MANIFIESTO DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LA REPUBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY A LOS PUEBLOS QUE REPRESENTA Despues de 20 años de un» costom experie nri», creeríais, sin duda habar llegado ■1 término de vuestra» fatigis cuando deponbndo lia armas, con que. combatístei* at fitr«rgen>, prestastri* joissiMeiifo de fidelidad «I Coaiga sagrado en que se hallaban, consignada* vuestras garantías y ¡a seguridad de la Nación. — Teníais nmq para es- perarlo: lo» mbmos que os condujeron de batalla en balalla, y de victoria en victoria, os trajeron *1 «llar d» la Patrin a ofrecer vuestros voto-:, y la sangre que Man os resta- ba, en holocausto il la tranquilidad de! l\ !o y con^ermciim da «ni instituciones. I untos sacrificios hechos por la lihertad ó independencia, dubian recibir por premio, «í menos el descanso y la satisfacción da logar á las jfnn raciones venidera» un país li- bre y constituido que abriese un vasto campo á esperanza:* de una felicidad f itura. Pareció h'grarae al principio este grande objeto- vuestros hImii lunacloi, Tieron volver 4 sus duefb-s, vuestros espesa», vuestros bijos os »!irazitMn; pu listeis de- dicaros de nuevo al cuidado de vuestras haciendan, y debisteis lisonjearos con la idea •1^ >o aumento progresivo; y aunq* disturhíoi posteriora* nackloa en el sen» de la lie- fáhlica, y alimentados por causas rjue n > ignerais, la pusieron por dos veep* k1 b<>r la uel precipicio, aquellos goces se afirmaron muy luego labrando ta ventura do ta Pa- trie.— Pero cuando ellos parecían mas estables, cuando todo anunciaba pa ' y órden, y Mío, en fin, prosperaba ¡i la sombra de la Constatación, de bis I.eyos y d.» un buen («obierno, entonces un liento msMAao os vinn n sacar (!» nuevo de ese venturoso esta- llo rio quietud: otra vez lithei* sido arrasfr-.d >s á la pelea, no para libertar A vuestro lucio de la dominación extrangera, no para derramar la »ar gre de vuestras enemigos, lino para oponer uTd muro inipenetral>le de patriotismo ú la» miras ambu losas de uf» «Mirtillo qt e juzga sois m patrimonio, y que hollando la C. m« 111 uciun, las i ►yes, y bl« ridadO de lo que ib lia ñ su patria, se ha atrevido á levantar el pendón de la anarquía , l itM causa que su f« con los mismo* derei b n, las mismas prcrogat i vas, y la capsei dad mismo «le g>beniarse y da txiitir independientes. Al establecimiento de esos ságra los mfa-B 1 i causa T tu medio se entronizase un individuo sin deber nada ni A vuestros ▼otos, ni á las leyes, coloriólo su|.> por la fuerza, a ella sola fiaría su permanencia en r! (iobierno, y correría sin trallas ni respetus, por la senila de los tiranos, dueño abjolutu «le vuestras vi.las, de vuestros bienes y de vuestro reposo. Ra \atio seria entonces, aunque »e conservase una sombra ''el sistema (Constilu- «icnal, «pie elevaseis vuestras quejas al (Cuerpo legislativo para hacer respetar Ini gaiantias del cindmlano, porque aquel misino carecería de ellas, y no p dria socorre- ros: en vano i los tribunales para hacer valer la justicia, vuestros contratos y con • veni.ioo.es; ni rque esos no serian libres para administrárosla.y la Nación entera tendría que prosternarse á loa pié* del Idolo, adularle, y esperar las resoluciones «leí interés, ris la venganza ó del capiiibo. — Comparad ese estado de humülaci >n vprg.mz.ivi, ds «abnegación de sí mismo con el s países, ht desmi tid.