LOS HIJOS QUEJOSOS Y DESPECHADOS. Diálogo entre dos fiermanos de padre, y distinta madre, León y Felipe . ¿ -— o —-^ León ."Hermano, ya disiparás t us temores y sobresalto*, pues aunque somos hermanos de padre siendo nuestra madre distinta, el padre que nos engendró trata de igualarnos. Felipe. No estas bien impuesto en nuestra historia, por eso quiero explicártela. Sabrás que el padre que nos dió el ser primero, hubo del primer matrimonio que contrajo con una gran matrona de alta preminencia varios hijos, con los que vivió alegre y contento, has- ta que enamorado de la belleza, virtud, riquezas, dones y abundancias con que vivía opulenta Doña Aguila; más por el interés que por el amor trató des- posarse con ella, y mas por armas que por estima- ción cbÜgó su hermosura. Fue ésta rendida: hi- cieron sus capitulacones y contratos y se verificó el himeneo. Llevó esta segunda novia un crecido cau- dal al poder de su marido: procreáronse varios hi- jos herederos de estas «urnas; pero los de las prime- ras nupcias viendo á ms hijos pequeños débiles, sin fuerzas, sin auxilio ni apoyo, pues el padre amaba mas á los hijos del primer himeneo se apoderaron de su tutela y bienes, se hicieron sus tutores y curado- res, disiparon su herencia y los redujeron á la indi- gencia; y rx> contentos aun los trataren cerro á es- clavos, sin acoiüise de la fraternidad y error quedebían profe'arse. Reconoce el -padre su error, y au'rr Jo-; primaros hijos proclaman ía igualdad de sus her- manos; pero ¿qo¿ igualdad? meramente aparente v pa« Jiativa. ¿Y sera posible creamos ?enejante fidelidad después que el de?po?i