ni i; ; i V i • i! ni Ul !3 1 ->■:-' i! 1 YERDM3ERA SITUACION POLÍTICA APOYADA CON LOS HECHOS DE LA HISTORIA CONTEMPORANEA ese JkHíx lauque. LIMA F.PCfTlEI.A lNt>TloTHIAT. DÍB BA N PI DRO. t87S. • VERDADERA SITUACION POLÍTICA r»K B8TA BEPÚBLICA APOYADA CON LOS HECHOS DE LA HISTORIA CONTEMPORANEA MUTMIUOI J'«>R Jfasé 3G:élix JKnqut. "<3* ,t-P 5S-v ■ V 5^3 ECUADOR, VERDADERA SITtACIOiX POLITIC A DE ESTA REPUBLICA, APOYADA CON LOS HECHOS DE LA HISTORIA CONTEMPORANEA Animado «lol mn> ^■oomliWfln patriotismo y para corresponder ;í la confianza con que me lian («roraoido muchos de mis araigon del üouador, persuadiéndome a que influya en el General de Divi- sión Secundino DaiqneA, á fin cl<> que ente preste su nombra con el objeto fie que so trabajo en su favor para ol caso de una convo- catoria a elecciones, y que llegue tí reunir los sufragios de sus conciudadanos, me lio permitido organianr la siguiente relación histórica de los acontecimientos políticos, para que por ellos, se obtengo el convencimiento do que, si bien es cierto, que en este abundan las condiciones necesarias para merecer tan ilimitada confianza por parto do sus compatriotas, no hay motivo pora su- poner que el acceda íi exhibirse como candidato. También es verdad, que en mas de una ocasión ha podido sor d e- ignado por la opinión, casi unánime de aquella República y él ha rehusado; negativa que es la que hoy hace dudar tío sus propósi- tos a este respecto.||g?SP%^ ------------------------ 4 igíSj * Desde el año de 1845, firme en su puesto, cnnl soldado leal de ¿IÍ^ la Nación, se lo ha visto cumplir su consigna, constituido en fiel m %J c ustodio del orden y de las garantías del ciudadano, vigía infati- gable de la Constitución y las leyes. El trágico y lamenta!>le fin de nuestro malogrado Presidente, acaecido en la Capital el fi de Agosto del presento año, lia sido uno do aqu<'llo.s acontecimientos «le tan inmensurable magnitud, que lia colocado al Ecuador en una situación tal, que si no pro a- locieran el buen criterio y el patriotismo do sus hijos, podría sor do funestas consecuencias; asi es que, olvidándose de susceptibi- lidades de partido y procurándose una fusión de todos e'stos, se armonicen para fijar su consideración en un ciudadano que por sus precedentes, ofrezca seguridades de arraigar una política con- ciliadora, que afianzando la paz del Estado, lo lleve á su máxima prosperidad. Dejos estoy de creer que el General Darquea sea el único en nuestra patria que renna estas condiciones, desde que me asiste la corteza de (jno en ella no escasean muy distinguidos hombres de Estado; pero, al tratarse de esto General, el deber de hacerle justicia me ha inspirado el propósito do hacer referencia a algu- nos hechos, apoyados en documentos irrefutables y cuyos sucesos supongo, este al cabo de ellos, hasta el último de los ciudadanos de aquella República. Estos hechos dejarán rompnMnTor, que si el General Darquea, aceptara los sufragios que, desdo hoy lo ofrecen algunos de sus conciudadanos, él podria presentar en cambio, títulos muy jus- tos para merecerlos . El General Darquea en su larga y honrosa carrera, dió comien- zo a. «tis servicios á su patria en muy subalterna clase militar, consagrándolos siempre al sosten de las instituciones legales, sin que jamas haya empañado su hoja de servicios. En la época en que mandaba en -Tefe el Ejército del Gobierno Provisorio, cedió su puesto al Ge—«ral Juan .Toso Flores, cuando ésto i egreso al Ecuador. II. g) .\ ■/ V Proclamado el Dr. García Moreno Presidente Constitucional, >•■ • -¡¿y ^ ei General Darquea, cumplió como siempre su deber de sostener jM 5 d Gobierno; C0mo Comandante General del Distrito del Guayas, Q¿ % interpuso muchas veces la influencia de su posición, para evitar hasta donde le fué posible algunas persecuciones contra personas sindicadas de conspiración; y en cierta ocasión, bajo su responsa- bilidad, trajo a tierra del buque en que por orden suprema, debe- ría salir al extranjero el Dr. Mestauzas, uno de los personajes mas distinguidos del partido liberal. Debido, pues, a su política conciliadora y a la sagacidad do su carácter, supo captarse las simpatías do nacionales y extranjeros. No han sido pocos los beneficios que ha reportado el distrito que gobernaba como primera autoridad militar, y si hoy se en- cuentra un Teatro quo llama la atención de cuantos viajeros tocan en esa ciudad, ese importante edificio se debe a la iniciativa y efi- caz cooperación del referido General. En este período administrativo tuvo que mantenerse la Repú- blica en constante alarma, y fueron varias las cruzadas que le vi- nieron del extranjero, las mismas que fueron rechazadas, debido a la actividad con que so procedió para salirles al encuentro, y á la disciplina y lealtad del Ejército; habiendo tenido quo combatir hasta en los últimos días del mando del Dr. García Moreno, como nías adelante se explicara. Para reemplazar al Dr. García Moreno, se convocó a elecciones, resultando electo el señor Gerónimo Carrion, y el General Dar- quea continuó en su cargo de Comandante General del Distrito del Guayas, prestando á la nueva administración los servicios de siempre. En esta época