LA CONSTITUCION LAUREADA, Y LA MALDAD CONFUNDIDA. RESPUESTA ¡ Á LA RESPUESTA DEL HUELO VINDICADO. 4{-&+-fi>-Q-»0-*-€"S^&}* Si el papel juicioso del R. P. Fr. Bartolomé, llegó á tíem* po para cargar hasta el tope el Esquife Artanchador, que ''ice Y. tstápara hacerse a la vela para tayo puto, ( á) el ¡n« multante, escandaloso, impolítico, anti-constitucional, é irreli- gioso de Y. , no ha llegado tarde para que pueda servir de lastre al místico nombrado vigilancia ó tribunal de la fé, We. según rumores, ó noticias que corren, como venidas de Málaga.Vizcaya ySan Quintín, deben avegar á este emisferio,luego *|Ue se repare de los quebrantos recibidos en el gran banco ó arrecife de la maledicencia, en que yace atollado por su» descuidos pasados (b ) según han publicado aquí unos cuan- tos émulos de sus glorias, estimulados quizá del temor que 'es infunde su cortadora espada. ( c ) Interin esto sucede, y !e prepara el antiguo freidero, puede V. repetir sus reme- sas, en la firme inteligencia, de que aunque los carbones con <]Ue ha de hacerse en adelante esta operación, no serán nun- ca tan negros como la tinta con que V. escribe, quedará lodo tostado á su satisfacción. Para que á V. no le falte caudal, y paeda con desahogo habilitar sus anchetas, in- cluyo á V. una porción considerable d* valas Católico-His- panos, ó Hispano-Constitucionales, que reducidos á moneda ( á ] Honestísimo es el nombre del puerto con que zahiere. ( b } No hay, ni puede luber tribunal, ó corporación huma- na que no los tenga. ( c ) Quod timet impius, reniet super eum. Prov. cap. 18. 24.2. efectiva, deben producirte á V. una utilidad, ctpaz de ha* cerlo verdaderamente feliz; pero antes de transcribir su P0/ menor, crea propio de mi eficacia, (para evitar el que se equivoque en su realización) hacerle las siguientes adver* tencias, ó prebenciones. i» Que el filósofo Platón intentó reformar el monstruo inquieto de este mundo, y qi'e á pocos pasos se conven^10 de que le sería mas fácil volver blanca la negra tez del Etiope.* Digo esto, por si acaso se ha propuesto V. imitarlo, ó reen' gendranos á la francesa. 2» =Que los que escriben mal, como los- malvados, cuanto mas estudian y aprenden, tanto son mas perbersos para si, y para los demás =xDe esta haga V. el uso que gustare. ¿» r=Que el fuego que deben respirar los escritore?, p*' ra que sean laudables, ha de amoldarse al que vino á poner sob'f la tierra nuestro adoráis Redentor =Vea V. si es este e' suyo, y el de otros Virios, 4* r^Que el amor al urden, es el que produce la dich» de los pueblos. 5» :=Que tuera de la moderación, no hay justicia, "» prudancia. 6*¡ Y última; que yo distingo, asi á los liberales , corno á los serviles en dos clases. La de los primeros se compo" ne de absolutos ó libertinos, y de racionales, ó moderados. La de los segundos, en necios'ó insipientes, y en prudente» y juiciosos. listo supuesto- Si V. quiere conocer fácilmente á quienes pertenece» y cuales son los individuos que corresponden á cada una de estas clases, meta la mano en su pecho, y despuo" que haya resuelto pfVceiAl con rectitud en ei escrutinio, observe con atención é imparcialidad, 'a conducta de cada uno, s° proceder, su espíritu, sus obras, sus palabras? que si es cierto que por el fruto se conoce el árbol, ( d ) V. los conocerá po* esta operación En tal concepto, pues; si V. halla á algunos, qi"e lejos de sostener la causa del Señor, y observar sus manda* mientos, le hacen cruda guerra á sus leyes y doctrina, e."1" peñándose freqüentemente en quebrantarlas, en sembrar cizaña, en perturbar la paz, en declamar costra los ministros del ai* ( d ) Ex