— 26 — Diputados, que el Poder Ejecutivo se ha preocupado, ante todo, de dotar á la República de aquello que mas urgente- mente reclama su estado de creciente prosperidad. Muchos otros puntos de detalle no he creido deber to- carlos, porque, no siendo, por una parte, de la primera im- portancia, y por la otra, siendo puramente administrativos y sin trascendencias, no importaría á V. II. conocerlos. Al concluir estai memoria, cumplo un deber de justicia declarándoos, que, residiendo el Poder Ejecutivo do la Na- ción en la Capital de la Provincia do Buenos Aires, sin tener jurisdicción alguna sobre su municipio, no ha encon- trado tropiezo alguno [en su marcha ; y que, muy por el contrario, siempre ha encontrado en el Gobierno de Bue- nos Aires la mas decidida cooperación y el mas eficaz apo- yo, reinando entre 61 y el de la Nación la mas perfecta armonía. El Poder Ejecuth'o espera que ese completo acuerdo entre las dos autoridades continuará estrechándose mas y mas, si, como lo espero, el Presidente halla la misma de- ferencia por parte del Gobierno de Buenos Aires, que ha hallado hasta hoy. Dalmaclo Veles Sarafldd. Junio de 1869. smwum FCBBBEIS, EFECTOS SOCIALES Y RELIGIOSOS k y ! , DE LA ARMONIA ¿■■i-i v¿ BUENOS-AIRES. Imprenta Americana—Poto»! 102 ífc59 Car fí Y =fr ,YF.m¡i:i mmm. fe EFECTOS SOCIALES Y RELIGIOSOS ■• Qsmm tíuU-'- el ciiaiii j'u'urultiiii ' habitar* frntres in uuum. " QtM v c[\ie ¡ri-nt» M vivir lieni • Saoiiapa Va< t:iu;t:.s BUENOS AIRES. layNWtl tur ricnua, I'oiow I«t*. 2 859."i PREFACIO. üárlos :— í Voy á publicar un follólo sobre el ! rrnn principio salvador de nuestra pa- tria.— En la nmistail íntima y fraternal | que nos une, debe haber solidaridad de l icencias y aun de^rcspousubilidad. lia fraternidad del corazón trae aparejada la fraternidad de la idea y de la con- ciencia. La anidad de nuestros principios, hoy nos llama juntos, y si yo hago la incre- pación, á tí to corresponde la res- | puerta. Razones ajenas ú mi voluntad, me impiden dar mi nombre ú estas pobres páginas : guardemos el secreto, y ha- > gamos la mutua dedicación entre los | cánticos tiernos del místico templo, del velado sagrario fie la amistad. La cuestión es de hermandad. Her- mandad patria é individual es el ejemplo entra los hermanos del Go'lgotha. Otra ve/, nos mostraremos en la magnificación del sentimiento—Justicia pido, y justicia se hará' Carlos, perseverancia! Q,uc el por- venir es la sublimación de la palabra— esperanza, de la revelíicion de la virtud, ile la verdad y de la luz. Setiembre 1850. El autor. Houni soit ticne la intuición dos grandes «Ies- tinos á que está llamada. Si, amigo mió, repitamos ton uno de los hombres mas eminentes de la Amé- rica del Sud : •' El pasado es un abis- mo de sangre, de odios, de miserias ; el que meta la mano en él por pura «pie sea la intención, por sagrado que el objeto sea, no puede sacar del abis- mo sino lo que él contiene—sangre, o'dios, miserias " Idea grandiosa, pensamiento gran- de, prédica santa, intención laudable ! Si, amigo mió, con la evocación del pasado ahondaremos mas y mas nues- tras miserias, nuestros dolores serán mas intensos, nuestros sufrimientos mas profundos ,—releguémosle, pues, al olvido con todas sus atrocidades, "se- pultémosloeo el lodo con todas sus mi- serias", como dijo un publicista Ar- gentino. Si, amigo mió, el siglo da los tíranos pasd ya ; el caudillaje no exista»—os un sofisma. .La época de sangre no vo'ierá. Los tíranos han sucumbido para no levan- tarse mus ; la aurora de la íiberind ha— 4 — brillado ex cetra y majestuosa partí las unciones civilizadas del globo,—colo- quémonos bnjo su «'¡ida. Sí; ntnigo mió; los instantes fie de- solación, no volverán ú aparecer,—los pueblos son boy soberanos,—la Italia no presenciará otras Vísperas Sicilia- nas, la Alemania no será testigo otra vez mas de matanzas horribles como las . dolos Husistasj Ins soldados de Crom- | well no volverán á despedazar el seno dfl la Inglaterra; la noble liicria no la- mentara otra victimas inmoladas por ■u patriotismo como las del 2 «le Mayo da 1808: la Francia esa reina del murt- ! do, como la llamií Ileranger el poeta del pueblo, no se horrorivará de mie\<> ante espectáculos como los de la Saint - : línrlhelomy y loa do la Revolución del ■ siglo pasado ; los campos do Longo* trulla no Volverán á teñirse con la sangre do lo? (/hílenos; los años 40 y 42 no rea- ! parecerán en la República Argentina, j las matanzas rio esos días teribles de horror no se repetirán, las cabezas de i los patriotas no volverán á caer de sus i hombros derribadas por el hacha de los tiranosj la patria de Mayo no se dejará dominar en adelante por los raquíticos imitadoras do Tiberio y Apio Claudio; la República Cisplatina, cansada de voer tanta sangre no presenciará ya los ¡ sucesos nefandos rpie la destruyeron:— 1 la carnicería espantosa de Quinteros es «I cuadro final de esa tragedia cuyos autores están ya moralmente castiga- dos, porque el dedo inexorable ríe la Providencia los señala á la posteridad para la execración de las edades que vendrán, sometiéndolos id fallo de la ; palabra del pin venir. Si, amigo inio, olvidemos el pasado, recordémoslo tan solo para DIO Idee ir los t irauos. Si. amigo mió, la paz es una necesi- dad vital para el pueblo; sin paz no hay libertad,sin paz na hay ventura, sin paz i no puede babor antea y ta antea Inter. l tesoros " ron liberalidad: él, el avaro imperio " «le la inmornlidad «le los esclavos con •' liberalidad! sí, se oculta tras la careta " «le hermano, y profana el Sentimien- " to y la virtud : siembra la discordia " para «pie los pueblos recojan deso- " Iación, intentando, cuando se revuel- " «píen impotentes, ó quedar él solo " grande, oprimirlos con tratados, ó " conquistarlos ruando esa obra sea ).i " decapitación de un cadáver, <í las c<>- " ees del asno contra el león agonizan- " te. ¡Que le importa á él la libertad " «l«: nuestro país? .... Quiere sea- nios BUS tributarios ¡ <:.