•visen ¿t su nombre» apellido, y casa tn que vi- ve. Que todos los padres de familia y amos no permitan que sus hijos , hijas ó criados se mezclen en bullicios y concurrencias peligrosas , procurando evitarlo no solo con su exemplo , sino con la per- tuacion y corrección ; esperando el Gobierno que do perdonarán diligencia alguna propia de sus fa- cultades domésticas para hacerse obedecer f y en defecto y caso necesario se auxiliarán, dando cuenta é la Justicia. Y para que llegue ú noticia de todos, y nadie pueda alegar ignorancia , se publique por Bando en ia forma ordinaria , y de él se fixen copias im- presas , autorizadas de D. Ignacio Antonio Martí- nez , Escribano de Cámara mas antiguo y de Go- bierno de la Sala. Madrid dos de Abril de mil ocho- cientos y ocha = Y lo lubricaron Es copia de su original, de que certifico. Ma- drid dicho áia.¿=: Don Ignacio Antonio Martínez, REIMPRESOS EN CADIZ Por Don Nicolás Gómez de Requena, Impresor del Gobierno , plazuela de las Tablas, donde se hallarán. EFOLfTl C A. L equilibrio político tiene sus oscilaciones lo mitin» que el físico ; todos los imperios kan tenido y tendrán sus épocas de exaltación y de decadencia , pues son wtCvfteeM «es tan naturales como les meteorológicas en las escario* ftes del ano: la Francia se elevó en el re y nado de Luis XIV; y decayó en los de Luis XV y Luis XVI basta un extre- mo de debilidad, que los resortes de las letras y armas perdieron casi totalmente su elasticidad en medio de un aparente bri:lo déla mas execrable de ctrina de monstruos que llamaron filósofos, y de aqui enfervorizado el sentí* miento de los discretos trascendió a la plebe abatida , y reventó el fuego de ta revolución clamando libertad: una causa que en breve lo fue de toda ta nación , preciso era que prevaleciese y dominase algún tiempo V formaron su gobierno independiente, y la contusión general, particu- lares intrigas de ambición, y el amor propio de opinión acarrearon varias catástrofes demasiado notorias y dolo- rosas á toda la Europa: al fin vinieron á una gobernación democrática que ya se acercaba' á la equidad, aunque era de recelar no llegase a estado de calma y perfección, por* que sabido es que en las Repúblicas de extendido domi- nio es imposible conservar rectitud , siendo un plan del prospecto mps lisonjero, pero del interior substancial mas amargo; asi fue qué pronto una contra revolución por solo un nombre intrépido y temerario désbizo la decoración con virtiéndola en pocos momentos en otra de un gobier- no consular parecido solo en el nombre al de la antigua Roma; el pueblo francés poco estable, y amigo de succe- sjrasi novedades , puso mordazas -i los muchos hombres ■sensatos que 'desde 'luego presintieron el'; retroceso de la rueda » no soto al punto en que estuvo do Monarqtiia , si- no mas allá, muy pronto se manifestó el "prójñecto de aquel que se levantaba a absorver en ti y en su familia todos los cetros de la Europa: se Majo único Cónsul por «ttecafto*, y á pocos dias perpetuó, entusiasmó las gen • tes d« U plebe v traao a *í hombres semejantes que U im-fcícton los enarJecíesef 3ft?