LA MUJER.CONSTITUCIONAL '*(>/*a) La ley se ha de cumpltr, AL PENSADOR. : » y antn que ceder morir. s cñor Pensador: hermanito de mi alma, que mal me hi ido co* ser constituciotal! De los perros. Estoy que ni yo me entiendo. Ni. sé en la que me he metido. Considere V. que ya soy filósofa, bachillera y éntreme rida que doy voto en todo} pero no como quiera, siso decisivo como hacen los que VV. lo» ilustradores lla- man charlatanes, que están en su punto.Todo me punza, to- do me duele, todo me hace cosquillas. Estamos con la Constitución como el Mus, peor que antes. Dirá V. que soy una embustera, no?: que ya somos liares, que ya somos felices* yo no lo veo, ni V. tampoco. ¿A que no me desmiente ViXp que fí tenemos en abundancia, (los ver- daderos liberaíes) son calenturas de cabeza, dolotes de muelas, delirios, derrames de vilis, histéricos, melancolías &c. Esta es la Constitución. Ya me va haciendo fuerza lo que una vieja servil me ai jo los otros días, que quien dia- blos traería aquí la Constitucion:( i)clla se confiesa con frai- le (ya V. me comprende) ( a ) pero ¿creerá V. que-se fué sin su asperjes? No Scjpr, ja: puse como nueva, solo santa no le dije '*/a V. conoce el pico dé las mu- jeres. Vjmos á nuestro cuento. . Cuando yo era chiquitiHa. la buena de mi mamá se divertía conmigo, pero grvodemepte., Me enseñaba uaa hermosa manzana; yo que taj veia,?e la pedia, le suplicaba, le hacía mil caricias, aada:.le hacía 'pucheros la brtaba, la hacia graciosos gestearos, pues quo también hay ¿estos bonitos, nada. Mi madre ora, Don Antonio siempre el mis- mc» y» ó ya porque sus negocios le ocupaban-toda su aten • cion, ó ya por conviene que no roe empachara, todos mis¿teAf&toflrifes: m.^echb, .1 fin *ri; n»4y*„,. , con besitos, caricias y promesas, estaba yo como una pas. cua (inocente al cabo). Señor Pensador, ¿si sería aquella manzana imagen de laConstitución? Por esta (si V. me vie- ra) estoy ñiccnbcible; Me he desentendido de mis criaturi. tas, y cuando W UorW'le's digó: calíate mi alma, ya breve (si se cumple con la Constitución) comerás grandes tortas de pan (si sedan) buenos trozos de carnero, porque ahora, solo noV dan cuando'mal diez, y seis onzas, dos partes de Ihr*sdVtJDa desafea, y otra de carne; pero ¿sabes por qué? porque losdifunros insurgentes estaban muy gordos; ellos$c comieron todos los borregos del mundo, Solo han quedado ovejas, ( 3 ) y á nosotros no nos dejaron sino los cuernos. ¡Como si solps los insurgentes tuvieran buenos clientes! Cuantos hay mis ¿ordos que ellos, por ellos, que comea tnai, y que nos han robado, y ríos roban Con sus monopo 1íbs y trampas. Te alambrará* con buenas Telas, no como las de ahora, que dfd . la carestía del algodón les pusieron un pavilo del grueso de un cabello, y aunque ya eirá bren barato, Don Antonio siempre el misino. Con mi esposo ya no tengo vida. Disputámos por la Constitución, corrió si supiéramos; de suerte, que le daré a V. un consejo para que le publique y es que no vivan juntos dos liberales, porque San Hipólito se llena: ya por un servil irá cualquier hijo de Adán al hospital' dé San Andrés á que le hagan salir las có- leras por aquel camino que no á todos se enseña, y que ya no se enseñará, porque se ha quitado la barbarísi- ma costumbre de loa azotes. Mas no hay que despecharse, Señor Pensador, pUes nuestro Ayuntamiento constitucional, nuestra Jun- ta Provincial, todos, todos trabajan; bien que sobre es- to, mi tio que es un vejete machucho de virrete, an- tiparras, y polvos, me dijo el otro día hablando sobre el manifiesto del Ayuntamiento: ¿tú crés esc? anda Mar- Sarita: no hay nada. Eso es prevenirse a los reclamos, ,c<.i.T,. ^rn> ítí ». .. r._3* prepararse al combate; y «so es, ti mal no entiendo» bailarte entre la espada y la paree!; porque á la verdad sai deseos de hacernos felices sen muy buenos, muy santos; pero quietes abrazar las cosas muy engrande: quieren formar estados, ordenanza» municipales, estas SÍ toa obra dtl -tiempo y la observación. Todo se los he* nos perdonado, aun los cabildos- cstraordiñados; lo que dos importa son los efectos. Por estos conoceremos su constante aplicación, so patriotismo, y «us esfuerzos, pa- ra vencer esos obstáculos conque nos dicen tienen que luchar. ¿Tú has oido algo de la Junta Provincial, que espiró el dia diez y siete? Nada mas, sino que espiró. Margarita: Lazara* dormí.....tio, le repliqué, no me ande V. con