BISCUMSO SOBRE EL FOMENTO DE LA IND USTRIA ^ ¿& ^ $w ^¡r DE ORDEN DE S.M.Y DEL CONSEJO. MAD1UD. En la Imputa de D. Antonio SancH4. M.DCC. LXXIV.] T a le 6 Ti ti « r< PADVERTENCIA. «f^-Ejtaftofo el Consejo cumplir eoft ios Reales intenciones, y lo que disponen ¡as leyes ; desterrar la ociosidad, y pro- mover la industria popular y común de las gentes \ creyó oportuno hacer presente « «S. M, la utilidad de imprimir y co- municar d todo el Reyno este discurso, « costa del público-, en el qual estubiesen remidas las ideas y principios, que pudiesen reducir a practica la aplica- ron a 7in trabajo proporcionado a todas tas clases^ que viven actualmente desocur podas. Asi lo resolvió el Rey nuestro •Señor, en cuya soberana inteligencia me- recen la primera atención los alivios <*e sus vasallos. , Las Justicias y Juntas de Propios, pálmente que los Intendentes,encontra- ran los varios objetos, que pueden pro- poner¡ para destinar en beneficio comúny acrecentamiento de los respectivos pue- blos, ei¿sobrante de 4os caudales públicos', evitando su extravio. La nobleza'reducida a sociedades patrióticas , guales se proponen-, consumi- rá en ellas utilmente el tiempo , .que U sobre de sus cuidados domésticos \ alis* tan dose los caballeros , eclesiásticos , y genter ricas en estas academias econó- tnícÚS 'Át los aniigos del País; para de* di car sé d hacer las observaciones } y cál- culos necesarios, 6 experimentos',y á ad- quirir Aós demás conocimientos instructi- vos , que -se indican con individualidad en él mismo discurso. TA auxilio de los señores Obispos, Cftbildos , Comunidades eclesiásticas, y Párrocos eS el mas-importante; asi para instruir á sus feligreses 5 é inclinarlos a una general y continua aplicación fromo para que las limosnas, en lugar de niahte- tier los desidiosos en la mendicidad ^con- tribuyan d fomentar su prosperidad, ya> que no sean gravosos a los demás ■ot- emos. Los desmontes de tierras, y forma- ción de pueblos , que hizo ti Cardenal Beüiiga ,para dotar sus pías fundación nes, serán siempre un e vemplo del enla- ce, que tiene el bien del Estad),con la dis> tríbution bien entendida Je la limosna.- -E/ Clero de España se distingue por su piedad y quanttosas l imosnas. Distri- buidas éstas con sistema uniforme, como ■ y<* lo están haciendo muchos; todo el Rey- *o se volverá industrioso. Se logrará ti iinportante plan de desterrar radical- mente la floxedad ,y exterminarlos re- sabios y malas costumbres, que causa la. holgazanería-.tan contraria áios precep- fos de la religión, como a la pública fe* l¡ciáaddel Reyno: -A tan loables fmes se encamina este discurso ,para que las gentes y-los Ma- ¿^trados se reúnan con zelo patriótico a Promover} según sus fuerzas, la utili- daddad general de España ; y d destrtúf jp, la opinión injuriosa y vulgar, con que sitt razón se tacha á los Españoles de pere' li< zosos; facilitándoles Jos medios de no ser* Jii lo y y que hasta ahora les han faltado. dt La caridad con el próximo, muy rt* tu tomendada en la moral cristiana, ten' Q drd un seguro método de ayudar al Es* efi fado. La verdadera riqueza de éste coi* siste, en que d nadie falte dentro del Rey^ ret no ocupación provechosa, y acomodada ¿ ch sus fuerzas, con que poder mantenerse,} V eriar sus hijos aplicados. c M * Como en España hay otros muchot *n fondos, que utilmente pueden destinarse la d estos importantes objetos,se enuncian la$ Wi especies oportunas; estando reservada ty fu diligencia de ponerlas en práctica d loS Magistrados y Prelados, d quienes cof responde; auxiliados de la augusta prc m teccion de Carlos III, y de las sdbiaS máximas de su Consejo. f» Por de contado hallaran un exen? fio,trtut pío, qm jes sírva de m ¡a d¡sfr¡_ y J «demás exhortaba dsus Vasallos, "Jmde que se v;st¡esen generalmente de tchos fnanufaUuras de España: restableciendo xarst [as fabricas propias y prohibiendo la f '¡£oduccio» de lo? géneros fabricados a 11 Viera, (*) qm pUa»íesen escusarse. 1 l°* V».» Siem- COf- {*) y *- pro' lanado cI aut0 7* t¡t' 1Z lib' t* ál~ íbiaS ví^brcdee *Ml de««° ^ .o de No- Pulso l7io, CKpedido con motivo del im- se dió á nuestras manu- &«« hnas de lana y seda. ^dadjqucci fomento délas fábricas bas- venf pío, ISiempre nuestros gloriosos Reyes hatl parado su principal atención , en dat ocupación ventajosa al pueblo , y no tík xarle ocioso y miserable. Las costumbres arregladas de l& nación crecerán, al paso mismo que l ordenadas . del. ocio. Tía actividad del pueblo es el verdadero móvil,, que le pue- de conducir d la prosperidad ; y d ¿/t blanco se dirige el presente razonamiento» bastas no se consideró en aquél'-', época con la preferencia, t bida. Y asi q.tedaron inefi- caces por entonces unos proyectos, que no se fundaban en ios principios populares , qua vivifican y enriquecen al pueblo en general»SOBRE EL FOMENTO