DESVERGÜENZAS T EXCOMUNIONES KO DESTRUYEN LAS SOLIDAS RAZONES. 0 critica juiciosa contra el grcserisimo papel que vio la luz publica el Zi de este mes de Agosto, impreso en la ofi- cina de Don .Alejandro y al des, titu- lado: Un Guapo admite el desaf io ai ex- comulgado José Joaquín Lizardiy conoci- do por el Pensador. Baste ya de un indigno sufrimiento Que reprimió con débiles reparos La justa saña del conocimiento... Quiero ser yo sá tinco Quijote Contra todo escritor follón y aleve. Guerra declaro á todo monigote, (a) Y pues sobran justísimos protestos, Palo habrá de los pies hasta el cogote. No me. amedrentes, Lelio con tus gestos Pues ya be advertido que el callar á todo Es confundirse tontas y modestos. En vano intentas con severo modo Serenar el furor que me arrebaia, No á tos pánicos miedos me acomodo* «Quieres que aguante mas la turba ingrata De tanto necio idiota presumido (<*) No se creí que el radie Isla euros son estos ?er* sos, insultó 4 los eclesiásticos con esta paUbn, que lomó en su amplia significación; y quiere decir un chapucero en iu ofi- cio. Veías «1 Jicciorurio castellaa*.«Y f Cae ven Je plomo por preciosa plata? ¿Siempre be de oír no mas? no permitido Me ha de ser el causarles un mal tato Por los muchos peores que be sufrido! • • • • • • • • • • » * ,,Vo guapo roe ha insultado muy rapado, „Que de so habilidad da claro indicio/' Hacele la ignorancia mas osado, Y basta que no sepa alguna cosa ,,Para dar un papel desatinado/* Y si acaso otra ploma mas dichosa Eo docto escrito deleitando instruye* Se le exalta la bilis envidiosa; Y en algún mamarracho*4 que construye, Empuñando por ploma un varapalo» Xo acribilla, le abrasa le destruye. , Ultrajes y dicterios toa regalo De que abundan tan torpes escrituras* Siendo cada palabra na fuerte palo» En todo lo demás camina á escuras, Y el asunto le olvida o le defiendo Con simplezas é infieles impostora». So ciencia solo estriva en lo que ofende» Y come el diga desvergüenzas mochas» Xa razón ni la busca, ni la entiende, ;Porque nos des tormentos tan atroces! Habla, bribón» coa menos retornelos» A pasto llano y sin vocales coces. Habla como haa hablado tus abuelos Sin hacer profesión de boqoilobo. • ¿ • • • • • • * • • *>.' Preguntárosme acaso, lector» ahora », Quien es este malcriado j rain ercrJbft** »s Contra quien hoy mi pluma te acalora. Yo te daré noticia positiva . . ,, Coando hable ncmtnaüm de este payo» Y le ponga el pellejo como criba. Mas claro que el mas hábil Papagayo* Dirá su nombre mi furioso pico Sin rodeos» melindres ni soslayo. |La frente arrogas* ¿tuerces el ocico? ¿Al neminatim haces arrumacos! Oyeme dos palabras te suplico. Yo no he de llamar á este bellaco Palabra alguna que la ley detesta Ni le diré que es puto ni berraco. Solo dirá que su ignorante testa. Animada muy torpe y brutalmente Al mundo racional le es muy infesta» Tonto lo llamará tan solamente Y sus folletos á una vil cocina Merecen ser llevados prestamente, A que ,,la cocinera*1 tonta y mohína Haga de ellos capaces cucuruchos A la pimienta y i la especia fina. IsJ Reb. 5 No le parece i V.miserable guapo, que el Pafre Isia lo retrato fielmente en esta sátira? Qyd, des- comunal criatura; ¿acaso su padre fue algún cochero 6 cargador, } su cuna seria un petate de tule? su esc us- ía la pulquería * sus colegios las tabernas | sus aca- demias los truqnitos $ sos libros la baraja j sus ca- tedráticos los coimes y júareros * y su carrera tan brillante como se manifiesta en *u insultante pa-pelneho* por lo filenos un hombre soez do lo 'hn. biera puesto peor» jY escribe V.» asi ensucia la* prensas imperiales, así desacredita la nación con unos mi. marrachos que no los póstera mas sin juicio ni mas in oleutes el mismo Baco en medio de la mas fu- riosa embriague»t y se llamará hombre decente, y se gloriará de católico