fructibus eoruro cognoscetis eos.y ,ir» en faltar al respeto debido a las autoridades lejitimas, y ,n encender la tea horrorosa de la discordia, entre los mis- mos que debían escitar á la unión y fraternidad; debe V. Persuadirse, que estos son liberales, absolutos, ó libertinos, 6 Jnos verdaderos y estúpidos serviles. Por el contrario; si los «alia V. que comunmente observan una conducta racional, ^ cristiana, absteniéndose de las concurrencias, y espectácu- los peligrosos, cuidando del honor de su familia, dándola bue- nos ejemplos, inspirándola el temor santo de Dios, (que es e' principio de la sabiduría, ( e ) é induciéndola á la fre- cuencia de Sacramentos), á la unión, á la paz, á la piedad, a' respeto debido á cada uno, y finalmente; á todo aquello 1ue puede concurrir á formar un todo arreglado y virruoso: *stos debe V. reputarlos por libéralas juiciosos, ó serviles Moderados. Infiera V. de aquí, contra los que se enardece c' Duelo y yo también. VALES ACEPTADOS por la gran Nación Hispano-Católica Constitucional, .2V. falte en tí la misericordia, ni la verdad: ro» * dea con ella tu garganta.....y hallarás gracia delante de •» Dios y de los hombres," Prov. cap. 3. jr 3, 1° )tEl que profiere contumel as, tomo el soberbia y ar- * tobante, es indocto, é insipiente" De los cap. 10, y 21 de '°s Prov. 31 nEl que cela el delito busca las amistades" Prov. CaP- 17. f. 9. ■4° nLos que quebrantan la ley alaban al impio ; pera " los qus la observan se levantan contra él." Prov. cap. 2tí. I S°. 3iL.¡ religión de la nación Española es, y será per- * perpetuamente la Católica, Apostólica, Romana, tínica ver- *dadera La nación la proteje por le)es sabias y juntas" Constitución. Tit. 1 cap. 2 =V. me dirá, si en estas tan pre- cisas, y terminantes palabras, se entiende mandado el respe- to y veneración al altar, y á sus ministros. ( e ) Initium sapientias, timor Domini, Psalm. iiq.6o uEl amor á la patria, es una de las principales ob¡¡' >» ¿aciones de todos los españoles, y asi mismo, el ser justos f »» benéficos."'' Constit. Tit i» Art, 6.==No sé si V. se» Genizaro, Morisco, ú otra cosa 70 3)Todo español está obligado á ser fiel á la Co»st¡' r> ludan, obedecer las leyes, y 'respetar las autoridades esta' « blec'tdasP Constit. Tit, 1J Art. 6.=Como no hay regla sio escepcion, ignoro si V. la habrá obtenido de las Cortes. 8» MTodos los cuerpos y personas particulares, de cual' » quiera condición y estado que sean, [enriende V. esto) til' »» nen libertad de escribir, imorimir, y publicar (no escluy* n á los frailes) sus ideas políticas, sin necesidad de lueit' » cia, revisión, ó aprobación alguna anteriores á la publk*' *> cion, ( para todos) bajo las restricciones y responsabilidá' » des que se espresarán en el presente decreto.'''' Art. 1° de' Reglamento de imprenta. Ahora bien, limpíese V. las laga» ñas; vuelva á leer este Art. y digame por su vida si el re* ligioso P. S. Bartolomé', es alguna persona, ó pertenece * alguna corporación ó estado, por que estoy con esa duda. 9o Los Ibelos infamatorios, los escritos calumniosos, !o\' n gá V. tronar) los subersivos de las leyes fundamenta/es dt » la Monarquía, los licenciosos (ya relampaguéa) y contrarias n d la decencia, publica y buenas costumbres, (ya llueve) se' n rán castigados con la pena de la ley, y ¡as que aquí st « señalarán." Reglamento de imprenta, Art, 40 ¡Fuego aroi" go, y que cerca andan los rayos! le» ¡¿os autores, 6 edictores, que abusando de la /'* 1» bertad de la imprenta (j ya escampa!) contravinieren á lo ra dispuesto, no solo sufrirán la pena señalada por las leyes n según ¡a gravedad del delito, sino