SINOPSIS DE LA ECONOMIA POLITICA pon el C*. D. PEDRO PABLO PEREYRA BAJO l.A DIRECCION. DEfj D\ J). JOSK MARIA DE U RIA RT E 1 Coutiene un nuevo análisis, principalmente en la segunda i*avte y un» nueva denominación BÜEXOS AIRES f -g) Impronta det ' Mercurio" eallo de Taci núiu. Cj y l»T <£T\5^\SINOPSIS DE LA ECONOMIA POLITICA POR EL Dr. D. PEDRO PABLO PEREYRA BAJO LA DIRECCION DEL D*. D. JOSÉ MARIA DE U MARTE Contiene un nuevo análisis, principalmente en la segunda parte y una nueva denominación. BUENOS AIRES Imprenta del "Mercurio" calle de Tacuarí núm. 65 y 65. i mmm"Para trabajar, la tierra." J. C. "I/économie politique, c'cst l'his- toire." (Hip. Bertrand, docteur médecin.),4 INTRODUCCION Definición de la economía política.—Utilidad—Valor—Riquezas acumu- lativas y no acumulativas—División do la economía política. 1. ¿Qué es economía política?—Es la ciencia que trata de la producción, distribución y consumo de las ri- quezas, según el órden que le» corresponde. 2. ¿Por qué decís, según el órden que les correspon- de ?—Porque hay otras verdades superiores. 3. ¿ Qué es riqueza?—Es todo aquello que puede sa- tisfacer las necesidades y placeres de 1 hombre y que es susceptible de apropiación directa ó indirecta. 4. ¿ Porqué decis, que es susceptible de apropiación di- recta 6 indirecta?—Porque, considerando las cosas bajo es- te aspecto, hacen parte de la economía política los bienes morales, intelectuales y físicos de cualquier clase quesean. 5. ¿Qué es utilidad?—La propiedad que tienen las cosas de satisfacer nuestras necesidades y placeres. [220.] 6. Según eso ¿la noción de utilidad y riqueza se con- funden ?—No; las riquezas son las cosas mismas, que satisfacen nuestras necesidades ; la utilidad, la propiedad de satisfacerlas. 7. ¿ Qué es valor ?—La utilidad susceptible de me- dida. 8. ¿ Todas las cosas útiles tienen valor ?—Sí; pero, habiendo nosotros distinguido dos clases de riqueza y utilidad, darémos el nombre de valor á las cosas que pue- den permutarse, lo que llaman algunos valor permutable. 9. ¿ Qué distinción hay quehacer entre las riquezas? Que las unas son susceptibles de acumularse, y las otras nó. 10. Dad un ejemplo de ellas.—Entre las primeras \pueden citarse el oro, plata, piedras preciosas ; entre las secundas un periódico, cuyo valor natural es el de la no- vedad, lacual destruida le queda solo el del papel. 11. ¿ Qué importancia tiene esta división ? — Que las primeras constituyen, reuniéndose, lo que es llamado ca- pital y es destinado á la-producción y reproducción y las segundas son el objeto propio del consumo. 12. ¿Cuántas partes tiene la economía política ? — Tiene tres: la primera trata de la producción, la segun- da de la distribución y la tercera del consumo de las ri- quezas; pero, siendo la distribución una cierta manera de producción, puede decirse, bajo este aspecto, que propiamente no hay mas que dos, la producción y el con- sumo. ANALISIS DE LA PRODUCCION CAPITULO Í De la producción en general. Definición de la producción.—Sus elementos.—Rango que ocupan en ella. 13. ¿ Qué es producción de riquezas ?—Es la opera- cionté el conjunto de operaciones, que da á las cosas ma- yor valor ó les aumenta el que tiene: por ejemplo, con solo sacar agua de un rio hay producción ; mientras que para hacer un pan, han sido necesarias muchas operaciones. 14. ¿ Pueden distinguirse los elementos de la pro- ducción ?—Hay que considerar tres cosas: las fuerzas de la naturaleza, el trabajo del hombre y el capital. 15. ¿Cuáles el principal de estos elementos ?—Las fuerzas de la naturaleza, puesto que ellas, por sí solas, nos proporcionan la luz, el calor, según las estaciones, el aire, la fuerza de la vegetación, el agua de los ríos y mares, los peces, la madera y fruta de los bosques, los prados na- turales, los animales incultos, los minerales, que con ope- raciones mas ó menos fáciles satisfacen nuestras necesida- des y placeres. — 7 — 16. ¿Cuál es el segundo?—El trabajo del hombre, porque el capital no es mas que la acumulación de las fuerzas de la naturaleza transformadas en riqueza por el trabajo del hombre. 17. ¿Qué tenéis que observar, ademas, respecto del capital ?—Que también se llama capital intelectual loa co- nocimientos adquiridos por el estudio y esperiencia del hombre. 18. ¿ Según eso, todo trabajador es capitalista r—- Sí, porque tiene mayor /conocimiento del arte ó industria ¿> que ejerce; pero, para no confundir, no tendrémos en cuenta este capital, sino en la dirección de los trabajos ó empresas. CAPITULO II De las fuerzas de la naturaleza. Consecuencia de la división hecha en el capitulo anterior.—Orden eco- nómico.—Influencia de los sistemas políticos, según las garantías que presentan.—No es posible un orden absoluto.—Fábrica del Universo.—Clasificación de los países.—La mas importante en el orden económico.—Su importancia.—Pueblos guerreros.—Paraíso terrenal.—Definición circunscripta de las fuerzas de la naturaleza. Su importancia. 19. ¿ Cuál es la consecuencia mas importante de la división anterior?—Que el conocimiento de las fuerzas naturales délos países es lo que los clasifica y determina su importancia respecto del mundo entero; y el conoci- miento de las fuerzas naturales de las localidades es lo que clasifica y determina su importancia respecto de un es- tado. . 20. ¿ Pór qué decís, principalmente?—Porque en el orden de las sociedades actuales hay que considerar tam- bién la población, leyes y costumbres de los estados. 21. ¿La palabra 6rden1 de que hacéis uso, es una palabra exacta ?—No, si se atiende al érden económico, porque las pasiones de los hombres se sirven de las propias fuerzas de la naturaleza para destruirse y ha- cerse mal. 22. ¿ Qué tenéis que observar, ademas, respecto del órden económico ?—Que la economía política está enun terreno neutral y que las instituciones políticas, en lo que no se relacionan con ella, le son indiferentes. 23. Hacedme ver cómo, en general, los sistemas políti- cos pueden influir en la producción de las riquec as.—De tres maneras: 1 ° Estableciendo ó impidiendo la libertad personal; 2.° estableciendo ó impidiendo la igualdad ;- 3. ° estableciendo ó impidiendo el goce de la propiedad. (88ysig) 24. ¿ Y con lastres garantías está establecido el órden económico ?—Sí; pero hay ciertas circunstancias menos directas, originadas de aquellas, cuyo conocimiento es importante. 25. ¿ Por quó hacéis mención de ellas ?—Porque al- gunos gobiernos, olvidándose de su alta misión, se consti- tituyen en comerciantes, y su intervención es ordinaria- mente abusiva y dañosa en el órden económico. Sin em- bargo, es preciso reconocer que el órden económico está subordinado á la justicia y al órden político de los pue- blos. 26. Según eso, ¿ hay varias clases de órdenes?—Ha- blando absoluta y exactamente, respecto del hombre no hay mas que uno que es la justicia ; pero como, en el he- cho, todo hombre falta mas ó menos á este órden abstrac- to, para establecer y conservar uno práctico, que se le aproxime, se hace necesario subordinarle todos los otros. 27. ¿ Por quó no es posible nn órden absoluto?—Por que la justicia es una cosa abstracta, el entendimiento de los hombres imperfecto y la voluntad apasionada. 28. ¿ Por qué habláis de todas estas cosas, al tratar de las fuerzas de la naturaleza?—Porque todo el Universo es, álos ojos del economista, ^sjuna inmensa Fábrica, don- de se ejercen todas estas fuerzas, y en cuyo número se en- cuentra el hombre con su propiedad de asociación y sus actos. 29. Viniendo á nuestro primer punto de partida en este capítulo, ¿ como clasificáis los países ?—La naturaleza ha establecido diferencias, distribuyendo sus fuerzas de di- ferente manera .• así, los unos son abundantes en ganados, los otros en tierras de labor, los otros en minas; unos son continentales ; los otros rodeados de mares ; los unos tie- nen muchas montañas, los otros son llanos; unos son tem- plados, otros son frios, otrcs cálidos. 30. ¿ Cuál es la mas importante clasificación en el órden económico ?—La que se deduce de los productos, y según la que unos son agricultores, otros pastoriles, otros mineros, otros industriales, otros traficantes y co- merciantes. 31. ¿ Estas calidades son esclusivas ?—Por el contra- rio, hay paises que las reúnen todas; otros algunas y es ra- ro el que esté reducido á una sola ; pero, como de ordinario sobresalen por alguna de esas calidades, ella determina la denominación que les corresponde. 32. ¿ Qué importancia tiene esta clasificación í—-Tiene dos, una interior á un país, otra esterior : por la primera, conocen los habitantes de un pais cuál es la clase de pro- ducción á que deben dedicarse; por la segunda, conocen á donde pueden llevar scs productos y de donde pueden estraer con ventaja. Cada uno tiene sus producciones particulares ; y el órden económico universal consiste en que cada uno de ellos goce de todas las producciones de la tierra, según lo que la fraternidad de todos los pueblos es una tendencia de la. economía política. 33. ¿ Tenéis que observar algo mas respecto de la clasificación de los países? — Que la denominación de guerreros, con que algunos han sido llamados, no es aceptable en el órden económico, porque la guerra es un medio de establecer un órden superior á aquel cuando ninguno de los dos existe. 34. ¿ Qué se deduce de todo lo dicho en este capí- tulo ?—Que si las pasiones d¿ los hombros no fuesen un obstáculo al desarrollo de las fuersas de la naturaleza, y que, por el contrario, la actividad de ellos coadyuvase es- tas fuerzas, el mundo entero seria un verdadero paraíso terrenal, puesto que, con un trabajo ordenado y no fati- goso, se podrian gozar de las producciones de la ti«rra, valiéndose del tráfico y del comercio. 35. Circunscribiéndonos á una producción ¿ qué en- tendéis por fuerzas déla naturaleza?—Son las propieda- des naturales de las cosas empleadas en la producción ; por ejemplo, en la producción del trigo, la fuerza vegeta- tiva de la tierra, la luz, el aire, el tiempo de la fecunda- •— 10 — cion, la cantidad proporcional del trigo que se ha de sembrar, la clase de abonos, todas estas cosas constituyen las fuerzas de la naturaleza. 36. ¿Que importancia tiene este conocimiento'?—El es de la mayor importancia, porque él es loque distingue las diferentes clases de trabajadores de lo que trataremos en el capítulo siguiente : CAPITULO ni Del trabajo. Definición del trabajo.—Dos clases de trabajo.—Tres clases de trabaja- dores: empresario, sabio, trabajador especialmente dicho.—Ga- nancia, honorario, jornal.—Abundancia de empresarios.—Condi- ción molesta de los trabajadores—Escasez de empresarios.—Abun- dancia de sabios.—Abundancia de trabajadores.—Escasez de empresarios.—Falta de seguridad personal.—Escasez de sabios.— Escasez de trabajadores.—Organización económica viciosa.—Ar- tes liberales.—Industria tráfico y comercio.—Origen de esta di- visión.—Sus divisiones.—Inconvenientes. — Idea de las má- quinas. 37. ¿Qué es trabajo?—El conjunto de operaciones del hombre que contribuyen á una producción. 38. ¿ Cuantas cl ises hay de trabajo ?—Dos, intelec- tual y mecánico ; pero esta división es, por sí misma, de poca importancia, porque todo trabaj'o intelectual tiene su parte mecánica, y todo trabajo mecánico tiene su parte de inteligencia. 39. ¿Cuántas clases hay de trabajadores?—Tres, el empresario, el sabio y el trabajador, especialmente di- cho. 40. ¿ Qué es empresario ?—El que suministra los ca- pitales é instrumentos necesarios para una producción de acuerdo con el presupuesto del sabio y distribuye los ho- norarios y jornales. 41. ¿ Qué es sabio?—El que posée los conocimientos necesarios para dirigir las operaciones de una produc- ción. 42. ¿ Qué observáis respecto de los tres ?—Que el lucro del empresario se llama ganancia, el del sabio 7iono- rart'o y el del trabajador jornal. Cuando el empresario no hace mas que suministrar el capital para la empresa, se llama capitalista, y entonces no se cuenta su lucro perso- nal y su importancia es la del capital, de lo que tratare- mos en otra parte [Cap. sig, y véase el Cap. XI de la se- gunda parte.) • 43. ¿ En toda producción artificial hay necesariamente tres clases de personas?—Teóricamente, sí; pero en el he- cho suelen estar confundidas, siendo, á veces, empresario el mismo sabio, y reuniéndose otras veces los tres oficios en una misma persona. 44. ¿ Cuál es el efecto de la abundancia de los em- presarios ? — J-sta abundancia, que supone la de capitales y su desigual distribución, tiene por efecto hacer subir los honoraiios de los sabios, los jornales de los trabajadores y aumentar la producción. 45. Esplicad como, en algunos paises, en que hay abundancia de trabajadores, de empresarios y de capita- les, la condición de los trabajadores, es, sin embargo, molesta, y los jornales apenas alcanzan para la subsisten- cia de estos. — Porque en estos paises todos los producto- res están bajo la dependencia de la producción de los me- dios de existencia, que da la agricultura cuyos productos no pueden estenderse indefinidamente, como los de otras industrias. 46. ¿Qué deducís de esto?—1. ° Que en el orden económico, como en el social, la agricultura ocupa el pri- mer lagar entre las ocupaciones humanas; 2. ° que en el órden económico, los paises agrícolas deben ocupar el primer lugar, porque son ellos los que pueden preveer de lo mas necesario al organismo del hombre; 3. 0 que, sí esto no sucede, es, porque en los países fértiles, los habi- tantes se entregan á la pereza, mientras que los pueblos, que no lo son, se dedican con mayor constancia al trabajo, produciendo una grandeza artificial digna del hombre, cuando está ordenada. [114] 47. ¿Cuál es el efecto de la abundancia de los sa- bios ?—lia abundtncia de los sabios, que supone la ins- trucción difundida, produce, respecto de los empresarios, mayor facilidad de elección, menor empleo de capital para los jornales; respecto de los sabios, al contrario, mayor— 12 — dificultad para colocarse y menores honorarios; respecto de los trabajadores, mayor facilidad en la producción. También, respecto de los sabios, produce el efecto de esta- blecer entre ellos diferentes clases; respecto de Ja produc- ción mejor calidad de los productos. (Véase el núm: 59.) 48. ¿Cuál es el efecto de la abundancia de los tra- bajadores?—Esta abundancia, que supone una gran po- blación, la desigual distribución de las riquezas, y que la instrucción no está proporcionalmente difundida, tiene {>or efecto hacer subir las ganancias de los empresarios, os honorarios de los sabios y disminuir los jornales. 49. ¿Qué consecuencia sacáis de esto?—1. ° Que, á parte de la consideración que ya hemos tenido respec- to de la agricultura, debe haber un equilibrio entre la po- blación y la distribución de la riqueza ; 2. ° que la po- blación no es por sí misma un elemento de bienestar; 3 ° que la difusión de la instrucción influye sobre la produc- ción y sobre los jornales. 50. ¿ Cuáles son los efectos de la escasez ó falta de empresarios? — Esta falta, que supone la de capitales, ó la de seguridad y respeto á la propiedad, influye sobre los honorarios de los sabios, sobre los jornales y sobre la producción, disminuyendo aquellos y esta. 51. ¿ Por qué la falta de seguridad personal influye, del mismo modo que el respeto á la propiedad, sobre la cantidad de empresarios?—Porque el aliciente de las ga- nancias es el principal móvil de las empresas y de la acti- vidad humana, el cual falta por alguna de estas dos cau- sas. 52. ¿Cuál es el efecto de la escasez de los sabios ?— La falta de sabios, que supone la de la instrucción, influye sobre la producción, haciéndola mas difícil y de calidad inferior; sobre los honorarios, haciéndolos mas caros; so- bre los trabajadores, disminuyendo las empresas, y, por consiguiente, el precio de los jornales. 53. ¿ Cuáles son los efectos de la escasez de los tra- bajadores?—Esta escasez, que supone la de población, ó una mala organización económica, influye sobre la pro- ducción disminuyéndola, sobre las ganancias y honora- rios de la misma n añera y sobre los jornales, aumentándo- los. — 13 — 54. ¿ Porqué decís, una mala organización econó- mica"?—Porque ciertas instituciones, y, en general lasque impiden la libertad de industria, disminuyen el número de los trabajadores, concretándolos á una producción de- terminada. 55. ¿Qué otro efecto produce la falta de libertad de industria ?—Que, siendo los progresos de las artes relati- vas de unas á otras, la rutina, áque están forzados los que no pueden dejar el arte ó industria, que ejercen, hace len- tos los progresos ó los impide, mientras que, pudiendo, por el contrario, dejar y tomar libremente el arte ó indus- tria que uno quiere, los conocimientos adquiridos en un arte aprovechan en otro, el progreso se efectúa y la pro- ducción se hace mejor y mas abundante. 56. ¿Y lo que acabáis de decir es también cierto respecto de la produ jcion ó artes liberales ?—También lo es ; pero en ambos casos es preciso que pase cierto tiempo para que el público pueda atribuir el mérito á quien io tiene y distinguir los hombres competentes de los char- latanes. 57. ¿La asociación de las personas, que pertenecen á una profesión ó arte, tiene, sin embargo, algún buen efec- to económico ?—Si le tiene, y ellas son un gran bien cuan- do no toman un espíritu esclusivo, sino que se hacen con el objeto de comunicarse los progresos y favorecerse mú- tuamentelos asociados con actos de beneficencia. Pero el espíritu de cuerpo las hace dañosas, porque despotizan la sociedad, y también por esto debe ampliarse lo mas que se pueda la libertad de industria. 58. ¿ Hay alguna otra división de la industria ?—En. industria propianxente dicha, tráfico y comercio : la in- dustria hace cambiar de forma á la materia primera, el tráfico de lugar y el comercio de dueño ; pero el tráfico y el comercio, pueden, del mismo modo que la industria, ejercerse por una misma persona. 