CINCUENTA PREGUNTAS V 1 "ÍOfj utefUq DEL PENSADOR A QUIEN QUIERA RESPONDERLAS. ; n > ♦4 1.a Supuesto que ya estamos independientes de España, y que solo se debe tremolar en el Impe- rio de Anahuac el pendón de la ¿güila parda, como nuestras primeras, únicas y legitimas armas Ame- ricanas, ¿porqué no se quitan de Catedral y de otras partes los (escudos de las armas de España, pues asi como seria muy ridículo que en esos lugares pusié- ramos las lises de Francia, ó la media luna de loa, moros, asi k> es ni mas ni menos que toloquertos ó dejemos colocadas en ellos, (que es lo mismo) las armas españolas, no siendo dependientes de esta Na* cion? * í «.* Los escudos ó parchecitos que dio el go- bierno pasado como premio á los que por una opi- nión extraviada, coadyuvaron á derramar nuesjra sangre, y á retardar los progresos de nuestra liber- tad en las Cruces, Acúleo, Guanajuato, Calderón, &c. &c 6tc. darán hoy honor á los militares que aun loa portan? < La órden de Isabel la* Católica sabemos que se instituyó para premiar con sus cruces á los que mas se distinguieran en ser enen igos de nuestra pátria, de suerte que] en España le llaman la órden de mata indiot. En esta inteligencia pregunte:,da- rán en el día honor tales divisas a los sugetos que las traen, y dan con ellas á entender que fueron nuestros mas acérrimos enemigos? 4/ {Esto no se llama hacer del sambenito gala? mi8 Aeramos ¿fe ve* ej caleodaHÚQ manual dis- puesto por D. Mariano Onxiveros paja el año de 822, segundo de nuestra independencia, en el que se leen esta» palab;as: con privilegio para todo el rei- no. Sabemos que el autor tenia privilegio esclusivo por los reyes de España. pa* a imprimir él solo ca<* le nd a nos de bolsa: no ignorábamos que los tales privilegios se compraban contra toda justicia con perjuicio del resto de ios ciudadanos; pero en aque- llos tiempo» azarosas y de esclavitud ignominiosa, no se podia reclamar contra, una Real determina- ción} aunque Juera la mas injusta, y por lo mis- mo todos enmudecían; roas hoy que somos Ubres, hemos de gritar voz en cuello cootra los abusos. En esta inteligencia: el privilegio que tenia ei Sr. O a ti veros, ha prescrito en el momento que el Imperio se separó da la dominación española; parque ningún rey puede conceder privilegios se- mejantes en reino ageno, y mas unos privilegios opuestos directamente al sistema liberal que hemos adoptado. 5.* Las Cortes no pued ;n concedértelo por la sots/na raras y por que no se han instalado La Junta Soberana gubernativa tampoco puede haber- lo concedido, porque es puramente supletoria y ca- lece Je representación legislativa. Conque si ni ei Rey de España, ni las futuras Cortes mexicanas, m k Junta presente pueden conceder semejante privilegio, preguntamos ¿cual es el que tiene D. Ma- riano Ontiveros para imprimir él solo calendarios ée bolsa ó manuales en toda ei reinol 6* . ¿Los privilegios exclusivos son compatibles SXp los gobiernos iibernleW fS #Ho so» unas trabas odiosas» injustas y re* pugnantes al sistema, de libertad? ¿V fi* Yiftuáí de tisto#ftuu es cUro que cual-3 quiera puede imprimir calendarios del tamaño y modo que quisiere, pues fuera una ridkuleza decir, que hay libertad dé imprenta, menos paia calen- darios? 9. a Los servicios hechos á la Patria desde el año de 810, deberán ser nota, ó tnéi rto para los que en sus pretensiones ros aleguen, especialmente cuando los in- teresados prueben qoe no fueron ladrones ni asesi- nos, sino verdaderos soldados y decididos defensores de la Pátria, ron la diferencia de haberlo sido pri- mero que nosotros? 