«<» es el secr«'to ! 'e sus a asi líos.....'* Admiro en esas palabras al tribuno patriota y libre, de corazón indepen- diente. " Nuestros patlrcs tuvieron una alma y una palabra para crear nucíontss ; tengamos esa alma para formar la Na- ción Americana, la Confederacmn de las Repúblicas del Sud, que puede lle- gar a ser el acontecimiento «leí siglo y quizás el hecho precursor, inmediato do la era definitiva de la humanidad".. ♦'tiue queremos? — Libertad y Union. Libertad sin Union es anarquía—l'nion sin Libertad es despotismo. lia Líber- hertad y la Union será la Confederación de lus Repúblicas. " (l)............. Si, amigo mió, unidos, pacíficos, fimrtes, poderosos, independientes, li- bres, firmes, decididos, entusiastas con valor, ft. y esperanza podremos aspirar á la realización «le la mas bella uto- pia, de la mas deliciosa fantasía, de la mas encantadora ilusión, «le la mas pre- ciosa metáfora : los Estados U.mdos DEL Sui>. Mil felicitaciones, mi buen amigo, y un abrazo muy Psprcslvo que simbolice la Union de los pueblos Argentinos. C. A. M. j t"] LTr*n0ÍMo Bilbao;-I SIGNUM FffiDERIS. EFECTOS SOCIALES Y RELIGIOSOS DE LA ARMONIA. Vamos á publicar una serio do ¡mí- enlos que formarán un folleto bajo esté título. Nuestro objeto es demostrar los bienes generales y persónate! que unos- tro pais reportaría de la alianza, pre- sentando al mismo tiempo los medios que á nuestro humilde juicio hay de la alianza. A nadie se herirá en ellos, porque de nadie .somos enemigos ; pues tenemos la profunda convicción, de que todo espíritu es susceptible del bien ; (pie si alguien busca el ideal de la patria por un mal camino, lo lince por error y no por prostitución, ni mala voluntad. Lo hemos dicho ya: nuestra patria es la República Argentina; y creemos que en esus palabras está encerrada completamente la reprecentaoion de nuestra conciencia. La lucha que boy nos divide, es una espantosa calamidad que aterra el co- razón, cuyo sen tí miento está sanciona- do ñor el amor. QuerettHM tener la satisfacción de, laborar por el principio mas sonto do los pueblos, protestando nuestro respeto á la autoridad, que se vé obligada tí la guerra, y cuya suerte lamentamos, por- que ella la aborrece. Kl mundo hu de Interrogar al espí- ritu argentino de tanto dolor, y el Ha- cedor tle tanta sangre, J será preciso llorar en silencio. Quién eres? preguntarán las genera- ciones, y como Dios ú Moisés, contesta- ra la República, reconociéndose incom- prensible:—E/fo sin" f/tii str/n:—"Yo soy el que soy" Tratar de evitar esa consumación nefanda es un deber impuesto por la na- turaleza á cada hombre, y libreaos Dios, ile faltar á él. La revelación de la conciencia demo- crática; be ahí el gran objeto del folleto que nos proponemos escribir, porque es el principio que nos anima. Contamos solo con nuestra perseve- rancia, nuestra buena voluntad, y la so- beruniu de esa verdad: pero nos asista la creencia, de que hemos de cumplir el compromiso solemnemente contraído con el público. Trataremos, como lo dejamos iudica- ! tío la necesidad do la armonía, sus me- dios y sus efectos. ¡Ojalá, [ludiéramos contar con un buen suceso] Kn el sentimiento (lomiuintc de la pasión callada y en '.ti elevación do laverdad—amor que nos inspira, una con- vicción nos ha herido, y esa, es la que estamos proclamando desdo que nos hi- cimos cargo de la redacción de las Ao- vedades; es el principio fecundante de la religión «lo la fraternidad, es LA l'AZ. La paz es principio do todo hien. La armonía, es la fecundación r, eleva soberano, y precipita: entonces todo es nobleza, Inicua fe y ardor. Hay, finalmente, viejos-puetdos : la decrepitud ! porque su triunfo, y el o'rden que «le el emane, será el in- cesante tormento de los vencidos, y don- «le no hay unidad, es necesario conven- cerse, solo hay promisión de ruina. Toilo partido estremo es incongruente Todo partido estremo es incapaz pe- ro «lar el bien, y sobre manera podero- so para ocasionar males sin cuento. l'or eso hay una ley eterna de todas las sociedades, que castiga duramente al anarquista, porque su palabra es la manzana t«;mible de la discordia; por- que el anarquista es el ángel «leí mal (pie viene á extinguir «d clamor «le los hermanos ; su pluma es el líquido des- tructor «]' corrompe! las cadenas—rari- dad, unión de los corazones; y sus labios son «d aguijón «lid áspid «pie envenena las entrañas «le la patria! No st; crea por esto «pie tratamos de negar el derecho que el hombre libre tiene de protestar contra los abusos «leí pod«:r, no: solo estigmatizamos al «pie promueve revoluciones. Aborrecemos la política de sable y de cañón. Amamos mucho la política suave «le la inteligencia y de la pluma. Detestamos los cuarteles, y nos ilu- siona el bufete. Tenemos la coiudcnciu s: amor, gloria, igualdad, altura, nobleza—todo, todo se halla en la prac- tica d<; les medios «pie consideramos, fautores de la armonía. La personalidad en In justicia. só bn- euentra en ellos, y ese SS el gran ¡den I de la sociedad. Kl hombro qi;e se s«;pare en esa ambi- ción de la justicia, «¡- preeíado. La justicia en la ambición «le la per- sonalidad existe siempre «pie no venga el orgullo, y el «loble ileseo de la wien- gna agena. Los medios «le la armonía evitan la incubación do la idea errada «pie pu- diera pervertir el nirazon. Si: uno d«." ellos ocasiona la comuni- dad del deseo] el otro roeedÍdo de aquel, para «pie preste tuerte conato al impulso del porvenir : es el sol esplendente qué irradiaba sus rayos sobre el corazón do Atenas : es la lux ajile brillaba sublimada en lu pa- labra de Sócrates y l'lulon ; e» la fe- cundación de los mundos, la elevación del hombre qué se idontiflón á su desti- no, en cuyas alas contempla lu inmen- -idad cumio Séneca ; el imperativo di! la espiritualidad sobre la materia, la palabra «le la eternidad «pn; confunde la falsedad y la pobreza del tiempo : es era arcano «1«; todos los bienes que se llama.