que este, y el castigo n que se les imponga, se publicarán con sus nombres en l* »» gaceta de gobhrno" Reglamento de imprenta Art. 90 =s |Que le parece á V. amigo, de este purgantitoi ¿no esti bueno? si; la lastima es, que aun se lo hayan aplicado lo* médicos; por que entonces ya hubiera arrojado su indigestiodi Acabé con la importante nómina de los adjustos! ahora oiga V. lo que le ocurro al amigo de la verdad, eB breve respuesta de su indicado- papel, por el orden é impor- tancia de sus párrafos. Ha obrado V. como un sábio ilustrador, en no pre-I«ntar á su amigo Amiservilio, la causa por que omitió el 'atamiento de M. R. y V. al de S. Bartolomé; por que se- 8Ur> se muestra libera!, hubiera luego respondido con un no " me antojó, aunque con él atrepellase todas las reglas do " política, buena crianza, atención y urbanidad, qüe pres- Cr'ben el respeto y veneración, con que, tan iritra quatn ex. ír* claustra, debe tratarse á cada uno; v especialmente á Ruellos que por su edad, ciencia, virtud, y literatura, han ^bido merecerse la estimación general, como mi amigó el ~°liente, aun cuando pudiera presindirse del que se le 1eo« por religioso y sacerdote, y como tai, una de las ni. de los ojos de Dios. Ni obsta contra esto, el estilo que alega de familiarizar los apellidos, ó nombres de los san- ,0s» y escritores; por que á mas de qae el estilo no hace *fento el tratamiento, lo único que se infiere es, que no es *• solo el defectuoso. Pero como ha de ser amigo miel l6al de mochos consuelo de tontos: ¿no es verdad? Si; luego "tfrir, que esto no es mas que insinuar, que donde las dan 'Ht toman. El que el Doliente de la Inquisición no sea su Re- vendo, ni su muy de Liberato, importa tan poco, que le- los de hacerle injuria le hace honor, aventajando por lo me- n°s» el que no se le pegue su esces'tva libertad. Lo que si ís de mucha entidad, y edificación, es aquel eruto de ferven- l|s¡ma caridad que estaro .ó V. en su papel, cuando Slti reserva dijo ^Si por tantos años V. y otros nos han amo- h lado ( f) sin compasión, tengan, ahora que se ha cam- * biado la tortilla ( g ) la paciencia, de que deben tener h na poco fondo, ( h ) por lo mism» que ni un escriípulo han * gastado" ¡Cáspita, y que escruj MU sn está \'!..*¡Que arro- S'rjcial ¡que demencia! ¡que insensatez! ¡que alucinación!... *9,r'a mas un Jacobino? ¿respiraría mas venganza un Robes- P'erreí sin duda que no. Pues ahora bien, publico Mejicano, PMico Ilustre, público Religioso, vee aquí epilogada en po- '** lineas (i ) la apoligia de uno de los que llaman tus ilus- ( f ) Pufcherrima es la espresíon. ( g ) Hasta en esto quiere zaherir at Doliente. ( h ) A todos obliga, y á todos es necesaria. Patientia Tobít '«cesaría est. D. Pauí C i ) Por él mismo. itradores! fvee aquí e! gran fondo de virtud qne manifiesta! ¡y vee aquí últimamente, los rasgos brillantes de sabiduría Í política, que han de servir á tus cristianos hijos de pasapof' te á la depravación! y después que hayas visto é inferido por tí mismo la utilidad que puede resaltarles de tan anti- piadosos raciocinios, dime por tu vida; en qué habrá podido amolar, á este ente sin razón, y demás de su comparsa p°r tantos años, el religioso P. S. Bartolomé, que solo ha vivi- do unos cuantos en la capital, y esos retirado casi del mun- do, y reclinado en su lecho, á causa de las graves dolencia! de que hace dias está fuera convaleciendo, para que tan sin piedad ensangriente la pluma contra S. R« y contra otros? jLe hahrá acaso entorpecido su suerte, trastornado su fortu- na, disipado sus intereses, delatado por inñdente, volnerado su honor, oprimido su familia, ó sepultado en alguno de aquellos obscuros é invisibles subteraneos que se achacan voluntariamente á la finada Inquisición} creo que no: ¿pues en qué otras cosas lo habrá amolado? ¿por ventura, en haber clamado con tanto celo contra los enemigos del orden, con- tra los desacatos de la autoridad, ó en haber escrito el Duelo» del coco que lo espantaba?... puede ser.... Yo no lo afirmo..