Jbsef. Lefebre estaba alojado en el Torrero, Verdier «, barrios del Carmen que ocupaba. Bl día ta y 13 los fmpi en esparcir especies de un ataque el mas atroz, al mismo po que hacían llegar á los oídos del general las proposicionci HsoDgeras de capitulación, ofreciendo que seria la mas venti contentándose con que Zaragoza admitiese á la tropa ín Es bien notorio el 60 á que se dirigían todas estas lisonja las que se hizo el aprecio merecido, respondiendo á todas con el cañón. Desengañados los franceses de que ni la fuer« la falsedad reducirían á Zaragoza , llamados por movimiento Francia, desanimados con los golpes de Andalucía y Ci saciaron su rabia revolviendo sus furias contra los edificios Torrero, contra el Convento del Carmen , contra el de Su, gracia, tumba de los Mártires Cesaraugustanos. La nocbedd al 13 se vieron los incendios del Torrero, y de los barría Zaragaza : ardían aquellos monumentos augustos de la antij cristiana, el Hospital General y el incomparable Cooreoq San Francisco para disimular su fuga continuaron su fur á las 1a de la noche del 13 dispararon varios cañonazos,, ultima de sus graoadas. Se conocía lo mismo que constaba por los avisos que iba gando, que los franceses iban á desertar el sitio, pero q vino la mañana quedó descubierta la retirada de los eaeu Después de dos meses de la mayor opresión se vió libre Zara salió á ver por sus ojos la fuga de sus sitiadores, las pntr Sta. Engracia, del Carmen y la Quemada, el Torrero, b blanca, las baterías de toda la circunferencia abandoné descubrirse un francés en toda la comarca. La buida de estos brea, mas es una derrota que una separación, pues toiict campamentos han quedado cubiertos de víveres, municiono mas, cañones y obuses , muebas alhajas y ropas del pillag* pueblos saqueados ; bombas y granadas, y todo genero den tos. El 14 de Agosto ha sido un dia de victoria y de alegría» hemos roto las cadenas que quiso echarnos al cugI'o 1» francesa. Los incendios y siete mil bombas han desado d< • Ja séptima parte de la ciudad y llena de ruinas, pero su» ci ros la miran ahora mucho mas hermosa con el grande no8 attCIM fama que estas le han procurado. Reimpreso en Buenos- Ayret: Imprenta de Niñof 8*f' EDI CTÜ ¿ (¡^ DEL ILUSTRISIMO S*. OBISPO DE BALBASTRO, para el alistamiento. Agustín por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Obispo de Balbastro del Consejo de ti M. A todos nuestros Diocesanos salud y bendición. Las terribles circunstancias, en qne se vé constituida f» Ínclita nación española por las perversas tramas del verdadero enemigo común; la infausta suerte fjue con el disfraz ridiculo v burlesco de feliz regeneración prepara para España el menti- do héroe, que por dolosos artificios ha tenido desgraciadamen- te alucinada a la incauta muchedumbre; nos imponen como un deber esencialisimo de nuestro pastoral Ministerio la obligación de expediros las presentes letras, dirigidas u exhortares á la mas pronta y alentada repulsa de uua agresión, qne no tiene exemplo en las pasadas edades, y que por sí sola formará una época de abominación y de oseándolo en los fastos de la histo- ria universal. Oíd pues la voz de vuestro amante pastor, que sin preparación ni estudio, os dice lo que buenamente le dicta u coumorido corazón. ■ . Todo esta en peligro, hijos míos muy amados, todo está en * ligro para nosotros si la nación no reúne todos sus esfuerzos: • • pero todo está seguro, si los españoles no amancillan vilmente u decoroso, su glorioso, bu inmortal nombre. Religión, sa- nia , monarquía famosa, noble independencia, legislación sa- la , costumbres honestas, ciencias adelantada*, artes promo- vías, comercio floreciente, industria vigorosa, todo será en- uelto en nuestra ruina, si metemos el cuello baxo el yugo bar- de! déspota que nos invade ; pero todo renacerá , y con veloz caminará á su complemento y perfección, si con uestros brazos y pechos oponemos un cauro de bronce á la alculable, á la desatinada ambición del aquel tirano. Mirando la cosa por otro lado, nuestro anterior gobierno mastú, que este es el termino de moda, fue pérfidamente en*- ***4o por el que á boca Ueua se llamaba caro aliado j amigo»y al cabo se lia visto conducido á cierfá