DE L a INDUSTRIA POPULAR. Ació el hombre sugeto á la pensión del trabajo, para adquirir su sustento, y evitar los los perjudiciales estragos de la ociosidad, corruptora de las costumbres, y dañosa á la salud del cuerpo. Las fuerzas en los primeros años, luego que el hombre ha salido de la in- fancia , son flacas; y la misma debilidad contrahen en la ultima vejez. Próvida naturaleza le indica ocu- paciones .proporcionadas á cada edad. Quando las fuerzas flaquean,sirve su tra- bajo á preparar las materias de las artes; dejando á los mas robustos y diestros el destino de reducirlas á las manufacturas perfectas. a z Él íi Discurso sobre El sexo mas débil de los dos, en que están divididos los mortales, se halla en lastimosa ociosidad. Toca pues á una policía bien ordenada aprovecharse de estas varias clases. Con este principal objeto se formaron las sociedades ; é inutiliza su institución en gran parte qualquier descuido en la reunión de Ja industria común de hombres y mu- geres. Son también entre sí diferentes las producciones del arte -, que necesitan lo6 humanos 5 y de ai se deriva un princi- pio general de economía política, redu- cido á ocupar la universalidad del pue- blo, según su posibilidad de fuerzas é inclinación. No es ahora mi intento hablar de las ciencias abstractas y sublimes ; porque éstas requieren largo tiempo para su en- señanza ; y si se han de llegar á poseer con utilidad del Estado, tardan sus pro- fesores en aprenderlas, y dar fruto. Eso solo se consigue á mucha eo*ta de me-LA INDUSTRIA POPULAR. 111 dirácion estudiosa y combinatoria, de que son capaces poquisimos,si los honv*. bres quisieran conocerse. Pero por fortuna es corto el número de los que deben dedicarse á las cien- cias , y ricos 3 en lugar que la industria popular, de que trata este discurso, abraza la generalidad ó mayor parte del pueblo. Esta mas numerosa porc ion del ge- nero humano saca de sus taiéas el preci- so alimento y vestido; mientras la clase privilegiada de los estudiantes aspira so- la á las dignidades y empleos lustrosos, Y mas bien dotados de la República: es- timulo que tendrá siempre pobladas las aUlas,y acaso abandonados los campos y obradores; si una buena policía no presenta caminos llanos y seguros al pueblo.pira que todo él sea indusrrioso, y tenga destino de que vivir, propor* Clonado á sus fuerzas y talento. Columela reparaba, en que la agrH cultura carecía de escuela, y lo mismo a 5 dc-iiv Discurso sobre debe decirse de los oficios. Sidos han pasado desde entonces , sin qnc nadie creyese, que tales industrias necesitaban sólida enseñanza,y auxilios no vulga- res. Toda la atención se ha llevado el estudio de las especulaciones abstractas» y aun en éstas ha habido la desgracia, de que en las materias de ningún uso y va- nas haya solido ponerse mas ahinco,que en los conocimientos sólidos y usuales: así ló reparó Petronio en tiempo de los Césares. Nuestra edad mas instruida ha me* jorado las ciencias, y los hombres pú- blicos no se desdeñan de estender suá indagaciones sobre los medios de hacer ■ mas feliz la condición del pueblo, so- bre cuyos hombros descansa todo el peso del Estado. Las gentes de letras tienen en la Re- pública el encargo , que en las tropas los Oficiales. e cita en lo tocante á España. Y así no me de- rengo en refutarlas: ademas de que sería nece- saria una gran digresión , para presentar á I» vista del público sus contradicciones. Ya tom» es-, , LA INDUSTRIA POPULAR. ÍXT °pinion ,dc que bastaba animar la agri- cultura,para que floreciese la península. Por el mismo tiempo hizo demos- tración el Abate Galiani en Francia, de que la agricultura sola es insuficiente, c incapaz de sostener un País;y la cosa es c'ara , porque estaño emplea todos los hombres', ni en todos los tiempos. Un gran número de habitantes no tie- nen robustez, ni disposición para susí faenas. ¿Qué se hará de tari gran por- rón de Pueblo, si se descuidan las ar- tes , y se pone solo la atención en la agricultura y cria de ganados > Se ha de confesar , que tales dis- cursos son inadaptables á Estado al- gu- *---. Cste empeño el a'itor de una disertación, publi- cada con este motivo. La agricultura es la basa "e la felicidad pública : en otro discurso se tra- 1 *ará de los medios de animarla , y de quitarle ks trabas que hoy padece en algunos parages oel R.evno . habiendo Provincias en Españ.i que d? inmemorial se gobiernan por buenos prirtcl- P'os en esta materia.x Discurso sobre guno. Es preciso, que los tres ramos de labranza, crianza, é industria se animen á el mismo tiempo y con igual propor- ción. Quando nuestra labranza se hallaba pujante, estaban las Ciudades, Villas, y Lugares de Castilla llenas de fábricas de lana finas, entrefinas, y ordinarias. La muger é hijas del labrador se ocupaban en beneficiar é hilar la lana, y no se conocían