surjieron acontecimientos, que con razón, alar- maron a las Repúblicas del Pacífico, con motivo de la toma de las Islas de Chincha, por la Escuadra Española, que amagaba la autonomía de aquellas. Esta circunstancia hizo que el General Darquea diera cumpli- miento a su deber con energía y verdadero americanismo, como Comandante General del Distrito del Guayas y en virtud del de- creto sobre neuti-alidad expedido antes, obligando a reembarcar los tubos de la maquinaria del vapor español "Covadonga", que pretendían se cambiasen en aquel buque, é influyó poderosamen- te en el nuevo Gobierno, para que se decidiera a formar la alian- za con el Perú, Chile y Bolivia, y también, que se optara por la declaratoria" de guerra a la España, como al fin vino & suceder; prestando de esta manera en aquella ocasión, muchos o importan- 9\ Io $¿ tes servicios a la causa americana; entre ellos, el de haber fortifi- ?*J\ cado la plaza y de liaber, en corto tiempo, aumentado el Ejercito. ¿W | Todo esto con una consagración y celo ejemplares. vs III. Proclamado Presidente Constitucional el señor Gerónimo Car- rion el ÍO de Agosto de 65 conforme a la Carta Fundamental, se reunió a los dos años el Congreso y tuvieron lugar graves acon- tecimientos para el país. Encontrándose en ambas Cámaras, muchos Representantes que pertenecían al partido liberal, pues se había dejado amplia liber- tad para sus elecciones, se negaron h admitir al Dr. G. Moreno en su calidad de Representante de una de las provincias, tachán- dolo, so protesto do que era ilegal su elección, a la vez que so acusaba al Gobierno y se declaraba vacante la Presidencia. Al mismo tiempo, y on tan críticas circunstancias, el Poder Ejecutivo so esforzaba para hacer respetar su autoridad. El Gene- ral Darquea, coloso guardián del orden y Jefe del distrito del (¡ua- yas (como queda dicho,) quo se considera como la llave principal de la República, era la xínica esperanza de los dos Poderes, por cuyo motivo buscaban su apoyo para hacer cada uno triunfar sus respectivos designios. En tan alarmantes circunstancias, fui lla- mado á Guayaquil, en donde tuve la ocasión do presenciar una entrevista entro el Dr. García Moreno, Jefe entonces de la casa comercial de su hermano D. Pedro Pablo, y el indicado General. El Dr. García Moreno, on vista do las cartas quo do la Capital escribían al General Darquea, sus amigos que se encontraban con el Gobierno y en el Congreso, refiriéndolo lo acaecido, y procuran- do cada uno de ellos atraerse su apoyo, para lo cual lo alhagaban con grandes ofertas, el Sr. García Moreno, le dejó comprender que esa ora la oportunidad en que podia salvar la situación, asu- miendo el mando, para constituir el pais bajo un nuevo orden de cosas. Pero el General Darquea, desnudo de toda ambición personal, lo manifestó, que su único deber era el d© conservar el orden á todo (> tranco, desechando a la voz las protensiones que le manifestaban los miembros de los dos cuerpos disidentes; antes bien, contes- O^JI I tó á los que a el se habían dirigido, que se esforzaran para kL^J 5S> ^ — 7 — llegar á un avenimiento pacífico que estuviese en armonía con la alta representación que ambos investían. Mas tarde, los acontecimientos vinieron á tomar cierto carác- ter, quo el Presidente Carrion, ciudadano pacífico y honrado, lo mismo que su ilustrado Ministro del Interior y Relaciones Exte- riores, Dr. Manuel Bustamante, y demás colegas, tuvieron a bien separarse del poder y dejar al pais en libertad do elegir nuevo mandatario. En osta difícil situación, llegó á Guayaquil la noticia de lo quo había sucedido en la Capital; los distintos partidos políticos so imaginaron quo era llegada la ocasión para poder realizar sus deseos de perturbar la paz en la República. Entonces, el Gobernador de la Provincia convocó una reunión de los padres do familia y otros ciudadanos, á fin do quo tomarán on consideración semejante conflicto. Todos, por unanimidad, aclamaron al General Darquea, como el llamado á salvarla situación. Y al señor Piedrahita ("Vicente) en un entusiasta y lato discurso, le fué fácil demostrar quo el Gene- ral Darquea era el ciudadano mas digno y el que mayores méritos tenia contraidos para gobernar el pais, como sucesor del señor Carrion. Así se acordó, pues, por todos. Hízose saber lo resuelto al Ge- neral Darquea, por las personas que en representación del pueblo habían sido convocadas por la primera autoridad civil, manifes- tándolo que lo hacían para que dominara la situación y ejerciera el mando como sucesor del señor Carrion y para que sostuviera ol orden. El General Darquea respondió con ese desprendimiento que tanto lo enaltece : quo para lo primero existían muchos ciudadanos do mérito, y para lo segundo, el garantizaba con su vida, quo la paz se conservaría inalterable; agradeciéndoles, no obstante, el nuevo testimonio de adhesión con que acababan de favore- cerle . Afianzado el orden, on virtud de la promesa hecha por el Co- mandante General en Jefe del Distrito, sus numerosos amigos, entro los quo no debe olvidarse al señor Dr. Muñoz, Presidente de la Córto de Guayaquil, escribieron al Dr. Gai'cia Moreno, que se hallaba en la Capital, para que