59. ¿Qué origen tiene esta división?—Ella es un efecto de la cultura ó civilización de los pueblos; y se puede decir que la mayor ó menor división Je las indus- trias es una prueba de la mayor ó menor cultura ó civili- zación de ellos.14 — 60. ¿CiStno sucede esto?—Porque la misma indus- tria, tráfioo y comercio sesubdividsn en diversos ramos; habiendo varias clases : esta división hice que, dedicán- doselas personascon mayor especialidad á un determina- do ramo, adquieren en él mayor habilidad y la produc- ción se hace mejor y mas abundante. 61. ¿ y esta división puede traer algún mal ?—Sí le trae, porque los hombres, dedicados por largo tiempo á fáciles operaciones mecánicas, pierden el hábito de racio- cinar; y el cuerpo, forzado á hacer continuamente los mismos movimientos, se vicia y pierde la fuerza y forma natural : lo que hace ver que el progreso se limita en cier- ta manera por sí mismo. 62. ¿ Hay algún medio de suplir el trabajo del hom- bre?— Sí le hay: este medio son las máquinas pero como los instrumentos ó máquinas hacen parte del capital, tratare- mos de ello en el capítulo siguiente. CAPITULO IV. Del Capikal. Definición del capital.—Su oficio.—Materia primera.—Bienes raices.--- Máquinas.—Su inconveniente.—Remedio á este mal. 63. ¿Qué es capital?—Es la parte de la producción que, deducidos los gastos personales del empresario, los honorarios y salarios ó jornales es destinada a la produc- ción, ó, mas general, es la riqueza acumulada destinada á la reproducción. 64- ¿ Porqué decis reproducción, y no simplemente producción?—Porque el capital supone ¿producción ante- rior y ahorro : Y aquí es digno de notarse que la pro- ducción supone trabajo, y el trabajoyel nhorro son los fundamentos de la propiedad. En adelante, para mayor facilidad, bajo el nombre de producción entenderemos también la reproducción. 65. ¿Cuál es el oficio propio del capital? —El que resulta de la definición dada al principio de este capítulo ; los gastos personales del empresario, los honorarios y jor- nales y el procurar los bienes muebles, inmuebles y semo- vientes, propios para la producción. — 15 — 66. Dad ejemplo de estos bienes.— Entre los mue- bles, la materia primera, los instrumentos ó máquinas ; entre los inmuebles, la casa y propiedades raices, y entre los semovientes los caballos y otros animales en las indus- trias que los requieran. 67. ¿ Qué es materia primera ?—Son aquellas cosas sobro las que se trata de operar la transformación ó pro- ducción. 68. ¿ Es fácil de determinar en cada producción la materia primera?--En todas las industrias puede deter- minarse; pero en la agricultura las palabras materia pri- mera, no están en uso. 69. ¿Qué hay que observar respecto de la materia primera?—Que los productos de una industria pueden pasar á ser materia primera de otra ; por ejemplo, la lana puede pasar del pastor al luvador, del lavador al tejedor, del tejedor al traficante, y comerciante, de estos al tende- ro, del tendero al sastre, y convertida en vestido, puede aun volver á circular. 70. ¿ Qué hay que observar respecto de los bienes raices?—1. ° Que en la agricultura, la tierra ocupa el {jrimer lugar ; 2. ° Que su conservación exije, en todas as industrias que el sabio ó empresario deban tener cuen- ta de ellas en su presupuesto, lo que ha hecho nacer una teoría especial en la agricultura (78 ) 71. ¿ Qué hay que observar respecto de las máqui- nas?—1. ° Que nu3stro propio cuerpo es un conjunto de máquinas, sometidas á la dirección de nuestro entendi- miento y voluntad; 2 ° que no podemos operar hablan- do en un sentido lato sobre la materia, de otro modo que por medio de máquinas ; 3. ° que las máquinas, aumen- tando las fuerzas á nuestra disposición, aumentan consi- derablemente la producción, disminuyendo la fatiga del hombre. Antes de la invención de la imprenta, por ejem- plo, era menester hacer una por una las copias de un li- bro, y ahora, por medio de ella y de la división del trabajo se hacen por miliares en poco tiempo. 72. ¿ Cuál es el inconveniente anexo á la introduc- ción de las máquinas? —Que, viniéndose á sostituir por ellas ciertas operaciones que ejercían ciertos artesanos,— 16 — estos vienen á quedar desalojados y obligados á buscarse en otras industrias los medios de existencia. 73. ¿Cuál es el remedio á estos males?—En los paí- ses muy poblados este mal es grave, y los medios para remediarlo son: 1.° la libertad de industria, que facilita el poder pasar de una áotra; 2. ° la difusión de la ins- trucción, que, en general, hace á los hombres mas aptos para todas las ocupaciones; 3. ° las instituciones de bene- ficencia para procurar estos y otros bienes (310.) CAPITULO V- Da la producción agrícola. Especialidad de la producción agrícola.—Tierra.—Cultura mayor y me- nor.—Asociación agrícola.—Teoría de la renta.—Su influencia. Capital.—Máquinas en la agricultura. — 75rr--*»«a&f 74. ¿Qué tenéis que observar respecto de la produc- cion agrícola?—L ° Que en el órdeneconómico univer- sal es la primera de las artes ; 2. ° que sus progresos son lentos, difíciles y limitados ; 3. ° que la producción agrícola tiene ciertos límites; 4. ° que sus productos principales son mas especialmente dedicados al con- sumo. 75. ¿Qué hay que observar respecto de la tierra?— 1. ° Que es de uso distinguir las tierras según su cuali- dad, llamándolas de primera, de segunda calidad y otras; 2. ° que puede establecerse cierto órden en la producción, haciéndose una cierta clase de cultura un año, otro año otra, para utilizar ordenadamente los diversos elementos de.que está compuesta la tierra; 3. ° que la mayor ó me- nor división do las tierras influye cobre la cultura y sobre la producción. 76. ¿De qué modo influye?—1. ° Cuando las tier- ras están poco divididas, la cultura es proporcionalmente menos dispendiosa; 2. ° cuando las tierras están muy divididas, la cultura es, por el contrario proporcionalmen- te mas cara; pero es preciso observar que la cultura ma- yor tiene el inconveniente dé la desigual distribución de — 17 — las riquezas, y la cultura menor tiene la ventaja de la igual- dad social. 77. ¿Cémo se puede remediar el inconveniente de la cultura menor ?—Por medio de la asociación agrícola: en este caso, los asociados, haciendo de varias empresas una gran empresa, conseguirían las ventajas de la cultura mayor, sin ocasionar los inconvenientes de la desigual- dad. 78. ¿ Habéis hablado de una teoria especial y propia de la agricultura ?—Es la teoría de la renta, es esta, dedi- cando la tierra á cierta clase de cultura, se ha impregnado de ciertas sustancias de que se ha hecho uíío, de tal modo que los productos obtenidos no las estrae, y las culturas su- cesivas se aprovechan de e3as sustancial?.— Por el contrario en cierta clase de cultura, la tierra pierde su sustancia, de tal manera que se hace inútil páralos mismos productos. El aumento ó disminueion--de las sustancias de la tierra es lo que se llama renta, que puede ser negativa. 79. ¿ Qué influencia tiene la renta?—Que los arrenda- mientos disminuyen á proporción oue la renta aumenta, y por el contrario, los arrendamientos aumentan á proporción que la renta disminuye. 80. ¿Cuál es el oficio del capital en la agricultura ?— Semejante al de las demas.iudustrias, procurar las semillas, pagar los honorarios y jornales y procurar los bienes in- muebles, muebles y semovientes, de que se ha hecho men- ción. (Cap. 3. ° ) 81. ¿ Qué hay que observar reapecto de las máq uinas? Que la utilidad de las máquinas complicadas en la agricul- tura es mas aparente que real : 1. ° porque los productos de la tierra no pueden estenderse indefinidamente como los de laá demás industrias ; 2. 0 porque los trabajadores agrícolas forman una población moral, robusta y sana, cuya población disminuye con la introducción de las má- quinas. 82. ¿Y para esto seria conveniente establecer pro- hibiciones ?—No es preciso cuando los medios políticos para establecer y conservar la igualdad entre las personas y la instrucción moral basten. Las prohibiciones son siem- pre un recurso estremo '127.) (128) 83. ¿Qué tenéis que observar respecto délos joma-— 18 — les ?_QUe los de la agricultura son generalmente cortos, porque : 1. ° las gentes del campo son de ordinario poco emprendedoras; 2. ° porque los trabajos del campo, en su parte mecáaica, no exijen grandes conocimientos y son el recurso de las personas incultas y sin oficio. CAPITULO VI. Del Gobierno y los profesores. Denominación económica "del gobierno y los profesoros.—Enseñanza— Funciones económicas del gobierno.—Profesores.—Conveniencia de que sean libres sus funciones. 84. ¿Cómo pueden denominarse • económicamente» el Gobierno y los profesores?—Agentes indirectos déla producción. 85. ¿Su función es entónces secundaria ?—No: por el contrario, primordial en el órden eci nómico, porque este orden supone la existencia de la sociedad, la que á su vez, no puede existir sin un drden político y una enseñan, za cualquiera. 86. ¿Porqué decis también una enseñanza?—Por que á lo menos es necesario que el Gobierno haga conocer su voluntad, lo que se efectúa por medio de la promulgación ó enseñanza: mas adelante verémos que es conveniente que los profesores sean independientes del gobierno. 87. ¿ Por qué entonces los llamáis agentes indirec- tos f—Por qué" su función no se ejerce directamente sobre la transformación ó producción. 88. Esplicad, pues, las funciones económicas del gobierno. —Ellas son : procurar la seguridad, la libertad y la igualdad ; ó de otro modo, la vida, la libertad y la propiedad. 89. Esplicad esto mas detalladamente. — Respecto déla vida ó seguridad impedir toda violencia inútil ; res- pecto de la libertad, procurar que las personas gocen la — le- mas amplia libertad para trasladarse donde quieran y ocuparse en los que les dé gana, sin dañar á otro; respec- to déla propiedad ó igualdad no estableciendo otras di- ferencias entre las personas que las que nucen de la na- turaleza, ocupación, conducta, calidades intelectuales y físicas. 90. ¿Por qué decis propiedad ó igualdad?—Porque la igualdad que se relaciona con la propiedad, es la única que puede existir. Ahora bien, cada hombre es dueño, respecto de los otros hombres, de sus facultades intelec- tuales, morales y físicas y de las cosas que estas faculta- des le procuran, y la verdadera igualdad consiste en el respeto de todas estas facultades y cosas. 91. ¿Porqué decis respecto de los otros hombres ? — Por que respecto de ellos podemos ser propietarios; pero no habiéndonos procurado nuestras facultades por noso- tros mismos, ellas pertenecen á su autor, hablando abso- lutamente. 92. ¿Qué son profesores? —Todos los que se ocupan de una enseñanza cualquiera, bajo cuyos n ombres se com- prenden los maestros, los sacerdotes, los escritores y los médicos. 93. ¿Por qué los clasificáis á todos bajo esta misma denominación?—Porque la función de todos ellos versa sobre el desarrollo de nuestras facultades intelectuales, morales y físicas. 94. ¿Es conveniente que estas funciones sean libres ? Sí, lo es ; 1. ° porque, hablando en general, esas ocupa- ciones son miradas como un medio de procurarse los medios de vivir y entonces tiene aplicación el principio de libertad de industria; 2. ° porque la rivalidad privada destruye el error y el engaño con mayor eficacia que los magistrados; 3. ° porque la utilidad privada produce el efecto dicho; 4. ° porque en este caso se hace benéfica la Emulación; 5.° porque es conveniente que los pueblos aprendan a* educarse á sí mismos. (153.} -o-<PARTE SEGUNDA JDX3 Z^^%. DISTniDUCIOIV CAPITULO I. 2>e Za distribución en general. La distribución es nna cierta manera de producción.—Distribución nata - ral y artificial.—Unipersonal y mútua.—Definición de la distribu- ción en un sentido estricto.—Cosas que son objeto de ella.—Dis- tribución ordinaria. 95. ¿ Habéis dicho que la distribución es una cierta manera de producción, mostrad cómo.—Según la defini- ción que dimos de la distribución, el aumento de valor la constituye también, y como el tráfico y comercio, que son los modos mas ordinarios de efectuarse esta distribución aumentan el valor de las cosas, se sigue que ellos hacen parte á la vez de la distribución y de la producción , bajo el aspecto, pues, del tráfico y del comercio que nos pro- curan las cosas, que satisfacen nuestras necesidades y pla- ceres, puede decirse también que la distribución hace par- te del consumo. 96. ¿Qué importancia tiene esta aclaración ? — Que, proponiéndonos tratar de diversas materias, debe encon- trarse en ellas, siendo posible, el motivo de su división y su enlace. — Por otra parte, la mayor dificultad para la es- posicion de estos conocimientos, es el análisis, la clasifica- ción y las definiciones. 97. En lo dicho habéis comprendido completamente la idea de la distribución ? —No; me estenderé algo mas: las fuerzas de la naturaleza se modifican, el trabajo del— 22 — hombre supone fuerzas desarrolladas, el trabajo supone producción anterior y ahorro; por consiguiente, en los tres casos hay dislocación anterior ó distribución ; délo que resulta, que las tres partes de la economía política están tan estrechamente unidas que no se concibe una sin otra, 98. Según lo dicho ¿como se divídela distribu- ción?—En natural y artificial. La naturalizares la que se hace por las fuerzas de la naturaleza, no sometidas á una organización humana y que tiene por objeto la naturaleza entera ; la artificial es la que supone la existencia del hombre con la propiedad de asociación y su tactos. La pri jaera es el objeto de la física, la negunda es de lo que se llama ciencia social, que comprende la jurisprudencia, y la economía política, ciencias ambas, que dan los precep- tos del arte de gobernar, que es lo que propiamente se llama política en general. Por eso se ha dicho antes que el orden económico está subordinado á la justicia y al ór- den político, á la justicia cuya idea es la perfeccioa abs- tracta y al órden político, que supone hechos y circunstan- cias variables, según la naturaleza y la voluntad humanas. La economia política, no dá por sí sola, los preceptos sino acompañada de la jurisprudencia; no hay contradicción, pues, en que á su vez, el órden económico sea subordinado al órden político. La distribución de que hemos hablado comprende todo lo que puede ser distribuido, rpero la dis- tribución de que trata especialmente la economía política es la de las cosas permutables. [126.] 99. ¿ Cómo se divide esta distribución ?—En uniper- sonal y mútua: la unipersonal comprende el consumo per- sonal, las donaciones y demás transmisiones gratuitas ; la mutua comprende el trueque y, cambio álos demás con- tratos bilaterales, (a) ' V 100. ¿Qué* importancia tiene esta división ?—Consi- derando la distribución en un sentido absoluto, y abstra- yendo de las personas la calidad de fuerzas, no háy dis- tribución de fuerzas que no sea mutua, porque ellas supo- nen dos centros de fuerza á lo menos; pero, considerando las cosas de otro modo, por sus efectos inmediatos, solo (a) Esta división no es muy exacta ; pero presenta la ventaja de faci- litar el conocimiento de la materia. (V.^el número sig. y el cap. XIII) — 23 — llamaremos mútua á aquella en que interviene dos pro- d acción es, lo que es importante para mas adelante. 101. Según lo dicho, qué es distribución en un sen- tido estricto ?—Es el conjunto de operaciones por las cua- les las riquezas producidas se ponen en aptitud de ser con- sumidas ó dedicadas á una nueva producción. 102. ¿Qué cosas son objeto de la distribución?—To- das las riquezas acumulativas y no acumulativas. 103. ¿ En qué se diferencian?—En que las acumula- tivas pueden ser constantemente el objeto de las distribu- ciones, y las no acumulativas, no. ^ 104. ¿Cómo so opera la distribución?—Ordinaria- mente per medio del comercio y del tráfico. 105. ¿Porqué decis ordinariamente ?—Porque la au- toridad es medio superior ó subsidiario, y la violencia y el robo, son males superiores al órden económico, cuyo re- medio es propio de la misma autoridad ó gobierno. 106. Siendo el tráfico y el comercio los medios ordi- narios de la distribución ¿ esta parte de la economía poli- tica s divide en dos? Sí ; pero como el tráfico supone el comercio y el co- mercio el tráñeo, hablarémos primero de ellos en geueral y seguirémos el órden que la misma esposicion nos vaya dando. CAPITULO ir. Del tráfico y comercio universal. Definición del tráfico.—Sus varias- especies.—Definición del comercio.— Su rango. 107. ¿ Qué es tráfico ?—La operación ó el conjunto de operaciones,Jpor las cuales son llevadas las cosas produ- cidas de un lugar á otro. 108. ¿Cuántas clases de tráfico hay ? — Cinco : uni- versal, pátrio, urbano, rural y personal. El universal— 24 — comprende el tráfico del mundo entero el piítrio, el de un estado c5 provincia, el urbano el de una ciudad y el rural el de una campaña; e! tráfico personal es el que satisface las necesidades ó placeres de una persona. Podríamos agre- gar continental, sub-urbano; pero no tiene importancia para nuestro objeto. 109. ¿Qué es comercio?—La operación ó el conjun- to de operaciones por las cuafes las cosas pasan de un líP at^Tw gar á otro; lo que también esp.ica la diferencia entre trá- fico y comercio. (f8) 110. ¿Cuántas clases hay de comercio? — Las mis- mas que de tráfico, 111. H*beis dicho que el tráfico supone el comercio y el comercio el tráfico, decid ¿cómo es esto así?—Por- que sea que el tráfico y comercio se hagan por una misma persona ó sea que no, el motivo racional para transportar los productos no puede ser dtro que. el consumo ó el uso personal, que también hemos incluido en la definición da- da ; por otra parte, el comercio supone siempre el tráfico ó cambio de lugar. 