SEGUNDA DEFENSA al amante de la constitucion, Contra el que se dice su impugnador. *uy señor mío: dige en mí primera defensa y j.eP't° que es una impolítica mover cuestiones de re- JS'on con perjuicio de la misma y añado ahora que 1 Papel de vd. de 10 del corriente es un conjun- ? de imposturas y un tejido de falsedades induc- ,v*s al servilismo, á la opresión y la infamia. To- °el está regado de despropósitos é injurias con mas- ara de tolerantismo, religión y sobriedad. |. , ¿Y un virtuoso que se llama defensor de la re- 8'on, desciende á personalidades fastidiosas indignas e los oídos piadosos, á críticas y murmuraciones ^ Ordenadas y á espreciones groseras propias de ^tabres sin pricipios? ¡Cosa admirable en verdad pe- .° fe estamos palpando á pesar dd empeño que han . toado los amantes de la nación para destruir las lr-ea? serviles y colocar en su lugar el acendrado pa- pismo! ¡Cuan distante está vd. del espíritu de las le- V de las reglas de la perfecta crítica! La líber- j.q de la imprenta, esa sábia ley de nuestra coos- tlcion fue establecida para restituirnos los derecho*que tamo tiempo nos había ocultado la malicia, el desorden y la hipocresía, para que todo ciudadano de* Tendiese su causa, reclamase sus derechos y enseñase á sus semejantes el sendero del bien. ¿Y cumplirías0* con dicha íey usando de ella para zaherir al p3' triota, infamar al inocente y cubrir con eL velo ¿e la sagrada religión tantos dicterios, sátiras y perso- nalidades odiosas á los mismos serviles? Pero á Pe* sar de juramentos estamos rodeados de falsos cons' titucionaies cuyo aliento pestífero trata de confundir y emponzoñar la verdad. Discurra vd sobre estoen' tre tanto le hago cargos de mas importancia. ¿Quienes son enemigos de la religión? úfff> turba (*) de frailes inútiles.,., perjudícales.^, títi' les en la época de su fundación y de ninguna rnt' ñera al presente. Pobres comunidades religiosas, di- ce vd., la proposición es absoluta y no admire es* cepcion Bien: con que si yo digo: una turba de', fe* drones me acometió para robarme hablo de toaos"J# ladrones del mundo. ¡Bella lógica! Y pregt'.t ;,¡'rf qué no siguió vd. copiando lo demás del pape: qújj impugna? Oiga vd lo que dice: una por, ion de ffáft¡ les que han profanado sacrilegamente el sagrado te*' id, que han ajado groseramente, los évangéliós, (¡itl han manchado la pureza de la religión revelada c6* un gran número de falsas historias, de indecente patrañas, de supuestos milagros * abomindbles Sfg. (*) Regístrese el diccionario -de la lengua castella11?' y se verá que turba es muchedumbre, y asi turba de.lr*^ les será muchedumbre de. ellos y no todos como quiere desatinado autor.3 VsrstJciones, Estas proposiciones son verdaderas pero n° generales, verdaderas porque están cimentadas so- kre repetición de hechos'(*) indignos de referirse an te Un público, y solo comunicables á Jos prelados y' gobernadores á quienes tocan las reformas de tan Perjudiciales abusos. No son generales, porque el ^ismo amante de la constitución y todo cristiano dis- llngue el mérito y venera á los legítimos oráculos de la sabiduría y á los perfectos depósitos de la re- gión. u Tjrifltóa ja , (líE/o loq on ) r» , íioiatni^v v ¡ r <) Dice vd. que en su terrible proscripción no entra solo el clero regular: también tiene lugar en eUa el clero secular, y la tendrán después los obis- pos y aun quien sabe si se estender a d... ¿Porqué n° acabó vd. de espresarse? ¡Que ejambre de desa- tinos! El arpante de la Constitución habla solamen- tc de los perjudiciales al estado ya por el nume- r° ó ya por percibir cuantiosas rentas destructoras ^el erario nacional, y si en esta proscripción entra a'gun canónigo &c. no será por sacerdote, ni por 1}1al cristiano, sino por oneroso al publico. Asi se vAtiende de la proposición; pero v. consumado im- t (*) Se oyó cantar en el pulpito en las mUiones de es- 5 capital el siguiente verso. Cuando en el infierno estes entonces verás el tema y alia te dirán los diablos y rema nanita y rema. Comunico este hecho tanto por haber sido público 6tl la plaza de Méjico cuanto por ser el menor de ellos, y JlUe solo prueba la falta de talento, y el poco respecto * 'a cátedra del Espíritu Santo.4 pugad or arrastra cuanto encuentra y destrosa sin saber por que regla Jas máximas equitativas de un hijo verdadero de la patria. Presindo de las ideas serviles de muchos frailes, de las que dá alguna noción el amante porque ni vd. ni yo sabernos las circunstancias de ¡cS regulares de la península, ni los motivos cuele morte' ron á espresarse de tal modo. Solo si u »e á vd. q^* juzgando (por poco talento ) incompatibles laConstito* cion y la religión, respiran (no por odio) el espíritu & confundir la primera con pretesto de defenderla segunda» Sigue vd diciendo: este infeliz, en la pr°" posición absoluta que le rebatí en mi primer pape' el dia ? mostró las puntas de sus uñas contra Di°5 &c. ¿Que locución es esta, señor impugnador? ¿£e un cristiano que debe perdonar á su prójimo? Son palabras de vd. ¿ Pues para que injuriarlo *de t» modo, cuando con razones poderosas, con aquella* razones llenas de fuego de que usaban los apostó' les, se debia impugar aUn dado caso de que fue^ antireligioso? Ademas ¿Que rebatió vd. áque no # le respondiese? ¿Donde están las soluciones á l°s argumentos que se le formaron? ¿Con que es cierta la impugnación primera solo por que á vd. le pare' ce? Gracias ai benigno publico que me dió la vio* toriá á pesar de que vd. se sostenga en lo dicho, 1 desentendiéndose de mis razones, pase á otro punto distinto sin aclarar el primero. iQue le habrán hecho los frailes á est* \ amante mejor diré enemigo &ct ¿Juzga vd. quel0* liberales, los defensores de la patria tratan de vef>' gar públicamente agravios hechos en lo privado'A • 5 Amigo rhio ¡ cuantos vengadores hubiera en esta época, y cuantos castigados! Pero por fortuna son Itlas juiciosos en sus pensamientos; y mas medidos en Süs espresiones, á pesar de que vd. los haga secta- r,°s de Vokaire y enemigos del sacerdocio; palabra no se encuentra en el papel impugnado, ni se deduce de las demás como he dicho muchas veces. *sté vd. persuadido de que todo ese párrafo está 'Multante y que el verdadero autor le haria maní- .^tes. las falsedades y calumnias que en él se con- denen. Dice vd. en el párrafo siguiente que mas ^e tres veces ta sospechado que el amante no per- tenece al aprisco de Jesucristo. Desprecio esta pro- posición por escandalosa é impía y paso á ver lo s'8ü'ente. Este bombre