litares de comunicación, tanto entre sí, como con fot exercttos españoles, y muy principalmente entre el del Marques y el nuestro de Entre Duero y Miño (a) Aunque el editor de la gazmia portuguesa no nombre el sugeto que escribe y dirige esta interesante relación desde el Quar- tel general de Chaves, se colige por el ultimo periodo de ella , que es de nlgnn general portugués , ó qtiando menos de algún oficial de jrrathiaeuwt, q«e «ia á tratar can el Marques de la Romana sobre asuntos marciales : k> que hace que estas noticias merezcan un prudente asenso. En orden al estado, sucesos, y vicisitudes del exercíto del Marques de la Romana pooo antes de su retirada, durante ella, é inmediatamente después que entró en Galicia , no se ha encon- trado en los papeles públicos que han venido á las manos otra cosa , que lo que se ha extrac tado ; y en quanto al estado del re* no de Gnficía después de la entrada de los franceses , y dtl n embar- co del exercito ingles , no se ha descubierto otra cosa , que lo que refiere el que escribe desde Chaves como noticias qwe le comunicó el mismo Marques de Ja Romana. A su tiempo la S/iprema .Junta comunicará la» noticias de los pormenores y circunstancias que alio. Ta se desean saber. La ocupación de la Galicia por las armas fran- cesas nos consternó demasiado en *d moraeu¿ i.Hi,.- haraganes , y conduciros á países extraüos en donde podáis manifestar la fuerza de vuestro brazo , y acometer famañas ¡aventuras , que vuestro nombre sea celebrado en los últimos confines de lia tierra. Regeneración es poneros en estado de poder seguir la voz de la i naturaleza corrompida, y satisfacer sin escrúpulo vuestros apetitos , qui- I tandoos de la vista el coco, que os aterraba de l¡i justicia de Dios, y pe- I ñas eternas del infierno. Regeneración es libraros del cuidado de admi- J nistrar vuestras haciendas , y disponer de vuestras riquezas, ponit ndo i unas y otras en manos que sepan darlas mejor destino. Finalmente, Re* a generación es una cosa que ni los ojos vieron , ni los oidos oyeron , ni I el entendimiento español puede adivinar, por ser cosa muy superior á I gus alcances , aunque muy necesaria para su verdadera felicidad ( y mu- I cho mas para poner en planta el gran pioyecto ó sistema continental ; Y qué es eso , me preguntan de sistema continenitd ? Aqai, señor, i me he visto obligado a confesar mi ignorancia. Es un misterio , que V. 1 M. no se ha dignado revelarnos sino á medias. Quiero que 1© creamos 1 sobre su palabra; y en esta favorable disposición no se haya y& ningún español, y aun menos vuestro apasionado.—El peninsular tlotentote. DIARÍO DE SANTIAGO íl DE JULIO DE 1808. El mismo Hotentotc de ayer remite á S. M. el Emperador la arenga can que nuestros vocales de Bayona felicitaron al tirano Napoleón el 15 de junio ; con las notas que á su rudo entendimiento se le han ofrecido. ,,Señor: son bien notorios los importanti*ir!os fines con que hemos lido llamados á esta ciudad por el augusto hermano de V. M., el invicto Napoleón , Emperador de los franceses y Rey de Italia." En efecto, son bien notorios estos fines , y no quisiera Napo'con que ¡o fuesen tanto á los apañóles , á quienes creia menos advertid**. „ Establecer las bases de la felicidad permanente de nuestra amadá patria es la gloriosa tarea que se nos ha impuesto." No se pueden esta- blecer otras bases quando falta /a primera a principal, que es la autori- dad legitima , ni puede ser par» Vms. gloriosa una tarea reducida á fir- mar de grado ó por fuerza quanto se les présenla. ,, ¿ Y qué cosa mas propia que venir •*csde luego á protextar delante de nuestro Rey , delan- te del Xcfe de la nfteion española , y centro de to las nuestras esperan- zas, el sincero zelo y ardiente esmero con que en esta grande ocasión nos dedicáremos á desempeñarla ? " Señores voca'ei, no se cansen vms. que no queremos reconocer al tal Josef , ni como Rey ni como Xefe de la España , y menos como centro de nuestra esperanza. Esta ¿a ponemos en Dios , en la fuerza de nuestro brazo , y en la Justicia de nuestra causa. Vms. desempeñen como quieran ó como ptiédañ su comisión , mientras que 400 mil brabos compatriotas de vms. pro< art/n por acá desempeñar la suya. ,, Sentimos , señor, en nuestro corazón la división é inquietudes momestaneas que agitan y turban*algunas provincias á instigación del T"lgo que no