NUM. ,. EL FILOSOFO LIBERAL ÍV^en que lo? frailes que ayer eran insurgentes, son ahora !**vilei? ¿coo que los frailes, á quienes poco ha perseguía de rnuerte el servilismo; suspiran hoy por aquel gobierno, y rehu- *an sacudir su yugo? ¿con que los frailes que se supone decían coa la boca ó con el coiazon: muera el mal gchierno = muera el go- bierno despótico'^ estos mi-mos se pretende que digan ahora: que' rtmos el mal gobierno queremos el gobierno despótico1. ¡Válga- te Dios por fiai!e>í Los serviles los aborrecían como á sus mayores enemi- gos. Ellos en sus conversaciones familiares y en los papeles pú- blicos, bomitaban fuego y saegre contra los eclesiásticos y al- gunos con mas especialidad contra los frailes, tratándolos de ca- pitales insurgentes. Ellos se gloriaban de ver atropellados, ó de atropellar por sí mismos á los sacerdotes: celebraban sus pri- siones: brindaban el dia que alguno era pagado por las armas: y no podían sufrir, que se usase con éllos de alguna indulgen- cia, ó mejor diré, que no se les tratase con mayor crueldad. Ellos deseaban acabar con el regimiento de la corona: (bajo esta soez metáfora entendían el estado eclesiástico) persuadidos de q-ie *olo así podia terminar la insurrección. Ellos fueron los auto- res y defensores de aquel inicuo, tirano y anlreligioso bando, publicado en esta capital el aciago día 25 de junio de 1813, en que por un efecto del poder arbitrario, se degrada sin au- toridad al clero secular y regular. A i hablaban y así obraban los serviles contra los frailes. Y ¿como se portan con éllov, los que se glorian de liberales? lo Veo y apenas doy fé á mis ojos. No se ha h cho en el dia sino conmutarles el nombre de insurgentes en el de serviles. Se les amenaza con los mismos calabozos, presidios y cada zos. {a) Se asegura, que los enemigos de ta Constitución y adictoi al antiguo O) £1 «ruüuto Je la comu ucioa f. 4.sistema, son infinitos frailes^ (ti) una porción de fraila = una tur- ba de frailes (c) .se desea en fin acabar con los frailes, cuyo titulo (dicen) de ninguna manera es útil al presente, (d) ¿Quiea no descubre la mas perfecta semejanza, ó la mas justa identi- dad, entre el modo con que aquellos serviles y estos libérale» opinan contra los frailes? Pero ¿quien no vé al mismo tiempo 1* mas monstruosa contradicción en la sustancia de ambas opiniones? Yo quisiera preguntar á cualquiera de estos señores: 7,quie* nes erraron en su jucio, las serviles que trataban á los fraile* de insubordinados y rebeldes; ó los liberales que los tratan de sef viles? ¿Se me responderá, que tanto erraron unos como oíros? Pe* ro esto será confesar, que tan servil y despóticamente han obrado en esta parte los liberales como los serviles. ¿Se roe dirá, que unos y otros acertaron en su opinión? Mas en este caso, será necesario probar, qi?e los frailes se lian vuelto locos, y tanto q^e sus efec* tos se mudan á la par de los gobiernos, y siempre opouieudose a» actual; sin otro fin seguramente, que el de ofender á Dios, provo- ca» á los hombres, y padecer persecusiones de ningún provecho* y sí por todos lados dañosísimas. Por último, si acertaron uno»» y erraron otrosíes justo que se nos declare y se nos pruebe, quie- nes fueron é\tos, para inferir por aquí el tirano y despótico pf<»* seder de los que erraron. Resta todavia una respues'a, y es: que siendo tantos los fra,~ les, no hay dificultad en entender, que algunos fueron insurgentes'* y otros son ahora serviles. En efecto esta es una verdad; peí* una verdad, que no dá fundamento para perseguirlos indistinta- mente: ya porque ningún sensato y menos un lógico infiere de particulares una universal absoluta, ni una universal indetermina- da: ya porque no es estraño, que entre muchos individuos haya esta diversidad de opiniones.: y ya porque seria necesario declarar la misma guerra, aun al mismo cuerpo de los liberales, pues e* cierto que " llamándose todos liberales, todos religiosos, proBere» »> muchos de estos que usurpan tan santo nombre, espresiones la» m mas escandalosas; y gran parte de aquellos vierten el mas refi- uñado servilismo." (e) Fuera de que, así como el que hubiese