de las dos representaciones de la municipalidad de la civdad de la Plata con motivo de las vior lencias que sufrieron del presidente de ella , p una circular remitida a los cabildos de loa demes provincias, acompañada de aquellas. OBSERVACION PRELIMINAR ArOLCGFTrCA. Ei estado de ana revolución no prevenía a ios ojos ceirtenf 8 rr-88 que el espanto y la miseria. Lo» primeros paros hacia t>na *gi8i'de rdy.rma son ordinariamente menos él efecto de la reflexión qxe del sentimiento. La suciedad lamenta los excesos de nu desorden apa- rente que el choque de las pasiones, de las opiniones y de loa inte- reses hacen inevitable, mientras esta confltwueia momentánea de niales determina el «spiritu publico, las luces y el carácter naciona- les. Las desgracias , los contrastes preparan los progresos del entendi- miento , y Latiendo mus ¡¿preciable la libertad, produce estas tcns- ¿vti.l re» y virtndes sin las cuales toda instituckn ts vara y tfnera. Lnf;iyete ha pausado profandamente cuando ha dicho que " ninguno puede conocer la libertad ski amarla, y que no se puede amar sin ser libre". Pero Mubly parece que habla por inepirack.n del cielo felicitando á ios americanos del norle por ta neccsidbd ru que se hallaron de sostener sieíe años de guerra centra los empeños de su metrópoli, y sintiendo la corta daruc!< n de esta lucha , y de sus desgracias. Es admirable la analogía de nuestras circunstancias ¿ las de aquellos donde no fue desconocida esta grande divergencia de ideas cutre los metropolitanos: es decir, cutre loa qre desean fixar ud orden de administración publica con tedas las atrtlncu.es de una monarquiu , y entre los Indígenas: es decir, los que adop- tando los principios de la naturaleza se en j.eriao en la igualdad de repalacioij de todas las provincias, que dependientes tocias cié! congreso toutineutal pueda reglar cada una su judicatura interior, su gobierno y sus leyes convenientes, i os errores del tutt míiniícuto se corrigen con las luces que adquiere la reetu murcien en la con- tradice k-n mkma de las ideas. Esperar, pites, en n edio de la* borrascas políticas este espíritu de justicia y orden , es correr trastornar la marcha de la naturaleza. El establee inieiiío de I« paz , de la justicia supone una época de meditación , de sul.idu- »•«- Hay un tiempo en que es preciso que las pastores 1 a Lie* por la tazón, y que la so ^ . . , rT. . • . r . >- Nal. apud Ubedam. I lamen recurre). 3 1 Excelentísimo señor: cinco capilnlarea de la desgraciada ciu- dad de la Plata desterrado» de ella por Ja fcersra, la ambicie n y el despotismo, .pin 01ro motivo que la entereza ueeesaria para sostener ion derechos de nú pueblo, se presentan aníe V. E./» pedirle por el üios de la Patria que (si pueeie ser) se borre de Jos fastos de Ja América el dia 5 de noviembre de 1815, dia de deshonor para los americanos que trabajau por su libertad: dia que ha justificado 'as violencias de los tirano» opresores: dia en que se ha estremecido el temple) sagrado eff la liLcrtad, y en que sus bóvedas haD perdido aquella 1; ni tai y eiica.\e *n que con- sistía su solidez. Oiga \ . E. loa progresos de la arbitrariedad, de la fuerza y del despotismo. Oiga lis ruidosos beches e¡el dia 5 de noviembre del ato use te dice sixío ele la libertad civil de la Dación. Oiga V. E. los triunfos del invicto brigadier D. Martin Rodrigan? sobre einco capitulares, an «dotes ee su stelo y armados solo ata, a la que no DS toca- do aun en la revolución una cabeza capaz de hacerla feliz , se Birvio V. E nombrar teniente asesor de su gobierno al inculto, orgulloso é ignorante joven D. D. Severo Malavia, en el con- cepto quiza de nna idoneidad que jamas (endra, y »iu duda por informes del Señor Rodríguez , presidente de la Plata. El ayun- tamiento compnesto de hombres que por sostener la libertad nacional habían tomado las ar^'as , unos eu el exercito auxiliar, otros ha- bían sido destinados por los tiranos, y soterrados otros en ios cala- bozos , conocía que Malavia era demasiado ignorante , ambicioso y corrompido sin par para un empico de tanto pulso: el ayunta- miento que con liolor había presenciado que nombrado en días atrás secretario de gobierno , la primera ley y disposxion ea que habiu e mpleado su ilustración, sus ideas liberales y su MMI i •ns conciudadanos, Labia sido Lxar uu cartel cu la {.ueita de !