§Íeae* fue dueñoarbitro , y te puto ie corone de Emperador,, arrancando los votos de til nación con política guerrera, y obligando al Padfe de los fíeles á quet unciera ai que por ningún, aspecto era su hi^or no- taefVñ*lo~es^«a* prieerpios de religión no pueden ser de otro maestro que Atbéo* jqné directores espirituales traen sus soldados? {Qu£Sacramentos obser- van sino el del Bautismo? i Qué auxilios dieron ni aun por posttica a los infclice* catódicos que arcabucearon en ¿Madrid la nochedel * de Mayo? Fero j qué pu~de creer, amar rti esperar el (fue al pie de ta columna de Pompeyo, en Egipto», « invistió der mameluco y adoré eV Alcorán? Apartemos relaciones históricas tan sabidas, tomemos el ramho de nisestfO; te»a polilicej. u, ka Rr tocia jaatíé»»fase de b* opresión manirqoicab*i |T se presentó al mundo vestida de galas ensangrentadas, enaiboló la bandera de su libertad é igualdad, y vino* ser erv poco tiempo esclava de un déspota: ahora bien, «quál es mejor partido y establecimiento, el de confir- marse con lat^eá tuteles vicisitudes* compensando>c U$ épocas de gobiernos débil es, ignorantes y descuida dos con Ja» de Beto»*©*-, sabios, y enérgicos, ó subyugarse á la tir irania id* un advenedizo? Nada dudóse *& ia respuesta, y *olo veo-ionos á la conseqüencia del justo castigo a los que piunsa v ea «n edí verdadero <¡ur*o de la razoA aquoll* Vqu¿ éleaisoioquirre dcsjtrruir coérfnenc»riicAeetia>, jsJvvio- lenta «esU ei7e*tremo de entpoñeMc «it invertir el giro «que ¡establecí» le Invidencia para-la' conservación de le asombrosa máquina q¡ue creé, es en una palabra afusile de ■que henrofr trabado ¥ las-vicisitudes, alternativas del bien y del mal; i acaso puede +«ber .filosofia verdad 9 racuyo* prítópiq» sean la Íe¿s*iiav'Wv*¿Unciaaíh #«* . i0Í dí» rf» sapjd«i Jt eonsequenci»»* ftíejjdady^rjficip» 4*b España p*ra cpq su intimo aliado jN.apoleon , ¿que dir£abotavtodo,el mufle do de unos salteadoras alevosos capitaneados ftoC/,qV<¿9¡#f BM WtinBP aJia^flee^con «¿aj rrsjisnaa* a§rfiaa; >dn>m4*ta;4 traian escondidos Ips puñales ftoñÍ*iKe*\*fiM&«*rí"afejnt^rc*4^ riotrxxi noiii>e*no5 n* tl (:CMga,frtpS;Jaiidébiles sMndighatj causales de au u>oc*4y .miento i *JjGbHv^ec^uot^d ^y^f Ucerí supoegtmof ce^ot^fej^ftídie'buee ^ft^«^«i^^w* e\ modo de evitar las desgracias de un Qobi^rno e^auger*? y *migo , es elJconsf jo , la corrección ¡írateraei , los'auxi- lios : asi se demostraba un vea-dad^rp ie(«resla leal anajs- tad que p-r«gonaba 9 á buen seguro qsM^Aifóp4fvaí.njfjse.hu>- bicra .neg4dp á adUiaitir sus c.ód^s ,*U6 lepciones. v y aun su* directores; pero no eraeste el fín, sino el déla vil usurpador*. U.> grande consuelo nos debe^uedar * los empalióles á Je faz dé b-^ufojpi',, i>or dp»fei^x|one$ muy d.ig"ag; pri- imefi v qJuer *£W« hombrea de s^l^fn-engaíiep ¡sjOíWnefte loa ,ma fevv.odoSiiv M|urtde* q¡ue , las ie^ce^Svultlna9 s (¿rnar»"gestan Ja ,r.u*na¿4^p<^ seido de uoa total embriaguez , quando no ^» i ea; los ¡r es li- tados :indefe&ibl«s de su denigración en todo el mundo, y de la .perdida aun n\as indef: «Siible del vasto continente dp 4as A, me ricas ,,qwa lia'd* bscex triui^f «r áaiqu^Uos enemigpp •%w* quiere resistir; e*tepuet*ó neffucTÍa:',alguna exteosio^, pero Ja omúimQí por ser tan patente huU á lo^ rracnosfftotrjic*. ¿itiubr&gn¡á «• ir»t*e*no*nti1 < WiequIceaV pues que embotados sus sentidos y potencias, han perdido él site de persuadir-, no atinando i formar bien vestidlo» sotjíma*; quarrdo ya se han quitado ta mateara, y han des- cubierto sú «avilante* »• trastabillan y dividan «i artificio, arguy en con los furores y usurpaciones dé los conquista - dores de México; pues que ¿aquellos payses incógnitos Be conquistaron con el engaño, o con las arma?? ¿tenían alguna relación de amistad y alianza ? t alguna fe prome- tida", ni relaciones reciprocas de correspondencia ? barrenó Cortés los barcos en Teta-Cruz para ser alevoso con Mo- «ezuma f ó para ser un descubridor valiente? fis verdad que se cometieron excesos, injusticias, y aun tiranías; pero $en qué conquistas de paites conocidos no se han hecho, quanto másenlos ignbrÍdO*é incultos? Los franceses jcómo han tratado a sus colonos y-esclavos en las Antillas ? Pre- gúntese á los habitantes de Sto. Domingo; pero confesemos que todos han delinquido, y concluyamos reconviniendo ftl despreciable nuevo diarista \ escritor* político sin du4a tn ta ante cocina del Principe Murat: < porque nuestros padres cometieron orina enes, estaremos autorizados ó dis- culpados nosotros de cometerlos? Sobre todo es mucbo'ma • yor delito, mas bazo , mas infame el procedimiento del caudillo deles franceses con la fispaña y sus Soberanos, que todos losen que incurrieron !