s~o. ■ EL IMPERTINENTE. P ubi ico mejicano; á ti me dirijo, puesto que *ü bondad todp lo sufre.,, dígnate protegerme, * tolera mis impertinencias. Soy un escritor sin conocimientos ni ins- trucción para poder dar á la prensa nada que Merezca ser leído; pero pregunto ¿no hay mu- chos que se me parecen? Mi fin no es otro si- ^ el que se venda mi papel, y que entren ^gunos reales en mi bolsa (admira á lo menos ^ ingenuidad.) Loada sea la libertad de im- frenta que nos proporciona este ramo de indus- ^a. Impúgnenme, satirícenme, maldíganme en ^ena hora mis compañeros, nada se me dará, una de las almas grandes de D. Hermóge- para quien son arrullos los silvidos y ala- nzas los vituperios, el defenderme será oca- para escribir otro papelucho que se vende-r (») ra bien si fuere mordaz y desvergonzado, porque cuanto mas atrevidos son los escritos tanto mas llaman tu atención, hasta los muchachos los gri- tan con mas ahinco, y es mas segura la ganan* cía. Según estos principios debería llenar el,mío de sátiras picantes, de declamaciones contra el despotismo, de sarcasmos contra la inquisición* repitiendo lo que tantas- veces se ha dicho, y sin el fin de ilustrarte que es lo que menos in- teresa: esto lo harán los sabios cuando te can de acoger benignamente nuestras paparruchas, cuando se nos queden sin vender nuestras pro duccicnes, cuando se impriman solo cosas .dignas de ¡a prensa, y cuando tengamos que tomar otra ocupación sintiendo como es debido el feliz pre senté tiempo en que hasta los avisos al píiiíi' co valen nwdio real, B« ta de exordio que estarás ya esperando mis impertinencias: pero yo " mismo rio sí dtf que he de hablarte: ¿ me pondré á copiar.* pe' dazos de a'gun libro poco conocido y cuyos pensamientos te daré conío míos ? Esto io^ln'1 hecho ya otros ? Te habla; i de los acontecí mieiitos de esta ciudad, y si se murmura 6 n° do la elección de Seeretario de la Junta Provitf' do- ni/( J ) ; cia!, y de cierta deferencia?..... Pero ¿esto que 5 me importa ? Si están ó no contentos allá se las tengan, ¿ y por qué no se han de preferir cin- i* cuenta años de practica en la abogacía á los o Conocimientos é instrucción en la economía pú- ú bJica? i, ¿Te diré algo sobre lo acaecido en el tea- y tro la tarde del Domingo 23 del corriente, y 1- Qué desgracias, no pudo ocasionar el capricho v de uno de los individuos de ta municipal! da i s, Que no quería permitir se bulase el jacatxei? 1 Pero para qué ? Tú sabes como al íia se te ^ó* gusto, y como en vez de..uno se baila- fon varios y se formó la escena mas jarabezc* Que se lia visto jamas. Creo que habrás queda- do satisfecho, viendo que se empieza á tenerte Consideración, y seguramente vendrá tiempo en jo Que puedas divertirte sin tener siempre encima l!¿ Uru centinela, y en que ia tropa destinada á i¿' Conservar la quietud en las diversiones públicas 0$ mantenga en las puertas como sucede cu to- 111 «os los teatros de Europa, y sirva solo para res- zV ^bíeeer el órden pertúrba lo, y no para opri* 1^ nu7 á los que pagan por divertirse Díme, ; es- itfT0 no se confarmana mascón ia libertad civil ? 5 as ti(4) Te preguntaré, ¿ qué te parece el que en una ciudad abierta, y estando en plena paz, ha- ya tanta escrupulosidad en cerrar las garitas muy temprano? ¡Bellísima noche pasará el que si por contingencia no pudo llegar á tiempo, tiene que esperar al raso el dia siguiente, y no sabe en- trar en la ciudad por donde no haya puertas! ¡ Con cuantas impertinencias como estas pu* diera yo seguirte molestando, si no me reserva- ra algo para otro papel si se vende este bien- Esta oferta excitará tu curiosidad, y sábete que p3ra alimentarla no le faltan materiales á tu apa- sionado servidor El Escritor 4 la Bombé» MEJICO: 1820. Imprenta de Ontivfrot.