_j v>0> - lo MENSAJE DEL DE LA P10WIHCI1 B* 8UJKINW-» L A LA LE JISLATURA DE as •«■topan» Ijscpkenta de "La Tribuna," calle Santa Hosa N.a 9Si 1 8,13..■ SEÑORES REPRESENTANTES: A solemne apertura de la Legislatura de la Pro- vincia, es un grandioso acontecimiento para los buenos ciudadanos, que vén hoy, al abrirse tranquilamente vuestras sesiones ordinarias, el resultado feliz de los sacrificios hechos durante la sangrienta lucha de siete meses, que tan gloriosamente terminó en el 13 de Julio del presente año. El Gobierno Provisorio al daros cuenta del esta- do de los negocios públicos en el corto periodo que los ha tenido bajo su dirección, se congratula, Señores, al poder felicitaros, como lo hace con toda la emoción de su alma, porque en este acto augusto ostenta hoy la Provincia de Bnenos Aires, no solo el cumplimiento, sino el triunfo solemne de la Ley y de las institucio- nes que ella ha criado. La Paz se ha conservado con las Provincias nues- tras hermanas y con todas la Naciones : y á pesar de que el General D. Justo José de Urquiza, Director de las trece Provincias ha sido el obstáculo para la paz con ellas, y para la Organización Nacional, el Gobier- no se complace en aseguraros, que él ha hecho todos los esfuerzos para que aquella se conserve, y para que la Organización Nacional se realize. _4_ Con ese interesante objeto, se ha dirigido á las Provincias manifestándoles el deseo de la Provincia de Buenos Aires de conservar la Paz, de fortificar las re- laciones comerciales, y de arribar á establecer las ba- ses bajo las que debe organizarse la República, expre- sándoles franca y lealmente, que para la Provincia de Buenos Aires no hay mas obstáculos que los que pre- sentan el Acuerdo de San Nicolás de los Arroyos, el Congreso de Santa-Fé y el General D. Justo José de Urquiza. El Gobierno fundadamente espera que las Provin- cias correspondiendo a esta política fraternal y amis- tosa, harán justicia á la de Buenos Aires, y reconoce- rán que, si no les es posible á ellas hacer desaparecer aquellos obstáculos, tampoco le será imputable á esta el aislamiento temporal, á' que tenga que circunscri- birse. El Gobierno, sin embargo, se lísongea en creer, que el sentimiento general en las Provincias, como en lá de Buenos Aires, es el de la Paz, es el de la unión: y no duda que ligadas aquellas y estas por las relaciones no familia, amistad, vecindad y comercio; y uniformes en el sentimiento de su reorganización política, ha de obrar al fin la opinión todo su imperio, y ha de romper, y abrirse paso por entre esos mismos obstá- culos. Entre tanto, Buenos Aires que ha deplorado las violencias y usurpaciones que hasta en su agonia ha pretendido cometer el Director de las trece Provincias,, deberá siempre mirar como una obligación sagrada la de no debilitar con igual procedimiento la fuerza de sus ruzones y la justicia de sus quejas. El Gobierno no duda, Señores, que aislada enton- ces esta Provincia por deber y por necesidad, tocará también la conveniencia, de conocer prácticamente que ella puede existir, que ella puede ser grande con, 61o lá buena dirección de los inmensos recursos que ericierra en su seno, si como es de esperarse, hay por arte cié Buenos Aires y de las Provincias el buen sen- ido de dispensarse recíprocamente la justicia, y de o dejarse dominar del espíritu de ambición que tanto. MMMMI —5— degrada á los Pueblos, y que tantos males ha hecho á la humanidad. Se atreve por lo tanto el Gobierno á creer que la Constitución que por vuestra sanción del año último debe darse á la Provincia, es la tabla de salvación con que la Providencia nos brinda. Esta gloriosa tarca es vuestra, Señores Represen- tantes; y para vosotros también las bendiciones de un Pueblo, que aceptará con entusiasmo y gratitud la carta Constitucional que ha tantos años ávidamente •espera. Estáis ya instruidos Señores que el General D. Justo José de Urquiza en el dia 10 de Julio, cuando su existencia no tenia otra garantía que la que el Go- bierno había querido dar á los Señores Ministros de Inglaterra, Francia y