y. GRANADINOS, U-rstra lealtad os forzaba á correr en defensa del <8e? y de ja Patria, pero en vano, tari era la opresión »ef'. gonzosa en que os hallabais , baxo el déspota de la Frjn. cia , y el enemigo común de las naciones. Sevilla ha arroj Ciado los mayores peligros para asegurar nuestra libertad, y restituir el trono á nuestro legitimo Soberano Fernja. .do el Vil ; pero quiere os unáis á ella para asegurar .tan.gloriosa empresa. Aquella Junta Suprema es el pun- to de .reunión nías interesante por su localidad , y en don. de se hallan las ¿fuerzas de las exerestos y armadas espa- ñolas. Ya está declarada ta guerra al gobierno francés: !j esquadra que aquella nación tiene en la bahia de Cádiz se halla asegurada : ya está abierta .ta comunicación con los ingleses : ya podemos atravesar libremente los mares, co- municarnos con nuestras Colonias de America , conser- var aquellas .ricas posesiones, .gozar de todas las venta- jas def comercio. Ko haya discordia entre nosotros , obe- deced ahora -porque conviene a unos y otros .que obedez- cáis á los grandes depositarios de la autoridad Real. Pen- semos solo en rechazar á los ejércitos franceses , y arro- jarlos de la pcninsu'a , Dios protege visiblemente nuestra causa. JLa Religión , el Rey y la /Patria sean e1 movii de nuestras operaciones. J>i vncemos seremos ielices , si nos dexamos alucinar del pérfido Bonapart« y sus Agente*, sera ia esclavitud nuestro eterno patrimonio. '!■■.■ Reimpreso *n fuenos-Ayes- Jtyr¿ntaM las Niños Uxf¿*W< CORDOBA A LOS ESPAÑOLES El arrogante orgullo de la Francia, que ha destrozado \\ Religión y la piedad baxo el velo aparente de su refor- ma ; que impío ha atentado á levantar de entre ¡as ruina* a la nación -judia contra ¡las .maldiciones de Dios; que á titulo de felicidad ha esparcido por sus mismos pueblos y r los de casi toda Europa, la muerte, el pillage y la solarion i que con vil y seductora mano ha entronizado hombres desconocidos para tiranizar los reyunos; y que La falsa voz de una paz, que no busca, ha hecho gemir la humanidad, para saciar su codicia y ambición ; acá - de introducir en España un exercito, ansioso de la apiña y del botín } no el valor, no la fuerza de las armas, han proporcionado lo que ellos llaman triunfo y con • oista¡ la intriga y la traición de unos viles, que debían r los protectores de su patria y vuestra, 4a insaciable d de un Monarca , grande en irreligión , en ¿iranias, en bos y peihdia , han sido la causa que iba ya á ocasio- r vuestra ruina. Cobardes ! traidores,!::;: os temieron vosotros, y se valieron de la astucia mas vil para escla- vos: turbaron vuestra naciente felicidad: arrancaron «(idos de entre vosotros á un Principe justo, que acabáis reconocer, y á quien amáis con entusiasmo: derribaron su cabeza la Corona que le habíais puesto : envolvieron tinieblas y amarguras á toda la nación.; y con una fal- , política pretendían y prrtenden deslumbiaios para que "«ais el precipicio á que os exponen. Nobles hsparvoles: se bortojiz?*a el mundo, y las na- •M tod-is clamarán por la venganza : el intimo y fiel iJo de la Kspaña y de su Rey , c» el f-roz enemigo que , la por dominar á aquella para destruirla, y destronar * para « vasallarlp; el sagrado ngrnjb/e de Va an.ii tadYa habéis visto profanado por él, y servir de vf!0 á 5u perfidia: el malvado Godoy i quien habíais hecho caer de una elevación que tanto os ha costado, ha sido pro. tegido contra todas las leyes de la justicia, y se halla ele- vado otra vez trazando en Francia vuestra desolación: todos vuestros Principes han sido politicamente asesina- dos, para que dobléis la cerviz á una dominación quj aborrecéis: el engaño, la traición , la violencia han ob!