Pá?. I.« Núm. r. ttOBESPIEKJJE II A'KESU CITANDO ÍLíS5 ^ LIGERA RESEÑA DE LOS ATROCES HECHOS CONQUE EL yvRQNEL I). PEDRO OTERO ( alias ) EL CRUEL HA MANCHALO LAS PAG1AAS DE LA LIBERTAD MI'JHOACAjYA. El malvado desencadena a todos les hombres contra sír av.vla sus propUs (¿trechos, y se. hace digno de Ta éese- eracio.i universal. ("Apotegma Murelianxl ■ Mientras el hombré tiene libre, la facultad a| ,Pc.nsai'j no puede decirse que ha tocado ll¡timo grado de servidumbre, ni menos qut ^eje ser el oprobrio y escarnio del dsspotís- y arvitrariedad con que quiera oprimirle ti ho de |nri ¿emás hombre?. Cjando se le nía* °* •fte. atributo sagrado de su alta gcrnrqnia, • tiresiso que rtnuncie eternamente á su d»g* el' h " f'Ue Proeec*a en desesperado: asi es que "ombre qne hace el usq debido da sus fi- 1 ^des intelectuales jamás será atacado por la ^'•toriedadj porque á la verdad nada altera ■ "Wp á los crueles y déspetas como las voces publican su tiranía. Practican la injusticia; Ti acostutI1braii á eilu; pero en su interior co- c5n 'a enormidad ú¿ sii delito y quisieran °c*dtar!a hasta de aquellos ruamos que s;;:¡'"!i "tentados. Aunque ven que no es este el '••no (]e ja seguridad y de la gloria sit.rn* P!'e Henos de ambición y vanidad que les do- ,fl3 desean que se les adore como á dioses J &e les aplauda como virtuosos. Estos han sido 1)3 contristes lamentables de infinitos déspota?, y este el compás con que debe medirse en mi P^iculo patriótico la criminal conducta del Ap- Scbno D.Pedro Otero, quien por sus eojnpor- ^'•'■entos neronianos se ha hecho digno y me- j-ceder de esta recidencia severa, qne hoy le '•ice^ ante todo el orbe americano, un patriota jl'ie irriudo de sus crueldades no cesará de pu- '•Oarlas áun cuando se le ameaasase con la mucr- e ")as afrentosa que en medio de su poder ab- •Wytü dictaría este tirano ecsecrable. I*a nación mas poderosa de Europa; se vió c°üiinada despóticamente por un llobespierre "Me sin tener en tus propios alcances ¿cieos ^"'o'iua esperanza del logro en su em- presa, no obstante consiguió subyugarla, formar .*:'a facción dominante, y destruirla á su auto- jp y arbitrio, En aqui uno.de los fenómenos po- !í^03 mas portentosos que asombran, al género «dimano; pero que nada se hace imposible cu •^üio del vértigo formidable de una revolución C3r,:>-ntosa" por lo que con razón decia Grpttt; wel que nunca se llegaba á tanta altura como cuando se ignoraba el destino que uno ocupa- ba, en cuyas cortas palabras queda é*f>licatla la grande insuficiencia que poseía aquel hombre memorable, aquiea la naturaleza le destinó por suesesor inmediato en Moreüi de Michpacán al coronel Otero dotándolo con igual carácter pro- ducciones y aspecto de aquel monstruo ferós, pura este es ta a sin gracia qí'.t hasta «hora no "so ha conocido ningún csecv.io. de tan pacos atrac- tivos para que ni aun le siguiese aquella mis- ma chusma vulgar que por lo común es notfe- \¿VQ} ó inclinada á escoltar esta class de Án- trdpófagóí Ceros. Su cuerpo es bastante con- tra bve lio, mal dispuesto, y ún órden en sus proixorcíones: sus manos, cspr.ldn, pescueso- y ojo* continuamente t'onvulcivcí-: su mirada y ros- tro, sin espresion alguna; en su semblare acar- denalado y ffi-iile que ¡'.menudo la amiga, tic- no' ciertas séllales úm un temperamento 'íilfílfcio'J sus propiedades son brutales y de un perfec- to Grumete: el modo de andar tardo y tosco: el eco de su voz hiere el .oída coa asperea.; y en una palabra hasta la pronunciación misma y modales del coronel Olera, recuerdan Coa csactitud la errenda figura de aquel tigre fran- cés; quien mientras vivió fue llamado el Catón moderno; pera después del suplicio que terminó sus desastrosas días, unos le compararon á