/o NUESTROS SACERDOTES MALOS FRAGUABAN 3N"\JESTRÁS CÁDÉNA& Al . kWcücíoür i los sacerdotes sigan: iipA vds. s'res. sacerdotes, sigan profanandola cátedra del E«- ^íiru Santo con adulaciones que acaben de envanecer al tirano de Mtxico: (l) prediquenlo, libertador de un pais que esclavizaba cotí cadenas más dura* qué las que antes arrastrábamos: predi- nútnl* casto, cuando escandaliza su incontinencia: clesintéiezaáo cuando no te alimenta tan» Mué del oro, de la plata, de las pieciosidades coa que se adornaba descarnando il un pue- blo qile desúudo antes, nada mus tiene que le quitea; tiempo hubiera llegado en que hasta los huésos pulvérizíra pata saciar sft axbicíon £y codicia;"pero no obstante, ¿1 ha dé ter ala- bado por los piídicadorei de ia icK*iua quenada dé ésto aprueba: sigan pues, continúen, tyie lograran por último destruir esa sfa. tcHgiou, de cayo ministerio blasonan, fin crhocér siquiera "is principios: alaben al tíratio que la destruiría y vejari», si la nación lo huHera d'ejado «a el trono, y aun ai los mismas de quienes ahora se rale para asegurarse. ¿Os escandalizáis, ministros dél altar! Pueá .oid la historia del kirae que no* oprimía, y con cuyo nombró profanabais los templos de la saritidad. Uejttmos su vida «interior que cons.a con demasiad* publicidad* Dio bu Iguala un gtj-a que- prometiendo libertad resonó hasta él extremo de 1» Amsn'cíij y sus habitantes todos creyirori en él un libertado^ tributándole amor y gratitud; prometía en su plan división de los tres poderes que ejerció juntos hasta la ocupa-ion de la Capital; y que continuó eiercieado y ejercerá hasta el . dia sin haber habido cttá esperan- za que el congreso mexicano \ pero aH.' él supo quitarrios ésta esperanza, destruyendo el ¿ni— «o a-ílo de la religión, de ía libertad, de la seguridad de la partía, faltando ,1* si» asas Solemnes juramentos; todo cabe en el coraron de los titanos, menos lo bueno. Desde el plan dé Ijfiiálá tíos anunció un Congreso; maé como no lo quéha sino cuando tinas á su gnHo y defosion, vimos su convocatoria por estamentos que justamente fue desh echada: influyo' lue- P> para que se hiciere Otra que ce real irá porque ya rio pudo resistir las reclamaciones dé lis provincias, pero jugo estonces las arma* qué. le convenia pará líbertarsé del Congreso que "o se reunía con su voluntad. Conocía al pueblo americano religiosa por rutina, conocía ln ignorancia de los ministros de la religión, conocía el despotismo eclesiástico, . su ambicirii y co- dicia, y desdi antes de la reunión del Congreso esparció con maná la infamante especie de que los ¿rabiados por los pueblos eraa los mas fracihatohea y heiegeí: especie que billó «cocida en los sencillos ignorantes anrerieátiosj y au/i én los eclesiásticos del, mas alto ratv £o: no obstante estas maquinaciones, reconbteió hipócritamente la soberanía de la nacioH en «ti CongrestJ y juró obedecerle y defenderlo; pero hizo todo lo. contrallo, poique vio que él Con» fcieso caminaba con paso firme por Ift cernía constirucimial, lo que no le ce n Venia, t lio tolo *ner.-rf siempre sus trabajos con reclamaciones extemporáneas, »int> que no hizo caso de sus so- beranas resoluciones.- l'ara da;afecta*le la tropa, noi ejecuto- los derechos del Congrego sobre nrbitrio» para el sosten deJ. éicreit», al qiie tenia en miseria» gastando' ¿l un lujo e-canda- lo*o qtfé* ha ido pTogreiívamerite éri aumento, y dísíefid-» á los soldados q>ie no tenii lH cul- pa del que padeciesen escastfz; que habí* reclamado al Congreso y éste no tomaba providen- cia'}' lo conservaba' sin émffcii'go porque para sus miras ambiciosas todavía la había menester, Hubo ¿ti momento én qtfeí desesperada porque se jé comenzaron á descubrir sus mitas, quj- i reconoce-i •' legitimidad y Soberanía del cuerpo legislativo, y repitiendo su saérilegd juianwnt.i voh-li ¿ Prú* meter obedecerle y defenderlo; pero hasta entonces no mas, y s.iio de palabift, po titile edm para su ambición por el absolutismo no le convenía la representación nacional, siertipre BiaqnÜV'b.i del* truirla! el quería ser d¿spota y tirano, y por lo mismo ahot recta nna eO'rpWáciÓn que ie ef torvaba desplegar todo su carácter; hizo la primera tentativa prendiérd > r:n constdeiable nwfc*r de dipuudos y dé ciudadanos pacíficos, aquelioj que A cicia mas opuestos i su» ide:i>, Fu" blicando crímenes que ho les ha probado, pues ya los iras han, salido inocente-; V c»eiw> ° que ya podía disponer i su Arbittio de los qué quedaban, ataco' al Congreso pidiendo la x.xaiiva y el Verte aun en la constitución: encontró resistencia firme por r-ue ev.r'eedorle es- tas ptítenciones era hacerlo absoluto: tírtto el irxdio de ofrecer empleos i ios dij utados pof que se disolvieran, y desechado por la mayoría de ¡os padres de la pama; este \il e íu4&* entuso ofrecimiento se quitó la mascara enteiamente, faltó a sus juiamrhtos y destruyó el cuw" po le-rislativo, para quedarse como es*», absoluto y tirano déspota, sin ritas ley q-re saftC" bifrio y su codicia, descarnando la nactútt para que sea feliz i fuerza dé misé tías: (2) >ir* diida que su religiosísimo corazón quiere que los amétioartos profesen todos la pobreza evan- gélica para seí felices eh1 la otrcr vida: hay tenéis predicadores del evangelio, hay tenéis nvi* abundante materia para vuestros adulantes panegíricos jilo es utt bien la pobrera, evarr-rliw- Pues decid £ los pueblas que este bieh está cerca, que presto lo po eeta'n porque el ¡il erta- dor del Aníhuac *se lo« éstafea procurando por cuantos medios le sugería su insaciable co- dicia'.había ya conseguido el puésto que ambicionaba: ('•) faltaba solo que tirar ios tesoros d* la nación, y que hubiera por su codicia quitado hasta las sotanas a los' ministros de au¿ s* Valia pára sus miras. En menos de tres meses pastó mas de dos milldnes que infame- mente robj en la conducta de Véracfuz: otros picos de .'50, 40, ¿O, 100 mil pesos oue ?s ha corid) por otros rumbos, y los ingresos de la hacienda pública: y cuatro Millonea d* p»pel maneda ho le bastaban todavía, pnei sé iba á echar Sobre la plata del culto por t,u" decia qué peligraba la religión en el justísimo; grito dé libertad, que contra sil daspótisrttó *• dio el 2 de diciembre, y reliimente se ha logrado ¡O religan santa, como te hacen su alcio'-1** te los tiranos! No 1* religión, sino el despotismo Itutbídíabó era el que peligraba: alérta p»*' blos, alerta sacerdotes. (2) S* le escapo* la ea-préstott de eí&I á caf|e de £>< Juan Cabftí*** i.