112. ¿ Por qué decís siempre el tráfico y comercio y no el comercio y el tráfico f—Porque el tráfico requiere mayor empleo de fuerzas, hablando en general. En el ór- den déla producción el comercio ocupa siempre el últi* mo lugar ; pero corno en el órden económico social, no hay hombre que no tenga directa ó indirectamente que intervenir con los comerciantes, resulta de eso que la fre- cuencia de La operaciones aviva en estos la inteligencia y cultura, que es uno de los aspectos de la civilización. Por otra parte, satisfaciéndose con su concurso todo géne- ro de necesidades temporales y muchas pasiones, se ha- cen los mas oátensibles y sus costumbres sou las que tienen mayor influencia. 113. ¿Es esto denigrar la ocupación de los comer- ciantes?—Por el contrario, en diversas partes de este Bos- quejo, (b) podrá verse la importancia que dimos al co- mercio: son los comerciantes los que inmediatamente nos alimentan, nos visten y nos alojan ; pero los grandes be- (b) El autor diú este nombre á la obra; pero después le pareció mas propio el de "Sinopais." — 25 — neficios de que le somos deudores no nos impiden ver lo que ellos sean, los que se aprovechan del trabajo agenc ; pero la naturaleza también en esto demuestra la solida- riedad. 114. ¿Y estas observaciones son de importancia ?— Silo son, porque ciertas personas alucinadas con el brillo de los países comerciantes, se olvidan de las cansas de la verdadera grandeza y toman por realidad de bien estar lo que no es mas que una ostentación que encubre varios males. — Si bien e3 cierto que ese brillo supone una gran acti- vidad é inteligencia, también lo es que esa actividad é intelijencia no ha sido ejercida sin detrimento ó disloca- ción de las fuerzas productivas y que las mismas fuerzas é inteligencia, aplicadas de un modo mas ordenado y econó- mico hubieran producido la magnificencia en vez de la os- tentación y el verdadero bienestar en vez de males encu- biertos. (144) (_! 45~) CAPÍTULO III. Del tráfico y comercio universal. División del trafico y eomercío universal—Tráfico y comercio—Tráfico marítimo—Tráfico terrestre—Tráfico colonial—Subordinación del órden económico—Origen de las rrglas universales—Países bárba- ros ó salvages—Qué e3 civilización—Funeion económica de las reglas universales—Tratados—Restricciones—Dominio de los ma- res—Co3as que son objeto del tráfico universal—Especialidad del tráfico terrestre—Efecto de las restricciones en los paises agricul- tores—En los paise3 pastoriles—Civilización en lo3 paises pasto- riles—Dos aspectos de esta cuestión—Paises mineros—Diferencia entre la civilización y la cultura—(Dos aspectos de esta cuestión —Paises mineros—Diferencia entre la civilización y la cultura— Restricciones en los paises industriales—Paisea traficantes—Pai- • ses comerciantes—Observaciones sobre este capitulo. 115. ¿Cómo se divide el tráfico y comercio univer- sal?—En marítimo y terrestre.— 26 — 118..¿Qué hay que observar respecto al tráfico marí- timo? 1 3 que todos los que lo ejercen estíín sometidos á ciertas reglas observadas por todo el género humano; 2 ° que los que dirigen fuera de los puertos este tráfico es- tan revestidos de cierta autoridad sobre las personas de la tripulación y cosas de los buques; 3 ° que se han esta- blecido ciertas reglas, de acuerdo con las anunciadas, entre varios países para ejercer este tráfico; 4° que, según las localidades ópuertos.se han establecido ciertas restriccio- nes. 117. ¿Y es esto especial del tráfico marítimo? Lo pri- mero y lo segundo, sí; lo tercero y lo cuarto es común al tráfico terrestre, con ciertas restricciones. El conocimien- to de estas reglas y restricciones es importante para su ejercicio. 118. ¿Cómo se ejerce?—Determinadamente, de un punto á otro, ó indeterminadamente. 119. ¿El trafico colonial esta' comprendido en el tráfi- co universal? El tráfico colonial no está en el órden eco- nómico simple; él está fundado en intereses circunscriptos, cuya definición es pocas veces conciliable con la justicia. Este es, sin embargo, el lugar de tener en cuenta esa irre- gularidad, porque sean cuales hayan sido ó soan las prác- ticas, ni el órden económico universal ni la geografía pae- den fácilmente concillarse con ellas; pero, como existen, al mismo tiempo que las colonias, ciertas limitaciones polí- ticas, estas, ampliando su personalidad, han invadido el terreno mas conocido de la economía política universal y déla geografía, poniéndole esas restriccionesá aquel. 120. Habéis dicho que el órden económico está su- bordinado á la justicia. La justicia es uno de los aspectos del órden; la economía es otro.- No son pues, una misma cosa, sino con respecto al órden: dos Juerzas separadas de igual estension; pero de diferente posición. Asi es que, cuando hablamos de subordinación es porque la justicia nos dá una idea mas elevada. Se nota aquí el defecto de los conocimientos humanos, que no pueden tenerse sino imperfectamente, ni esprebarse sino de la misma manera. 121. ¿Cuál es el origen de las reglas universales? Por estar ellas completamente de acuerdo con la conser- vaciofn de la naturaleza del hombre, no se les puede seña- fe — 27 — lar otra causa qae el mismo Autor de la Naturaleza: ellas existen entre los individuos, y, respecto al establecimiento en los diversos países, no podemos atribuirlo mas que á favorecer intereses comunes en las diversas secciones de la tierra, habitadas por el género humano, tales como la libertad, la igualdad y la propiedad. 122. ¿Hay, sin embargo, algunos países separado! de este beneficio? Llámanss propiamente bárbaros ó salvajes los que no le conocen; pero no por eso, como ha sucedido durante mucho tiempo, otros pueblos pueden creerse au- torizados para privarlos de él. Los profesores han levan- tado la voz contra ese abuso y las prácticas se han dulcifi- cado algo. 123. Según eso, ¿qué es civilización? Es el conoci- miento del dualismo 6 de los intereses comunes á individua- lidades, que son ó pueden ser contraigas y el cov junto de prácticas arregladas á ese conocimiento "La civilización coexiste con el conocimiento de las reglas anteriormente dichas; de lo que resulta que el pueblo mas civilizado es el que mas conoce y practica el respeto de la persona- lidad. 124. Aparte de la correlación que hay entre la civi- lización, la personalidad y las reglas universales, ¿hay un motivo especial para detenerse en esta esposicion? Sí le hay, porque existiendo un órden universal, su manifesta- ción local exige el empleo de reglas universales y esta esposicion se refiere al conocimiento de estas reglas. 125. ¿Cuál es la función económica de las regla." uni- versales? 1 ° poner un límite á todo interés económico circunscripto; 2 ° hacer, por consiguiente, que ladistri- bucion de las riquezas universales, guarde, á io menos, cierta proporción con dos intereses diversos, 3 ° facilitar los medios de concordar esos intereses. Lo primero, por que la tendencia á la primacía es propia de la naturaleza humana; lo segundo, porque para establecer convenciones es preciso respetar antecedentes. 126. Observo que todas estas cosas son propias del de- recho de gentes. Si lo son también; pero, por lo que he- mos dicho antes hemos demostrado que la economía polí- ca no es esclusiva y que sus elementos están muy esparci- dos. (98, 120).— 28 — 127. ¿Cuáles son los beneficios económicos de los tratados? Hacer recíprocas entre varios países la distribu- ción de las riquezas. 128. ¿Respecto de las restricciones ¿qué decis? 1 ° Que toda restricción es anti-económica, cuando se hace por intereses circunscriptos; 2. ° hay, sin embargo, cier- tas restricciones necesarias para el órden económico, tales como las de policía y seguridad; 3. ° que el estableci- miento y conservación de la fuerza ejecutiva, que las hace respetar, es lo único que puede autorizar, económi- camente hablando, el uso ú ocupación de las propiedades del tráfico y del comercio, esto es, el establecimiento de loa derechos de puerto; 4 ° que todas las restricciones, que tengan otra motivo pertenecen á un órden diferente. 129. ¿Qué* decis sobre el dominio de los mares? Que algunos países se han apropiado ciertas estensiones de mar, haciéndose exclusivos para gozar de ellos y ejercer en ellos ciertos actos. 130. ¿Qué tenéis qué decir acerca de esta restricción? Que, cuando está, contenida en los límites que hemos es- puesto, y que resultan de la seguridad, libertad y propie- dad, es una restricción de las fuerzas naturales, apropiables por la asociación humana. 131. ¿Qué cosas son objeto del tráfico universal? Los productos de los tres reinos, animal, vegetal y mine- ral y todos los bienes muebles, resultado del trabajo del hombre. 132. ¿Hay algunas restricciones? La mayor parte de los gobiernos viven de las rentas, que se proporcionan por medio de las entradas y salidas de los estados. 133. ¿Todo lo que habéis dicho acerca del tráfico, es aplicable al comercio marítimo? Las diferencias en esto no pueden ser considerables, y el hacerlas seria pecar por una exagerada exactitud. 134. ¿Qué tenéis que observar acerca del tráfico ter- restre? Que, haciéndose entre paises contiguos, hay mayo- res facilidades para establecer las mismas prácticas; pero que el mismo contacto suele establecer mayores diferen- cias, porque Ivice las contiendas mas frecuentes. (34). 135. ¿Cuál es el efecto de las restricciones puestas al comercio universal? Para mayor claridad nos servire- — 29 — mos de la división que hicimos en la primera parte, entre paises agricultores, pastoriles, mineros, industriales, trafi- cantes y comerciantes. Respecto de los paises agriculto- res, la agricultura supone un estado de civilización, de ella se han orijinado todas las artes y todas las ciencias, el efecto económico de las restricciones es, pues, el no hacer partícipes á los otros pueblos de sus conocimientos; y, co- mo la enseñanza, según hemos dicho, es primordial al ór- den económico (85), concentrándose las fuerzas producti- vas en una localidad, sus efectos se limitan, los otros pue- blos, que recibirían su caudal ds enseñanza, quedan pri- vados de él, y, por una reciprocidad, que demuestra la solidariedad humana, los paises que privan á los otros de sus progresos, se hacen estacionarios y decaen. La inteli- gencia y poder no se desarrollan ni conservan sino por su ejercicio; la contemplación de la propia superioridad ó inferioridad es un estímulo para ese ejercicio, y la falta de él es uno de los motivos de la ruina de algunos imperios poderosos. Pero no solo respecto de la enseñanza: la armo- nía de la inteligencia con la materia, en todo lo que se re- fiere al hombre es una cosa constante; así, pues, los pro- ductos obteuidos se resienten del espíritu estrecho de loca- lidad y este efecto se hace sensible hasta en la misma raza. El!a se debilita y enferma, cae bajo el despotismo, se mul- tiplica inconsideradamente ó muere. La naturaleza misma, suele^impedir estos males restableciendo la armonia física por medio de las epidemias. Por otra parte, por estenso que sea un pais no puede contener todos los productos; prí- vase, pues, de los bienes que la Inteligencia, que domina la materia ha esparcido pródigamente. 136. ¿Cutíles son los efectos de las restricciones en los paises pastoriles? Algunos de los efectos indicados se hacen mucho mas sensibles. Los paises pastoriles no tienen los mismos motivos para civilizarse que los paises agriculto- res. Abundantes en prados naturales dejan que la natura- leza obre, andan errantes, sin domicilio; y, como páramo- verse necesitan cierta disciplina, menester es que elijan gefes ó caudillos, que, por no alterar la disciplina de las marchas, se acostumbran á no dar razones de sus disposi- ciones. La comunicación constante en qu • están con los ganados, los acostumbra á la violencia y á la sangre. Los— 30 — productos de la civilización tienen atractivo para los sen- tidos: cuando estos pueblos están aislados no los conocen; cuando están rodeados de paises civilizados, que gozan de aquellos productos se los tratan de apropiar por la fuerza. Si las tierras son bastante estensas, andan errantes hasta que son subyugados. Los paises pastoriles son, al mismo tiempo, ricos en tierras fértiles; introducida, pues, la civi- lización en ellos, traería la agricultura y la industria, y la riqueza universal se gozaría. 137- ¿Cómo se introduce la civilización en los paises pastoriles? La ocupación es el único medio humano: ella se practica de dos modos ó por medio de la guerra y de la fuerza, ó por medio délos tratados; este último es el me- dio mas económico; el otro no puede ser mas que un re- curso cuando él no puede existir. Bien entendido que aquí hablamos económicamente, porque, en todo caso, al Derecho de Gentes toca decidir la justicia de la guerra; y la violación de la justicia para con los inferiores hace fácil la violación de la justicia para con los iguales. 138. ¿Cuántos aspectos tienG esta cuestión? Dosprin- cipales: el uno respecto del medio de llevar la civilización, el otro respecto al modo de atraerla; pero, habiendo ha- blado del primero, diremos algo del segundo al tratar del tráfico y comercio pátrio. 139. ¿Qué tenéis que decir respecto de los paises mi- neros? Qaela estraccion de los minerales supone cultura, y por consiguiente, cierta organización social. Que los pue- blos mineros no pueden aislarse, cuando no son, al mismo tiempo, agricultores ó industriales; que la codicia llama á ellos una numerosa inmigración; pero que á su progreso les es un obstáculo la misma codicia, que destruye ó debi- lita I03 vínculos sociales, cuando no se la desvia por una resistencia; y que aun introducidas en ellos la agricultura y las industrias, por el hecho de ser mineros, las franqui- cias les son á ellos mas necesarias que á los que son solo agricultores; por último, es preciso no confundir la cultura, que suelen poseer con la civilizicion que también alcan- zan. 140. ¿Hacéis distinción entre la civilización y la cul- tura? Cuando definimos la civilización, lo hicimos (123), uniendo el conocimiento á la práctica: la practica de la — 31 — civilización supone cierta cultura; pero se entiende aisla- damente por cultura ciertas prácticas de la civilización, como ciertos modales, el vestido y el aseo, sin el conoci- miento del dualismo y personalidad. La práctica de la ci- vilización supone cierta cultura, que la forman los hábitos y la r' tina; pero aquella la civilización es inteligente. 141. Vengamos ahora á los efectos de las restriccio- nes en los paises industriales—Hay que distinguir entre los paises industriales, que no son al mismo tiempo trafi- cantes y los que lo son. Respecto de los primeros, es in- cuestionable que las restricciones pueden producir el efec- to de su decaemiento y ruina que refluye en perjuicio de todos los paises, que no son partícipes de los productos de su industria. 142. ¿Y es económico que un pi.Í3 industrial esta- blezca prohibiciones respecto de otros paises industriales ? Si solo se atiende á la ostentación pasagera déla grandeza, sí; pero si ese pueblo no quiere ser estacionario y debili- tar*su fuerza y poder, nd; por que, como hemos dicho al hablar de les países agricultores, la inteligencia y poder solo se conservan y desarrollan por degercicio. Así, pues, es económico que la inteligencia se aumente con la inteligencia. Por otra parte, aun respecto de las industrias, se pueden ver patentemente los efectos de las fuerzas de la naturaleza: el entendimiento é* inclinaciones se modifi- can por la posición geográfica; la raza misma tiene cierta influencia: todo eso hace ver que los productos de la industria tienen también su fisonomía local. Todavía están patentes los efectos del localismo en paises que en otro tiempo fueron en agricultura é industria (134). 143.* ¿No descuidareis, sin embargo, los males que re- sultan de la libertad de tráfico y comercio en los paises industriales?—Esos males soa la prueba misma de lo que os acabo de esponer: ellos suponen una organización vi- ciosa ó circunscripta, y la economia política no es inopor- tuna cuando dice á los paises industriales: "no os aluci- néis con vuestros remedios efímeros; dejad la organización de un compás y de un cálculo egoísta; abrid esas puertas que habéis cerrado en contra de la humanidad, qoe cono- céis poco y al cielo que queréis poner adentro de un teles- copio."— 32 — 144. Vengamos ahora á los paises traficantes.—Para que un país sea traficante, es preciso suponer que la materia de su tráfico la obtiene de otros países ó que la tiene en sí mis- mo. En ambo? casos supone el conocimiento délas artes y de las ciencias, porque la navegación es su manifestación mas concisa: además de las artes y ciencias estando continuamente en contacto con países diferentes, por poco que reflexionen, les son mas patentes las esterio- ridades de la civilización y du.ilismo, el sentimento de su personalidad se desenvuelve en ellos y su espe- riencia les hace también conductores del progreso. El contacto de tantos intereses diversos les hace cosmo- politas. Conociendo su superioridad, suelen á veces ser temerarios sus individuos, temeridades individuales, por- que acostumbrados á la prudencia de los otros, son mas prudentes entro sí. La civilización, el progreso, el goce de las fuerzas de la naturaleza, la adquisición de nuevas y su desarrollo son poderosos motivos para no cerrarles las puertas. Los laboriosos no temen sus cálculos, y los que no lo son tendrían que elejir entre la barbarie interna y una esclavitud temporal que los podría educar. No es esio hacer elogio de ellos; porque la naturaleza nos quita hasta nuestras facultades sino las usamos. No se les eche, pues, en cara su egoísmo, cuando teniendo el sentimiento opuesto, no se tiene actividad, que constituye la virtud. Y es conveniente recordar también lo que hemos dicho en otros términos: que la injusticia es reflexiva y que el que se acostumbra á faltar ú ella con los que no le resisten \ muy luego pierde su conocimiento (138), y son necesarias ' nuevas fuerzas para recobrarlo. El verdadero interés sin- gular está siempre de acuerdo con el orden ; pero él no puede ser un principio. 