Ca- tilina y otros el Cromwc': nm no será así la suerte que corra en I»s anales de nuestra his- toria el coronel Otero; pues este antes y des- pués de su muerte será siempre irías rudo que Claudio y mil veces mas cruel 6 inhumano que Nerón, por mas esfuerzos que hagan para en- sacarlo sus viles aduladores, que ayer ti en- tonaban el crucifíxe, y hoy el Hmana (l). Desde que el coronel Otep ocupó desgracia- damente la comandancia militar del Eetada co- menzaron á rttnaccr cu Mivhaacán las hechu- ras de aquellos mandarines españoles qae tan- to le oprimieron; pues la cabala, la intriea, la perfidia, el espionaje, (a persecución, el tferfor, las carnicerías y maíansas eran atributos inse- I3 pinitypi» de 'a ",t1 Tiía^tnr-ion mistar de e^te anilla vtfi R dcado de tos vampiros .«as ecse rralj s de Mordía que son bien couooi'los pop f't prostitución y bajeza, sistemó un:i ttbmóQ «le-ho nbres semejante en un todo á la queso celebraba en Francia en e! sótano fie Stiiit Cioud y »*la mi* na que los franceses llamaron la nsnm- ' tilea de corta pescuezos, en donde se di?: ta han p .digincnte, proscripciones, cadatzos y muer- té, coitn aqiellos morélianos que no eran ;sf' *- tis á este sistema orrorosn de ester ninio y dér so'aci m. En este tribunal argelino* nnevamc ite inventólo, por D. Pedro el miel, y demasía, r. eitos suvos para saciar venganzas odios y re- Sentí nit'iit'ts personales; se destjoa.ban sin la me- nor f irma i la 1 ó apariencias de juicio, las vic- ti las que se h bi m de sacrificar aunque f te- se i tan inocent' s como el mismo Abel; (le su.r- te que td abyecto y oprimid* mich >aeano en taM angustiada condición, no encontraba según d>d. y acilo ni aun en el rincón mas ocu to de su casa, pues de aHí se les arrancaba en me- dio de la obscuridad de la noche pin s V merd los acaso en las bartolinas y cal 'vozo. mas inmundos (2). Unafaccion montada so re tan cn- ca misados elenentos, no podía menos que pro- fesar aquellos g r nenes destructores d i p uto ■ - la!, cuy» principio fatal, ftmentó la gu-rra fivtj hasta el grado de no oírse mas eco en More ia, (pie el de las amas, por una parte, y por la otra, el lamento lastimero de la ma- dre, la esposa y la hija, que Floran incousid ¡- b es la suerte desgraViada del padre, del &iW so y del hijo tierno, aquien amaban, y cíaos adorables o.¡jetos fueron arrebatados entre'sus brazos por el tirano mas desapiadado para ser sacrificado*. El 8 de diciembre de H:íO es uno de 'os qne por su naturaleza firmarán la época ñus tvmarcab¡e en la historia política de los mi< h'ii- canos, recordando con mas esactitud, la cruel- d d y fiereza del despota Otero. No hay dn- lh (pie todos los acto? de su administ;ación, fierou corrompidos, viciosos, y detest.ib es; pe- r> ninguno de ellos puede compararse coi» el que cometió este dia, como que tiene todo ti carácter de un asesinato de los mas atroees y si «/voso», <¡ue 1os tiempos y las edades preté- ritas y Titiras podrán condenar. Es un p!a- i.-er nuevo y peculiar de la sencibí.idad de D. P^dro üteri el de preparar el dolor de modo que *e haga sentir de la manera ras fuerte é intensiva: hiere, decia Caligula; fitro ile molo ^ue le duela bien la muer te,, cuando mandaba darla á alguno. Este la- ta dia, se propuso D. Pedio Otero una di- m ivrion muy digna de su carácter y corazón v < üguo. A inr ación de Tiberio, sentenció ¿i l ift te \erb Incnteá aquellas vetimas que la tiliche Ulterior había rapuzado; á las seis de la ^nHana fnfrtwi «"i cs-t'H* *m*s «romMMe a' p ltíb lio l¡lt 1-1 'o es «•( mis ' " ' 'l ' ' '',-;1U,|i- ta:: se confiesan con la contrición nías ediu te: sufren to I y f ig z de las do<*e y , mi-iu'os-1- la aáftani, quedan al impulso dcstr',f; t r de la va a. separados de la soci- dad de [°8 vl v jen tes, le¡ ju 1o á todo Mordía en la h111^' con'tern iciou y tristura hista el grado -de t > los ios dolientes teuiaii (pie snf icur sus «■'' mores, temerosos de tpie no ¡legasen á oídos tirano, por que los gemidos de sus "v.