paños, estameñas, sargas, bayetas, ni cordellates estrange* ros entre nosotros. Ahora viste la gente común de gé- neros de lana, fabricados fuera de Espa- ña j y ya se puede contar sobre once mi- llones de población, á quanto puede as- cender la balanza , que paga la Nación por este solo ramo. Si se agrega el con- sumo de las Indias, duplicará la pérdida nacional. Además de esta balanza pierde el vecino el jornal, que ganarían su muge! c hijas, y lo que podrían adelantar sus hir... 1 ocupándose en hilar, ° cardar lana. Las medias , ligas, y otros géneros Menudos de estambre pertenecen á la propria industria, y son otras tantas yentajas, que ahora faltan á nuestras *aniiiias. El jornalero gana quando mas, qua-¡ tro reales,ó quatro y medio. Descontan-: de junio........of de Julio..................ov de Agosto.................oí- de Septiembre.......... . o)' de Odubre............... . . o>' de Noviembre............... o)' de Diciembre...............oí' ~¿ Suman los días de fiesta de todo el año 9V y por esta proporción la quarta parte del año <*LA INDUSTRIA POPULAR. XÍÜ *n el Reyno , constituidos en la clase de Jornaleros* ¿Qué diferencia en la mayor Parte del año se encuentra de estas fa- nza, milias á los mendigos? sda, La loá —.---,__ e>días de precepto , y quedan útiles de tra-^ jtáfl '*J° solamente zya días. er) • . Aunque en algunas de estas fiestas se puede —* , ibajar,cumplíendo con el precepto de la misa; , jen' esta se suele hallar distante de las caserías y al- ' sW p35 > además de decirse cerca del medio día. °n esto . los aldeanos, y gentes del campo pueden aprovecharse de la piadosa mente ' Santo Padre , y de sus Ordinarios eclesiás- 0s > los quales en muchos Obispados todavía 0 han hecho aquella reducion. Los Santos titulares de las Parroquias , y de n gtan número de ermitas, forman otros tan- 0s dias de fiesta por voto , ó costumbre de ir í sjas romerías, y comer en el campo: en lo qual la p [a.Pedida del trabajo del día , resultan á ■ 'arnilía muchos gastos , y no pocos desórde- »y algunos homicidios con orrof; excesos*. • Todo esto merecería una particular atención, £ r* "Codificar las fiestas, y ttasladar las que KnSe Prec'so. De manera que las gentes tubie- ocupación , con que mamencr sus familias; estado recibiese las grandes ventajas , que, re-xiv Discurso sobre La cantilena ordinaria se reduce,& que los Españoles son perezosos. Es un error común , que solo pueden haberle propagado nuestros enemigos; y creído* le nosotros, porque en realidad vemos ocioso todo el mugeriego, y á los niños y niñas en todos, ó los mas pueblos, donde no hay fábricas. Y como éstas son tan raras, atribuimos á la Nación lo que es efefto necesario, de no buscar ocupa- ción continua á estas honradas familias. Si no tienen en que ocuparse, ¿cómo se las puede tachar de perezosas, sin ha- cerles conocida injuria? " y aunque requic- ren mayor aseo, hay tanto número de ■■Scntes ociosas por falta de ocupación en nuestras Ciudades, y Villas, que po- nan beneficiar de este género cantida- es prodigiosas. ' vL^_ b Si- séis ' cion lonc$de «ales de utilidad, y la propor . nú c°rr^pondiente en maruifuituras, ó en n;a °r cxtcnsion de la agricultura. En Akma- fic?ta lrabaja áaualmcntecn reducir los días tU\«vi Discurso scbrib Si faltasen las primeras materias de seda y lana,habría alguna disculpa,para no pensar en emplear las gentes en esta industria. Las medias, la cintería, los encaxes de seda, y otras obras sueltas de este precioso genero , son proporcionadas» las mugeres, y no distraherian hombro alguno del campo, ni de los otros ofi' cios pesados, que requieren fuerzas ? resistencia. Las familias nobles dentro de su* casas ocuparían las señoras., y las cria" -das en una tarea,que les consumiría • utilmente un gran tiempo, que ahora pierden con menoscabo de su salud,)' - aun de las costumbres. Entre las limosnas, que losPreladoí» el clero,y los ricos podrían aplicar ¿ las familias , serian de gran provecho» " y ventaja los tornos, los telares, y corta enseñanza para la juventud; ásala' riando á los principios maestros y mae5' tras de tales géneros. AsíLA INDUSTRIA ÍQPUtAR. ¡ XVU Así como hay pósitos de,trigo, para soconer al labrador, se podrían formar P^ra acopiar las primeras materias* dam- dolas fiadas á estas familias, y tomando- seles el importe a descuento de las ma- nufacturas , que trabajasen. Los comerciantes á su imitación po- drían hacer el mismo bien , y establecer una industria continua, con que las gen- tes vivirían ocupadas,contentas, y pu- dientes ; y ellos nada perderían en ta- les anticipaciones. Aun las virtudes christianas, y las morales se arraigarían con tan honesta ocupación : se. desterraría la ociosidad, y con ella un gran número de vicios. Si nuestros políticos han descuida- do estas fáciles máximas de gobierno, ícon qué