% (3) secretaria en «ne merdnba , que nadie pudiese, no digo , hablar • 1 oracolo D. Malavia, pero ni pasar de la puerta de la secre- taria sin quitarse el sombrero; el ayuntamiento qnc no habió po- dido ignorar, que en los pocos titas de secretario, había colocado (sorprehendiendo ai presidente) en dos únicos empleos que que- daban vacantes a dos sitgcto» sin mérito, sin cérvidos á la nación, Íf de cuya adhesión al sistemu liberal se duda ron, solo por la ibertad da uaa esposa, y una partetita de estas, cuyo becbo es notoriamente pnblico y fácil de probarse; el ayuntamiento en lia que preveía que , sin duda alguna ib" M.ilnvia ¿ envolver aquella desgraciada ciudad en los mayores honores; represento á V. E. ia. repugnancia fundada , y ana odio de toda el pueblo, 1* nuli- dad de su nombramiento por faltarie la propuesta en terna, indis- pensablemente necesaria para la confianza que deben te;:ier ios pueblos en su-i gobernantes» últimamente, toda* las demás podero- sas razones que contiei'e el informe que uta duda tenia á la vis- ta V*. E. para tomar cualquier resolución en este asunto ; y an- tes de que V. E. toniuse píovideoca , caando be causa peudia en • a tribunal supremo , no podía fin atentado notorio y ultrage dé su alta representación oficiar á la municipalidad , como lo hizo con lecha 4 . .jue «in excusa le posesionase en Ja sala capitular eie le- siente asesor de gobierno, ou secretario el Dr. Malavia á las 10 de la mañana del dia 5. Al efecto el ayuntamiento se congre- go sin embargo de ser dia festivo creyendo sin duda que el o Ocio era úi rígido á asuntos importantísimos á la nación : abre el pliego, encuentra eu el uua sentencia dictada por Malatia: en Manto propio, y estampada por lo ruwmei en los termaios mas ineiitantes á naa corporación; encuentra ¡ambien otra orden so- bre otro asunto: entra en acuerd», y decide la StOUbipsUdad, que para consultar a la tranquilidad publica y evitar el une los oficios »er fuesen acalorando nms y mas . se llamase á ia sala ca- pitultr al señor presidente Rodríguez , y se le convenciese con raaos* eu efecto sjii diputados á la habitación del seüe>r presi- eleute los regidores Or. Saiazar y üraz que salieron por medio de la escolta, de oficiales armados con que esperaba el Dr. Ma- |*vis en la antesala de lacapituar. ¡V i! ¡i que atentados conduce, señor excelentísimo-, la ambición al h-nn !ire! admírese V. E. de que Si Mi saia capitular, el ti tj^u de la magistratura , está á cubierto de sus insulto. : lesapa- re2ca dt- entre nosotros el ambicioso rneutierto cen el profanado ■Otabas d,! ciailadduo: el causa a los progresos de la libertad) .SMJOfWI 11.ales que el americano iluso que toma las armas touira su patria. Entretanto que regresaban los capitulares diputados observa el uyiitilamieuto m írtnuiio en la antesala y se levantan de* re* tC b'ivs y un alcalde á torrar la puerta, para que sus sesiones fCJUiiuutsen secretas como nebe ser, y creyendo el Or. Mala* ta .4jue su presencia aterraría á unos funcionarios , á quienes loa tt-ratws no habían intimidado, atrepella a los (res, se me?e rn I» capitular, donde nadie debe entrar nu ser llamado o con previa Ucencia4 tira el sombrero en uno de los «sientes, y Jos oficiales de la escolta ocupan la puerta.- pide auxilio el ayunta- miento al cuerpo de guardia, pone un centinela a la primera paéría , y solo con ia fuerza pudo liberarse de aquel símbolo de ambición. ¡sosegado ya , llegan los dos regidores con el aviso de babor* se nejado el se;i.ir presidente: dexan pasar unos momentos, y diputaj seganJa vez a los capitulares ir. Fernandez y Dr. Ta- ravillo que al cano couíigrcn tnurio. Su prcsitiuie a ia cabe- za, le pide la municipalidad eviiar oficios acalorado*, conducir los dos negocios de que l.abkta con prudencia i >" que 'e permi- ta exponerle las razones en que fundaba sus eperaoi' ner isla corpt>ra.cio:i: oye el presidente, se elexa convencer sobre el pruier asunto, y