—Ii.usth ación. Si: OLVIDO é ILUSTRACION! lie ahí los elementos del mar do bienandanza en cuyas ligua* vogará tranquila la na- ve «le la patria, y conquistará el subli- me siff/ittw Jtrderis, cuya promisión es- liera «le la palabra increada ! El ol\ ido es ley solemne; del tiempo y de la eternidad. El olvido encierra en si el anuir, por ¡pie este es quien lo «•ansa ; supone: lu ft, porque no existiendo la creencia ile de un principio superior i librado el hom- bre ú liis pasiones odiaría siempre ; y alimenta por fin la esperaaxa, por «pie en la unidad está la pureza de la con- ciencia, en cuanto ú la ley «le la rela- i'ion universal, en cnanto sí la recipro- cidad de la creación. Como preeepto social, os el grande efecto, y el soletnne principio «le la ar- monía, que como ¡le jumos deniost rado es 38 — , la veriladera fuer/a que impele el c«;— razón, y abona «d movimient<"> universal. De manera que en el precepto del olvido ra representa el dualismo «le las : leyes eterna y temporal. ' El perdón de ias deudas, de los agra- vios, y las flaquezas, instituido por el I Decálogo, y por el Evangelio es la uti- j lizacion de los transport«:s en la vida común : el alma humana pura en su esencia, no puedo sin mengua r la rpie la suceda. Sin<5 no hay carrero en la sociedad, no hay progreso, no hay verdadera vida en los pueblos. Estacionados en los límites de una palabra mentida, siempre eternizando sus efectos, siempre en la guiírra á que ella conduce, veremos el movimiento un i vorsaleon envidia, si, con envidia, por que otro ¡ñas hábil «pie nosotros tomará el puesto ú que lu Divinidad nos llamo', y «pie perdimos por lu r<,-trógrada ma- nía do no olvidar, de no adelantar con el pensamiento! «le purnr el reloj como el loco fie la fábula, cu la época en «pu- empezamos á destruirnos. Olvidemos ! v la nrmoniu <;stá «:on- q.listada, nuestro puesto «le honor en las (suestes del porvenir ?'stá r>btrni«lo '— 40 — Olvidemos ! y lo hemos hecho todo ! Entonces serremos la revelación en- enrnada de la caridad: seremos el amor misino identificado en el gran pueblo. La madre separada del ruido de la discordia, llora la división de sus hijos ; esu tierna madre enlatada lamenta la suerte de su familia,-y ruega. Vamos ú consolarla, hermanos argen- tinos; olvidemos, unámonos, y vamos ú buscar la maga purísima de las glorias, vamos á decirle : Madre, somos tuyos : La gloria fué tu consorte, y disputába- mos su herencia : todo está terminado : los mayorazgos profanan el sentimiento: la herencia es común : madre, bendí- cenos : bendice á tus hijos, que ahora son hermanos ! ! ! Y su palabra vibrará cu el firmamen- to, y tocará solícita al corazón. Sí : la patria nos bendecirá, nuestra madre se complacerá en nosotros, her- manos queridos, cuando oigamos la pa- labra de justicia. Ya olvidasteis! Ya sois hermanos. Ahora á conquistar el porvenir. Ahora la armonía del futuro. Ahora que todo es común, a nosotros la gloria y el renombre, Pero algo os falta. Necesitáis utilizar los elementos de la vida del pueblo. Buscad la luz de la inteligencia, con- quistad la antorcha de Atenas, difun- did la Ilustración. Esa será la palabra de la patria, en el gran tlia tic la herma tidad ! ! .' La ilustración es la luz universal, y la salvación de las demo rucia « La democracia ignorante, es el dos- tismo o la anarquía. La democracia ¡lustrada es el paraíso, es el verdadero ideal de la justicia. La ilustración, pues, es un precepto social, es una imposición de la conve- niencia de los pueblos. También es un precepto religioso ; es uno do los principales puntos del man- dato do la perfección, y de ta lev que nos dice : Escudriñad liis escrituras; esto es, ilustrad vuestro entendimiento, apren- ded la verdad de la fe : que la verdad es la razón. Principio es este, que ha dado lugar á muchos errores, por su mala inter- pretación; porque en vez de buscar la verdad, de la Je, se ha buscado la razón de l objeto de la fe......Pero dejemos esta materia que no es del caso, y vol- vamos á nuestro tema. La ilustración es impuesta por la eternidad y por el tiempo. Por la eternidad para ennoblecer el espíritu y acercarlo á su destino: para elevar la intelijencia y hacerla esperar. Por el tiempo para operar el verdadero bien estar del hombre y del pueblo. Un hombre ignorante es un mueble inútil en la sociedud. Un pueblo ignorante, es un ente ra- quítico y despreciable cu el universo. El progreso, la civilización, el porve- nir, todo eso se refunde en esta palabra creadora y respetable. A nuestro juicio, bajo ningún sistema de gobierno es tan necesaria la ilustra- ción, como en el régimen democrático- La democracia es el reinado del pue- blo. Si este desconoce sus derechos y olvida sus deberes, no puede tener la percepción de sus conveniencias. Y entonces, cae en una tiranía, ó se entrega en los brazos de una libertad absurda, de una deplorable licencia, que es tan dañosa como el despotismo mismo. El derecho y el deber son las dos fuerzas contrarias que mantienen el equilibro social. Si el pueblo está sumido en la igno- rancia, su suerte está perdida; porque si cede sus derechos, viene el despotis- mo, y si niega sus deberes, viene la li- cencia. Estos son los grandes inconvenientes que se han tocado siempre en las demo- cracias:—inconvenientes que ma evitan con la ilustración. — 41 — Los franceses se han arrepentido de |ft república, porque el pueblo francés n<> está educado para la domoeracia. Nosotros hemos tocado tanto incon- veniente, hemos tenido guerras civiles v tiranos, por una idéntica razón; por la "perpetuación de algunos