cooperara en favor de la candi- tÍL$ datura del General Darquea, influyendo á la vez en la voluntad de I) 8 fe — 8 este, para que acej>tase loa votos que se le ofreciau para la Presi- dencia . El Dr. Garcia Moreno contestó a dicho señor, dirijiéndose igualmente á otros señores: que so alegraba de que el General ¿arquea no hubiese condescendido en figurar en esta ocasión, por tan limitado período, desde que se habia Ajado ya en él, para ex- hibirlo y apoyarlo en esta misma condición, como su candidato, para que rigiera los destinos públicos en el próximo período cons- titucional de cuatro años. En esa misma época, de regreso ya en Guayaquil, me dirijió la carta siguiente: (7lurj/ar/itit, fie Dio.ivmltre (le 1SG7. Señor D. José Félix Luque. Lima. Mi querido amigo: Hace seis días que llegué de Quito, á donde fui porque mi hi- jitase moria. Ya sabrá IT. que mi llegada fué providencial; y co- mo el candidato que presenté, el virtuoso y católico Dr. Espinosa (Javier) fué aceptado con entusiasmo, aun por una parte de los ro- jos, las elecciones que terminaron el 21 del presente, han sido unánimes y pacíficas. Tenemos pues, electo, un inmejorable Pre- sidente........................................ Por su estimada del 27 de Noviembre, me he impuesto de su fe- liz arrivo a Lima. El vapor de hoy nos traerá noticias del teatro de la guerra. (*) Es curioso el contraste que ofrece el Ecuador y el Perú. El Ecuador pobre, acaba de atravesar sin sacudimientos una crisis que allá habria dado por consecuencia una desastrosa guerra civil; miéntrais el opulento Perú, no tiene bastante oro pa- ra los gastos y perjuicios de las revoluciones que se suceden co- mo las olas del mar. Le deseo un año feliz y me repito su afectísimo amigo y servi- dor G. García Moreno. (*) Alude a la revolución encaljezailii por el coronel Baltii contra la ndrainiBtrn- oion Pnulo. í^eví --9 - Garantida, pues, la libertad del ciudadano con el apoyo dol Ge- neral Darquea, el resultado fué el que debió esperarse. IV. Llegada la oportunidad de organizar los trabajos conducentes ni triunfo de la elección del que habia de suceder al Dr. Espi- nosa, el Dr. García Moreno, fiel a su promesa do apoyar al Gene- ral Darquea, le escribió pidiéndole expusiera cual seria su pro- grama político. Darquea le satisfizo contestándole : que su pasado era la mejor garantía de su porvenir, y como en aquella época habia yo llega- do á Guayaquil para dirijirme á la capital, me confió el encargo deponerme de acuerdo con el Dr. Garcia Moreno, a fin de que combinásemos lo c^ue fuera mas conveniente, y así se lo escribió dicho General, proviniéndole sobre este particular. Señor D. José Félix Luque. Quito. Gnrtahalá.. Julio 20 tle 1868. Mi muy querido amigo: , Con mucho gusto he recibido su grata del 16; y ya que su salud no le permite todavía hacerme el favor de venir á pasar aquí al- gunos dias, yo me habria ido ya a darle un abrazo, si pudiera de- jar sola en esta hacienda á Marianita. Para que la acompañe llamo hoy á uno de sus hermanos y lue- go que éste llegue, me tendrá U. por allá, con el único y exclusi- vo objeto de verle. Ignacio le hará una visita en mi nombre. Le incluyo una carta para el General Darquea y me repito su leal amigo de corazón. G. García Moreno . De acuerdo con la promesa que en la precedente carta me hace el señor Garcia Moreno, vino á la capital y entre otras cosas me manifestó que no habia llegado el dia anterior, sufriendo un re. Iü *ai"do, á consecuencia de que tuvo que recibir una comisión que le *¿JÍ( fué enviada con el objeto de aconsejarle que no trabajara por nin- £fcr guna candidatura y que mas bien consintiera en dar su nombre, K_3 para que so trabajara por él; á lo que contestó: que se encontraba 02? --ÍO-- dispuesto á lloviir adelanto sn propósito do trabajar por la eandi- cUtan del General Darquea. Habie'iulose regrosado a su hueionda algunos tlias despucs, me dirigió la carta que va á coritiniiaoioii: Señor D. .Tose F. Loque. C¡'unehfih'i, Julio 3G rte 186S. Mi querido amigo: Ho recibido hxx grata del 22, alegrándome de que demoro su viage por el mal estado de los caminos; pues debiendo yo ir en estos dias a hacer una visita a mi sobrina Concliita, tendré el gusto de volverlo a ver alia, sin perjuicio de la visita que U. mt> ofrece hacer............................................... Le incluyo la carta que ho recibido de mi compadre Flores de Guaranda, con quien liabia cortado ya mi correspondencia...... Yo le contesto manifestándolo que se portó.................. y pidiéndolo en prueba de su sincei-idad que trabaje por la candi- datura del General Darquea. Por lo demás, yo 110 quiero figurar; pero estoy seguro de que si los i-ojos me obligan á tomar el mando, en pocos meses, median- te Dios, salvaría el país, y me separaría del poder para que lo -ejerciera el designado por el pueblo que no eÜMflfe nuestro ami- go vi (Jrn«QMil Ahora que voy a Quito procuraré reunir las socie- dades y comprometerlas a trabajar por Darquea. Su afectísimo amigo y seguro servidor G. García Moreno. Al llegar pues á la capital, habiendo sufrido tina contusión en un pié y hallándose rodeado do varias personas, que con tal mo- tivo lo habían