ó*: conquistadores de las Ameú -fiCa** : u s'fí ís onii¿ , r H'h si i i bis Oí t •< . '■ ■ Españoles, recobrad VueVrrtfc caracrer nacional; vsreWo natural btio, vengad tamaño agravio, la ira y el enojo cfezl ca por momentos , pee* que I* misma naturaleza hollada y ívu¡i>eradanpide convoebs penétrawees *arestauración : á tah grande obra os acompaña* la ira de ecííDios a cuya mrtfeh«ír- dad se atreve NabucedontJsor queriendo trarurornar'fys cria, turas y el orden excelso y adorable de su Omnipotencia, -franceses, escondeos de yerglienzi, confundios y sentidla humanidad efeníaidá \ "franceses , vmida nosotros a vincular una verdadera fratetnií*jd ; ta región y «a buena fe Oí vol*- veían la dulce tiH¿£&&£A#*'P**9 Í" ^"M' *f"** A TODOS LOS HABITANTE M LA AMERICA MERIDIONAL. . • •• -.^f :. ■ %. ■ & VJTRnefQso» y neles Americanos, no suceso espantoso y sin ezemple en lo* anales de todas laa naciones acaba de sorprenderos , agitando vuestro asombre y admiración. <*3e algún tiempo a esta parte habíais rlxado toda vuestra atención sobre las miras del monstruo de la for- tuna trapecio de nuestra Metrópoli. Estabais persuadidos de su des- enfrenada ambición por las continuas prutbas que había dado de eí'a, desde ei mona* oto mismo eo que se supo ia exigencia de ese hombre desconocido ; pero sabíais también oue España bahía sacrificado á ia conservación de su a mistad, sus tesoros , sus exercilos j sus «squadraa y su comercio ; y no podiaia creer «i e» el mas violento arrebato de vuestra imaginación „ qne dtxase de corresponder á unos sacrificios que contribuyeron taa poderosamente a sas triunfos y á su eUvacioo. ¿i^uaotas veces lo ha confesado y publicado ¿1 mismo? ¿Y quántas ba protestado que oe baria la paz stn asegurar las justas y debidas iodegeizacione* á su intima y cara aliada? Todo el mundo es tesírga de esta verdad, y jamas podran borrarse de los papeles de Napotcoe la« expresiones con que nos inclinaba a creer que conocía sus obii* ¿aciones y aspiraba á cumplirlas. No por e-sro descansaban tranquilos ios ^srafioles en unas pro» mesas que siempre recelaron no estarían muy de acuerdo con Iva verdaderos sentimientos de un hombre ct*ya religión, buena fe, pun» donor y decoro se habían siempre reglado por las medidas de su am- bición y de su personal interés; pero mientras esta desconfianza se vaJanceaba con el peso de los graodes derechas que España tenia et reconocimiento y gratitud de Bonaparte , ninguno deqnantcs bwbitan el glcfeo «<• figuraba que en su viciado corazoo cupiere una altvoíia tan atroz como la que acaba de nxnutar. Kste monstruo abortado por Lvbiatan pitra oprnbrio del gfner» humano, después de haber debilitado á la sombra de su fingida \nvs tad , el poder de la Monarquía española , situando sin uecesidad gran par *• de nuestro exeteito en Portugal y %r%sbÉ en í^u <.oraz«.n, no se atrevió a pisar nui-stro sueio; y CDriv^rtierdé la visita, que bahía publicado venia á hacer á nuestres Stjberar'c.*, en ona trama de iniquidades, tuvo arte para Ikvariof- ai dt su du* minacion donde en so prop;a faí« y haxo de su bárbaro pfder inS forzó á las re«unci«i> invalidas y nulas de ^ ue ce mpfetáníerae h*