Estados Unidos, estos caballeros aprovechándose de la lamentable situación del General Urquiza, y convirtiendo contra el Pais el beneficio que les habia dispensado, le hicieron firmar un tratado de navegación de los Rios interiores, afectando muy se- riamente la Isla de Martin García. El Gobierno ademas de la protesta que antes de ahora elevó en copia á V. Honorabilidad, ha dirigido á los Gobiernos de Inglaterra, Francia y Estados Uni- dos el memorándum que tiene el honor de poner en vuestras manos. Alimenta sin embargo, la esperanza el Gobierno de que los de aquellas Naciones harán plena justicia al de Buenos Aires, y reconocerán que este al protestar contra tales Tratados, ha querido en el acto rechazar las obligaciones que sin su concurrencia se ha querido imponerle: defender su existencia política: sus poderes públicos, y su soberanía interior y exterior. Con igual interés se dirigió también al Gobierno de S. M. el Emperador del Brasil, y no duda que el ilustrado Gabinete Brasilero mirará, como el de Buenos Aires en lo convenido'respecto á Martin García, única- mente la accion de poderes extraños combinados todos para desposeer á esta Provincia de aquella Isla, y esta- blecer quizá la posesión de una Nación Extrangera. ha avidez con que aquellos tres Señores Ministrosse han lanzado sobre los derechos Soberanos de la Provincia de Buenos Aires, los ha impulsado á hacer precipitar también al General Urquiza á mayores de- safueros, porque aprovechándose de la influencia que adquirieron al salvarlo, cuando estaba vencido, y de la ciega sumisión que á dicho General tienen algunos Diputados al Congreso, han conseguido que los trata- dos de navegación de los Rios interiores, que debieran según las mismas estipulaciones, ser aprobados por el Congreso Legislativo, se aprueben ya por el Consti- tuyente. El Gobierno espera que las Provincias no canoni- zarán con su silencio ese escándalo que tanto las afecta en su dignidad, y que puede amagar alguna vez la quietud de toda la República. El Gobierno confiado en los sentimientos amisto- sos que le ha acreditado el de Santa Fé, ha reclamado de este la remoción de los sublevados, que en su fuga se asilaron en aquella Provincia desde donde conspiran contra el sociego publico de la de Buenos Aires, y fundadamente cree el Gobierno que aquel acreditará de un modo inequívoco la verdad de esos sentamientos, en reciprocidad de los de paz, justicia, y fraternidad que forman la política inalterable del Gobierno do Buenos Aires. Después del desquicio en que quedó la Provincia con la guerra civil, el Gobierno contrajo muy seria- mente toda su atención al arreglo de la Ciudad y de la campaña. En los primeros momentos, de acuerdo con la opinión pública, dedicó sus esfuerzos á capturar los criminales famosos, que alentados por la impunidad de que gozaron en el año anterior, fueron los primeros que corrieron á afiliarse bajo la bandera de la rebe- lión, para continuar allí, como continuaron en el siste- ma de sangre, asesinatos y robos. Entregados a la justicia ordinaria, el Gobierno tiene toda confianza en que la Ley será en esta vez cumplida, la justicia vindicada, y nuestra sociedad completamente asegurada. En el deber de conservar la Paz, se vió también el Gobierno en la necesidad de remover del pais algu- nos malos ciudadanos, que haciendo un abuso de la clemencia del Gobierno paseábanse por las calles, cuando no se habia disipado aun en las tricheras el humo del fusil con que impíamente tiraban sobre esta Ciudad. Era poner á prueba la virtud de los buenos, y él creyó que lo que menos podía hacer, era alejar por al- gún tiempo á esos hombres, que ni aun prudencia tenían para saber conservarse en su Patria después de haber- la ofendido. Durante la lucha de la Ciudad en defensa de la Ley, hubieron algunos funcionarios públicos, que se mostraron indiferentes, y no pudiendo el Gobierno serlo con ellos, les destituyó de sus empleos y oficios, confiriendo unos y otros á ciudadanos que compren- diendo sus deberes se habían consagrado á la Patria durante el peligro. Debe