JE1JSL 5Zk vi do hucerme candidatura a un hecho que en la opinión Miembros importantes «.leí comité de la Union Cívica radical, como también de la. Asociación católica y clel Partido -Autonomista, se bar» ser- indicaciones á objeto de levantar mi la l'residenci.i. de la Kepúlilica y es mi nombre se lia venido insinuando con uña espontaneidad que me honra soi .remanera: solicité un breve término para contestar aquellas inrlicaciones, y después de ma- dura reflexión manifesté, que solo aceptaría ser candidato si las tres fracciones referidas pudiesen ponerse ele acuerdo para ir unidas á la lucha electoral. Los distinguidos ciudadanos que han gestio— natío estas aproximaciones, han celebrado núme- ros.is conferencias y me lian hecho saber que no les ha sido posible llegar á un acuerdo común. No me concierne averiguar la causa de este resultado, y tomo el hecho pro.lucillo como base de mi resolución ante mis concimlu'lanos (jue retesa un ser-vicio antes bien, deseo justificar se atribuya á móviles No deseo aparecer como una pers< mandad publico que se le exiyt:: mi actitud, para que no e_foisAus y destituidos de patriotismo. .Ante todo quiero hacer constar que jamás h«e aspirado al alto rangej de la Presidencia de la República, y que cuando se me han hecho insinuat-io— nes al respecto, me he apresurado á manifestar que carezco de ambición á semejante honor: conservo y mantengo aquellas disposiciones de mi espíritu, de las que no declinan', sino-cuando pueda con- vencerme ile que mi aceptación fuera en verdad una solución eme impusiera el patriotismo para el bien común de la república Me he recogido á reflexionar en esta ¡jrave emergencia, y -como resultado final de mis medi— Liciones, he manifestado con sinceridad que en la forma en*que se propone la proclamación de mi candidatura- se me exige un sacrificio estéril, de- biendo al declinarlo, establecer que me considero único juez para apreciar este punto con completa im 'ependencia. No me alucinan ni me halagan los atractivos d lar, altas po-detones otici dí--i^Vl los es; ,:,-»!• h.i es que rodean al poder: soy modesto por carácter, y jamás he abrigado el peneniñiento de aceptar funciones públicas, sin que lleve iflentro de mi con- vicción la legítima esperan* i . i tizado tle corazón co:i su grandioso programa y sus elevados propósitos. 1 le creido que esa organización que agrupó bajo sus banderas amplias, las personalidades más importantes que hablan actu ido en la política de La política del aeisjírdo es simp.ilici en sí mis n i: pero la form t eft' que s - ha desenvuelto, le ha alejado el favor de la opinión. I> >s pi r->'>n itir, y el señor general Mitre por la otra, juzgándose intérprete tle los sufragios de la capital, se dan un abrazo político p ira encaminar de acuerdo las sohicb »n<*s del presente, ¡ciando form is extern i> á lo qu - han a.-or lado sufs dos individualidades. Prescindiendo tle que el interior y la metró- poli pueden considerarse ¿orno entidades advera irías que necesitaran mediadores o parlamentarios, toda vez que la e ipital de la república es patrimonio común tle todos y tle cada uno de los argentinos que constituyen la unidad indivisible tle la patria--- prescindiendo, decía, de : este anacronismo, si el acuerdo hubiera nacido de elementos inici des de opinión, reposando sobre sus anchas bises, se hu- biera llevado á efecto una evolución patriótica completa, sin choques ni resistencias: pero todo hombre libre que estima su individualidad y que se considera cor. derecho p'-opio para cooperar á la constitución de los poderes públicos como tactor elemental de la opinión, se siente mortificado y deprimido ruando se le omimii—< que debe aceptar y obedecer los que dos personalidades han pactado. Ksta evolución, que no debo calificar, ha di- vidido en dos filas antagónicas á los que fueron