EL CIUDAD AMO AL ENTREMETIDO. C„_i__Ui-1------' kJeiiof entremetido: ya que importunamente se sirve V. de racionalidad y religión para cons- tituir poblanos, sírvase de religión y racio- nalidad para escribir con juicio, con modera- ción y conocimientos: no comienze á corromper ja imprenta con chocarrerías é insultos, que no suponen religioso ni racional á su miserable autor. Contesto precisamente, para que V. y los que le sigan ó anteceden en su mala intención, no aturdan con mi silencio á los que oyen en conversaciones privadas sus voces no Harpías ni sanas. En el ciudadano á sus conciudadanos aviso lo que sabemos, por que oía que muchos como V. no querían entender para obrar bien, é in- fluían para que los ignorantes y sencillos en- tendieran mal, y se indispusieran con temor y aborrecimiento contra la Constitución. Esta no necesita de mis elogios; pero las1 malas induciones de los enfáticos, que sin señalar con el dedo el artículo antireligioso afligían á los fffcxuxm, necesitaron de mis pobres avisos y de los de los sabios, á quienes quise mover. Canonizó la Constitución, por que otros la condenaban; y si no bastó que esté suscrita por hombres que lo entienden para que la desacre- ditaran, no vastaba para que yo dejase de llamar la atención á los preocupados á que viesen de una vez cuanto aprecia y cuida la Constitución á la religión y al trono. JSÍo necesita lavarse el limpio, mas debe precaver que le ensucien. ¡ Oh,! Si la máxima obra- ra como suena, los consilios y padres de nues- tra santa Iglesia no habrían esforzsdose contra los hereges para sostener la Fe y su origen divinó, pues habrían callado seguros de que Dios lo dijo. oí habiendo jurado, la Constitución las potesta- tííá de ambos fueros, hubieran callado los buhos, -^aíuibria habido necesidad de avisar al vulgo jruc aunque el tecolote cante, el indio está sano, /if que vivirá robusto. *s. Podría no haberme metido; pero pude meterme, señor entremetido; y añado que debí meterme. Si á Juan Bonete y á toda su casa ha de causar estrago el toro, si arremete, será injusticia muy necia preguntarle ¿quien te mete? Se estaban dibidiendo las opiniones; y conírarian- dose estas gravemente hasta interesar las pasio- nes desordenadas, nos arriesgaban, y arriesgaban á nuestra tranquila Puebla y en comnn á la Patria á gravísimos males. Las produciones de V., si fuesen sinceras, en orden al mérito y absoluta eficacia de la Constitución, harían tan inútil como á mi Ciudadano, al decreto que S. M. el REÍ, dio en 26 del ultimo marzo, ese decreto, que ayer vimos, y habrá rebaja-do mas de un setenta y cinco por ciento el estilajo de V. Si por que todavía hay quien mande, no había de precederse, rápidamente (asilo manda el Reí q.. p} g.) al cumplimiento de la Cons- titución , ser/a Jo mismo que pasasen meses y años sin que se proceditrí al nombramiento de regidores, diputados ni de ge fes políticos, y aún que no se hubiese repuesto el sistema constitucio- nal: y esto es Jo cierto: que V. ha resollado por la herida, y sintiendo el golpe ha mordido la piedra. Pues sepa V. que desde el instante siguiente al en que acabó de ser publicada k Constitución son insubsistentes los caballeros alcaldes y re- gidores del antiguo sistema, y no quedaron mis autoridades seguras en la ciudad, que el Es.mo. Señor gobernador y su teniente letrado; y sir ^4 á V., que me parece ser de los yo-para-mi-es, im'porta liada que esta ciudad estuviese expo- niéndose á opiniones, y que tuviera abierta la ocasión el cabilozo á dejar vana la mejor pro- videncia de justicia; á los que estábamos en precisión de no escuchar á los legos por no in- quietarlos, y cuidadosos de que la primera lei se cumpla para que andemos todos listos, no pudo ser indiferente que nos nombrasen mañana ó de aquí á noviembre las autoridades municipales. El ayuntamiento actual es bueno, y espero que el pueblo ha de tomar del mismo para el nuevo muchos individuos; y porque es bueno, en el domingo de infraoctava, en que se vio junto d' ,pacs del dia en que juró la Constitución 3 habió dé su insubsistencia, y ha deseado con sin- ceridad que el señor Llano acabase de salvar dudas, para que convocara al pueblo á darle succesor. Entremetido, V. no me conoce, y temera- rio me supone ansia de entrar en el ayuntamien- to. Sepa V. que mi alma, si nó esta satisfecha para siempre, está bien nutrida con el honor,.que me di mi noble oficio y mi conducta pública; que reconozco estos dos beneficios, que me ha hecho la Providencia, por