> Iih-ih esa efímera esperanjea, y n tiempo, traba- jos y tal v«'z sangie. L>a perversidad en los uno», la apatía y desnii nt > en otros eternizan un estada «1» rev. l.jeioo, Falto de seguridad para los bienes y las personas, haciendo que al cftbu aún las me), r intencionadas «le esta*, reuni los tantos elementos «la des >r l.'.i, deaies- pejen «le ver «tra vez establecidas las vi.* legales.— Ni ¿qué garantía pro-ta una Na- ciim «p e una v«'z h* «lespreoiailu sus propifMl juramentos, de qui» mas afielante los res petar*?-1—í»* un « nudillo audaz ha podido una vez sobreponerse a las leyes, si el pais en- tero uo le ha tei vido «le barrara,, si jautamente indignado no ¡e ha bech < suciui.l'.''. C 3 ) victima tía sus impuras aspiraciones ¿iné razón hay para lisonjearse de que otro que renga en pos «le «M, tropezara coi. una fuerza invencible que no obrando jamas, podría decirse «me no exis e? Ka sober.nia de la Nación, royo prineipio reconoce ca«la individuo y es el funda- mento primero «le nuestra (Constitución, fuera una idéa engañosa, un vano aparato k nuestros propios ojos y i los de la- Naciones, que miran con placer los primeros pa- sos «le nuestra exi ■ tenéis política, si los votos «la t"dos, la voluntad jeneral, se some- tiesen A la «le un individuo, aunqu* sonase oon t: nua meo te a piella en sus labios, aun- que pretendiese obrar en su nombre, mintiendo p«5rfi.lamente para apoderarse de sus destinos. l.a soberanía de la Nación sa ejerce, so acata y confiesa, cuándo por parte de la comunidad y «le los individuos separadamente se respeta y «ls cumplimiento ¡l la9 leyes «pie aquella ha mandado respetar: 4 ella sola corresponde, p>>r los medios establecí- ríos, interpretarlas, exijir *u observancia, castigar id que las viole, y no ha entregad* í» ringun particular esa faenltad, noble cuando ella la usa, torpe y niTecodura de es- carmiento «-uando so le arrebata.— VA rebelde «pie aliada á sus «Irlitos, el de querer cohonestarlos con la aprobación ieneral, es «lobleoieote culpable; porque no Solo loes en atacar la autoridad estableci- da, sino también en la ,perli lia «1« atacarla, tomando la voz de quien precisamente tie- na inferí** en defenderla; p«*r«> arrost ran'lo esa culpabilid ni. hallar/i mas fácil la ve- liíicacii n «le sus planes, invocando tan altos respetos, si el pais no corre 6 las armas para dar al audaz un desmentido solemne, y castigar ejemplarmente su atrevimiento. ICkos a\¡ornas, si n 'luda, están muy al alcance «1c vosetro», y bien l<» habéis ma- nifestado al jurar vue-tr» C ó digo (Constitucional, pero vue-tra convicción sa afirmará mas haciendo apiieaciou «le «dios. Contraed vie-tra »t-'ncion á la rebelión última, cuy a funestos estragos a'in se hacen sentir en los estrenaos) da la República: ved al caudillo «pie la dirija imputar cri - menea al CJobierno, procurar conmover la Nación pira vengar los supuestos ultrages inferidos p.