7* biei no , especialmente trniendo. romo tiene, noticias de otros mo- vimientos en varios puertos de Francia y de España. Días pasados corrió aqui 'a vot de que también había salido la esquadra de Tolón; pero de etto no ha) noticia de oficio: la* ultimas que había eran que el lord ColUrgwood estaba bloqueando aquel puerto. ESTADO ROMANO. Cacona 31 de eneró- los qnatro corsarios la Carlota* la ¿¡fortunada, el Trajano y el Diez y siere de Diciembre* arm ido» aqui por el señor Antonio Passa- i>o,han cogido en poco tiempo, á pesar de las borrasca» que han corrido en el golfo, 13 embarcaciones procedentes de Malta, Caller y Mreina y otros puertos de Sicilia. Todas 13.presas se hallan en es- te puerto, líl crucero de los quatro corsarios está tan bien combina- do, quesera imposible que llegue á su destino ningún boque que salga de puertos enemigos'; y el decreto del Emperador Nipoleon, de 17 de diciembre , se executará al pie de la letra en toda la exten- sión del golf* Adriático. Hona 3 d febrero. Ayer a las 7 de la m .ña.na el general francés Miollis entró en esta capital á !a cabeza de un cuerpo de infantería escogida , y otro de caballería, y ocupo la ciudad y el castillo de Soitangel. Reina la mayor armor/ti entre estas tropas y \< s habitantes. L»s tropas de S. &. continúan haciendo el servicio como lo hadan anteriormente. ESP A ñ A,. Ma'rid 4 de m.:o. En la Amíñci. El Rey se ha servido conceder la comandancia del batallón de la Concepción de Chile al coronel D. Juao CUrkc, sargenta mayor del mismo cuerpo; y esta resulta a D. Placido Silva, capitán del regimiento de i finteria de Murcia. (Gazt'a de Madrid de 33 de febrere.) El reí se ha servido nombrar para la dignidad de deán de la ca- tedral de Buenos Ayres, vacante por fallecimiento de D. Pedro Igna- cio de Pícasarri, á D. Antonio Rodrigare de Vida: para ej arcediana- to que este dexa a D. Francisco Xavier de Diodo y Zamudio; y para la cbantria que este obtiene á D. Melchor Fernandez , canónigo ma- gistral : para la dignidad de maestrescuela de la propia iglesia, vacan- te por muerte de D. Carlos Josef Montero, á L>. Cayetano Josef de Hoó-: para la canonjía de este á D. Dcming" B tanisUo de Btlgrano: para la media ración que rentllta k D Josef Manuel de Roó , cura del ueblo de Canelones en aquel ob'*:>a"lo. Buenos Imptenta de Niños-Espaútos. s W ^¡fáflfc'f' Se publuará el manifieste de Inglaterra scb'e la declamación de iiuúa. ENSAYO SOBRE LA TOPOGRAFIA »E L.OS RIOS PI-ATA, PARANA, PARAGUAY* VER ME JO Y PILCOMAYO PARA SERVIR DE MEMORIA A SU NAVEGACION COIV UN MAPA CALCULADO COK ARREGLO A LAS ULTIMAS „ ORSER VACIOKES IMPRENTA CHUQÜISAQUENA OIRÍJIDA POR AILLON Y CASTILLO.«¿VvVtxi tv* - ■ *% «C ». ■ »...... I * t'\iAl.ni4 'ENSAYO, &«. a ^yüANDO publiqué en el año de 1828 mis observaciones respecto de la inmensa impor- tancia de Id libre navegación del Rio de la Plata con sus ramificaciones para las dos repúblicas Arjentina y Boliviana; advertí que, en jeneral los habitantes especialmente los E&tmnjeros, los miraban con indiferencia y desdén, por no cono- cer la geografía de ámbas República». Esta con- sideración me indujo á este trabajo, y para facilitar el conocimiento á todos, hé construido el adjunto M»Pa- En él trat4.de evitar toda obscuridad (aun- que en punto bastante reducido) afín de que el pú> blico se impusiese de la prodijiosa navegación, que ofrecen dichos rios, á primera vista, siendo este el objeto principal de mis trabajos. Por esto indiqué solamente los principales pueblos y aquello» á cu- yo contacto nos llevan los rios. He dicho ya que ha mas de dos años que advertí la incalculable importancia de la libre navegación de nuestros rios, en el Federal número 9 y 40, pero hasta ahora no ha producido el mas mínimo indicio de emulación en los hombres mas versados é instruidos en la Topografía &*c. de ambas Repúblicas, que' por consiguiente podrian mejor indicar el influjo mercantil que tendría la libre navegación para las dos repúblicas. ¿Pero que utilidad saca el público de los conocimientos de semejantes egoístas, que todo 10 guardan para sí como el avaro sus talegos, ol- vidando que la principal virtud de un verdade-so PMuMhitM consiste en procurar hacerse útil a bu patria, y al mundo entero, instruyéndole, • tinque no tuviese mas que el átomo de una idéa «til que ofrecer h sus conciudadanos. El Rio de la Plata será H oiíjen, y mo- l-ir de una liga eterna y que hermane á las dos #epublicas Arjentina y Boliviana; porque él nos ©frece una navegación, desde la boca, ó desde 35 frndos latitud Hud hasta la desembocadura del auru en el rio Paraguay que está en J6 grados 20 minutos latitud Bud: asi nos da Ja asombrosa distancia *. Mas a<¿u« no tenemos que esperar(.4) hasta que los países arribeños estén poblados, tí» hemos de dejarlo por si moroso y tardío modo de navegar en nuestros ríos en el día, pues los países hasta donde alcanzan estos, están ya po- blados con una población civilizada que est.