vestigios, de nljrttfhM ideas, de algunos resegó* de la monarquía,que han sido deplorables re- moras del pensamiento glorioso. Nuestra madre ha tentado alguna vez, ó al menos ha tenido en su seno un partido republicano . que feliz- mente ha conocido á tienq.....pie la educación monárquica del pVsMo, había ii«t ocasionar grandes males en la plan- tención de la república. Bien pues : lo que nttcesit a mos pat a salvar nuestra bella democracia es ilus- trarla. Unifiquemos el deseo con el olvido, v luego iluminemos con la educación las masas herma nadas. Mucho se ha hablado sobre las cau- sas de nuestros infortunios, quien la halla en los hombres malos, quien en los resabios del pasado, quien en malos instintos, quien en la influencia de da- ñosos vecinos: todos pueden tener ra- zón, pero la principe! causa, sin cuya existencia todas la» otra- hubieran sido impotente*! és, permítamenos decirlo,— la ignorancia del pueblo ! Si : á ella se debe mas que á ningu- na otra causa los grande'* malea que nos han aquejado. Todo* esos principios que ligera ni en- te hemos enumerado han influido en gran parte, pero ¿qué hubieran po- dido,si ilustrado nuestro pueblo, hubiera conocido el engaño? Dadnos masas ilustradas, masas ale- niaiius, masas que lean y que escriban.... y luego que vengan l is caudillos y los csplotadores, que no han do engañar al vulgo con falsas federaciones, ni con mentiras tic libertad. liemos dicho en otra ocasión y lo re- petimos ahora:— | Cuando el pueblo sepa «pie federa- cion es un sistema de constitución, y que trapo colorado os una insignia de sangre: cuando sepa lo que es democra- cia; cuando sepa «pie unidad es otro sistema v que trapo azul es una bando- la de partido, la guerra civil cesura, la República Argentina será feliz. Cuando no havn hombres que digan: '•/;« el nombre del Padre, del Jlijo y del Espirito Santo." al recordur el nom- bre do un caudillo: cuando no haya : hombres que veneren al padre de los po- ¡ frrav.euanda no haya hombres a/ insulten ! á otro llamándole salvo/e unitario, por que no saben lo que es salvaje ni lo que es unitario,cuando mazorqiiero no sea un apodo habitual porque no saben lo cpie es mazorca; en una palabra,—cuando ; salgan las masas de ia noche tenebrosa | de la ignorancia, cuando el cajetilla no j sea el enemigo del compadrito^cuando el sraucho no tenca todas sus ilusiones, to- dos bus afectos, su lamilla v hasta su re- j ligion en el ov.'ro rabiin <> en el zaino mata c0/e;cuanjo la mozada decente deje ■ de dar trompadas, de velar per su honor | con el puñal á la cintura, y de aborrecer ; al mulato y hI negro trompeta, entonces j decimos la República Arjcntina será fe- ; liz. i Cuando no haya gentes -pie teman á I las ánimas, cuando el gaucho tenga : mas aspiraciones que la caña y el chati' •sango, cuando no pa-e sus noches bai- lando el gato y cantando rtesati nosjcuan- , do se eslinga ese foco de ignorancia y perversión queso llama pufpcriaic.ttamlo deje tic créer que robar poco no es robar, ¡cuando no galantee ú guitarrazos, no apairue el candil para ponerse a la puer- ta con el pañal en ht mano y el poncho en el brazo; y en vez de pasar la vida ! así lea, estudie, y aprenda—nuestro pnis será Ralis. Y todas esas repugnantes preocupn- ' ciones, esas costumbres casi bárbaras, I no se eatirpan con el cuartel, se estirpan con la escuela: no con el sable, sino con 6: el libro; no con vi caudillo, sino con el educacionista. Si: cu.ni.lo todo eso sepa el pueblo, los caudillos no lo alucinarán: los parti- do* morirán, la industria florecerá, el comercio prosperará, y la unidad nació nal será tan fuerte y duradera teniendo por base la ilustración y el olvido, tomo |as pirámides de Egipto. Dadnos escuelas, y lu patria eslá sal- vada. Haced de cada laura un lápiz, de ca- da proclama una cartilla, de cada cuíion, una mesa; y cada gaucho será un ciu- dadano úti! v pací fice........ Y pulverizados los caudillo* al exor- cismo de la gran palabra, veréis subli- me la luz exhalarse de la tumba rene- gada Entonces el perdón. Es indudable, (pío el gran origen de los males argentinos, emana de lu igno- ranciu popular que bn espionólo cada caudillo, y ha aprovechado cada per- verso. Por esa ignorancia, lia cedido sus de- rechos que no conocía, y ha llorado ba- jo lo plañía da los tiranos. Ha olvidado deberes sagrados, y los hermanos se han despedazado en las luchas intestinas. Todo, pues, por la falta de ilustración. La ilustración representa en el uni- verso la luz prometida. Esos hombres f|Ue solo se ocupan de atesorar dinero*, son hombres que de- gradan su naturaleza y su destino. La villa es el nacimiento, porque el hombre es eterno. A qué entonces, ese furor le aquí, de sel opulentos V Qué importa el mundo en (pie se vive treinta años, para el que ha de vivir do la vida del creador, pftrn el que ha de ser, sin tiempo y se ha de dilatar en al tndsferas infinitas? La eternidad es la sensación sin fin, es la vida donde todo esta presente, gozar conquistas, con tesoros y con sino la deirrada- donde se goza la inmensidad de un Dios. A qué cuidarse entonces de las mi- serias de la t ierra? Una sola ambición noble hay en el inundo, que adrada al mismo tiempo al individuo, y esa ambición es ¡h ilustra- ción, porque la luz ipie él irradie ¿Miará los pasos de la posteridad, por que el ejemplo que él ¡Miponjpu engrandecerá el corazón de sus semejantes! Los pueblos tienen laminen esa mi- sión de ejemplarizar \ ayudar á sus hermanos en lu creación. Con odios no se cion del destino. Por eso, la ILUSTRACION es la solem- ne palabra de los ¡metilos. Debemos conqnixtMría, para llenar la misión de profetas universales , que la di» iiiulad nos marco...... Para cumplir el mandato «pie pesa sobre nosotros tenemos que ser hernia- nos, y hemos demasiada que, con renco- res é ignorancia lo fraternidad es impo- sible. Olvido—in stracion, contesta la fíat na cuando la conciencia preguntan su corazón ¿Como? Y ella nos dijo á la interrogación de la luz, la dulce palabra del sentimiento: ¡ Quam dulce et quum jucumlum habitare fralret in t/numl al Cicló, tiernos le la madre triste y llorosa que tanto ha sufrido \ tanto se lamenta ! Reunios en el sentido solemne de la oración de la patria ! Ya tenéis la necesidad de la ARMO- NIA! va tenéis los medios. Rogad y o'itcndreis. Madre! hé aquí los * ceros enrojeci- dos con nuestra sangre! lié aqui los harapos sucios que nos sirvieron de pendón! Hé aquí las llaga.