•• júzgalo tú que conoces bien á entrambos; y después qU« hayas observado, con la imparcialidad y pureza de tus ojoí el conjunto de estas cosas, dime: vuelvo á suplicarte, si el espíritu de este nuevo ilustrador, es el de la caridad, el de la Constitución, el de la Religión satita que profesamos, ó el de hacer odiosos y despreciables á sus ministros!.... Entre tanto, sufra V. amigo mió, que esto no es mas que insinuar) que donde las dan las toman. Ya que V. no quiere sepa Liberato que el R. P. S» Bartolomé estima por sinónimo impertinente la voz exequias de la palabra Duelo, por que se reiría demasiado; tome V« su paliro de ilustrador, compóngase bien la furia, si la tie- ne, y salga á' rodar por esas calles, y verá como ja lo ha- cen muchc.s a carcajadas de las quisquillas de V , d-j cuy* alta penetración están tan convencidos, como debe V. es- tarlo, que esto no es mas que insinuar, que donde las dan las toman. Aquella brillante espresion, de que si la tal obra del Duelo no fué muerta antes, menos lo es en el día; aun'7« |jUe parezca soberbia, es con efecto hermosa*, y tatv propia padre que la produjo, como 2jenas de V., y Anti ser- Vl''o las almas grandes. Estas dice un sábio; como quiera 1U* sacan de Dios, de la virtud, y de la religión el origen de Su grandeza, no son rencillosas, vengatibas, ni sistemáticas á c?r8a cerrada, sino que con su mica salis, y sin perder de J^ta |a i,.y divina, y el objeto principal del sistema que se establecido, ó se intente establecer, esponen sencilla y lerdamente su dictamen; para que aquellos á quienes direc- * ó indirectamente pertenece realizarlo, procedan con el acicr- to y madurez, que coenonmente resulta, cuando las cosai y Materias que comprehende, se han visto á todas luces, pasado por el duro crisol de la contraposición; sin que P0r esto se entienda, que el que manifiesta la conveniencia, 0 disconvenecia de alguna, ó muchas de sus cosas, se crea 1Ue formalmente las contradice, ó se opone á su tenor ú obser- K.nc'd> y mucho menos en las qué,., ¿pero á donde voy? rápense V. amigóte; que al tiempo mismo que comenzaba * insinuarle, que las almas grandes sacan de Dios el origen *je su grandeza, para manifestarle la robustez, y constancia * espíritu, con que insiste el R. P. S, Birtolomé en que j10 ha muerto su Duelo, ( k ) se me enredó el hilo, en ta- Cs términos, que apesar de mi ansioso deseo, me he vista P,r.ecisado á diferirle la noticia, de que no solo vive esta pre- nsa ODra cn todas sus partes, después de haber corrido coo faP¡dez los reynos y provincias, sino que después de haber Aupado por dos veces las prensas de Madrid, en este mis- ">a» mismito mes que está para concluir, la han solicitado c°n mas empeño por varias paites. V. quizá no querrá ir'r'°j ó dirá que lo han hecho para soterrarlo, y que no J8» contrapeso á las conciencias delicadas como la de V.; Perr> ello es tan cierto , como el que debe sufrir, que st° no es mas que insinuar, que donde las dan las toman, 1 Como V. anda desde luego con mas freqüencia por n°s corredores de palacio, oficinas, y casas de diversión, que jj°r los cementerios, hospitales, conventos, y casas de edi- ción; uo es estraño, que no haya V. traslucido los sen- C k ) No ha llegado á rui noticia, que lo hayan prohibido ni "denudo.8. timient«s que animan á la mayor y mas sana parte de 'oS españoles; y que por tanto saque con tanta satisfacion, »*" bemencia, y sofisterías, aquestas des conseqüencias, Juego /** dfa /j nación españrla , « ¿' nos di desconfianza.