PROSPECTO DE UN SUMARIO »V»c' A ^U/uando los desvelos de nuestro^ legisladores han afianzado la prosperidad dé la patria estribando él magestuoso edificio de nues-f tra" independencia sobre la base ¡sólida é indestructible de la Cons- titución, parece que 'a obra de nuestra regeneración polit.ca ya se consumó* y que sus autores* orgullo de nuestro suelo y ad- miración del mundo todo, cubiertos de un lauro inmortal, han terminado su importante misión, dejando á otros el cuidado de circunvalar el baluarte inespugnab.e de nuestras libertades con las obras que han de darle todo su vigor. A las dos cámaras dé que se compone nuestra actual le- gislatura general, a las de los diferentes estados de la federa- ción, toca tan importante empresa. Ellas han de dar la última mano á nuestra regeneración. Las leyes reglamentarlas las cri- minalés y civiles á su sabiduría las habremos de debe;-, núes que sondeando el piélago inmenso de nuestra jurisprudencia, relegan- do algunas de sus leyes, amplificando otras y amoldándolas todas a nuestras necesidades y costumbres actuales, esas legislaturas afian- zaran la seguridad de nuestras personas, el goce de nuestras co- sas y gloria eterna á nuestra federación. Mas como no sea ageno de eada miembro de la asocia- ción concurrir al logro de tan importante objeto, no nos ha pa- recido .ocioso ofrecer al público y á los sabios que componen las legislaturas de los estados, cuyos códigos convendría fuesen en lo posible unifonnes, un sumario de la constitución, leyes y estatu- tos de la inglaterra. Esta empresa, cuya importancia fácilmente se deja conocer,tal vez podrá ptrecer demasiada prolija, puede, no obstante, li- mitarse lo bastante para darnos una idea concisa y familiar de la jurisprudencia inglesa. Como las constituciones sean el origen de las demás ins» titueiones sociales, en la obra que ahora se ofrece al público, se hablará primero de la Constitución inglesa y del derecho de las personas como la Cosa mas anecsa á la constitución: en seguida se tratará de las cosas: después, de las ofensas privadas y de sus remedios; y finalmente, de las ofensas públicas. A esta división, que ofrece naturalmente cuatro libros dis- tintos, se prefijará como introducción la clasificación de las leyes y algunas observaciones sobre la constitución inglesa: compendien» do bajo cada titulo de ley el espíritu de todos los estatutos, de- cretos y reglamentos de la materia: de suerte, que se reúna en po- cas páginas lo que se halla esparcido en miles de volúmenes de un costo eccesivo. Esta obra que formará un volumen en cuarto, empezará á salir á principios de julio. EL precio pava los suscritores, pagando adelantado, será de tres pesos. Se recibirán suscriciones hasta el 30 de julio inclusive: pa» gado este tiempo, todos los ejemplares se venderán al precio de cuatro pesos. Las personas que quieran recibir la obra franca por el cor- reo, pagarán neis reales además del precio de la suscricion. Se suscribe en México en la imprenta y libreria dé Ontive- ros: en casa del diputado D. José María Pando, calle segunda de Plateros num. 2 entresuelo de la derecha, y de D. José Maria Landa [del comercio]: -en Guadalajara se encarga de la suscri- cion D. Urbano San Román: en Puebla D. Sebastian Pérez Cor- nejo, administrador de correos: en Oajaca el Dr. D. Juan José Quiñones, y D. Manuel Santaella: en Yucatán D. Pedro José Guzman: en Sonora I). José Santiago Domínguez Escobosa: en Durango D. Ignacio Mungiro, administrador de correos: en Gua- najuato D. José Ramón Guerra: en Valladolid D> Francisco Ca* macho: en San Luis Potosí D. Joaquín Gárate: en Ciudad Real D. Javier Bustamante: en Jalapa D. Francisco Fernandez de la Vega: en Querétaro D. Baltasar Gutiérrez. Oficina de D. Mariano Ontiveros, año de 1825»