145. ¿Y qué decís respecto de los países comerciantes? Comercio sin navegación supone riquezas. El tráfico ejer- cido por los otros pueblos lleva y trae y el beneficio es recíproco. Pero las riquezas r.o son bienes que podamos tener por mucho tiempo sin actividad; así, pues, si al co- mercio no acompaña el tráfico, ni la intelíjencia, ni la fuerza se desarrollan, y los países industriales vienen á sostituirles de una manera semejante á los países pastori- — 33 — r>8i .811 les. D-?be observarse que este no es mas que un medio analítico de considerarlos países (31). 146. ¿Qué tenéis que observar respecto de este capí- tulo?—Que en él hemos tratado de lo que propiamen- te se llama economía política; pero habiendo definido esta ciencia, como generalmente se hace, en un sentido mas lato, comprendemos también en ella, hasta los gastos personales, así como la física, en un sentido lato, compren- de el conocimiento de la química y del organismo. I or/p nr.in ved • * 'rnioono'j oJao > •ti'Kib ob'ji/q CAPÍTULO IV ¡n9¿ .061 Del tranco y comercio patrio. * * * smabflui asen ■ f¡í 89 ,ei:mgob ■>Uíi ea ctnwuo División de lo3 paises, según la naturaleza.—Modificaciones.—Conclusión importante.—Civilización uniforme; como so entiende.—Consecuen- cias.—Introducción de una enseñanza.—Libertad, regla uníversal.- Tráfico y comercio en los paises agricultores.—Países pastfoWlea. Modos de atraer la civilización en ellos.—Diferencia entre los na- turales y estrangeros.—Tgualdad absoluta. —Inmigración.- -Espon- tánea y convencional.—Medio de favorecer el trafico y comercié* . patrio.—Instrucción.—Vias de comunicación.—Paises mineifos'J-^-í Paises comerciantes.—Dos suposiciones ; un pueblo modelo do» otro pueblo.—Definición del progreso.—Conclusión desl capitulo. vib üí eíÁbcíS 146. ¿Qué división establecéis entre los estadós',áíctíri¿ ca de su comercio interno ?—La misma que la naturaleza,, por medio de las fuerzas propias, ó de la asociación hu- mana, según lo cual se espresa que las fuerzas de la ntóti-? raleza son susceptibles de ciertas modificaciones, y que es- tas modificaciones son operadas por el hombre. 147. ¿ Estas modifica clones son permapétftes ?.—Stt: la; seria preciso uü' razo na míen- duración no es fácil decidirl to complexo. La absorción de las razas por la localidad no es susceptible de una prueba contemporánea; pero es constante que los hábitos modifican las fisonomfásV üliml owp— 34 — 148. ¿Son de importancia estas observaciones?—La mas importante conclasion, qae podríamos sacar de ella, seria el saber cuál es el límite que la asociación humana encuentra en las fuerzas de la naturaleza, para alcanzar una civilización uniforme, y si es esta posible; y, con res- pecto al tráfico y comercio, si hay algunas reglas, que puedan ser comunes á todos los estados y cuales ella& sean, lo que ya se ha indicad .o [[Cap. III]. 149. ¿Habláis de civilización uniforme?—Dado el cono- cimiento del dualismo, no seria difícil conceder que no hay mas que una civilización; pero en la manera con que este conocimiento se opera en los entendimientos, se puede decir que hay tantas diferencias cuantas hay de entendimientos. 150. ¿Cuáles son las consecuencias de esto?—1.° Que en materia de enseñanza es preciso limitarse á lo mas fundamental; 2. ° que la enseñanza, que tiene menos dogmas, es la mas susceptible de propaganda; 3. ° que cuando se intenta de introducir nuevos dogmas, lo único que seconsigue es introducir prácticas que los reemplazan. 4. ° Qae la introducción de las prácticas sin conocimien- to puede ser dañosa,porque engendra la superstición, (c) 151. ¿Y conviene la introducción de una enseñanza? De ningún modo, supuesta una organización social, es con- veniente introducir una enseñanza esclusiva. No es dado á la humanidad, que no conoce ni su llegada al mundo, te- ner la ciencia del corazón y el conocimiento de las esen- cias, y esa ciencia y ese conocimiento seria lo único que podría justificar la pretensión de una enseñanza esclusiva. Existe la división y la lucha propias de la naturaleza, aun considerado aisladamente cada individuo, y el que sola- mente pugna no domina. La necesidad de la enseñanza la hemos demostrado en la primera parte [Cap. 6); pero entonces hicimos ver cual debe ser al respecto la función de la autoridad ó gobierno. 152. Según eso, ¿no aprobáis la enseñanza de muchos siglos?—No tratemos de dar miradas retrospectivas sino para deducir la esperiencia. Dejemos las pretensiones que (e) Estos razonamientos no se han desenvuelto estensainente, atendien- do & la naturaleza de esta "Hipnosis" ; las consecuencias no están mas que indicadas. - 35 — pasaron, y veamos que ellas no pueden existir y que lo q'oe ellas tuvieron de benéfico no ha podido nunca ser destruido. Dejemos que se dispútenlas hojas de los libros apoliliados los que cierran los ojos al libro de la naturale- za. Dejemos que los vuelvan á escribir y que los comen- ten, porque el Espíritu de Verdad no puede ofenderse de esas pequefieces. 153 Veo que vuestra principal conclusión es la libertad ¿y en la clasificación que hicimos de los pueblos, puede alguno separarse de este medio de modificación?—Nin- guno, porque él es constitutivo. Todas las restricciones, que se ejercen, debemos mirarlas como medios de lucha, como restricciones hechas á las prácticas, porque la ense- ñanza aun en las ciencias solo puede existir por la oposi- ción, división ó diversidad y el efecto de aquellas es la estension ó conservación de otras prácticas supersticio- sas, (d) 154. ¿Qué habéis manifestado hasta ahora en lo qae pre- cede ?—Las funciones económicas de los gobiernos y de los profesores en los diversos paises. En el capítulo ante- rior hablábamos del órden universal; en este nos hemos circunscripto, en la primera parte tratamos de definirlas; en este las hemos considerado nuevamente para señalar sus efectos en los mismos estados(84 y sig.) 155. Viniendo al tráfico y comercio en los paises agricultores ¿qué tenéis que observar? Es preciso tener en cuenta su posición geográfica, distingamos, pues, entre paises continentales y los que tienen puertos. Los efec- tos de las restricciones se hacen mas sensibles en los pri- meros: todos los obstáculos para su comercio interior in- fluyen sobre su cultura y sobre los productos. Vano es, pues, para ellos el producir cuando no pueden trocar. Poco trabajo les basta: con muy poca actividad pueden proveer á las necesidades de una familia; los matrimonios se hacen frecuentes; la población aumenta. Aumentando la población, se requieren mayores productos y se establece un nivel entre ambos. Si los paises agricultores tienen puertos, los efectos de las restricciones se hacen menos violentas; y en ambos casos, les es aplicable todo lo que (d) Véase la* nota anterior.— 36 — digimos en el capítulo anterior sobre la solidariedad. (Véase el núm. 134). C f ~¿> 5) 156. ¿Sobre los países pastoriles tenéis algo que ob- servar? Como hemos dicho en el capítulo anterior, trata- remos aquí de loa medios de atraer la población, que, como también digimos, es el medio de atraer la civilización, asunto el mas interesante al respecto, puesto que los efec- tos de las restricciones son semejantes en todos los paises. 157. ¿Cuales son esos medios? Los que se deducen de los principios de seguridad, libertad é igualdad ó pro- piedad: X. ^sprotejiendo á los estrangeros de toda violen- cia dejarte de los naturales; 2. ° dejándoles el libre tránsito en todo el territorio del estado y sometiéndoles so- lamente á las investigaciones necesarias á la justicia civil y criminal y á los reglamentos de policía; 3. ° no esta- bleciendo otras diferencias para el goce de los derechos que las que nacen de la calidad de estrangeros; 4. ° el medio que los comprende á todos es la paz, que facilita estas garantías. 158. ¿Es necesario decir ciertas diferencias? Sí lo es, porque también es económico el distribuir las riquezas entre los que han tenido parte en la producción. Los na- turales teniendo mayores deberes, deben tener mayores derechos. 159. ¿Y no seria mejor establecer una igualdad ab- soluta? Si un estado hubiese de vivir aislado, indudable- mente que sí, porque estonces los otros estados no po- drían influir benéficamente sobre su civilización/ pero las exigencias de esta han hecho necesarias ciertas exencio- nes, que, formando de los estrangeros una clase aparte, producen el buen efecto de acostumbrar á los naturales á sus prácticas. Por otra parte, los estranjeros son celosos de estas exenciones, que, en tiempos de disturbios, los eleva al rango de protectores y no les hace tan sensibles los efectos de elloj, y su inmigración disminuiría si no se les concediese. 160. ¿De cuántas maneras es la inmigración? De dos: espontánea y convencional. No tomamos en cuenta la que tiene lugar en caso de hambre ó peste que podría llamarse forzosa. 161. ¿Que tenéis que decir respecto dé ellas? Que — 37 — la mas económica y natural es la espontánea, por que para dejar la patria es preciso haber tenido los medios, lo que supone hábitos de ahorro y de órden; que la inmigración convencional es poco útil, y que el contrato le da cierto carácter de exijencia sospechoso. Si el hospedar es nn bien no es preciso pagar al hués- ped; y si es un mal, preciso seria un gran lucro para atraer- lo. Ese sentimiento, (ciego á veces, de circunscripción territorial es el motivo de ese error, y lo singular es que él sea común, bajo este aspecto, á personas que se jactan de civilizadores y cosmopolitas. El hombre de drden no sale de su patria mendigando, multiplicar sin drden es multiplicar para la muerte. Por otra parte, no es la po- blación la que hace el órden, es el órden el que hace la población. 162. ¿Cuáles son los medios de favorecer el tráfico y comercio patrio? Tres: 1. ° la enseñanza; 2.° la liber- tad de industria, tráfico y comercio; y 3. ° las vías de co- municación. De los primeros ya hemos Labiado, tócanos ahora hablar del último. 163. Sin embargo, antes de pasar adelante, quisiera que digéseis algo sobre la instrucción. La instrucción está comprendida en la enseñanza; la mejor es la agrícola, me- cánica é industrial; la que tiene pretensiones de filosófica, es generalmente anárquica y ociosa, eleva mucho el es- píritu y desencamina de los hábitos sencillos: mejor es la rudeza que la ignorancia pretenciosa. Es preciso enseñar á leer el libro de la naturaleza. 164. Viniendo á las vías de comunicación ¿ qué te- neis que decir? — Que la facilidad del tráfico es, incuestio- nablemente, uno de los medios mas poderosos para facilitar la distribución, pero que su multiplicación debe dejarse al -cuidado particular, porque es un resultado de las uece- sidades. Si se quiere cultura diríjanse los mayores esfuerzos para aumentar la rapidez; pero la civilización viene con el hábito de reflexionar. La naturaleza condena todos loe medios violentos, dejando el buen resultado á la elecciom de los medios términos. Estas son cuestiones practicas en que las circunstancias intervienen con su imperio mo- derador ó con sus exigencias terminantes.— 38 — 165. ¿ Qué decís de los países mineros?—Que estos paises encuentran en las facilidades de su comercio inter- no, algunas de las ventajas, que otros en la de su propio suelo. Si al mismo tiempo que son mineros son agricul- tores, lo que hemos dicho respecto de estos les es aplica- ble; y si no lo son, Jas restricciones serian sobre su pobla- ción también, porque se egercen sobre artículos de con- sumo. 166. ¿ Qué decis de los paises traficantes ?—Esta cuestión es la misma en el fondo, la que hemos tratado al hablar de la conducta de un país industrial, porque, sien- do solamente traficante, los productos de su consumo in- terior los recibe por medio del tráfico que él ejerce ó por medio de otro. 167. Por último, venimos á los países comerciantes. Cuando esta calidad sobresale, supone, como hemos di- cho, grandes riquezas, cuya conservación y desarrollo exi- jen el ejercicio de fuerzas, que se aumentan con la con- currencia. 168. ¿Tocando ahora la cuestión, que pusisteis al principio, decid ¿si es posible una civilización uniforme y cual es el límite que la asociación humana encuentra en las fuerzas déla naturaleza y también si un país puede modelarse por otro ?—La cuestión puede versar sobre las prácticas solamente, y ya hemos dicho algo sobre ella, ahora trataré de dárosla resuelta; pero no tocaremos la cuestión, que versa sobre si el progreso puede ó no ser universal, y que se suele tocar sin saber lo que es univer- sal ni lo que es progreso. Hagamos dos suposiciones : ó bien el progreso se efectúa por una potencia uuiversal, que llamaremos autoridad universal ó por la asociación humana. La autoridad universal para manifestarse en una localidad hace uso indudablemente de fuerzas universales y siendo universal se halla eo posesión de todos los cono- cimientos universales 6 ciencias á cuya aplicación local siempre es un obstáculo la misma localidad; pero ese es un obstáculo permanente : cada vez, pues, que se haya que- rido manifestar le ha sido necesario superar el obstáculo local. Cada localidad presenta un nuevo obstáculo, cada nuevo obstáculo un nuevo empleo de fuerzas universales lo que hace necesario tiempos diferentes. ¿Déjanse, pues, — 39 — de ejercer en una localidad las fuerzas universales, y las desviaciones que ellas ejercían sobre las fuerzas vienen á ser debilitadas ó absorvidas por estas. Queda, pues, la autoridad universal con las fuerzas y ciencias universales y la localidad con sus fuerzas locales, que, por ser locales son esclusivas y necesitan siempre resistencia. Esto hace ver cuán delirante es el sueño de los niveladores socialis- tas. La cuestión es mas fácil aun si á las palabras autori- dad universal sustituimos las de asociación humana, de la segunda suposición, en caso de que esta asociación no per- manezca ó sea renovada por la inmigración y el tráfico ; pero en el caso de que pudiese ser permanente, ya hemos visto en el capítuloanterior y en este los efectos del loca- lismo. Ahora, 3Í queréis la formula, os diré : que el límite que la asociación humana encuentra en las fuerzas de la naturaleza es la acción sobre estas mismas fuerzas ; que todas son esclusivas; que, por consiguiente; el progreso no puede ser mas que transitorio ó dependiente de la ma- yor ó menor resistencia á estas fuerzas; y que toda asocia- ción acabará por ser absorvida, si no se renueva.—Aun es mas absurdo el querer modelar un pueblo por otro pueblo. Si las desviaciones operadas por las fuerzas universales no son permanentes, mucho menos lo son las locales. Se- ria preciso introducir la misma raza y aun entonces existi- rían las dificultades sobre la asociación humana, que aca- bamos de esponer. Eso hace ver también cuan delirantes son los sueños de algunos copiantes de códigos, institucio- nes y costumbres de otros países que difieren en las fuer- zas de localidad y de raza. Ni la asociación ni la raza pue- den operar un progreso ilimitado, y estando unidas es preciso que se renueven. Los hechos son transitorios ; la ruina de antiguos imperios poderosos es la prueba prác- tica. 169. Según eso ¿qué es progreso local?—Es la su- perioridad 6 serie de superioridades, egercidas por las fuerzas universales 6 por la asociación humana sobre las fuerzas locales de la naturaleza ; y el medio de operar el último es el de ejercer y desarrollar constantemente las fuerzas de. la asociación por el tráfico y la concurrencia, que permiten la aplicación de las ciencias. 170. ¿ Qué tenéis que decir respecto álas conclusio-— 40 — nes de este capítulo ? Que dejamos espuestos en él los fundamentos de todas las cuestiones, que pueden vers-'jr sobre la distribucio•■ patria, y que estos fundamentos de- ben tenerse presentes para mirar bajo sus aspectos la ma- yor pirte de las euestiones, que se nos ofrezcan en este Bosquejo. CAPITULO V -8ííj;í h»- Beiol -i-retín! aanduii al ob ,n.in«i url De la ciudad y la campaña. Método.—Importancia económica de una'ciudad.—Puertos.—Grandes ciu- dades.—Término medio.— Tres aspectos de una ciudad.—Campa- Ka: medio de favorecer el tráfico.—Grandes caminos : buhoneros.— fil ■• í > TrACco :y comercio individual.—Influencia dél individuo: pueblos 80p individualistas y socialistas. oaot^oKj fe ;• 171. Habiendc llegado ya, según la división que hi- cisteis del tráfico y comercio, al tráfico y comercio urbano decid ¿qué método será conveniente seguir en la esposi- cion de la materia ?—Podrémos considerar en un mismo capítulo, el tráfico y comercio urbano, en seguida el rural, después tratar de sus relaciones recíprocas, concluyendo oon el tráfico personal. 172. ¿ Oual es la importancia económica de una ciu- dad?—La cuestión que proponéis, es una cuestión de economía política universal y patria, perqué los puertos de mar, por ejemplo, son los'depósitos y canales de los productos universales, y las ciudades interiores y conti- nentales son, en todo caso, un centro de comercio patrio. Según lo que podéis afirmar que las ciudades marítimas y puertos ocupan el primer rango en la economía política, y las ciudades interiores, que también lo suelen ocupar, tienen también un alto rango. p.fif < IcTífc. ,¿:Porqué el primer rango los puertos?—Porque ton loa centros de civilización y artes. Habiendo una inmi- gración constante, el comercio es muy activo. Su posición geográfica influye también para que el ejercicio y desar- rollo déla inteligencia sea mas constante ; y, si al ejercicio -orBüíonco zr.l — 41 — y desarrollo de su actividad, inteligencia é industria, rau- ne las calidades, que hemos notado anteriormonte respec- to de los estados de procurar las garantías económicamen- te exijibles, y las riquezas del clima, una ciudad tal puede representar ostensiblemente el capitolio de la civiliza- ción y constituirse la civilizadora y lejisladora del orbe. La grandeza de las ciudades, que no gozan de la suma de estos bienes es una prueba de ello ; privadas de uno ó dos de aquellos, nos hacen ver cual seria su grandeza si los poseyesen. 