,,, BIENES Y MALES reüi, " V cep' DE LA LIBERTAD DE IMPRENTA. M acU tim uro*: di lbilj :g¡**-^as Cortes por el hecho de proclamar su intención rep'Jp; establecer la libertad política de imprenta, han ma- esid '[estado su persuaden y convencimiento acerca de su . qc'Jtilidad. Mef persuado, pues, á que contribuyo á sus lie ,ntenciones benéficas, y complazco sus mas ardientes ligil eseos, tratando de explicar como ahora lo hago, de tqufpe modo se pueden conseguir mas efectivamente los ihiei 'enes de la libertad de imprenta, y como se han de rí//'Vltar nías eficazmente los males á que puede darjorígeo. ii p* Por fortuna del pueblo español y mia, tengo ' es*a materia la ventaja de haber manejado los ma- fritos de un hombre, bien conocido en toda Eu- Pa' {y me glorío de añadir, que en ninguna nación 'ari n CORCC'do como en España) por haber dedi- j 0 mineramente una larga vida al examen filosófico ift'°s principios de las leyes, con mas ardor que otro f>uno, y por los pasos notables que ha hecho dar i«a .'u perfección, á la mas importante de todas las e!?c'as' quiero decir la legislación. No dudo que los r-0res comprenderán de antemano que los manus- Vo0s examinados por mí, son los de Mr. Bentham. ,. solo se halla en ellos la exposición de los prin- nar que el leg»sIador debe tener presentes al for- las leyes de la imprenta, iino también un mode Un icia. ¡*3JAM Y eavIMH. i lo acabado de un sistema de leyes sobre este impo' tánte objeto. E! sistema se dirige: primero á asegure 0 p Ja libertad dé la imprenta: segundo, á impedir Jos i*8 ,n convenientes que esta libertad puede producir. a* r. La mera propuesta de establecerla libertad' W imprenta supone el convencimiento de que ¡as vent'11*' ' j is de esta libertad son mas que suficientes para c* trapesar los males á que puede dar origen. A no i asi seria necesario prohibir absolutamente la libert- °" de la imprenta, supuesto que el beneficio que resul ría de evitar sus males, seria mayor en este caso*]' el de g'^zar sus bienes. r'í* 2. Siendo el beneficio que resulta de la impre^u',a( lib:e, mayor que el que resultaría de no tener i* ' á temer sus inconvenientes, el gozar de la libert 1% ] de la imprenta seria en último resultado un bien, ai> 2* que de él hubieran de seguirse todos los males á <ír°dl puede dar origen. "' J*P« 3. Al' combinar los medios de disminuir los ínc^""' venientes que pm.de causar la libertad dé la Irrfpf^fff se d be poner el mayor cuidado, en no disminuir IT. c ti'.os los bienes que debe producir; no digo ya en «in5u y oí .grado; pero ni aun en el grado mismo que Sl disminuyan los males; porque á hacerlo 'asi, dt'jiriítf 8' un mal menor por otro mayor; ó en otros té'mis ° P trocaríamos un bien mayor por otro mas pequeño...tft ^ Vento')-s déla libertad de imprenta. ¿•3» t. Las ventajas Je la libertad de la imprenta f iguales á las ventajas del saber. Siendo la libertad y, la imprenta la causa mas poderosa de la existenci* jq a' deja dimisión del saber, todo Jo que disminuyan las|ef( jas que. nacen de la libertad de la imprenta, dismlnúf Jas que nacen de la existencia y propagicioo del saber» Cí 2. Las ventajas de la libertad de la imprenta , ' iguales á Jas de un buen gcbíerno, comparado "íipoj 3 gurí"0 tnalo: supuesto que la libertad de la imprenta pije-' osire mirarse como una senda recta é infalible que He- 'a al establecimiento de un buen gobierno; y supues- que presta una seguridad de conservarlo, sin la 'enf^! tedas las demás seguridades son vanas. io i §• %, )e{iTncortvemcntes que pueden provenir del ejercicio de la isull libertad de la imprenta. so i - . *. Siendo el imprimir una modificación de la fa- ■>rei^u^tad dé hablar, se puede aplicar hablando en gene- r qf-aU á todos los usos á que aquella facultad es aplica- aerF^1 y por consiguiente á usos buenos, y malos. , a'fl 2- Como la facultad dej hablar puede emplearse en á <íroducir actos criminales de todas clases, que las leyes . toen tratar de contener, lo mismo puede la imprenta ínfif u'r en asesinatos, robos, traiciones, rebeliones, des* pfe^^'Vwo, Se. Pero en todos, estos casos es evidente que ir (?.' hablar no es el delito, sino el medio de que el Los delitos de que la imprenta es instrumento, es e0 ^ir la clase limitada de que se habla en esta sección, se 3spí re^'ren á tres objetos: Primero: á las instituciones ó sis- aría de gobierno. Segundo, á