compensándose la velocidad en la subida y en la ba- jada] se pueden recorrer en doce horas 31.2 leguas y la distan- cia tolal entre Trinidad y Serpa en 12.5 días. Contando aún una demora de quince minutos en cada compuerta y 24 horas de demora total en las veinte estaciones intermedias, el tiempo necesario para el vi >je redondo será de 2.14=28 dias. Como solo en el tiempo do las aguas medías, se po- drían aprovechar las noches para viajar, a consecuencia del ries- go que correría el buque en el de las bajas y de las creciente», que es cuando el rio arrastra gran cantidad de troncos de árbo. les, ajiénas podemos contar los dias, adoptando el viaje re- dondo de 28 dias o un mes como base del cálcul ». El peso que uno délos vapores puede trasportar en el año, es por tanto de 2.12.100=2400 toneladas y serán necesa- rios 4 vapores y 4 lanchas para el trasporte del peso total de 10000 toneladas. Los gastos con ese trasporte, se calculan del modo si- guiente: 1. Interes del capital empleado para la apertura del canal ul 10 ft%..... $. 1.5 00000. 2. Conservación del canal, couipreudido el 65 salario de los 48 vijibintes de las compuertas.............. 125000. 3. Interes del capital empleado en baques y lanchas al 10 p%......... 10000. 4. Reparo de loa buques.......... 10000. 5. íu-novacion de los buques en diez arlos, por año................ 10000. C. Salarios de los s¿¡s capitanes de; los va- pores................. 6000. 7 Salarios de seis maquinistas a $. 750. . 4500. 8. Salario de" ocho horneros a $. 300 . . . 2100. 9. Marineros, veinte a $. 300........ 6000. 10 Aceite, grasa, &............ 2500. 11. Administración............. 6000. 32. Combustible para los 4 vapores, por año 3G500. Suma....... $. 1.717900. Y cada tonelada costará, por consiguiente, de flete, entie Serpa y Trinidad -»—|gofiS**^' 1 "71 j79, deduciéndose déla com- paración de este resultado con el de los cálculos mencionados, 'pie los gastos para la apertura del canal y el establecimiento «te una navegación a vapor no guardan proporción con el peso de las mercaderías trasportadas, que no es bastante, aun adop- tándose como base el mayor aumento posible en el tráfico. Comparando, veremos el flete que resulta para la na- vegación a vapor entre Serpa y San Antonio y entre Guajará y Trinidad; siendo las distancias y demás circunstancias, poco mas o menos, iguales entre esos puntos, basta calcular el flete cutre (¿uajara y Trinidad, y siendo esa distancia de 142 leguas •proxim&ijvainente, pueden los vapores recorrerla en 4,5 dias, o 9 dius viaje redondo. El número de viajes por año será por consiguiente de 36, y un buque podra trasportar el peso de 2.100.36=7.200 toneladas. Para el trasporte de 10000 toneladas se necesitarán dos06 vaporen, y el floto se calcula del modo siguiente: 1. Intereses del capital empleado en dos vaporea y dos lanchas al 10 p%........... .*, hi 2. Renovajion de los mismos en el trascurso de diez anos, por auo.............. 5061 3. Reparo anual de los mismos......... "' > 4. .Salario do tres capitanes a.1*!. 1000...... 3001 5. Salario de tres maquinistas a 750. . . . 2254 6. Salario de seis horneros a 8. 300....... 184* 7. Diez marineros a $. 800 ........... 3000. 8. Aceite, grasa, &................ 1250. 9. Administración................ 2» K». Combustible.................. 1S2>0. Suma........$. 47050 41 UbU Lo que dá por tonelada • 4 -7—.J de fióte eutre Guajará y Trinidad; y siendo también suficientes dos \-\¡v r« para el servicio entre Serpa y San Antonio, el flete entre estnj dos'últimos puntos sera igual al que acabamos de calcular. IV.—FLETE QUE RESULTARÁ POR LA NAVEGACION' EN EMBARCACIONES DE CAPACIDAD DE 30 TONELADAS, VKBCli DOSE LAS CACIU'ELAK PoR MUDIo DE MoRTONArf (EXIKE SaS Antonio y Guajará). Una embarcación con estas condiciones, tripulada por 25 remeros, recorrería la distancia total de San Antonio » Guajará en 5 dias, no contando la demora en las cachuelas J corrientes. Siendo necesario para el paso de cada cachua» por medio de mortonas [término medio] una hora, será pw ciso dos días para este servicio. El tiempo para el viaje redondo, será pues de 14 aia»| se podrían hacer dos viajes por mes de San Antonio a GsVj ra y viceversa. 67 El poso trasportado anualmente por cada He liéO toneladas, y para efectuarse el traspor i m iadas se necesitarían siete barcos. La tripulación total sería de 17.") hombres alcalá del modo siguiente: Interes del capital empleado en la construc- ción de los planos inclinados al 10 p^ . . Conservación de los mismos en el año. . . . Beoovacíon de lo.j rieles de dichos planos ca- da 25 arios, por aíio...........Á Interes del capital empicado en barcos $ 10300 al 10 p% . ,................ Reparo de los barcos por aflo.......... Renovación de los mismos en el año..... Renovación de los cables en el aíío...... Jornales de 175 remeros a $ 10 por mes. . Administración: [al Director........ $ 1000. ) (1>| Tres ayudantes. . . . 1500. í . . . [cj Seis oj)erarios. . . . i 1500. ) barco, sería le de 10000 y el flete se $. 45000. 4500. 10000. 1050. 1050. 1050. 1050. 21000. 4000. Suma. $. 88700. oslando, por tanto, el flete de cada tonelada H*'."