EL LIBERAL

Á LOS BAJOS ESCRITORES.

asta cuando, escritores esclavos, dejareis d^ oros-
tituir vuestras plumas á la torpe adulación i \ Hasta
cuando habéis de estar abusando de la paciencia del
público llagando á lo negro blanco' y hasta cuan-
do por último cesareis de tributar esos epíteto!
honrosos al supremo G:fe de esta N. E. que tie-
ne tan poco merecidos? Toda ella mira Con indig*
nación vuestras lisongeras alabanzas, y os despre-
cia justamente por que voiotros mismos con esol
bajos perfumes de vuestras adoraciones, contribuís
á que sean mas duraderas las odiosas y pesadas
cadenas que oprimen la infeliz América. Si, per-
versos, vuestros escritos circulan, y el Monarca Es -
pañol que solamente anhela por la felicidad desús
subditos, creyendo venturosa esta basta porción de
la Monarquía con el mando del v rtúoso Apodaca,
no le removerá tan pronto como se desea.

Sabed, serviles, y no queráis alucinaros, ni alu-
cinar, que la parte sana del Reino, esto es los li •
berales, sospechan de su adhesión, lo mismo qu;
de la vuestra, á la preciosa carta: responded, no
está  entorpecida la marcha Constitucional i <noos son constantes todas las infracciones egecu-
tadas contra ella? las señales de tivieza y des-
afecto manifestadas por S. £. antes y después de
jurarla, ;no os convencen de que hombres em-
bejecidos en el vicioso sistema antiguo, y bien
hallados con su colosal poder, que ven deslizar-
seles de entre las manos, por las nuevas institu-
ciones no pueden amarlas? Ellos son liberales á
la fuerzaj pero su corazón, jamas puede serlo, y
sugetos de esta clase no son buenos para man-
dar.

He dicho la parte sana del Reino, y aho~
ra añado que todo él: porque siendo todo el
amante de la Constitución, quiere, desea con an ■
sia, un Gwfe Superior Político y nuevos guber-
nantes que desciendan o¿ la rama del inmortal
Quiroga, esto es, constitucionales habidos, y repu-
tados por tales, que respeten ¡os derechos del Pue-
blo, y sean los dignos sucesores de los que actual-
mente tenrmos, quienes no disfrutan ya de la con
fianza pública, por mas que tratéis de divinizarlos
en vuestros miserables papeles.

Mas si el virtuoso Apod.ica fuese tan amante
del orden constitucional, como vociferáis, habrií
imitado al señor Agir, (*) y no conservaría reu-
nidos atributos que son contrarios á la misma car-
ta. ¿ Quien le ha cometido poder para mandar el
Egército, y ser G fe político del Reino : respon
deri, que él mismo que facultó al escelentisimo
señor Llano el dia 18 del corriente, para abusar
de la fuerza que tiene á sus órdenes, destinadapara la defensa de la Provincia, conviniéndola en
instrumento de opresión y tiranía, lo diré de una
vez, el despotismo y nuestro sufrimiento, que les
da audacia para perpetuar este abuso, y obrar co-
mo legisladores, debiendo como Magistrados su-
jetarse á la Ley.

Desengañaos, miserables: todos estos hechos que
no podéis negar, prueban hasta la evidencia mis»
ma, que en América solo se disfruta la teoría de
la Constitución: ¿por que pues, descarados hipo»
critas, serviles aduladores, aseguráis que se va plan-
teando en todas sus partes? Responded ¿que otra
cosa se ha hecho, á excepción de aquello que
absolutamente podía dejar de hacerse sin la nota
de traidores? ¿Que, haber establecido los Ayun-
tamientos y egecutado las elecciones de Parroquia,,
de Partido y de «Provincia, es plantear la Consti-
tución en todas sus partes? Os engañáis y que-
réis engañar. Ella tiene un tejido tan maravillo*
so, y sus partes guardan una relación tal entre
sí, que es imposible infringirla en alguna, sin que
el todo deje de resentirse. £1 que ataca la liber-
tad individual, el que no conoce otra ley que
su capricho, es un despota, no puede amar la car-
ta y estorbará se ponga en planta.

Y convencidos de esto, ¿aeremos, porque asi
nos lo dicen, que el Escelentisioao señor Virey in-
teresado en lo vicios del gobierno antiguo, quie-
ra plantearla de buena fe ? Yo no lo creo, y ape-
nas habrá quien pueda persuadirse. Cesad pues,
enemigos del orden, de atormentarnos coa vues»

Itras rastreras lisonjas, y si no tenéis objetos en que
egercitar vuestras plumas, marchaos con el digní-
simo visir que celebráis* habitar el imperio de Mar*
ruceos, y liberareis á la Patria de un verdadero
contagio.

[#] Este virtuoso Pagiota insensible á ta ambii
ciony siendo Presidente de la Junta de Galicia, renm*
ció el m mdo del Ejército que le confiaba el Rey; por
ser contrari) a la Constitución la reunión de ambos man»
dos en un solo individuo,

F. M.

Vuebla 27. de Septiembre  de 1810.
Oficina del Gobierno,

Reimpreso en Méjico en ladeD, Ale-
xaadro Val des.