CENTINJELA ; CONTRA SERVILES. y -Í^-lerta ciudadanos que los Seniles veían, y no omi- ten medio alguno para abusar dé 'nuestra '■ ííiodcra- ción. J£l nombre solo do la milicia nacionaV 1&¡ hace extremecér, los confunde, los aterra, los abato, como que trastorna sus miras infames; y he aquí cau- sa por qne tratando impedir su orgnuizac:o», ya desa- nimándoos con sus conversaciones, en «pie aparen- tan zelo por vuestros intereses, ponderan fós riesgos y trabajos de la tropa viva, y os obligan á creer no os conviene servir, pues que acaso se trata de engañares, ya burlando á los que poseídos de entu- siasmo Constitucional han tenido la gloria cié ser los primeros en alistarse bajo las banderas de la /Pa- tria que os llama para su defensa* cuando sea ne- cesario: ■• ¿Pero como es que los habita rites de esta ciu- dad, habiendo dado tan inequivoéas sedales del amor mas acendrado a nuestra preciosa caita, y del patrio- tismo mas puro en todo- tiempo, permanecen ahora sordos a las voces de esta tierna madre? ¡Ah! no creáis á esos lobos con piel de oveja, que se introducen con vosotros para; reírse de 'vuestra credulidad: su objeto2 no es otro, que resfriar los ánimos, y separaros -de vuestro deber, para perpetuar abusos con que están, bien bailados. Tienen un interés en no ver organi- zados los cuerpos de la' milicia nacional, para repre- sentar entonces al Superior Gobierno, vuelvan á to- mar las armas los extinguidos realistas (como ha su- cedido ya en muchas partes) porque sigan las con- tribuciones, por tener manejo de caudales y que el monopolio esté en corriente, por lucir charreteras y galones, y disfrutar grandes sueldos á vuestra costa, pues nada importa que los intereses tengan 6 no su debida invercion, y que el Soldado esté desatendido, si.Jas cuentas tarde ó nunca se rinden, y pasa todo lo que se quiere, por que el publicóos quien lo paga. No precio de escritor; sé que mis conocimien- tos son muy escasos, para pretender ensenaros, si los. lubiesc no perdonarla el mayor trabajo, para .comu- nicároslos; pero, ellos no corresponden á la ostensión, <\e mis deseos que son los de seros útil, y servir basta sacriíicarme por la patria. Esta obligación quo tiene todo ciudadano, y mas estrechamnete corre á los que hémos abrazado la carrera de las armas, me impele a exortaros, no dudéis un momento en correr ;V la milicia nacional, si queréis desaparezcan los "abu- sos que os dejo indicados. Nada os detenga, ni la mofa que hagan de vosotros los perversos, ni las pa- labras de esos serviles vergonzantes, que cual sirenas encantadoras quieren adormeceros con su canto. Las anuas deben brillar en manos liberales, y cuantos dis- iiuutis la alia prerrogativa de Ciudadanos Españoles , voiad á alistaros. ..... , • Me preguntareis ¿y quiene* son los Serviles? o\dlo' brevemente. El altivo y presuntuoso canónigo3 acostumbrado á gozar cuantiosas rentas, que disipa en sostener el fausto (le su persona y casa, y en .sa- tisfacer sus caprichos y. disoluciones, sin -ser ¿i til mas que asi propio: el cura simoniaco que hace ti- lle su ministerio,, negociando como un mercader los. entierros bautismos &c. los religiosos divagados, wf iicularmente aquellos, conocidos por el glorioso renom- bre de padres graves, que se absorven las rentas del convento, para consumirlas en todo genero de ex- cesos, y olvidados de su profesión y votos en \ ez de .edificar, al pueblo con la pureza de sus costumbres lo escandalizan con el mas corrompido ejemplo: el Oi- dor que para acrecentar sus rentas, Irania abarcado mas comisiones, que las que podía desempeñar: ja mayor parte de los Subdelegados, Alcaldes mayores y Magistrados, que oprímjari á la sombra del- Rey, •ponían, en pública subasta la justicia, para., rematar- la en el mejor postor, y tiranizaban a los infelices litigantes, que caían en sus manos, imponiéndoles los derechos, mas exorbitantes: algunos Abogados ore (gracias al art. 284. de la Constitución) ven diV- ipinuirse los pleitos y han perdido la esperanza de e;n mo- llar tanto cuanto quisieran, y muchos «militares (fue sin ta- lentos ni méritos, metidos siempre en los Palacios y cuarteles generales de salud, por la intriga, adula- ción y otros medios mas bajos, mezquinos, e indignos de Un hombre de honor, han llegado ¿ «bteucr em¿ pieos que no merecen, ni saben desempeñar. Todos estos son seniles, enemigos encubiertos de la' sagra- da Carla, que velan y maquinan": tilos ven.con do- lor'.es llegado ya el tiempo de la necesaria é inevi- table reforma, que va a echar pur tierra los ¿busos sobre que cimentaron sus fortuna*, y pr-sekbs de mor-4 tal rabia odian, critican satirizan cnanto huele íi Cons- tüucien, y cpor.cn obstáculos \y barreras insuperables á su total cumplimiento. Aprehended a. conocerlos, pe- no cuidado, no los confundáis ó equivoquéis, que cn- •tro los malos, hay también muchos buenos: apre- ciad a estos, esteraliniad a aquellos vichos ponzoño- sos* que si pican matan, ó dañan. Me reputaría feliz, si el grito de mi centinela, haciéndoos despertar del negligente descuido en que yacéis, avivase en vuestros .ánimos el espíritu mar- cial, que volaseis a. alistaros en las banderas de las milicias nacionales. Alerta Ciudadanos, que los Ser- viles velan. NOTA. JSsthndo ya en la Imprenta este pape!, me ftizd próscifti un and^o, habérteme olvidado colocar entre ¡os militares serviles la multitud de Comandantes, mié antes de la revolución no tenían empleo, ni capital conticido, y habían adquirido en ella uno y otro en fuerza de las mayores rapiñas, de las atrocidades mas fraudes, y del luto, desolación y ¡¡orfandad que habí- an sembrado por los desgraciados países dende hicie- ron la guerra: y pareciendome juiciosa r.u observa- ción, por no defraudar al publico el placer, que expe- rimentara, al ver colocados estos Tiberios de /# Ame- rita Sej:te;¡tri(:nal en el lugar que merecen, he juzgada poter esta nota, u pepar de que sus virtudes deben tra- tarse separadamente, y por otra pluma mas elocuen- te que la mía. . « ' ■ F. M. Puebla año de 1820 Imprenta Liberal