los hombres públicos, co- 1110 agentes del gobierno. Tercero, ¡á los particulares, e'cfi respecto á su carácter personal ó doméstico. f" ¡í 4- Cuando un individuo es acusado de un delito contra e'. gobierno, en ..que la imprenta ha sido instrumento, cen- sué que los que lo acusan, sean obligados á especificar ilid- Netamente el delito, como rebelión, sedición, Stc de o q!. ^l,e le acusan; que citen la ley en que está declarado 3 f a^'iel delito; y que prueben que ei individuo acusado ha !t D Cansado el mal de que se trata, ó ha intentado crimi- ,trO na'lnente causarlo. Cuando una acusación de delito con- >r tf lra e' gobierno no puede difinirse, y marcarse de esta ¡erj lanera, es infundada. uoi 5. Cuando en las instituciones del gobierno existen Afectos reales es una ventaja para la nación el que se , c' *ePan. Por tanto, manifestarlos por medio de la impren- ta no es delito contra el gobierno. !6> Como er> materias de gobierno apenas pueda l¡t * individuo notar alguna cosa por mala, que no encuenft. Pi otro que la defienda por buena, es evidrme que en i^? ^ •criticas contra ej gobierno se debe conceder un va.sí carnpo al error. t .'P' 7. El riesgo que esta eondesceneja ó (lascitud tfj,_ 1(5 tcsastgÓi, es pequeñísimo. Si lo que .un individuo presto !ynt como ccúcto del gobierno, solo una pequeña parre a '«.nacían lo eettí tul, su impugnación tendrá paco ó ni1^ 0 ' gun efecto piílctifco. Si loque presenta opmo defecto ó ¿ a gobierno, es! mirado como tal por la mayor parre %¡J}a la nación, en toda probabilidad, tendrá razón. Las escef S| 1 • doces, si es que las hay, que pueden ponerse á la critij^ vilirtiUada de las medidas de gobierno, acaso se ¡DdicaiCj u nen otra ocasión. Pero, según lo dicho, la critica ilimit^ a da debe mirarse como regia general. l\ . 8. Respecto de los agentes del gobierno, siempre qijg no sean al propósito rara el cargo que tienen, es un biC^ para la nación el que se haga yer su incapacidad. PtCot) Sl ■tanto es una virtud, y no tu» delito el manifestarla, pd«j0 ,r' que la mortificación que sufren aquellos individuos es-n^- da si se compara con el beneficio que des iba la naci^¡ e° entera. La cuestión sobre si los agentes del gobierno s"se j •ó no apropósito. aunque [mucho menos indefinida q'sg a la de si el sistema de gobierno es ó no defectuoso, sC Pu no oblante, muy frecuentemente disputable. Tenen^ta/*' pues la misma uecesidad.de que se conceda una libert*^ ^ de critica tan esteusa como la que dijimos sobre "q,,t**' puntos de gobierno, esta libertad, por fortuna, est.1 a"). • 1 mas libre de causar.males que la otra. Pudiera creerla* que -es muy dilicil atacar algunos puntos caphalcs. «J1^ a sistema de gobierno, sin esciiar fermentación en.el puí ba ^ blo. Pero una larga esperiencia nos demuestra que '•ci(i¡t"!' censurar á los que tienenrél po'Jer del gobierno en S'sui. mano.;, puede hacerse, tu cualquier tiempo, sin cau$* á fermeotacion alguna. . ,. oju jb •<' 9» Dedos principios, uno intelectual y otro mor.)!, le KUecl<í provenir el que un agente político noseaal propó- tntFó para su empleo. El primero es falta de conocimiento, fi 1/? 1"? se llama incapacidad, y el segundo falta de pro- vasl pública ó de diligencia en el servicio de su empleo, 'o. No aparece inconvenientealgunoen conceder una {^r,t'ca itimiiada sobre la capncidad int„\Wt-¿a! de los stnlpotes del gobierno. Quedando igualmente libre eir'jg/a te 'a critica, es casi imposible qne un h;>mbre de ve. vi a- 1 f,'t f° talento' °í.:l sot>re ia naciones el que puede resultar de ¡a de- |C8| a«(ada alabanza y exageración de aquellos talentos. rit% 1 '* Como, la capacidad moral consiste en dos requi >i- :aiíc S? Uno» probidad pública; otro actividad en ei oficio» r,itíto U,K) de e"0'* ex'fíe un tratamiento diferente, despee» a la actividad oficial se puede conceder, sin rie'go una » tan limitada como sobre \z capactdlid ■ intekcli -¡'. bitq Q: e'-caso de que se pinte como inactivo á un hombre pi^"e sea Lo contrario, fácilmente se puede, contradecir y Poldt°trarrestar 'a 'mPu,ac'on- P°r otra psrte, naciendo ta- sitfp0- los abusos de gobierno de falta de diligencia en al- ici"t¡, ' la uu"dad de no dar cuartelá esta negligencia cas* y sOSt5^l)cJo!3 con exponerla al publico, en donde quiera que qbSe "aHare, es sin duda uno de los mayores beneficios que sCÍ Pueden hacer á la sociedad. í(n