- abiertas por \r l«>s pro- fetas, por los milagros, por la ciencia, por la virtud; por lo<* portentos y las pa- labras de Jesus—hu divinidad. «* El catolic'ismo es la religión mas su- blime, por que nace «le la palabra de un Dios, porque eleva la eriatara en el vuelo : que hcice lemhlar ni «pao mintió, y dilata en brisas inefables al que hizo bien: y esas brisas, usas aguas ese. sol, esas ondas, y esa luz s«m el po- der imperativo de la verdad de la nueva tira, de la verdad de Pedro. Esas brisas, son el éco de Jesns; esas aguas y esas ondas son la sangre re- dentora «l«.*l Golgotba que corre en con- solación «leí universo: ese sol y esa luz, son el amor y la verdad de la doctrina eternizada en el firmamento por In ma- no omnipotente. Esas brisas, esas aguas, ese sol, esas ondas y esa las—son el «catolicismo! Su verdad y sn brillantez lo hallare- mos en el gran «lia, en el din «ic la ar- monio, de la paz, de la hermandad, co- mo base «lela gloria «lo nuestra gran república! En pastrat' profetizó: Tendréis ver DAD EN LA RELIGION CATÓLICA.. .... VI. Kepúhlica eterna del amor y demo- cracia verdadera, tamtiien ofreció lu dulce madre. El catolicismo nos seisena que proce- i demos t«idos «le un mismo principio, y marchantes á un mismo fin: luego su- , mus iguales. Juntamente con la inspiración do v¡- i verila por eso es menos bello; y por esa misma razón mas gigante, mus adorable , mas dig-BO. Es un ideal sublime; por eso difícil. Un ideal de amor y de verdad] por eso utópico <:n paises tan entregados a ideas pobres. Un ideal divino, la palabra de una personalidad inmensa , de una indivi- dualidad soñada, «pie se presenta en el minuto firmamento del porvenir. Traducción gloriosa de la estensiou i n raed ida del deseo, fascinn el senti- miento. Representación de una gloria perdu- rable, arrebata la idea y la hace perci- bir la revelación de una chispa «leí seno mismo de la divinidad. Sublimación eterna de l«>s principios y del deseso. Corolario gigantc-sco de los trabajos del futuro. Pin, que no lo hallará,de la armonía. Magnificación de las leyes da la fra- ternidad. | Mas allá de los mandatos y «h: la con- ciencia. En un palabra : sorpresa preparada por el niño universal , al pensumiento del viejo. Ejemplo «lado por la virgen America, y su madre nmantísima. Es un verbo que fecunda todas has ' verdades, que satisface todas las ambi- ciones, que gloría, sublima, y magnifica la conciencia, porque en él se iria mas alia de lo que es obligatorio en la prác- tica d«; los preceptos del atnor y la ber- maadad : —es ara metáfora de Injusti- cia «pie traduce : PbdBRAOION A mi: HIC'ANA. Si esa idea se realizara, tendríamos una personalitlad gigante, inmensa. Cuantos raudales de ventura derra- maríamos sobra o universo ! Que bien, qu i puper abundantemente pagaría Id luja los desvelos de su ma- dre ! ¡Con «ptiT sentimiento, con que ver- dad verteríamos sobre el corazón del viejo, el néctar santo que rejuvenecería su existencia ! ¡ Con «pie transporte, con que júbilo j y orgullo lu anciana madre del conti- nente, estrecharía entre sus brazos a su ' hija sublime! ¡ Con que pasión sobre sus megilhis rugosas se posarían los tersos labios «le la virgen en el «lia solemne de su coro- nación ! ¡ Con cuanto orgullo nos estrecharía- mos ! • Con cuanto placer recibiríamos e¡ abrazo de toda la familia universal. ! Como se agitaría la creación en la unificación triunfal de las dos almas: — do la madre y de la hija !........ .... Y hay en ese oseulo otra ilu- sión, otro designo , otro pensamiento sublime, otro ideal graiulíoso y solemne, otra proclamación gigante : LA UNIDAD DE LA RAZA KSPAÜOLA !....... Una palabra..................... .América como el hijo «¡utim'o haga « 7— 50 — la mnyor edad, se emancipó de lu tute- la paternal, Siguió el curso natural «lo los hom- bres y do los pueblos: bu causa oro justa. Pero bien, ¿el hijo independiente, el hijo emancipado, deja do ser hijo? ¿Se borrnn de él Jas ¡matas idees de familia, que lo unen á los que lo dieron ser____í La palabra de España dio vida á América. EspHña fué su madre. América nució y «lia la arrullo orí sus hruzns: ella la alimento do su pro- pia vida: ella lu educó en la religión y la justicia. Sus costumbres orun anti- guas, y trataba la niña con el rigor de ln antigüedad: tenia royes y su régimen era monárquico: su hija no tenia [oyas, su hija tío tenía personalidad, su hija es- taba sumisa, porque «lecia la buena an- ciana, es demasiada niña: era muy amo- rosa y temiu que se perdiera! Eso eran España y América hasta el año 10. Era una tu adro amorosa, buena y respetable. . . . pero sus ideas no eran liberales: qnerin educar lu niña-pueblo, como entonces se educaba*] las familias. América durante su menor edad, vi- vió asi: llego la juventud—y se eman- cipó.