—Se niegan rotundamente, señor sofis'* pruebe V., si puede, que todos los españoles piensan com" V-, ó que son del nuevo cuño, y no del viejo, y que 'J subrogación hecha en los señores diocesanos, basta para en* jugar las lágrimas de los dolientes del tribunal estinguido, 1 entonces se inferirán rectamente. Entre tant», sepa *> que los españoles rancios, no han llorado, ni lloran, hit ti mine la estincion de este santo tribunal, pro ut sonad ni por qué crean á los señores obispos indignos de es'* co- fianzi, ( I ) si no, por que advirtiendo, que no alcanzán- doles el tiempo á estos señores, (especialmente en el reyn°) para el puntual desempeño de las graves atenciones de sfl pastó fal mir.Lterio, temen, y con razón, que no pudiendo celar las cosas de la religión, como las celaba aquel, cun- da el mal y corrupción, en que con tanto estudio^ y enff" gia, ha tratado, y trata de envolvernos la Francia irreligio' ía; por consiguiente la otra conseqüencia, luego el engaño > f felonía viven aun, resulta igualmente falsa, ó contra V-1 si asi es, deséchela como una barbaridad sin tamaño, y sU* fra, que esto no es mas que insinuar, que donde las dtfi las toman No me consta que la fecha de 16 de diciembre ¿i 1813, que reza el Duelo á su calce, fuese por antojo, ( 01) 6 per que en la realidad se concluyese su formación aquel dis; pero sí me atrebo á asegurar á V., señor anto' jadiso, que aunque sea verdad que las obras se dicen prin' cipalmente escritas cuando salen de la prensa á la luz públi' ca, también es cierto que no faltó á ella su benemérito y sabio auto') cuando afirmó que vivia en la época primera de la Con*' titucion; porque prescindiendo de que al paso que se *!' cribia, é iba caminando á su complemento, corrió en cu»' demos sueltos • [como consta á muchos, auuque V. ( 1 ) Los ofendería mucho cualquiera que lo pensase ( m ) No juzgaba asi de los Sacerdotes el Dr. Angélico.■gnore) por las manos de algunos sabios no vulgares; des- P°« de realizada, y completa, corrió igualmente manuscrita •"Uchos meses antes de darse á la prensa, y no con menos limación, por las de otra multitud de literatos, sobrada* toen te bastantes para decirse pública, y obligar, por decirlo 'S1> á su piadoso y sabio autor, á que de facto la diese, í-uego vivió, vive, y aun vivirá, mal de su agrado, aun en ínfimo sentido contenido en este verso; léalo V. con cui- dado, y sufra, que esto no es mas que insinuar, que donde 'as dan las toman. ^Aunque vivas las palabras *>y muertas las letras mires, nías palabras luego mueren, ny las letras siempre viven!'' Dice V.que esfalsofalsísimo\con quésatisfaccioa!^tt¿ en *' aviso amistoso se pusiera, que el Duelo se inheria amon- tando sin salida, y enajenable de cualquiera modo; que es {° mismo que decir, en términos mas claros, que en aquel borlezco, insultante papelucho, no estaban in verbis, ó ma- terialmente escritas estas últimas palabras, amontonado sin salida ••c,; y digame V. señor falsario, jen qué parte, ó en qué linea Jel papel del P. S. Bartolomé, ha leido V. que lo estu- viesen de este modo en el de Anti-servilio? en ninguna: lo tilico que encontrará V. son esta propias palabras. En cuan- {° 4 suponer ( n ) al Duelo amontonado sin salida, y ena- jenable de cualquiera modo, se notan muchas cosas de un golpe; |y qué, señor catedrático del nuevo cuño, es lo mis- ")o