DR, LEALTAD Y UNION DEL ESQUADRON URBANO DE MÉXICO / EN LA JURA E 1*A CONSTITUCION. MÉXICO: Por Don Manuel Antonio Valdes Impresor de Cámara de S. M. año de 1812.[3.1 -^ntre los muchos cuerpos empeñados en distin- guir su júbilo, con motivo del juramento que han pres- tado de obedecer y hacer cumplir la sabia Política Constitución de nuestra Monarquía, ocupa sin eluda al- guna lugar sobresaliente el Fsquaciron Urbano de es- ta Capital, cuyo benemérito Comandante el Señor Te- niente Coronel D. Francisco de Villa y Torre, casi anticipó su obediencia á la orden respetable en que se le previno dicha demostración. Convocó á los miembros de la Junta Económica, y Oficiales del cuerpo, para acordar en sesión que tuvie- ron el dia ii de Octubre, las expresiones públicas con »cpre quisieran hacer patentes sus aciertos, y acreditaron el primero, refundiendo todos sus voluntades en la no- toria generosidad y loable esmero del Capitán D. Juan Ignacio Orellana, Teniente D. Manuel Vidal, y Alfé- rez D. José Maria 'Benavente. Ni la extrechtz del tiempo, ni otras ocurrencias que suelen embarazar en estas ocasiones, pudieron inter- rumpir por un instante el entusiasmo noble y activo de los comisionados, quienes impuestos desde lutgo, de ser nuestva'Constitucion la que se dtbia celebrar, haciendo sus •regocijos manifiestos al público, tomaron todas las me- didas bastantes á llenar estos dos impo rantes objetos. Emprendieron sin detención aliñar el QumeJ, que se 'hallaba deteriorado,.revocando y blanqueándolo to- do. Se pintaron al uso del dia la fachada, puertas, bal- cones y lienzos principales, adornando las azoteas de vistosos jarrones, sin omitir terraplenar los patios y ha- cer todo quanto consideraron, aunque costoso, necesa- Í4'] rio para presentar este edificio con decoro. Extendieran su generosidad á Jas paredes de los frentes, captando así para después la correspondencia que tuvieron de los vecinos. Bien tatisfechosdel afecto que profesan notoriamente al cuerpo el Señor Cura de la Parroquia de San Pablo Dr. D. Ma reos Cárdenas, Vice Rector del Insigne Cole- gio mayor de todos Santos, y D. José Maria Vflíasenof Cervantes, oficial mayor de la Dirección y Contaduría general de la Real Lotería, descansaron en la circuns- pección del primero, para quanto debiera acreditar sus cultos al Todo-poderoso, y en el segundo para la alego- ría, y poesías en que deseaban viese México evidencia- dos sus esmeros. Se hizo un previo convite á todos los vecinos para que concurriesen á la solemnidad, adornando sus casas, é iluminando por las noches, de modo que para que el todo resultase uniforme, se franquearon á los pobres las luces, y aun adornos que se consideraron necesarios. Se suplicó también al R. P. Rector del Co- Jegio de San Pablo igual demostración, y asi éste re- ligioso prelado, como los vecinos todos dieron á su tiempo pruebas de su adhesión y complacencia-general. El Domingo j 8, señalado para el acto del jura- mento, se dexó ver en el frente de la gran plaza mas próxima al Quartel un Templete levantado por el Ar- quitecto Maestro mayor de esta nobilísima ciudad D. José del Mazo y Aviles, en que no fué obstáculo la prontitud á la destreza. Sobre un basamento rústico de doce varas en quadro, dos de al'ura, y á continuación un fino balaustrado, se formó un salón de nueve va- ras á rodos frentes y de cinco de altura, adornando sus trv.s iguales vistas exteriores con columnas sobre de[5] pedestales, y su correspondiente establamento de or- den corintio coronado de balaustrado jónico. De este orden arquitectónico se formó un tercer cuerpo de tres varas en quadro, y seis tres quartas de alto con diez y ocho columnas, formando perspectiva en su pedestal vis- ta, según su distinta colocación^ y en ella un frontis en porción de circulo, sobre el qual se elevaron pin- tadas á toda perfección, en un óvalo festonado las Ar- mas del Esquadron Urbano. Los tres cuerpos se ador- naron con balaustrados, y jarrones de distintas ideas, y el segundó con ayrosos festones en sus intercolumnios. Era alma de este bien dispuesto