¡. gado á vuestro legitimo Rey y Señor, á vuestro amad Fernando, a renunciar con lagrimas y fiemos suspir hasta el derecho de estár entre vosotros , y desahogaren tre los que fueron, y son sus hijos, la amargura de s corazón: y ya no esperáis mas que el éxito de una asara blea tan violenta como ¡legal, para saber el Principe fran ees que ha de mandaros, y las duras leyes ya trazad para trastornar vuestra Religión , saquear vuestras lg sias, escandalizar vuestra piedad, pervertir vuestras c tumbres, despoblar vuestras provincias , y hacer de rué tros padres, de Vuestros hijos y hermanos, murallas earne contra las Potencias del Norte y del Oriente, y» poner nuevos laureles sobre las sienes de Napoleón, enemigo de la humanidad, del que pospone á su gloria felicidad y la sangre de si» pueblos , y de aquellos que Te someten. Españoles: llegó el caso de correr el velo,: llegó «poca de sacudir el yugo: la Religión clama :. el amor ¿ Patria os estimula i vuestra sangre debe derramarse vuestra defensa, antes que por la gloria de un conqui< dor extrangero; y la lealtad á vuestro legitimo Sober debe romper ya los injustos diques en que se había rep mido. Fernando VII vive; Dio* lo protege, y quiefe r le seáis fieles en medio de su desgraciar; se acuerda de sotros, y espejar el momento feliz" de verse por vue» esfuerzo y valor en el centro de sus pueblos. Hasta ahora todo era turbación:: temblaban los c° des , se alegraban los impíos, infames aduladores se pr ;fjbjn á desacreditar injustamente á todos vuestros P>?r?. «es, p°r P'odig** inciensos á los enemigos de la Patria; los buenos patricios esperaban el momento en que pu- ¡¿ten desplegar los rasgos heroicos de su antigua y con- eflita lealtad , valor y patriotismo, provincias de España: llegó este momento, la Andalu- ¡, ha levantado el Estandarte dé la justicia , y ha pro- bado á Fernando VII: millares de hombres han toma' 0la» armar contra los franceses, y desde el anciano que sostiene en su muleta, hasta el parbuliilo que apenas uede andar, respiran todos un entusiasmo feroz contra [(¡tos enemigos de su reyno : considerable numero de tro- pas regladas con Generales y Oficiales defiende también la Bthrría causa: municiones y armas de toda especie, dine- ro, pertrechos y víveres , todo esta listo en abundancia; v una Junta Suprema de Gobierno, congregada en ía Ca- pital, todo lo dirige y organiza. Ba Españoles; á las armas ;< sed rieles á Dios, al Rey y á la Patria : no perdáis momento para libraros de los ma- les y opresiones que padecéis, y os aguardan ; unios á esta Provincia y seguid su ejemplo: vindicad Vuestro honor, trio permitáis ser arrollados y esclavizados por un exer- cito, acostumbrado solo á vencer por la pusilanimidad y degenera miento de los pueblos que ha batido: el que tenéis* «ir España no es muy temible, está enfermo, y dividido en facciones y partidos : las argollas Ó esposas han condu- cido a vuestro pais á muchos de sus cuerpos, y todos te- men el valor de vuestros brazos unidos, y el rilo de vues- tros puñales : pero sobre todo, el Dior de los Excrcitos esta a vuestro favor; clamadle confiados, y veréis i Tas' águilas francesas caer a vuestros pies, confundido el or- gullo que laS exalta : decid todos a una voz, VI