cristiano, bipocriton fa- nático, ¿donde le ha ensenada Jesucristo á que lasti- me á su prójimo, só pretesto de defender su re* ligieng ¿cree V. adulador, que el Sr. Provisor se ha de pagar de sos rnines lisonjas! ¿piensa qué la Santa Iglesia le autoriza para infamar á sos seme- jantes so capa de defender sns derechos? |vnfeltz! ¿no ha leído qoe Jesucristo dice en su evangelio: mi ley es suave, y mi ywgo benigno* iNo ve como el maestro de la ley oonversaba amigablemen- te con les escomulgados de »a tiempo; y solo se indignaba contra los hipócritas fariseos como V ? hombre detestable: |no sabe que Jesucristo dice, que amemos k nuestros enemigos % que hagamos bien al que hqs hace mal, que ■ perdonémoslas iujurías\ que disimulemos las flaquezas de nuei* tros prójimas, y que nos amemos- coma herma» •QSi Suponeame herege, como lo cree, aun en este caso debe respetarme y amarme; porque se lo Inspira la naturaleza» y se lo manda su misma religión;' esa religión de paz que ignora, y oltta- ja con descaro al tiempo que presume defenderla. }Y V. habia de ser quien me admitiera el desafio? los doctores ya lo pensarán, do digo un ramplón desvergonzado.5 . No tiene V. mas Tazones que desvergnío» zas, calumnias, y mentiras. Muéstreme na ca. neo en que mande la Iglesia que los fieles se de* tacaten contra el público escomulgado, qoe lo he* fen, Calumnien y zahieran públicamente. ¿Pero qoe ha de mostrar si está rapado á nabaja en la materia Pero sépase el necio qoe en la prioritiva Iglesia se hacían mil diligencias con los ^públicos pecadores antes de escomulgarlos, los amonesta* ban una, dos y tres veces, y cuando eran per- tinaces eran echados déla Iglesia En este estado» no los injuriaban, no los abandonaban, no se burlaban de ellos los cristia- no^ antes los mismos Obispos los buscaban, los visitaban, consolaban y persuadían con caricias á que abjurasen sus errores y se reconciliaran con la Iglesia; y entonces, sin varazos ni ceremonias Vergonzosas, sino con sola la imposición de sos nanos» los absolvían, loa reconciliaban, y ese era un dia de jubilo para la Iglesia Santa ¿Ve V que sistema tan distinto del suyo y otros fanáticos tontos é hipócritas que qDieren reducidme ¿que pida la abso loción no con razo- nes, ui convencimientos; sino con injurias ¿im- posturas, con amenazas de cárceles y destierros? Dígame hombre íufeliz: sieso mandará Jtsucris. to, si eso prescribiera la Iglesia, ¿quien hubiera querido ser cristiano? ¡Ha visto que el per caiga en el anzuelo atraído de la hiél, ni el ratos en- tre en la ratonera si le ponen en ella u» gato* pues, bárbaro, ícomo quiere convencerme con injurias, ni persuadirme que es católico» cuan»6 do puntualmente asa para ello las arma» que le prohibe su religión? Sépase V. que el sistema que ha adopta* do es el mejor para hacer hereges, pues al ver que los guapos defensores son los mas cobardes ignorantes y atrevidos, que insultan impunemen* te ¿ un ciudadano honrado, bajo el parapeto de una excomunión |qae juicio quiere que se formen de nuestra religión! |No es fuerza que hagan es» te juicioso raciocinio! La religión cristiana auto* riza en unos lo que prohibe á todos, luego es in- consecuente, luego es falsa. Y este otro: luego que quiere un provisor, excomulgar i un ciuda* daño, este queda sujeto i qne cualquier tonto lo insulte é infame públicamente por las prensas, quedando impune por sus leyes civiles (no es asi; 6 á lo menos no debe ser) luego el ser cristiano es peligroso. Pregunte V, a los estrangeros que viven con nosotros y vera que escandalizados están por so papel, y si tienen tan tú as ganas de ser ca- tólico* Romanos Desengáñese, infeliz; á nadie se persuade con violencia. Las injurias irritan, no convencen* Yo le perdono como hombre de bien la* que me ha hecho; y con sinceridad puede vivir, porque no soy cobarde ni