174. ¿No admitís, entonces, el juicio de algunos pen- sadores llamados filántropos, que no aprueban las grandes ciudades?—Yono digo que sea conveniente poner ladri- llo sobre ladrillo y levantar un templo á la sensualidad ; ese templo lo tiene todo hombre, sino modera sus indigna- ciones. En las cosas humanas es preciso el término medio, y si es cierto que las ciudades conservan la civilización y desarrollan las artes y que la civilización y las artes son bienes, es preciso conservar esos bienes; pero eso nadie lo puede negar; negar, pues, la importancia de las ciu- dades y quererlas destruir es defender la barbarie sin ha- cer ostentación de ello. 175. ¿Y cual es el término medio de que me ha. blais ?- -Esto es, de duración mas ó menos larga, de ci- mientos mas 6 menos sólidos, para no caer en el estremo de edificar síd ellos^Ved ahí entre esos estremos el tér- mino medio. No se debe tampoco con una imitación ser- vil tomar una ciudad por modelo y ponerle instituciones copiadas. La asociación es propia de la naturaleza huma- na, y esa asociación tiene también un término medio entre el aislamiento selvático de los leones y la grey délos cor- deros, y la cultura del hombre debe diferir también de la rutina de las ovejas y de las hormigas. 176. ¿ Podéis indicarme los efectos de no seguir los preceptos que la naturaleza indica ?—Volvéis á tocar las cuestiones de población, de enseñanza y de libertad, de industria, tráfico y comercio; no es necesario repetir razo- namientos tan semejantes; se pueden formar las premisas, apoyadas en idénticos principios y deducir consecuencias análogas. 177. ¿Bajo cuantos aspectos puede considerarse una— 42 — ciudad, económicamente hablando ?—Principal mente bajo tres, el político, el civil y el municipal, que son tres fases de los tres principios; pero sus consecuencias están tan íntimamente ligadas á ellos, que no dependen de una for- ma de localidad ó de la ciudad misma, sino déla propia naturaleza. No tendríamos, pues, mas que repetir lo que hemos dicho. 178. ¿ Qué tenéis que observar respecto de la campa- ña ?—Que estando mas esparcidos los habitantes necesi- tan mayores medios de comunicación, para resistir á las fuerzas de la natutaleza, y que por consiguiente debe siem- pre favorecerse el tráfico. 179. ¿Cuáles son los rredios de hacerlo ?—Dos ; la fundación de puertos ó aldeas y los caminos: ambos me- dios deben estar combinados de manera que presenten las garantías deque hemos hablado. Toda restricción que im- pide la comunicación es anti-económica. No consiste solo en multiplicar los caminos éntrelos grandes centros de po- blación sino de aldea, en aldea. 180—181. ¿Tenéis que hacer alguna observación que sea común al tráfico entre la ciudad y la campaña ?— Eso último que acabamos de esponer es digno de conside- rarse. Los grandes caminos establecidos de ciudud en ciu- dad, refluyen indudablemente sobre 1* comunicación inte- rior, pero ellos no bastan para establecer la cultura y ci- vilización sobre todo en los países pastoriles en que la campaña difiere de las ciudades por las costumbres. Pue- de observarse en los países agricultores que las gentes de la ccmpaña son toscas y.'que tienen de aldea en aldea hasta diferencias en el idioma: el vnal en estos países no es muy grave, porque solo tiene por resultado la rudeza; pero en los países pastoriles sube de punto, porque la rudeza va unida con la vivacidad nacida de la facilidad de trasladar- se, por la abundancia de caballos y del valor que ee desar- rolla con el trato frecuente de los ganados. Por eso debe mirarse como tendente á la bafbárie y anti-económico el impuesto sobre los buhoneros, que impide ó las gentes del campo el frecuentar el trato con las gentes de la ciudad, tomar sus costumbres y hacer menos frecuentes sus dife- rencias. Por otra parte, esa misma movilidad les hace nó- mades, y si les proporcionáis los medios en su propio do- — 43 — micilio de satisfacer sus necesidades, de tener ciertas co- modidades y aun de cultivar afecciones, les proporcionáis los medios de fijarse y los fundamentos de una familia. El impuesto de los buhoneros, contrariando el principio de libertad, hace ver también cuan grande error es contrariar la naturaleza. Las ciudades, una vez establecidas son un gran bien, debe, pues, cuidarse de no destruir ese bien, ya que no se trata de aumentarlo. 182. ¿Qué decís sobre el trafico y comercio individual? Que podemos mirar bajo este aspecto todas las cuestiones de la economía, puesto que ellas versan en actos en últi- mo análisis individuales; pero esto seria volver á repetir de una manera diferente todo lo que hemos dicho (Véase Cap. IV y IX de la 3. 68 Parte). 183. Sin embargo se suele hablar de la influencia que egerce el esfuerzo individual y se hace diferencia éntrelos países en que ese esfuerzo es mas ó menos poderoso. Eso constituye verdaderamente el grado de civilizacú n. Po- dríamos clasificar bajo este aspecto los países en indus- trialistas y socialistas: los pueblos serviles que viven de la rutina son cultos, localistas y presuntuosos; los otros, por el contrario, son amantes de la personalidad y egoístas; pero esto depende de varias circunstancias, algunas de las cu alas han entrado en las consideraciones, que hemos te- nido al hablar de los diversos estados. CAPÍTULO YI. De la distribución unipersonal. Efecto de la legislación—Donaciones; prodigalidad—Testamentos; dis- tribución legal.—Libertad de loa testadores—Familia. 184. ¿Cuál es el efecto de la lejislacion sobre la dis- tribución unipersonal?—Podríamos considerar dos cosas: la lejislacion sobre las donaciones y demás contratos gra- tuitos [dj y la legislación sobre los testamentos. Si convie- (d) La palabra gratuitos no nos parece propia, sinembargo la conser- vamos, con el propósito de invocar lo menos que nos sea posible un lengua ge admitido en jurisprudencia (189).— 44 — ne, por egemplo, dejar una completa libertad en ambos casos, ó si, por el contrario, seria conveniente restringir esa libertad. 185. ¿Qué decís respecto de las donaciones?—Que esta libertad debe tener un límite, puesto que la misma naturaleza ha impuesto ciertas condiciones, como de tiem- po y otras para poder egercer las facultades, no pudiendo tener discernimiento de nuestros actos sino á cierta edad; pero que, concedidos.los goces de la vida cívica, no deben restringirse anulando actos, que influyen sobre la distribu- ción, disminuyendo la confianza. La prodigalidad personal no es un bien, porque destruye capitales; pero peor es la inseguridad de usarlos. 186. ¿Qué decis sobre los testamentos?—El conside- rar económicamente sus efectos es de importancia. Dege- mos á la naturaleza y formas políticas que decidan la os- tensión y obligaciones del parentesco. Pero la división del capital y de la tierra presenta inconvenientes y ventajas que queremos apuntar. Basta echar una mirada sobre lo que digimos en la primera parte respecto á la división de la tierra, para que estas ventajas estén á la vista [75, 76, 77J. La asociación del capital hace posible el efectuar las ventajas do la cultura mayor, remediando en ambos casos los inconvenientes. La economía es, pues, contraria á los mayorazgos, que impide que las propiedades puedan pasar á dueños mas productores. 187. Eso que habláis es respecto de la ley cuando ella decide ¿decid cual debe ser su oficio respecto de la liber- tad de los testadores?—Hay dos cosas qtie considerar, la cuestión que versa sobre la propiedad y la que toca á la economía. No queremos negar que sea excesivo el respeto á la propiedad después de la muerte, para que un testa- dor tenga tanto derecho como otro que no lo sea para dis- poner de sus bienes; pero no vemos la necesidad de pos- tergar los efecto? de un respeto absoluto, económicamente hablando. Las disposiciones' de los testadores pudieran alterar el órden económico y basta con decir esto para de- cir también que la libertad de testar debe ser reglada. Sin embargo, la economía está subordinada, y podríase dar un estado tal de civilización, que permitiese hacer absoluta la libertad de los testamentos y de las donaciones. — 45 — 188. ¿Y algunos otros actos no podrian considerar- se, que tengan relación con lo que acabamos de decir ?.— Bajo el aspecto de la distribución no hay acto civil que le sea estraño. Pero tocaremos uno importante que es la familia 189. ¿Cual es la relación que encontráis entre la fa- milia y la distribución unipersonal ?—Ha-ta que los hijos no han llegado á cierta edad, ó grado de desarrollo, no pueden ser productores, asi es, que todo bien que se les procure, el alimento, la enseñanza, el vestido, todo, es gra- tuitamente, es un verdadero caso de distribución, uniper- sonal, si consideramos las cosas por sus efectos inmedia- tos; pero considerando sus efectos mas remotos, en mu- chísimos casos esta distribución, es mutua, porque todo lo que se les dá para la enseñanza, alimento y vestido se capitaliza, desarrollando sus fuerzas. Apuntamos lijeramen estos elementos, para, á lo menos, hacer ver cuanta es la estension de la economia política. CAPITULO VU- De la distriducion mutua. Dos producciones.—Acto en sí mismo.—Antecedentes.—Consecuencias. 190. Dadme una idea general de la distribución mú- tua.—Ya os he dicho que entendemos por ella aquella distribución en la que intervienen dos producciones, por consiguiente, están comprendidos en ella todos los con- tratos, que no son gratuitos, todos los bilaterales, habien- do separado el trabajo del nombre, según su clasificación en el del empresario, en el del sabio y en el del trabaja- dor, tocarémos mas espresamente la que se egerce direc- tamente sobre las cosas. (99) O 00") 191- ¿Cual es la consecuencia mas directa de nuestra definición ?—Ella(dice que) está espresada ya cuando deci- mos, dos producciones,, entendemos dos cambios de va- lor. 192. ¿ Y en todo contrato bilateral hay f^tos dos ali- mentos ?—Distingamos el acto en sí mismo de sus antece-— 46 — dentes y consecuencias. En el acto en sí mismo, en todo contrato bilateral debe haber voluntad de dos partes; to- dosellos tienen el fundamento de utilidad buscada por am- bas esta utilidad puede ser real ó supuesta, 193. ¿ Y respecto de los antecedentes ?—Todo con- trato liberal en que intervienen dos cosas, supone la exis- tencia de ellas, por consiguiente, ha habido dos produc• cionepydos aumentos de valor, que pueden variar en cuanto que las producciones sean mas ó menos próximas de él. Ya hemos dicho antes que el comercio supone ri- quezas- y esto es lo que espresamos de un modo diferen- te. (167) —(144.) 194. ¿ Porqué decis mas ó menos próximas ?—Por- que en el intérvalo desde la producción hasta la distribu- ción por acto bilateral, puede haber mediado uso ó con- sumo parcial, ó no; en el primer caso no apercibimos el aumento de valor, sisólo atendemos á los actos inmedia- tos, si no nos remontamos á actos mas ó menos próximo de la producción; en el segundo apercibimos la produc- ción mas inmediatamente. 195. ¿Y respecto de las consecuencias ?—Efío de- pende de las circunstancias. O bien ambas cosas se dedi- can á una nueva producción, ó bien una sola de ellas, ó bien ambas al con jumo. En el primer caso hay producción racionalmente hablando, porque, para que no la hubiese, sería menester no operar transformación útil alguna. En el segundo, para que hubiese producción seria menes- ter duplicar el valor de la cosa y exederlo; en el tercero no hay producción. — 47 — CAPITULO VIIL .De la moneda. Dos clases de actos bilaterales.—Diferencia entre ellos.—Importancia de esta diferencia.—Otra diferencia.—"Valor divisible y apreeiable en las partes.—Cosas que pueden [suplir á la moneda.—Fijeza.— Ubicuidad, universalidad.—Oro y plata.—Función de la autoridad respecto de la moneda.—Su influencia.—Falsa opinión respecto de esta.—Ateraciones gubernativas.—Precio.—De qué depende,—Pre ció natural y civil. 196. ¿ Como distinguís los actos bilaterales ?—Para nuestro objeto nos basta el distinguir los actos en que in- terviene la moneda y aquellos en que no interviene. Núes tro punto de partida son los hechos, y de su observación sacaremos las consecuencias que nos los espliquen. 197. Que hay que observar respecto de los actos en que interviene la moneda ?—En los actos en que intervie- ne la moneda, hay siempre producción remota, porque su- ponen la misma producción del oro y plata (si tomamos esta moneda como ejemplo) de que ha sido formada; y en los otros actos bilaterales, la producción puede ser próxi- ma respecto de las dos cosas. No tenemos en cuenta el sello de la moneda, porque esa no es propiamente una producción directa, sino un certificado de su calidad y peso. Otra diferencia también podemos espresar diciendo que en todo contrato en que interviene la moneda por ese motivo solo interviene la riqueza acumulativa y en los otros no es indispensable. 199. ¿ Qué importancia tienen estas diferencias ?— La primera puede considerarse como una manera indirec- ta de definir los actos de comercio ; porque, si solo aten- demos á los actos en sí mismos, se podría tachar de im— perfeata, diciendo que el oro y plata se pueden estraer inmediatamente de las ruinas, y que por consiguiente, no existiría la producción remota. Pero, en efecto, podemos considerar toda la moneda existente, como una produc-— 48 — cion antigua, que ha ido aumentando, desde su estableci- miento y que una moneda hace parte de ellla, siendo indi- ferente oue se i de un día ó de muchos años. La otra dife- rencia es mas fácil de apercibirse, porque la calidad de acumulativa que tiene la moneda; le dá á los contratos en que interviene un carácter mas definido. Sin embargo, esta calidad de acumulativa puede variar mucho en toda moneda que no sea de oro ó plata, ú otras que tengan el carácter de fijeza. 200. Pero hay otra diferencia mas notable. — Si la hay, en ios actos en que no interviene la moneda hay sola- mente la idea de valor mayor ó menor de un modo vago é indeterminado en los actos en que interviene le hay de- terminado. 201. Esplicad esto.—Un hombre tiene necesidad de un vestido y posee al mismo tiempo varias riquezas de otro género, por ejemplo, casa, ganado, trigo, frutas: para obtener el vestido no hay una cosa que le determine si dará la casa, una parte de ganado, ó ,si dará fruta en cambio. El se determina por un valor mayor ó menor, que atribuye á las cosas; de la misma manera, el que contrata con éltiene también una idea vaga; se determina por tal cosa ó cantidad y solo con las ideas de mayor y menor. No sucede lo mismo cuando interviene la moneda, porque entonces cada uuo de ellos puede determinarse refirién- dose á una cosa divisible y apreciablo en sus partes. 202. ¿ Porqué decís divisible y apreciable en sus partes '?—Porque si solo es divisible, la vaguedad é inde- terminación quedaría respecto de las partes: en el caso de las frutas, por ejemplo, no pudiendo medir el valor de una, nos determinaríamos vagamente sobre la cantidad que habíamos de dar. 203. Seguu eso? la moneda tiene un valor determi- nado en las partes *?—Y eso constituye su generalidad: por ejemplo, descomponemos una onza de oro en diez y siete partes y á cada parte atribuimos un cierto valor, según nuestras necesidades y costumbres. 204. Pero eso no da también sino una idea vaga, respecto de la generalidad, puesto que cada uno la apre- cia de distinto modo. Esta apreciación singular basta: ella no se encuentra en el caso de la fruta, que no es co- mún á los dos contratantes y que solo puede apreciar de este modo, cuando se la eleva al rango de moneda, ha- ciéndola común para suplirla, ó refiriéndose á ella. 205. Decis, cuando se la eleva al rango de moneda, ¿según eso hay muchas cosas que pueden suplir á la mo- neda ? Todas las cosas que, teniendo valor pueden medir- se y que son susceptibles de división ó de adición conser- vando su especie, á los que los jurisconsultos llaman fun- dibles, 206. ¿Y esta palabrafunjíbles es aceptable en eco- nomía política ?—Lo es en jurisprudencia que considera el goce ó consumo personal; no lo es en economía polí- tica, que, considerando la distribución general, solo en- tiende por consumo lo que pierde su valor ó lo dismi- nuye. 207. ¿ Y no podrias señalar la diferencia que hay en- tre una cosa, que puede suplir la moneda y la que lo es en efecto?—Hay dos diferencias principales, su ubicuidad 6 universalidad y su fijeza. Por la primera se entiende el reconocimiento que se hace en todas partes de su oficio; por la segunda el cambio de valor insensible que esperi- menta. En el hecho: si tomamos el trigo como moneda, aun suponiendo que no se consumiese y que f aese de fá- cil transporte, seria preciso estarlo renovando continua- mente para recuperar las pérdidas y desmejoras que hu- biese esperimentado por su uso : no podría ser mas que una moneda transitoria. 208. Esto último que decis es respecto de su fijeza, y respecto de su ubicuidad ó universalidad, qué obser- váis?—Que estas palabras son el resümeu de las calidades que ha de tener la materia que ha de servir de moneda. Ellas están fundadas en su valor intrínseco, en su rareza, en su volúmen y peso, en su misma inalterabilidad. En su valor, intrínseco, porque pueden dedicarse á varios usos; en su rareza para que su uso no sea demasiado fácil; eu su volúmen y peso para la facilidad del transporte; y en su inalterabilidad para que pueda acumularse sin pérdida ó cambio sensible. 209. Decid, pues ¿ porqué el oro y la plata son reco- nocidos universalmente como moneda?