compañeros de tareas e2' los dias anhelosos tle la I "aion Cívica: y es eu esta situación que se me prop me el altísimo honor de levantarme candidato p ir i 1 • próxim i lucha presidencial. Vo tengo mis principios de gobierno dentro de mi Conciencia y tle mi juicio propio. y si bien est tria dispuesto ú hacer el sacrificio tle mi tran- quil! latí y á concurrir a ta realización tle esos ideales que concretó el programa de la l Tnion Cívica, n > tengo la resolución bastante para que mi nombre sirva de Lundera de lucha apasionada, e-i un i contienda polaca* *Coii los que h ,i . :i poco tiempo fuimos"^compañeros tle tareas, anima— tíos iie¡ , in (pósii. 1 coihtlnV de prtq pciulei á una regeneración .wn oral, política y administrativa; pero si pudiese vencer en mí mismo est a resistencia, no iria tampoco á esa lucha, sin hacer antes un llama- miento patriótico á todas las agrupaciones que rechizan el acuerdo referido. en cuyas diversas filas, me hago un honor en reconocerlo, mili! m ciudadanos distinguidos que han .salvado su repu- tación y su buen nombre, en esta especie ele naufragio de que ha sido víctima nuestro desgra- ciado país en los últimos diez anos: época en que hemos presenciado claudicaciones y servilismos indignos de nuestra índole y de la altivez de nuestro carácter nacirmal. Oran parte ele las 11 es gracias que ha lamen- tado la república en el orden político, han tenido por causa eficiente la organización de gobiernos de miras estrechas y partidistas. que no se han dado cuenta de que la elevada función de gobernar en el sistema representativo, impone el deber de hacerlo en una esfera levantada sobre toda clase de pasiones. buscando la cooperación de todos los ciudadanos honorables y dignos, cualquiera qu- haya sido su filiación política; y hay que reaccionar resueltamente contra estas traeliciones de favori- tismo que periódicaments han encendido las pasio- nes, arrastrando a nuestro país á combates san— E A diversas agrupaciones polític.ts que combaten el acuerdo, condición sin la cual no haria e! sacrificio que se me reclama, y si la opinión libre de la repúblie- i me hubiese favorecido con el altísimo honor de presidir sus destinos, dentro tle las ideas ex- puestas, debo ni inifestar con entereza que yo no seria jamás el presídante de un partido político; no permitiría ni tolerarla á ningún ciudadano que me lla-n ira jefe de partido; seria el presidente constitución d ele la república y gobernaría con totle>s los patriotas elel país, con todos los hombres de concepto moral y social, buscando lo que la con- stitución ordena ejue se busque, ia idoneidad y la honradez pira los cargos públicos, sin pregunt irles en qué ñlas políticas han militado. Los hombres ele gobierno no pueden ni deben llegar hasta el poder, sin medir la intensidad ele los problemas sociales ejue envuelven en tristes presagiéis el porvenir y el presente tle los destinos nacionales, no para retroceder ante las obstrucciones y las dificultades elel acaso, sinó para pulsar las fuerzas concurrentes y los resortes guberna- mentales que han tle contribuir a dominarlos: pienso < pie me doy exacta cuenta, tle las funciones aza- rosas que la fatalidad ha preparado al gobierno del porvenir, y no vacilo en afirmar ejue la crisis financiera va á dilatarse y á acentuar su rigor en el próximo período presidenc»al;_yen< id is 1 »«~ esper.is del acreedor extranjero, necesitamos ahorrar sobre las necesitlades más premi. >s as tle la vida pública y privada, para salvar ileso nuestro crédit» > en los mercados- europeos: tenemos que estimular en todas las capas sociales, los hábitos ele la economia y elel trabajo absolutamente perturbados por la es- peculación desenfrenada, que ha tletenielo las indus- trias, volcaelo el crédito y precipitaelt> á nuestro país en los desórdenes tle las suntuosidai 1. Ante