razón hacemos recaer en nues- tras conversaciones y tertulias la culpa sobre la gente pobre , que ni tiene ins- trucción ó exemplo , para conocerla; Jj aun quando lo entienda , halla au- xilios para poner en práctica tales pe n b2 sa-xviii Discurso so bre saaiientos, que requieren talento, amóf de la patria , y fondos , además de una ardiente caridad,y amor del pro-, ximo? §. III. Las fábricas de lino y cáñamo son las mas sencillas, y aparentes, para empíeat á la gente pobre, y aun las primeras ma- terias cuestan menos. Por otro lado los lienzos son de ma- yor consumo , y mas pronto despacho: que es otra causa de preferencia de esta industria, aun respecto á la lana y seda; no obstante que estas últimas sean de mucho uso y provecho. Hay gentes, que nunca han gastado seda: ninguno puede pasar sin el lienzo1 hasta el mas mendigo le necesita , parí conservar su salud , y libertar su cuer- po de la inmundicia. La lepra tan co- mún, y la peste en los tiempos antiguos» y de que con frecuencia hablan las eró" nicas de España, casi han desaparecida des-LA INDUSTRIA POPULAíT. XIX desde que el uso deL.lino se ha hecho c°mun y general. La seda y la lana necesitan los co- lores y tintes, para poder usarse s el lienzo, ó tela de lino ó cáñamo , solo Téquiere el beneficio del blanqueo con las legías ,ó tendidos en los prados. La lana y la seda son materiales cos- tosos; y por el contrario el lino,ó el cá- Samo no pasan de un valor moderado. Un quintal de lino de Rusia de pri- mera suerte cuesta en Bilbao icatorce pe-* sos y medio: de la-segunda doce y medio; 7 el de la tercera calidad once y medio pesos 5 a corta diferencia. El quintal de cáñamo de Riga, FHin- 5la , ó;Aragon vale de ciento y quarenta * ciento y cinqüentá y ocho reales. Yá el Señor Marcandier advierte, quclos linos y cáñamos del medio-dia, a«nque son menos largos, tienen rna- finura , y son de mejor uso s el tinqueo es mas fácil y seguro en los del norte. y 3 Laxx Discurso sobre ii La introducción en el Reyno de cáñamo y de lino , merece la esencion de derechos , que son por el quintal de lino ntíeve reales , y seis por el de cáñamo. I. Es máxima general, que las pri- meras materias y las tinturas deben entrar libres de derechos, para animar la industria. II. Igualmente es regla cierta,que esta introducción nó es perjudicial;por- que el hilado , téxido y blanqueo del lino y cáñamo rinderv eon incompara-1 bles ventajas mayores productos ; que el valor del lino , ó cáñamo en rama. III. Es:otra advertencia igualmente constante^ que en todas'aquellas Provin-* cias,doride se beneficia el lino y cáñamo de su cosecha; si se aumentan estas ma- nufatturas ,se ha de introducir de fuer» en proporción á los nuevos establecí' miemos , hasta que la cosecha vaya re-( cibiendo su aumento proporcional. Si no se hiciere así , subirá el genero * al-LA INDUSTRIA POPULAR. XXI altos precios,y arruinará la manufac- tura antigua, sin prosperar la nueva; porque el precio que tomarán los linos Y cáñamos, perjudicará notablemente 3 ambas. IV. Es también observación necesa- ria, que las fábricas de lienzo en tanto se Mantienen y aumentan, en quanto ocu- pan la gente aldeana, ó las ociosas y va- gas de las villas y ciudades; y se aprove-. «han de las horas libres del dia,y de las que pueden emplear en las noches* Cspecialmente las de hibierno , á costa de una mayor aplicación. De donde se colige, que una magní- fica fábrica con gran número de tela- os , y á costa de jornales , sale muy °ara; acostumbrándose los empleados ella á no rener otra ocupación, y a trabajar sólo las horas del dia, esta- blecidas dentro de la casa de fábrica. Acaso pudo ser esta una de las causas impulsivas para la decadencia de la de León. ¿4 Laxxii Discurso sobre V. La oc-ícnencia acredita, y el sC-" ñor Marcandiér lo conntma,que enFlan-: des y Alemania se han aumentado las fá-, bricas de lienzos por medio de la indus- tria popular; llevando los aldeanos sus- telas sin curar á los mercados, donde las toman los! factores de las casas de comercio para el blanqueo, y prensa- do. Y es regla segura imitar en esta par- te lo que ha probado bien en los paí- ses industriosos; y lo mismo se hace en 3Francia con el precioso ramo de su lenceria. Sin salir de España se advierte la prác- tica , de vender en los mercados las pie- zas de lienzo los aldeanos en toda Ga- licia; cuyo ramo es uno de los princi- pales de su industria desde tiempo in- memorial. • VI. Siempre que las familias empleen su tiempo sobrante, ó las personas que no pueden ir al campo , en estas manu- facturas , no se disminuye el número de labradores en el Estado : en lo qual s i .; . con-LA INDUSTRIA POPULAR. XXU1 conviene poner Ja mayor atención, for- que aquellas fábricas, que arrancan las familias de la labranza, son perjudicia- les en las aldeas y lugares chicos 5 pues e& cosa