>r «•! ú'tim i a! Ciidig > funriamantal, ofreciéndolo él mismo por si he«.h >, co- mo que se apropiaba miu.in que n-.die la h«bia conf-rul ,- of l oom i invoca para con- sumar sus planes el nombre respetable de los I'uubI .a y de la Patria, mientras que es«>s mismo- pneblcs, e-a Patria misma, tomaba las irmM ea su mayor parte, é in - «lignada le bused para combatirle y acabarle; conoced por e»m ante -edentes la t íctica péiiila y antigua dét elos los facciosos; alucinar, espantar á los pueblos con lo odioso «le su estado presente, a llagándolos con un porvenir «le f-licida«les solo para triunfar, para levantar -obre l» debilidad y ¡a ignorancia un cetro «le hierro, y un mando dee- pótii-o insoportable. Asi os hubiera sucedido, si menos fieles & vue-tros jummen! is, menos hábiles so- bre lo que os corresp.md", hubieseis corrido ¡i engrosar las fi as del ca.dillo de la anar. «|uia. líes lo luego no s«di> «>s hubieseis puesto á voluntad de uno de vuestros compa- triota?, sino, |o que es aun peor, habríais ocupado un rango subalterno al lado «de esos extranjeros ingratos, que despreciando el ejemplo «le algunos compañero» suyos, aya. Jaron íi aqeel en su ..bra «le miquid■ >11j esos fi ipiienes bien poco ha dispensasteis vuas- tra hospitali lad, .¡ue MSg in interés tienen por «■! pais, y á «puienes na'la importan sue leyes ni su pro*p«rrÍ«lad N «> lig mdoios con vosotros virnulos ningunos, y apenos «le to- sía cle.se de consideración, os hubieran opriniidu libremente, siu «| le ni su jefe, el queIoa í!«'iti'¿ 4 bt\í alrededor, pádierá »erT¡tv>s de opryo, pací que protegiéndoos, loa ofen- dería, y rio cocí r.« cfenoierloa porque los neoentalm. No habríai.s, pues, tenido N«. Clon; hubiérais perdido vuntro nombre y vuestra, entefr..ni». ent e las dein»9 del muti | i. ^(T ¿h en su país, se Soii:e- tiercn vergonzosamente a los hijos de otro suelo, para esclavizar a sus h.-r.ti*n«a ver- tieron la sargre de estos y la suya propia en los 6anipo'l de Carpintería. . . .1.! u ¿cual ha sido su premio1? Abandonados por sus caudillos, sin h.'gnr, t ¡n descanso pesando sobre ellos Ib condenación de Ib ley, se h¡»n convertido en otros tantos bandos que aumentan su ci iminnIidnd & la par del escándalo y I» .l<-sol«ci< n-. Considerad, pues, la obra espantosa de un au'o honitare, que nada habría podíd sin 1a cooperación de algunos otros; ved cuanto importa negarla; cuanto iirif>ovt>i qoa réuceis constantemente prestar vuestro brazo á las rebeliones, "y con cu mto brío y ríe «icion, deljeia al i ont rario cfreceroa en favor dé las instituciones y de la tranquilidad del país. Entre vosetros tenéis al Presidente de la Repútilica: va 6 participar de vuestros trabajos, a renovar él aliento que manifestasteis en otras ¿pocas en favor de la li- bertad: ea un guerrero conocido, y os llevar.t á la victoria, mientras que vuestros Re- presentantes us protestan obrar en igual sentido, con el ardor de ventajeros patriotas dentro de la t:fi ra ce sus facultades. ÍMad en sus f ron.e-as. Sulct t/e Stsiones. J. I . 'i /. i Vicc-PreFiilenfe, Senador por el Departeanente «le San J »• ¿.—Fra • ris>-« ^uuilaé, 2. ° Vire i*r* enlente, Senador por él líejiariarTieiitn efe Is Cu . bis —(iabkie*w\ I eitnai, iJVctwlor P' r el IV'pat'snieruo del Derasno.—Jvti» Ai.variz. N».-a,d. r por oí Do.-.rtlfn.ento .|>- M donado.—Xatiis Cí. dk Zdmoa, Si'iimlnr por t'i Depatfaaamtci de rVIooti v;d»-o.— «ntommi W. Costa, Seeador por «I •*« 'Pat« B mem o úm Canelonec.—Ju\n I «»■if.i.a. Minador por el 1). p-.r'ion rito «la fm- ittndú —Joáiiirin fe'uaris,Senador i or el DepartoHieMIU '!* I Cerro Lafyn,— Manuol J Kurazqi.is, PreetdeQle, Oiiaufaúo por c I). parlamento de MontevideÍQ.— Vicente Vazquis, primer Vice )'• etndeti- le, Dipritado por el Dt-parummlo du Moni, video.