ponerlas en suposición, que ponerlas absolutamente, y sin condición alguna como V. quiere persuadir? sin duda que n°j y en este caso la falsedad se refunde toda en V., á coyo pesar y el mió, viven aun el engaño, ¡a felonía, y la imputacionX Mas no le de á V. cuidado amigo mió; el caso es alucinar á los incautos, y que los religiosos de mé- rito aparezcan mentirosos, para de este modo desconceptuar- los í todos: ¿no es verdad? si: pues mientras el P. S, Barto- 2 ( i» ) Y supuso con razón.IO. lomé disfruta del precio de sn obra, y de sos bien mereci- dos encomios, sufra V. amigo, que esto no es mas que sinuar, que dondt las dan las toman. Sepa V. mi cordialero, ya que hace la pregcfltaí que los sábios par3 quienes se escribió el Duelo, y se «s' cribe también este papel, son todos aquellos hombres sensa* tos, que ajenos de la preocupación y fanatismo, discierne11 y critican de las cosas, no según la sabiduría de este sig'° que Dios reprueba, sino según la del espíritu y la verdad» que promete galardonar. Si acaso no le acomoda esta res- puesta, serémos contentos, con que V. nos diga quienes soO los verdaderamente sábios. Entre tanto lo mastica, sin indi* gestarse, sepa, que aunque , es verdad que la suerte se cambiado, no le arriendólas ganancias en la calificación del modo de pensar de V., y de mi caro Doliente; [ o ] mas no se apure ni aflija; si el bufete, é intereses no sufragaren los gastos, cuente V. que soy su amigo; y sufra% que e¡t0 no es mas que insinuar, que donde las dan las toma*' Acerca de la mucha parola en que dice V. coje *' Doliente de la Inquisición á los escritores del día; nada ten* go que decir, sino repetir lo mismo que dijo el P. S. Bar* totomé, y prevenirle á V., que cuando llegue á leer esto se refriegue bien los ojos, para que vea con claridad, y sin estorbo, que el indicado R. P. no dijo en su papel que to* dos, como V. supone, pues no distingue ; sino muchos» que es cosa muy distinta, et toto coció di/erunt. Esto su- puesto oiga V. ahora la respuesta á sus tres ligeras adver- tencias. A la primera digo, que aunque es verdad que eO nuestra preciosa Carta no aparecen de facto los religiosos entre los ciudadanos, por considerarse quizá como miem- bros separados del tráfago y bullicio; lo son de derecho» ( p ) lo cual basta y sobra, para que gozen de igual indul- to que V. en la libertad de imprenta, cuando no se de- dujese tan claramente del artículo i del Reglaraecto. A 1* segunda, que no estaba en mi librito, que los regulares necesitaban licencia de sus prelados respectivos, para impri* C o ) Tiene bien acreditada su religiosidad y conducta. ( p ) Asi lo acreditan los destinos que se han dado á algu* pos en la madre patria.Wir sus prodocicnes. ( q ) Vuelva V. á leerlo señor anti- regu!ar, y mientras yo ¡o comunico por cordillera, para que k rindan gracias, digame V. si en el caso de que mi dién- talo vuelva á escribir, se le ha de presentar á V. la li- cencia, ó aquien; si en papel sellado, ó común; si de mol- de, o manuscrita; si acompaña de memorial, ó de oficio; y finalmente, si de no hacerlo asi incurrirá en el delito de le- sa Constitución, ó Reglamento de imprenta. A la tercera, que aunque la Junta de Censura se convierta toda en oí- dos para escuchar á los que tengan acción á los ocursos lúe haya lugar, si ella obra segun las leyes, [como V. di- ce, y yo creo) no haya V. miedo que resuene nunca en «Us orejas, ninguna queja contra el moderado autor del Duelo: por tanto, amigo mió, no hay otro temperamento, si- ño el que sufra, que esto no es mas que insinuar, que donde las dan las toman. Entre las imputaciones falsas qae se han hecho en algunos papeles del dia, es de bulto la que V. acaba de hacer en el suyo al religioso Doliente, si es que acaso yo lo entiendo: para salir de esta duda, que no es pequeña, sírvase V» decirnos para nuestra ilustración, sí los que aun los usan sin vergüenza de usarlos, es singular ó es plurar?.., jq'je dice V.?