I m rsgtm 20 f'Múiái tan violentamente interraoipidos. Los presagio, de nuestra prosperidad son grandes, por 1a pronta resta* ración de la tranquilidad publica, y la moderación y p¿, que re y na entre nosotros: nuestro Gobierno nada den qc? hacer para completar nuestra dicha; un magistral •abio y vigilante preside en el departamento de policij, castigando á los malos , y protegiendo á los buenos vas», lio* de S A. Real, y nosotros debemos observar una con. duela correspondiente con la obediencia y confianza, en d Gobierno , y la unión entre nosotros. Nuestro objeto no es oíro ni menor que el glorioso restablecimiento de núes, tra Religión, y la restitución al trono de nuestro legitimo Soberano. No respiremos mas que amor á él y á la Patria cuidando de no manchar el grande ri • que nos proponemos, para que asi como los crímenes hicieron tan abo ninab el» revolución Francesa , asi las virtudes caractericen nuestra empresa de la restauración.= El 18 de Junio ultimo llegó k esta ciudad el Bremo. Sr. Bernardino Freiré de Andrade, que había sido nombrado Gobernador de las armas y des» distrito por el Principe Regente , y cesó en su empleo i consecuencia de la ausencia de nuestro Soberano. Vuelve á él, sin embargo, por haberse restituido su Real Gobier- no, y la defensa del Estado le da ocasión de desplegar »tt fidelidad , y de aumentar la g'oria del Real servicio. Se concluyó el Extra&o de la Gazeta Ihe Times. NOTA: Las ultimas noticia» de España alcanzin al 4 de Agosto: his someter la República á tu manda que prodig* te abrió mta|prníj& seno, y con mano prudente ^ v oi ciñó el laurel á tu sañuda frente^ y A la que' trasladando tu metuorja Q^ á la postuma fenaa g£ Cónsul te erige, Dictador te Jlan^fo. te hace depositario de su gloria fi4 ¿oprimirás insano nombrándote famélico y tirano? Pero ! por que dirijo mis clamores á un hombre aventurero intruso, advenedizo, y extrangero, que pérfido abusó de los favores, si solo es ya culpable la que sufre su yugo abominable ¡ ¿Dó esta la libertad por que anclaste nación inconseqüente que con tanto entusiasmo estérilmente tanta víctima ¡atroz! sacrificaste dejando desolada á la tierra mas rica, y mas poblada? Y el tránsito cortaste de los mares que el Comerció habilitan, por cuyo medio en Sociedad militan hombres de todas partes á millares; impidiendo el influxo que sobre las costumbres tiene el luxo. 5 Que los hombres de letras se juntasen dispusiste, asimismo, il ¿ui por que exaltando el justo patriotismo un derecho político entablasen, y sus desvelos todos sb'ofebom 0¡ están desvanecidos de mil modos. i Tú sentenciaste á la viudez eterna, y á llanto perdurable:*; ó6HqrJ2 ¿fcrifeghav á las esposas que en su seno amable educaban sus hijos con fe tierna, I por que: en ellos: tu bieseom ; ¡¿ ^ahv.n\i la Patria artistas que premiar pndiese.. Tu nos secaste la materna espiga, i y á los hijos de Cenes • i ■ ¡ r • . ibi ta ofreciendo legítimos placeres, la seductora alarma les obliga a aumentar el estruendo / . a¿nnA Ai que toda la natura está sintiendo. Tú dividiste inexpugnables tercios, guerreros. esquadronesá su frente poraenda-tus Cafohetf! tus Hanibales, Priamosty Decios, y alomagoáoiaio Achiles que desterradp fué por medios viles. ¡Ó modelo de insignes Capitanes, Moreau deificado, v que de gloria y honor estas colmado, yo venganza suplico ert itusiaíkfif*^ m del infiámencokioe uz aa sup B«M>q83 ssJ >' que te hizo : escalón; deusu «tybitBOBOi Si, Francia; al ronc©«ári!de2 timbalesn : sepulcros.' €W| el; ando sup zatehiK jlí*jk1í »I abristes á tus hijos, que en «l ufaetoí: u £ el término pusieron á sssb'ihaics ¿o*nri sol k x y á todas las naeioneic 3óm¡Jig9Í obno'n'jdo dirigistes horrísonos cañones:. . ¡Á Arenas solo, y a. Carao* opones. • * al designio siniéstro de un feroz Machiavel que astuto y, diestro carga á tu dócil cuello* las prisiones apagando la pira que Diosa placida y benigna mítAl ¡ Del desorden total que él Orbe encierra un déspota es el fruto? » Arma tu diestra sucesor de bruto, » salva de un monstruo á la afligida tierra, * y perezca en el Solio v qual César pereció en el Capitolio. » Y tu almo Jove prepotente y bueno *> que á Olimpo estremeciste v con solo una mirada que tendiste, v> incendia el rayo aterrador, y el trueno 9 contra la Francia fiera, v Ni sus ruinas digan Aqui era.