—No entremos en. la cuestión de su establecimiento .y veamos solamente lo— 50 — que sucede. Es an hecho que en todas partes del mund o el oro y la plata son dedicados para ciertas alhajas y mue- bles en que sus calidades resultan; si fueran mas abundan- tes, estas calidades hubieran generalizado su uso, y hu- bieran en muchos casos sustituido á la m adera y á otros minerales; pero como no lo son, estas oalida des son tanto mas apreciables cuanto mayor es su rareza. Agregaremos á esta la propensión que tiene la humanidad al lujo. Por consiguiente, tienen un valor intrínseco universal, que les es esclnsivo, porque no hay otra materia que los pueda reemplazar. Y este valor aumenta por el servicio que prestan como moneda. 210. ¿Cuál es la función do la autoridad respecta de la moneda ?—'La función de la autoridad local ya la he- mos espresado cuando dijimos, que el sello de la moneda es solamente un certificado de su valor, esto se entiende en el órden económico y decimos e3to, porque los actos humanos se resienten generalmente de los errores del en- tendimiento y de las influencias de la voluntad, y pueden • darse casos en que un gobierno influya de manera que haga ciertas cosas tenga mayor valor que el que tendrían sin esa influencia. (197.J 211. ¿Cómo esplicais esta influencia?—Supuesto un respeto á la autoridad, la generalidad de los hombres no medita todos sus actos, y toma como fundadas las disposi- ciones de aquella: esto puede suceder cuando el respeto á la autoridad es un respeto sincero y unido también con el amor. Por el contrario, cuando un gobierno es solo te- mido, la reflexión es mayor ; pero su influencia puede exis- tir por el temor, y esta influencia es digna de notarse. Es digna de notársela influencia que tienen ciertas personas y las opiniones mas órnenos dominantes, que forman há- bitos. (287.) 212. Según eso, ¿ no estáis con la opinión de algu- nos que dicen que la misión del gobierno solo puede redu cirse á garantiry que, en lo demás, el efecto de su inter- vención es nulo?—Esa opinión está fundada en un análisis abstracto ; ella determina lo que debe hacerse y á lo que debe reducirse el gobierno, según el órden económico simple; pero ese análisis es incompleto, porque, como acabamos de hacer ver en todos los actos humanos inter- — 51 — viene, á lo menos virtualmente, el entendimiento y la vo- luntad, que influye sobre el modo de usar y apreciar las cosas. 213. ¿ Y las alteraciones gubernativas son durables respecto de la moneda?—Ellas son mas ó menos durables según sea la influencia ejercida sobre el entendimiento .y la voluntad, que se modifica por la instrucción y educa- ción; pero el órden económico se desenvuelve, restable- ciéndose el natural y verdadero. 214. ¿ Qué importancia tienen estas observaciones ?— Su generalidad hace ver su importancia, y será fácil aper- cibirse de ello especialmente en varias cuestiones qne to- caremos, como la del precio, de que vamos á tratar. 215. ¿ Qué es precio?—Es la espresion del valor permutable, con referencia á la moneda. 216. ¿De que depende el precio?—De la cantidad de las cosas, de las necesidades que de ellas se tienen y también de la opinión ó influencia del entendimiento y voluntad. De la cantidad, puesto que los poseedores no son esclusivos en una necesidad ó placer, y, por el contra- rio, necesitan ó quieren satisfacer mas ; de las necesidades y placeres, puesto que, siendo tanto mas ó menos premio- sas las necesidades, para satisfacerlas se hará mas ó menos uso de moneda ; y siendo los placeres tanto mas ó menos habituales ó deseados, producirán un efecto semejante; de la opinión, puesto que ella decidirá de la cantidad y cali- dad, de las necesidades y de los placeres, algunas veces falsamente. Lo que hace ver también que la razón del pre- cio dada, haciendo uso solamente de las palabras oferta y demanda es deficiente. 217. ¿Qué decis respecto de la división que se hace en precio natural y civil ó no natural ?—El natural debe referirse solamente á la cantidad de cosas existentes de una misma especie y calidad y á su relación con nuestras, necesidades y placeres. El otro debe referirse á las tres cosas que hemos mencionado, la cantidad, la necesidad y la opinión y puede ser superior, igual ó inferior al na- tural.— 52 — CAPITULO IX- De las cosas que están en el comercio. Clasificación de la.s cosas que están en el comercio.—Cosas de necesidad. Cosas de placer; tres clases de lujo.—División de los artículos de comercio.—Dos aspectos de estas cuestiones.—Artículos de prime- ra necesidad.—Libre concurrencia.—Dañosa á la agricultura; es- plicacion de ello.—Valor relativo de los otros artículos—Artículos de segunda necesidad.—Restricciones.—Artículos de lujo. 218. ¿ Como podrías clasificar las cosas que están en el comercio ?—Tomando por base la definición de las ri- quezas, que hemos dado en la primera parte 3, esto es las necesidades y placeres : de Jos que resultan dos clases de objetos de comercio, los que se refieren á nuestras necesi- dades y los que se refieren á nuestros placeres. 219. ¿Y esta divisiones completa?—Ella no es bastan- te clara, porque en la palabra necesidades, debemos com- prender también las cosas que son necesarias en el estado social y á la naturaleza perfectible del hombre, lo que nos hace distinguir dos clases de artículos, artículos de prime- ra y artículos de segunda necesidad. También se llaman artículos de existencia y artículos de subsistencia. 220. ¿Y respecto de los placeres?—La Filosofía moral distingue dos clases de placeres, los lícitos y los ilícitos; no analizaremos mucho, porque, causando todo deterioro de nuestras facultades morales, intelectuales y físicas, una disminución de fuerzas productivas, hay, por consiguiente, 'una concordancia perfecta entre el órden económico y el órden moral; pero podemos entender con el nombre de lujo toda distribución de riquezas, que no se haga con el objeto de satisfacer nuestras necesidades y distinguir tres clases de lujo, el lujo de magnificencia, el lujo de comodi- dades y el lujo de frivolidades (390). 221. Según eso, ¿cómo dividis los artículos*de comer- cio?—En cinco clases: artículos de primera necesidad, ar- — 53 — tículos de segunda necesidad, artículos de comodidad, artículos de magnificencia, artículos de frivolidad. 222. ¿Y estas diferencias están bien determinadas? — Solamente los artículos de primera necesidad se distinguen bien, porque el alimento y el vestido son indispensables; pero en los otros casos no es fácil determinar la línea que los separa, puesto que el que vive en el estado social debe respetar sus usos y seguirlos, aunque estos usos no tengan otro fundamento que la sociabilidad: por ejemplo, cuando andamos por la calle, llevamos sombrero aunque nos sea molesto á veces. 223. ¿Bajo cuántos aspectos podemos considerar las cuestiones que versan sobre los artículos de comercio? — Bajo dos principales: bajo el de su distribución y bajo el de su consumo. 224. ¿Y estos dos aspectos están bien distantes el uno del otro?—No lo están; estas mat rias están, por el contra- rio, completamente ligadas entre sí, como lo están también con la producción: por eso, para formarse una idea com- pleta de lo que decimos nos referimos á la primera parte y también á la tercera. La división de este Bosquejo en tres partes ha sido hecha ccn el objeto de seguir un plan, aun- que él no fuese exacto. 225. Viniendo á los artículos de primera necesidad ¿qué tenéis que decir? Que toda restricción impuesta á su circulación es un atentado contra la vida de las personas; que, por consiguiente, todo monopolio de ellos esinhuma- no y auti-económico. 226. ¿Y cuáles el medio para evitar este inconve" niente? La economía política no tiene roas que una pala" bra par^i resolver la mayor parte de las cuestiones de esta naturaleza—la libertad, la libre concurrencia; y con res- pecto á los artículos de primera necesidad, esta libertad ó libre concurrencia refluye en beneficio de todos los con- sumidores. 227. Bien veo que la libre concurrencia trae la abmn" dancia; pero respecto del trigo, por ejemplo, no negareis que esta abundancia es dañosa á los agricultores—Ved ah también la tendencia de la economía política á la fraterni- dad, impidiendo todo beneficio esclusivo. El mal de que— 54 — habláis es efectivo, pero observareis en primer lugar, que no es la carencia de los alimentos lo que lo hace tal, es mas bien un mal nacido de los hábitos. En esto la econo- mía política es mas convincente que la filosofía moral y los reformadores, puesto que ella nos hace palpar los in- convenientes de no moderar nuestros deseos, reduciéndo- nos á no poderlos satisfacer, sino cuando están ordenados, pudiéndose deci/ de ello que tiene un culto benéfico y poco jactancioso. En segundo lugar, las razones espuestas, cuando tratamos de la libertad de industria, tienen aplica- ción aquí, puesto que los agricultores que no creen en- contrar en la salud y paz de los campos suficiente retribu- ción de sus fatigas, buscarán en otras ocupaciones los medios de satisfacer sus deseos menos juiciosos (54 y sig.) 228. Y siendo los artículos de primera necesidad de un uso indispensable ¿no podrían ellos servir para deter- minar el valor relativo de los otros productos? Estos artí- culos no se usan ni se consumen en una proporcien mate- mática con las necesidades de las personas; por ejemplo, con las sobras de los banquetes de ciertos ricos y de otros que aparentan serlo, se podrían alimentar muchas perso- • ñas. Podríanse, en efecto, hacer cálculos en una época determinada; pero estos cálculos no nos darían una medi- da exacta sobre el valor de los artículos, nos - ilustrarían algo sobre el estado de moralidad; pero en todo caso, serian necesarios razonamientos complexos. 229. ¿Qué decís sobre los artículos de segunda nece- sidad? Que esta necesidad es progresiva ó retrógrada, según lo es el estado de cultura 6 civilización de los pue- blos. Difícil es determinar esto, pero las reglas que les son aplicables son semejantes á las que existen para con los artículos de primera necesidad. La diferencia princi- pal está en que, respecto de los artículos de primera ne- cesidad, toda restricción es un ataque á la vida y en los otros es un ataque á la sociabilidad. 230. ¿Y no podríais formular en ambos casos los efectos de las restricciones? Puede decirse que hay una gran reciprocidad entre ellos. Las restricciones, en am- bos casos, pueden originar la miseria en todos sus males. 231. ¿Y cuáles son esas restricciones? Las principa- les son: el monopolio, de que trataremos en el capítulo — 55 — siguiente y la<* contribuciones de que hablaremos á su tiempo. [Cap. V. y sig. 3 01 Parte.] 232. ¿Y respecto de los artículos de lujo? Respecto de estos artículos, las restricciones vienen á suplir los vi- cios de la educación de los pueblos, cuando son modera- das: esto es, poniéndose en él mejor caso posible, porque no es esa la función económica del gobierno. Cuando son necesarias, privan del deseo de adquirir para procurárse- las. La economía no condena mas que los abusos; las co- modidades, la magnificencia, las frivolidades mismas no son males en sí, cuando están ordenadas; pero habiendo en la primera parte (Cap. 6) dicho algo sobre la función de los profesores, nos referimos á ello, y á lo que diremos adelante. CAPITULO X- De los monopolios. Definición 'y divisiones—Monopolio natural—Espropiacion—Patentes— Estímulo—Monopolios de autoridad, ó privilegios—Privilegio del talento y habilidad—Mayorazgos—Retracto—Influencia de las for- mas políticas. 233. ¿Qué es monopolio? El uso esclusivo de una cosa, por ejemplo, un campo con aguas medicinales ó el ejercicio esclusivo de alguna ocupación ó arte: de lo que resultan dos clases de monopolio, el real y el personal. Uno y otro pueden ser naturales ó de autoridad, el natural es el que depende de las calidades naturales y de su ejercicio en una persona y de las calidades de una cosa, por ejem- plo, el monopolio de la habilidad ó talento en las artes y ciencias, y el monopolio del campo de que hemos hablado; el monopolio de autoridad es el que lo es tal por disposi- ción de la autoridad y también se llama privilegio, cuan- do es concedido á una persona, clase á corporación, como el ejercicio de ciertas profesiones ó artes y el uso ó goce- 56 — de una cosa como la venta del tabaco. Cuando la misma autoridad se reserva la venta se llama estanoo. 234. ¿Qué tenéis que observar respecto al monopolio natural? Que la economía política se concilia con la es- propiacion para estender los beneficios del uso de una cosa y que nada tiene que oponer á la jurisprudencia so- bre el particular. Esto es, en cuanto á los piivilejios rea- les, por lo que toca á los personales como un invento, es preciso conciliar también el principio de propiedad con la economía política. Sf gj , 235. ¿Cuál es el modo de hacerlo?—Hay razones — í t //<-¿?¿'~r~ económicas y razonas jurídicas. Las razones económicas ¿t sá^tv son: 1 ° la de utilizar lo mas que se pueda un invento; íkjAs, i7A^t's* ¿¿t>2 o la de no impedir los nuevos progresos que se puedan tej-y s$*.*t0&¿0 ^( hacer en las ciencias y. en las artes: á veces un solo descu- /l ^0 f brimiento lleva tras si uno solo de ellos. Las razones ^/^^T/' ' jurídicas son: el principio de propiedad, y como una con- fru ¿¿e<^ ' * secuencia de este principio, el tener en cuéntalos inven- ./fi&e ¿f*A*n'- tos y observaciones que le han precedido y también las , ^/ ^/'t-deducciones de ellos y los principios reconocidos, que las ftt#i£**- jjan precedido ó demuestran. ¿uf^ f¿> r' 237. ¿Las patentes y los jurados coinciden en algo? ¿/sí*- /<*ta " "En estimul.iral estudio ó industria por medio de los pre- mios y de las recompensas, cuyo oficio también es muy , / ^ propio de la autoridad. ¿r? ' 238. ¿Que tenéis que observar respecto de los mono- _ # . y i/S*&¿cJ. polios de autoridad? Estos monopolios son contrarioj á las Z- ¿y 0 r / funciones elevadas de la autoridad en el órden económico; '£-*íu&, * ra': e' estanco del trigo y de la sal seria en la mayor parte de los casos un atentado contra la vida; el estanco del ta- baco traería menos inconvenientes; pero los traería, por que los medios indirectos de impedir los vicios no hacen mas que desviarlos, generalmente hablando, pero no los arrancan de raiz; cuando un artículo es raro, en sí mismo lleva los inconvenientes de la rareza; pero cuando es abun- dante ó se inutiliza una gran parte de él ó se usa: Por otra parte, la mayoría de las gentes encuentra en ciertos artículos abundantes un placer y no toca al gobierno el destruirlo, cuando es innocuo á la sociabilidad. En vear de — 57 — las prohibiciones, la difusión de la educación é instrucción son los medios mas racionales. 239 ¿Qué decis sobre el privilejio del talento ó habi- lidad? Que este monopolio es inalienable, que, por consi- guiente no se le pueden aplicar los mismos principios, que á los demás monopolios naturales Por otra parte, la exis- tencia de esos monopolios, que son generalmente los resul- tados de la laboriosidad y constancia, puesto que las facul- tades se pierden si no las usamos y el ejercicio las desarro- lla está en el órden económico, porque es un medio de estimulará otro. Respecto de las obras literarias, la espro- piacion podria efectuarse por medio del jurado, porque es un resultado palpable; pero, en todo caso, es preciso re- conocer las graves dificultades para juzgar con acierto acerca del mérito de las cosas nuevas. Los inventores y literatos que reconocen la necesidad del órden social, que dá valor á sus obras, deben reconocer también que las funciones de la autoridad deben ser pagas; en todos casos, debe haber reciprocidad, aun hablando económicamente. 240. ¿Distinguís entre los monopolios acordados á una persona y los concedidos á una corporación ó clase? Como ejemplos de estos pueden citarse los mayorazgos, las corporaciones ó maestrazgos de que ya hemos hablado y el retracto ó privilegio de lamilia. 241. ¿Qué decis sobre el retracto? Que hay una razón genera' contra toda anulación, que haga la autoridad de los actos civiles: ella es aplicable también á lo que se lla- ma restitución de los menores, y es: el destruirla confianza para estos actos. Las propiedades desmerecen por la inse- guridad de usarlas y se hacen menos fáciles de usar. 242. ¿No tenéis que hacer alguna observación espe- cial respecto de los monopolios en su relación con la for- ma de gobierno? La forma de gobierno influye mas ó menos en la estension de los monopolios de autoridad ó privilejios. La forma que mas los favorece es li aristocrá- tica, la monarquía hereditaria viene en seguida, después la electiva y por último la democrática, que les es la mas adversa. La economía política no admite s no por moti- vos superiores la intervención de la autoridad en distribu- ción de las riquezas: todo monopolio que no sea natural le es odioso, y como hay tanta latitud en la clasificación— 58 — de las personas en los diversos estados, el monopolio lleva consigo las veleidades y demás defectos del corazón hu- mano. Es preciso tener en cuenta que si un sistema políti- co no puede existir sino echando por tierra el órden eco- nómico, ese mismo político 6 es vicioso ó el pais en donde existe está de tal modo desorganizado que neoesita re- medios violentos. La economía política en su generalidad atacat sin duda alguna, intereses particulares; pero ella luce ver por medio de sus principios, la solidariedad hu- mana y que esos intereses particulares heridos eran falsos y desordenados. Por otra parte, los monopolios de mera autoridad no están tan indispensablemente unidos á las formas políticas, que no les basten los monopolios natura- les de aptitud, de instrucción y de buena conducta. - CAPITULO XI- Del interés del dinero. Relación entre e3ta materia "y loa monopolios—Avaricia—Uso esclusivo del capital—Definición del interés—Diferencia entre 1 el interés y el arrendamiento—De qué depende el interés—Interés alto—Intro- ducción de capitales—Interés bajo—Fijación del interés—Conven- ciones; autoridad—Interés corriente—Funciones de la autoridad; préstamos. 