que hacia saber i todos sus dignes vecinos, y f],, les habitantes de qualquier calidad , gerarquia ó condición que fuesen , el haber fallecido en el mif. mo dia el Serenísimo Señor conde de Fíoridablan. ca , presidente que había sido de la Suprema Junta Central gubernativa del Reyno, residente en estaca, pital en cuya virtud, y puntual cumplimiento de li k ai orden que á dicho objeto se le había comuni. cado , mandó que desde el dia siguiente todos v¡¡, tiesen lutos rigorosos, por nueve días consecutivos en demostración de sentimiento general , y segur, por todos títulos corresponde á los singulares meri tos, y recomendabas virtudes del expresado Serení, simo Sr. Presidente, Esta Junta Suprema con fecha del 30 del qui corre ha mandado publicar el edicto siguiente := Bl Sr. Don Antonio Cornel , ministro de la guerra, en papel de 28 del corriente dice á esta Suprema Junti lo que sigue* „ Excmo. Señor Bl Rey nuestro Sr. D. Fernán* do VII, y en su Rea! nombre la Junta Central Su* prema gubernativa de! Reyno, se ha servido resolver que se corte absolutamente toda correspondencia con Madrid , por estar ocupado y dominado por el enemigo. De érden de su S. M lo comunico á V. R. para su gobierno y cumplimiento.1* Y para que tenga el debido cnmplimiento se hace saber al publico de orden de esta Suprema Junta. Keal Palacio del Alcázar de Sevilla 3) de Diciembre de i8u8.-= Juan Bautista Estelier , Secretario i,° Reimpreso en Buenos Ayret: imprenta de Niños Expóistou Año de 1809. I GLORIAS DE ANDALUCIA, ht y en ella de toda la nación. ^/Víídaluces , invictos Andaluces , levantad con denue- do vuestra vos para publicar al universo entero vuestras virtudes, vuestra libertad, y vuestras visorias, j Dias memorables de últimos de Mayo , con que agraciable as- pecto os presentáis i mi imaginación acalorada! Vosotros fuisteis testigos de la gloriosa resolución de las Andalu- cía»: sacudamos el yugo opresor , proclamemos á nuestro Fer- nando, y juremos morir antes que ser vencidos he aqui la voz que unánimemente resonaba en la Bética : pero jah! en el momento de prorrumpir en estos gritos , volvíamos el rostro hacia las gargantas de nuestra Provincia , y ya veíamos que en ellas se señoreaban las águilas francesas. ; Como era posible buscar armas, disciplinar soldados, organizar en fin un exército al frente de 18 mil com- batientes que espiaban nuestras operaciones , y amenaza- ban nuestros movimientos ? En esta situación el valor parecía luchar con la desconfianza , y los ánimos anda- luces vacilar entre la esclavitud y la muerte: pero no temáis , dentro de nuestras Ciudades se reúnen al mo- mento zelosos Magistrados . cuyas providencias deten- drán á ese orgulloso enemigo; Castaños, Esca'ante, Re- ding, Coupigni , Lapeña y otros invencibles guerreros, vuelan á presidir nuestros exércitos , y la victoria cami- na delante sus pasos. En hora buena que ese altivo ene- migo consiga con una pérdida considerable de sus tro- pas, adelantar el camímo de su usurpación, y se intro- duzca en Córdoba, que robe, que cometa sacrilegios, que derrame vilmente la noble sangre andaluza ; sus crí- menes irritarán mas la cólera del Dios de las venganzas, y su irresistible brazo protegerá nuestra justa causa. En hora buena que el pérfido Diipont , valido de la trai- ción de q.iien no merecía el nombre de hspañol, con- »¡ga introducir refjer^os para su exército ; estos nuevos toldados aumentarán el número de los vencidos. En ho-ra buena en fin , que las astucias de ese General em- briagado en su so! er lia intente nuevas correrías , ¿ invada Ciudades ir c ef: .sas ; las fortalezas y calles de Jaén serán testigos de n íestro valor, y los fugitivos Fran- ceses comenzarán a sentir escarmentados el esfuerzo de sus enemigos. Pero la venganza andaluza no sufre ri dilaciones; nuestros exércitos claman por el momento dt la victoria , y ya va a ejecutarse el maravilloso plan que han trazado nuestros Generales. Todo anuncia la próri- ma ruina del tirano. En efecto llegó el dia 19; dia dt nuestras glorias, de nuestras venganzas. Campos de Bay. lén , vosotros visteis á nuestros exércitos situarse impá- vidos en los puestos señalados para la batalla , las tropas enemigas se acercan , y un muro impenetrable de esfor- zados combatientes las rodean por todas partes ; los gri* tos de viva España, viva España, anuncian el momento de la batalla ; el ayre se incendia mil