PROYECTO /72- 7 DE LA REPUBLICA FEDERAL DE MEXICO. ■Tin t.ü . «•• < • ' K. ""' O SEA DISCURSO IMPORTANTE A LA NACION. ^VÜexícapo« oíd la voz de Ja pstriai cid ¿ un amigo que quiere vuestro bien: oíd á un hombre despreocupado que se afana «n .deciros la verdad, ta patria perece y necesita de pronto socorro. Des- graciada independencia ¿qué fatalidad te persigue? Una nación grande, ilustrada y rica, abismada en la nulidad y falta de tóaOj es el cuadro "mas triste que hoy presenta ía Arner a del Septentrión. Si, ' MexícaníO», es proejo decirlo; eítai* en la situación rúas terrible. Sin'ccnititu» cion, sin gobierno, sin hacienda, sin ejer- cito, sin maxiña,'fin comercio, sin ín* dustria, sin caudales, sin representación, sin cre'dito, sin confianza, y en fin, ame- nazada vuestra existencia perla forni- dab'e liga de los déspotas de Eurora, ¡que horror! ¡(^¡e vacio tan espantoso! JJiOs. tiranos de la llamada santa alianza han jurado el exterminio de los gobiernos liberales, y no hay remedio: ó los pueblos son esclavos para siempre, oes necesario que los5 reyes queden eter- namente sepultados bajo la» ruinas de sus' sacrilegos tronos. Ellos son' enemigos ir- rec&íiGltiabíes de ía dívíriá antorcha de la libertad, que persiguen en todas par- tes, y sin duda'la América ocupa el primer lugar en sú inicuo plan. Las testas' coronadas quieren reynar despóticamente en t*lo el globo, y no ' >erá extira So que en »:i plan te i ta y a- di- ' viaidu ta América, no- para dotainár!» desde Europa, porque ya se considera iát--' ro»ib:e, sino para fundar aquí trono» ton sus dinastías y de este modo esclavizar todos los pueblos. Los soberanos da Europa tienen grandes ejércitos de esclavos mercena- rios, que mantienen en la mas estupi- da barbarie para «aerificarlos á sus ca- prichos, Tienen satélites en todas par- tes que aman «1 despotismo por parti- cipar de él, y tienen tramas en todos los gabiaetes que trastornan los gobier- nos liberales y dividen la opinión cor el santo nombré de religión que profa» ftaii, al abrigo da la ignorancia, de la superstición y del fanatismo do los pue- blos crédulos, Xa España liberal es ahora el blan- co de las sangrientos lobos de la huma- nidad,- y no hay qué dudar que esta heroica nación que ya conoce sus de- rechos, primero será victima de su fu.- ror, que doblar el cuello al dominio de los tiranos; pera si por desgracia la Es- paño queda sepultada en sus ruinas, te- ned por cierto, Mexicanos, que aquellos déspotas -mandaran aqui enjambre» «le bárbaros, que con el sebo del botin que siempre es la causa que ellos siguen, vo» Jarán a derramarse por todas partes pa- ra astdat vuestras po»esíones, violar nues- tras esposas, degollar vuestro* hips, y robaros en un momento independencia, libertad y pá-tria. ¿Y seremos frios es- pectadores de tanta desgracia? ¿Mirare- mos con indiferencia la pérdida del fru- to de los inmensos trab.ijts de doce años de revolucione»? ¿ta grandiosa obra de I■ IIMKMII ■-.>**- •utitri Mfmiáftm y d ameieo «• • fuerzo de haber roto por segunda vez la* cadenas da la esclavitud? No, Mexíca- aos, futra apatía, fuera preocupaciones,) y fuera indebido* miramiento*, La na* cíon oacetita un pronto cacorro, y es me* nester dártelo. Un momento de tiempo que *e pierda, may peligroso: mue- ca al aitado, y ya no habrá remedio. Unámonos pues sin dilación, y pi- damos sin cesar á Jos Representante* del pueblo, Gonstitueian y Gobierno, por- que estas son las autora* del estado, y sí (altan mas tiempo, *¡u remedio se va á pique la nave. Manifiéstese luego lue- ¿o á la nación la forma de gobierno que mas convenga á su felicidad, y á las luces del siglo, para que se organicen to. do* tus ramos, te activen y te rabuz- ttican, á fin de que el estado tome una aptaud conveniente, capaz de salvarnos de los males que nos amenazan. £1 rayo de la libertad ha hecha «strem#«er á todos los tíranos do los re- yes, y estos despavoridos, se han coii- gado para combatirlo. Es pues da ne- cesidad que todos los gobiernos libera- les, se consoliden cuanto antes, y se unan en la mas estrecha amistad y con* federación , no solo para resistir al torrante impetuoso de los tiranos, sino para exterminar para siempre á semejan* te raza de vsrdugos que han asolado al mundo. Caigan sus tronos al impu'so de la razón que tanto tiempo han oprimí» do, y extínganse de una vez' unas di» r.*stias que jamás poiran ser otra ce. ta que unos áspides venenosos de la so- ciedad. Si al gobierno monárquico ha sí- do el mas á proposito, para embrutecer á los pueblos, y esclavizados, el gobier- na Republicano Federat, es sin duda el mas conveniente para la ilustración, la libertad y la felicidad. £□ este sistema «ada provincia es un centro ds gobierno que mira por sus interese», y promueve con empeñe su felicidad, Esto» gobier- nos provinciales, sirven mutuamente da estímulo para adelantar en su prosperi- dad, para lo cual se empeñan en cul- tivar las luces, la agricultura, las ar. tes la industria, el comercie y la po- blación, que son lo» verdaderos elemen- tos de la opulencia de uua naeioo. Un Congreso general de los representantes de las provincias unidas en federación, esta- blecerá la» leyes generales eoncjue deban H* £«m« «rara Ta ««rana deftw*, f«Iie!