f\ noble y constante carácter, la pura lealtad y la sublime cnonria del se. fior Tra«rgia; y por todo lo damos al público, según se halla inserta en los dorios de Murcia y Jiadajoz. Dice asi : A vuestros insidiosos papeles de 19 del que rige , con que por este mismo inensagero quiso alterarse ayer mañana mi quietud , trastornar este publico y tentar mi firmeza, pretendiendo hacerme traidor con apariencias de leal, res. puiulu completi-simanjcnte diciendo ; que los he mandado quemar , y que hoy jnismo se ha proclamado por esta isla y la esquadra española con la mayor so. lemnidad , alegría y unión á nuestro legitimo Soberano el Sr. D. Fernando Vil, a quien Dios guardará,- y á mayor abundamiento os envió los adjuntos impre, fot para que os cercioréis del verdadero estado de las cosas , y de la utilidad de •vuestras sugestiones. ',, El que hoy manda en esta isla es español incorruptible , nunca de la fac. cion de los malvados. No reconoce autoridad postituida por egoísmo , esperan- za ó temor á otro injufcto dominio : sabe que los esclavos y oprimidos no deben manjar á los libres ; y extraña que haya hombres y ex-tribunalcs regios de tan mal acuerdo , que de las facultades , dignamente obtenidas de mi Soberano en otro tiempo , quieran abusar fuera de él contra sus mismos reales derechos y la libertad de la patria ,,Si puede tanto entre vosotros el temor de la muerte que nada hagáis para salvarla , vuestra opinión mrrirá también con vosotros ; pero dexad vivir y morir leales, quando importa, á los demás hombres , que honrados y unidos á los votos unánimes déla España entera , disengañada desde el mayor has» el menor, signen la justa causa de su Rey natural. Recordad vuestra buena fama anterior , no .viváis mas inertes pusilánimes entre los proditores y sacri. ligos , que se embriagan á vista vuestra en las tabernas con los vasos sagrados. ¡ O verdadera religión ! ¡ qué poco debes hoy á muchos de los que has eugen. drado! No muere mas (pie una vez el valeroso y el cobarde; pero el hom. ore justo vive eternamente con Dios. Abrid los ojos y las puertas al valeroso excrcito del principado, que ra » mezclar vuestras cenizas con las abominables de sus opresores injustos, y refarcireis vuestro crédito. Confianza en Dios , diligencia y esfuerzo. SS iMa« Jbon 24 de junio de 1803. Zf El general comandante gobernador de Menorca." Reimpreso en Buenos-Aires , En la Imprenta de Niños Expósitos, año de lfeOtí, CARTA DE NAPOLEON PRIMERO / — ^ A SU CUÑADO EL GRAN DUQUE DE BERG. jf~ÍBrmano mió: quando el primero de Junio os escttbf mis grande» proyectos, de que he querido fuerais vos y Bertier los únicos depositarios , bien creía que aun !a España no había dispertado del profundo sueño en que la habjan puesto las adormideras que la diera el valido de mi intimo amigo y caro aliado Carlos IV; pero ase enemigo de todas las naciones, ese chismoso y enreda» dor del continente , ese tirano de los mares, ese::: {lo diré? sí, que á vos nada debo ni ptiedo encubriros; ese mágico , ese maldito, ese don Quixote de la mar, ese ladren de Copenhague, el ingles, ya lo he dicho; sí, el ingles ha esparcido por todo el continente, y aun á be- neficio sjn duda de sus esterlinas ha encontrado la má- gica de poner sobre mi bufete un tan sin numero de pa- peles españoles, que os protesto á fe de católico* apos- tólico romano, que me han hecho consumir seis libras de rapé seleclo. Ya habia notado que el diarista de Ma- drid, vuestro intimo confidente, se iba cansando de pro- digar alabanzas de mis ínclitas y esclarecidas virtudes; ya vi en él, que aunque la Junta de gobierno y el Consejo de Castilla habían recibido la ley de Bayona (gracias á. vuestras bayonetas) todavía abrigaba la España descon- tentos, insurgentes, vandidos que levantasen el estandar- te de la rebelión ; pero no me daban cuidado alguno, pues con las medias que estaban tomadas muy de