seros agradable saber, Señores, que los es- tablecimientos de educación primaria progresan. Se han aumentado en la Ciudad y en la Campaña, presen- tando la contracción de los jóvenes educandos, y el celo de sus Maestros, fundadas esperanzas de que se- rán útiles á la Patria. La Universidad, presenta hoy la mas alhagüeña perspectiva porque se vé en ella á nuestra juventud, dedicarse á las ciencias con el igual ardor que corrió á empuñar las armas en defensa de las Leyes. Mucho debe esperarse, Señores, de esta juventud virtuosa, si ella es bien dirigida. El Gobierno le consagra toda su atención y cuidado. La facultad de Medicina se hace cada vez mas acreedora á la estimación de V. Honorabilidad. Los Catedráticos y discípulos, que durante el asedio eran siempre los primeros para llenar aun en medio del peligro sus delicados deberes, han sido también de los primeros que han concurrido á entregarse al estudio y cultivóle la ciencia. Esta Facultad ha recibido mejoras importantes—Sus reglamentos han sido reformados—sus estudios regu- larizados—se ha creado ademas una Cátedra de Quí-—8— mica y Física Médica, que nunca ha tenido la Escuela, y que es de una importancia extraordinaria. Los Hospitales se hallan en un estado verdadera- mente consolante—La Comisión administradora del Hospital general de hombres y la Sociedad de Bene- ficencia en el de Mugeres, rinden servicios importantes á. la humanidad. El Colegio de Niñas huérfanas, y demás estable- cimientos de educación debido al celo é inteligencia de las Señoras encargadas de su dirección, prometen, Se- ñores, sin duda alguna que la educación de nuestras Ni- ñas, será muy aventajada. Dotadas de buenas Precep- toras, de escelentes Directores, y con todos los ele- mentos que el Gobierno proporciona, y que la Sociedad de Beneficencia hábilmente desarrolla, debe esperar mucho nuestra Patria de esta preciosa parte de nuestra sociedad. La Sociedad de Beneficencia con un interés ma- ternal dispensa sus prolijos cuidados á la casa de Espó- sitos, y esta se halla en un estado que hace honor al pais, y que realmente consuela. Se han restablecido los Correos para las Provin- cias del interior, y se han establecido igualmente tres Correos mensuales en nuestra Campaña, que poniendo á esta en contacto con la Ciudad contribuirán podero- samente á alejar esa división que se propuso hacer cundir el General Urquiza en el periodo de tiempo en que permaneció al frente de nuestra Ciudad enca- bezando á los sublevados. El culto es servido con todo el esplendor, que corresponde á la Divinidad. Los Templos se reparan y mejoran. Y el Gobierno impulsado por sus deberes, é imitando también la piedad pública ha auxiliado y auxilia como se lo permite el estado de nuestro erario. Ha dado el Gobierno una atención especial á los Cu- ratos, removiendo algunos curas, que olvidados de los deberes de su sagrado Ministerio, y de los que tienen como ciudadanos, habiánsé distinguido, durante la sublevación, en cooperar á la anarquía y'al desorden. Se ha provisto en su mayor parte dichos Curatos, é irá proveyéndolos á medida que gradualmente vaya —9— •encontrando Sacerdotes capaces de llenar con digni- dad sus deberes, porque está resuelto el Gobierno á que la provicion se haga con esta lentitud, pues prefie- re que no hayan curas, antes que enviar los malos sa- cerdotes, que despretigiando nuestra Santa Relijion causan'con su conducta inmensos males á la moral y al orden público. En la Administración de Justicia ha hecho el Go- bierno algunas reformas que eran urgentemente recla- madas, y de que dará cuenta á V. H. Es de suma importancia, Señores, ó la formación ■de nuevos Códigos, ó la reforma de los actuales. El Gobierno en el corto periodo de su mando muy poco lia podido hacer. Sin embargo él ha procurado dis- minuir el personal de la Exma. Cámara de Justicia consultando á la vjz la economía y el mejor servicio, y de acuerdo con ella, ha tratado de allanar grandes embarazos nacidos de nuestra misma legislación, es- tendiendo la jurisdicción de los Jueces de Paz, como lo reclamaba ya el