provincias} "Pt vinci.hr 'de arengo 'y del tforte- ^neces'ta mas ¡olio que su nombra? No lo creáis. He adquirido los tter¡¡t< chos al tro rio para renunciarlos en vuestro Principe. Carlos n\t dió la corona ^ y yo se la vuelvo con mas lustre á Fernando. 4}¡l lo tenéis: pero vuestros insultos y vocinglsria, ya no os kíc^n acreedores á mi omnipatente protección. $i acaso el ¿Batísta de Madrid ha dicho que yo iba á mudar de dinastía , es un rateri/f0% pícamelo, mal hombre (r). -.Quién h dixo al ver gante tal m- prstura} Es un miserable que me ka desacreditado; pero p /c éffez'CO aue tlivara para peras. Cátese Ym. al píe de la letra. Señor Iledaftor, !0 que ya á suceder, y apuesto la subscripción* de un año, y Ym. me la dará de valde. Eite es el resultado de las sesiones de mi chimenea, y este será el paito de los montes de Bayona. Gracias á la energía y valor de la nación, y al visible favor del ciclo. tfO que sucederá después , aun no lo sé: pero la presencia de nuestro amado Soberano mudará la faz del minio. Por lo pronto nadie le quitara a) diarista de Madrid el que le aprieten el gazriafce , ni á ,mi el ofrecerme a su disposición , como su afecto y apasionado.-F. Angulo* (i) Para justificar mejor la entruchada , es regula; que mande ahorcar á este Literato, -i. » .'. nii iitiiA ti n * 1 •.....i * Reimpreso en Buenos Ayrts \ Imprenta de Kmos Expésitoh Ano de 1809. IA NACION ftÜPAÑOLA A S0S HERMANOS los portugueses. £jLegó ya la época gloriosa, portugueses, de sacudir elyugo destructor que nos oprime : valerosos deseen* dientes de los Acuñas, Gamas y Alburquerques , España as llama: despertad del letargo: acordaos de las glorio- sas hazañas de vuestros padres; á estas sois deudores del honor , riquezas y representaciones que gozáis: ¡hasta qusndo habéis de ser fríos espectadores de los horrores que oprimen a la Patria! ¡Qué fatal destino es Portugal el tuyo ! ¡asi be abandonan tus hijos al'capricho de un tirano, que todo lo promete y nada cumple! Os Mama sus hijos queridos , y pagáis este dulce nom- bre con 100 millones de pesetas; declama contra la aban- donada agricultura, y arranca de vuestro seno los ro- bostos brazos que la cultivan, emigrándolos con vio- lencia al Norte, para ser allí sacrificados á sh ambición siri limites: ofrece respetar vuestras leyes, y su código luego las destruye. ¡ Religión , Santuario y Ministros, qué degradación no habéis sufrido 1 Lisboa , ciudad opu- lenta y religiosa, patria de héroes, ¡qué fin tan la- mentable te espera, sin Rey, sin nobleza ni comercio! Y» no existes: tu gloria acabó para siempre. Restos glo - liosos de los Castro* ; Ataydcs y Mascareñas , reWivir y electrizar á vuestros compatriotas: intimadles ; que se* imán á nosotros: cejad ya en vuestros odios y rivalidab- ais; Taj» ya no existes. Portugueses nobles y genetosos, unámonos i 1« patria lo exige; ruestros intereses sor inmunes: acometamos á una: divertid sus fuerzas tan decantadas y será* destruidas: el amor de la patria os ¡•'fiama : corramos á las armas, amigos: unión y cons» timcia se necesita y hemos vencido. ?..-Í£ '.