alevoso; pero si el dia 21. lo ccnezco. ya lo habiia escusado de leer este ni ningún papel, {1) Desde el principio comienza Vs insultan* do al publico, engañándolo con que admite mide* safio, y vernos que el tal guapo es tan cobarde que ni se firma, ni admite tal dasafio,contentán- dose con saWar so cobarde titulo, diciendo que7^ ve espera en el cajoncito y se descubrirá con na talego de cagajones. ¡Qoe poco hombrees V. pa- ta cumplirlol Si eso fuera posible» yo iría sin mo- letas f pero con nn par de pistolas qoe le esprircie- rt en la mitad del alma, apenas me hiciera el insulta primero, y cate V. que iba ¿ acabar su argomento 4 los infiernos. No cito a* V. á la prueba parqne ni mi religión ni las leyes lo per- miten; pero vivo seguro de que sino admite un duela literario, menos lo admitiera con armas. Couque cómase V. sas cagajones, y apreada i criticar con juicio. Dice V. Sr« embustero, en so infando ma- marracho, hablando de mi: „el se le va á las ,,barbas al teólogo mas profundo, al mas instruí* „ moralista, al perito jurisconsulto, y al exacto ^historiador. De todo escribe, habla en cuales- tlqoiera materias, y desafia en todas ellas.... Y „ha presentado ¿ un BenedictoXIV. como igno- rante." ¡Ve V. hombre necio, como pretende ce* lomoiarme sin la menor vergüenza, ¿en donde he desafiado á todos ni en udat materias* Salie lla- mo al gran Beeuedicto XIV. y era menester que foera tan guapo como V. para tratar de ignoran- te á un Pontifico tan docto. Asegura V. que cometí verdadero delita defendiendo á los masones. Seor guapo por an- tifratis, ase es el primer punta de la cuestión oe he de defender. Qoe no hay tai defensa en i papel: de consiguiente no hay el delito que me imputa. Y de reconsiguiente que la exco- uqíoa es injusta*a Dice V. que sny firmón de muchos do rol» papeles. Deposite V. cien pesos en la libre- ril de Recio, quien responderá de les míos: vie- ne V. coumigo, nos encerramos en una pieza de mi casa, y delante V. hago un papel contra V, m i timo, ó en mi defensa, y en materia de cen su- ri, k> firmo, lo llevo a la imprenta, pierde V, sus cien pesos por tonto y se convence de que el papel que sale á luz bajo mi nombre, sea bueno ó ma- lo, es muy mió; y para que no diga V» que acer. té como el borro ñautista por casualidad, cada vez que escriba un papel, le mando avirar, viene V, apuesta diez pesos, y lo escribo delante de V. y asi seguimos ha»ta qoe -se convenza. Quiero concederle á V, de pora gracia qoe ñrmo papeles de otro; á lo menos luce eu ellos mi nombre; pero V. tan guapo que no se firma, y desconoce al hijo de tu* entrañas ¿que disculpa liene para solapar su ignorancia.* muy poco satis, freho está de sus producciones el que no se atre» tí á decir que son suyas. Estos 'papeluchos de* ben de ser hi- < de puta y de padres no - conoci- dos, pues no se atreven á lucirlos. Pero vamos á ver lo mas gracioso de so simpleza. Dice V. M que mi desafio debe verse „ con toJo desprecio, lo primero: porque soy un v,pobre necio; indiano, é incapaz de ladearse ni , peners* al frente de ningún hombre literato, ,.porque seria honrrarle mucho." Venga V. acá so majadero: $ couque porqoe soy oobre necio se - desprecia mi desafio! |Bravo, mi doctor* s¿ fuera necio rico otro gallo nos can» tára. Dijo V. sin sentir todo lo que callo porI y dencia. Pero sea pobre tomo é ignorante; fpor cto do te me convence, no se me oye» no se me desengaña! Yo convido ¿ que me saquen de mis errores» si lo son, y protesto en tal caso sucum- bir. Decir V. que los sabios no me arguyeo por 400 soy ignorante y seria honrarme mucho can sos desengaños, es lo mismo que decir qoe el medico no debe corar al enfermo por que serio honrarlo mocho con sos remedios.... %Ay qoe ton* ta, qoe tonto es V.!... ¡Si será V. padre.' |Si sé* rá V. cura! jVálgame Dios! El segoodo motivo que V. señala