LOS LIBÉRALES ^ AL CABILDO DE GUADAL A JARA. la obscuridad con que se quiso cubrir la impre- sión del folleto en que se desconoce la soberanía de los pueblos, el misterio con que se circuló por sus au- tores, y sobre todo quererse prevenir de su inocen- cia y huera fe al publicar sus señoría sus colección de documentos: (sin dejar esta vindicación á la impar- cialidad de la opinión pública) me hace creer que tan lejos han estado sus señorías ríe solo pensar en ha- cer manifiesta su cordura en la conducta que obser- varon en las ocurrencias del art. 7. ° de la consti- tución; que al contrario parece quisieron desmentirla esparciendo el germen ríe la desunión, cuando de- bieran estar contentos con la resolución del congreso ge- neral que hizo con tanta prudencia el convenio del clero con el pueblo de Jalisco. Bastante manifesta- ran su cordura con el silencio que jamas podria las- timar llagas aun no cicatrisadas. Eastante la hubie- ran demostrado con su obediencia á las leyes de un Estado que los honra, y á quien han correspondido con la mayor ingratitud, poniéndolo á los bordes de bu destrucción. I astante la hubiéramos admirado si aun en esta colección de que hablo suprimieran fia- ses enteras de un obispo que o por resentimientos ó /por estar poseído de pasiones corrosivas jamás ha dí- rijido la palaLra á los pueblos de America, sino pa- ra subvertir el orden, incitando á la desobediencia de las autoridades legítimas con sus escritos, y mas que todo escandalizándolos con su ejemplo que no es te- mible mas qne por recibirse de un ministro del al- tar, y lo que es mas con la investidura de un pas- tor que debe prevenir los descarríos de sus ovejas sin esponerlas no solo á ser devoradas por los lobos; pero aun trayendcdas á* devorarse mutuamente, ca- pitaneando un partido de fanáticos sedientos de la sangre de sus hermanos. Bastante, en fin contenta- rían á los pueblos, si la cordura con que se condu- jeron en la crisis mas peligrosa de los negocios del Estado se hubiese de;ado ver en seguida del buen ecsito que lograron en sús representaciones, ocurriendo á las supremas autoridades del estado para obrar de acuerdo, reformas que son ne^esarins para que se conserve aquel celo por la religión que no puede haber si los fieles se hallan oprimidos de contribuciones que ni requ-ere la iglesia para subsistir ni han podido ira- poner sus ministros. Se ha dicho que desde la fun- dación de la iglesia han sido impuestas; pero en se- guida sin saber que el impuesto nunca es volunta- rio, han dicho voluntarias. Si Jesucristo fué el funda- dor de la iglesia, y si el mismo jamás exigió sino oblaciones voluntarias, No sé con qué lógica puede de»- cirse que los diezmos han traido su origen desde la fun- dación de la iglesia. Pero entro en materia y paso á ecsaminar las frases y peri idos que creo han sido puestas con el proj'ecto de desconceptuar nuestras autoridades al pro- mulgar el art. 7. ° de nuestra liberal constitución.En general, éñ casi tóeles los documentos que te han colectado en el libeló, se hayan errores de dis- ciplina que se han notado ya en un impreso, «pie ha precedido o se ha publicado al tiempo de denunciar la colección. No hablo de estos por dos motivos, el primero porque ya se ha hecho, con mas acierto que yo pudiera, en el impreso que cito, y el segundo por no esponerme á añadir errores á los que quisie- ra combatir. Me contraigo á las blasfemias políticas de que está sembrado el oficio que fray JlernaTdo dirige al cabildo eclesiástico de Guadalajara y se ha- lla en las fojas JOO de la colección. (Sobre las que me parece se búzo la denuncia y ha recaido el fallo unánime de los jurados para que se haga sumaria). La primera es una pregunta enfática y llena de eru- dición en los derechos de los pueblos y es como si^ue: „Y con que se autoriza ese congreso para hacerle igual & "los reyes &.? Quien le ha dicho á. su üutrisisnia no digo que tenga mas autoridad el Tey de España que el con- greso de Jalisco (en lo que toca á su administración interior) sino que no sea un descarado atrevimiento poner en paralelo el poder intruso de un tirano con el que toma su origen de la voluntad del pueblo? Otra blasfemia en un periodo lleno de luminosas ver- dades en el sistema federal y es el siguiente. „No "conocen que aunque se han facultado por el supre- "mo gobierno para sancionar su constitución Me- jor hubiera dicho: lós Estado3 han autorizado al con- greso general para hacer la constitución federal y cwtonces convendríamos con su paternidad; pero cada uno quiere hacerse su sistema y que este rija á la federación por eso nos ha puesto su reverencia una verdad á la inversa. Yo no lo estraño porque an- ites me admiro de que huya reconocido autoridad en el congreso general para permitir á los Estados ha- cer gu constitución, porque según sus principios der liera recurrir á su amo Fernando aun para la inde- pendencia de la impotente metrópoli. Veamos el últi- timo periodo, „E1 estado de Jalisco es intruso en "esta parte, es agresor de las leyes, es sacrilego usur- pador de los derechos de la Iglesia." Es intruso 1 Acaso ha legislado para ¡Sonora 6 para algún otro Estado que Jalisco? Es agresor de las leyes. ¿Hay algunas que pro iban la saludable reforma que inten- ta el art. 7. ° ? Es sacrilego usurpador &. Cual es el sacrilegio, cual la usurpación. Si es sacrilego porque el sr. Cayanas por que vuestra paternidad no han fulminado anatemas contra acción tau impia.—Fray Bernardo ayer han fallado por vuestro oficio la co- lección de documentos &. Todos los jurados con una- nimidad han declarado haber lugar á la formación de la causa. Si afortunadamente los que siguen cono.- ciendo de este asunto son amantes del bien general, y particular de Jalisco harán ver al editor de ese libelo, que en Jalisco se castigan con severidad los de- litos que incitan al desorden y subversión, atacan- do el dogma de pueblos soberanos, NOTA: Mil quinientos ejemplares se han impre- so de la colección denunciada. La buena fe con que han procedido en la impresión de este libelo, infié- rase de no parecer firma alguna que cubra la respon- sabilidad que de el resulte, y de la clandestinidad con que se han repartido diebos ejemplares, sin haberse atrevido á vender uno solo, Guadalajara.=Imprenta del C. Ignacio Eramlila, 1S25.