ido a visitar, y consecuente con lo que me dice en la carta acabada de reproducir, escribió una manifestación for- mulada con muy poca diferencia en éstos términos : " El abajo suscrito, propone á los miembros de la Sociedad Patriótica y a sus demás amigos de la República, que si le quie- ( ren dar una muestra de su adhesión, se sirvan trabajar para el -- — 11 — triunfo de la candidatura del General Secundino Darquea, que les presenta como la persona mas merecedora de regir los destinos del Estado, atendiendo a su patriotismo, mérito personal y á los importantes servicios que tiene prestados al país, y que, los que opinaran como él, podrían firmar la presente, que es su única re- solución." Una vez suscrita por el Dr. García Moreno y por las demás per- sonas que se hallaban presentes, la recojió el señor General Fran- cisco Javier Salazar, con el encargo de hacerla firmar por algu- nos otros señores y presentarla a la referida Sociedad Patriótica. La decisión con que por escrito y de palabra, se trabajaba en pro de la candidatura del General Darquea, cada dia adquiría mayor prestigio. El Dr. Javier Espinosa fué el elegido por los partidos liberal y conservador; y él consecuente con los que lo habían elevado al poder, organizó un Gabinete mixto. Pero, desgraciadamente, el Dr. Espinosa, dotado de gran mérito personal, no había sido el hombre de Estado que convenia; pues débil y vacilante, incurrió en algunos extravíos que no pudo evitar su Ministro de Hacienda Dr. Julio Castro, sujeto de acreditada probidad y vastos conoci- mientos en finanzas. Todo esto dió por resultado que un movimiento popular—en el que no corrió sangre — efectuase un cambio en el personal de la administración. Con motivo de haberse separado el Dr. Espinosa do la Pre. sidencia, por la falta de confianza en uno de sus Ministros (según unos), y según otros, por su debilidad do carácter, se nombró un Jefe Supremo Provisorio, y no fué poca la sorpresa que le causó al Comandante General del Distrito del Guayas, la nueva de esto cambio en el Gobierno. Pero, ¿qué le cumplía hacer? continuar sosteniéndolo, como lo hizo, con la Administración Ascazubi, cuando solo era Jefe de Cuerpo, y con el que consiguió dejar res- tablecido el orden. ¿O acaso mejor, aprovechándose de la oportu- nidad que le brindaban las circunstancias, proclamarse él mismo? Nunca! Semejantes miras no podían haber tenido acceso en un JkÜ5 corazon honrado y patriota! WS^^^^----------ss^K5*9Í ---12 Así fue, que prefirió, para evitar la efusión de sangre, recono- cer el nuevo régimen, dejándole sometidas las fuerzas que co- mandaba, teniendo en consideración, que aquel movimiento pa- recía representar la opinión nacional, desde que ningún pueblo se había pronunciado en contra. Convocado pues á elecciones para establecer un Gobierno Constitucional, el Dr. García Moreno reitero á los pueblos los mismos deseos, antes manifestados, de que se lijaran en el Gene- ral Darquea para que liicieran triunfar su candidatura. Todo continuaba en el orden normal, y la candidatura Darquea adquiiüa mayores probabilidades de triunfo, pues que le presta- ban su apoyo las personas mas notables—conservadores y libo- rales,— basta que habiéndose dirigido al General una de las per- sonas mas respetables de Cuenca, que pertenecía a estos últimos, dicie'ndole que todos sus amigos estaban decididos por el, pero que temían que colocado en el pocler, podría dejarse influir por el Dr. García Moreno; á lo cual contestó, que al aceptar el mando que le conferia el voto nacional, no le correspondía otra cosa que apoyarse en e'l, atendiendo únicamente a su deber de gobernar con todos los buenos ciudadanos, y que la independen- cia de su carácter lo garantizaba, de que sabría adoptar una polí- tica propia, de acuerdo con sus sentimientos, tantas veces mani- ; festados. No se sabe cómo, ni de que manera; pero lo cierto es, que \ dicha carta llegó a manos del Dr. García Moreno y consiguieron i su objeto de debilitar las estrechas relaciones que mediaban entre los dos. ! Desde entonces el Dr. G. Moreno retiró su apoyo a la candida- tura Darquea, limitándose ií no combatirla; no obstante, el Gene- J ral Darquea continuaba siéndole leal, como Jefe de la plaza de ¡ Guayaquil cuando tuvo lugar el movimiento que estalló en la Ar- tillería el 19 de Marzo de ese inismo año, y del que resultó, que i por sorpresa, hubiesen aprisionado al General Darquea. Al ser conducido este, al referido cuartel de Artillería, á su en- trada en él, la guardia le rindió los honores como a. Jefe de la plaza, circunstancia que él no pasó desapercibida y que le dió a ra conocer que la tropa estaba engañada. Por manera que, en los Sp¿ momentos en que tenia lugar un sangriento combate en las calles, jSj) pudo el General, así preso, efectuar una reacción entre el cuartel SfTjfee) ---CáS^to^ 18 I y hacerse reconocer en su autoridad, quedando por consecuencia restablecido el orden. Después del triunfo adquirido por el heroico esfuerzo del Gene- ral Darquea y los que lo secundaron, y por la bizarría que des- plegaron los jefes, oficiales y soldados del batallón N.° 1.