¿-* y representación nacional. La República federal det&airJa I* pasible igualdad da las provincia* «a es- cansión y población. Ln del íerriterie Mexicano no tienen asta proporción, poi- que tiaas son wmy graadrs y otras muy pequrrtis: unas muy pobladas, y otras desiertas; pero este defecto puede retoe- diarse de alfua modo, por la división dt territorio que e» precito hacer para uniformar cuanto se pueda la etteusiot» de cada provincii. En población, se irar* igualando sucesivamente por medio da un buen sñt;ua de gobierno, y entretan- to no llega uua provincia á cincuenta mil almas, no »e instalará en gobierno, sino que se llamará departamento subal- terno á la proviocia inaed ala. La Repúbica central, no tiene Jo* inconvenientes de la desigualdad de la» provincias, porque paco importa que seáis, grandes ó chicas coma que han de ser gobernadas por un solo Senado centra!; pero es preciso que esta Rtpública ne sea muy esténse para que sea activo «1 go- bierne, porque sí no los goberaaderes que «s manden i las provincias lejanas, mny breve se convertirán en déspotas eemo> le fueron los virreyes del gobierne es- pañol, y las provincias gemirán bajo el yugo de la tiranía con el nombre de go- bierno libera?. A mas de esto, no ten- drán Iüs provincias aquella satisfaecíer» y empeño da gobernarse por si mismas» nj habrá la emulación la» labia de pro- curar aventajarse á las damas, porque se verán precisadas á recibir la ley, de la que tiene en su seno el gobierno, y obedecer á los agentes que este les mande. Se deduce pues, qua «1 siste- ma federativo es preferente á la feli» cidad común, y que la Nación Mexi- cana debe abrazarla decididamente poc su inmensa extensión, porque convie- ne á sus intereses, y porque es mas conforme á la verdadera libertad de los pueblos y á la igualdad de los derechas del .lumbre. Este es el sentir de la ma- yor parte de lo? sabios: es la voluntad ds casi todas las proviacias, y es h que conviene al naciente e«.tado Mexicano pava quo figure en til inunda el papel que le corresponde* Corrames pues, al templo de las leyes é pedir con instancia la proiti promulgaron del grandiosa código de la-MepuWca federal ele México, qua y» *Hff dí* que «o recibirá con aplauso uní» v*rgal de toda la Jíscion. De e»t* ose» la* provincia» »e aquietarán, la hor- torosa aaerquia que no» amenara se di- oipará, y la Nación, «e-brando confian- a» y uniendo sus votes despler/ará ro- ela la energía de que es susceptible, ra* ra hscerse inaccesible á todo el poder de la Europa. Mexicano», no hay que perder tiera» pe: el constituirnos lueg-o es de la ma- yor importancia: no nos aventuremos •o !a demora da una nueva convocato- ria: este Soberano Congreso es legitimo, Do ha perdido tus poderes, parque nf> ha delinquido, ni ha hecho la felicidad de la patria, porque no ha podido. Ya está libre de la nano déspota que lo oprimía, y «n aptitud de cumplir con su deber; per consiguiente, á e'l débeme* ocurrir para que nos da la Constitu- ción y gobierno que tanto nos interesa» Uo haya miedo que la* provincias lo desaprueben, porque al fin solo desean a! proato establecimiento de un gobierno liberal, j"«to y bene'fico que las haga felices, y ninguno mas á propósito que •1 sistema Republicana federal. Si, esta «s el gobierno paternal que todo» de- sean,, y este es el que lientos de pe- dir tandidauionte al actual Soberana Con- greso, para que su publicación ealme la» inquietudes que á todos no» agitan. Vwyeeto de la Ripúbliea federal de México. Se hará división del territorio me* xíeano por un eonvento general, y »e procurará que la extesion de una pro- vincia sea un cuadro de treiata y sel» legaaj. Estos eusdro» territoriales se lla- marán departamento. El departamento que tenga eineuen- ta mil alma» lo menos, se erigirá en provincia, eu euya capital se instalará su gobierno provincial, Eí ^departamento que ao llegue á cincuenta mil a'mas, quedará subalter- ne á la provincia inmediata. Do* ó mas departamentos contiguo» quo rcuaan cincuenta mil almas lo me- oes, »e erigirán ea provincia, estable- ciendesa el gobierno en el departamen- to mas poblado. Cada provincia tfludrá su «ourteie 6 senada provincial, eo*ipiiv»to deten- to» individuos, cuaatos sean lo» parti- dos de la provincia. Este consjTsi» >* dividirá en tres cámaras, legislativa, eje- cutiva y judicial, «oa un presidente gtnera!. Cada «antreso provincial »*rá inde- pendiente; «»tablecerá su gebieni» repu- blicano, sm leyei, su hacienda, su fuer» -a armada y su» caapleado» para go* bernarse del mejor mado posible» Establecidos y organitadet los go- biernos provinciales, cada une mandará v.ñ diputado plenipotenciario ni congrs- í» genera! da ht provincias unidas en confederación, que se e»tablec»rá en Mé- xico, cuya capital dará el n