especie de desespera, cion. Nuestro legitimo y suspirado Soberano el Sr. D. Fernan- do. Vil y* los. Serenísimos Señores Tufantes LV Carlos y 1). An- tonio, se hallan arrancados-de nuestro geno por el fraude j )a violencia y puede decirse que lloran inconsolables eutre ver7 gpuzosas cadanas. La- nación enterares á loa-ojos del intruso y malvado que con uñas robadoras quiere hacerla su presa, un enxaiubre de insectos despreciables o una sociedad de hbmbres fútiles' que no merecen siquiera la consideración honrosa de que se les sujete con . lar fuerza de las armas, sobrando para esclavizarlos un poco de. grosera y mezquina maña. ¿Qué es esto buen Dios?' ^¿ nosotros ¿ qué hacemos que no corremos presurosos, que no. volamos á vengar semejantes agravios? Es menester mas: no quedaremos en el lugar que nos corresponde en la escena de las naciones : degeneraremos de lo que somos ; nos envilecere- raps .si oo resarcimos nuestras menguas con exhorbitantes usu- ra^ .... Peí donad , hijos mios , uft ligero extravio de una fanta- sía, demasiado acalorada; soseguémonos y continuemos con tran- quilidad nuestro gravísimo asunto. Penetrada la invencible España de lo que llevamos expues- to*, sacude el ignominioso abat imiento -en que-por largos año» yapia,,-desplega au carácter y llena-de valor , sobrada de gente, , abundante en recursos se arma en masa.para servir de cuchillo que.corte la infame.garganta .del decantado Conquistador que mal seguro en el recinto de Paris ha venido muy despacio á la pequeña Bayona con el ufano proyecto de ser nuestro verdugo. Unámonos , pues , lujos ni iosj á la causa común; en este guerra lodos hemos deser soldados, y el primero de todos entre vosotros será, > ucstro indigno Pastor, el qual pue»to á vuestra frente levan- tará con la mano siniestra, para animaros, la señal sacrosanta de la victoria del pecado, y empuñará el acero con la derecha para sacrificarla por una espec ie de nueva unción etnpapáñdola'-en la sangre de los euemígos. No sois igoófantes y por eso no teme- moj,quecos ecandaliee este, letiguage que en los casos ordinarios es-privalivo.de los Ministros del Dios de la Paz y amantisirno de Va caridad.. Solo la ignorancia, la preocupación , la pusila- nimidad ó la intriga podrán desaprobar el laudable consejo ujf os d^UAyí» .¿ai --pues- *U kabcplo-apreudido en la escuela de-la «5Í los s funda a mentos de la1 vamos pronto ; aña- Skerada, en eí mismo Evangelio y en bien estudiadá y entendida. Ea , á nuestros timbres, el de un fusil diestramente mene- •cometamos con denuedo al enemigo ; persigámoslo h;»*t*<. Itimos reductos ; sea completa su derrota y su pérdida hOutl i Dudáis que así se verifique ? ¿ Cómo dudarlo? Belo no puede favorecer su causa que es la mas execrable, Kdo la mas justa la nuestra , precisamente nos ha de ser ■... ■ció. Harto lo va manifestando por felices y claros indicios, ■bligan al observador sensato á asegurar prósperamente del ^■de la empresa. Líos soldados del mas católico de loa Reyes Hein duda heroicos vencedores {de las tropas mezcladas y Hta» del mas impío de los hombres , á quien nos desdeñamos ^tiar Soberano , para perfeccionar el contraste, porque no H en su cabeza sino una diadema ehmera > que carece todo Hy derecho. Las mejores armas , que son las preees de la SantarMadré la Iglesia ', y las obras buenas de sus hijos 1 Bodas a'nueshro favor, quedando solo al suyo el grito fu- He los vicios y pasiones, que encenderán la'colera de un Vengador, y armarán su brazo durísimo con dardos des- ves. Aun atendiendo al curso regular de |aa cosas humanas Hno debemos esperar nosotros, y él que iut debe temar * Se Bó pata siempre la mina fecunda de la España, y eti ■í m los auxilios de todas clases, que pródigamente le ha Jeado para la execucion de sus planes caballerescos , alio- resentará , sin violeutarsejnucho , un millón de■ guerre- ados de todo el calor del entusiasmo. Los exéreitos in- dos eu Portugal y España, son como sr^io fuesen y en diaí desaparecerán como el polvo que levantan los ura- 5üs legiones del Norte jrla Italia oo pueden.desmembrar-- espacio demasiado vasto las separa de los Pirineos y o debe colocar eu ellas una segura confianza La desafor- Francia despoblada ; empobrecida , destruida v hf.