íctb1"*^ eef ireciin y en. olerizaban, co-no (pte su e:ieiamiento M. G. Celati espresamente ''«Rtó á ac,uel mandarín la inocencia de estos li'n a5' ^ 'l feíiar (*e e"° ins'5t'ó tn ri'!e con* ,"aFan su aposentillo, diciendo que así conve- **j de cuya fatalidad se libertó el C. Iturbide íiQr las circunstancias -críticas en que se haya- ^ s,i salud, pues postrado en cama no podía j^n/uiar él mandato del Visir y á pesar de es- CC!ndicion angustiada, decretó todavía el tiru- su encarcelamiento mandando al efee» *"» camilla del Hospital de S. Juan de Dios tn ^j!' a que lo condujeran á aquel fatal destino* J /Ucrte que si el Medianero para contener-se- . cla«»te arbitrariedad, no hubiera sido tan im- * rt»n'te, siempre el patriota Iturbide habría |? m>do en una prisión; y tal vez concluido ahí j'.G últimos dias de su ecsistencia, cansando tam- ^c'a ta ruina de una numerosa familia tan jnua* e como virtuosa, y patriota. Hoy gracias al ciclo nos rige un ixexAN j y°f gefe virtuoso y amable, luciendo uso de s armas de la razón y el convencí miento, ha ."Nido la opinión general de los patriotas, aun . embargo de la rechifla virulenta de los ene- ?HS*s mortales del órden. Este joven militar tan aliento y perita en la campaña, como políti- ..° y diestro en el gabinete, tiene la dulce sa- Acción de ver que el adorable Génio de la ^ * vuelve presuroso á ocupar los fértiles ho- wes y campiñas del opulento Michoaeán, de la Hidra de siete cebezas D. Pedro Ote- 0 '» había hecho huir espantado y medroso. Su ^"ñ talento unido á esa alma poseída de el "";Uo amor de la Patria, lejos de convertirlo en azote de sus semejantes, antes bien lo es- ^cha y compromete á que sea el bien hechor 6Hqs. Es constante y la esperiencia nos lo «s- í demostrando, que á la común felicidad se "%ea todos su conatos meditaciones y traba* jos: no es espada cortante Ta que tiene empu- fiada en su diestra mano: el camino glorioso q¡ie ha emprehendido, este ilustre Campeón no au- menta las muertes, ni empipa en sangre el có- digo sacrosanto de nuestras leyes; al contrario la justicia que ejerce, ligada intimamente á la providnd que profeza, es la que en lugar de verdugos y corchetes amonesta imperiosamente la obediencia devida á los preceptos nacionales. Este ángel tutelar del Estado ha hecho des- aparecer con solo su presencia de ttn J2rixfideS la discordia, la desconfianza, el terror y «le- mas furias espantosas que lo despedazaban. ¡Ali! bien presente tiene este mejicano impávido que Licurgo no puso los cimientos de Esparta so- bre cadáveres amontonados ni sobre miembro" despedazados; y que cuando la Italia entregó á Rómulo todos los hombres, que por su tor- pe vida y cruel ferosidad de costumbres eran en aquel territorio un seminario de males; en- tonces este héroe estableció entre ellos un ad- mirable gobierno y transformo con su dulzura y benignidad, aquélla multitud de malhechores en un pueblo disciplinado y guerrero, sin que para el logro se valiese de tadnlzos carnicerías y matanzas. Ntima con leyes suaves y medios «¡trativos perfeccionó la empresa feliz que ha- bía principiado Rómulo tomando por vasa úni- ca, las armas de la razón. Este hizo de lus pri- meros romanos una nación guerrera: aquel na pueblo virtuoso; é inclan nn Estado pasifico y feliz. Eh aqui como el gobernante que conci- lla la virtud con el ingenio,-consigue el bien de sus contemporáneos y de las generaciones ve- nideras. ( !) Es muy doloroso y sensible que seme- jante: quimera y patraña