porque no se me admite el certamen, es por qoe estoy escomulgado y no se puede hablar conmigo. {Hombre de larrab¿t| ¿V. es el gvapc*. Si asi son todos, vengan en docenas. ¡Que bien hace V. do no firmarse! pues si tal hiciera, y fuéramos cabien- do que era el Dr. N. el cora H. tenido por sabio entre los.tontos, quedaba V. moy bien. No, amigo, no hay que firmarse ni V. ni otro por que los hago qoedar mal y pierden el crédito con sos vieja** - {Miserable! sepa V. que hasta los moralis- tas mas rapados saben qoe con el excomoleado vitando como yo, se puede comunicar, sin ii cur* ru en excomunión menor... (esta es otra) en cinco casos que recuerdo este ver sito. Uñle,lext humile, res ignoratat necesse. Se lo explicaré y ¿ los otros guapos como V* para que no anden alucinando ¿les tontos. XJule. No incurre en censura el que trata conmigo sobre cosa mil.() K) Lex: no incurre el que habla con excomal. ga4o en juicio ó en asunto de legislación en su ©**e • oí>ap *,y o t ,*tp i f> -ií ' • . . Humille' do je escomulgan ni mi muger, ni mi» hijos, ni mi» criado», ni mis domésticos. Hes ignarata; No incurre en escomunion menor el que k> ignora. - Ittcessek Tampoco Incurre ninguno que tra- te con el -vitando por necesidad. Aquí tiene V. en pocas palabras, la doc- trina recibida en la Iglesia. Pues dígame V. aho- ra; ¿que cosa mas útil que reducir á un herege, como lo soy en opinión de V. al gremio de la Iglesia! ni que cosa mas necesaria que sostener la justicia y legalidad de . mi censurar Pues ve V. aquí señor guapo y los guapos como V. que es- tan lil res de incurrir en escomunion menor ar- guyendo con migo, porque los excusa el Uttle y el necesse; luego este temor que V. fioge tener no es r izón sino pretesto frivolo. La tercera causa que V. alega es porque Msnra perder el tiempo con nn hombre que do cede á la razón." Eso es lo que falta* ver, si no cedo á la razón. A la sin razón es á la que yo no cedo» ni cederé en mi vida; pero á la ra* son en el momento, y manos 4 la obra. Provoca V. al señor Provisor a* que me reagrave la censura, esto es: á que me mate es* piritualmeute ó me eche dos veces de la Iglesia. $V. ha visto ahorcar a* uno dos veces? Yo á lo menos, no comprendo cerno es esa reagrava* cbn. Considerando V: su venganza poco saciad*— — eos esto, lo tantico i que implore el aúxilto del brazo secular para que me escarmiente. Tonte- note: ni el Provisor puede impetrar ese áu*Uio. oí el gobiern/» dárselo. jQjj le parece á V.! Pues aprenda: el Sr. Provisor no es mi juez i i puede serlo, 5^0 lo es, porque lo tengo recusado solemnemente ante el Congreso desde el 7 de Marzo: no lo puede ser, por que puntualmente es la parte dt quien me quejo, y ya verá V. que monstruosidad sería que la parte agraviante fuera el juez juzgador. ¡Que chula saliera la sen* tercia! Asi es que 70 no reconozco oías juez en este asunto que el tribunal que el soberano Con* preso señalare para que conozca del recurso de fuerza, y para siempre protesto de nulidad en cuanto haga el Sr. Provisor. La autoridad civil no puede prestarle anxi- lio contra mi; aunque lo pida, por la razón dicha: por que no se me ha probado delito (mas que V . y los guapos digan que lo he cometido) por que tal condecendencia seria alarmar á los ciudadanos, haciéndolos desconfiar de la integridad dd £obi?r« no» teniéndolo por débil, contra la seguridad del ciudadano: y lo ultimo» por que recayendo todo ni negocio sobre impresos» seria atropellar coq escándalo ¿a ley de imprenta, ¿ la que están so jetos los papeles primero que el autor r y ni el gobierno ni el Sr. Provisor son tan guapos co~ ffio V. para que ignoren estas trivialidades 7 pro* ^dan escandalosamente, ultrajando en mi perso- Da la ley 7 la seguridad individual de todo cinda» daiio que han jurado defender. Con que pierda V. cuidado» de que por12 «ta vez no le