latines, que yo solo la letania entiendo, y eso á medias..... Hija, Lázaro duerme. *4o me compren- des? quiere decir, que poco ó nada se hace, que de constitucionales solo gozámos el nombre.....Pues tio, si Lázaro duerme, despertémosle.....Nó, eso no: sufre, ca- lla, espera, véremos si despierta: si asi no fuere, enton- ces si, jam foetit.....Y vuelta con latines.....Quiere de- cir hija, que entonces ya hiede, que se murió, que pier* das la esperaría!. o? Un coloquio tan interesante para mí, le interrumpió mi esposo, este mi Tone hito que fué entrando, pero ¿sabe V. como, Señor Pensador? con su cara de ma- cho sin cenar, y yo que ya ie conozro, dije á mi co- razón: malo, ¿á que ha habido quebrantadura de Cons- titución? porque ese es su títere (dice bien). Menos ma- lo es no jurar la ley, que na cumplirla. Después de tanto regocijo, tanta solemnidad, tanta adhesión á la Car- ta liberal (míreme V. el ojo), tantos repiques conquo re divierte nuestro pueblo, tantos cañonazos, se nos ha ido U pólvora en salvas, (bien que ya estamos acos- tumbrados á oir tronar, y no ver llover) ¿que todo sea moratorias, transgresiones? no puede ser pero sucede. Me resolví de nuevo á despreocupar á mi espo* •10 y Id dije: hijo-, consuélate, ;«> ves qne loijnicdatnfea. tas tú, yo y todos Jos quebrantamos coo el mayor des. caro? conque la Constitución nada importa que se que brame. Yo soy tan coustitucioaal como tú, ¿ero..... Es verdad roe replica, mas los ir.iaistno» de la ley cvJn. gélica piedítan, declaman contra la falta de cump]¡. miento, contia las infracciones: asi, pues, nosotros los Jr. berales hemos de predicar, declamar costra las deten- ciones, porque al pato qut Tamos, dentro de no siglo veremos Constitución: y ti da esta vez no tornos cent. titucipnaJes, . Margarita ¿quién adivinará lo que seremos? Porfiemos Margarita, no quitemos el dedo, del'renglón, que to cumpla, que no se quebrante. Quien potfla mata Venado. Oye. ' :! r» . . Que se cumpla la ley, no en parre, en tedo, r', Si quetémes la paz no hay otro modo* nr» W i? \é : lluego le entendí, pero ano acordé de un pa ii. 2** le) se ha de cumplir, j antes que ceder, morir. Por lo que á nos toca (como decían los difuntos Inquisidores) ao tengo otra esperanza de ver Constitu cion cumplida, si no es que tengan también efecto los sabios decretos de las Cortes. Estas han tenido el ma- yor ínteres en que seamos felices. Nadie puede dudar, lo, poique han tratado coa preferencia los asuntos re* htivosá faltas de cumplimiento y quebrantos de la Cons- titución, pata aplicar las penas; solo aquí se pasa todo, todo se nos olvida. A demás, lo manifiesta «Uro clarito el bando publicado el día diez y ocho de septiembre, qa* que se tai pone desnerro á cuantos no sean adietes á Ja Coaatianciont pero Señor Pensador, si yo no veo desterrar de mi tierra á ojo, digo que en ella no se dan guajes, y que ya V. ve que ahora es su tiempo: las plazas están llenas, las esquinas, los catees, loa portales y...... en todas partes. Pues hay mas en favor de la Constitución. Un precioso decreto de las Cortea sobre la responsabilidad de las autoridades en el cumplimiento de las órdenes supe» riores, Allá va en cuerpo y alma, léale V. con atención. Decreto y6 de 14 de Julio de 1811,. soire responsagi- lidad de las autoridades en el cumplimiento de las órdenes superiores* Debiéndose establecer, en, todas Us clases de Ja Me»6»i ñaiqui* la absoluta subordina ció a al gobierno, como el • único medio de dar un movimiento y dirección uniformo á Ja máquina del estado, y de dirijir á un fin loi esfuerzos de todos i las Corres generales y cstraordinariai decretan. Primero. ' Todo General, Junte, Audiencia ó cualquier otro superior á quien incumba el dar cumplimiento á las órdenes superiores, será respontabie de Ja ejecución de ellas, y privados de sus respectivos empleos, si por culpable omi- sión, negligencia ó tolerancia, por no aplicar inmediata- mente las penas á Jos desobedientes dejaren de cum- plimentarse, .nr-om f--»t.