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ENTREMETIDO.

Madrina y Chepito.
<rv%o--cao--<r«uo--<r^o —— c¿Q

¿f^cmma. }$£S¡SS& ¿^swbs. ¿f»í«w ¿#i

«¿tyW. Señores Ciudadanos, Entremetidos, Liberal y Ha-
blador: por un efecto de compasión me expongo tal vez
á ser la crítica y blanco de vuestras relucientes armas;
mas quiza el ardor caritativo de mi escaso numen tem-
plará vuestras justas iras, y el pueblo benigno se apia-
dará del pobre Entremetido.

Tengo el dolor de haber visto á mi cliente sentado en
una ventana de su aposento, con una maro en la mejilla,
bañado en copiosas lágrimas, y demostrando en sus ac-
ciones dos figuras dignas de compasión; es decir, la
impía tristeza y la locura. Inmediatamente comprendí
la causa de su situación: llego delante de él; mas el esta-
sis en que se bailaba le embaraza considerar quien yo era.
Le hablo compasiva, mas se levanta furioso diciendo con
dcsconscrt^idas palabras «¡Constitución! ¡Ayuntamiento
constitucional!« Válgame Dios, tita escena me llenó
de furor contra los que se han conjurado aniquilar á
este hombre; pero después reflexiono, y considerando las
justas razones tíe sus enemigos, no hago mas que otorgar
y al murro tiempo tranquilizar i este infeliz, per su des-
gracia (que cuando uno está de malas hasta los perros
lo mean) advierto que entraba en su habitación una
vieja que se titula ama de llaves; y con gritos descom-
pasados le dice á mi ahijado: «Chepito, demo-
nio de Chcpito, ¿pues para que remetes en cosas
que no debes hacer ? ¿ no sabes que quien dice
despropósitos se expone á una crítica? ¿De donde
te  ha salido meterte  i letrado?  Tomate   esa porX

Entremetido. ¿Que hay de chocarrería he, hé? los pri-
meros bofetones sin mano que te dieron esos mal-
vados::: Dios me lo perdone, no te dolieron; petólos
de ese maldito señor Español te han puesto en ese estado»
Pobresito de Chepito: pero si tienen razón; quien te
mete Juan Bonete en si, el toro arremete, ya te ar-
remetió1 ¿y ahora que hacestu debías hablar sola:

- de aquello que has aprendido en el brasero conmigo
¡pero letrado!' anda sonso y muy sonso, tu no debes

' pelear; y , si lo haces que sea por cosas de comer; como
es que den mas. pan, carne, tamales y otras cositas»»

" Esto le dijo la embustera vieja, y este terrible acto
me puso en el estado de hacer un viejjcidio; pero con-
siderando que la sustancia de su aguasero. de palabras
era una verdad evangélica, no hiee más .que valer me
de expresiones serias, las que fueron suficientes para

- que nos dejará en pas. Cuando,yocreía que mi ahi-
i jado hiciera despropósitos, veo que be hallaba. sosega-

■ do1, pero'confundido. Le pregunto sí' me conocía, y
• me dice: si Madrina, si conozco á Y.,, sino que esos
' malvados constiVucionarios me-tienen perdido,, y sin.
' mas causa que* haber - dádo 'á' lá imprenta un, papel

■ (j que ojalá no ló '.hubieran recibido] pero 'seguramente
110 Ib examinaronque lo cscpíbi no ■ con,'ánimo de
ofender á nadie', sino que'.rne dio muchacolera; por
la prisa'.con que el señor. <de los F^pañojes y su ¡conj-

- pañero querían' s& procediera:'á la formación del nuevo
ayuntamiento'. Créame Y".' MátlVmfta^yo'no' tengom'-

i ras 'algunas; solamente cierto^ n ;gocLto '.pendí-nre q ie

■ rio lo' tér'minaba lar actual fu2dcíá\' y "como yo me. fig i-
raba que' cotí *laí nueva"1 %>' n ibía de salir nvly b':e ),

< por eso 'le puedo ^fV; • jura/ -(si .es que;:toJUvU se
jura)'que* yó'rio'lo' liicé.con taiv mala'inüénsion <-omQ
piensan mis enemigos:'sí j' e!á* chusma* de ellos > E.ta

<}.>■»   *:>.)  wVÍtHOí ■ »9'j ••-«»;   * -■......•—■ '*  <f. '%}•'&.••*..;vJ . • r

ingenuidad me movió á mayor compasión, y por ser-
ciorarme mas de su definido carácter y hacer su de-
fenza, le hice estos cargos.

Jrfad. Dime Chepito, ¿cuantas clases hay de poblanos?
porque en tu relación comienzas: ^Poblanos por ra-
cionalidad y religión" Yo me figuro, que no has de ha-
blar con los gallos, perros, ni caballos poblanos, sino
con los hombres como tú: luego gana es de repetir co-
sas que no vienen al caso, porque los sensatos dirán
que adulas con tontera.

QMpt Yo pensé ansí, porque me parecian palabras rotum-
bantes.

Mad. ¡Qué yerro tan grande! pero dime f; no sabias que el
Rei manda por.?u*-decrcto que se publique la Constitu-
ción, y se proceda al pie de su letra? luego- í tí quien te
mete JuanTamalete en repugnar las disposiciones de nues-
tro Soberano, debiendo mas bien dar gracias al Todopo-
deroso por que ha triunfado nuestra sabia Constitución
confíalos inicuos? ¿ y qué no sabías que por semejante
causa te habian detratatar de traidor- y te podían castigar?

