EL COLEGIAL AL PENSADOR , SOBRE ELECCIONES DE ELECTORES. J - • >¿ ........ . A- - ■ . •. lü[ -i migo mío: llenos del mayor gusto y complacencia, nos de- bemos dar mutuos parabienes en este día, al ver satisfechos nuestros sinceros patrióticos deseos; todo debe ser satisfacción y regocijo, admirando lo acertado de esta ckccic n en benemé- ritos ciudadanos amantes del bien y de la pátria; un conjun- to de hombres de bien, de verdaderos patriotas decididos á cumplir el juramento, que á la faz del universo han proferido de guardar escrupulosamente el sagrado Código, que rige á la Monarquía Española, no ocupa otro objeto su atención, que el acertar en la elección que se há confiado á ellos de la de elec- tores de partido; y que sea esta conforme al espíritu, que en todo nos debe conducir. Ya estamos enteramente satisfechos, do haber terminado aquel partido de rivalidad, que ignorantemen- te ocupó algunos entendimientos poco cautos: hoy hemos dado una prueba nada equivoca al mundo entero de ver dadera unión con nuestros hermanos de Europa. Conduciéndonos el verdade- ro objeto de acertar; hemos puesto la vista'en el virtuoso cíu. dadano, en el hombre sabio y de bien, y en el despreocupa» do constitucional: bajo este firme cimiento, vamos á fabricar nuestra dicha, y los telices resultados, loa esperimentaremos muy en breve. La unión, la inestimable unión, ese bien poco cono, cido de los enemigos de la pátria, es el apoyo y fundamen* to de nuestra seguridad. Siendo uaas mismas la* ideas, unos mismos los medios; f uno mismo el fio, sin duda vamos á fi- jar un camino seguro, por donde sin tropiezos, 1 ni dificultades que vencer, hallemos la tao suspirada felicidad ci- vil Nos inspiran una completa satisfacción y confianza los sá- bios eclesiásticos, los íntegros, instruidos ministros, los conáti- tucionales militares, los desinteresados ciudadanos, en una pa- labra, los que componen esa ilustre* junta, en .quien hemos de positado nuestes derechos, nos aseguran , que n' los-1 rea- petos', ni la sangre, r.i las intrigas han de tercer los sagrados- deberes, ni las leyes con que le hallan comprometidos; estendc-J• rin la vina, examinarán muy por menor, y coa U mas es- crapulosa diligencia; las virtudes, el patriotismo, y la sabiduría de los que han de reasumir la representación electiva, para constituir los individuos del cuerpo legislativo, hallarán un elec- tor de partido, en donde rean un ciudadano, que reúne las qualidades necesarias para el desempeño de unos deberes tan trascendentales á la patria; de estos depende la acertada elec- ción para los diputados de cortes, aquí está nuestra felicidad, aquí el reintegro, de nuestros derechos, y aquí todos los bie- nes, de que por tanto tiempo hemos carecido. Y que S¿ñor Pensador, habiendo acertado eu los prin- cipios, trabajando para hacerlo en los medios ¿no es casi necesario Conseguirlo en los fines? congratulémonos enhorabuena, mientras que los enemigos de la patria, confundidos y llenos de ver- güenza, huyen á lo mas oculto, diciéndose mutuamente, ¿con que quedaron frustradas nuestras ideas? tanto discurrir, tantas combinaciones., tantos desvelos, y en una palabra, tanto trabajo ha sido hechado por tierra el dia 6 de agosto, en la elección fie compromisarios y electores? Acabaron nuestras esperanzas, y ya U grande obra, que con tanta satisfacción nuesrra creíamos uauy abantada, se ha convertido en humo: no hay europeos, no hay americanos, no hay discordia, no hay diversidad de ideas; todos san españoles, todas constitucionales, todos con unos mismos pen* sa.eiieat.us. Dirigidos todos á un mismo fin, no nos queda camino qut tojmar,in4H*téni9nps, acojamonos á esa sin igual bondad, por la que desde luego seremos bien recibidos de los buenos constitucionales, en yirtyd de nuestro arrepentimiento, porque ellos son sin duda, loa verdaderos amantes de la religión, del rey, y de la patria. jQue le parece a V. de este diálogo entre los serviles, que de ¿uenf Cp fOryoican sus errores y los abjuren? Yo me creo, que por este acaecimiento, ya todos en esta ciudad somos liberales, pofque después de tentar cuantos medios pudieron discurrir, pu- lseando falsas noticias existentes solo en sus cerebros delirantes, de que las naciones estraogeras auxiliaban su servilismo con