J morir en «1 .campo del honor, coi» tat armas en la m,, no, defendiendo nuestro Monarca, nuestros hogares • . tros hitos y esposas? f»i en el mismo momento quer$| tropas de bandidos estaban rccib eido los mayores ob«e.i qwios y favores de los habitantes de nuestia Capital, t,,,| asesinado fríamente mas de dos mil personas, sin ür,0 motivo que haberse defendido sus hermanos msuitooi «qué pudiéramos esperar de ellos dsspurs que no; >>Mhie! sen dominado? Su perfidia con nuestro W<-y y toja egu< jos de que no puede abandonamos en causa tan jaita, corr&mos á arviqAÜar y arrojar de nuestra Península ni cion tan pé.hda y execrable. Reimpreso en Bueno* Jye4iimprema dt Nihot EiPpásiM. lK JUNTA DE GOBIERNO DE SANLUCAR de Barrameáa á sus habitantes. \jk maidad execrable del mas bárbaro usurpador del nirerso se ha extendido á manera de a poresiej,,, postor hipócrita Ja ultima prueba de su temerario arre j0 Lo» R^ynos de Europa que han visto coTrer tinta<.ln! gre por sus dominios; q\ie lamentan la periKH, »{i ,,, vilecimiento de sus xefes Supremo», q Moran a. i ^ n : í ; >i Rámprew en Quinos- Ayre:; Imprems mÜ /w Niños Expésitou PROCLAMA BE UNJ\ ESPAÑOLA A SUS PATRICIOS. f * [_jBales españoles: rasgóse en fin el velo que represen- taba en la escena del mundo a Napoleón c«mo á un ver» ¿idtto héroe , apareciendo con los propios coloridos de su carácter: ¡oja á nos fuera posible apartar nuestra vista tara no percibir tan infame borrón i España abatida y consternada se ha visto subyugada por la mas negra trai» cion ; y enervada por algún tiempo parecía hiber obscu- recido su nombre respetable y aun temido en mas felices- épocas; prro este nombre ilustre, la'heroicidad que le es propia no se hallaba extingida del todo: yacía envuelta Mt/e las cenizas de las circunstancias, volviendo á rena- cer con mayores brillos para asombro de toda la Europa» Si,nebíes españoles, la gloria de Sagunto y de Numancia, i.ae no han podido borrar tantos siglos , es la peor suerte que nos puede caber. Nuestros Soberanos se hallan presos, no por la fuerza de escuadrones armados , sino por medio de engaños y traiciones. Esta perfidia inaudita, la de denigrar sus au- gustos nombres por medio de infames papeles públicos, y sobre todo la de habernos privado de nuestro amado Femando Vil , nuevo sol que empezó á reproducir en nuestros corazones el júbilo y las mas lisongeras esperan* z*s,pide el sacrificio generoso de nuestras vidas; es pre- ciso ofrecerlas: la razón y la justicia nos acaudillan, y el brs.zo del Dios de los exercitos nos sostiene. La historia «tarapara por siempre en sus fastos la taorrib'e traición finfame felonía de Napoleón, le arrancará el titulo de pVtfi que Ir daba 4a Eurot-a engajada , y decidirá que c te d.iítado conviene se ap'.ique mejor al mas intimo de jc« ^pañoles, sí ^ amados patricios, ese ardor que os "flama , es- nob'e entusiasmo con que os ofrecéis á mo- ,ir idiosos por nuesuo Fernando Vil, 00 es movido