se vea estampada en. el registro oficial núm. 91 fs. 350 vuelta cuan- do ese periódico por ser ministerial debia con- ducirse con aquella circunspccion y dignidad propia de un gobierno, que debe tener por tí- nica divisa de sus operaciones la justicia, I* pureza y la verdad; y no que á itsansa es* palióla se le ha querido comprometer altamen- te, publicando partes inexactos y que solo han sido forjados por uri criminal carnicero para paliar su maldad.... Omnis orno mendux. Di- ce el Espíritu Santo. (5) Viendo el Caníbal Otero que la clemen- cia del gobierno genera! estaba desidida ya ¿t favor de estos cautivos, concivió en sus vipe- rinas entrañas el perverso designo de sacrificar- las, para cuyo efecto se coludió con el perver- so ayudante del 4. ° batallón permanente D. Trinidad del Rio, (ahora teniente por ascenso de su perfidia) Estn pigmeo descendiente del célebre Zaqueo en su complecsion física desem- peñó con todo acierto su comisión luciferina, ha- ciendo unagrangería damnable de ella; pues, se di- ce que retivió üe una de las victimas, varias can-•ti da des tic r^ücjqacel pid¡6¿mticipa:n!as..-4Y sera creíble qué un gofiierno justo y íibáral eii* lugar de punit con I?, seber'idad dé las leyes esta alevocia, " antes biít la premie y patrocine?....Desventura- d¡f Dación mejicana si asi aucede; pues enton- ces el gobierno ¡nfaüWe-.nénte perdería todo su prestigio: el mismo minaría su poder, y los'me- jvearios procurarían solícitos fijar Su estancia en ©tro pais- donde eneueutréir una completa se- guridad...-. ........ • (3) 6on tanta perversidad asi sé condujo el stibtenfleute -Rios, diciendoies que ya era ticin- fib do sah'n que. las calles estaban solas, y avan- doévud&si ■ ifae ño h dejaran comprometido; que. pbt &íos+#o sf, dejaran agarrar por ahi: de •aáfeüii-'qiié si los demás individuos que estaban ewíffc, -prisian^ no tienen un espíritu santo que les «nuncift aquélla perfidia, seguramente lioy están éir él pais de la inmortalidad...¡Santo Dios! ¿Y ¡Veste hombre vil é inhumano se le ha con- decorad con un gradó militar, cuando solo es digno de aumentar el número de presidarios q«e .respiran el ambienté marítimo de san Juan de Ulna?...Se ha observado que el C. Otero tiene nn tino instintivo para asertar con los co- razones que se les pircscan en la incencibili- dad; por eso distinguió á Rios en esta iuicua ■comisión, t (7) Estaba de antemano tan bien concor- tada esta traición, que el mismo (kero acaudi- llé lis- tropas qne había apostadas al derredor de la eárce!; y apastado en' el citio del banco llamado dél herrad r que se halla ciento y tan- tos p*soR distante Jde la prisión, fué uno de los qne aseguraban ahí con mano propia los fufi- tiros' infelices. «Hay miichos testigos oculares de esta maldad, teií premeditada, como que con: currieron también á eftá por un convite espe- cie w.for modam diveriionis'-hasta ciertos anteo- jos »tv*<#s,'Vp!e s% complacieron de esta tragedia horrorosa.....Cuando Marat deseaba aumentar el mí ¡nevo de sus victimas, hacía convite solem- ne ti los " mas predilectos de sus partidarios, para qne !o acompañasen á haéer la presa» persuadido de qi.e, con este aparato ostentoso para el," Uehfib*. cftn toda plenitud la c'evicia ¡e-;j )tndo el pape! que D.vid en el ciewéHo rt'fc-Ertgadi, fingiéndote loco para sal- vai-s.i fiÉel iVror -de sus pettiegníüoriesj se libfer- í.cí-dí! éstiibatástí^ft espantosa,- concurriendo «•.IO?,lLla\tV. del la también á este feliz encape, se'gün se dice, importaneia de sus intercesores. (9) Ciertamente que la impunidad Je í*>^ delito, será el ¿tentado mas enorme qsc se c°m nieta contra la nación mejicana. Ella ha.