á, ha- ce tiempo, estendiendo sus brazos para da rnos la mano, teniendo á nuestro arbitrio lo gran fas cilidad de navegados por el vapor con que de un estremo al otro hemos de hacer el viaje miéiir tras que un buque de los que birve al comercio actualmente, queda amarrado á un árbol, espe- rando un viento favorable, como el mismo que es« cribe lo ha esperímenUdo, progresando nada en el espacio de quince días. En el dia las provineias de Mojos, Chi- quitos y Santa-Cruz de la Sierra rinden á la Re- pública boliviana C«B¡ ninguna renta y es de supo- ner que aun la mayor parte del peco comercio que bai alia sera con los Brasileros como la ca- pital ¡Vlctegroso á¿<\ , pcio abriéndose el comer- cio con esta República y señalando y habilitando el gubierno de Solivia puertos sobre el Rio Pa- raguay, eegun el local de cada provincia, pron- to buscaran sus habitantes aquel que »ea mas provechoso para ellos; pues el comercio es co- mo el agua que procura y encuentra á su nivel ó v i donde le conviene mas. Por esto estaña eri el interés del gobierno de Bolivia, elejir puertos y abrir camino* para que los pueblos puedan co- municarse con ellos por medio de carretas &c. y de est;í modo el trasporte de las producciones seria faoi!. Buenos caminos y canales constitu- yen la riqueza de un país y es el principal móvil para promover la industria; por esto una nación nunca puede emplear sus caudales de un modo mejor y raácsime cuando hai tanto motivo y t m* ta certeza como lo hai en nuestra hermana Re- pública Boliviana, q«e dando ia tuauo á Uaina Industria? y el comercio solamente con esta Rej pública le hará uno de los país-s mas rico?, sin hacerse meo ion ó tomarse en cuenta sus otros ¡ramos de industria por via del Pacífico, y sus minas. En el fia parece que el puerto que llaman de La-uv r alias Cobija ocupa bolamente la aten- ción de Bolivia, olvidándose de la suerte, inte- jres y prosperidad de mas de las des terceraf partes de un territorio dnociones del mundo y nos volvería las suyas ¡beneficiadas por hombres libres!—Entonces podríanles decir al mun- do, a esta azúcar, cacao, arror, café &c. no acocil* pjtft-i la ma Id Uño n de los i; felices Atácanos, co- mo sucede eori todos los frutos del Brasil: y *>í la bendición de los Americanos libres. ¿Y quién no daria la preferencia á nuestros productos, en, igualdad de circunstancias, sóbrelos de nuestros vecinos los B ra z i le ros? ¿A qué alma sensible no bahía de chocar la idea de qué las producciones de estos están teñidas con la sangre de los infe- lices Africanos? Sírvanos de ejemplo, la resolución de los hombres mas caritativos ó filantrópicos, es decir los cuáqueros, quienes después de haber refor- mado una infinidad de abusos establecidos por el el fraude y el despotismo han proscripto el abomi- nable tráfico de carne humana y han establecido por leí positiva y estrictamente observada en s-u sociedad el no consumir otra azúcar &c. que la fabricada por hombres enteramente libre-!— A los Bolivianos de la parte Oriental de las Cordilleras, baria enluces inus cuenta el ha**oer su* compras en esta República que en I uer- to alguno del Pacífico; porque á Buenoe-Airei llegarían con la mayor comodidad, puede decir- se durmiendo, y en la firme persuasión de encon- trar todo lo que necesitasen; pero esta facilidad; no encontrarían ni á tan reducidos precios en los Puerto! del Pacífico; porque si llegara un bu- que allá, llegarían aquí cincuenta. Este comercio puede solamente ser útil para esos parajes cuyos productos consisten en oro y plata, pero aquellos que no tienen fino frutos voluminosos naturalmen- te han de preferir el trasporte por los Rios, y á donde van los intereses jenerahnententc vá su duuio. El comerciante de ultramar dará siempre la preferencia al Rio de la Plata y se contenta- rá ma* bien con ganar un diez por cielito que el treinta en un Punto como Arica y Lámar, pues tic estos vito recibiría pus retornos en menos de des -< ñ >s y medio y el buque volvería en lastre! cuando los tendría de acá en ménos de un año y ei buque cargado. En Europa y Norte America, hai pocos co- merciantes ricos, pero el termino medio es de un ni ébano capital, por esta razón hai pocos que pueden hacer el comercio con el pacífico, pero muchos con el Rio de la Plata. Sr nos diré que por el nuevo canal por e» Rio San Juan, y la Laguna Nicaragua, que se está trabajando en el díase facilitará y establecerá UU comercio activo con BoUvia por via del Puer- to