ante- mano por el rey de bastos de los Algarbes y consejo mió, parecían las cosas dispuestas de tal modo , que me con- sideraba ya sucesor de Carlos IV sin necesidad de tirar Un cañonazo. Verdad es que los chulos de los manchegos y guardias de la casa Real desconcertaron mi plan prima- lio; que quando yo suponía á mi caro amigo Carlos, ásu María Luisa, y toda la casa de Barbón española hechos toditos pasto de los peces, me hallé altamente sorprehen. dwfo con el parte de Fernando VII y con el vuestro, en que me relatabais lo acaecido en Aranjuez, y aun me acuerdo que vos me pintabais muy al vivo el entusiasmo nacional, la alegría de todos los españoles, y el impon- derable general regocijo con que fue proclamado y reci- bido en su corte el joven Fernando. vM¡*Í6 Caseta de Falencia* c ^ - Señor Redactor de la Gazeta : mi tertulia no e» do aquellas en que el luxo , la murmuración y la avaricia del ju;go hacen las delicias de los concurrentes. No Señor nada de eso. No me acompañan baxo de mi humille chi- menea ni Títulos , ni Señorones ; ni me pesa , á fe de Castellano rancio. Mis eternos contertulios son el Bachi- ller Machuca , el Babero del Lugar , el Cirujano de las bestias , y el Sacristán Juan Lucas , que sabe mas latiti que el Domine Retiro, eterno azotador del occidente de mi persona. Hace ya algunos meses , que en este respe» tibie congreso se esta formando un nuevo mundo , y se está preparando la dicha del género humano , al misma tiempo que el Lugar no se piensa mas que en arruinarse á puro pleytos , y en hacerse la guerra unos á otros sin respeto y sin gobierno ; de suerte que está ya para pegar un estallido. Aseguro á Vm. que el tal Pueb'ecito es U vera efigies de nuestra intima aliada , que va á ser un mon- tón de ceniza. Yo , aunque á pesar mió , soy el retrato de Bonaparte que quiere hacer la felicidad del mundo, mientras que patillas se lleva a toda prisa su Imperio, su Fra ncia y sus exércitos , y mis Contertulios ; el respeta- ble congre«o de B lyona :: t ah! qué Bayona ! i:: Qaando estaba yo rodaado de estas tristes ideas, liega el prospec- to de la Gazeta de Vm ; me subscribo , y veo que á pi- tar del orden , claridad y buena lógica , ni Vm. ha daio en el busilis, ni todos Iqs de su ralea conocen en que ven- drán i psrar estas misas. Yo , como el faraute y el palo de la gayta de mi tertulia, mas que Vm. sea de contraria opinión, voy á sacar á reducir nuestros vaticinios y nues- tras congjturas , con Sos qurilcs creo no equivocarme ni el canto de un real de a ocho. El día ir,, veñs % nolis , se ha celebrado el congreso en Bayona , bueno ó malo , con vocales ó sin vocales , que para hacer los tiranos los que les da la gana , á nadie con sultán mas que á su ambición y á su descoco. Bonaparte sabe , que de ningún modo puede pasar adelante con su maligno y disparatado plan ; y el que no puede pasar adelante, ni estarse quedo, Señor Kedactor de la Gazeta, ¿sabe Vm. lo que hace ? volverse atrás. Bien conozco que el orgullo y la ambición del negociador de la escla- vitud , y del traficante de la sangre humana , sufrirán en esta ocasión mucho menos que lo que se merecen ; pero ahora empieza por este pequeño ensayo la pasión. Páreseme que Oygo: y que veo ahora mismo pintipa- rado al hijo de las olas de Corsega , al pigmeo Napoleón» que dirigiendo la voz á los españoles de esta Junta , lest dice con un tono entre chungón y colérico: Ya sabéis a lo que sois llamados. Mi objeto ha sido regenerar á la España , y reformar una constitución que se desmorona , y que se cae A pe- dazos de puro vhja. Nuestros Pueb-los insultan mi celo generoso. Jh \ qué españoles! i Son locos} i A qué carga de agua vunet todo ese aparato de rebelarse , nombrar Generales , levantar Ejércitos , y andar por esós trigoi en busca de Murat y de sus tropas} 1 No les he dicho mil veces que soy su amigo y su alia- do} i No me duele la boca