243. ¿Qué relación hay entre esta materia y los mo- nopolios? Que la posesión de un capital puede considerarse también cuando está ordenado de un monopolio natural, porque cuando esto sucede es el resultado del buen uso que hemos hecho de nuestras facultades. 244. ¿Por qué decis, cuando está ordenado?—Porque la economía condena del mismo modo que la filosofía mo- ral la avaricia, que degradando al hombre les disminuye las fuerzas productivas, que están en la armonia completa i entre las fa mitades morales, intelectuales y físicas del hombre. Ella está tan distante de la avaricia como de la prodigalidad. 245. ¿Cuál es la consecuencia mas importante que i sacáis de ello?—Que el "uso ordinario del capital, con las condiciones dichas, está en el érden económico y que este uso puede apropiarse ó lo que es lo mismo que el interés del dinero es justo. 246. ¿Qué es interés?—Es una cantidad proporcional, que se paga por el uso de otra mayor. Generalmente se toma por base las centenas ó millares. El interés es seme- jante al alquiler ó arrendamiento de los otros bienes con algunas diferencias. 247' ¿Cuáles son estas diferencias? La mas general es, que todos los bienes que se arriendan ó alquilan desme- recen por el uso, mientras que el capital queda siempre el mismo, no esperimentando mas que la mudanza en el va- lor de la moneda. Entre los bienes y el capital hay otras diferencias y es que las pérdidas de las cosechas llevan consigo la pérdida de capitales y del trabajo humano; mientras que las pérdidas ocasionadas en las empresas mercantiles solo se aplican principalmente á los intereses, quedando, en general, la materia primera en reemplazo del capital. Estas diferencias sirven para distinguir los actos de comercio y señalar el lugar que le corresponde. 248. ¿De qué depende el interés del dinero? Cuando el interés del dinero es alto, prueba la escasez proporcio- nal de capitales, con respecto á los demás agentes de la producción. Esta proporción se hace mucho mas sensible en los países en que hay mayor abundancia de riquezas naturales y aquí es digno de notarse que la avaricia ó com- petencia para ob'.ener grandes ganancias, en paises dota- dos de muchas riquezas naturales hace sufrir algunas mo- les ti is á los comerciantes. Ya notamos, en la primera par- te, el rango que ocupan en la producción las fuerzas de la naturaleza y observamos al hablar del capital que él se ha formado por las riquezas natural jh y el trabajo del hombre. Este medio existe siempre, cuando no hay una población muy numerosa, y es bastante cuando no hay deudas exce- sivas. [15, 16] 249. ¿Qué es entónces lo que puede deducirse del interés alto? El prueba una organización viciosa, un exce- so entre los comerciantes y los que propiamente son lla- mados trabajadores, ó en otros términos, un verdadero desórden, el desórden moral, que no tiene las esteriorida-— 60 — des. Este desórden lo constituyen los comerciantes sin capital, que se creen deshonrados con trabajar con sus ma- nos y los comerciantes que, teniendo poco capital, se en- tregan á empresas temerarias, en ambos casos para vivir en un lujo desarreglado. 250. Esplicad como la introducción de capitales pro- duce, sin embargo, grandes resultados.—Debe observarse, en primer lugar, que la introducción de capitales no se hace, de ordinario, aisladamente, sino que viene también acompañada de la introducción de trabajadores, que, por consiguiente, no se les debe atribuir un resultado que no les es esclusivo. Cuando esto no sucediese, probaría uni movilidad localmente improductiva, orijinada por la venta de las riquezas naturales. En segundo lugar, el verdadero órden económico consiste en el equilibrio entre los agentes de la producción; la introducción de capitales produce, indudablemente, actividad, porque los que andan tras de ellos, encuentran colocación, y esa actividad influye tam- bién sobre los trabajadores, que encuentran quien los ocupe. 251. ¿Entónces atribuís buenos efectos á un mal, á la avaricia? Lejos de eso: con el desórden no se puede hacer bien: los resultados se hacen sufrir mas tarde ó mas tem- prano. La avaricia no es el mejor consejero para las em- presas, y multiplicadas estas con esceso originan quiebras y otros male?. Estos son mas fáciles de apercibirse que de espresarse, y se evitarían si en vez de dedicarse á grandes empresas mercantiles se entregaran' al trabajo personal, que es el mas ordenado, el mas económico y ei mas digno del hombre. La utilidad mas benéfica y el fund imento de todas es la de las industrias que sacan las riquezas de la naturlaeza misma, y que no se reducen solo á mudarlas de una parte á otra ó de dueflo. (c) 252. ¿Y el precio bajo del interés qué es lo que prue- ba? La abundancia de capitales, en primer lugar; en segun- do lugar, pueden hacerse observaciones análogas á las que acabamos de hacer respecto del alto precio, y se deduciría que hay una gran actividad y rauihos trabajadores. (e) Algunos economistas han fundado en esto otra división de las industrias. — 61 — 253. ¿Qué es lo que fija naturalmente el precio del interés? De lo que hemos dicho hasta aquí, se deduce que tiene las mismas causas que el precio de las demás cosas! á saber, la oferta, la demanda y la opinión. 254. ¿Cómo se determina el interés? Por las conven- ciones y por la autoridad; ambos medios pueden existir juntos, ó ser esclusivo el de la autoridad para fijarlo. 255. ¿Cuál es la función de la autoridad en el primer caso? Suplir el silencio de las partes en los préstamos con arreglo á las circunstancias; en general, suelen decidirse los casos con arreglo al interés corriente. % 256. ¿Qué entendéis por interés corriente? El que ha sido fijado en las últimas convenciones. 257. ¿Y la función de la autoridad debe reducirse á lo espresado? La tasa del interés como toda intervención gubernativa, no puede mirarse sino como un estremo re- medio transitorio. La autoridad protege y cuida ciertos intereses necesarios al órden social, á los que es preciso subordinarle otros. La economía política indica los prin-, cipios sencillos; pero las sinuosidades porque hay que pasar para su aplicación tienen que ser consideradas por la jus- ticia y prudencia de los gobiernos. 258. ¿Y no tenéis que hacer alguna observación res- pecto de los préstamos?—Que debe también tenerse en cuenta en la cuestiou de la tasa del interés, que los présta- mos hechos á personas improductivas, como ancianos, enfermos, ofrecen un motivo especial, que no destruye el principio general aplicable á las industrias y al comercio. El gobierno debe tener en cuenta esta diferencia, para ' que su intervención sea menos violenta en caso de ser ne- cesaria.CAPITULO XII. De los mercados. Qué es un mercado.—Varias especies.—Su importancia.—Venta en sitios señalados.—Mercados por mayor.—Mercados de ucrversalidad de artículos.—Salas y bolsas de eomercio. 259. ¿Qué es un mercado?—En un sentido lato, es todo aitio en donde se efectúan las operaciones mercantiles y así, bajo este nombre se comprenden las ciudades; en un sentido mas limitado, se entienden ciertos sitios de una ciudad convenientemente dispuestos para efectuar las operaciones mercantiles. En este sentido esta materia pue- de relacionarse con el comercio patrio, rural y urbano. 260. ¿Cuántas clases hay de mercados?—Conócense dos principales, mercados por mayor y mercados por me- nor; también se pueden distinguir en mercados de univer- salidad de artículos y mercados de artículos especiales. 261. ¿Cuál es la importancia délos mercados?—Uti- lizar los efectos de la concurrencia: de ello se deduce la fa- cilidad de elección acerca del precio y calidad de los artí- culos, que refluye también sobre los productores d quienes se estimula á producir mejor y mas barato y el poder fijar con mayor facilidad los precios. 262. ¿Y es conveniente limitar la venta en sitios se- ñalados?— Eso es una restricción que no se concilia con la libre concurrencia; ella ataca el principio de libertad de industria, porque obliga á los productores á vender los productos en sitios en que no siempre les conviene; y, además, es en perjuicio de los consumidores, á quienes se les priva de tener las cosas á la nrano. Por los beneficios que traen los mercados no deben descuidarse los bienes anteriores á su establecimiento. Hay, sin embargo, ciertos artículos, que, por motivos de salud pública, se venden en determinados sitios y á cierta distancia de los centros de población. — 63 — 263. Tenéis algo que observar respecto de los mer- cados por mayor ?—Que los agricultores, por la carencia en quesaelen estar de hábitos comerciales, se entregan á veces desordenamente, á la codicia de los especuladores, qu'? se ocupan de la compra y venta de los productos, y suelen hacer especulaciones, que perjudican á los produc- tores y á los consumidores. Que la intervención déla au- toridad se hace necesaria para garantir la propiedad con mayor especialidad que en los ctros en los que también suele ser precisa. Estos males suelen tener muy corto ó ningún remedio en h* libre concurrencia. 264. Entre los mercados en que se hacen ventas por menor ¿ cuál es la diferencia?—Aquellos en que existe la universalidad de artículos, porque facilitan el proveerse de las cosas con facilidad. 265. Hay algunos establecimientos que se relacionan con los mercados ?—Las llamadas salas y bolsas de comer- cio, que tienen por efecto el fijar el precio del cambio, del interés y algunos otros. CAPÍTULO XIIL De la distribución supletoria. • Noción de esta distribución.—Definición del crédito;—Varias especies._ Crédito público.—Su efecto.-—Crédito administrativo.- -De qué de- pende.—Diferencia entre las operaciones de crédito y las otras__ Otras especies.—Funciones económicas.—Confianza fundada é in- fundada.—Bancos. Bancos de circulación.—Esplicr.cion.—Respon- sabilidad de los bancos.—Confianza.—Fijación del capital._ Bancos gubernativos y libres.—Función de la autoridad.—Bancos de depósito.—Confianza de seguros.—Sociedades anónimas.—Su principio no puede aplicarse & los bancos.—Inconvenientes del crédito.—Remedio á este mal. 266. Hemos distinguido dos clases de distribución ?hay alguna otra ? —Hablando con propiedad no hay mas— 64 — que estas dos, porque no se puede distribuir sino lo que existe ; pero habiendo hecho valer, para fijar los precios,, la opinión, que, en efecto, contribuye á formarlos, por un. fundamento análogo, nos valdremos de las palabras distri- bución supletoria, para espresar la actividad comercial, que se desarrolla por medio del crédito. 267. ¿ Que es crédito ?— Es la confianza fundada 6 infundada que se tiene acerca de una persona ó reunión de personas, sobre su capacidad ó incapacidad para el cumplimiento de las obligaciones mercantiles. 268. ¿ Cuántas clases hay de crédito? —Tres, público, administrativo y particular. 269. ¿ Qué escrédito público?—Es la confianza de que goza, un pais para con los demás sobre el cumplimien- to de las obligaciones mercantiles de sus habitantes. 269. ¿De qué depende el crédito público?—Todo crédito depende de la opinión, que puede ser mas ó me- nos fundada; ella se forma por una serie de juicios, acer- ca del estado económico de un pais, tales como la rique- za, la moralidad de sus habitantes, su activ" lad, la segu- ridad de su gobierno y la buena administración de jus- ticia. 270. ¿ Qué efectos produce ?—El crédito produce, hablando en general, la multiplicidad de las operaciones •mercantiles; por consiguiente, mayor tráfico y comercio, que refluye también en la producción. Este efecto es di- ferente, según las circunstancias; crece ó disminuye con ellas. 271. ¿Qué escrédito administrativo?—Es la con- fianza que se tiene acerca del cumplimiento de las obli- gaciones mercantiles contraidas por un gobierno. 272. ¿De oue depende?—De la riqueza, moralidad y seguridad de ún gobierno. 273 ¿Tenéis que hacer alguna observación que sea especial al crédito administrativo?—Que no debe confun- dirse el temor que ocasionan los gobiernos despóticos con la confianza fundada en las calidades de un gobierno libre, porque, si bien ambas cosas influyen, la mas económica- mente fundada es la segunda, que está fundada en elórden. económico. 274. Que es crédito particular ?—Es la confianza de — 65 — que goza una persona ó sociedad comercial respecto de los que quieren comerciar con ella. 275. ¿ Porqué habéis hecho uso de las palabras dis- tribución supletoria t—Porque el crédito se refiere en ge- neral á actos cuyo complemento ha de hacerse en una épo- ca posterior. Difieren las operaciones del crédito de las demás operaciones, porque estas se hacen al contado. 276. ¿No podrías distinguir otras especies de crédito? - Según las riquezas en que consiste, puede llamarse cré- dito de bienes raices y predial, y crédito de bienes mue- bles ó mobiliar. 277. Esplicad las funciones económicas del crédito. El móvil de las empresas, como hemos dicho antes, es el aliciente de las ganancias, ¡a confianza y creencia acerca de obtenerlas influye sobre la actividad de las personas y esta actividad es product va: este es el motivo por el que se considera que el crédito aumenta ó disminuye los ca- pitales; lo que en efecto hace es producir mayor movili- dad con los capitales existentes. 278. ¿Qué diferencia hay entre el crédito ocasionado por una confianza fundada y el crédito ocasionado por una confianza infundada?— En el primer caso, no hay dis- locación de las fuerzas productivas, jorque las promesas y convenciones de efecto posterior pertenecen rí la nata- raleza humana; en el segundo, hay dislocación y las ob- servaciones hechas aF hablar del interés son aplicables til caso. El órden económico mas sencillo se realiza con las obligaciones al contado, porque lo futuro es incierto (248, 249). 279. ¿Hay algunos establecimientos que se refieran al crédito?—Estos establecimientos son los bancos; pero debe tenerse presente que el uso del crédito es universal entre los comerciantes y aun entre los consumidores. 280 ¿Cuantas clases hay de bancos?—Cuatro prin- cipales, bancos de cambio, de descuento, de circulación y de depósito. Algunos bancos efectúan las cuatro opera- ciones. Hay otros establecimientos que tienen analogía con los bancos, como las compañías y sociedades anóni mas. La esplicacion detallada de Jos bancos de descuento y de cambio es mas propia del comercio, su utilidad es muy reconocida; sobre los otros diremos algo.— 66 — 281* ¿Cuál es el oficio de los bancos de circulación? El hace mas fácil la distribución de los capitales, lo que se consigue: 1. ° pustituyendo á la moneda de oro y plata de uso universal, las libretas ó billetes de uso local; 2. ° utilizando, por medio de ellas los capitales existentes en una ciudad ó estado. 282. Esplicad esto—Sobre lo primero no hay dificul- tad, porque el papel es menos pesado que el oro y la pla- ta, lo segundo se esplica por la cantidad de valores exis- tentes en el mercado, que se ponen en movimiento por la actividad de los comerciantes, avivada por la esperanza del lucro. 283 ¿Esta esperanza de qué nace?—Nace de la con- fianza que je tiene en la responsabilidad de los bancos, esta confianza induce á recibir las libretas ó billetes y á darles el valor de opinión. También, algunas personas, sin tener por sí mismos esta confianza, aceptan las libretas por la confianza que otros tienen ó fundados en sa fácil acep- tación en el comercio. 284. ¿Qué condición debe tener un banco para pro- ducir actividad?—Debe inspirar confianza, para lo cual generalmente se hace uso de una cierta cantidad de di- nero. 285. ¿Y ese medio es bastante?—Para que él basta- se, por sisólo al pago de las emisiones de laslibrelas seria preciso que fuese igual á la suma emitida, lo que no daria garantía á los banqueros. Lo único que se puede exigir es que cumplan con las obligaciones contraidas, para lo que es preciso tener cierto capital dedicado á la con- versión de las libretas, que dependen de las circunstancias del mercado. 286. ¿ Puede fijarse este capital?—No es posible con exactitud, porque para ello seria preciso tener una razón numérica de todas las circunstancias del mercado y del mismo banco, circunstancias que el mismo banco haría variar en cada emisión. 287. ¿Cuantas clases hay de bancos ?—Dos : gober- nativos y libres. Los bancos gubernativos tienen el defec- to de la intervención gubernativa en los asuntos comer- ciales; los otros son los únicos conformes con el órden económico simple; aquellos han dado origen al papel mo- — 67 — nedaó libretas de curso forzoso, que tienen un valor de opinión y de hábito, según los casos (213. Véase también el núm. 207.) 288. ¿ A qué debe reducirse la función de la au- toridad en esta materia?—A hacer cumplir lis obligacio- nes contraidas, y recibirla parte que les corresponda de los bancos, según el sistema de contribuciones.—listo es hablando en general. 289. ¿Qué tenéis que decir sobre las cajas de ahorro y banco9 dedepósito ? —Estos bancos producen el efecto de facilitar la economía y utilizar pequeños capitales. Los trabajadores encuentran en ellos el medio de utilizar los pequeños capitales de sus ahorros y aumentarlos coa nn pequeño interés. 290. ¿ Qué hay que observar sobre las compañías de seguros ?—Ellas producen la conservación de capitales por medio de pequeñas sumas. 291. ¿Cuál esel efecto económico de las sociedades anónimas?—El limitar los efectos de la ¡ mprevision y cál- culos fallidos á un determinado capital. Para que ellas no contraríen el principio de igualdad deben hacerse por medio de acciones del mas mínimo valor posible. 292. ¿ Y se puede aplicar el mismo principio de li- mitar los efectos de la imprevisión y cálculos á los bancos de circulación ?—No, porque en las sociedades anónimas el capital está fijado por el presupuesto y la necesidad ó utilidad del crédito no se puede presuponer, de modo que pueda servir de regla á t jdos {los bancos. Los bancos de emisión exigen la responsabilidad personal, porque no puede determinarse la estension de sus operaciones que cambia de un dia á otro. 293. ¿ Tiene algunos inconvenientes el crédito ?