*^ metidosc espontanea, y gustosamente a! prvlU9 ciamiento heroico de Jalapa persuadida A»^ aquellos principios 'pronunciados, la hunde 0a ^ servar intacta en el pleno gpse de sus »,lPrC.0 er-isptibles derechos usurpados por una adm>n*: tracio'n viciada. Constitución, y leyes son la ..u>'' ca divisa que hoy afortunadamente'dist¡;.»g¡ie * pueblo de .Méjico; y el cesacto cump!»;1/iel1! de estos solemnes, votos .que ha. jurad"5'^^5$, duda el pedestal mas, firme de su/feitorat** cidad. La igualdad ante la ley ya sea *11>. castigue^- ya que proteja, és el espíritu v,t ' que anima, y corrobora al cuerpo social, f™L duciéndolo á un estado perfecto do prospei'iu^' y si estos son los resultados infalible* de la p1,"'* tual observancia de la ley: ¿por qué no fs de llamar á juicio al G. Otero pira que |f tisfaga los cargos que le resultando aquel a*6' cinato que cometió, hollando escandalosameu'* la ley 11, 13, y U Tit. 29 part. 7, ooW también la circular de 18 de setiembre 'M 823?... Si la clemencia ci un placer; U J1^*'' ticia es un deber-... Hay atrocidades cuy* jP? racter número, y por menores, están fuera 0 todo perdón, y cuyo castigo reclaman í#j#S*% sámente la sociedad, y la humanidad entera;-' fíeapublica .íiulla esf, ubi tege* -non perium, dice Aristóteles. (10) El gran publicista da üeineval ¿iCCf que si se encierra Un prisionero, tiene de»*' c.ho de fugarse sin que ae le pueda gar si se le coje. Tjom. 2. - lik y cap. -(II) Gregorio Mkt, j*.í Haría A'lcndih Francisco Godines'i Cristóbal Cortés, 4¡WtfL Mier, Ignacio Orliz, Rupsrto Cust&Heda, sé María Gisneros y Agustín Castañeda: sin»** benditas que estnis ya gozando de una folicida? sempiterna, en las manciones celestialcsj imp:ü* rad de! ¡Santo de \a$ santas toda su cleraP8*^ ciá, para que viendo opn ojos propicios al p,,e* blo mejicano, le conceda squellu paz, y que tanto desea y que forma la verdadí;»^ bienaventuranza temporal de tridas \a,s nací:*4 y. de todos los pueblos: interponed auto ^> adorable trono del Ecselso el grandioso VS^W1' to de vuestro martirio, para que el genio i1»? fernal de la guerra, huya fugitivo y pavores* d3 este opulento pajs, donde visteis la piim^'' ra luí,' y. en donde fue dado el testimonio mft.*: ¡rpefrugajíle de, la injusticia de vuestro »eyi% ció, dejando ti las po-itumas. generaciones- se*»** lado con el buril indestructible de 'a vai'dad»- un monumento que recordari coa 4üÍoí'.- y.-turuiV ra ésta catastrufro impia. s * _ -: •'' ■' •'" •' ■• '' v cmdíidaivo 3uau ^avisto d« Otva\e,•au<ó 5 fintas rlrsp-raoíadss familias. No solo mi V '"'na pule la venganM de este ultraje nacio- M tan estupendo} otra mas i ti portante y re- está poseída también de estos sen- t' nientos, inspirados por la raron, por la jnsti- y por la "misma humanidad. El autor de 1» V02 de la Patria cuyo escritor '^ÍHTui V' tri(>tis!iiio y luCes bastantemente acreditadas ^'7 clamorea contra tamaño atentado. Oid lo <1 >'• dice este sabio representante en su tomo 4. ° 1|¿ Xs. .5 de 21 de diciembre de 1830. CON'STANTIXOPLA. EN MOKELIA. **te parece título de comedia, como 71er- * I Cbffpf en Tlaxcúla; pero aésgrícla^ameo-' tp se acalla de representar en Moreüa de Mi poacán el din 8 del coriiente, en que "celebra a i jiesi.i católica la Concepción de María; día' '!'"•* Henó al mundo de júbilo, y á aquel Esta-" «"" do luto y lágrimas. ( V). ' - '''lando se anunció en'M.'jieo el fusilamien- '■«; nueve hombres eu Morelia. se hiw en-_ J 'd c al público y al gobierno (pie habían si lo "''Ofendidos en el momento mismo de. estallar )'a i r 'vo ucion convinada entre la gente de lo' Interior dé la ciudad, los presos de aquella *j)p''el ¡Jan .pasado dia-;: se han recibido' 'versas cVrías de personas fidedig «as contestes4 *!| "jlie la comandancia «le aquel a ciudad, por" J' ''■> de un oficial del número cua4.ro'de in- ^ ría, se puso de cueillo con los que iban á ?