°, se hizo notable por su magnanimidad ,:—el General Darquea,---no ejer- ciendo venganzas con los complicados en el motín. El Dr. G. Moreno baldándome del suceso y sobre el General, me dice, en su carta dirigida, a Bogotá, lo que sigue: Señor D. José Félix buque Bogotá. Quito, Abril 13 de 1869. Mi querido amigo. He tenido el gusto de recibir su apreciada del 17 do Marzo, y otras dos anteriores. Perdone que no lo Intya escrito antes, por la situación en que me encuentro, abrumado de ocupaciones y falto, siempre, de tiempo. be agradezco cuanto ha hecho por rectificar la opinión de los que escribían contra nosotros. Ijos hechos acabaran de conven- cerlos de que han sido injustos y ligeros. (*) Antes de recibir esta carta estará U. impuesto tlel triunfo que obtuvimos el 19 de Marzo sobre la revolución acaudillada por el General José "Veintemilla.................................. Nuestro amigo el General Darquea coronó el triunfo cargán- dolos con linos pocos hombres dentro el cuartel. Le he ascendido ¡t General de División...................................... No hay necesidad de decreto de la Convención para aprobar la patriótica conducta de XJ., puesto que no ha sido improbada por nadie, ni aun por el ingrato de Espinosa. Si II. quiero, le diri- giré una nota oficial agradeciéndole todos sus importantes servi- cios y reconociendo que el Gobierno anterior no supo ni agrade- cerlos ni recompensarlos. Consérvese bueno y mande á su afectísimo amigo y servidor G. García Morkno. (*) Ku o.wtn. ocasión nombró ele Cónsul G-eneral en Uogota al señor 1>. Ermililo Iíivns, reductor principal del periódico oficial "El Iliberal." " - 14 - ( Con motivo de los acontecimientos ocurridos en Guayaquil, to- dos opinaban que las relaciones del General Darquea con el Dr. G. Moreno, quedarían mas fuertemente reanudadas y por consiguien- te, mas seguro el éxito do su candidatura. Así es que los señares Benigno Malo, Dr. Julio Castro y otros, mo esoribiei-on á Bogotá en este sentido. VI. Pocos meses después del trascurso de estos auoesos y cuando toda la Xieptíblica estaba en paz, llegue' á (Guayaquil do regreso de Bogotá y encontré' la población sumamente alarmada, porque el Gobierno babia recibido cartas del Perú, en las que so le ase- guraba existia nn proyecto de expedición que debería sor condu- cida en el vapor «Bolívar», que se babia mandado comprar al Gobierno General (Colombia). Como yo llegaba coir procedencia de esa República, de regreso de una comisión quo me confió el Sr. Jorge Petrie, Ajente General de la Compañía Inglesa de Navegación por vapor en el Pacífico, pava representarle cerca del Gobierno Colombiano, nadie mejor que yo estaba enterado de que dicho vapor no podia ser vendido, antes de que el mencionado Jorge Petrie contestara si tenia ó no á bien el comprarlo. Esta circunstancia que ponía en imposibilidad de trasportar la proyectada expedición y la otra de atribuirse el que la protegía el Presidente Balta, que acababa de triunfar do un poderoso par- tido, al que le fue' adversa la suerte de las armas, y por consiguien- te, ocupada toda su atención en consolidar su poder, partían se- mejantes noticias de datos infundados; pues si talvez, se tenia intenciones de realizar la cruzada, faltaban los medios para ello. Así es que, acordamos con el General Darquea, emprender juntos el viaje á la capital y que en efecto lo verificamos. Al llegar á Guaranda, el General Darquea recibió un posta quo le era conductor de una carta del Dr. García Moreno, quien se en- contraba en viaje para Guayaquil, previniéndolo que lo esperase en aquella ciudad. Motivos poderosos obligaron al General Darquea á continuar su viajo; así es que esto ocasionó la circunstancia de que en la falda del Cliimborazo nos hubiésemos encontrado con el Presi- dente, el cual venia á marchas forzadas. * - 15 — Una vez que estuvimos reunidos y de habernos saludado muy afectuosamente, me manifestó su sorpresa al encontrarme de re- greso de Bogotá, pues él no tenia conocimiento de que yo hubiese salido de esa ciudad. Después, dirigiéndose al General, le preguntó si acababa do recibir una carta suya, á lo cual contestó que sí, pero que le ha- bía sido imposible esperarle, pues deseaba poner término á su viaje, y ademas, porque llevaba á uno do sus niños en mal estado de salud. Manifestándole en seguida, lo peligroso que era el que se hu- biese separado de la plaza de Guayaquil, cuando estaba amena- zada por una espedieion del extranjero, y declarada la República en estado de sitio; le contestó que semejantes avisos eran de todo punto inverosímiles, desdo que, aunque tuvieran vehementes pro- pósitos de realizarla, carecían de los medios indispensables para llevarla a cabo, añadiéndole que yo le poclia hacer mas convincen- tes pormenores, para tranquilizarlo á ese respecto ; lo que no mo fué difícil conseguir, y después de una larga conversación sobre el estado del país, nos despedimos, pidiendo al General Darquoa, el Dr. García Moreno, que se demorase en Ambato hasta que le participase su llegada á Guayaquil, para en el caso, de que fuera conveniente, regresara segnn las circunstancias. En efecto, pocos dias después, continuamos nuestro viajo á la capital. VII. El General Darquea, fué objeto do las mas