— Hubo alguna dificultad y madre é hija estuvieron disgustadas nlgun tiempo. Eso os España y América del ano 10 acá. Cuestión mas sencilla y mas natural, con dificultad podrá presentársenos. . . Pero el hijo y el podre no pueden es- tar disgustados burgo tiempo. Seamos padres é hijos: padrea ami- gos, cariñosos y amantes, é hijos tiernos y afectuosos. La unidad de la raza española, sobre que tanto se huida en la madre patria, es un gran ejemplo, un gran fin, un ideal soberano. Si ahora parece imposible la unidad continental, precedida de la de la raza, 'ser a mas fácil, estaría mus próxima, el ' avenimiento no parecería imposible en manera alguna. Conseguidos ambos fines, la felicidad j es segura. Unámonos, hermanos americanos! Unámonos, hermanos españoles! Lu unidad de esas dos almas, forma- rá un espíritu colosal, que fecundará con su luea elevará con su idea, magni- ficará con su poder todo el universo asombrado ante una gloria tan escelsa. Entonces la familia será pura siempre la vanguardia universal. Lú nzese el explorador con fé y tesón! y el pueblo que primero proclame la luz será la Guannhuni sublime, será la fuente del porvenir, será lu hermana querida, será la lumbre santa del cora- zón y el sentimiento! A conquistar oso paraíso social! A la rasa española están reservado, los bacilos gigantes I Fé en ln inspiración ! Esperanza en el suceso y..... á LS obra ! La armonía acercará el gran día. La armonía unirá las ríos almas, los dos pensamientos, los dos corazones, y /de osa unión nacerá el giguntc ! A conquistar ese coloso que la crea- ción contemplará absorto,sin fi''-:inzar ú comprenderlo ; esa unidad de concien- cias que agigantará todo sentimiento, y sublimará todo deseo : esa completa estinciou de remoras y vestiglos; esa verdad de amor, de fuerza, y de ternu- ra ; eso ideal soberano que nadie se es- plisara ; esa obra atrevida, considerada I utópica ; ese fin, que solo podrán obte- I ñor corazones españoles !!! IX. Tollos los males que el progreso po dría causarnos en la desunión, los ter- mina contrarios la armenia. Entonces tendríamos verdadero pro graso, tendí iarrios industria del país, — 51 tendríamos respetabilidad, fuerza, mo- ralidad, ciencias, comercio y adelanto siempre creciente. Cuando yo no esleís preocupados de odios, soío pensareis, en amar la ma- dre do vuestro corazón; entonces crese- reia grandiosos á lu luz de un sido astro, descansareis á la sombra de un solo árbol, apagareis vuestra sed, ln sed de vuestra conciencia en la linfa de ana sola fuente! También es profecía de lu patria. Lu unidad en la familia es la revela- I cion de Dios que es ansa. Y esa unidad es la fuerza imperiosu que todo lo conduce, todo lo fortalece y j fado le eleva. Es la unignificacioti misino, trasmi- tida en idea, que halaga par la luz de un sentimiento. Es el buen espíritu que utiliza una pasión que se llama rgurfsSSS; y como fuerza pasante de la-, alturns, eomo exelsa emanación del Soberano autor, la utiliza para el bien, la utiliza para el amor, la utiliza para el tiempo y lia- ra la i ternidad. Con ese principio tendremos fuerza, respeto y progreso: eso para el tiempo | Tendremos ciencia, religión, y amor: oslo para la eternidad. La pasión utilizada es lu que nos hace | desear—ser graneles: La armonía, pues,—hasta de las pa- siones saca provecho para la gloria. Un pueblo en el ideal e« un pueblo de justos, es un pueblo de escogidos. La derecha ocuparán sus hijos en el diu del gran jurado. Ese pueblo vi\e en la verdad y de !n verdad. Tiene iodos los elementos del bien: ha estinguido hasta los resagos del mal. El gran sol luce en su firmamento. El gran sol ilumina las tinieblas del pasado pura mostrarlas, elocuentes, ter- ribles en el día presente. Eleva á la categoría de ejemplo, de libro viviente, ó ese pueblo dichoso. El Universo leerá es él el mal y sus efectos. Su vida será una cátedra: una Ante dru de lu buena doctrina: una cátedra de la justicia y la rectitud. Será un espojo do se refracte la con- ciencio del quesea desgraciado, del que esté sumido en la mentira, ilusionado con las falsedades y las exageraciones. Vendrá el mundo á oír su palabra, y seguirá los consejos de la esperiencia. Si ahora ea cumpliesen las profecías de la virtud, tal vez nos parecería pro- vechoso nuestro sangriento pasado. Tendríamos en nosotros los dos tér- minos del cuadro: y solíamos mas útiles al universo. Vcrdadl verdad! claman los pueblos Verdad nos prometo la patria A nosotros la razón. Conquistemos la fsoraa, el comercio, la industria, el udelnnto, y sobra lodo la luz de la inteligencia: conquistemos la cieneia, obtenguinos la ilustración! ■•Palabra de la patria, profecía de ln madre tierna, luce ul corazón de sus hijos' X. Revélenos en al porvenir lu patria, la oslincion de lus luyes injustas, y sólit o todo lá de esa ley bárbara que autoriza el asesinato, bajo el nombre de vengan- danzas sociales: eomo si ln venganza prohibida á un hombre fuera lícita á mu- chos/ La sociedad es la reunión de los hom- bres. Lo que es crimen en el hombre, lo es en lu sociedad. Y si ln sociedad mata al que asesina, la justicia eterna fulminunaiá su sen- tencia contra esa sociedad homicida. La pena do muerte es anti religiosa v lililí-social: es decir:—es criminal c ineficaz. La pena de muerte es asesinato, y ba- jo cierto punto de vista aun es tviddit— 52 — El hombre no tiene derecho á la villa, no puede, pues, disponer de ella. Autorizar jueces para que imiten, es disponer de lu vida, es abrogarse los de- rechos del Creador: luego la ley que impone lu pena de muerte es una lev unti religiosa. Si un hombre no puede matar, tam- poco lo pueden dos, ni diez, ni cien, ni mil: esclusivo ó solidario siempre será asesinato. La sociedad son muchos hombros pero cada uno sngeto á la ley eterna: j luego la sociedad no puede matar sin se' homicida. También es ineficaz.. Su objeto es castigar. Y bien ¿se \ castiga ululando? ¡No,-poique se priva al hombre de una vida de dolores, para darle como pona de su crimen la inefabilidad de la vida eterna. Todo hombre ti! ver cercano el fin de la materia, al considerar cpie su espíritu libre de lu carne va á presentnrse al padre de la eternidad, todo hombre de- cimos, en esc solemne instante recibe la luz del cielo; porque Dios es amor: observa su vida, compara la ley, se arre píente y clama con el profeta Pequé...... Dios perdona siempre al arrepentido —y ese hombre vá á gozar de la vida inmo menténea. ¡jVolar a Dios es EL castigo que LA SOCIEDAD IMPONE A L HOMICIDA!!!! ¡Cometer un crimen sin penar el cul- pable! Oh! La sociedad es ignorante! Se ensangrienta y mancho 3ti con- ciencia, porque no conoce lo que hace. También es el suicidio. Ningún hombre es malo por natura- leza.