«..¿duda también?..... á mi me parece que lo segundo.....si.....pero como yo aprendí unos cuantos párra- fos de gramática, por D, Antonio Nebrija que es del cu-* ño pa'ado, no será estraño, que ... jqne me responde V.?. {se lia estcndldo á tanto su liberalidad que haya singulari- zado los prnra'es?.... no: nc? pues entonces dijo muy bien el U. P. S. Bartolomé en su nota C, que entre tantos fal- sos testimonios tomo se levantan en aquel pare! (el de Anti» serví lio) era bien visible el de asegurar, aun andan los se- ti'ores con los bolillos azules; jno es verdad? si; y lo prue- ban estas sus propias palabras: luego que se deshagan de ellos los que aun los usan.... ergo calabazas fritas señor mió, car- gue* V. con su imputación y falsedad, lea este versito que le embia Liberato, y sufra con humildad, que esto no es mas que insinuar, que donde las dan las tornan. * ( q ) Como verdaderos ilustradores,«2» Me han dicho que V. á dicho, un dicho que he dicho yo, si V. lo dijo mintió, que yo no he dicho tal dicho, y si yo lo hubiera duho estubiera muy bien dicho aunque lo dijese yo» Ya que V. sin querer contestar á las increpado* nes del autor del Duelo, sobre estrañar la nota de la ven- duta ambulante, no pudo pasar en silencio aquello del san' to tribunal, su honor y reputacitn, tampoco he de callar yo la tacita injuria que V. hace al Soberano Congreso de las Cortes, y á nuestro piadoso Rey; y mucho menos la taita de subordinación que man tiesta al sábio Código que nos gobierna: para prueba de uno y otro, básteme añadir á las inmediatas anteriores palabras de V. , estas otras que escribe un poco mas adelante, como para comprobar con ellas, lo que dijo Anti-serviiio. El honor, representación, y denomina' cion que debe d.írsele al que V llama santo tribunal es, 1 no otro, el que mandan estas soberanas disposiciones que st les dé. Está bien: ¿y aquel es este señor constitucional ar- bitrado? ¿es acaso el indecoroso de la befa, de la burla, del escarnio, y del desprecio, con que lo trata aquel Anti- servil, á quien V. defiende? de ninguna manera. Ni el So- berano Congreso que decretó su estiucion, ni el Rey que lo hizo circular, han mandado, ni podrían mandar jamas, que se le trate con tanto vilipendio, é igniminia; por que aun cuando fuesen ciertos todos lo delitos que se le impu- tan, también lo será siempre, que estos en ningún m ido de- deben refundirse en un tribunal instituido con un fin santo y santísimo, sino en el abuso que haya habido en sus mi- nistros, asi como se refunde en V., y no en las Cortes, ni el Rey, la infracción del Código ya jurado: y si no, ¿di- g.ime V í ¿quien tiene la culpa de que V no sea "justo, benéfico, y obediente como él previene? ¿la tendrá el Rey, ó la tendrán las Cortes? ni aquél, ni estas; no por cierto, ¿Y bien? ¿nos quejarémos por eso justamente contra ambos soberanos? ¿maldecirémos la Constitución? ó atropeilarémos de un golpe con los respetos de entrambos?....que le parece av 13- v.?.., jes V. español?. .;es V. ciudadano?.,. ¿Upará solo á los "•'es, que dice V. que no lo son? ..jy no habrá acción reli- 8''>sa y servil, para acusar á V., y á otros de su cuño?.... Sufra V. amigo mió, que esto no es mas que insi- diar, que donde las din las toman. Confieso de buena fé, que en su genuino y rígn- r°s sentido, no