10. Si son nota {por qué no se arrinconan a to- dos los viejos? y si mérito ¿por que no se premia á todos? 11. ¿El ser de color bajo y el ser Ignorantes se puede y se debe sostener por justa causa para no premiar al soldado valiente y fiel en ta campana? 19. «Quien es mas digno de premio ante Dios y ante los hombres, un oficial bonito y que sabe decir: armas al hombro-, pero corredor en la campa - fia; ó un pobrecilio pardusco ó pthtito que no sabe leer ni escribir; pero americano y soldado fidelísimo, que anda á pie por los montes y cerros, desnudo, que sabe saciar su hambre con perros, burros y mu- ías, y dar machetazos espesos y con ganas al ene- migo siempre que se ofrece y.... (Aquí lo grande) y que no se deserta ni se indulta? 13. ¿Se establecerán pronto las Cortes? 14. }Se procurará que entren en ellas para su representación de todas las clases del Estado, guar- dando el equilibrio posible, para que ut a clase re- presentativa no sobrexceda en número al testo de las demás? íj '5* ¿E'e^iián los pueblos libremente,eligiendo con- forme el sistema tspañol? , j 16. ¿No Se halla a,odc, sitiera, para miñona* las gradaciones d» compramijrtrios9 electores de-parra» quia y d' partidol 17. Por lo menos: elegidos los compromisarios por el pueblo libremente, ¿no podran estos elegir io- mediatamente Diputados* 18. ¿De esta manera no seiiaa las etecciooes mas libres, mas conformes á la voluntad del pueblo, me- nos expuestas á las intrigas, á los coechos y empé- nteos, y de consiguiente mas legales? 19. £1 asunto presente de las primeras Cortes, ¿no es el negocio mas interesante á La Naciou, pues como que soo las Cortes constituyentes, van á zan- jar los cimientos de la felicidad, ó desgracia de la patria? > 20. Siendo esto asi ¿no deben tos electores de Diputados, sean los que fueren, proceder en las elec- ciones con toda integridad y buena fé, elijiendo á los ciudadanos, útiles y beneméritos, sin acordarse del parierte, del empeño, del compañero, del paisano,, del amigo, del protector, ni de >a ¿eóotita? ai» Si asi no lo hicieren; sino que postergaren el verdadero mérito á sus fines particulares, ¿no serán reos de lesa pátiia, que es el mayor, después del de lesa Magestad divina? 22. Cometiendo tan atroz delito, si por este, nos hallamos mañana con Diputados ineptos, aduladores y cobardes que nos dicten leyes pésimas, ó cuando menos, leyes vacias de solidez, y que den lugar á la superstición, al tanatismo y á la tiranía ¿00 que- damos por su causa expuestos á sufrir males in- calculables? 23. Si los sufrimos ¿no los llenaremos de maldi- ciones? 24. ¿Podran remediar estos males después? 95. Si al que hurtó ó dañó (y mas con ad- vertencia) no le basta-confesar su pecado, sino queti necesario que rezarza el mal que hizo, á lo me- nos, en- la parte que pueda» ¿no es casi como evi- dente que los electores que nos elijan malos Dipu- tados por sus miras y complacencias particulares, seian presa de tudos los diablos ¡ aunque en su muerte se comulguen un copóo? 26. ¿La garantía de la unión se debe entender con los que nos aborrezcan, ú odien nuestro sistema? 97. ¿Puede alguno alegar racionalmente algún motivo justo pata no admitida cotí los bu.nos? aft. Esos 1400 hombres que en el mes pasado se embarcaron en Cádiz con destino á Ve raer uz, y los dos regimientos de linea que vienen con direc- ción a este Imperio \ vendrán á jurar la indepen- dencia, ó traerán sus fusilaos para hacer salvas al ejército ti ¿garante? 