Qhip., Pero Mudrinita, yo lo hice por el asunto pendiente
que le dije á V. anteriormente.

2\íad. Dime necio, ¿y á tí quien te avisó que la Cons-
titución era buena y que no necesitaba, de elogios ?
Seguramente te lo han dicho hombres que*4o entienden,
ó por otros caminos dignos de tu talento, los cuales no
les son fáciles á todo el pueblo: ¿y qué no sabias que
la Constitución manda que se publique y declare á
-cada individuo los fueros de su libertad y conserva-
ción co'n el idioma que necesite? Luego están bien
hechas las proclamas- ó como quieras llamarlas, para
que el pueblo rudo no las interprete de un modo con-
trario. • La otra tarde oí decir en el parean á un re-
bosero,. á otro de su especie:- »Qompadrc, que malisestán las cosas: han salido de la imprenta unos papeles
alabando la Constitución mucho; y después ha sa-
lido otro echándoles á estos la loa: y dicen que éste
ultimo es avtkonstitucional; quien sabe que partido to-
maremosM Yu lo ves Chepito, lo que has causado con
tu maidido papel?
Chejy. Pero si::: la verdad la verdad, señora Madrina, es-
taba yo tan entusiasmado con el gobierno que espiró,
que me daba dolor que lo quitaran porque yo pensa-
ba ser algo.

Jrlad. ¡Pobre inocente! Si, si serias no pedazo de reí
como dices, sino un rei entero en el acto de delegar
tu voluntad en los que representen tus absolutas dis-
posiciones; y por tus cosas me parece que no lo se-
rás ni de bastos, copas, pero ni as de oro?, porque ya
no valdrá. Dime^qué para tu modo de pensar no
hay gente culta y de Unos pensamientos sublimes en
los barrios de Santiago, Alto y demás, y que estos no
han de ser dignos de ser electos para la ejecución de
, las leyes, tan solamente por que son pobres:::? ¡Ahija-
do ! ¡ ahijado! ¡ cuantos- debajo de sus frazadas encierran
discursos preciosos, y- áestos tal vez su miseria y tra-
bajos los han ilustrado! Como, en efecto, el traqueo
. en el gran mundo enseña con mas asierre; pero supon-
gamos que: todos sean dignos de tu concepto: yo me
he hallado en vario* ¿lugares dónde .el ayuntamiento
ha sido, compuesto, de .ricos tenderos, cajoneros, acen-
deros, panaderos ,&c. y. que estos han ejercitado has.tr.es
potestades,'Legistativa,-. Ejecutiva" y ¡Judiciaria, tal vez
sin haber estado en La escuda, ¿luego- para ser- jueces
no.se necesita ser de. los cologios, monasterios, y tal
cija] casa como dices on tu papelucho?

Chipi La- verdad Madrina, yo; ..'no en tiendo'á V'.: • lo;que
le se decir es, que ,yo creia que con', el dinero se,ha-5

cía uuo sabio, aunque fuera tonto; pero ya estoy con-
vencido de todos mis errores.

Alad. ¿Con que yate confiesas convencido? ¿pues es po-
sible que no tengas expresiones ni asunto que te pue-*
da indemnizar, ó aunque fuera á sombrerazos?

Chep. No, no, porque me falta pita.

jVlad. jPobrecitoi pues mira á pe?ar de mi sexo voy i,
defenderte; si me critican, quedo dispensada por nú
misma de entrar en litis: y desde añora, me llamo, y
hasta cpntigo, porque tal vez estas coleras podrán qui-
tarte la vida, y tu alma vendrá á ponerme guerra por-
que hago ver la inocencia de tu papel: pero á pesar do
la recompepza y la de que digan que hasta los gatos
quieren ponerse zapatos, presento esta defensa.

i. ^IS CONCIUDADANOS .
1,0 ignorancia en todos tiempos ha sido respetable, porque ¡amas ha
distado mucho de la inocencia; el primer atributo, según ju/go, le
conviene principalmente á mi cliente: y así, caros compatriotas, de-
tened el fuego de vuestro resentimiento, porque este no puede ser ju<-to
si no recaí sobre un hombre capaz de sostener la controversia; á mas,
yo me admiro que el sensato Ciudadano, el Tejedor ilustrado, el jui-
cioso Liberal, cuyas prendas recomendables ocupin en sus corazones el
centro de la beneficencia y el cúmulo de las aprehensiones mas grandio-
sas, no debían volver la cara á la despreciable olla de tamales: á las ho-
jas destructoras de la baraja; á los chiles, nabos y otras cosas; sino
que debían emplear el entusiasmo de su patriotismo en presentar al claro
los útiles derechos del Padre de la Patria; en analizar los problemas ver-
daderos que envuelve la Constitución ; en aclarar los medios para
romper los obstáculos que impiden el curso á -la agricultura, y■ línal-
mente en dar un testimonio a los climas remotos por vuestra pluma,
que no es ase no del suelo americano estos atributos: la virtud, la ilus-
tración, la policía, la equidad y todas aouellat cosas que hacen interesante
una reunión sociable, y en conclusión dejad al Eutrennitdo, pues su si-
lencio prueba el conocimiento de su culpa, y fjercer vuestras urinas
nobles contra las iguales que os opongan resistencia; pues de este
modo, hallareis satisfacion tan grande, que no cabrá en vuestros co-
razones, y mucho mas si alcanzáis la victoria, y su total ruin».
¿l¿ría_ ¡a Cquijusiv.h

Puebla   y Judío 20 de i&io. Jtnplcnu 4* Sa,u Felipe NerL