aparato, la opor- tuna proporcionada idea que supieron los comisionados deducir del mote con que se orlan las referidas Armas: Amor, Lealtad, y Union, dice el epígrafe, y estas tres relevantes virtudes eran puntualmente las que el Esqua- dron, que se precia de exercitarlas, se empeñó en osten- tar á todo un pueblo que se complació de aplaudirlas. Simbolizóse la Union en la misma admirable Na- ción, que en un óvalo colocado en el principal frente pintó diestro pincel en una bella heroyna, escribiendo la Ley fundamental en un libro que descansaba en los hombros del Tiempo. Servíale el tintero un agraciado genio lisongero de su afabilidad : á sus lados dos Mun- dos, que hacían Uno en su esencia, los afectos íntimos é intereses recíprocos de la España y America re- presentadas con hermosura y propiedad, y coronando el grupo la Fama, que placentera pregonaba Ja inmor- tal gloria que ha sabido cimentar en su Código nues- tra venturosa Nación. Escribiéronse en el zócalo para aplaudir asi á esta, como á la Union en que se afianza su esclarecido ser, las Odas siguientes.A LA NACION. Nación insigne, prodigiosa Patria, Tu libro apoya sobre el cano Tiempo, Corre la pluma, que su curso afirma próvido el Cielo. La Ley escribe, que dictó cada uno De quantos hombres forman hoy tus Pueblos: Impera, manda que tu Ley sanciona Femando excelso. Fernando el digno, Principe el mas grande, De tus entrañas hijo predilecto, Esposo amante tuyo, y de tus hijos Padre el mas tierno. \ Ah España Espaííal ya grité dos orbes, •Sin esa distinción de antiguo, y nuevo; España dixe;::: pero dixe un orbe dixe un Imperio. Oxalá- dure quaato se convence Que han de durar los nobles sentimientos Del Escuadrón Urbano, ^ue en tus aras quema este incienso. Su Amor, Lealtad, Union, y Patriotismo, De su explendor serán timbres eternos, Así como blasones, que en sus Armas pintan los cielos.O] ' A LA UNION. Celeste lazo, nudo indisoluble A quien emulan vínculos estrechos, Union sagrada, bondadosa escucha los.himnos nuestros. Oye las voces con que proclamamos > Tu grande augusto celestial imperio: Acepta una alma, que á tus pies conságrate- los pechos nuestros. Arco glorioso de la paz de un mundo,, "Virtud sublime de los altos cielos, Delicia- suma, complacencia digna de un Dios Eterno., A tí clamamos, por la Union vivimos, Tu eres quien texe los laureles nuestros, Tu quien tremola las banderas santas que hoy defendemos; Soldados nobles, envaynad la espada, De esos cañones sufocad el fuego, Ya que hoy por suerte, son sus estallidos salvas del Reyno. Esto manda la Union, esto predica, Y esto ha de sostener en todo tiempo "M-Esfuadrm Urbano, que lo jura sobre el acero.Dos Estatuas de primorosa talla representaron al Amor y la Lealtad, manifestando al pueblo la mas bien acabada copia de nuestro adorado Rey el Señor D. Fernando VII,, que en el centro de aquel aparato magnífico, ó por mejor decirlo, en el corazón del £s- quadron Urbano cautivaba la vista, y apresába las al- mas de los espectadores. Dudaban todos el punto adon- de debían dirigir el incienso de susafectos: Fernando, el Rey mas digno, el nunca bien sentido, pero sí siempre adorado Fernando arrastraba las voluntades: el Amor inflamaba los pechos, y la Leafrad 'meresaba. los espíritus de un modo Van vehemente, que aunque se entretenía di- vagada la vista registrando los no .-menos ricos que graciosos ropages, la pedrería, y propios > gerog Uñeos, con que aquellos objetos Fueron representados, no pudo el entendimiento distraerse, Ja memoria divertirse, ni la voluntad apartarse de leer 3éñ aquel misterioso grupo la mas tierna, enérgica, y eloqüente. proclama. -Mas bien que la invención del Poeta escribió la expresión mani- fiesta de los expectadores á los pies del Amor y Lealtad^ los siguientes Sonetos. AL AMOR. Tierno vendado Amor,-adulceGuptio, Que á un mundo muestras hoy enamorado La hermosa efigie de Fernando amado. En euyo rostro vives divertido: Arroja ese arco ya, ¿ qué mas herido Puede estar este Rey no afortunado,[9] Que con las perfecciones que lia .adorr.co En ese Rey el