librándose s la vnlaatad c!tl eitipo, lo n j.ncfa abrai tu este como qniera; mas cí a. da se le exponen las rabones de oposición a la posesión del Dr. Malavid se acalora , y a el interés que tomaba ia fuera» -40 Th pcisesio»; Á les 4. y 40. minutos rseir>« segundo nf.tié, en que le previene «I fcr. presidente se congregue el cuerpo a las 5. de la taide, vestidos los capitulares de texto nuifointe y írage como exigía (dice el oficio) un acto tan serio é interesante s ia nación: la hora intempestiva. el tiempo l\u\ ioso nos imprimo ac- ceder á tan improdeute solicitud, y por ello se le esperó en el mismo trage y estado en que se recibió la orden. A las de la tarde se presenta el Sr. prrisideute Rodríguez armado de sq p-t ee pie tofatf, act.mpañsde» de Alalawa y oíros '/cales, cada uno ro.i tas MjfM j queda la comitiva en la antesala, y la pri- mero salutación que hace el gefe fue insultar a los icpre erran- tes e'el pi eblo cen el dicterio de pulperos , por qce ac< stt.ii in 1 t.n los cupiliilarrs en días lluviosos , coico «que!, Ufar de capotes , ann en presencia suya.- tvi.ó el apuntamiento por no agriarlo ti reconvenirle , por que tampoco el venia de uniforn e que era mas indispensable en un mili'ar , y mas indecoroso a rn brigadier presentarse en la sata capitular con un levita blanquecino. Des- pués del insulto pregunta con no teño inpenei:!e > ¿erpfttMíO ¿si sr ¡lOM-sionaba Mtiluvia? No se aterra el avuntamiento cerno creyó el presidente cen el aparato y noticia de que ya les dra- gones estaba o formados en la presidencia.- centexta con resolución qi.e no , por qi:e no lo creía justo I n anda entonces el brigadier Rodríguez qne se vote, que uno a ino opruno su sentir cada capitular dice que no, í excepción ele! alcalde e'e segunda elección y ei regid, r don Tomas (.'arrasco, tio camal de Aiala\ia. fcw- dando todos su nega'iva con razones iuconlextalles. üci;ciiida ia votación, á pesar de que la pluralidad deLe re^ir r de gobierno a exer¿er las fvncir res oc íneJrr^o , j eon- carrír aulorizado con he foertca a castigar ta pciLCLa u los quet*6) «reia iut enemigos , y hacerse juez y exeerttnr de «w propia causs, sufre» ios capitulares no solo lúa grandes insultos de palabra de nu ignorante resentido, niño también una incomunicación tal que ta orden fue , 911c no se permitiese kublur A lo-> reos ni con las animas benditas Recluso» eu su calabozo los nueve que baljiau deliuiuidj MMttr* 1* persona del Dr. Severo , a prima noebe fueron puestos en libertad cuatro de los encarcelados: ignoramos el mo- tivo» ui destino que hayan tenido; y si la entereza es un crimen iiab;euiola tenido los nueve , no sabemos upe ley fuera de lu tuerza excusa a unos del casüg© y oprime 11 loa demás. No paro aqai el resentimiento: prepatese V. E. a súber todavía la mayor ir >;ieli* , el mayor atentado , y acabar de «anacer hasta doude pueden arrastrar las pasiones a loa hombres. A. lts 8. de la sVMUe se presenta el sargento mayor Don Francisco Zamudio , agente principal de tau escandalosos procedí 1 míenlos C P'»r prometerse con el acesor Mala vía t>u protector elel publico adulterio eu que se inantieue con D. AJeiehora Argueuc» y so'-.re que hay instancia pendiente en ese jurgftdo ) a intimarnos j r.j araieuios muías para marchar ¿entro de dos horas, y que en caso contrario caminaríamos a pie. Ku electo asi sucedió, por que los mas 00 las teníamos , y aun quaudo las Inviesstmuc nos 1.¿.¡¡aliamos incomunica..o» y sin arbitrios para en tau estrecho tiempo proporcionarías. A. las 11* de la noche nos sacan con el mayor aparato eu medio de dos filas de dragones montados a vanguardia y retaguardia , con orden que al mas leve .."