° -=* 87 en- 10000 * re San Antonio y Guajará. Empleándose los remolcadores (como hemos- indicado) en tajuy alto-Madera y en el Mamoré, resulta un flete por cada "fcladade Serpa a Trinidad, | 9-40>o de $ 750) $ 62250 y el interés de ese capital al 10 pg......... . 6225 4. Renovación de los mismos por año. . . . 3112-50 5. Reparación de los mismos por año. . . 3112-50 6. Grasa, &............ 250 7. Compra de 415 bestias a $ 75 $31125, que al 10 Pg............. 3125 8. Renovación de las bestias por año..... 3125 Onido de las mismas a $ 7-50 por mes. . . 3735 ^. Jornales de 100 carreteros, a razón de $ 10 por mes, al año.......... 12000 ¡'"/.estaciones o ranchos abiertos a $ 250 al 10 1'©............. 25070 12. Administración: un director y tres ayudantes. 8500 Suma......$ 398435 El flete de una tonelada trasportada pol- la via macadamizada entre Guajará y San An- tonio es por consiguiente3^^—=$ 39 84 y para la distancia total entre Tri nadad y Serpa: 1. Navegación de Trinidad a Guaporé. . . . $ 4-80 2. Via macadamizada de San Antonio. . . . 3. Navegación de San Antonio a Serpa. . . . 4-80 Suma......$ 19-24 VII.—A LOS FLETES MENCIONADOS AÑADIREMOS LOS QUE RESULTARÍAN EN EL TRASPORTE POR MEDIO DE RECTAS, K- BRIENDO UN CAMINO QUE ATRAVESASE POCO MAS O MENTIS EN LÍ- NEA RECTA LA RAMIFICACION DE LA SlERftA JENERAL TOCANDO SU MAYOR ALTURA EN LA SlERRA DE PaCANOVA. Ese flete es, como ántes notamos, mayor que el que resul- ta de la navegación actual. El cálculo es como sigue: 1. Apertura do un camino en línea recta de 45 leguas de estension, poco mas o menos y 30 metros de ancho. . . .......$ 417S5 2. Trabajos en el terreno a $ 5Ü0 por kilómetro (aunque el nivel sea imperfecto.) .... 139000 3. Construcción de puentes con tres metros de an- chura sobre los afluentes y arroyos, con un mínimo de $ 403-50 por kilómetro, en toda la distancia...........$ 112173 . 71 Tara el cálculo del número de bestias necesarias tenemos |oi siguientes datos: Recorriendo una bestia cargada con 8 ai robas, 4 legua8 diarias, y siendo en consecuencia el viaje redondo de 22,2 dias, ta el cual se trasportan 0,26 toneladas; se trasportaran ea 300 dtflff fttiles 3,5 toneladas en cada bestia. Tara el trasporte de las 10000 toneladas, adoptadas como base, se necesitarán 2857 bestias de carga, o, suma redonda 3000. El valor total, (siendo cada una aparejada, &, de $ 75) es de. . $ 225000 El costo se calcula del modo siguiente: L Interes anual del capital empleado en la aper- tura del camino.......... 29290 2. Couservacion del camino en el año ($ 250 por legua.) '............ 11250 3. Renovación de bestias (300 bestias al año.). . 22500 4. Cuido de 3000 bestias, herrajes, &, (a $ 10 por mes.)............ 360000 '■. El número de mozos seria de 375, que a razón de .$ 15 por raes son......... 67500 8. 7."> arrieros a $ 22-50 mensuales..... 20250 7 Cuido de 75 bestias de silla páralos arrieros.. 6750 1 8. Administración: 2 administradores. . ...... 3000 3 tenedores de libros....... 2250 30 caballerizos.......... 9000 iluminación.......... 1500 10 ranchos,&.......... 4000 Suma......$ 537290 El flete pbr tonelada por medio de recuas (siempre uno de 537200 d rQ L, - mas imperfectos y caros) es ate" HÁQfrh'1^* jo-TJ Agregaremos por final las siguientes observaciones: Siendo ya hoi, (que el tráfico anual no pasa de mil tonela-72 das,) sumamente difícil conseguir ol número comparativas diminuto de remeros para 60 o 70 canoas, será por cierto ¡mi sible conseguir los necesarios al desarrollo futuro del comal Por esta razón ul mejoramiento de la via actual se j indispensable, pues de otro modo, ni el Gomercio ni la iudail podrán progresar. Por medio de la construcción do planos inclinados se ■ den emplear buques de capacidad de 30 toneladas, mit-ntrasi por el actual sistema, difícilmente cargan las canoas Si neladi La apertura de un oaual pata la navegación en i¡uadel márjenes y la construcción de compuertas en los puntos man propiados ofrecería sin duda el medio mas perfecto de coiuaajj cion; pero el diminuto comercio actual y su porvenir poco he güeno, a menos que el Uobiemo boliviano facilite a! luismotM po las comunicaciones en el interior del país, no guardan dea gun modo proporción con los euormes gastos proveniente Je construcción de semejante canal. No podemos pues aconsejar por ahora la ejecución de empresa tan grandiosa. Entre todos los proyectos, el que se refiere al establ miento de la navegación a vapor en el bajo-Madera y en el 1 moré, ligando estas dos líneas por medio de una navegacium barcos pequeños y superando las cachuelas por medio de pía. inclinados, os el que ofrece mayores ventajas. Siendo la tripulación de los barcos apenas de 175 h bren, la población indíjena del Beni que hoi se destruyera moralmente en una navegación infructífera, podrá volvtfl ocupaciones acostumbradas de la agricultura e industria. A pesar de que tanto los gastos de construcción, conw flete, en una via férrea, sean mayores que los qua se harían un camino macadamizado, aún así preferimos la primera, I dida la mayor facilidad para conservarla. En todocasO; pero principalmente si la nueva via