interés de nuestra inmensa pobla- ción, reduciendo la tramitación en los juicios civiles ordinarios; y estirpando en los mercantiles, males que afectaban seriamente á la justicia, y que contribuian no poco á ponerla en conflicto, porque se habia fu- nestamente arraigado la creencia de que los cólegas eran unos meros defensores de las partes que los nom- braban, y no unos Jueces Superiores que conocian en grado de apelación. Estendió el Gobierno con este motivo el nombra- miento de cólegas á todos los comerciantes sin esclu- sion, ni distinción de nacionalidad proponiéndose en esto una mayoj- facilidad y garantia, y dar ademas al comercio extranjero un testimonio de estimación y do confianza. ^ El Ministro de Gobierno os presentará á vuestro Samen y aprobación todas esas medidas, y oa,mani- festará las justas razones que ha tenido el Gobierno para ponerlas ya en ejecución. Debe entretanto seros satisfactorio el conocer, que la magistratura adquiere diaria y admirablemente uuu considerable fuerza moral, quo aplicada con habi- 3—10— lidad en bien de nuestra sociedad da por fruto el cor- tar los litigios, precaver los crímenes, y la eficaz cor- rección de los cometidos. Los Miembros de la Administración de justicia se lian lincho dignos del aprecio del Gobierno y de la gratitud del Pueblo, porque consagrados con un admi- rable tesón al desempeño de sus altos deberes, van superando grandes embarazos surgidos de la pasada situación, de la época de la dictadura, y de nuestra misma legislación. El Gobierno os los recomienda, ¡Señores, á vuestra consideración. El Gobierno llama seriamente vuestra atención sobre el abuso perjudicial que se hace de la libertad de Imprenta—En estos últimos dias ha contristado á los hombres pensadores en nuestra sociedad—El Go- bierno os ruega por lo tanto os dediquéis á sancionar una Ley que favoreciendo la ilustración, la moral pú- blica y Ja libertad misma, evite la licencia que mas de una vez ha traido á nuestra infortunada Patria una lamentable anarquía. La organización de la Policía se esmera el Gobier- no en perfeccionarla, haciendo en ella útiles economías. Las calles y vias públicas mejoran en cuanto es posi- bie en medio de las agraves atenciones todas de un orden urgente, y con las menores erogaciones posibles porque es eficazmente ayudado por los ciudadanos. La actividad vivificante del comercio se hace sentir por todas partes, y el útil espíritu de empresa comienza a desarrollarse en los ciudadanos y habitan- tes de este pais. El Gobierno interesado en ese desarrollo, que afianzará mas la Paz ha llamado por les periódicos á todos los que se propongan empresas de inmigración, ferrocarriles, muelles, puentes, teatros &a. y muy pron- to presentará á la consideración de V. H. todo aqucljp que ofrezca mayores ventajas y utilidad para el pais, con el fin de obtener la competente autorización, ya para disponer de tierras y favorecer la inmigración, y ya para celebrar los correspondientes contratos con los demás empresarios. Cree el Gobierno que muy pronto estará cstable- —11 — cído el Alumbrado de Gas en nuestra población, pues ha celebrado ya un contrato con los Empresarios, que debe ser sometido ú vuestra consideración. Las cárceles de hombres y de mugeres que habían quedado fuera de la acción de la Administración de justicia, han vuelto á ser loque deben ser. Están hoy bajo la inmediata influencia de la autoridad judicial: y si antes eran un asilo terrible en donde se ostentaba al Pueblo la arbitrariedad del poder, hoy solamente verá el Pueblo en ellas la acción de la justicia, y respetadas aun en ese desgraciado recinto las mas preciosas ga- rantías del hombre. El Gobierno se ha contraído de acuerdo con la Ex toa. Cámara á aquellos arreglos que en tan corto tiempo han sido posibles, tanto en lo formal como en lo material de aquellos establecimientos y le es satis- factorio anunciaros, que está concillada en ellos la se- guridad con la comodidad de los desgraciados á quie- nes la Ley envié á ese lugar. La Comunidad extranjera que tan importantes servicios prestó