1 •O I>KI- PODER EJECUTIVO DE L.A REPUBLICA MJUkMMXA. 6 B K>E»lt LEÍILLiJfVi. EN ÉL PERIODO TEHCRBO UK LA BH. SENADORES v REPRESEN!ANTES : El Gobierno , os saluda en ci tercer aniversario de la defensa de la República, de su nueva é inmortal gloria. El rebelde que Irajo (orlo el poder que Rosas tiene para subyugarla y que anuncio su arribo e! 16 de febrero de 1813 con toda la pompa de un vencedor insolente;—ahy está. Señores, todavía en este día, que nos llena de noble orgullo y exitaiá en él amargos recuerdos.—Vino confiado, •victorioso, potente; ahy lo tenéis desalentado, débil, cubierto de humillación.—l'jr.i él no es ya boy un problema fo que para nosotroi nunca lo fué;—que en esta lucha de libertad y a«s civilización, aunque con sacrificios sin cuento y a costa de sangre preciosa; nosotros habíamos de consolidar para siempre la libertad y la independencia de la República; nosotros hablamos de cabar la tumba a la tiranía de Rosas. Regocijaos 11II. SS. por la parte principal que os ha cabida en obra lun grande. Cayo feliz termino sera la admiración de la Europa y de la America Consideraciones de alta importancia fuerzan al Ejecutivo á ser e.i ejíe momo.ilo con voso- tros, menos esplicito que lo que deseara en conformidad á su debe, á ;uj principios de I • iitada publicidad, y á la conciencia que tieuo en vuestra sabiduría. Pero la* liemOCU le lM lespseti- vos ministrossecretarios de Estado, que se «>s prese;::-.ra n en oporlu. ••. vJ ».. tarfcp al vacio que boy notareis. Grandes sucesos están á realizarse. La civilización se a¿..a favor nuestro. En todas partes tenemos amigos; y hay quienes trabajan por nuestra salvan-.3 can l_otu ardor y espe- ranza como los valientes, que dia y noche pelean contra 1 >s sold-il^s 'le .wsas en cja trinchera ; ^ esta á vuestra vista. Seria ser ingratos a los favores de la L'rovi Jj.ici.i, si dudásemos de que estos esfuerzos serán coronarlos por la victoria. La República tiene motivos para estar contenta de el estado desús Relacione» Exteriores. S>i a'guna vez los Orientales pensaron con doíor en que su patria no es una nación poderosa, hoy deben felicitarse ríe eüo, porque es nías glorio ú- blica. Señores, si recibió ultrajes lia obtenido condignas reparaciones, y su reconocimiento debe ser muy vivo hacia los que sin reparar en consideraciones egoístas, la han satisfecho. l'or el departamento do Relaciones Exteriores sa facilitó el viaje «leí I'uslre General Paz al Estado de Corríe.-ites.—Hoy se halla él al frente de un ejército numeroso 0 invencible, en marcha bu.¡a las guaridas del déspota Argentino. El Gobierno de la República que hace votos por la ptl de los Estados Americanos, nunca ha simpatizado con lo que pudiera alterarla. Pero la nota riel Ministro de Relaciones Exteriores Sel tirano de Rueños Aires de 30 do abril del pasado año de 18i3, relativa ú la persona del Gc- ■eral 1). Andrés Santa Cruz, en contestación á una del Gobierno ríe Botivia, y en laque se negaba á concurrir con los gobiernos de Chile, del Perú y de Solivia, a un congreso quo debía resolver so- kre ¡a suerte del general Santa-Cruz, dando por único motivo para tal repulsa ai qua aquellos gobiernos estaban resueltos á no matar al Genera! prisionero, y sosteniendo que fallaban á sus •eres porque no lo mataban; excitó el celo del gobierno en favor de los intereses do la hu- r satisfech i do los empleados encargados ú 'c re) lar en la seguridad y la paz pública. Nuestra valiente guarnición cada vez se muesira mía acreedora á la gratitud «le la RepúbiicV Valiente, sufrida, virtuosa, es orgullo de propios y admiración de extraños. No hay dia que noy ilustre con un nuevo rasgo de virtud, con una