ÍCar á los presos (5): que fingió entrar en sus' 1 .""-s: que la tropa aparentó que tomaba li-' i^!> para embriagarse: que puesta eo .práctica" ' aptctura de la cárcel salieron" sieté presos: ^"e el oficial seductor sacaba estirando á algo- í'1* para que siguiesen á los de>na>: queyhabrian' Sl'"lu todos si oportunamente no hubiesen en- l"?idü (pie se les jugaba traición, por. ¡o que devolvieron varios á la c¡iiu^<v suplicas (pie de toda clase de personas si hi-" ll!-'on al comandante D. Pedro Oten.}''ora sea Í>>P 'a injusticia de tal sentencia y ta'ta (le au- 'ri'Jrtd,' itra, por la solemnidad del dia y escin- ' '•" que causaba en él público aquel terrible Ufx^ (8). ,"é aquí un crimen presentado en su defor- midad, y solo comparable con los que en aquel ,11!smo número y malhadado lugar, cometió el co- Jtoel español D, Torcuata Tmjillo, de quien pa- ce Ruceesor el comandante Otero con la circuns- ^fteiu de que aquel respetó las festividades de 3 la .iglesia, por amor i la religión, ó por inr»- erecía. La naeion no puede mostrarse indife- rente al saber ta mafia maldad; el gobierno de- be suspender á Otero.de la comandancia de Mi- chóaeán, hacerlo venir luego luego, provocar un juicio de residencia en que se muestren partes los agraviados, y sean indemnizados con los bie- nes de Otero: y someter á este ¡i un severo consejo de guerra. (9) Los que salieron de la prisión se dice que eran reos de Clnvinda, que -staban condena- dos á muer e, y que el supremo gobierno por generosidad h-bia mandado suspender la Sen- tencia de muerte esperando que serian libres rr» la amustia que esperaba obtener. Bien: ; m ta esta Mis°pehs¡«iti .de ¡a sentencia, y esta esperan- za del per vestidos de tan- tas familias, podrían acaso concederme el odio- «o pribücgio de insultar, al afiijido: mas no es •esta la senda que debe seguir el patriotismo. 2vli proposito no tiene otro fin que tras»? un ciscan del manejo que" W'tentdq -mandarín Otero, «quien se le deven his nrrorosas combul- ciones del Estado, yli continuación Je la guer- Ta que lo ha despedazado. Tengo que revelar grandes verdades; y las descubriré sin aspere- za ni temor, pues ya no hay motivo que las pne- ♦la contener. No debo respetar mas que á la jus- ticia, sin que me acobarde el puRal del aseci- iio, ni los alaridos que al derredor de esta bes- 4ia feroz arrojan las furias que inseparablemen- te le ácompft&an..., ¡ Ah doncellas y viudas vir- tuosas! Quisiera en este instante que ms fuese posible verter en vuestras Magas, el balsamo de consolación q",e la mar.o del tiempo nunca lie- ■ Se continuará. ODA SAFÍCO-AD'D>TIGA Ded'«rda á la ilern t 'mentaría de )as trae** 4ts víctima* sacrifica'las á la insaciable c*9"'. de i?. Pedro el cruel, el memorable & do eiembre de 1S30. (ll) ■ Salga ú mis ojos el amargo'llanto; Raiga á nú boca el dolorido acento; V oigan- los Pueblos, jos atroces hze&°* Del vil Otero. Solo este monstruo pudoá sangre fri*»t Con la cautela y degradantes medios,* , Jnmolár tantos hombres por saciar • Su cruel deseo. Bolo este pudo sin piedad a'gans, > ' Con seíio altivo y sosegado aspecto, > Escuchar los lamentos <íf las viuda* Y nislos tiernos. {Inhumano Nerón, alma'irtsen?ib!el Sus restos pidín la venganza al Cid»» V el Pueblo siente sus preciosas vid"* Pese á tu . pecho. Llorad sus muertes viudas 'desgraciada?1 - Llorad sus muertes huérfano.1» peqneuT»* V no temáis que vuestros tristás haj'^ i Oiga el Gobierno. Almas fuertes que en tan santo dh La mansión penetrasteis del Eterno: Pedid que calme la dolencia y pen* nuestros ceuos. Gozad por fin del eternal dcscanzo Mientras nosotros con piadoso zelo, Cada afio hacemos en las pobres t*®03* Triste recuerdo.