— RaAbon Maski.ni, l¡. - Vice rVesie;oi'rfSfTientr> *lt» MnnN-vitlon.—Matías »* >nn mentó de la Colonia.—Jwan Jota: Rvis, Diputado por el Di pi- rtntnon lo ee Mvntevaali o.—t'anr.os ti. Vii.laor. aa< *. .-. Diputado por él Dennriamcnto de Montevideo.— José A. Anavitartb, Dipu: adu pnr el Depar- twtsTíto efe ATaliionar'o.—Salvador Ma'.vdia, D.pUifl 'o ;.or pt Peparottaonto i*.- I'si.-end.i,—Juan i' Bt A'kda», DfptitstJo por él ,Dep-.rtntur,rito de tjoniio. —Fi'o:i entino i.'asti. i.i.an. a, Dif-iiradr» por el Dv- pa ríiónr»rii.o de Mnnei-vtdeo —!>< «orto (^akcií, Di roeade pt.r el I n .rn.'nio » v Mun'i v doir.—Vwt % s- cisao) Fariab, Diputado por el t>ei*-'«rinrsft4BfMo «te ia Culoniti.—i «t» de i.a Tdbrb, I por et I>"p»riniueriro de Son #o««a,—Juan ÍJ. Sienra. Drpntridn por el D.-i»«rt ■ni"itio .1»- tí ni Jotre —— Manca lino tíAHTiraio, Diputatlo por el Da parta/nenie de tVane'onei-*—Kt lucio Meatasti, lliputadu jur et 1J. pa'tan cí.ro de ia OiSTbnia.—-Antcíbim Mja,XCe»ó. Dlpntado por el Dép#.r*elB»ei*io-ae Mn-dr.nndr».— [lo. «fíXOO t"f> HL, ítiptosdo pr>r ei I K-imrta.n. nto de ObafelOBtea.— Babilio t*. tas i. a I vx, Diputndo p r el D'.'pari nMir>otr> de Oerru Jjf.rpo.—Josk Mauto». Diputado porto I >.- ra^t rnio-nto de fc'oriam..—Bkk- aaboo i*, ürkbd. l).pii!ai|o ¡^or el D * srtamen|o de Maldoriodc.—K a»a ei^Tí. pitr i *, í »i i>iiin«ii» por el f>epriríaiñeriio de San J ^o —Anxoni > i rt * D n'-olo porei IVeiaartaiiaeaaau *Ut Mi.!-iori"do.—Juab I' RABitars, Dípi laclo ñor r! X*)opart utu-nta uul Ccrr . I .r. rL.o.—Luh IJ. I' wia. Secretario de 'a tTArna- r» do Senadora: —^Wtóu^tri. A. tfaslrrto. íJccrt'tario de la C inara de Represootanioí. JMoníctííf/éO, Mayo 1 5 tle IÍ137. Aca<«»'fe re.'i^f', pi^li'Ii^neVe, enrHu'rtriYiié^e S'todns Ia-< nu'ori tadee civi es y mistar, a, ciTC%'eie »a "» Depurtt oar n'.o* d< 1 tI*tado, é ineértua? en el Registro Naeiunal. ANATA. v J-'edrc I^enguag. INHUMACION DEL CAOÁVE.it 1)K I>. AVKLIJVO DIAZ PRESIDENTE DEL DEPARTAMENTO TOPOOK \FICO, C VTtUlt\TICO DB FINICO— MÁT K.MATirAS V EX- R RPRÉ.SENTANTE DE LA rítOVINCIA. í). Áveíáuo l>iraz laJIcció éo Chascoinus el Io. «Je Junio del faresento aiio á los 34 anos de feu edad, después de una larga enfermedad que tulrió cou ad- mirable serenidad y valor. Enego que Yleg/k esta noticia, sus amigos y discípu- los se étnpen¿iron con su padre el. Sr. D. Eernando Díaz, para que hiciera traer «•1 cadáver y de estp modo lograr la ocasión do ofrecer un sentimiento público de su respeto y amistad: en consecuencia los restqp de D. Avelino Diaz iueron trauaiportados ét esta ciudml; y el martes ÜO 4^ las cuatro de la tarde, como *e habia prevenido en los diarios, se reunió una numerosa y escojida comitiva en parroquia de iYíotiv'-'rrat. El cadáver del Sr. Díaz se hallaba en un cajón tunebre, colocado con modesto aparato en el pórtico de la Iglesia. A las cuatro y media, dos maestros de ceremonia, que habitan sido nombrados entre los t;oncnrretitps, se fiirargnioii de arreglar el acompañamiento y cuidar del buen orden. El ataúd fué en- r.Mjces totnado-'á brazo para la primera estación por los Sí?. López, Senillosa, Arenales, Ibanez, Mossotti y IMonte^deoca. A retaguardia del féretro fueron colocados los dolientes, el Sr. curado la. parroquia, los mieiubros del departiiinento topogruíico' y los catedráticos