esta perspectiva, la lucha y el triunfo electoral es apenas el comienzo del sacrificio; pero yo debo preguntarme, si el será fecundo y eficaz, cuando se intente, bajo los auspicios ele un partido político, por grande y noble ejue fuere su bandera: la victori i tle Un partido sobre las angustias tlel presente, no será la solución salvadora ele los días futuros, ni es el g»sje de regeneración y «le ea.in- cordia que deben ncordnrse todas las fracciones militantes: todas juntas serán apenas suficientes para re alizar los grandes ideales ele un gobierno, que necesitará ed apoyo de todos los argentinos para gobernar sin fuerza, para economizar sin re- sistencia y jiara rest ililecer el crédito con el aliento del jjueblo, con el tributo de todos los habitantes del suelo nacional 1 le querido vindicar ante mis conciudadanos la resedueion que tomo: ella no nace «le un egoísmo estrecho, ni ele falla de decisión para servir a las altas es lea-ncias nacionales: nace tle los antecedentes «jue elejo manifestados y que ruego á mis conciu- dadanos se dignen respetar. Antes ele terminar neta ex|M>sicion, cúmpleme manifestare ejue me siento complacido de haber sitio tal vez el iniciador de «-st.i gran formula política ele las convenciones electorales, únicas capaces tle levantar candidatos tle Opinión, implantando entre nosotros el alto ejemplo democrático ejue nos viene de los ICstatlos lhiidt>s; hace anos que esta idea ha preocupado mi espíritu y el ele otros amigos políticos; desgraciadamente, la forma en que se sancionó no h i correspi >ndido al anhelo j-»atriótice> ele convenciones populares />;V;•/roducido como base de mi resolución :mte mis conciudadanos pie rehus i un servicio No deseo aparecer como una personalidad público que se fe exige; antes bien, deseo justificar mi actitud, para que no se atribuya á móviles e_£oisAos y destituidos de patriotismo. Ante todo quiero hacer constar que jamás h<* aspirado al alto rango de la Presidencia ele la República, y que cuando se me han hecho insinuacio- nes al respecto, me he apresurado á manifestar «pie carezco de ambición á semejante honor: conservo y mantengo acjuellas disposiciones de mi espíritu, de las que no declinan-, sin<> -cuando pueda con- vencerme de epie mi aceptación friera en verdad Hita solución tjue impusiera el patriotismo para el bien común de la rt-;>ública Me he recocido á reflexionar en esta grave emergencia, y -como resultado final de mis medi- taciones, he manifestado con sinceridad que en la forma en-que se propone la proclamación de mi candidatura, se me exige un sacrificio estéril, de- biendo al declinarlo, establecer que me considero único juez para apreciar este planto con completa independencia. » IVo me alucinan ni me halagan los atractivos Ue'Us alta» • fjívsiciormrs otici des^'pj lo» espirándote» que rodean al poder: soy modesto por carácter, y jamás lie abrigado el pensamiento de aceptar funciones públicas, sin que lleve dentro de mi con- vicción la legítima «rspe-ranza de desempeñar los cargos á que he sido llamado, cumpliendo seve- ramente mis deberes. Siempre he estado dispuesto á servir á mi país en las diversas funciones con que se me ha favorecido, y creo que en ellas he merecido el respeto y el aprecio de mis conciudadanos: pero en la difícil situación actual, median consideración»-s * le otro orden que no me permiten aceptar aquella posición, y que deseo dejar consignadas brevemente. lamas agradeceré bastante la distinción que se me acuerda, al considerarme capaz de llevar a la practica las grandes aspiraciones del país, concre- tadas en el hermoso programa de principios que ha servido «le base á la (irganizacion «le la l'nion Cívica Conservo como un título, la satisfacción de haber actuado en el seno de la Union Cívica, porque be simpatizado de corazón con su grandioso programa >' sus