observada , que el fabricante Puro nunca vuelve á la penosa fatiga del arado. Vil. Aunque el cáñamo esmasba- rato,como cosa de una quarta parte me- nos que el lino , éste último rinde mu- cho mayor número de varas en la manu- factura. Hay no obstante algunas telas, y mezclas que vienen mejor áel cáñamo. No es fácil en estas cosas dar regla ge- neral : las observaciones de las socieda- des económicas resolverán muchos pro- blemas de esta naturaleza , quando la Nación se emplee de veras en adelan- tar el ramo de Ja lencería. VlU. Todo el progreso de las telas de lienzo dimana del hilado y torci- do. Es útil á huso para las mugeres y niñas que van al campo, ó guardan el Sanado 5 porque aprovechan ese tiem- posxxiv Discurso sobre po : en las casas son mas útiles los tor- nos. En Marimon , (3) pueblo del Con- dado de Haynault,se hacen muy per- fectos , que hilan y con una inversión contraria tuercen el hilo; sin causar el ruido desagradable, que los tomos co- munes. Las Monjas pueden sacar igual- mente que en las casas particulares gran- des ventajas de esta clase de tornos. (4) §. II. [■),) En Madrid hay torno de esta calidad, traído del mismo parage , que puede servir de modelo , para hacer otros, y en efedo se han sacado copias. Don ]uan Alvarex. Lorewiana Oficial de Ca." rabineros Reales ha inventado otro torno muy bueno, y ha fomentado su uso y enseñanza con un xelo muy recomendable en Madrid y en I* Mancha. En los Hospicios se debe perfeccionar este ramo de hilazas á torno ,y por lo que to- ca á las de lienzo podría aquel Oficial hacer útiles progresos ; confiandole este encargo en los Hospicios Reales por su decidida inclina' cion y zelo á fomentar este útilísimo ramo de la industria. (4) Los Conventos de Monjas lograrán un se corro seguro por medio de la industria popular* Aho-LA INDUSTRIA POPULAR. XXV §- iv% El algodón es un género, que suple P0r el lienzo ,y aun por la lana y sedas se mezcla con qualquiera de los géneros de seda,Iana,lino, ó cáñamo; y produce ■'-(a. . . ih'c qírí mu- . Ahora gravan las Monjas continuamente á los Parientes , ó recurren á la caridad de los pró- ximos : manteniéndose en el Reyno un número °e demandaderos , ó donados holgaxanes, y á veces desareglados, i título de esta qüestuacion. Los Conventos de Capuchinas no pueden te- ner rentas, y en lo. general están mal admi- "'stradas ¡as haciendas de las Comunidades de Religiosas, capaces de poseer. Y así se hacen, 8f*vosos del proprio modo á los deudos , ó al Publico la mayor parte de estos Conventos. La introducción' de tornos y telares ma- nuales en los Conventos, sería un fondo , que «horraría al público la carga de mantener las jonjas : pues con el produ&o de sus hilazas, c"itas) encaxes , Ccc. acudirían á su sustento y vestuario. Además tendrían una ocupación onesta y continua, en todo conforme á las Pf'mítivas instituciones del monacato, en las t S se 'u"a expresamente prevenido , como c8la > el trabajo de «ranos : con el. salndablc- finxxvi Discurso sobre mucha variedad de manufacturas, que salen baratas, y son muy usuales. El de Levante es mas basto ,y menos blanco : el que se coge en nuestras In- dias occidentales, le hace notables ven- rajas en su finura y blancura. La España, en tiempo de los Arabes abundaba en cosechas de algodón. __De- fin de que viviesen ocupadas Jas personas re* ligiosas, y no recibiese el público, ni los secu' lares daño de su ociosidad. Resultaria de ello orro bien ; y es que los Conventos de España serian otras tantas casas de educación para la niñas nobles y de conve- niencias : en que aprenderían la labor , y se ar- raigarían en las buenas costumbres : en vez de que ahora por la escasez de esta instrucción na- cional , es f irzoso embiar á los Conventos de Fran-ia con grandes gastos nuestra juventud, Las Religiosas de Comunidades ricas y po- seyentes , no deberían rehusar igual aplicación; cuyo producto podrían loablemente emplear en beneficio de .los Hospitales , ó de otras casas de misericordia : exemplo que transcendería á la* gentes nobles y acomodadas ; desterrándose in- sensiblemente de todas clases la ociosidad , con general ventaja del Estado.LA INDUSTRIA POPULAR. XXVII Descoso ei Rey de roin¿ntar la in- dustria de sus vasallos, tiene concedida franquicia de los derechos de entrada al que venga de nuestras Indias para el consumo de las fábricas de España. La mayor utilidad del algodón está *n hilarle; y así el que venía de Levante á Cataluña hilado, dejaba corta utilidad á aquellas fábricas. Por esto la gracia con razón se concedió al algodón en rama, que venga de los dominios de S.M. don- de le hay en abundancia , y con igual cuidado aventajarán mucho las manu- facturas, que se hicieren con él , al de Levante. De los quinientos mil pesos, en que se regulaba el valor del algodón hila- do , que entraba en Cataluña, se hacia la cuenta de que cien mil pesos valia el algodon en rama, y los quatrocientos toü restantes salian á los estrangeros por cl valor del hilado respectivo. I Donde hay fábricas de lana , no con- viene establecer hilazas de algodón; por- quexxviii Discurso sobre que siendo éstas mas limpias, las gen- tes se dedicarán á ellas, y abandonarán las primeras. Establecida la enseñanza y tornos, es fácil promover las hilazas de algo- dón en las aldeas, para emplearle en las fábricas puras , ó mezcladas de este género.