Lámar. Pero aseguro que un buque de Luró- pa ó de los E. V. del iS» rle, llegaría tan pronto & este Rio de la Plata como otro alcanzaría á la bo- ca del Rio San Juan; esto canal que 'to? También seria del ínteres del Emperador Don Püdiü ¿minero, señalar uno ó niub pueity» (18-) en la Capitanía de M togroso sobre el rio Para» guav, por donde se pudieran estraer los frutos de dicha provincia, que en caso contrario quedarían inútiles y aquellos campos desiertos; pero creo, que podemos lisonjearnos de que él tratará de pretejer esta obra para promover lu civilización. Agregando á todo lo enumerado las de- nlas producciones de esta República, en g uiado, tín tales flte. y terrenos pertenecientes '6 la na- ción ¿no deberíamos entonces confesar que la be- nigna providencia» destiló á est s Etepúblicas, a 8< r las mas felices del mundo, y que sino lo son heñios de culparnos á nosotros mismos, y no al Om- nipotente? ¿tyue mas nos falta para encaminar ha- cia nuestros altos destinos, sino que nos enten- damos unos con otros, y que entremos con toda sinceridad en unión, para formar las naciones las mas favorecidas del mundo? Mucho debemos esperar de la actividad y carácter emprendedor de nuestros hermanos los Norte Americanos, pues ellos conocen mejor que ninguna otra nación la construcción de los buques de vapor aparentes para llevar inmensas cargas sobre los Rios; (todos los que conocen el rio i\Ji- sisipi no lo negaránJ y es de notar que en las már- jenes de nuestros rios, se encuentra h ñ > para dichos buques lo mismo que en las del Mísisipi. Siendo los intereses de la República Bo- liviana idénticos con los de la nuestra, pues cada una de fiuestras provincias, individualmente tiene Un interés en la pronta y libre navegación del Rio Paraguay, por consiguiente á las repúblicas les pertenece reclamar ü obligar á Francia á que respete Jiuestros derec hos, que usurpo tantos años ha; consiguiendo esto, el comercio del Brasil da- ría una vuelta á nuestro favor que eti el día(M) áb^orve tocio 6 en gran parte nuestro oro y pla- ta por dos producciones coloniales, que despur nosotros mismos hemos de esportar, y entonces tendrá nuestra República en pocos afios después uií;í renta que pronto h ira desaparecer nuestra deuda nacional; entó. ees será cuando la aten- ción de nuestros legisladores será llamada á rne- jiiias internáis que tienen tantas ramificaciones J cuya ejecución solamente atributo de un Congre- so nacional; vg abrir un carril de fierro de Cór- dova ai rió tercero, pues desde poco tiempo á esta parte se h i convencido el mundo que uu camino de fierro es aun en punto de la lijereza pi ( íerible á un canal; que con carros hechos apro- pósito para estos caminos se transporta con tan- ta facilidad como por un canal, y que e! primer cohto y mantención es mucho menos. ¿Si este es el calculo en paises montañosos que no será entonce? en esta República, donde hablando en jeneraí no se encuentran variaciones? ¿Que gran bien no resultaría á la provincia de Córdova por una obra semejante? f cuanto facilitaría la estrac- cion de la sa!, jumen, cobre, plomo, fierro y otros renglones de que abunda y es susceptible |a provincia, los que ahorra por falta de salida y quedan sin valor, y que de ctro modo «cria una mina para ella; tan,bien este auciiio facili- taría la es tracción de los otros renglones que ah ra están gravados con tantos gastos por la pe- sadísima y ruinosa conducción por carretas. No hai una provincia en esta república á que no fue- fcen en algún gradó aplicable esos caminos de fierro, pero estas mejoras, por falta de población p« rteneceen eate p. ¡s todavía s la mane protectora de |a nación entera y no á particuiureb como eo Otros países. [1.51 . Por uitimo la navega ion de tantos no? ?C ria un plahtel para nuestra marina. Concluyo haciendo lod mas vivos v sín^e- ros votos porque los habitantes de ambas R» ¡ ú- blicas, se penetren de mis observaciones sobra el importantísimo y rasto comercio que les pre- senta y ofrece la naturaleza, fuera del que ya poseen, y protestando que no tengo, otro anhelo que el de contribuir al bien público, que es ej úuico ínteres que ba m uido á Hk KM A N C. DWEUHAGEÍ*. AWVEJtTENCI 1. Muchos estrenaran el no encontrar en el adjunto Mapa, una escala que señale las leguas. Pero es necesario advertir que en un Mapa cons- truido como él ya indicado y según l" ^eyec- ción de Mercator*, se le halla á los dos lados, izquierdo y derecho en la graduación de su la- titud. Asi si se quiere medir la distancia de dos puntos, se buscará el término medio de la latitud y luego al lado en su respectivo paralelo pe me- dirá un grado [que contiene 26 y media leguasj. ó parte del espresado, y con ei la distancia..A 5^-