—El mayor de ellos es el causar lo que en el comercio se llama crisis monetaria. 294. Esplicad esto.—La institución local de la mo- neda por las letras, vales y demás papeles de comercio es transitoria, porque el tráfico y comercio esterior y el tráfico y comercio con la campaña y otras causas hacen ne- cesario el uso de la moneda en determinadas épocas. Esto prueba también lo que hemos dicho antes que el órden económico simple es sin el uso del crédito. [278]• — 68 — La escasez de moneda que tiene otro origen, produce el efecto, como la escasez de todo otro artículo, de hacer Bubir su valor. 295. ¿ Y cuál es el remedio parala escaspz de la mo- neda ?—No bay otro quesu introducción ó la disminución deluso del crédito para impedir su estraccion. — 69 — PARTE TERCERA CAPITULO l Del consumo en general. Definion.—Sus especies.—División de la materia.—Observación. 296. ¿ Qué es consumo ?—Es la disminución ó pérdi- da de valor. Decimos de valor, porque, si solo atendemos al órden físico no hay propiamente consumo sino transtor- macion, pues nada se destruye. 297. ¿ De cuántas maneras es?—De tres : público, administrativo y particular ; esta división es, si atendemos á las personas que lo hacen ; si atendemos al modo de ha- cerlo es necesario, útil y de lujo. 298. ¿Cuantos aspectos presenta la cuestión del con- sumo ?— Dos principales : el uno para conocer las cosas en que ha de consistir el conoumo ; el otro para saber de donde se han de sacar los fondos necesarios, lo que divide # la materia en dos partes ; pero, como hay algunas subdi- visiones de importancia, seguirémos el órden de capítulos según estas. 299. ¿ No tenéis que decir algo sobre las palabras pú- blico y administrativo, de que hacéis uso?—Si, y es que bajo el nombre administrativo entendemos también lo que es municipal, sin tocar ni decidir cuestiones de com- petencia.CAPÍTULO II- Del consumo público. Definición.—Cosas uecesarias.—Función de la autoridad respecto del agua.—Calles y plazas.—Hambre y epidemias.—Hospitales.— Mendicidad.—Cementerios.—Cosas útiles.—Talleres.—Escuelas.— Museos.—Teatros.—Cosas de lujo. 300. ¿Q&é es consamo público? El que versa sobre todas las cosas de dominio público, de que hace uso cual- quier habitante de un país. Según lo que, hay cosas ne- cesarias, otras útiles y otras de lujo. 301. Respecto de las cosas necesarias ¿qué tenéis que decir? Ella3 son principalmente el agua y una conve- niente disposición de calles y plazas para la comunica- ción necesaria en la vida social, los hospitales y los ce- menterios. 302. ¿Cuál es la función de la autoridad respecto del agua? Le corresponde de cuidar sobre sus calidades higié- nicas. 303. ¿Y no seria conveniente dejar esto al cuidado particular? La necesidad del agua es apremiante, el re- conocer sus calidades difícil, lo que hace necesaria la in- tervención de la autoridad. 304. ¿Qué tenéis que decir respecto de las calles y pla- cas? Las calles son una necesidad imperiosa; las plazas lo son, á veces para la salud; el interés particular no puede proveer á ellas; se hacen, pues necesarias á la autoridad, que, á veces, hace uso de lo que se llama derecho de espro- piacion. 305. ¿Y no tenéis que agregar algo mas? En caso de hambre y de epidemia le corresponde el velar sobre la Shlud pública, para lo que se ha ;en necesarios ciertos gas- tos en hospitales, médicos, medicinas, alimentos. Estas cosas no pueden dejarse al cuidado particular, porque, — 71 — aunque este sea poderoso, se necesita para hacerlo mas valioso el poder y recursos de la autoridad. 306. ¿Cuál es la importancia de los hospitales? Las enfermedades y la imprevisión son propias de la natura- leza humana, la indigencia es, pues inevitable. El aspecto de ella es desagradable y á veces de mala influencia, por que generalmente está acompañada de hábitos desarregla- dos: se hace, pues, necesario el aislamiento en los hospita- les, que facilita también el menos dispendio. Puede ha- bpr de dos clases: los construidos y sostenidos por la bene- ficencia privada y los construidos y sostenidos por la au- toridad, aquellos son los mejores, porque el cuidado parti- cular en cosas en que interviene su interés, es muy eficaz. 307. ¿Estáis en tonces por la prohibición de la mendi- cidad? La solución de esta cuestión depende de las cir- cunstancias, puesto que el aspecto de la indigencia suele á veces producir en otros el buen efecto de evitar los es- travios que la precedieron. La autoridad, puede eco- nómicamente hablando, conceder á ciertas personas per- miso para praticarla é impedir que se haga sin él. Por otra parte, la indigencia, tiene diversos grados; no siempre es corrompida; y hay ciertas personas que, sin embargo de no poder satisfacer completamente sus necesidades, en- cuentran en la sociedad ciertas ocupaciones en las que se procuran algunas ganancias. Esto es, en cuanto á las en- fermedades adquiridas; en cuanto á los defectuosos de na- cimientos, hay establecimienios especiales para instruirlos y hacerlos útiles, y no hay una fuerte ra«on para encer- rarlos cuando ellos pueden proveer á su subsistencia por medio de la mendicidad. En caso de no poderlo hacer, les queda el recurso de los hospitales. 308. ¿Qué decis sobre los cementerios? No habién- dose resuelto en la mayor parte de los países civilizados la cuestión de la quema de los cadáveres, ha quedado subsis- tente el medio de los cementerios, necesarios para el aseo y salud de Jas ciudades. 309. ¿Qué decis sobre las cosas útiles? Bajo este nombre comprendemos los talleres, escuelas, museos y teatros de uso público. 310. ¿Qué decis oobre los talleres? Estos estableci- mientos pueden fundarse con el objeto de procurar lo»— 72 — medios de existencia á los trabajadores, que no encuen- tran colocación, siendo en lo posible de universalidad de artes. Allí encontrarían estos el alimento y el hospedage provisoriamente hasta que pudiesen encontrar una mejor colocación. En ellos seria también preferible el cuidado particular; pero no seria inútil la intervención de la auto- ridad, para evitar abusos contra los menesterosos. 311. ¿Cual es la importancia.económica de las es- cuelas? Ya hemos dicho en la primera y segunda parte, algo sobre l-i educación é instrucción: La vida social ha- ce sentir la necesidad de ellas; hay, por consiguiente, uu estímulo para adquirirla. A medida que la instrucción aumenta, este estímulo aumenta. Sin embargo, este estí- malo no basta en muchos casos para difundir la instruc- ción; así es que, sin olvidarse de él, la acción del Gobierno debe ser complementaria: el tomarla esclusiva en esta ma- teria tiene el defecto de concentrar en pocos lo que puede hacerse por mjchos. El término medio está en dejar la li- bertad de enseñanza con ciertas limitaciones, que no contra- ríen la acción del gobierno y al mismo tiempo el facilitar la enseñanza útil á los menesterosos. La vida social hace ne- cesario que ciertas personas reciban una instrucción supe- rior, que es cara; ee hace, pues, necesario también que el Gobierno costee cierros establecimientos como colegios y universidades, donde se pueda adquirir, sin impedir que ella pueda adquirirse también en casas particulares. 312. ¿Qué decís respecto de los museos? La utili- dad de estos consiste en la rareza y precio de artículos ne- cesarios para el estudio de ciertas ciencias y artes, y cuya adquisición es difícil. Toca, pues, al Gobierno el procu- rar estos bienes. 313. ¿Sobre las bibliotecas, qué observáis? Las bi— bl i tecas son uno de los medios de difundir la instrucción. Puede haber de dos clases, bibliotecas sábina y bibliotecas populares: la utilidad de las primeras es semejante á la de los museos; con la diferencia que en las segundas en- cuentra el pueblo utilidad y recreo. Los archivos pú- blicos, que pueden colocarse entre las bibliotecas públicas sábias son una necesidad del orden social, para la conser- vación de documentos. — 73 — 314. ¿ Qué observáis sobre los teatros ?—Los teatros son también un medio de'educación é instrucción ; pero, como presentan suficiente atractivo por sí mismos, el go- bierno no necesita proveer á ellos. En ciertas festividades pueden servir para dar una diversión estraordir«aria al pueblo. 315. ¿Qué decis sobre las cosas de lujo ?—Hemos clasificado el lujo en lujo de magnificencia, lujo de como- didad y lujo de frivolidad: La magnificencia en la cons- trucción de monumentos, para estimular á las grandes vir- tudes, la comodidad en paseos, calles y plazas para con- servar una suficiente cultura, las frivolidades talf-s como juegos y fiestas para el recreo del pueblo. 316. ¿Y no podéis señalar un principio en esta ma- teria?— Debe tenerse presente: l. ° que, tí pesar de que el lujo público, es menos dañoso que el lujo particular, aquel puede.ser causa de éste; 2. ° que en esta materia la acción del gobierno debe reducirse, en lo posible, á impulsar la acción de los particulares, que es mas fecunda y menos dispendiosa. CAPITULO III De los gastos administrativos. Gastos reales y personales.—Magnificencia, comodidades, frivolidad.— Propiedades raices.—Adquisición de dominio, conservación y al- quiler.—Bosques.—Prisiones.—Observación.—Numero excesivo do empleados.—Corto numero de ellos.—Sueldos crecidos.—Provisión de empleos.—Elección administrativa.—Oposición.—Ventas de empleos.—Perpetuidad.—Empleos gratuitos.—Estension de los gastos administrativos. 317. ¿Cuál es la primera división que hacéis respec- to de estos gastos?—En reales y personales. 318. ¿Cuáles son los reales?—L03 consistentes en propiedades de diverso género, como edificios, campos, bosques, embarcaciones y los gastos necesarios para su conservación.— 74 — 319. ¿Cuáles son los personales?—Los que consisten en sueldos de empleados y la conservación de la fuerza armada á los que puede agregarse las misiones á los paí- ses estrangeros. 320. ¿ Qué principios pueden servir de regla en esta materia?—La distinción que hemos hecho entre lujo de magnificencia, de comodidad y de frivolidad aplicada á las cosas y á las personas, puede servir de regla para res- ponder á las diversas cuestiones que pueden presentarse. Nosotros empezaremos por saber si es conveniente ó no que el gobierno tenga propiedades raices. 321. ¿Qué* decis sobre ello?—Que el uso de algunas de ellas es indispensable y que, por consiguiente, también es necesaria su posesión, que puede ser mirada de tres maneras por su adquisición, por su conservación y por su álquiler. 322. ¿ Qué decis sobre la adquisición del dominio?— Que el gobierno debe hacer, en tanto que se pueda por medio de licitaciones, que facilitan la concurrencia é im- piden el favoritismo. 323. ¿Cuáles son los inconvenientes de la adquisi- ción del dominio?— Dos: 1. ° el gobierno rico, y, por consiguiente, con mayor influjo que el que le da la natu- raleza de sus funciones; 2. ° los gastos continuos para la conservación y cuidado, que hacen necesarias erogacio- nes generalmente mas dispendiosas que las hechas por los particulares y también el aumento de empleados. 324. ¿Qué decis sobre la conservación de los bie- nes raices?—La cuestión versa sobre si es conveniente qué el gobierno sea propietario de bienes raices, que no sean dedicados á la espedicion de los nego- cios, ó, en otros términos, si es conveniente que el go- bierno tenga rentas territoriales. La riqueza del gobierno es contraria á la igualdad, puesto que, siendo compuesto de hombres, no está exento de las veleidades del corazón humano : el tener rentas excesivas le hace buscar un em- pleo á esas rentas; multiplica, pues, las personas de la administración que en otra posición serian mas útiles y hace privilegiados ociosos. Tiene, ademas; el inconve- niente de desviar al gobierno de sus altas funciones, re- bajándolo al rango de comerciante y de inducirle á em- - 75 — presas temerarias.—Por otja parte, las propiedades de los campos egercen una . ¿Es conveniente que los empleos sean perpé- tuos? — La inmovilidad de los empleos de dependencia lleva consigo la falta de anidad y disciplina en la admi nistracion: no es posible hacerlos inamovibles sin alterar- los. No sucede así con los empleos que no son de depen- dencia, como los altos puestos en la magistratura, que ad- quieren mayor respeta bilidad con la fijeza: pero esto hace que los jueces se crean árbitros de las leyes. (CondUlac ) 337. ¿Qné decís sobre los empleos gratuitos? Los empleos que forman una ocupación constante, que re- quiere cierta práctica y aprendizage no pueden menos de ser pagos; pero aquellos que el honor hace desear y bus- car y que no es posible proveer, sino con crecidos gastos, pueden dejar de serlo. En épocas normales, la regla es que todos los empleos sean pagos. No hemos hecho mas que tocar ligeramente estas cuestiones puesto que su so- lución no es esclusiva de la economía política. 338. ¿Qué efectos produce la estension de los gastos administrativos? Siendo el capital un agente de produc- ción, y procurándose el gobierno l** rentas por medio de contribuciones, que directa ó indirectamente recaen sobre todos los habitantes todo esceso perjudica á la produc- ción, puesto que impide la formación de capitales. El no haberse formado una idea clara de los agentes de la pro- ducción ha hecho decir que lo que el gobierno gasta lo aprovecha el pueblo y que, por consiguiente, el gobierno podria gastar mucho sin causar daño.— 78 — CAPITULO 1Y De los gastos particulares Lujo—Lujo de magnificencia—Comodidades—Frivolidad—Consecuencia de los escesos—Bemedio al lujo—Intervención del gobierno. 339. ¿Cuál es la cuestión mas importante respecto de los gastos particulares? La cuestión del lujo, esto es, si es conveniente por medios directos ó indirectos establecer prohibiciones contra el lujo, y si ellas producen buenos resultados; pero antes será preciso saber cual es la influen- cia económica del lujo. (232) 340. ¿Qué decis sobre' esto? Será conveniente distin- guir los efecto? del -lujo de magnificencia, comodidad y frivolidad. 341. ¿Qué decis sobre el lujo de magnificencia? Este lujo es el menos d ifioso, porque, si bien distrae capitales de una producción directa, á lo menos no los destru- ye;|pero este lujo puede producir las otras especies, pues- to que, siendo el sentimiento de la primacía propio de la naturaleza humana, él da causa á la imitación y los que no pueden hacer uso de magnificencia se hacen frivolos. 942. ¿Qué decis sobre las comodidades? Que uno de los motivos para nuestra actividad es el procurárnoslas; que, por consiguiente, el poder gozarlas influye sobre la producción; pero que las comodidades, cuando no se con- servan en sus límites, impiden el desarrollo de las fuerzas ó lo precipitan y las disminuyen, siendo consecuencia de esto una gran delicadeza y costumbres afeminadas. 343. ¿Qué decis sobre la frivolidad? E la es la des- trucción de los capitales, cuando no vá de acuerdo con la naturaleza, por peoueñas partes, por consiguiente, es con- traria á la producción. 344. ¿Y no podéis sacar de todo lo dicho una deduc- ción general? Que podemos consideraren los tres casos las consecuencias de los excesos. 345. ¿Cuáles son estas? Io El distrae de las ocupa- ciones productivas una gran parte de los trabajadores que encuentra en las artes del lujo mayores ganancias y menos, — 79 — fatigas. Este efecto influye de industria en industria hasta tocar la agricultura, cuyos productos encarece: 2 ® El ya enunciado efecto de destruir capitales y de impedir su formación. 346. ¿Cuál es el modo de remediar los inconvenientes del lujo? Naciendo estos males de la naturaleza propia del hombre, no hay otro remedio mas propio que el de dirijir estos sentimientos por medio de la educación. 347. ¿Y el gobierno no puede, económicamente ha- blando tomar una intervención en ello? Esa ha sido una práctica seguida muchas veces; pero, siendo muy poderosa la influencia de la moda, los medios restrictivos han sido ineficaces y han traído ademas, el inconveniente de quitar un estímulo al trabajo, el cual cual coexiste con la libertad de gastar en lo que uno quiera. Sin embargo, sobre los artículos de lujo se hacen recaer generalmente las contribu- ciones. [Véase el cap. IX]. CAPITULO Y De los medios de proveer á los gastos administrativos y públicos Método—Diversas clases de contribuciones—Observación—Consecuencia —Contribución única—Contribucian directa 6 indirecta. 348. ¿Podemos en esta materia seguir el mismo or- den que hemos seguido al tratar de las cosas en que han de consistir los gastos ?—No, porque los gastos adminis- trativos y públicos, aunque sean de diferente naturaleza, coinciden en el modo de proveerse á ellos, de lo que re- sulta que ya no necesitamos de la división que hicimos y podemos hacer uso de las palabras gastos públicos para designar cualesquiera de ellos. En cuanto al modo de proveer á los gastos partieulrres, nos reservamos un capí- tulo. 349. ¿De qué modo se provée á los gastos públi- cos?—De dos: por medio de las rentas, de que hemos hablado y por medio de las contribuciones [324].— 80 — 350. ¿ Cuántas clases hay de contribuciones ? -No es muy fácil hacer una clasificación que haga conocer to- das sus diferencias. En el deseo de seguir un cierto ór- den, hablaremos primero de las contribucianes impuestas al tráfico y comercio esterior, después de las impuestas á las propiedades raices, en seguida de las impuestas á las industrias y comercio interior y por último de las impues- tas á los actos civiles y otras. 351. ¿ >íó tenéis que hacer algunas observaciones respecto de las contribuciones en general ?—1. 3 que se ./ debe consultar su equidad y proporcional repartición; u't(/'icne3 bienes raices 03 29 Confianza Compañía G4 4 distribución distribución « • 5 supletoria supletoria G6 5 ellas ellas, 30 dependen dependo G7 22 del mas del * í - 35 institución sústiütcion 70 17 corresponde de corresponde 70 14 cual cual ( cual ¿Ss^-r ¿i* ¿i- ¿¿