elevados propósitos. lie croido que esa organización que agrupó bajo sus banderas amplias, las personalidades más importantes que hablan actuado en I.v política de nuestro pais y en sus diversas fracciones. et»tah i destinada a cimentar una verdadera regeneración moral, y mientras funcione en su junta d«- gobierno, puse todos mis esfuerzos al servicio de sus hone- stos fines, evitando algunas veces escisiones dentro de su seno: en el curso «le nuestras labores, he formulado imlic iciones que me fueron sugeridas por un «^bsinteresadi ■ patriotism .. abonado por la pre— xasir^^v la experiencia; ell i< fueron desatendidas, pero los hechos se han encargado de probar «pie la razón no. acompaño en esta vez el voto de las mayorías, ante el cual me sometí entonces con respeto I .a escisión producida en el seno del partido, la he lamentado como una gran desgracia nacional, y debo darme cuenta de los hechos que se han desenvuelto, para justificar ante mis conciudadanos la resolución que tomo en este momento Veo á ka l'nion Cívica dividida en dos frac- ciones, la una que sigue lo que se llama el acuerdo político, y la otra que cree sostener el verdadero programa de principios, llevando la bandera levan- tada en las reuniones populares de i" de setiembre y 13 de abril. vez que común que constituyen I > re scindiendo, acuerdo hubiera nack opinión, reposando sot biera llevado á efecto la patria - úsmo, si - el lentos iniciales de {"sus anchas bases, se hu- ía evolución patriótica completa, sin choques n| resistencias: poro todo hombre libre que estima su individualidad y que se considera con derecho propio para cooperar á la constitución de los poderes públicos como factor elemental ríe la opinión, se siente mortificado y deprimido ciando se le coirimii—1 que «Jebe aceptar y «»be lee-e-r los que cl<»s personalidades han pactado. Ksta evolución, que'".no debo calificar, ha di— vi iid«> en dos filas antagónicas á los que fueron i-omp iñ ros de tareas en los días anhelosos de la I u n Cí\ ica: y es eu esta situación que se me propone el altísimo honor de levantarme candidato p ir 1 ! > proxim 1 lucha presidencial. Yo tengo mis principios de/ gobierno dentro de mi Conciencia y de mí juicio propio. y si bien est iri.t dispuesto á hacer--'el sacrificio de mi tran- quilidad y á concurrir a I . realización de esos ideales «pie concrete! el programa de la l Tnion Cívica. 11 > tengo la resoluonn bástanle para .pie mi nombre sirva de bandera de lucha apasionada, e; 1 un i contienda |iolJtc¿ '*«r«>il los que h:\st 1 hace poco tiempo fuimos^otti «añeros de tareas, anima- de*» del propósito 1 oniuitf de t>r"o"| «eudei A tina regeneración-«moral, política y administrativa: pero si pudiese vencer en mí mismo esta resistencia, no iría tampoco á esa lucha, sin hacer antes un llama- miento patriótico á todas las agrupaciones que rechazan el acuerdo referido, en cuyas diversas lilas, me hago un honor en reconocerlo, militan ciudadanos distinguidos que han salvado su repu- tación y su buen nombre, en esta especie de naufragio de que ha sido víctima nuestro desgra- ciado país en los últimos «liez artos; época en que hemos presenciado claudicaciones y servilismos indignos de nuestra índole y do la altivez de nuestro carácter nacional. .