reflexiona, y que es muy digno de compasión quando Vuelva de sus errores." ¿ Con que. yu no son ios agiotistas ingleses , sino el vulgo quien excita estas divisiones y turbulencias ? ¿O acaso tiene ¿aInglaterra tus agentes y plenipotenciarios cerca de su baxeza , el seño, vulgo, en las tabernas y figones de España > Bien haya tal vulgo qut bien ha conocido sus intereses. Puede ser que no tenga ti gusto tan refi- nado como el populacho de Atenas y Roma; pero á nadie cede en saber ¡0 que le tonviene. No le tengan vms. lastima, téngansela ó sí mismos , que piensan volver todos á España hechos unos archipámpanos , y no lo pen- sarían sí conociesen tanto d Napoleón como el vulgo a quien vms. despr¿ eimn. ,,liemos hecho v haremos quantt* este de nuestra parte para a traerlas á Ja tranquilidad y al orden ; parque nada importa tanto en este momea- to como el que no opongan estorbos al cumplimiento de los benefieos de- signios que tiene sobre nosotros el héroe incomparable que se ha propuesto vivir inmortal en la reconocida memoria de nuestra posteridad mas re- mota." ¿ Quanto no agradecerá Napoleón los esfuerzos , aunque xn~ nós, que vms. hacen para tranquilizarnos ? Seguramente, no quedarán sih recompensa. Díganle vms. de nuestra parte que la empresa es muy gloriosa , y que solo el haberla intentado le basta para vivir inmortal en la' reconocida memoria de nuestra posteridad mas remóte. A este fin co- locaremos su immgen en todas las mamparas de nuestras antesalas , y perpetuaremos su apellido honrando con él á nuestros generosos mastines, que siendo símbolo de gratitud, recuerden á los siglos venideros la mucha, que si nos descuidamos hubiéramos debido al héroe Bonaparte. ,, Noso- tros ofrecemos cooperar á que se cumplan , y avudar como siempre a V. M. con la lealtad y fe debidas al glorioso empeño que ha contraído de no reyaar sino para el bien de Us españoles." No se puede pedir mas ni imaginarse mayor /callady fe que la que vms. ofrecen guardar á un hombre que contrae empegos sin necesidad, y que tiene tanto derecho á ia corona de España como el gran Mufti ó el Preste Juan de las Judias. Empeño muy digno efe un monarca que la fama ha dfldo á conocer al mundo como modelo de dulzura y de bondad : que era las delicias del pueblo que regia , y ahora os objet» de su llanto, porque lleva á otra parte su* virtudes." El empeño' de ese monarca tan dulce y tan bueno como vms. le pintan , debe ser el de volverse á su Ñapóles , ( aunque si tuviera conciencia no lo lutria ) r estituirse á sus vasallos , bien ó nial ad- quiridos que lanío le lloran ,y dexarnos en paz á los españoles , á quie- nes tanta dulzura empalaga. Asi todos quedaremos contentos , y habre- mos pagado á S. Ai. la* incomodidades del viage con el susto , que no ha sido pequeño , de que nos Lraxese acá sus virtudes , que no trocamos por nuestros vicios. GAZBTA DE MADRID tiel Martes ió de Agosto de 1808. ¡GRAN BRETAÑA. ^Londres 4 ¡U julii. En el discurso del Reí á ambas cámaras de! parlamen- to sobre los negocios España é Italia se han manifestado unas pruebas nueras,, y que dan golpe , de la ambición desmesurada y pernicio- sa que estimula al enemigo común de todos los gobiernos bien establecidos, y todas las naciones independientes,: que hay én el mundo. S. M, mira con el ínteres mas vivo el espíritu leal y determinado que manifiesta la nación española en resistir la violencia y peifidfa con que han sido atacados sus mas. preciosos derechos. La nación española, lirchatrda a*i noblemente contra\ la tiranía y usurpación de la Francia, no puede ser ya considerada como enemiga de la gran Bretaña , si no est;í icconocida por S. M. por sn amiga y aliada natural. Se nos ha mandado informaros que S. fll/I. ha recibid*- comunicaciones ¿le vaiias provincias de España solicitando su ayuda La respuesta que ha dado S. M. á estas comu- nicaciones ha sido recibida en España con todas las de* , mostracionrs de aquellas sensaciones de confianza y ¡>f:£to que co- genian con los sentimientos y con los yejdid ros intereses de ambas naciones; y £. M. nos manda augura- Jos que continuará en emple?r todos lo« esfuerzos qu¡ le «can posibles para apoyar la causa de España, giianiose t» qu¿i ta a la naturaleza y el modo de dirigir sus eif.jer- , Zwfe poi los des os dé aquellos en cuyo ¡pvor se emplean. Cuntí ib endo ad al izúz exito de e*ta ju.ta y fclo-