y mil veces: los ayes y los gemidos de los moribundos , el roneo estruen- do del canon hielan los espíritus.; pero nuestros soldados cada instante se reaniman mas y mas; venganza , sangre y destrucción contra el enemigo , este era el clamor que por todas partes resonaba, En el Ínterin el exérciío francci abatido y desolado se disminuía por momentos , la mu- erte con su segur ensangrentada vagaba veloz por las fila«, señalando victimas en los xefes y soldados 3 centenares de moribundos apiñados exátaban sus últimos suspiros , mal- diciendo la existencia del tirano que los arrastró á la mu* erte ; el hambre devoraba las exánimes reliquias del exér- cito, y la rendición era el único refugio que les quedaba Orgulloso Dupont, inclina tu cerviz al valor andaluz; 'i rendición ó la muerte : elige entre los dos extremos. Ha vano te vuelves á tus soldados lánguidos y descaecidos :/a vencedores de Sena y Autertits perdieron su decantado ei- fuerzo al frente de los Andaluces, y solo desean un a i.o en la generosidad española. En vano tu avaricia te recu- erda las inmensas riquezas que vas á perder ; el Cielo ro permite que conserves entre -tus infames manos el frute robo y del pilla ge ; y de 1 pues de trece ataques, y a$tantas vigorosas resistencias conoces la impotencia tuS fuerzas , y te rindes á discreción con toda tu tro- , entregando el rico y precioso botin á tus victoriosos miges, Españoles , tal ha sido U sueste de Andalucía d espacio de dos meses1; tales spn las batallas trabadas el exército francés, batallas en que por boca de nues- s mismos enemigos han reunido los Andaluces todo el or y esfuerzo de los antiguos Españoles , con el arte destreza que ta necesidad ha inventado para defender- de la ambición y tiranía Tales son al fin las victorias seguidas contra el soberbio que nos quiso oprimir, An- acía , objeto interesante de la ambición del tirauo por licuación, pob'acion y riquezas., canta , canta tus g o- i| y vosotras Provincias de España, en cuya suerte ne tanta influencia nuestra liberta l, ayudadnos á cele- rlai , ínterin acudimos con nuestros socorros , para e todas de acuerdo aniquilemos a ese ambicioso quej :nazaba nuestra independencia. M lA TACTICA WVEVA. llitat irritado «¡ Futre l ¡ Gran cul'ori! ver la protervia «Si tu miedo viera n que sus Decrttes „Nue«tro Emperador, agón desprecia, «¡ Ay l ¿de ti que fuera? «Con dos mil franceses (Y aun es mucha fue iza) «puedo saquear «Mil pueblos y aldeas, n A robar me atrevo «Quinientas Iglesia* «Tomar cien Ciudades, «Sugetar la tierra. «¡O espurio 1 ¿no miras « Mi frente cubierta « De la pa'ma que w Madrid o*e ciñera ? tgunta á Le fevre: Con qual linda treta ugetar podremos «a gentezuela ?* Le Fevre responde, es tiempo de fiestas 1 los Españoles Kj|ea qual fitras. Tur Zaragoza ^«e á Dios que pueda n i'uz y ocho mil V*i francesas*„ Batalla mas fuerte „ Mas dura y sangrienta „ No he visto. ¿ Qué sirve „ Ni Austerlitz , ni Jena ? ^ Yo me hallé en Madrid V vi que su Alteza Estuvo encerrado Mientras la refriega \ Ah\ Si su Gobierno No nos socorriera*. Las Aguilas todas Perecido hubieran^ En fin* gran Señor Zaragoza fiera..*** C>n menos no puedo Rendirla por fuerza*. ,, Hombre, me convences, „ Parte á toda priesa, vjTom» la Ciudad, „ Roba sus riquezas: „Del P.lar la Virgen „ Las tiene soberbias.,.. ,, ¡ *h! No retardes: „ Marcha , corre , vuela." Le Fevre camina, Y su tropa espera De tan gran conquista Gran botin , gran presa. Ya de Zaragoza Se acampan muy cerca: ^ Y ya van i entrar, | Ya están en las Heras. Palafox detiene Su loca insolencia; Los Zaragozanos Entran en pelea. i Oh! ¡quan furibundos P. P. Su rencor despliegan! Los pobres franceses En esta contienda Ven lo que no han r Ni en Blian ni en Jen», Se acobardan , huyen, Y de pavor tiemblan, Los de Zaragoza Entonces en tierra Tiran los fusiles; Pues les da vergüenza Lidiar con collones Con tal prepotencia, Sacan las espadas, Y á los filos de ellas Pasan los Gabachos; Y á uno solo dexan Para que á Murat Le cuente la gresca Este ¡ a y ! ¡ que rabí Se hiere , se mesa, Contra Dios vomita Terribles b'asfemias, Y mil maldiciones Al cuñado le ecba! „ ¿ Q.ie vale , le dict} „La táctica exelsa Con que sug'-taste „ A la misma guerra r „ Mira las ufanas ,, Aguilas francesas „Transformadas ya ,, En gallinas cluecas „ Héroe de Marengo, Vencedor de J¿na, „ Mira de Aragoa „ La Táctica nueva," F. S. WTA-MrN íft^r*) fw