(y) §. V. Las fábricas finas han merecido pof mucho tiempo la admiración de los pue- blos, y aun de los Ministros mas zelo- sos., (5) El Señor D. Bartolomé de Bruna Oidor de la Real Chancilleria de Granada tiene ob- servaciones prácticas para blanquear , y forti- ficar estas hilazas de algodón. Su zelo hacia el bien común puede fomentar el progreso de estas hilazas ;y también ha hecho-texer telas muy fi- nas , y otros géneros de algodón ásus expensa?. Estos exemplos transcenderán á otros muchos siempre que se adopten tales descubrimientos, y haya sociedades económicas en las Provincias, para examinarlos y proponer los medios de que se propaguen generalmente en toda la Nación, no siendo posible al Gobierno atender por sí á estas menudencias.IA INDUSTRIA POPULAR. XXÍX ■tos. El autor del tratado del cáñamo no aprueba la preferencia y casi única aten- ción, que en el Reynado deLuisXlV ptestó á ellas el famoso Colbert. En los Reynados anteriores sucedió Jo mismo en España; pero es cosa de- mostrable , que las bastas son incompa- rablemente mas útiles. El Señor Carba- jal adoptó igual systéma, que el de Col- bert. Solo el tiempo es capáz de ir acla- rando las verdaderas máximas,que de- ben establecerse en estas materias expe- rimentales. Y así conviene demostrar su- mariamente la preferencia de las fábri- cas bastas y ordinarias. Lo primero : porque las manufa&u- fás populares , y bastas emplean á los aldeanos el tiempo que les sobra ;y por consiguiente no los-distrahen de la agri- cultura; ocupándose en ellas toda su fa- milia ,que de otra suerte viviría ociosa. Lo segundo: porque son de ¡primera necesidad esros géneros, para vestir al Pueblo, que es el mas numeroso, ahor- ,rai.-XXX DlSCUR-SO SOBRE raido !a extracción de sumas inmensas»' Lo tercero: porque tienen un pron- to y fácil despacho por el gran nume- ro de consumidores; y el fabricante de- dicado á ellas no está esperando , o perdiendo el giro con su caudal dete- nido , para continuar su industria. Las fábricas finas por el contrario obligan á grandes anticipaciones, y tar- dan en despacharse sus productos j ne- cesitando mucho caudal para sostenerse. Varían las modas diariamente , y se in- utilizan no pocos géneros. Ningunos de estos riesgos corren las manufactu- ras groseras, cuyo uso es casi invariar- ble y constante. Llégase á lo antecedente, que las & bricas bastas utilizan al pueblo común, y en las finas los attesahos son meros jornaleros, aparrados de Ja labor del campo : el dueño de la fábrica es un paseante por lo común , que vive de la industria agena. No es mi ánimo condenar esta espe- cieLA INDUSTRIA POPULAR. ;XXXÍ cie de fábricas: son muy buenas y pro- bas, para ocupar la gente pobre y ocio- sa, de las Ciudades.; y Villas grandes, Cuyos habitantes en gran parte, están desocupados-, y sin. destino en España'. Con esta distinción quedaj-cauclío ei problema, distinguiendo de.fábricas y de poblaciones. .Aun en las.fabricas ""as, todo lo que . pueda hacerse.] de cuenta de los po pular es, (6 ) será iras £¿ :■('.. . : ord íHf»?2 (6) Por esta razón las! fábricas de patios fi- los de Guadalaxara y • fitjbfucga ¡harían Kiaj-pfps Progresos con el tiempo , dist ribuyenijo sus te- Jares en parttcülarés tabricantcs, trabajando es- tQs de tutnta propria. Entonces bastada facilitarlcscl despacho de Su* paños, ó prohibie odo la ¡ntroducion ele los de fuera , ó franqueando los de dentro en los Apuestos. T Lo tfiisrno se pu ede aplicar á la fábrica de aíavcra., guardada, proporción ; y haciéndose puesto de las pri'.n eras materias á buen precio Para suttit á los fab' neantcs i y desquitarse en ptodufto de sus texidos , los qvialeílc tienen ^Usí mismos^obre el importe de la mariufa&ura •e* Va»Pr de los simples,.de que se c ompooen, >xxxii Discurso sobre i ventajoso al Estado, y mas duradero» §> VI. Los medios de animar las fábrica» bastas y finas son harto sencillos; pero requieren zelo y personas,que instruya" las gentes, además de ayudarlas con m au xílios necesarios. I. En primer lugar los Tárrocos éff ben exhortar utilmente á sus feligreses» según la calidad del país y cosecha de su* materiales, á emplearse en la industria mas análoga á él. Así lo hacen en algü' ñas partes de Francia; y en Rusia hai1 tomado este camino,para hacer conocí al pueblo ignorante lo que