mas esclarecido? La Nación.toda.amante lo confiesa, Y por lo mismo sabia se exercita En la Constitución ¡feliz empresa! Oh código inmortal, jetó facilita La sujeción que al hombre le interesa, La libertad que el hombre solicita. A LA LEALTAD. Bella ilustre Virtud, que entronizada Al lado mismo de Fernando augusto, Te haces atlante de su regio busto, Por vivir á su obsequio consagrada: ¿Quándo fuiste en el mundo acreditada Mas á satisfacción, mas á tu gusto, Que quando guarda de Fernando el Justo, Eres de todo un orbe venerada? Dexa, dexa la llave que en tu mano Signo es de la virtud que te embelesa, Y ostenta otro blasón sencillo, llano. Presenta un corazón::: esto interesa Que el corazón del Esquadron Urbano^ Mas que otro signo tu Lealtad expresa. Un pavellon chinesco bordado al mejor gusto, cu- yos extremos se prendieron ayrosa-mente en Jas quatroO] cpiitmnas del centro, formaba solio excedo á la Magestad del Monarca, cuyo Retrato descansaba sobre una mesa cubierta ricamente y adornada con quatro hermosos ca ?diles de cristal. En las seis columnas principales se colocaron, con premeditado artificio, otros tantos es rojos de dos varas de alto, p:e?.as propias de la mag- nificencia, y cuyas lunas multiplicaban ácontentodel pú- blico aquellos atractivos objetos: observábanse en los del frente, dos reloxes embutidos en sus remates, y en todos seis se comprobaba la franqueza, que nada quiso reser- bar, por rico ó delicado, en tan justa demostración. Se tapizaron de damascos los cielos, el respaldo, y el interior de todas las columnas, y se distribuyeron en ellas cornucopias muy especiales de plata y cristal. Eran de la propia materia trece aranas, y siete bombas repartidas en todo el aparato con la simetría mas vis- tosa, arrebatando la atención una de ellas que se hallaba en el centro, pieza de las mas especiales que disfruta esta corte opulenta. El gran nicho que ostentaba todo el tercero cuer- po 1 > llenaba la Religión, Ni se debia tratar de otros adornos quandó Ja singular estatua uue la representaba era obra del Escultor de cámara de S. M., el sinsegun- do Tolsá, y el espíritu que en ella se adoraba era no menos quü el alma toda de nuestra Monarquía. La Re- ligión cristiana es el imán que arrebatará siempre los corazones Españoles Americanos. Unos todos en su esencia, y unos en su sagrado fin, serán siempre in- mortales baxo el estandarte de la Cruz que enarbola la Religión. Ella es el colmo de todas núes ras glorias, y la gl >ria en que gustosamente reposaba la vista de Jos exp;ctaiores, que divertida en otros soberanos ob-jetos, se llamaba á reverenciar á este, con las dos «guien* tes Octavas. ¿Qué te falta que ver, quando has íixado Las luces de tus ojos complacido En ese quadro del mejor Senado, En esa copia de tu Rey querido? Todo lo has visto ya::: pero cuidado Que te falta que ver lo mas debido: La Santa Religión::: si ver deseas, Ella es quien llena todas las ideas. 2.1 Admirable Nación ya has publicado La obra mas prodigiosa de tu esmero: Reposa un poco, cese tu cuidado Suelta la pluma ya, dexa el tintero: ¿Que tienes que escribir, que te ha faltado Después de haberle dicho al mundo entero, Juro por Religión, la Soberana, Cotólica, Apostólica, Romana? Obsequiaban á la sagrada Religión, á la Nación invicta, y á nuestro suspirado Monarca, colocadas en lugares con espond.entes, catorce estatuas de yeso del tamaño del natural, y obra la mas, del expresado in- signe artífice. Siendo cada una de elJas capaz de te- ner discretamente ocupada toda la admiración, se apro- vechó esta oportunidad, para que sin ofensa del méri- to de tan admirable escultura, se leyesen en proporcio-0*1 nadas tar étas tenidas de sus manos, otros tantos axio- mas, ó sentencias análogas á la Constitucion que se re- verenciaba, y de que con facilidad pudo imponerse el pueblo inferior, en tstos breves pero interesantes pa- reados,, J; & Libertad y sujeción :. Luz, no obscuridad, intenta esta es la, Constitución. la lib.rtad de la imprenta. 2. 