gran- de número de ejercito, llevando á delante el injurioso principio al soberano, de que sin toda deliberación, ha jurado la Consti- tución de la Monarquía Española; pintaban con el entusiasmo in,*vS ardiente la poca quietud de la península, queriendo hacer- noj/re^r, reyitax alli el esjatritil departido ó 4¡vijripn, donde ppr lo general no ha habido sino confraternidad y verdadera MMb£>*4iÍ! í^^^c dcbemos.weer, por ios Rueños efcc*tos producido?; gracias al Pios de bondad» á los valientes Ríe- go, Quiroga, Arco' agüero &c. y á nuestro ámame Padre Fer- nando VII. que satisfecho de que en sancionar el Código sa- grado, estaba nuestro bien, no perdió un instante para que to- das fuéramos felices descrubriose muy cu brete, que aquellos a quienes nos ponían por enemigos, se alegran con nosotros, envidian nuestra suerte, y nos dan los parabienes por nues- tra futura felicidad; lean si no estos preocupados enemigos de sí mismos, las contestaciones de las magestades estrangeras, al aviso que nuestro Fernando les da de haber jurado la Consti- tución; ese es el mas vergonzoso desengaño, que les deshace el plan que tontameute subían trazado, dándonos á nosotros segu- ndad de que sin otra atención, trabajemos en plantear nuestras sabias leyes, principio seguro de nuestra incomparable dicha; dejando el contener, y si fuera necesario escarmentar á el cor- to número de inquietos, á esos vigías defensores del bien pu- blico, valientes, esforzados guerreros y amantes padres de la patria, cuyas brillantes espadas sostenidas por sus respetables bra- zo* impondrán silencio á los perturbadores del buen orden, kap, por ultimo la contestación del amable Pió Vil. ¿ nuestro sq-, berano, y alli verán igualmente cerrado el camino de querer hacer creer á los preocupados é ignorates, que la Constitución era mala, por ser contra Dios, centra el Rey, y contra nosotros mismos: trabajaron si repito, sin perder medio alguno, para in- disponernos por ese espíritu maldito de rivalidad, que a'gun tiem- po nos ha hecho carecer de quietud, y llorar con lagrimas im- ponderables males, que jamas podremos resarcir; pero gracias al Dios de la paz, que teniendo misericordia de nosotros, nos ha con- cedido lo que deseábamos, poniendo de manifiesto á nuestros ene* migas U unión, con que debemos caminar, para que nuestras operaciones sean gratas á sus ojos; desengañémonos: no podemos cumplir con los deberes de ciudadanos constitucionales, si no tratamos de dar cumplimiento á los deberes de cristianos, en cu* yo principio está fundada la Constitución de la Monarquía Es* parióla, que hemos jurade: en una palabra, nuestro bien consis- te en la unión, trabajamos en que no haya desavenencias, no demos motivo á sospechas: en las elecciones sea nuestro objeto el acertar, evitando la ccasion de que digan, que preferimos nues- tro bien particular al común: no son culpables, los qne reunien- do en una lista el número de individuos idóneos para desem- peño de estos cargos la estienden a {(¿versos sujetos; pues ca-recieado algunos del conocimiento de ellos, pueden poner 6 qui- tar á los que,fueren, ó no de su aprobación, «aso en que no se pue- de entender que se coacta la voluntad, pues quedan del todo li- bres, para hacer loque les parezca conveniente; p>rel contrario son muy reprensibles aquellos, que valiéndose de la ignorancia de* algunos, les dan listas, poniéndose ellos e« primer lugar, para lograr por este vil medio, llevar adelante sus designio: egoístas declarados, que por el prurito de parecer lo que no son, atropellan el incomparable bien que reiultiria á la patria, de que desempeñaran ese destino beneméritos ciudadanos. A-i se ha hecho en uno ú otra parroquia, hibiendo alguno logrado por este mal manejo, ser electo coa el crecido número de ocho- cientos ó novecientos votos: pero paciencia, y tratemos de evi- tar cuanto sea á nuestros alcances, par medio de la imprenta, Como se va consiguiendo, manifestando las infracciones de la ley. Algo mas quisiera decirle á V, pero los colegiales en este tiempo, estamos muy ocupados, tenemos actos, oposiciones, examenes, &c. &c.j en ¡desocupándome cumpliré con mi deseoj en el entretanto, es de"V. afectísimo i i • i L.J.M.T, - 22 itf BU MEJICO: iSso. Oficina de Don Alejandro Valdes, calle de Santo Dominga