VA FER- NANDO VIkV, y mueran los franceses; y sea la señal del combate:::: SAN FERNANDO CONTRA ELLOS.PROCLAMA ron A DE¿ EMPERADOR DE MARRUECOS. Nimo .para .el cristiano jr ¡hacerle ver que todo lj i Desgraciado cristiano! Alá os está probando por diferentes modos : primero os di ó un tirano gobierno ambicioso por dinero, que es-te haberle quitado á m| primo Carlos sus tesoros .y vuestra sangre , éste cayó,¿ hic ict e rruiy rjnal de no haberle hecho , zarra , zarra ( quie. W decir cortar cabeza), pero no lo hicisteis porqueta tabais doxmi ígs : después entrasteis con otrvo tirano, que e;tar ambicioso por Rey nos , y é>te quitar i mí nrim» Carlos del suyo, y á todas sus gentes, por querer quedar- le con él , y venir á quitarme el mao después de tenerlo» mucho tiempo ¿lia. Despertad cristiano». ] Ah perro Cor- so ! que le di site .opio a los cristianos para cogerlas ca- bezas principales, y ent-rar con descuido , ¿por qué no entrar con sable en roano í Que entonces ver como los Cristianos hacer zarra, zarra. . Cristianos, «un hibei* dispertado en tiempo, tanto traidor cerno tenéis entre vosotro* •"- que Sevilla estar leal, i rte y dura al hijo de mi primo: que esa perra nación estar aborrecida de todas las demás. Animo lorte ¡cristia- nos y aclone* para que conoz can jquiee es el perro Napoleón ¿ y se levanten contra él no dprmir mas cristianos. Noble Junta-de Sevilla, iu>cio¿a jftftq* v dura con todo fc.^Hor contra, el Jújo de mi prjdfco. que A|ate,U> p-t^ra. Tetuam 14 de la lur»a de Chiban (10 de J unió). =- Ali Mth^»et t ñuo/»ldje siüi.vtí\del ^lof.ca. fo$jfeimpra¡p en Bycnoi- Aya: Imprenta de los Niños Ex¡\ós¡tot> VALEROSOS ESPAÑOLES, 0ApfTANTE$ DE LA G1UD.AP DE ALGECIR AS. | Vosotros sabéis y estaréis horrorizados del atroz pro- cedimiento del Gabierno francés: de la necesidad violen» ta del Tribunal depositario del Código nacional en h» birlo consentido y aprobado : de la utilidad de la llamada Junta de Gobierno en Madrid 4 desde que emanó su au- toridad de una ilegitima, y tomó el titulo de Lugar Te- tiente del Reyrte un extrangero. La Suprema Junta .de Sevilla os ha instruido com- pletamente de estos acontecimientos; y erigida en Supre- ma con legitima autoridad, os ha convocado para tomar lat armas, y repeler con ellas el pérfido enemigo, que después de haber arrancado de entre nosotros á nuestro amado Monarca .Fernando TJI con engañp y perfidia, intentaba hollar y destruir vuestra Sobeiania so color de reclamas, renuncias y abdicaciones ineficaces, violentas y desautorizadas. En usó de su autoridad Suprema , aun ta hecho mas la Junta de nuestra Capital; ha juntado tropas, las ha dado cabos expertos y esforzados, y ha deninido valerosos Leónidas para que por ahora com- ban si es menester en las Termopilas : en los estrechos pasos de Sierra Morena , y dén lugar con sus victorias á organizar exercitos* á disciplinar os , y á despertar en Esotros el valor, la constancia y la sobriedad de vues- tros abuelos, que ninguna nación sobre '.a tierra os puede Esputar. Abrid nuestra historia, y hallareis estas verda- "J" demostradas. Descendientes sontos dé los vencedores ^lós franceses en Cerinol? , en el 'Careliano, en Pavía, 5an Quintín, Fuenterrabia, y en quantos parages y oca- [Jojífes hemos sido bien' mandados: dígalo últimamente v$tes;: si por desgracia hemos degenerado algún'tanto PP'^irestYas glorias militares, acusarnos á las circiinstan* c,is que no penden de posotros> y bagamos ver a la pos• 5)