nueva hazaña do esfuerzo heróico. Mientras ,iUe el enemigo la acecha con la traición, y con alevosas minas infernales, procura asesinarla; ella pe*j lea audaz a pecho descubierto, con las armas lici las de la civil izacion. Nuestra naciente marina aumenta a nuestra historia una página que no tenia. Dá golpes il» muerte al comercio con bandera de Rosas, burla su poder marítimo, resguarda nuestra costa mantiene nuestras comunicaciones, vela a todas horas por nosotros. EUa es, Señores, la vanguar- dia de nuestra defensa. Muestro ejército en campaña, regido por el varón eminente de esta patria, por el general don Fructuoso Rivera, ha alcanzado ventajas repetidas y famosas.—El ha paralizado todo el po*!er de nuestro enemigo. — Hace tres años que ese ejército y su Ínclito caudillo peleany vencen.—HJC. tres años que tienen por cania las faldas de nuestras cuchillas, y por techo el hermoso cielo de i pátria que han jurado libertar. Me.litad , honorables señores . en exp'cndídas recompensas, que descarguen en algún modo el inmenso deber de gratitud, que tiene el pais hacia sus heroicos defensores. El Gobierno no ha querido tomar represalias contra su enemigo.-Este continua en su {juerrj bárbara de asesinato, da degüello, de exterminio á los que le resisten, ya caigan heridos,ya dan prisioneros, ya estén postrados por las enferinedades;-mien'ras que los defensores de la Repú- blica pelean con el que encuentran en armas, son generosos con el que implora su misericor- dia, y traen á los hospitales á los enemigos que han herido y aprisionado.—Si ios que sirven i Rosas están resueltos a que su les teína como á lieras, los soldados de la libertad quieren que se les respete como á valientes, pero que se les ame como á hombres. Ultimamente la tempestad forzó á un buque mercante con bandera de Rosas a asilarse a nuestro puerto.— El Gobierno lo declaró libre y le expidió un pasavante para que regresase km puertos de Rueños Aires con seguri.lad.—Cuando las olas amenazan sumergir á un hombre, sea él quien fuese, sus semejantes deben extenderle los brazos para salvarlo, y hacer que él se confia a ellos sin temor de que le despojen de sus miseros bienes, ó lo carguen con la cadena de el pri- sionero—No quiere el Gobierno para la República despojos empapados en el agua del naufragio. Bl Departamento de Hacienda hi seguido en sus laboriosos y penosísimos trabajos. El tiene que hacer surgir la abundancia de un suelo acotado, estéril Tiene que hacer frente á exigencia inmensas, á las exigencias de una guerra de mar y tierra, de un asedio y de un bloqueo, y estosin rentas, sin propiedades, sin recursos. Su situaciones apuradísima, pero seria desesperada si a el patriotismo de los habitantes, la confianza generosa del comercio y una economía y aprovecha- miento extremos. El importantísimo contrato de 12 de Noviembre de 18i*-, para la enagenación de las rentas da 18K» , que ha sido do consecuencia tan fecunda para la prolongación de la de- fensa de la Capital, comprueba lodo el apoyo que han dado al gobierno ese patriotismo y esa confianza; ellas le sirven hoy prodigiosamente para nuev. - operaciones, que asegurarán la subsis- tencia déla guarnición y de las familias emigradas é indijente.s, por seis meses mas. En cuanto desaparezca el asedio y vuelvan á abrirse para la hacienda publica las fuentes que él les ha cerrado, contraerá el Ooblerno su atención á satisfacer por completo las obligaciones que ha contraído. Toda deuda será siempre para é¡ sagrada, peí o ninguna le mei ecerá lanía religión como la contraída para alimentar a los defensores de esta plaza. Tal es el cuadro sucinto pero fiel del estado político de la República. Tod > loque liay en el de satisfactorio seos debe. Señores, en mucha parte; por que muy pocas son las resoluciones gubernativas en las que no se haya consultado á vuestra prudencia y sabiduría, y el gobierno «s hace en este memento la historia de vuestros propios aciertos. Ei confia en que no cerrareis ella sesión sin ver á la Patria libre de sus invasores, & Montevideo vencedora de los que la asedian, y a la bandera nacional flotando al aire, símbolo de gloria v escarmiento Montevideo 16 de Febrero de 18V5. JOAQUIN KIMRR/. SANTIAGO VAZOUE2. RUFIMO BAUSA. SANTIAGO SAYAGO. Montevideo —Imprenta del Nacional. SEÑOR COMANDANTE I>E LAS BRUSCAS íUmericarhos.* tactos: A Ta k i* rr A ! Si hoc in viridi, quid in «rido? La ciudad de San Luis acaba de dar wn nuevo exemplo de heroísmo y Hdad , y los españoles europeos de presentar una escena de liorror , de ¡orratítad v de barbarie. Hacen dos horas , que se presentaron en. mi casa el Brigadier fín. José Ordoñez, el Coronel Dn. Joaquín Primo de Rivera, el Co- roirei Dn Antonio Morcado, el Teniente Coronel l>u. I^or nzo Moría, el Capitán l>n. Círe^orio Carretero, y el Teniente Í>n. JuíTtr IitirgrrHlo , y des- ude Jas-expresiones de etiqueta, se pusieron en pie, y turnando la pala- n Carretero me dixo : »ó picaro, e^tos xon los mámenlos en que debe V en Irán toda la América, está, perdida , y de está nv se ese apa V. ; y ei. e? íi/oit.ento cargaron sobre mi con panales „ el mismo Cú retelo , Hurguillo y Primo; disponiéndose lo* demás alo misiWi , /ABntoii.*es bol viendo hacía otras, pane un estrado desde #1 qoal le di un "puñetazo á Morrudo que cay«V err'fi- en ¡i pero inmedü'tamente cargaron todos .sobre ?ní, y no pude evitar el venir al, sudo donde recibí algunas contusiones en la cara , y en deferentes parres «leí cuerpo, en la berga para ponerme en pie ; lo que a! fin conseguí justauTen- ífi teen los momentos en que ya se dejaba oír el tiroteo y la resistencia del pueblo en los demás puntos, que trataron de ocupar el resto de los prisio- nero«^=I)ebo obserbar a V. S. que la misma circunstancia de que ellos se prometieron el triunfo , ha sido la qué ha trastornado sus planes : tal és la simultaneidad de acción , porque habiendo atiendo el quartel en el mismo mo- mento que invadieron mi casa y la sitiarou , la tropa se alarmo, y el pueblo como por una explosión eléctrica se puso en armas i y obserbando que la puerta de mi casa estaba cerrada r hicieron ex fuerzo* para abiirla , lo que hizo conocer a los que so hallaban con mi«o , que su plan había abortado. Entonces sobrecogidos de terror empezaron a pedirme que les asegurase las vidas , y con el pretesto de aquietar al pueblo que se hallaba a la puerva , sali de mi habitación y cargaron rápidamente sobre ellos , habiendo hecho la resistencia que pudieron, y herido mortalmente Uuruuillo ¿i mi Secretario *I Capitán I>n. José Manuel Riveros- Este fué el instante en que los debe- fes de mi autoridad se pusieron de acuerdo coi» ía justa, indignación «leí pue- blo. Yo los mandé degollar en el acto, y expiaron su crimen en mi pre- sencia , y ii la vista de un pueblo innocente y generoso , donde no han reci- bido sino hospitalidad y beneficios: El Coronel Morgado muri i « mis ma- no" > y y° no tengo expresiones para ponderar á V. S. la eobardin de seis pwetinoa que habiéndome tomado desprevenido y apoderábase Ue lilis armas, no me deiaban mas recurso, que la firmeza y justa confianza, que tenia tu la disposición del pueblo y en las medidas que siempre hé tenido tomadas para '"'•ales casos. Yo no me he engañado en mis esperanzas ¡ todo este vecin- Ufio sin e^dr^civn hft obrado coi» la mwor etK'rgia , y • .con-tanta moderación ff