entusiastas mani- festaciones de simpatía en todas las poblaciones del tránsito, en las que tenia que tocar, desde Bodegas hasta Quito. Salían dele- gaciones á recibirlo y gran numero de acompañantes, para des- pedirlo de cada pueblo ; siendo de tal manera, que su viaje fué una continuada ovación. La Convención debia reunirse en esos dias ( XO de Agosto ) con el objeto de acordar y decidir, quien debería ser el elegi- do para gobernar la República en el periodo inmediato ; así es que á nuestra llegada encontramos á casi todos los Represen- tantes que tenían quo asistir, siendo uno do ellos por la provin- cia del Guayas, el mismo Darquea, quien desde que fué cali- ficado, expresó su voluntad de no coucurir ; así es que los mas — 16 - de sus colegas, se reunían en juntas preparatorias en casa del General, y en mía ¿le estas reuniones, en la que estuvo el señor Cienoral Salazar, el Dr. Francisco Arboleda, los Comandantes XJrquilla, Sucre y Domingo Sautistevan, Dr. H. Novoa y otros, manifestaron su decisión de estar por el General Dnvquea, en el caso de no admitir la Presidencia el Dr. García Moreno ; y el dia que esta elección legislativa se efectuó, no faltó un Iiep re sentante que desde lo alto de la tribuna hiciera constar que s\i voto lo emitía por el (ioneral Darquea. Habiéndose decidido el Dr. García Moreno á aceptar esta elec- ción, por razones que no desconocen mis compatriotas, antes do habérsela hecho saber nos mandó llamar, con uu edecán y algu- nos otros amigos. Con tal motivo fuimos á casa del Dr. García Moreno, en la que hallamos gran número do personas que lo acompañaban, esperando allí, probablemente, á la comisión que debia traoi-lc la nueva de su elección. En esta entrevista el Dr. Oarcia Moreno expuso al General Darquea, que al condescender con admitir la Presidencia de la Re- pública, habia contado con él, para que lo ayudase á compartir el peso de la administración, y que por esto mismo, le habia reser- vado las carteras del Interior y Relaciones Exteriores, cargo que lo llamaba por la ley, á asumir el poder, en caso de separación del Jefe del Estado. El General, agradeciendo la distinción con que se le favorecía, le manifestó su resolución de retirarse á la vida privada, con el objeto de trabajai* en el campo para asegurar el porvenir de sus hijos. Ante un propósito como este, el Dr. García Moreno, aun trataba de persuadirlo y como para comprometerlo le dijo : "Que si no admitía ol puosto cpie lo habia señalado, no se mostraría con- secuente con esa amistad estrecha de la que habia recibido reite- radas pruebas, así como de su patriotismo." En tal situación, le expuso las dificultades que encontraba para fijar su residencia en la capital, pues sufría en su salud; pero que, en el caso de decidirse, salvando estos inconvenientes, a admitir alguna de las carteras, seria la de Guerra; solo que, e'sfca estaba á caigo de su digno amigo el General Salazar. El Dr. García Moreno le ofreció, que todo so podia arreglar. "El General Salazar pasará ¡i desempeñar otro puesto en el Minis- tei-io y XJ. se liará cargo del que hoy él desempeña, atendiendo á m (i - 17 — todas las indicaciones que le hal>ia hecho ántes, en el sentido de implantar nueva organización en el ejército, cambió de su actual armamento por el de mas perfeccionado sistema de Europa, uni- formarlo convenientemente, elevar el pré del ejército que estuvie- se de guarnición en la costa, pucliendo continuar favoreciendo al ejército, que durante tanto tiempo á sus órdenes, habia prestado tan importantes servicios; y por último, me comisionó para que con mas franqueza se entendiera conmigo, debiéndole yo comu- nicar el resultado aquella misma tardo en casa del señor Asca- znbi, en donde me esperaba á comer. Después de haber sostenido una larga conversación con el Ge- neral Darquea y habernos puesto de acuerdo, fui á la hora citada, para anunciarle el éxito de mi cometido, por lo que se mostró muy satisfecho. VJII. La terrible desgracia acaecida al Ecuador , ha contristado el.ánimo de todos, dejando en duelo ¡i la República con la desa- parición de uno de sus mas esclai'ecidos personajes, que no podrá ser reemplazado fácilmente. El Dr. García Moreno, de uua pro- bidad inmaculada, virtuoso á toda prueba, valiente hasta el he- roísmo y sabio profundo, reunía rarísimas dotes como eminente hombre de Estado; pero despreocupado al dejar que sus actos fuesen conocidos en el exterior, se ostentaba negligente para con la prensa; esto por una parte, y por otra, el pueblo peruano gene- roso y hospitalario, ha sido siempre fácil de simpatizar con el partido do oposición contra todo Gobierno que ha existido en el Ecuador, por creer en las propagandas de desafecto que con ra- zón ó sin ella, omitían ciertos individuos, á consecuencia de los actos que el mandatario habia practicado con ellos, por creerlo así conveniente para la seguridad del Estado. Tuvo la satisfacción de haber tratado muy de cerca a mi ilustre y nunca bastante sentido amigo, y sostuve con él, durante muchos años, una íntima correspondencia, (casi toda de su propia mano), en h* que me favorecía con conceptos de que muy distante he estado de merecer. Esta circunstancia y