39. Si, como piadosamente debemos creer, vienen con el designio de auxiliar al comandante Dávila que los espera en el Castillo, y ver si pueden re- conquistar á Veracruz, y después á Córdova, Jalapa y Orizjva, llevándose de camino á. Putbla para aposesionar-e de México, ¿deberemos recibirlos con ios brazos abiertos, convidándolos con la unión ó im- pedir á toda costa su desembarque? 30 ¿En caso de que estos soldados se empeñen temerariamente en volvernos í la antigua escla- vitud, lo conseguirán? 31. Segu ramente son muy poca carne para tan- tos sopilotes rnas si ellos, después de hacer algunas diligencias infru tu tas desi ten de su intento y se nos dan á partido, capitulando no por amor sino por fuerza, ¿nos convendrá el fcimitiiks su intro- ducción en el Rey no, que ¡se mezclen con nuestras tropas, y que se pongan nuestras divisas? 39* Si tal sucede, ¿oiitr ckuá á les tr en ¿pos las Armas contra la Patria, el Pueblo ó el Gobierno?6 33* Para que este ni inadvertida mente lo baga, ¿do oos es licito prevenirlo i fio de que* dé sus Srontas disposiciones para auxiliar á los Señores» [incoa y Santa na, con el Objeto de que luego que desembarquen en San Juan de Ulúa dichas tropas, se Ies imponga del estado del reino, intimándolas que se reembarquen para España; y de no verifi- carlo, que se bata al Castillo por tierra, basta ren- dirlo, haciendo antes salir de la plaza á los vecinos? 34. Si se teme que el Cantólo destruya á Vera- cruz, y por esto andamos con miramientos, pregun- to: ¿mientras que existan estos respetos, 00 -estamos cada dia expucstisimos á una irrupción, que aunque ineficaz pira hacernos sucumbir, pueda ser censa de muchas desgracias que-ahora se pueden avilar haciéndonos del Castillo á toda costa? 35. Si estamos expuestos é perder Veracruz de un dia a otro por la tenacidad de Davila ¡aó es mejor bombear el Castillo y hostilizarlo, de tejos modos han i hacernos de él» aunque destruya la Ciudad, que se puede reedificar, que no estar su- friendo un vecino tan malo, y un enemigo nuestro tan declarado? 36. ¿Podremos dormir seguros de los ladrones, teniendo ellos las llaves de las puertas de nutstiaa casas? 37. ¿Cuando tratamos con tanta dulzura i nues- tros enemigos, será política declarar guerra a núes* tros hermanos, solo porque no siguen nuestras iueasí 38. ¿Qde tenemos de Taquígrafos? 30. Ellos se han invitado por la gaceta y no pa« recen. Son no solo útiles, sino muy necesarios en el C>ngroso. ¿No seria bueno llamarlos con ma¿ pu- blicidad, por medio de excitaciones impresas por el gobierno, señalando los sueldas que deben disfrutar! 40. ¿De que sirve ese mouton de piedras, qu« iu>7 bropttmeeee it liam* Fia» de ar-mas, tino de env patazar y afear la misma Plaza? 41. ¿No setá bueno quitarlo, y también el Parían: poniendo en lugar de rete una columna que di ge ra, aquí fué ti Partan, como quien dijo: aquí fué troyal A bien que nuestros descendientes sabrían por tradic- cioo el misterio del lean. 4a. ¿Que lugar hay mejor pare hacer un magní- fico Salón de Cortes que el patio principal de Palacio, si el pueblo puede y debe asistir á las sesiones! 43. ¿Podrán asistir á estas las mogercs? 45. Si son ciudadanas, como lo sen, (pues si no; están de peor condición que los originarios do Africa, declarados ciudadanos en el Iropeiio como cualquier hijo de vecino) si son ciudadanas, digo, tos católico»! valientes sin enemigos. Imprenta Imperial He¡ t). Alejandro Valdés. •