9, Amor, Union, y Lealtad,. Todos pueden escribir,., componen la sociedad. pero nadie delinquir.. Religión, Nación, y Rey,. Ninguno puede ser preso, aquí se encierra la Ley. sin que preceda el proceso, 4. II. No puede ser ciudadano Cada uno tiene derecho el q aborrece á su hermano, á reclamar, lo mal hecho. El alma de la Nación Ya cada uno es un fiscal Es la Santa Religión,, del que procediere mal. 6. 13. Se castiga al delinqüente, No hay mas mérito ni honor pero nunca al inocente., que.virtud, lealtad, valor. 7- . .....'4- Pensarbien,y noobrar mal En substancia el mas cristiano es la Ley fundamental. es el mejor ciudadan >. El Esquadron Urbano que se congratulaba de ver coronada la cúspide dé aquel respetable edificio con eí mote que mas bien que sos armas, distingue la- siem- pre acreditada conducta - de sus juiciosos individuos, tu- bo por último, íá satisfacción de notar la íntima cone- xiónque tenitur sus.virtudes. Amor, Lealtad^ y. ümon,r *3] con la sábia Constitución oue tan á su gusto aplau- dían. Empeñados en declarar al público el espíritu ue la misma Constitución r ha liaron no se r otro que el ext rcw ció de las propias virtud^ tomprolaricíoio con el pram de, pero muy gustoso trabajo, de una anagrama de- ducido del programa que se supieron proponer, y es co- mo sigue.. programa:. a es de nuestra- Monarquía-Ja-noble Constitución, ANAGRAMA. ue tu Sacro Bien consista en Amor, Lealtad, $ Unicii. CRISIS.. ai b. c. d. e: i. l! nr. n. o. q. r. s. t. tí. y. 5. I. 2, I, 4. 3. 2, I. 5. 4, I. 2. 3. 3. 3. I. Esta ingeniosa travesura del arte intentada,\ de- sempeñada muy'bien, por poetas celebérrimas, ca>¡ se ha hecho desconéeida; y sin'duda m'uy p<>co usada, por Ies modernos de nuestra monarquía, atribuyendo á po- co mérito el resultado de una suma dificultad. Obras grandes ocupan mucho tiempo el entendimiento ó las manos, y no es cordura que los ilustrados ta u ntos, de que por suerte abunda to'a nuestra reg'oii, no sé atre- van á unas empresas que, en-su clase, les ceñirán lau- reles semejantes á los que en el Parnaso inmortalizan los nombres de. sus dignos predecesores* ■ . írueron por ■ último'casuales», p, ro muy oportunos .adornos del Templete, los dos. preciosos íbustosíde 7!íar- -te y Cortes, que en'finas.pedestales se co¡ocaton', á - los •pies delvaugusfo Femando. Los que conocen el méritode estas obras insignes, saben muy bien que no tienen iguales en nuestras Academias, y por lo mismo pudie- ron sospechar haberse expuesto al público mas que pa- ra celebrar para ser admiradas. Sin embargo, siendo uno y otro símbolos del valor, pudo representarse en ellos la animosidad de los militares del Esquadron Urbano, noblemente dispuestos á defender, á costa de su san- gre, la Religión, la Nación, y al Monarca á quienes tributaban allí sus homenages. Lo comprobaron éste y el dia siguiente, dos centinelas que hicieron continua sal- vaguardia á tan soberanos objetos, y lo explicó tam- bién una décima que se improvisó al mismo tiempo de colocar los bustos y decia El Busto de Hernán Cortés A vuestros pies se ha elevado::: ¿Qué mucho sí está ensalzado El de Marte á vuestros pies? Hoy cada uno un símbolo es Dei 'valor del Esquadron: Grandes son en conclusión, Pero mas gloriosos fueran Si ellos, como él defendieran Patria, Rey, y Religión. Con circunspección estudiosa fué adornado lo ex- terior del Quartel, en cuyo balcón principal se. colo- có baxo dosel de terciopelo carmesí fondo de oro, otra bella imágen de nuestro católico Rey, en los de- mas balcones y ventanas se colgaron muchos damas-eos, y las azoteas se alegraron con bandillas y gallar- detes de distintos colores, que daban á la vista un en- tretenimiento divertido; mucho mas, quando uniforman- do sus casas los vecinos con ¡guales decoraciones, era grande el terreno que se presentaba adornado. A las ocho de la mañana se vio frente al Tem- plete el ayroso Esquadron con su Estandarte, todos á pie, en parada, y habiéndose allí leído la Constitución Española, puesto sobre una mesa el Crucifixo, y San- tos Evangelios: El Capitán D. Miguel Antonio de la Vega, Ayudante veterano con funciones de sargen- to