i! NOTICIAS DE ROMA * / ve de 28 de marzo de 1808. El Emperador Napoleón ha pedido á S 5. ¡e conforme con los siguientes articules. El Papa pagará t$2> escudos mensuales al imperio francés. Respuesta. El Papa dará lo que buenamente pueda. 2> Su Santidad accederá á la co federación del Rin. R. El Papa no tiene enemigos ; pero cerrará los puertos A los ingleses. 3. El Fapa admitirá el código Napoleón. I. Ya tiene la Iglesia sus leyes , que no variarán. 4. Su Santidad Hará que á lo menos una tercera parte de Cardenales sean franceses. R. Su Santidad recompensará con gusto á los eclesiásticos franceses que sean dignos del capelo. 5. El Papa reconocerá á Joseph Napoleón Rey de Ñapóles como á R y de las dos Sicilias. K. El Papa lo reconocerá en el estado en que se encuentra* Hota remitida por el Secretario de estado de S S. A los Ministros extrangeros residentes cerca de la santa Sede v,El Cardenal Grabieti , primer secretario de estído , ha tenido expresa orden de S. S. para par- ticipar á V. S. que el atentado que ha cometido la tropa francesa , con las personas de los Cardenales naturales del reino de Ñapóles , nunca hubiera creído que se hubiese renovado con los demás Cardenales naturales del reino de Italia , y en los dominios agre- gados á la Francia. Ya no ignora el santo Padre que no es sola 1a soberanía temporal la que se tira á destruir , sinoque dif?c"lamsnte se acomete al gobierno espíritu de la Iglesia romana , representada en el sacro Colegio que es el senado del sumo Pontífice. Este principio y esta máxima destructora de lo, vínculos mas sagrados , que con la fuerza del jura. mentó ligan á los Cardenales con el Papa , se ha rita, nifestado bien á las claras con infinita admiración da todos en la achual tribulación que está padeciéndola cabeza de la Iglesia. Solo en la historia del tiempo republicano, qUff fue para Roma un tiempo subversorde las máximas mis sagradas , se halla este exemplar. Ningún principe secular que profesa la religión católica ha llegado jamas á obligar al regreso á sus propios estados con el pretexto del vasallage á los Cardenales de la Iglesia romana , respetando en ellos el eminente carácter que estrechamente les liga con el sumo Pontífice; y mucho menos llegó jamas a hacer os expeler y deportar con la fuerza , arrancando de e-re ■iodo tantos cooperadores de la Iglesia universal y de la cabeza de ella. Este atentado , que forma un punto de escándalo para la edad presente y la futura , ha traspasado increíblemente el alma sensible de S S. asi por el insulto gravísimo hecho á la dignidad Cardenalicia, como por el ultrage á su soberana persona , sin haber exceptuado siquiera á su Vicario , á su primer Minis- tro , ni aun á los mismos Obispos , echándolos de sus respectivas diócesis. E¡ santa Padre conocimdo el daño que de et.to resulta al gobierno espiritual de la Iglesia , ha mandado al exponente que reclame alta- mente contra este desafuero » y juntamente reclame la restitución de sus Cardenales , arrebatados a viva fuer- za contra el derecho de gentes. Por lo demás , co» la mayor resignación á los ¡c;cs de Dios , asegurado en el testimonió de una' onCiencia pura , que padece pacientemente por la stjt-ia tos nras duros tormentos sin haberlos mereci- - . y fiel á sus sagradas obligaciones , después de iba hecho lo que podía para conjurar la tempestad pe agita a la santa Sede , dexa al cielo el cuidado protección de ella , y á la posteridad el juicio de ¡ti causa, estos son ios sentimientos con que S. S. mandado expresamente al Secretario de estado» exp'ique con V. S¿ y en cumplimiento de su b catión á obedecer el soberano precepto se ofre- ea V. S. &c. X.LAMAC10N QUE HIZO EN BRAZOS DEL Car'en.il Rinuccini , N. 5. P. Pió J^ll. al tiempo de darle la fúnebre embatada de haberse visto violentado el Sr. ü% FERNANDO P'll. para la abdicación de la Corona de las Espahas , cuya noticia recibió á los 12 de Mayo de 1 808 r seis diat después de dicha abdicación. Dexame, ó mi amado Heimano en Chriito ; Carde- I, déxame , que con estas mis caducas lágrimas riegue suelo de esta Patria , seno antes de las delicias de Dios de su lg'e«ia , y ahora de algún tiempo á esta parte, fcfti y desgraciada por los filsos seductores de todo Oibe : déxame llorar , y tus amados brazos sean báculo en que se pueda sostener este anciano y roo- , blindo cuerpo, cuya a'ma solo espera verse en la Jscncia de aqwcl irritado y justiciero Dios; de aquel 101 infinitamente ofendido No me acrecientes con s turas el acerbo do;cr de ver el suceso de nuestro «y amado en Cristo , H jo FERNANDO, muy seme- ■t? y casi á ptfnto d? verse la España , come se vio. tiempo de nuestro Antecesor en el año de 1798, e.ite rj el Santuario desolados, robados y ultrajados, unas Legiones de inhumanos , por unas Tribasde engañadores; pero animo Españoles qu»Díosv0|. ▼era por nuestra causa i Dios justo ( y quan inconi. prehensib es soi tus jjicio» ¡ Bien sabéis j O mi Di0ii que desde que abrazó el timón de la nave de tu dict^j verdadera Keligiot , solo mis efuerzos se han Año de 1808. Í4 SÜfLÉME&rO A LA GAZfcTA DE MADRID \)\) del Martes 16 de Agosta de i8c8. CATALUÑA, La falta de comunicación directa entre esta corte y el principado de Cataluña impide el que podamos insertar en este perióiico noticias circunstanciadas de los sucesos ocurridos de dos meses á esta parte en dicho principado, cuyos naturales , á imitación de los de las demás provin- cias de España , han lucho y hacen todavía los mayores y mas generosos esfuerzos á fin de sacudir de sí el infame yugo y la opresión de los franceses. Sin embargo, creemos rio deber privar al publico de las noticias que hemos po- dido recoger de las gazetas y diarios de otras provincias, y de algunos pocos de los que se publican en varias ciu- dades de Cataluña, sobre los acaecimientos de ella, reser- vándonos darlas mas individuales quando se abra la comu- nicación con aquel principado, y se comuniquen de oí■ C¡0. Luego que los catalanes supieron las escandalosas re- nuncias que nuestro amado Soberano f Señor D. Fernán- do VII y demás personas de la familia real se vieron for- zados a hacer de todos sus derechos a la corona de Espa- ña, se llénaron de horror y de indignación. ¿Los movi- mientos deMósTey nos de Aragón, Valencia, Murcia y Andalucía, dirigidos 4 impedir la entrada de las tropas francesas en sus respectivos territorios , y a vengar las tro- pelías y ultrajes cometido* por el gobierno francés contra los derechos del trono español y contra la soberanía de nuestra nación , acabaron de decidir a los catalanes , ofen- didos y oprimidos mas que otros , á prepararse para la neroyea y arriesgada empresa de lanzar de su seno las viles bbnges que el déspota de la Europa había enviado a Ca-