-cha • por su feroz dominación á las demás naciones, anhela y~ - "toe para derribarlo de un trono vacilante c¡utí se ha for- - ^«19 maniobras", y ciertamente nu leudará un conscripto. • • Alehrania , Prusia, Süecía, , pirtaiuaitca é Italia entera, Eu !*p* por medio de una próxima liga caerá sobre éí furio so torréate, y.lo arrastrará entre sus espuma».,aguas, siguiéndose de cerca a su exterminio el de Tos indi de su familia, que oca pan unos tronos á los que la política ciosa ha reputado siempre momentáneos. Sobretodo^ nueva, buena v ya perpetua amiga la Inglaterra con su combinador, sagacidad profunda, tesón incansable, y profr arbitrios, presidirá i la grande obra, que se medita y |)or racione» prontas y decisivas realizará la humillación cotn de su rival en términos tan cortos que el valiente soldad» tenga que buscar el abrigo contra loa rigores del frió un en el quartel o la tienda, sino que antes 'bien coronado de relés, que habrá cortado su espada, se siente en medio & honrada familia para entretenerla con la divertida relaciot ■us triunfos. Concluimos, hijos míos, encargándoos por las ado •entrañas de nuestro Señor Jesucristo, Obispo y Pastor de» tras almas, que el valor con que hagáis el servicio de d tra milicia, sea según las leyes y reglas cristianas. Lim ioi la penitencia de la inmunda y asquerosa lepra de la eulpa, mentados con la carne y sangre del Salvador por la digna cepcion de la Divina Eucaristía, no volviendo á caer o le tandoos prontamente en vuestras marchas, en las guarní en los ataques no se trate sino de ofender al enemigo, j esto sea sin mezcla de vicio alguno, y únicamente impu' de estos grandes y poderosos motivos: la Religión, el la Patria, y nuestro Honor. Dado en Castejou de la Puente, de nuestra Diocesiia de Mayo de 1808 «sAgustín, Obispo de Balbastro =¡=Por dado de S. I. el Obispo mi Señor.«=D. Josef Ayllon Rod Secretario.— Concuerda con su original de que certifi Malaga 29 de Julio de 1808.— D. Joaquín Pascual Bar Secretario primero.—D. Rafael Arroyo, Secretario sejj ( Diarios de Cmdix números 222 y 223.) « Mamprese a* Jiuenot-Airrs , En ta Impremía de Niñe* S- Año de 180b, le. CCVT-ESTJCJOff 4 una de Us cartas ¿ti nuevo Diario it Madrid.. Eñor Marchen* , Señor Diarista ¿«1 nuevo cuio : »¡u duda *bla vd. ea su Periódico como un Séneca , aunque no Espa- I. O todos tos diablos concurrieron á cu generación • ó los rsccraes qae son peores le protegen. Ya gracias & vd. que roto la valla hemos salido de aquel estado infeliz de bestia* ■ ¡que aos habia sumergido nuestro antiguo, tnvecil y estólido obierno. Ya con toda libertad pocemos hablar y eteribir, por jo medio comunicaremos nuestras ideas y llegaremos á ser rft«lamente sabios como vd., dando el primer paso á la felá- idad que nos prepara el Señor D. Napoleen y su satélite 'urat. Yo, Señor mío , soy un Español rancio fabricante de loe ejorea ladrillos y texas que se conocen en este Pueblo y spiaardo su comarcano , muy Amante de mis legitimes Sobe- mos , y que deseo saber á quien debo prestar mi obediencia] ibre de remordimientos interiores , y al mismo tiempo deseo uoj otar mi felicidad como qualquiera otro hijo de veejoo. Para llenar mis ideas completamente he determinado acer al Señor Napoleón algunas preguntas; pero no teniendo emunicacioa con tan alto Señor, me valgo de vd. á fio de .que or su medio lleguen á su noticia , pues estando tan puesto ■> hacernos bien , no se desdeñará de contribuir á un fio tan o$to. No espere vd. discursos filosóficos ni políticos de un hombre e mi profesión. Hechos desnudos de todo raciocinio son los que " presentaran á la fas del orbe presente y futuro, y hechos aM verdad está demostrada por la Francia. Dilacerada esta rrciosa porción de la tierra por la ambición, ó sea qualquiera tr* la causa, vimos sucederse rápidamente unos antropófagos J< destruyeron el Gobierno Monárquico con que habia sido «tet-ida y engrandecida desde tu primer fiey Faramundo, sin r» interrupción que la ligera anarquía del rey nado de Teó- rico 11 hasta el desgraciado Luis XVI, a pesar de la» diosa- de Us Carloviogios , Capetos, Vakis y JJoTbones Submtuieren U democracia, siguió el Consulado, y por