mayor, recibió el juramento al expresado Comandan- te, y este gefe en seguida á los oficiales y tropa, con- cluyendo con la siguiente exhortación: Baxo el juramen- to que hemos prestado todos estamos obligados á guar- dar y hacer guardar la Constitución Política de la Monarquía Española, á defender nuestra sagrada Re- ligión Católica, Apostólica, Romana, Unica y Verdade- ra : al Rey, y á la Patria, hasta derramar la última gota de sangre en fuerza de este prometimiento. Confirmólo una descarga general, y desfilando en columna delante del tablado se hizo la demostración de saludo por el Estandarte y oficialidad, dirigiéndose el cuerpo á la parroquia de S. Pablo, donde fué intro- ducido por el señor Cura, que con capa pluvial y Mi- nistros correspondientes le esperaba en la principal puer- ta, quedando fuera de ella una compañía, para hacer las descargas á sus debidos tiempos. Colocóse el Estandarte en el altar mayor, baxo el magnifico dosel donde estaba el retrato de nuestro augusto Rey: distribuyéronse las centinelas á los lados, y en otros sitios convenientes, y ocupando las bancas prevenidas con ricos tellices de ter-ciopelo, el Comandante, oficialidad y otros muchos su- jetos de la primera distinción, cesaron las campanas, que á vuelo solemnizaron la función desde el.acto del jura- .mentó y se entonó el Te-Deim, que desempeñó una or- questra comple ta de hábiles profesores. Siguió la misa, que cantó el Sr. Gura, y conclui- da la salve, .llenando la expectación de innumerable dis- tinguido concurso la exhortación que antes del ofertorio hizo tan digno Párroco á la tropa. Solo ella misma co- piada aquí, si lo hubiera querido su modestia, pudiera describir la propiedad, eloqüencia, y entusiasmo noble •con que la profirió. Está de mas qualquiera otra alaban- za, quando le tiene justamente captadas tantas la farra de ■su nombre. Sí, no quiero omitir que la magnificencia del -Templo, la circunspección de su adorno, lo reverente de sus culios, y la generosidad de los ministros del al- tar, bendiy.eron al Ecquadron, viendo satisfecha allí la • loable codicia de sus .religiosos deseos. .Concluida la función, volvió á formar en batalla la tropa al costado derecho del Templete, donde se di- ■ ico en alta voz por todos con evidente regocijo: Viva la Constitución, Viva el Rey, Uva la Patria, Viva nuestro Capitán General, y haciendo otra descarga se -retiró al quartel desfilando en columna, repitiendo á S. M. el saludo correspondiente. Fué inmenso el concurso - que atraído de la solemnidad no. se disminuyó en todo el dia, asi en la plazuela como en las calles inmediatas; pero sin duda fué mayor quando dadas las .oraciones apareció la iluminación mas brillante, tanto en. el gran tablado, como en la extensión del Quartel, Parroquia de S. Pablo, Colegio de EÍR¿ Agustinos, -Plazuela, Ca- niles y Casas de todo aquel recinto. Parecía ser estaOI demostración ía única prevenida, según los millares de. luces con que se hizo resplandecer; llamando la sanción la Parroquia, no solo por el agraciado frontis que pre- sentó desde el pavimento hasta ias cruces de ¡as cúpu- las, sino por el suntuoso quadro que desenrroüó en su principal puerta, con la alegoría sábia que México ce- lebró en el Colegio Mayor de Santos adonde pertenece, y cuyo encomio es muy debido se haga en separada descripción, por pluma capaz de poderla desempeñar. Las músicas de Artillería, y Ja Corona sostuvie- ron las serenatas hasta las once de la noche de este dia, y el siguiente alternando con emulación agradable pie- zas del mejor gusto. Fué general el que sin interrupción se advertía en los semblantes de todo aquel concurso; pero mayor sin duda el del Esquadron al saber, que á esmeros de su urbanidad comedida, y vigilan ia de su zelo no hubo desgracia alguna, aun habiendo dexa- dose á los coches espacio competente para que sin nece- sidad de dexarlos sus dueños pudiesen gustar de acue- llas demostraciones generosas. Las colmó, á pedimento de algunos individuos, el baylc que se dispuso en el pa- tio principal del Quartel, cuya extensión unida á