la de haber represen ta- 2 * Los únicos tratados celebrados entre el Ecuador y el Perú , fueron: 1» Convención *¡t Postal por el Ministro señor Antonio Flo--e», y la que pactó el Dr. Moucayo. Plenipo- " tonciario de la administración Urbina, referente a la internación do los_ proscriptos. ig&^sae»---- ---<^s©^ ^>"*- _18— 47S (lo al Ecuador por mas tío nuevo años en ol Perú, rao han pro- porcionado la oportunidad de juzgar sus sentimientos erró- neamente interpretados por algunos de sus enemigos: pero el tiempo que todo lo depura y la historia imparcial le liaran jus- ticia. El Dr. Garoia Moreno, que no utilizaba la prensa para que cli- fundioi-a su fama, y por cuyo motivo sus actos han sido mal inter- pretados, jamas se mezcló en la política de las Repúblicas veci- nas, sino fue' para alabar las buenas y patrióticas medidas de los demás Gobiernos, como lo atestiguan las cartas siguientes: Sr. D. Josd Félix Lnque, Tjima. Quito, 3 tfe. Noviembre . Querido amigo: No lo he escrito a U en tanto tiempo por la situación do tristeza y abatimiento a que estoy reducido. Todo me es difícil: solo me alhaga el silencio y la soledad.—Lo único que me interesa todavia es la svierte de nuestra América y de nuestra patria; U. ha inter- pretado muy bien mis sentimientos, creyéndome resuelto a poner- me del lado de Chile..................................... Su afectísimo amigo— Señor X>. José Félix. Luqno. Lima. O. García Moreno . Quito, notnht e 2G tle 1870. Mi distinguido amigo : Por su estimada del 13 me confirma U. las noticias que me co- municó por el vapor de 21 de Setiembre....................... Cuando vea XJ. al señor Presidente del Perú, sírvaso presentarle mis respetos, y mis felicitaciones por la senda do incalculable 5¿? prosperidad que ha abierto ú esa República, nuestra hermana y aliada -........... * Alude I» la. cuestión e»i*uV>ln.. , f^@£2lfe*---------------^ S2? --19 - Seguimos perfectamente en todo. En la carretera de Guayaquil avanzamos media legua por semana. El observatorio astronómico está concluido y establecida la Facultad de Ciencias, con sabios de primer orden. Los x:>artidarios do Mosquera han procurado hacer creer al Go- bierno de Colombia que pretendo hacerle la guerra; pero el Go- bierno del General Salgar está en muy buenas relaciones con no- sotros; nos envia al General Trujillo, uno de sus Ministros, como Ministro Plenipotenciario para estrechar mas nuestras relaciones. Nada tenemos que temer. Su afectísimo amigo y S. S. G. García Moreno. Se ñor 1}. José Félix Tanque. Quito, /<«? de. JJiciembre de 1879. Mi muy estimado amigo- He recibido su apreciada de 5 del presente, alegrándome que en ese país hermano, continué la paz bajo la inteligente administra- ción del distinguido señor Pardo. ¡ Ojalá los hombres de orden y patriotas le ayuden para comprimir el desorden y conservar la tínica esperanza que le queda á ese rico y desgraciado país. Mu- cho temo, sin embargo, do que unidos todos los disgustados, pon- gan al Gobierno en los mayores conflictos. El Ecuador marcha en completa paz, desarrollando con mayor prontitud y creciendo en moralidad, única base segura de liber- tad y órden en todo país. Consérvese bueno y ocupe á su amigo y seguro servidor G. García Moreno. Poseo documentos importantes que en su oportunidad serán dados á luz y entonces se podrá juzgar, de que si fué severo por demás, en la convicción de que lo hacia por el bien del país, fué también porque se le obligó á ello, y no solo por las personas opuestas á su Gobierno, sino también por ciertos mandatarios, que en manos de éstas, ponían los elementos de destrucción al Ecuador, como en otra ocasión lo hicieron, hasta que se celebró la — 20 — alianza 0011 el Perú, Chile y Bolivia, en que se inició por el cau- dillo del Ejercito Restaurador, una política eminentemente ame- ricana . Hasta ese entonces, hemos visto protejer varias cruzadas que creíamos que, en adelante carecerían de objeto, una voz efectuado el cambio de Gobierno en el Ecuador, en virtud del bloqueo de la escuadra peruana en aquellos puertos y que, como dijo el Maris- cal Castilla, hacíase la guerra "al Gobierno y no al pueblo ecuato- riano . ". Esta espedicion, se ha supuesto por algunos, con man ó me- nos fundamento, quo fue" debida ¡i las influencias que pusieron en juego, ecuatorianos que no solo se habían injerido en la polí- tica del Perú, sino por los que habían optado altos puestos en el Estado; pero desgraciadamente estas como antes, llegaron si rea- lizarse, protegidas por otros mandatarios, contra el nuevo órdon do cosas allá establecido; así es que, en el primer período do la administración del Dr. García Moreno, no fueron insignificantes los valores que se invirtieron, ni corto el número de víctimas quo se inmolaron, para reciliazar las espedioiones, que por Norte y Sur de la República invadieron el territorio, al estremo de tener quo permanecer, durante osto tiempo, el ejercito con el arma al brazo y en servicio de campaña, hasta en los días en que debería el Dr. (Jarcia Moreno, entregar el mando si su sucesor el señor Carrion ; días fueron aquellos en los que tuvo lugar el combate naval de J ¡imbeli. Al informarme el Dr. García