algunos frailes y ele- (b) Con Iactor eléctrico d. 14. f. itg [c] E' amante t. ¡.. al medio. (J) Allí misino. I»» s*** <¡ lo* luco» goiítito», §• t»r!gos insurgentes, no escusó de tirano* y cí¿,pot.n á ío; íervKes, deseaban acabar can el regimiento de la carona; que despajaron de sus privilegios y exenciones al clero &ecuhr y regular; y 4 íe co • too ignorantes verrian otras propocisiones universales indetermi- nadas, que á ninguno eceptuaban, y 2 todos ofendían: del mi-ra» toodo.el que huya algunos frailes serviles, no es ni puede ser mo- tivo suficiente, para decir: que son serviles infinitos fraile;; una xV*la de frailea una porción de frailes: un montón ó como quiera Ha • Oírsele, (a) cuyo instituto (en que se compre'uenden todo*, lo mis- too que en infinitos) fué acaso útil en la época de su fundación} (allá vá esa pildora á los sumos Pontífices, á los concilios, y a '* iglesia universal) y de ninguna manera es útil alpresente. (b) Amigos, hablemos claro. Que en los días tenebrosos del ser» *'üs*no se juzgase y se obrase de un modo tan injusto é irracio- nal} estaba eu el orden del despotismo; pero ¿qué se dirá de noso- ,fos, que preciamos de liberales, de ilustrados, de humanos, si se nos vé imitar tan escrupulosamente en nuestros juicio; y opera- 'aciones la conducta de los serviles? No, no demos lugar á que tos frailes ó cualesquiera otros no* digan: " Sí: nosotros somos y " hemos sido serviles; pero sin querer ser~viles. Lo fuimos cuan* " do reinaba el despotismo, corno lo fueron todos y lo* mismos " liberales: porque todos sufrimos, y nosotros con ventajas, el ri- V gor de la esclavitud y de la t,iranía. Lo somo* al presente, por- " que no merecemos mejor trato, del que teníamos con ios ser- " viles. Pero sí bajo este consepto somos serviles, ¿serán liberales * 'os que así se manejan con nosotros?" ¡O! ¿qué responderemos a estos cargos? ¿En qué quedamo;? ¿serán los frailes serviles? ¿Lo seré yo, 1ue fui presa del despotismo en el esceso de su rabia, y cuando te- niéndome entre sus feroces garras, contemplaba en mí un enemigo *3üe minaba el trono de su tiránico imperio? ¿Lo seré yo, que sien- *P en el fondo de mi alma un poderoso impulso á favor de mi Religión santa y de mi dulce patria? ¿Lo seré yo, que::::: Pero no, jto sé muy bien que no soy servil, ni quiero «erlo, ni que lo sea nadie. Soy filósofo, y como tal estoy enamorado de la hermosa in" c°ttibarable sabiduría; busco ansioso la luz de la verdad; y deseo v,vamente mi propia felicidad y la de mis semejantes. Soy libe— Xeti.ra dcR.n»4 ¿el Sr. P. S. f. (b) JEljimautt, f. j. «1 m:Jio,ral, y por !o mismo abortezco !a ignóranos y ef engaño; huyo las tinieblas del error y de las preocupaciones; y detesto el de** purismo, la crueldad y la tiranía. Soy filósofo libara!, y rae hol- garía infinito de que no hubiese un solo servil; y de qte todo* trabajásemos, no en irritar los ánimos, ni en aumentar con n'-'Cí* tro proceder el número de los serviles; sino en atraerlos por me- dio de la ilustración, que es propia de verdaderos filósofos; va- liéndonos de la dulzura que forma el carácter y el distintivo ¿e un sincero liberal; y usando de tales obra? y palabra;, que de- mientan la sospecha de que nuestro sistema se opone á la Reli- gión de Jesucristo, y que tugan ver al mundo," que nuestra li- bertad no comiste, como creen a'gunos ignorantes, en que C» hombre tenga facultad para hecer cuanto se le antogc; sino en que pueda hacer todo lo que no perjudique á los derecho? ^e otro, y no esté prohibido por las leyes." (a) Unámonos pues: seamos todos amigo; y verdaderos amante' de la Constitución, de la verdad y de nuegiño : fuego que ablande sua- ve y eficazmente los corazones; no fuego destructor que consumí los seres de la hura midad, que encienda discordias, y que renueve ó perpetué la época fatal del despotismo, de la tiranta, y ¿£ odioso servilismo. El Vilóiofo Liberal, Mégico y septiembre 6 de tSio. ' ■ El o»teci§mo político de 1* corntitucioa, Keclun 3. f. u. NOTA. Muchos días ha que hubira salida a luz este bte filósofo, si varios incidentes no ¡o hubieran impedido* Méjico, Imprenta, de Ontiveros año de 182».