á la Provincia en la pasada lucha que sostuvo contra la rebelión, robusteciendo la acción del Gobierno con toda su influencia moral, continúa prestando importantes servicios á la Provincia. El Gobierno cree que esa asociación será un ele- mento mas de orden y de progreso para el pais. Los nombres de sus Directores son una garantía de Jos inmensos bienes que mas adelante há de traer al pais. El Gobierno se permite recomendaros con todo interés á la Comunidad extranjera. Considerando el Gobierno que en la Campaña se llalla la fuente principal de nuestra riqueza se ha es- merado en garantir la seguridad y propiedad de sus habitantes. Apenas terminó tan felizmente la rebelión, el Go- bierno se ocupó activamente, y según se lo permitían los escasos recursos con que en esos instantes conta- ba por lo pronto, para hacer sentir en todas partes la benéfica influencia de la autoridad legítima, y repuso en su destino á todos los Jueces y demás empleados, á —12— quienes los sublevados habían arrancado de sus dos tinos. El Gobierno quiso hacer prácticamente sentir en todos los puntos de la Campaña el triunfo de la Ley, y guiado de este interés, prefirió en los primeros mo- mentos después de la rebelión, ocuparse en reponer á los Jueces de Paz, que en Diciembre del año anterior se hallaban en sus destinos por la autoridad legitima. Hecha esta reposición que era reclamada por la justicia y por las convenencias políticas, procedió el Gobierno á nombrar los Jueces de Paz para el resto del año presente, teniendo en consideración que lleno ya aquel importante objeto, y satisfecha también la Ley, no era justo gravar por mas tiempo á los Jueces repuestos cuyo término legal habia concluido á fines del citado mes de Diciembre último. Los nuevamente electos desempeñan sus deberes con patriotismo é inteligencia, y encuentran en todas partes la mas activa cooperación de los habitantes de la Campaña. Se han creado nuevas partidas do Policía para el servicio de dichos Juzgados, y solamente para estos primeros meses hasta dejar completamente afianzado el órden; y se ha provisto á las necesidades de ella, y asignadóseles un sueldo que se les paga con toda religiosidad. Ha adoptado igualmente varias medidas que ha circulado á los Jueces de Paz, tendentes á inspirar en los habitantes de la Campaña toda confianza en la au- toridad lejítima: á hacer respetar la vida y la propie- dad del hombre : á estirpar todos los abusos que se habían introducido antes y durante la rebelión ; á per- seguir á los vagos, mal entretenidos, cumpliendo á este respecto con los reglamentos de Policía : á abolir ese escandaloso abuso de auxilio, con cuya palabra so veia constante é impunemente invadida la fortuna indi- vidual y aun el individuo ¡nismo, pues bajo el pretesto de auxilio se disponía del hombre, como de las cosas; y ha dictado c on este motivo medidas á fin de que la propiedad del vecino de la Campaña que mucho tiem- po lia estado a merced del capricho de los que la man* * —13 — dan, sea igualmente respetada que la del vecino de la Ciudad. Estas y otras medidas que el Gobierno ha puesto en acción, y el sentimiento general de paz y de seguridad que se difunde y que con desicion se conserva, empie- zan á reanimar ya la industria y el trabajo que el Go- bierno protege porque mira en uno y otro los garantes mas poderosos de la tranquilidad pública. En protección también de las fortunas de la Cam- paña revocó el Gobierno un decreto que habia espe- dido el General Urquiza durante la usurpación que hi- zo de los poderes públicos, y en el que bajo el pretes- to de favorecer la propiedad, la atacaba autorizando á los hacendados para disponer de los ganados ágenos que hubiesen en sus rodeos. Ha prohibido ademas temporalmente Jos saladeros y vapores en la Campaña, porque las valiosas introduc- ciones de los ganados estaban libradas á solo los estí- mulos del deber, y del honor de los dueños de esos es- tablecimientos, y no tenían una disposición gubernativa que los garantiese en los casos no imposibles de abuso. Reconoce el Gobierno que esos