* comete crímenes por error. Todo hombre es débil. Luego todo hombre es susceptible de errar, todo hombre está igualmente espnesto ai crimen. Investir uno ni juez ile facultades para matar al que peta, es autorizarlo para que lo mate á él mismo, poique pueih pecar. Hacerse matar, es lo mismo que mn tarse; luego la pena de muerte es c suicidio. Hay mas. La mayor parle «le lo* homicidio sen el efecto de una enajenación men tal, de una cederá, de una demencia, mas ó menos prolongada. Un hombre en el pleno ejercicio de sus facultades, no puede cometer un erí- nii n contra su corazón, contra sa con ciencia y su razón, máxime sabiendo que ha de ser víctima de un segundo ci linea» Vu hombro daña Ó agravia á otro di- recta ó indirectamente, y el dañado ó agrá viado,sofocado con la injuria, nove no oye, no piensa, no raciocina, busca á su enemigo y hunde en su corazón el puñal, que lo destroza...... Esos asesinatos acto primo son efec- to de una cnageiincion del momento- Esos asesinatos alevosos lo son de una enugenacion prolongada...... Aquí la ciencia ú curar al enfermo, y no la ley á asesinar al asesino: Aquí la ciencia á ejercer su influjo saludable, y no la sociedad ú manchar su conciencia !..................... Oh ! en el gran din, la patria ha pro- metido al sentimiento que no se verá dstroscado por esos perversos críme- nes solidarios. Suba á las alturas nuestra protesta, y véase libre nuestra conciencia de la mAncha que el asentimiento inflinge ¿ Quien dio derecho al hombre para matar al hombre ? ? Porqué quiere la criatura abrogarse los d Trechos de Dios ? .___.......... ¿ No te aterro, sociedad,no te aterra, contemplar tu víctima dias y noches contando los pasos do su fin ; buscando una tabla «pie lo salve de la deshonro, y tropezando solo con la tapa «leí ataúd? ). Dirigiendo su vista al mundo pora pedir misericordia, y descubriendo solo la hinca «pie él le prepara ? ¿Levantando al cielo sus brazos, y batiéndose herido por el bacha del ver- dugo ? ¡, Retorciéndose dolorido, y sentién- tioMJ oprimido por c! dogal........... Pues bien : ese hombro se arrepiente \ Dio.- lo perdona. Tú nó. Marcha sereno al patíbulo porque piensa en Dios : fus soldados le quitan la villa material ; se cumplo tu mándate v............qué has oh¡ enulo '! Un hombro menos en el mando, una mat re ha mas en tu conciencia! Eso es la pona lie muerto !......... Tal Vez los sabios y los legistas protcs- le-Uen contra el intruso que los increpa, pero sobre su ciencia está la filosofía, ¡sobre sus argumentos y su orgullo: hoy una ley sublime que contiene un i nícalo, el cual ordena—No matar.' La profetisa santa del porvenir pro- metió1 á nuestra conciencia la estinecion de esa falsedad. Oyelo, patria! Sobre tanto bien, en el gran día del ideal no tendrás «pie lamentar las manchas del crimen, note ntormontaré el remordimiento devora* dor del asesinato.. ............... A nosotros la inocencia! A 'a patria la virtud! De Dios In justicia! De su palabra la verdad! XI. Va esta demostrada la naturaleza de la libertad, cuyo reinado promete la pa- tria en la armonía La igualdad rechaza los poderes he- reditarios, que son la usurpación de la libertad, que son el desmentido de la fraternidad, y la rebelación de algunos contra el derechos de todos. No tendremos eso en nuestro porve- nir,no tendremos esas distinciones de li- naje que el orgullo coloca bobre las prerogati vas de la virtud. Qué importa que un hombre desciea ¡ da de lo que el mundo llama familia ; ilustre, qué importa que sus abuelos ; hayan sido héroes, sabios, d santos, si ¡ él no práctica los ejemplos de sus auto j pasados, pura que en la sociedad ti nga 1 homenajes- que sido ni mérito y á la rír- ' tnd pueden tributarse sin mañana de! corazón y de lu jusf ¡cíh? Atrá-¡ esas odiosas diferencias! Atrás los poderes hereditarios! La soberanía délos pueblos tiene por liase la naturaleza y el Evangelio ¿Porqué ha de ser el patrimonio de una familia, aunque no luzca en la concien- cia ile sus miembros lo luz de ln ver- dad, riel bien, y de la pureza? Lo monarquía es la denegación de la naturaleza. La democracia es la sanción del principio de la existencia. La monarquía tiene por base el or- gullo y la pasión. La democracia es emanada de la re- ligión y do la verdad. Deber á la casualidad la ventura: lio ahi el círculo en que se encierra el pais monárquico. No tener el derecho de buscar su bie- nestar, de observar cual es la persona que jaiede ofrecerle gloria, felicidad y porvenir, porque el hijo del soberano, es soberano cualesquiera que sean las calidades de que este revestido. No tendremos esos males—Reposa la esperanzo en ln palab'a de la madre profeta. No tendremos tampoco odios, ni pa- siones, ni irreligión, ni escándalo, ni falsedad, ni protecciones, ni circuios, ni caudillos, ni partidos, ni guerras, ni ti- ranos. Como los romanos en su gobierno directo, nuestro república será un con- cierto, nuestra democracia será un him- | no, unísono y espontáneo que llegará | hasta los piés del dispensador de esc i bienestar y esa gloria en cuyas á las nos ! elevaremos gigantes!