de anunciarles que ve^go á hacer su, felicidad} Nuestros paysanos son unos despegados , unos in» patos , y unes:::: Aquí habrá un peco de silen- cio, y no faltará algún español, indigno de tan ilustre dictado , que quiera pedir perdón en nombre de su patria. Pioseguira Bonaparte : Os ofrecí la /¿licidad , y voy A cum- plirlo. Aqui deberá ponerse S. M. 1. y R, algo balbuciente ) tartamudo. Conoced mi nobleza y mi heroyeidad. Fernando ataba mal puesto sobre el trono» sin legitimar de un m?do mas (■lato su autoridad. Yo que siempre le he mirado con particular fedi/eccion , he hecho renunciar la corona A Carlos y A los de- , haciendo recaer en mí esta solemne abdicación. ¿ Pero para píl diréis. {Acaso para unir las Empañas á mis inmensasprovincias} "Pt vinci.hr 'de arengo 'y del tforte- ^neces'ta mas ¡olio que su nombra? No lo creáis. He adquirido los tter¡¡t< chos al tro rio para renunciarlos en vuestro Principe. Carlos n\t dió la corona ^ y yo se la vuelvo con mas lustre á Fernando. 4}¡l lo tenéis: pero vuestros insultos y vocinglsria, ya no os kíc^n acreedores á mi omnipatente protección. $i acaso el ¿Batísta de Madrid ha dicho que yo iba á mudar de dinastía , es un rateri/f0% pícamelo, mal hombre (r). -.Quién h dixo al ver gante tal m- prstura} Es un miserable que me ka desacreditado; pero p /c éffez'CO aue tlivara para peras. Cátese Ym. al píe de la letra. Señor Iledaftor, !0 que ya á suceder, y apuesto la subscripción* de un año, y Ym. me la dará de valde. Eite es el resultado de las sesiones de mi chimenea, y este será el paito de los montes de Bayona. Gracias á la energía y valor de la nación, y al visible favor del ciclo. tfO que sucederá después , aun no lo sé: pero la presencia de nuestro amado Soberano mudará la faz del minio. Por lo pronto nadie le quitara a) diarista de Madrid el que le aprieten el gazriafce , ni á ,mi el ofrecerme a su disposición , como su afecto y apasionado.-F. Angulo* (i) Para justificar mejor la entruchada , es regula; que mande ahorcar á este Literato, -i. » .'. nii iitiiA ti n * 1 •.....i * Reimpreso en Buenos Ayrts \ Imprenta de Kmos Expésitoh Ano de 1809. IA NACION ftÜPAÑOLA A S0S HERMANOS los portugueses. £jLegó ya la época gloriosa, portugueses, de sacudir elyugo destructor que nos oprime : valerosos deseen* dientes de los Acuñas, Gamas y Alburquerques , España as llama: despertad del letargo: acordaos de las glorio- sas hazañas de vuestros padres; á estas sois deudores del honor , riquezas y representaciones que gozáis: ¡hasta qusndo habéis de ser fríos espectadores de los horrores que oprimen a la Patria! ¡Qué fatal destino es Portugal el tuyo ! ¡asi be abandonan tus hijos al'capricho de un tirano, que todo lo promete y nada cumple! Os Mama sus hijos queridos , y pagáis este dulce nom- bre con 100 millones de pesetas; declama contra la aban- donada agricultura, y arranca de vuestro seno los ro- bostos brazos que la cultivan, emigrándolos con vio- lencia al Norte, para ser allí sacrificados á sh ambición siri limites: ofrece respetar vuestras leyes, y su código luego las destruye. ¡ Religión , Santuario y Ministros, qué degradación no habéis sufrido 1 Lisboa , ciudad opu- lenta y religiosa, patria de héroes, ¡qué fin tan la- mentable te espera, sin Rey, sin nobleza ni comercio! Y» no existes: tu gloria acabó para siempre. Restos glo - liosos de los Castro* ; Ataydcs y Mascareñas , reWivir y electrizar á vuestros compatriotas: intimadles ; que se* imán á nosotros: cejad ya en vuestros odios y rivalidab- ais; Taj» ya no existes. Portugueses nobles y genetosos, unámonos i 1« patria lo exige; ruestros intereses sor inmunes: acometamos á una: divertid sus fuerzas tan decantadas y será* destruidas: el amor de la patria os ¡•'fiama : corramos á las armas, amigos: unión y cons» timcia se necesita y hemos vencido. ?..-Í£ '.«»ír¿n2¡í cr,fctlaií v .fr tornar, nn afijáispn-.c H. ■ {