establecimientos serán de una inmensa utilidad, porque son otros tan- tos mercados, que llevarían á nuestra Campaña el de- sarrollo, y progreso. Pero su excistencia hoy especialmente en que los ganados, se hallan dispersos era inconciliable coi* la seguridad que el Gobierno debía dar á los hacen- dados del respecto á sus propiedades porque no hay establecidas tabladas, convenientemente reglamenta- das. El Gobierno se ocupa de este importante ramo, y pronto proveerá á él con todo el interés que le ins- pira la convicción que tiene de su gran conveniencia. El Gobierno no puede ciertamente en los dos meses que. han pasado, presentaros un estado prós- pero, sino lentamente progresivo porque salvado recientemente el país del cataclismo á que lo pre- cipitaban los enemigos, ha tenido que reconstruir todo en ía Campaña, y luchar allí como en la Ciudad contra el interés individua], contra las pasiones,, contra los errores y el falso celo de los buenos, y— 14— contra la actividad desorganizadora do los malos ciu- dadanos. Poro no os posible Señores refleccionar sobre este estado á que lentamente hemos llegado sin que la atención se convierta á comparar con el que tenia pocos meses ha, cuando una sublevación encabezada pof él General Urquiza imponía la desa- parición total de los Representantes ó la muerte de la Provincia, y cüaridó Un sentimiento virtuoso impulsó á nuestra juventud y unió á todos los ciudadanos á tomíir las armas para defenderos,y restituir como tan glorios amenté se ha restituido, el órden la libertad, y las es- peranzas de paz, que estübiefon casi completamente perdidas. En tan solemnes momentos el Gobierno os reco- mienda la necesidad de la Ley sobre municipalidad. Ocupada mucha parte de sü tiempo en el despacho de asuntos que debieran seí de la competencia de la mu- nicipalidad, el Gobierno sobrelleva un peso, que si no lo agovia, le quita al menos un tiempo precioso para asuntos de importancia para el país. Pasa ahora á daros cuenta del Estado de la Ha- cienda. El Gobierno se ocupa de fortrtar los Presupuestos. No los presenta hoy porque hallándose en diversos arreglos, tiene que esperar á estos, para presentarlos bajo bases fijas. El cálculo de recursos se halla en el mismo caso. No puede hacerse con exactitud, y seria muy aventura- do en consecuencia del trastorno qüe ha sufrido la Provincia con la guerra civil de que acaba de salir. Se- rian por lo tanto incompletos el Presupuesto y el cál- culo de r*ecursos. No obstante* el Gobierno tiene los conocimientos bastantes para asegurar á V. H. que las rentas serán quizá insuficientes para atender á las nececidades ac- tuales de la Administración, sino se emprenden activa- mente todas aquellas reformas que reclaman nuestras Leyes de Aduana, Contribución, Patentes &a. El Gobierno se ha ocupado con sumo interés de realizar las reformas, que á su juicio necesitan todas esas Leyes ;' y con este importante objeto ha buscado —15— el auxilio de comerciantes de probidad, saber y ospo- riencia en estos negocios, para poder elevar á vuestra consideración los Proyectos de Ley. Pero para arribar á ese desc ado término toca el Go- bierno graves embarazos en la falta de datos, que aun- que los ha buscado en las Oficinas, no los ha podido obtener por el desórden en que las dejó la Administra- ción de Rosas, y en que han continuado en consecuen- cia dei trastorno que introdujo en toda la Provincia la pasada sublevación. Vé ademas el Gobierno que en la situación preca- ria en que se halla, no podria útilmente emprender reformas que tengan un carácter permanente, y que él no está destinado á llevarlas á cabo. Él hace sin embargo aquello que es esencialmente necesario, y sin arrédrale las,laboríosas tareas que tiene que empren- der, procura vencer aquellas dificultades. El Gobierno se permite manifestaros, que la Ley sobre tierras de propiedad pública, es de una urgente necesidad. Os ruega Señores, que deis á su conside- ración una atención pronta, porque son frecuentes las demandas que á este respecto dirigen los ciudadanos al Gobierno. La deuda