—»" Gran parte de las desgracias que ha lamen— t ido la república en el orden político, han tenido por causa eficiente la organización de gobiernos de miras estrechas y partidistas. que no se han «lado cuenta de que la elevada función de gobernar en el sistema representativo, impone el deber de hacerlo en una esfera levantada sobre toda clase de pasiones. buscando la cooperación «le todos los ciudad un >s honorables y dignos, cualquiera que haya sido su filiación política; y hay c|ue reaccionar resueltamente contra estas tradiciones de favori- tismo que periódicamente han encendido las pasio- nes, arrastrando á nuestro país á combates san- grientos y á luchas (raticidas, «pie n«> solo consumen las fuerzas vivas «le la na oionalidad haciendo re- crudecer odios internos, sin ó que hacen repercutir en el exterior el descrédito de la república, dando pretextos para que en la cult 1 l-'uropa se consi- deren á los estados «le l:i America española como condenados á una nn irqttia sin termino. Levantémonos á la altura «le los deberes que impone el patriotismo en «--ta grave situación. A todos nos alcanza nuestra parte «le responsabilidad en el cuadro «le «lesgracias «pie han sobrevenido, y á todos nos incumbe aunar nuestros esfuerzos, inspirados en el santo propósito de poner término a tantas calamidades. ristas aspiraciones c|ue se imponen come» una exigencia patriótica «Je nuestra actualid id. 110 se podrán conseguir sinii con el esfuerzo unido y colecti- vo de todos los ciudadanos rectamente intencionados, y las veremos alejarse, desgraciadamente, si con— tinúan las «livisiones y subdivisiones «le partidismo, incapaces de reconquistar aisladamente el bienestar general de la república Si se hubieran salvado las dificultades que se presentan para combinnr los elementos ele las llegar hasta el poder, sin medir la intensidad los problemas sociales que envuelven en tristes presagios el porvenir y el presente de los destinos nacionales, no para retroceds desórdenes «le las suntuosidad. Ante esta perspectiva. la lucha y el triunfo electoral es apenas el comienzo «leí sacrificio: pero yo debo preguntarme, si el será fecundo y eficaz, cuando se intente, 'bajo los auspicios de un partido político, por grande y noble tjue fuere su banderas la victoria «le un partido sobre las angustias del presente, no será la solución salvadora de los s argentinos para gobernar sin fuerxa. para economizar sin re- sistencia y para restablecer el crédito con el aliento tlel pueblo, con el tributo de todos los habitantes «leí suelo nacional I le querido vindicar ante mis conciudadanos la resolucrion «pie tomo: ella no nace «le un egoísmo estrecho, ni de falta de decisión para servir a las altas exigencias nacionales: na«:e ele* los antecedentes que dejo manifestados y <]ue rue go á mis conciu- dadanos se «liguen respetar. Antes de terminar esta exposición, cúmpleme m i ni test: ue. que me siente» claci«lo «le haber sido tal vez e-1 iniciador de esta gran fórmula política de las convenciones electorales, únicas c.ip.ices ele levantar candidatos «le opinión, implantando «-ntre nosotros el alto ejemplo democrático que nos vie'ne de los l-'stados l liúdos: hace anos que esta iilea ha preocupado mi espíritu y el ele e-»tr«>s amigos políticos: desgraciadamente. la forma en epie* se sancionó no na correspondido al anhelo patriótico» de convenciones populares prévÍMS, para consult ir una extensa base de 1 Ipsilon, pero lo que se ha hecho es un ensayo que emancipa por primera vez á nuestro país, de la vergüenza que ha presenciado tantas veces. soportando tjue el presidente en e¡ercicie> del poeler, imponga el candidato «que le ha de suceder en el gobierno. .Si un deber ele patriotismo ce>mo yo le» entiende», me ha eleciclide» á asumir la actitud que dejo ex- puesta, m«- tranquiliza «■! considerar cjue nuestro p lis tie-ue distinguidas pcrsoiial¡ilaele-s adornadas de méritos y servicios, que permitirán á la hono- rable Convención Nacional. próxima a reunirse, proclamar urja candidatura diga» ele las grandes exigencias de la pátria. l'rofuniVrneate im;iresionado ante 1 1 situación infortun ida y angustiosa «pie hoy atraviesa la re- pública y «pie á todos debe preocupamos, hago \ otos pr»r epie la evolución, política »<• s«»luei«vie á. impulsos de lis inspiraciones «leí patriotismo, que preparen, dias felices y pnisperos para toda ta •nación. -V Hítenos Airi-s. Agosta JO