Moreno, sobra estos sucosos, se expresa de esta manera: "Dígale XJ. sí *** 22 misino 011 el Perú, :i cuyo Gobierno so lo lia prestado apoyo, no solo por ol partido que lo elevó, sino también por otros ciudada- nos qoe so dejan conocer por las doctrinas que profesan, y de es- ta manera se conseguirá qoe m afirmo la estabilidad del orden, evitándose el que la guerra civil lo venga ¿í ensangrentar, heoien- dolo retroceder en su progreso. Seria do desearse, igualmente, que pueblos hermanos y limítro- fes, enlazados por los laureles conquistados por nuestros pedref 011 la guerra magna de la emancipación política y unidos por los sacrificios v glorias en la esplendida victoria del Callao (2 de hfeyo do bSíSt?) o ayo resultado producido por la alianza, vino á sellar la independencia americana, y continúan cosechándose fecundos beneficios en las estrechas relaciones que subsisten; y seria muy sensible que en adelante so procediera en sentido con- trario, predisponiéndose los Animos desfavorablemente, y como aconteció en épocas anteriores al pacto, por extravio de los man- datarios, á la vez qne por mala inteligencia de los gobernados. Inspirado por el mas ardiente americanismo, o interesado riva mente por el bien del Ecuador y del Perú, abrigo la satisfacción do que en el largo tiempo «pie pertenecí á la carrera pública, cum- pliendo mi obligación de favorecer á mis compatriotas cualquie- ra que, hubiese sido su situación ó manera de opinar, y de la que me retire1 por consideraciones que no sou del caso especificar, 1<> que motivó la siguiente carta: Señor I") . .fose Eolix Luqtie. Quilo,. Noviembre 96 de 1873. Mi muy querido amigo. He recibido « asi juntas sus dos apreciadas de 6 y 11 del presen- to, v con ol mayor sentimiento lie visto que IT . so ha negado fi aceptar su nuevo cargo. "U. tiene razón en haberse negado............ ............ Por lo demás, conservo por IT. la mas viva amistad, y me alegra rá de encontrar medios do manifestárselo, pues yo no podro olvi- dar jamás íi quien expuso su vida por salvar la mia. Todo mar- cha en paz y con la bendición de Dio». Conservóse bueno y no «Ic- io de escribir á su muv amigo y servidor J (i. (i.vm-iA Moiieno. * c: — 23 - Así pues, no he eso usado moclio alguno de propender á la unión do los dos pueblos, llenando siempre mi debor do loal sos- tenedor de loa Gobiernos quo me han conferido el alto honor do hacer quo los ropresento, cumpliendo á la vez con el no monos solemne que impone la amistad personal. Mas como el cumplimiento estricto do todo deber, acarrea pol- lo regalar, serias dificultades, por mi parto DO he dejado do expe- rimentar acerbas decepciones y aun podría añadir, peligros inmi- nentes, auto todo lo cual me he sabido resignar, fortificándome en la conciencia de haber logrado mis propósitos, cuales fueron, son y serán, los do ostentarme consecuente con el Perú, patria do mi padre* y con esa otra en quo me cupo la suerte do nacer. 11 ima, á 1." de Setiembre 187ó. APÉNDICE. En prensa ya las presentes páginas, he encontrado una carta del "Dr. García Moreno, la cual, porque refleja fielmente los sen- timientos de ese hombre de Estado, no os posible hacer caso omi- so de ella. Esa carta contiene ideas tan elevadas, miras tan patrióticas, que pueden considerarse como lecciones para el porvenir. El lector «ensato sabrá valorizar la significación de un documento do esta naturaleza. Señor D. José Félix Etique. ffuetjftkqui/, J\~nrirtn/>,-r /. de ISf!.^.. \ f. Mi querido amigo: JPy I or ol vapor procedente do Panamá, qne siguió ayer do mn- y<¿ dragada para el Callao, escribí á IT. antes de haber tenido la sa- tisfacción de recibir su apreeiable del -Jé, ayer por la tarde. Hace O ■ — 24 - mucho tiempo qno conozco los noble.s sentimientos y los impor- tantes servicios tic TJ. y por esto no trepide en dirigirme a T7. y pedirlo cM)i)tii)u;íra oonmigo 1«9 correspondencia que sostenía con nuestro 'ilustro é inolvidable amigo. T^a perdida inmensa o' Irreparable qiro ha causado á este país y ;í la America eiitoni, la muerto inesperada del General Flores, lia- ce, ciertamente, necesario que, lejos de desalentarnos, redoble- moH nuostros esfuerzos, oomoTJ. lo dice con tanto patriotismo.— U. puedo estar snguro do que mi energía y actividad ier£o ahora mayores que nunca, 3' que ííonsvmikk m¡ vida ex heuvicio de mXKs- TltA 10OI..VT1ÍAUA 1'ATIUA ! * Ijji mejor prueba * Cumplió su pfomi f Sf NSiMM ni ooMlMte (JIM tnvo lup¡ar eii S«nfc> BoM los «|>i'ilii'i.nmi'iiis v< iii>l<>> da Im fíontoi-as 'l O miara 1 Eloros fíinvomiiitc enfermo, :il r<-eil>ir la noticia i\*s la inv:iKÍtiii. des;i.t« nilii'ii:i:'ia-, la une dió poi' ■■■llllwllo. nne anti-s da UflfSpur Í4 su destino, M 11.,'invú tanto,' iine torvo qVM «•»•{?!•< sar y bailar su muerto en < 1 transito. $ Eos «1*: 1 * 'ttctulonya. • Aludo k 1:' i>roteeoioii ijne se dalia ii los fm «soriptos por la administración de lli]>li'llll tfpo—I. M. BfACDONELL'S REMARKS <>N THB ARGENTINE REPUBLIC " $ W ' Pour bien dócrire un pays, ponr bien connnitro' «es habitante et ¿es instUti'.ions, il i'ai'it surto»! ne pus avoir d'idées précon¡3ie«. (Da Tccqpavai e.) . PARIS 1M PRIMERIE CJfc#.TRÁLE D E S«.>Gif E MIN-S DE F EK «KU