* • i*. i.v> ^ Segundo. Las justicias y autoridades inferiores á quienes toque el inmediato cumplimiento de la ley 6 orden, i ocur- rirán eh la misma pena que los desobedientes, si no te la aplicaren ai instante según permita la ley. Tercero. Celará «1 Consejo de Regencia que te cum- plan tas'leyes, ordenanza? y decretos, exijiendo una es- trecha responsabilidad de hs autoride? encargadas del cumplimiento, castigándolas irremisiblemente-en los ca- sos dichos: y quieren las Cortes, que por ningún mo- tivo reitere el Consejo de Regencia órdenes una vez dadas «in imponer antes la merecida pena k cuantos hu- bieren de cualquier modo culpable, retardado so cum- plimiento =I.o tendrá entendido el Cornejo ds Regen- cia, y. dispondrá lo necesario á su cumplimiento, hacién- dolo imprimir, publicar y circular.=Dado en Cádiz á 14 de julio de 181 t.=Jaime Creus, Pre>Hent<=Ramon Felú, Diputado Secretario=Maaucl García Herreros, Diputado Secretario=Al Consejo ds Regencia. Registrado fot. lao. Tres artículos contiene este decreto. El prime- ro dice: Todo General^ (aquí entra nuestro Ex «no. Sr. Capitán general), Junta, (.quí están comprendidas nues- tra Junta Provincial, y Ja de Censura, con otras que suenen Ib mismo, para que en sus previdencias respec- to de-papeles subversivos 5cc , no nos deje en duda desi íc ba quebrantado ó do la ley), Audiencias, ;(a<)ní se compreuden las territoriales, para que en lo respectivo á la jurisdicción que tienen cq sus subordinados, no se aparten un punto de la ley Constitucional, procedien- do en itis casos respectivos á manifestar tu absoluta subordinación al gobierno' castigando, formando causa a los que infringieren la Constitución, con particular^ dad en los casos judiciales, de que no nos faltan ejem- plos; y qus los decretos de sus inferiores, no st4n con- cébidos ni. pa. idos con las fórmulas del yugo de hier- ro, ó cualquier otrt. superior^ (de nuevo comprende á nuestro primer ge fe, como gtfc político, pidamos á Dios que no esté rodeado de tantas Chanfainas; entonces sa- brá Méjico si es adicto ó nó á la Constitución). Ra es* ta paUbra superior, también son comprendidos Ioj co- mandadles generales de fuera coa quienes es menester mucho cuidado, y muchos consejos, para que sean cons- titucionales. Todos ios dichos son responsables, y han de ser privados de sus empleos, no solo por no cum- plir, sino aun por no aplicar las penas inmediatamente a los desobedientes. E\ segundo dice: Las justicias y autoridades inforiores (en él están comprendidos los jueces de letras), ¡cuidado! Subdelegados y Jueces letrados, Co- mandantes de los pueblos, que no quieren salir de la rutina antigua, olvidados de que un artículo de la Cons- titución, concede á todo ciudadano la facultad de cía* mar al Rey y las Cortes, por Jas infracciones, por la falta de cumplimiento. £1 tercero, aun está mas terminante; pues que exije estrecha responsabilidad de las autoridades dichas en el cumplimiento, queriendo que irremisiblemente sean castigadas en los caí os dichos, esto es, de no cumplir, de no hacer cumplir, y de no castigar á los que no cumplieren. Y para que no nos quede duda de la libetaii-dad de las Cortes, y que no nos quieren etcUfoi, or- denan que el Consejo de Regencia por ningún moti- vo reitere órdenes una Tez dadas, tía imponer a ates las penas i los contraventores ó rerardadofes de su cumplimiento,: URfl ' B ' • ¿Que dice V. Señor Pensador, de cosa tan lio da? ¿Ls cuadra á V.? pues á mí tambico Y ¿á pesar de tinta liberalidad1 de las Cortes, de tanto ínteres por noestra felicidad; dejarémos de gozar la Constitución? ¡Croel destino? ¡Desáicba ata segunda! {suerte miserable f ¡f»h Americanos! ¡oh América! Mi sangré qiic yerta un di a ha de ser depositada en tú seno, está dispuesta i regarte pera que fecundes.... ¿Seré ye insensible á tus d#ígracia»? No. Jemas.... Mi pulso trémulo, no baila qne escribir.... Señor Pensador, estoy ébiia....(de amor * mi pama). Hatta/ofrV Ve». A -H •wo. . «éjk# ecribie 8 de i8ao. - > P< n»rT. v ^-c^tejeo c' ? jtediwi '^*-"í ■- -r>'- J; 1 W^V'-;'' a ka di cumplir, tV*ofl< j^a**f>,' ¡s*e?ÍHr^ ^ -Tl" i i \¿ V j \f * /»ejjf> orHjmtab • í ** )* nuestro ánimo zaherir á los fraile*, otros Íes han zaherido quiza con razón. Las reverendas viejas, /jii^a 0«r oyeron hablar tde frailes, de reforma de religiones, treyeron que ya. no encontrarían un fraile ni para uu re» nteáid. Por eso //oraron,- .por eso han suspirado, y por eso reniegan de ta Constitución. No dejamos, sin embargo de exorcizar d muchos ftawis, para que desnudados dei viejo egoísmo, se vistan la oretiosa púrpura constitucional, y de* jen a su patria ser libre, ¿A¿) . & planta reinante en las América*. . i : \ ,> M> ¿jq.o. : y. , wmm. iwí i i i o . MEJICO: 1820. líT " .r..;. . . En la oftehra 4e D. Alejandro Valde*