le convien*' Es una obra de caridad tal instrucción, 1 antes de podérsela dar los Curas, y de' mas Eclesiásticos, deben ellos mismo1 instruirse de estos principios y máxin^ nacionales. El pueblo los respeta por f carácter sacerdotal, y les escuchará cQ$ mayor atención. II. Los Caballeros y gentes acornó'LA INDUSTRIA POPULAR. XXXÜl >. dadas pueden auxiliar á sus renteros 5 y Cr» esta protección recogerán no corto" fruto ele sus tareas; porque venderán i* niejor sus frutos; crecerá la población; 0 Y tas tierras se cultivarán mejor. La ri- ífl queza es el sobrante de lo necesario 01 para el sustento del pueblo. Si este per- manece ocioso y pobre , poca puede C scr la riqueza de los nobles. :«i III. El establecimiento de Acade- j5 Mias económicas y de agricultura-^tx ■\% «xaminar el modo de promover estas in- dustrias traduciendo las mejores obras ifl escritas en este género fuera de Espa- cí na, puede hacer familiares los mas im- ií< portantes descubrimientos. Francisco" , i "orne en sus principios de agricu/tura C y vegetación (7) conoce, que la agricul- 0j j^fay las artes necesitan sociedades po- ,jí áticas, que las fomenten, y cuiden de su jii cnseñanza y perfección , como las mis- oí *____ 11 mas w S>7) Home pan. 1. ttR» 6. par. 162. edic. dekxxív Discurso sobre hias ciencias > y aconsejaba se erigiese en Edimburgo un cuerpo especialmen-» te' destinado á su protección y auxilio para la Escocia. IV. Los fondos de Cofradías (s) \iJ mosnas para dotes, y obras pías para pobres indefinidas, pueden en mucha parte emplearse en fomentar la ense* ñañza de estas industrias , y dar pre* mios, ó dotes á las personas, que se aventajaren en ellas. . ^ V. Los escolios y vacantes de Obis- pados con mucha razón se aplicarían al mismo objeto ; y es cabalmente el mo- do.de pensar del sabio Magistrado,* cuyo cargo corre su recaudo, y distri- bución. (9) No dudándose que tales -lio') • fbn>-l 1 _H*l (8) En el Consejo se trata de reducir la* Cofradías , y darles este y otros útiles destinos» que contribuirán á mejorarlas costumbres eri muchas partes, y la industria en todas. (9) El Illmo. Señor D. Manuel Ventura de Figueroa , Dccatio Goberrra-'or del Consejo, %, Comisado Geaejal de Cruaada ,vha empezado »IAINDU9TR.U POPULA*. XXXV fondos provienen de rentas eclesiasti- Cas, es cosa clara que pertenecen á los pobres de la Diócesi, y no á otro. - Entre la clase de necesitados es mas acreedor á esta limosna y auxilio el po- que se aplica á la industria , y .se liar Ce útil á la sociedad. Qu alquicr otra in- mersión de este piadoso fondo para aii- •nientar holgazanes volun tarios, nc sería ta" conforme á los cánones, ni de tanto provecho al Estado. Calculando que rin dan seis millones de reales al año , y que circulen en todo eiReyno , pueden bien distribuidos por principios constantes dar un gran im- pulso á la industria general de la Na- *cion. .... Solos los Territorios de las Ordenes Militares carecen de este socorro y de- c 3 .. ¡ be- ^ aumentar por este medio la industria dé me- dias de estambre , y paños ordinarios en el m&\ Hospicio de Madrid ; Su xelo y largas experiencia^ llevarán este útilísimo destino á « perfección en alivio de las familias pobres»xxxri Discurso sobrb •berian recibir sus fomentos en las vK xantcs de Encomiendas, como que los Comendadores son casi únicos percep'? tores de diezmos inclusa la Orden de San Juan. Vi. Los sobrantes de caudales'fm blicos, que con ranra previsión han pro- porcionado las acertadas providencias delConsejoxonsiguientes á las de S. m se han puesto ya en muchos pueblos efl el estado de ayudar eficazmente este loable pensamiento en el respectivo pueblo,ó por repartimiento en los de •un partido si la causa es de utilidad recí* proca, y ahora se está tratando de po' nerle en prá£tica,para restablecer las fá" bricasde Abila: pueblo actualmente ca* si arruinado, y antes de los mas acauda" lados de España. Otros muchos lugares se hallan efl iguales circunstancias, y tienen recursos I en sí mismos, siempre que alcancen su* Concejales á conocer la industria, que puede dar útil empleo á sus fondosjpro*lA INDUSTRIA POPtfLAR. XXXV» poniéndolo al Consejo por mano del In- úndente de la Provincia. Está la policía tan arreglada en esta parte,que sin de- sembolso de los lugares, se despachan é instruyen tales recursos. No es pues la fa'ta de medios,á que debe atribuirse su decadencia, ni tampoco á pereza de las gentes, sino á la corta instrucción y es- Caso conocimiento de las artes , que se t'ene por los que manejan intereses pú- blicos. Sentiría yo ofender el amor pro- prio de unas personas,que deben anr teponer la verdad á todo respeto. Vil. Una escuela de diseño ; un ma- estro de fabricar telares át medias,ó pa- ra texidos> un torneros y un maquinista, *lue copiase c hiciese conocer las máqui- nas mas necesarias,debcrian