espre^a, ni significa lo mismo la palabra bur- fus que escribió (incautamente desde luego) el autor reperido «el Duelo, que la de majaderos que escribió Anti servilio; Pero también es cierto, que la falsedad que se le imputa, no es tan cendu, como V. quiere embocarnos; por que, como *s bieu sabido á los majaderos se les dice también vulgar- mente burros, y burros del mismo modo á los que son raa- Hieros; con que es decir, que únicamente faltó propiedad en 'a loqüela. Por esta razón, y por que, como dicho es, pu- do mUy bien haberse equibocado el P. S. Bartolomé, á Causa quizá de no haberse puesto los anteojos por estar de 'etra bien gorda el papel de Anti-servilio, creo disculpable *° inadvertencia en esta parte, y mucho menor que ia de V., su falta de verdad y buena fé: en tal concepto, sufra amigo mió, que esto es mas que insinuar, que donde, las "«« las toman Finalmente; 'concluye V- su papelucho diciendo *\ indicado religioso P. S. Bartolomé, que seria necesario vo- 'untenes enteros, (y es verdad, porque lo falso con dilicul- ljd se prueba) para encargarse por menor del anti-constitu— Ct°nal, impolítico, indigesto, irrespetuso apostrofe conque Jim Coliza su papel; y que cuando selo esto tubiese merecía ver- con indignación.*, ¿pero creerán á V.?.. puede ser,,,., si..... se vee. ... los alucinados; porque los de ñas nequáquam. °n ya todos muy sabiondos, y asi n o se las da V. por J^as que se desgañite. Por tanto escriba V. con mas cuida- ndo; tenga mas amor al orden; sea exacto en la observan- C|a de la Constitución; tenga caridad, respete á los minis- ,r°s del santuario, y á las autoridades establecidas; sea es- Pañol fiel, benéfico, justo, y moderado, absteniéndose de im- putar á los demás sus propios defectos; porque como algu- nos i causa de libertad que V. les predica, se han despe- pitado, no tendrán embarazo en repetirle con gracia, uua y14* mil veces, que la Groja le dijo al Cuervo, quítate allá q"1 erts negro. Como el objeto de mis insinuaciónís no sea otro» que encaminar á V. por la misma senda por donde dice el Doliente llevó Dios á la Difunta, rio solo estoy persu»* dido que hallarán buena acojida; sino que como tan celfS" de la puntual observancia de nuestras justas, y santas leyes» se tomará gustoso el trabajo de trasladarlas originales, * nuestra quejumbrosa Americana Constitucional, advirtiendol* de paso, que se baje un poco el túnico, porque se le »eB los pies, y también del que cogea. Así mismozrpuede de* cirla, por su bien, que S. Pablo niega á las de su sexo le fi* cuitad de enseñar, y que no es decente que la que naci°» y ha estado siempre sujeta al varón, se levante ahora á n»>' yores, y quiera doctrinar á todo el mundo, á la imitacio" de V., sin refltjar en que atropella las leyes, ofende á 'J autoridad, y degrada á los ciudadanos, metiéndose sin tro'» ni son en donde no la han llamado. Por último, sírvase y preguntarla si es ciudadana, si la comprende la libertad ®e escribir, y si es casada, si necesita la licencia de su roarid" para imprimir sus papeles. Si responde que si, y V. se concede, hágale saber mis consejos anteriores, y todo ' que comprehenden los vales Católico-Hispanos que le " copiado á V , á quien quizá no será la última que le fe' pita sufra V. amigo mió, que esto no es mas que insinué' que donde las dan las toman. Entre tanto que la junta de Censura, y el públ^ ilustrado juzgan de nuestras ¡deas, pensamientos, y racioíj nios, sé ofrece á su disposición con deseos de complace''"' ^ El Amigo de la Verdad* i Cl ci n líl H 'a; k k \ 'u ti '¡o I i MEJICO: 1S20. Oficina de D. Alejandro Valdés, calle de santo Domifi0' ?