el, coronel, de ea nma~4z>.4 cincel A SI S í'ONÍ'll HADANOS. Kri el curso ordinario «le las revoluciones los hom- bres se unen para destruir, ysetlesunen para edificar. En esta desunión de voluntades, y de juicios, las inten- ciones mas puras pierden su causa , porque juzgados en el tribunal de las pasiones , nunca pueden obtener decretos favorables. Quando fallasen en la historia prue- bas de esta verdad , bastarían las que nosotros mismos su m i rustramos. Nunca pudo venirme al pensamiento que mi senci- llo manejo con el Sr. t-oronel del regimiento n. 8. aconsecuencia del movimiento del 18 del pasado mes y mi concurrencia á la Iglesia «le San Ignacio , pudie- sen dar mérito á una criminalidad i»¡-idiosa : pasó efec- tivamente el hecho como se refiere en el papel dado al publico por dicho Sr. Coronel . y sus oficiales , pero también es cierto que esta medida fué de acuerdo con los gefes de los tercios que componen la brigada , pa- ra sacarlo de la fluctuación en que se hallaba su opi- nión , sobre la de los gefes cívicos , ó acerca etar las barreras- de la legítima autoridad , y huir «le esa cruel enei- gia que los facciosos desean tener siempre en una san» grienta actividad. Por lo demás el cargo frivolo de mi comparencia en la Iglesia de San Ignacio está fácilmente desvane- cido con decir , que para ello tuve expresa orden de al- gunos individuos del exeino. Cabildo, y Honorable Jun- ta de Observación á presencia del Hr. Coronel , Coman- dante del I. tercio D. Luciano Montes de Oca , quienes pudieron dármela , y yo debí obedecerla. Al abrigo de esta orden de mis inmediatos gefes á nadie puedo pa- recer delincuente sino aquellos , que roto el freno de la subordinación , se atreven á poner la obediencia en la lista de los crímenes. Ciudadanos: en estas pocas líneas me parece que he dicho lo bastante para preservaros de las sugestiones ma- lignas con que procuran algunos hacer odiosa mi per- sona : yo me abandono á vuestra providad , seguro de encontrar la justicia que se me debe. Jim'Hos-.iyres: ¡y tía .Julio clt* 1816. JitltS ./0St- I*4("0. impeknta jl>i¿ gandarillas y socios. JE1 E'xcmo. Cabildo ha recibido del C?orottel Aíayor JÉX JEustoquio JDiaz Velez, las comu?iicae iones sigtsientes. EXCMO. SF.STO*. e recibido los oficios de V. E. fecha 17 y 18 en que *e aprueban las justas deliberaciones de este exército , con el nom- bra.niento de los [Diputados de las tres distintas Corporaciones que señala, y de h*ber recaído la alta dignidad de Director en la benemérita persona del Sr. Brigadier General E>. Antonio Gon- zález Balcarce. Jamas podre expresar a V. E el • jubilo de este exército que tengo el honor de mandar, luego que se le anun- ciaron tan plausibles noticias, por la procl.im.i que incluyo, leida al exército formado, y celebradas con una salva de artillaría de 12 tiros en tierra, y uno por pieza en los 8 buques de guerra de que se compone la escuadrilla surta en este puerto. Xoda la oficialidad, marina, tropa veteran 1 y de milicias tri- butan á V. E. los mas sumisos respetos y agradecimientos corno á su verdadero padre, y representante de ese heroyc>i pueblo, glo- riándose de se; sus subditos, y yo tengo la honra .de comunicar- lo ú V. E. para satisfacción de todos. Dios guarde ¿1 V. tí. muchos anos. Qu artel general en el Ro_ sario abril 23 de i8r .. Eximo. Sr. Eustaquio £>¡ax VtUz,.-- Excnio. Cabildo, Justicia y Regimiento de Buenos-A y res. SOLDADOS Y XjO MPÁ Sí12ELOS DE .Alt.M AS. La mayor satisfacción masiste al anunciaros que en los ofi- cios que acabo de recibir del Exc.no. Cabildo de Hílenos-A y res fechas 17 y 18, aquel heroyco pueblo de quien -cuernos la honra de depender, ha nombrado de .D'rectcr intcr'no del Estado al benemérito Sr. Brigadier general D. Antonio Ginzr-.'ez B-rloarce hasta deliberación del Augusto Congreso ya imuguraJo el 25 del pasado en la inmortjl Tucuman. La conducta de nuestros paisanos, y el placer en que rebosa aquel gran pueblo, prueba la justicia, coa que hemos emprclicn- dido la obra que pronto veremos termiinda á nuestro placer, si de todos los pueblos , y bien general de toda la América , y que eslab o:? »ra nuestros brazos contra todo extran¿;ro que envidie nues- tros «¿gr-icLjs derechos: soldados, solo resta, que los pasos que demos «. Llanto, sean marcados con la subordinación, y disciplina de nues- tra carrera ; sin esto no hay Patria, no hay libertad, ni e! orden á que anhelamos , obedeciendo con el m>s sumiso respeto á fas Autoridades nuevamente constituidas á que os invito, y protesto guiaras siempre, saludando con vosotros a la Pit-ia, ú Ja libdrrad, al Snitci-^uo Congreso y á la unión que viva.'—C+uartcJ genc/al en ej Rosario 20 de abril de 1816.-Iiusto^ztio £>ia~ i-V e:. E.ttnos- ¿tjrrt* Zmjrrt-níA dé -NV/is.r ¿jx/>¿sitar.