¡o cargase sobre él la caballería , y entre tanto la infantería pusase a cuchillo , y no¿ desapareciere de entre los ame rica uoa a los qoe babiao sabido fXpoui r sus pechos a las balas eu defensa de la libertad : con este estrepito nos arrancan dei M0O ti* nutsims familias a pie, sin viatico , sin cama, ropa que mudar, y lo que fue- mas apacible para nosotros , por una vereda apartada y diame- traimeute opuesta al del tribunal de V. E. , doude uuicau.eute |>uede escucharse la\razón, todo con el objeto de eludir, desa- pareciéndonos de entre nuestros conciudadanos . las \ .re-cauciones que se habían tomado paia impedir el complot que se preveía cu la nominación de diputados para el próximo coii^reso g> rural, y ta'ito rigor ¿ por quien ? por que sea asesor e! interesante Dr. AJaltcia contra li ley y el voto publteo. ; Quauto admira a los pueblos este bárbaro proceder coutra los mismos republicanos, mientras somos críruínalmrntc indúlgeles con lo» enemigos de la Bacina ! I'ero sigauus. Eu uua uoclie lluviosa en medio de una escolta reforzada cou sentencia de morir sin proceso , siu mas abrig» que el trige cou que cala uno fue sorprehendido acuella tarde en la Sil* capitular, atravesando sobre uu suelo empapado con dos dias de lluvia . cayendo por momentos , y cou orden al o3ci»I que nos escolta')» que se nos llevase a pie , y que üuh'iJo uos causásemos se nos hiciese caminar a rieudazos eu HM ují.h HHwÁtA ¿ [u»ea ao cj^jutrara ta M|Ím ciuea juveucs <7> !» verdacVra ccnslacem, 1» entereza y «1 verdadero ¿ttet> rVl l íen publico? El resentimiento llego a mas , tea de las sii.ro esjems esperara a su héroe conscrt/ para darle al salir el quiza «lluro a Dios, y pura icdetle poier en la iraro «lgrr.es jeses; ras tile fue un crimen , la sensibilidad, ore es uta xir.ud , ¡cr la- lerse ejercitado cen nesotres, fte uu delito rué la • « > 1 v o a ]a prisión pero ¿\ ara que ceutartos en pcrswedir r:o« videncia atropello miento, despotismo y arbitrariedad , nwatdo (malquiera de los hechos relacionados per si rolo ccmpnitba $VÍde*tcs:en1e7 Exensfirtos referir a V. E. las per¡aiic!fcd«s <*1 rao..1.0 , puet> solo las premia la estirracion de v.urttreis ccttirc'ectr.t s. Lllcee que en este puuto de I-uje reiibio el oficial qve nes eseobaLa la orden para permitirntis bolser a nuestras catas , y en el n o- B'cn'd hemos pensado cu represeLlar a la prin.era u ¿igisiralvra de la nación. Si Le.uos obrado coa justicia, excelentísimo señor, si (titos Sostenido la libertad exponiendo nuestras vidas . si en estos pude» cimientos hemos acreditado que no nos arredran las la\< i.Ma«, cuando media el sosten de los derechos del pueblo que represen- tamos,- que se nos restituya el honor por uu bando publico que lo declare, asi cerno por un Lardo pul ¡ico se nos bu infamado inj jusli»n.enie ; pero si (cues delinquí* o, ruc senos fern.e procedo, . y que se nos imponga pena capilai, por que si sernos delincuentes contra la patria uos aborrecemos y nos interesamos en 110 existir criminales, sirva nuestro sacritft-io al exeu pío de les malos, y sin embargo de haber obrado con la mayor justicia, energía y libertad , por no desairar un gobernante, no se i;os puede dar una publica satisfacción, permítanos V. E. quemar con iodo res- peto el decreto de seguridad individual, el estatuto pro\ isicual y todos los código? de nuestro gobierno eu seis años , y esperar la muerte coino el termine de nuestras desgiacias , laxando a la tum- ba con las cenizas de los códigos guardados en nuestro sído a imitación de un cindadano oprimido en igual caso en i1 ropa. Sea ya la ley suprema la fuerza sola; no se eüga ya a les ciu- dadanos que la cansa de cada ano de ellos es un sagrado, cuya violación puede resistir con la faene , hable n es \a sin nat-euiu, y sepamos cual es el sistema por que denamames tanta sangre. X-tijc y noviembre 20 de 1815. jfil Excelentísimo Señor Director de Buenos-Ayrcs ExCrlkntisi.yo sknob st'PRK >to director.—Si tedavia el I om- bre de bien , amador de su suelo , merece turnar en el re i ele la sociedad , y si debe esperar protección eu el gobierno, cinco capi- tulares relegados de 1% ciudad de la Piata con todo el »i \ utu de que son capaces la ignorancia resentida, la auliiien, lnfe'tr- ya y el despotismot cempareten ante V. F. MM necií «e esta represen ta ciou á recordarle; que si (os puebles no han conseguido(t«1 cas srra aaorineio* el castigo de lo» vicios y «1 premio oV htm \inades.. deben en adelante cesar en ellos. Si Ja voluntad de un gobernante ha de decidir (te Ja inerte de una provincia, y hollar »u.i mas sagrado» dereclioa evitemos derramar n.