— 5 4 — Los mngist indos nu tendrán amigos, . ni las leyes iaeepctone*. Seremos la justicia. Serrinos la república colosal, la ro- púlilica continental, hija a morona de la | grande España. Y la la nú lia que litiinilld á Fruncía en Iberia, y á Inglaterra en las calles ilc Hílenos Aires sel ú toda una: sus dos espíritus unidos en el amor, producien- do la armonía, entonando el himno sa- cro de la familia, fuertes, justos, reli- giosos y felices clamaran ni pasado, y al porvenir, á la fax de las genera- ciones y d -l universo el loma eterno de i su conciencia: — tyttiiH dulce el quatn jn- \ cuntí um hahitare Jrain s in unum\ Nosotros seremos la república mo- delo! Nuestra madre será la anciana glo- riosa de la gloria de su hija! Y la madre y la hija se amarán eter- na menté) Tal es la promesa do la patria.. . XII He ahí la profecía, y su ampliación: tal vez habremos sido demasiado-locd- nieos. La ¡maga* que el oru/.on soñó es el gran ideal de América. Hasta alia llegaremos........ l'cro nntcs es necesario pacificar cu- li.i República. Pacifiquemos la nuestra, hermanos ! arjentioos! Eso porvenir «pie os revelamos corno palabras de la patria es la verdad «pu- se grava en la conciencia. Tules kon los eficctos soojai.k.s y RKL1UIO.SO.S D4S I.A ARMONIA.. La armonía M omnipotente, la ai ino- lodoMo conmueve y todo lo fecunda! Sea verdad su palabra en nuestra po- bre República! XIII. Nuestro pasado ha cidn SaNGltE V Kut.NA. Necesitamos la armonía para depu ral lo. Sus medios son e! Ol.Vino Y I. \ iLI'fitTIt ACION. Nuestro porvenir es inmon-o. En os- las pobres pajinas esta delineado el cua- dro. ¡Que otro mas hábil «pie nosotros lo ilumine!......................... Ahi vé, pobre padre, osa demostra- ción de nuestro amor filial. Muchote amamos y mucha ventura te deseamos. Pobres niñón, solo podemos consolarle con la palabra, Algún día derramaremos sobre tus bolillas el bálsamo que las alivie. Ese día os un porvemir para tí, eldia en iptc la generación ó que pertene- cemos ocupe el puesto de los fatigados patriarcas que nos han precedido. El cielo los ampare entre tanto! Tu espíritu conmueva la conciencia y brote la luz. Tu alma sacuda los elementos» y mane la linfu consolación de las duras rocas do tu suelo. La religión y el porvenir son la pala- bra. La religión y la gloria sean el é o. El deber y la conciencia imponen la cooperación. Ahí va ese pobre grano de la idea. Conmueva el corazón tu amor en el futuro, como conmueve tu idea el sen- timiento en el dia presente. ¡Hay tanto amor en este corazón lia- ra tí, madre infeliz! Aproxima tú el momento que ya se anuncia lúcido y grandioso: levanta el sentimiento universal de la indeferen- cia on que. dormita, y brille el sol de la justicia! La conciencia está tranquila : el sen- timiento satisfecho. La hora ha sonado! No dilatemos la palabra del consuelo! El eoritxou lo ordena en los s.tgi si- llos himnos, \ un rsn palabra,roveluii->n de toda villa y de toda gloria para los pueblos (pie dice : ]Qunn dula•<\t r/uain ¡iicuiuhim habitan frates in uitinn f ¡<¿«t' grifo 1/ f/ue dulce es vivir /"* hermanos en uno ! ! Nada tenemos! A conquistarlo to- do! 'Eodo lo dá la armonía. Confianza mi el futuro, y esperanza cu la religión, y en su fuente. No un mundo, sirio mi paraiso ce ofrece al pensamiento Americano, desconocido era inspiración, que cono- cido es promesa; que (devado aera in mensiilad! Cuino aquella voz do victoria que resonó en el porvenir á la palabra de íiuanaiiani, resuene la voz de la gloria en el gran dia del ideal! Argentinos! á elevar la república. Americanos! á engrandecer el con- tinente! Españoles! á magnificar la familia' Fiat lux!'.— ft<5 ' i ■ I dos falabuas Con las lágrimas en los ojos, y con- (rutado por fúnebres r i*ioue*, escribí i;stan pajinas cu los amargos «lias de la India. Felicitóme macho ile que su publica- ción se haya retardado basta el Mo- mento grandioso en (pie han t i i i rifado las elevadas y patrióticas ideas que han formado la prédica del diario, de cuya redacción he formado parte; prédica de ctúe,, y que no tengamos que llorar nuevas desgracias, debidas ú los estra- vios de los hombres! Todo el que tenga en su alma la in~ tuición de lo grande y de lo Bublítiic.ticue por necesidad que desear de su pairiu ejemplos de grade moral, de sublime política. Y con guerras intestinas no su dan de cierto esos «{ampios. La Amé ica, como dice el ilustrado escritor español Torres Caicedo, tiene • pie conquistar un nuevo derecho, y un nuevo sistema de libertad y querer conquistar esos principios nobles por medio do la guerra es un sarcasmo y una necedad, como dice Girardíu. VA camino del derecho y de la liber- tac es ta unión, que es lo único que en los pueblos dá títulos paro el goce de tan altos dones.' Por eso la necesidad de una prédica pacífica Me i alio la satisfacción de bnbci ocu- pado no puerto de honor en el único diario qim con fé y tesón ha sostenido la paz. Soy un pobre niño ip\- onda vulgo, pero, en la esfera de mis facultados, he hecho cuanto me ha sido posible, por no pobre patria, tan cnsungrentndn é infeliz/ /.(¿ué mayor recompensa puedo am- bicionar que el favorable tallo de mi conciencia \ de lo opinión, qtt** ha re caído sobre las ideas proclamadas dn runtc enano meses de lucha"/ Ya liemos conquistado el primer es" i.'.ilon: no nos dejemos derrambai pul el torrente dcvu»lttdor de las pasiones. Veneremos el trono de la idea y del sentimiento, pura que los malos no pac dan destrozarlo con el formidable cañón de la mentira! Hagamos sabir hasta su altura el incienso del respeto y la adhesión po- pular, para que la libertad cu él sentada no perezco á la asfixia de las hedion- das emanaciones de la anarquía. ¡Nada hay mas dulce en la familia, vpje la general comunicación de un ver- ladero amor. Tul es al mismo tiempo el principio operador del bien en la fa- milia—patria ! VA júbilo re bosa en el corazón con la esperanza de que esas ilusiones sean ana verdad. Necesitamos el amparo de la divini- dad, para sofocar pasiones y vencer obstáculos. La bendición de Dios sobre la frenle de mi patria.'.' J Oh K M A NU El IH. ECHADA