«»ír¿n2¡í cr,fctlaií v .fr tornar, nn afijáispn-.c H. ■ {tA JUNTA CREADA Btf YIKTUD 0fc ORDfií de la Suprema de Gobierno que reside en la ciudad de Sevilla. A todos lpi habitantes del Puerto de Santa María. | T O P -i A espantosa convulsión que ha reinado en nuestra des- graciada España por largos y tristes días, acercaba ya el momento de su¡ruina , y llegaba con rapidez el cuerpo político á la disolución y á la muerte. La feliz exaltación al trono de nuestro muy amado Soberano D. Fernando Vl< había ya fixado la épaca de su restauración , y de nuestra vida, quando un tirano ambicioso, embriagado con el placer de la conquista lo arranca del seno de su capital á fuerza de perfidias, nos lo oculta, y lo retiene en su poder para humillarnos en una esclavitud vergonzosa. Españoles, vecinos, habitantes del Puerto de Santa Ma- ria corramos á libertarle: saquemos de la dura opresión qué yace á un rey desgraciado , cuyo ínteres es el nues- tro; que solo admitió la corona para hacernos felices: tomemos á nuestro cargo su causa, la de nuestra religión, la de nosotros mismas, la del mundo todo ; porque un conquistador fementido es un enemigo del genero huma- no ; y lo conseguiremos. No es invencible Napoleón, no¿ la naturaleza humana ha puesto ciertos limites á la am- bición del hombre, que no le es licito traspasar, y tal es el termino, que ya toca el Emperacío? de los franceses. ¡Qué gloria" para el rey no de Sevilla haber sido la barre- ra de su tiranía , y de sus usurpaciones! Ya España toda arrebatada del espíritu de lealtad, y dirigida por divino impulso se mueve á la venganza. Españoles somos, ju'a- temonos a ella i pronto: no esperemos qué un eactrangeío nos imponga con [ardides un yugo vergonzoso , para ir después á costa dé nuestra sangre k aumentar su ambición y sus conquistas en remotas y heladas tierras... Mas para conseguir empresa tan importante es menester ser dócil» sumisos á las leyes. Afirmemos entré fiósotrós el fjiieri ¿«jen y la disciplina ; que la justicia sea respetada ; que „ingun delito de qualesquiera clase quede sin castigo. Li Junta y los Magistrados de esta ciudad esperan de sus RUr nobles y muy leales vecinos que contribuirán con quinto esté de su parte, asi para conservar el sosiego y {anquilidad publica , cuino igualmente para las necesi- tes de la presente campaña, cada uno según su estado, u calidad y sus facultades. Puerto de Santa María dos * Junio de 1808.- D. Francisco Martínez Santizo, Secre- to r. = D. Antonio Rodrigue* Salas , Secretario a. ADVERTENCIAS AL PUBLICO. K conmoción que ha habido mas ó menos violenta en* oda la Península de España , ha sido útilísima par.* des- atarnos del letargo en q*ue yacíamos , hacernos conocer uestros derechos, gloría , y deberes inviolables réspede nuestra Santa Religión y augusto Monarca. Necesita- mos de un fuegp eléctrico que nos agitase y sacase de fiicqion paralitica : de un uracan impetuoso que arrastra- Ha atmosfera cargada ¿insalubre que nos rodeaba y aba- la. Felizmente se ha verificado este único antídoto que odia salvarnos. Pero es preciso conocer que quando lo* tmedios ingentes se continúan, después de haber produ- jo el buen efe cío que se esperaba de ellos, destruyen, «iquilan y matan : que los grandes esfuerzos atraen la de- mid indirecta peor que la dire&a , porque quedan de- jados los muelles. De aquí es que habiendo sido utili. H la fermentación popular, general en todas) las po- iciones libres , si có'ntináa pasará no á espirituosa, sino pútrida; es decir, á destructora y aniquiladora. É$ '-«ano entrar en orden , confiarse en los Magistrados, W quienes pét sus luces, éstudios y experiencia son Paces de meditar, combinar y determinar con referan-cía á las circunstancias , medios é importancia de ante cedentes. Sin conocimiento de éstos, el mas sabio pre. varica. ¿Y cómo los tendrá una multitud confusa en «(,, resuenan mas las voces agujas de la muger y muchacho» Mas contrayendome á esta ciudad creo que parj quasi toda ella son inútiles estas reflexiones por Sá6ü,s y aprobadas de su vecindario el mas ilustrado y culto por su comercio, trato y crianza. Son muy poces |ot idiotas que solo sé gobiernan como por instinto ; son aun menos los que corrompidos y miserables por sus vicios solo pueden vivir en la confusión y desorden. A estos st han unido otros de su espicie de los pueblos comarcanos que huy en del a istamiento preciso y honorífico que se hice, que holgazanes y vagos tampoco quieren emplear sus brazos en los precisos trabajos de agricultura , y el recoger la abundante cosecha con que la Providencia pro^ cura socorrernos. Tales son los que han tomado por toda ocupación buscar pretextos pará alborotar, conmover, quitar la tranquilidad al vecindario, y no dexar, inclu- sos los Magistrados , ocuparse á nadie de sus deberes, la les conoce ya , su corrección , si no se enmiendan, *¡ na *e retiran los forasteros á sus pueblos, será segura. Se forzará á los bien constituidos a tomar las armas , se pon- drán en trabajos forzados los que no sean aptos, se en- cerrarán y castigarán fo$ muchachos mas díscolos por des cuido de sus padrss , y también á las mugeres que levan- ten el grito. Las ¡tropas, todo el vecindario, la espadi de la justicia , las leyes , y sobre todo el mismo Dios, que lo es d: las venganzas qirando se abusa de sus mise- ricordias, me autorizan , y ' nf* ayudarán. Higolo sabir para que nadie alegue ignorancia, siguiendo mi carácter humano v compasivo Jamas quiero castigar ¡ y re corregir - CxJiz 15 de Juño de 18^8 r Pintas d¿ Mo'iu Reimpreso en Buznas Ayret • Imprenta de Niños Expédtou NOTICIAS DE ARAWJUEZ del 7 de Octubre. Se han señalado por la Junta Central las divisiones Jeque debe constar el exercito español, que se dividirá tc x exercitos , i saber: 1.0 Exercito del Norte ó de la izquierda , al mando ¡nanamente del general Black , y después al del Marques de la Romana : consta de los exercitos de Vizcaya , Gali- cia , Asturias, y 10 mil hombres del Notte de Buropa que llegarán. x.° Exercito déla derecha, ó de Cataluña, al man- do del Teniente general D. Jmn Miguel Vives: consta de los exercitos de Cataluña , Murcia y Granada. 3.0 Exercitos del centro, dividido en dos operacio- nes de reserva, ambas al mando del r»-ineral Castaños: consta de los exercitos de Andalucía, Valencia, Extre- madura, dos Castillas, y 20 mil ingleses. 4.^ Exercito de observación al mando del general Palafox : consta solo del exercito de Aragón. Se ha estab'ecido ademas una Junta general de guer- ra, compuesta del Bxcmo. Sr. general en xefe del exerci- to del centro D. Francisco Xavier Castaños, Presidente, ausente por seguir su exercito. - El Excmo. Sr. D Tomas de Moría, Vice presidente, y dirf&or general de artille. ria.= El Excmo. Sr. Marques de Palacio = El Bxcmo Se- ñor L). Pedro de L amas.r El Brigadier de ingenieros D. Agustín Bueno. = El Brigadier de la armada D. G»i briel de Ciscar, con funciones de Secretario general, CPROCLAMA. Atalanes: dignos paisanos mios: acabo de Pegar 5 esta provincia por disposición de S. M. la Suprema Junta Central coo el objeto digno y glorioso de arrojar de ella prontamente un enemigo que hasta ahora ha hscho pro- bar a una gran parte d>? la misma tolos los horrores de la muerte. Sé qu.it haya sido siempre vu;stro valor, y las histoiias de lo pasado me recuerdan con entusiasmo vues-