la ac- tividad, cordura, y comedimiento a preciable d . l Sr. In- tendente Corregidor D. Ramón Gutiérrez del Mazo, pu- do proporcionar se formase un salón de treinta y seis Varas de largo y diez siete de ancho. Todo se vistió de damasco carmesí, y cubrió con la vela de esta Nobilísi- ma Ciudad. Se colgaren por todo el cintro seis arañas de plata, y se distribuyeron tres docenas de cornucopias de cristal. En ¡a cabecera se colocó un Retrato de nues- tro adorado Fernando, descansando en repisa de plata \ ai frente un tablado corrido á todo el ancho, para lasmustc?s cíe cnerda y viento que debian alternar. Se cu- brió todo el pavimento de alfombras, y se situaron las Atieras sillas, cana peses, y aun bancas que se concep-^ tuaron precisas para congratular un concurso de las cla- ses, desde la superior hasta deceme, á quienes se conce- dió puerta fanca. Allí se convenció prácticamente una agradable Um'on^ un Amor comedido, y una Lealtad seguramente inexpugnable. La nobleza de las señoras disimulaba la importunidad de algunas que no lo eran. Sin dem crito de Ja circunspección se disfrutaba la mas gustos? sociedad. Sin disputar respetos se captaban adoraciones Geíes, Tí- tulos, Ministros y grandes Generales: Su exemplo conté- nia, y su urbanidad enseñaba. Las damas no reservaron allí el tesoro de sus habilidades: ochenta y dos parejas se contaron en una contradanza, que en tres trozos se bayló en el salón: algunas se repitieron de esta clase, sin que p»:>r ello se viesen muy desocupados los asientos de ífs Señoras. Cada una se prestó á complacer á los que con dignidad celebraban sus gracias; recíbanlas atentas de un Esquadron, que rendido á sus pies se las tributa, por Ja generosidad de sus procedimientos, contando esta por la mas alta de sus satisfacciones. No háhía capacidad para dar al cenador toda la extensión que á la sala. Sin embargo, lo que faltaba de terreno sobraba de generosidad. Ademas de la mesa de veinte y seis varas de largo, y cinco de ancho que se puso en la pieza que ai efecto se levantó, se repartie- ron otras en la casa del Mayor, y en el cuerpo de Guar- dia, en que se sirvió una espléndida cena á los concor- renres, sin excepción de alguno, y sin otra distinción ó etiqueta que la de haber anticipado este agasajo á al-[ 19 ] gunas señoras y sugetos de primera consideración, que no podían detenerse por sus ocupaciones notorias, ni el cuerpo dexar que se volviesen á sus casas, sin tener la satisfacción de tributarles en este corto obsequio una parte de la debida gratitud que siempre prestarán á las honras que le franquearon. A la Tropa se obsequió con un peso á cada uno, lo mismo á quantos se comidieron á auxiliar con parti- culares servicios: se cuidó escrupulosamente de que nin- gún pobre que llegase al Quartel saliera sin ser socor- rido de su urgente necesidac^.y últimamente se interesa- ron tod is en que asi este dia como el siguiente, en que se repitió la solemnidad, á excepción del bayle, todo res- pirase franqueza. ¡Oh Esquadron 'generoso!' México todo ha visto á completa satisfacción el tamaño de tus esmeros. No te arrepientas nunca de ljaber efundido una parte de tus haberes, en cultos dignos del Todo-poderoso, en holo- caustos á la Religión santa, en homenages á una mag- nánima Nación, en tributos á la Magestad de tu Rey, en víciores á tus Generales y Gefes, en obsequios á la Grandeza, y en complacencias á un pueblo digno de tu consideración y ternura. Vuelve, vuelve los ojos á muchos pobres de diversas profesiones y clases socorri- dos por tu franqueza, á espíritus inquietos entretenidos con tus demostraciones, á corazones tristes distraídos con tus júbilos. Si ha habido algunos, casi imperceptibles borrones, en el blanco lienzo en que tu generosidad se ha pintado, no son manchas de la intención que ya has esclarecido. Renueva tu placer, ratifica sus sentimien- tos, sin que por ellos quieras añadir otro timbre á tus Armas que ese Amor fino, esa Lealtad notoria y esaVnton sobretodo a preciable con que has jurado la Gran» de Constitución de nuestra Monarquía. a* asa as