tanto ó mas satisfaetorios que los apreciables empleos de alcalde y regidor: y iT-— que no tengo hambre de fungir. V. no me habrá visto lisongeando á los que podían haberme nom- brado regidor, y sepa, que en vísperas de elec- ciones hacia yo ocursos no muy agradables al ayuntamiento aunque necesarios á la justicia de mis clientes; que no me arrimo á los palacios; y que manifiesto al mundo que el abogado debe vivir dependiente de la lei y de las autoridades, é independiente de las personas, que la ejercitan, y de los empleos. Fíe leído que la soberanía reside en la na- ción; mas lo he leído con buena fe, sin befa á la lei, que declaró esa verdad: y como medi- to y tengo lógica, quanclo quisiera elevarme so- bre mí, considerándome soberano, me figurara pedazíto de nación, mas no de rei. Igual torpeza para la aplicación de concep- tos noto en imputarme V. que deseo empezar d mandar agitando al Exmó. Sr. Llano para que cumpla lo prevenido por el Rei. Suponer que ha de darse priesa, no es agitarle; y aunque tal fuese, iio sería mandando sino incitando: y su- puse que se habla de dar priesa, por que supon- go lo que debe slr; por que había visto que el Rei manda se proceda rápidamente; y por que el rrií-mo Sr. Llano r.cs publicó Ja Constitución trásci-ibienecnos el Lando del Exmó Sr. Vireien que dispuso, que elesde luego se jurara y se procediera, á cuanto es consiguiente á su cum- plimiento. Se comentaría V. con que le dén mas pan y -carne; con que se cuide del alimento de los encarcelados; que se quemen los tama tes en el viernes santo. \Miserable ! ¿Cómo ha de aco- modarle la CoAst^ucipru que prepara beneficios grandiosos! Los actuales regidores no han hecho lo <^ue á-V. contentaría, por que no obran como "V. .escribe, al arbitrio. Saben que del pan y carne no deben cuidar sino que sean sanos, y que el nú- mero de onzas, que se ofrece, se dé; que seda bastante, supuestos ios grandes derechos de aduana; que á beneficio de ia piedad no falta alimento á los presos, y si hubiera faltadoles habrían empe- ñado su zelo, como se han esmerado sobre otros puntos; y que no' es de su cargo perseguir ta- maleras. Presindo, por que no me tocan, de los Ulises y Moyseses; y no mas advierto á V., para que se remuerda por sus liviandades, que el autor de esos pensamientos es eclesiástico, á quien no ha de haber ocurrido ser regidor. Repito i V, que no empiezo á alimen- tarme de honor: la Providencia se ha serbido favorecerme desde mi niñez con el aprecio dehombres sensatos, buscado sin ansia vergon- zosa, sin bajezas, y per el decentísimo camino de la aplicación, buena fe en las operaciones, y desinteresado servicio á mis conciudadanos: y no por que V. ha salido á insultarme, me he de retraer de trabajar lo que pueda para el cum- plimiento de la Constitución, que vi desde un principio como leí santa», necesaria al abatimien- to en que estábamos, útilísima á. todas las clases del Estado; y que ya, por que obliga como la primera, igualmente por que cumplida á medias, según nos la mediaron en esta N. E. en la época pasada, no se conocen ni.se sienten sus beneficios, he de esmerarme como uno entre miles por pro- curar su cumplimiento por los medios, que ofre- ce el buen orden y yo he acostumbrado. Asi he de obrar tranquilo con el testimonio de mi conciencia: ro me asusta que V. me comprome- ta á que el Sf, Llano se enoje, pues S. E. sabe que es deu .'cr al Tu blo que gobierna del cum- plimiento ce las leves, y mas de cien veces he hecho ocursos á S. E. con estas expresiones, w en el .momento, incontinenti, sin perdida de tiempo,'ahora l\\rt<-;» y S. E. no se ha enojado. Me descubro, para que V/ atisbe si pre- tendo ser regidor ó •'diputado, y desde luego avise al público; Si V. ú otro corrigiere mis8 produciones ó mi conducta sin libiandades ni groserías, lo apreciaré, y contestaré convencido ó contradiciendo, pues h nación nos deja libre la imprenta, entre otros fines, para que nos ilus- tremos: mas si vuelve V; con insultos, sean cuales fueren, veré á V. con lastima y le dejaré desaho- gar, y que el público califique. Por fin vea Y., y vean todos si un ami- go le ha aplicado bien la siguiente fábula. Sobre la copa de un pino m cierta ocasión ¿as aves con modulaciones suaves % concertaban dulce trino: Un buey acaso vecino quiso imitar la canción. (¡Lo que puede la ambición!) Cantó pues, y dijo » Muhu» Entremetido ¿ eres tú el buey de aquella ocasión? Puebla 10 de Junio de 182,0* Lic. José Marhu Imprenta de San Felipe Néri.