pública es de consideración, pero no es de una naturaleza aterradora para un pais que cuenta con los inexplotados recursos que tiene el nuestro. El Gobierno cree por lo tanto que es de necesidad atender á su arreglo. La Administración de Rosas habia postergado indefinidamente el pago de créditos contra el erario cuyo monto no es aun conocido. Puede sin embargo aproximadamente calcularse que la deuda anterior al 3 de Febrero asciende á cuarenta y cinco millones de pesos, incluyendo en esta suma el producto de bienes confiscados por Rosas, y cuyo importe substrajo de la caja de depósitos. La deuda exigible contraída despuos del 3 de Febrero pasa de tres millones de pesos, sin incluir un crédito reconocido en favor de D. Tomas Sloyd /\lsey que importa noventa mil pesos fuertes paga- deros por una anualidad de diez mil pesos fuertes.— 16— Está aun sin pagarse el empréstito de cinco millo- nes que el Gobierno Provisorio de 11 de Septiembre pidió á la casa de moneda, y se deben hasta los inte- reses. Satisfactorio le es al Gobierno anunciaros que la emisión de diez millones creada por la Ley de 17 de Mayo último, está próxima á quedar cubierta con las letras de Receptoria que el Gobierno remite á la Casa de Moneda. Le es igualmente grato al Gobierno manifestaros, que al terminar las Sesiones ordinarias, cumplió con el sagrado deber, que se impuso, de dar cuenta de la inversión de los fondos que votaisteis para las aten- ciones de la guerra. El Gobierno, aun en medio de los graves apuros que ha tenido, ha continuado pagando la asignación de cinco mil pesos fuertes por cuenta del emprésti to de Londres. Creé el Gobierno que seria muy fácil arreglos, ventajosos con los tenedores de bonos del empréstito^ cuyo resultado seria levantar nuestro crédito en el es- terior, y amortizar gradualmente una deuda que ha crecido inmensamente solo por la incuria de la Ad- ministración de D. Juan Manuel de Rosas. Con igual puntualidad se ha pagado la renta del crédito público, y el interés de los cuatro millones,, trescientos ochenta y cinco mil, seiscientos pesos de billetes de Tesoreria, con la diminución acordada por el Gobierno en Noviembre último. El Gobierno al cerrarse las sesiones ordinarias, tubo ya el honor de llamar vuestra atención sobre la necesidad de corregir la Ley de Depósito: y se ocu- pó luego de preparar algunos trabajos, que podrían servir al Gobierno permanente, para arreglar un plan general de Hacienda. Considerando el Gobierno á la Anuana, como la fuente principal'de nuestros recursos, y conociendo' que excige sérias reformas, se ocupa de ellas con me- ditación. Aun en medio de las atenciones de todo órden, que han surgido de esa situación escepcional en que se ha encontrado el pais, el Gobierno acaba de -17— realizar una reforma, estableciendo un Reglamento que esté mas en armonía con las necesidades del co- mercio, y que proporcionen mayores seguridades para la percepción de las rentas fiscales. También acaba de establecer en San Nicolás de los Arroyos una Aduana que debe dar resultados muy favorables al progreso del pais, y de las rentas públi- cas. La Contribución directa está muy lejos, de dar los resultados debidos. A lus dificultades que siempre se han tocado para fijar el capital imponible, se agrega boy la del mal hábito contraído durante la Administra- ción de Rosas por las excepciones que él prodigaba. En el año de 1851 produjo la contribución seiscientos setenta y nueve mil, noventa y tres pesos dos rea- les, y en el 52, un millón trescientos mil trescientos sesenta y dos pesos cuatro reales. Son necesarias, Señores, medidas mas eficaces para que el resultado de la contribución directa, pueda concurrir útilmente al sosten de las necesidades pú- blicas. La Ley de Abril de 1812, única que exciste, debe seriamente reformarse. GUERRA. El Ejército de línea y la Guardia Nacionat han merecido bien de la Patria por su valor, decisión y virtudes durante la defensa de la Ciudad de Buenos Aires ; y son altamente recomendables los diferentes Gcfes que lo han dirigido, contribuyendo al triunf. »