establecerse Y dotarse en toda capital de Provincia, pata que instruyesen, y enseñasen á los Atúrales, y propagasen estos conocimi- entos en toda la extensión y lugares de su ^strito. De manera que cada invención Utu y nueva pudiese examinarse, adop-xxxviii Discurso sobre tarse, ó desecharse,ó atemperarse,segurt las calidades y circu nstancias , con co- nocimiento; y no por caprichos, ó aver- sión preocupada contra lo nuevo. Los salarios , y dotación de estos importan- tes oficios , se deber i an costear por re- partimiento entre los pueblos de cada Provincia ínterin se hacian comunes y arraigaban ; puesto que á todos ellos transcendería la utilidad. VIII. Las matemáticas son las que facilitan el conocimiento, la invención» y la perfección de las máquinas , para emplearlas en todas Jas artes y oficios» Por la misma razón debería dotarse á lo menos un Maestro ó Catedrático de ral' temática con un buen salario en la mis- ma Capital de la Provincia;y allí debe- ría dar lección á quantoslas quisiesen aprender,y resolver las dudas,que ocur- riesen aplicativas á las artes,y á sus ins- trumentos, máquinas, y usos sujetos al cálculo. Estos idénticos medíos,que han instruido á Naciones mas r udas y pobres pro-»IA INDUSTRIA POPULAR. XXXÍX Producirán en España necesariamente "«portantes efeftos; porque ni ceden en e* ingenio los naturales, ni faltan re- misos de dotación en el Reyno; hiendo aprovecharlos á utilidad común. El régimen y erección de Hospicios y Casas de expósitos es otro de los au*ílios mas importantes. Desde Felipe II. se trabaja en Es- paña ; y en ]os últimos Reynados se "an fondado algunos. El Señor Don Benito Trelles,que fue del Consejo y Cámara, fundó el de Madrid en el siglo pasado y escribió ün tratado sobre el recogimiento de ^0s pobres baxo el nombre de Don Joseph Ordoñez. y Un Hospicio debe ser la escu-ela de J°s expósitos, y de los mendigos Las 1 eyes quieren, que los expósitos *e destinen á los oficios; y la buena po- 1Cla no debe permitir que haya mendi- S°s en el Reyno; ni que viva ocioso el ^Ue pueda trabajar de qualquicr modo. Sixl Discurso sobre Si en los Hospicios no se arregla 1* enseñanza y el trabajo, de manera que los Hospicianos ganen para mantenerse» y salir con el tiempo enseñados para ha- berse vecinos útiles, la policía del Hos* picio no ha llegado á su perfección. Los Hospicios y Hospitales se go- biernan bien por Juntas: debe ser uní1? í forme su método político en el Reyno» j y establecerse á lo menos en las Capita' i les. Las Sociedades económicas y po** Jíticas sería justo se esmerasen en cui* [ dar del mejoramiento de los Hospicios y Casas de misericordia de su distrito. Todos estos y otros fomentos, qué sabrá aplicar una sana y vigilante po- lítica , pueden adelantar la industria po- pular , y poner en movimiento una ge- neral aplicación, baxo de uniformidad de principios. Entonces se desarraiga- rá por sí misma la vulgaridad, vertida contra los Españoles, de que son pere- zosos. Mas justo será atribuir á la falta de instrucción en las matemáticas, y eflLA INDUSTRIA POPULAR. XÜ °s progresos de las arces , la inacción *¡e los Concejales respedo á la in- dustria. * VII. Es consiguiente se extiendan los cili- ados de los que pueden contribuir á ran aportantes fines,á aprovechar muchos géneros ó primeras materias, que se ha- llan abandonados, y es otro de los gran- des auxilios, que las sociedades econó- micas pueden dar á la propagación de las artes é industria común en España. El esparto habia sido tenido hasta pora, como una planta, de la qual las lencerias no podian sacar un material Provechoso á ellas. La experiencia ha acreditado lo con- trario ; habiéndose establecido en *Day- mt*l fábricas de telas , que resultan del esparto reducido á hilaza. En tiempos j?uy antiguos se llevaba el esparto de ^paña á Grecia, para hilarle, texerle y yxlii Discurso sobre reducirle á xarcia , velam en , y otro* usos. Si se considera bien la variedad & manufa&uras á que puede aplicarse el esparto, y la solidez de este género A1 todas, debe llevar la primera atend0" su beneficio. . El que ahora se hace en Daym>c' con una fabrica exclusiv a es muy lefit°' Séría justo recompensar el privilegio a> dueño de!, y propagar popularmente las manufacturas de esparto. La abundancia que hay de esteg^ ñero en elReynodeT oledo, Manché Murcia y Andalucía , n os enseña á ala' bar la providencia del Criador que «| todas partes ofrece á los naturales gc' ñeros y primeras materias, con qüí promover su felicidad é industria. Lo mismo se ha adelantado con d malvarisco, que nunca se habia mirad0 como planta de algrn uso,y ha sido con' sideráda en la clase de maleza, perjudi' ciai á los terrenos, é impeditiva m peco*tA INDUSTRIA POPULAR. xltll Otros útiles aprovechamientos. La orchilla, descubierta poco ha en ^principado de Asturias,es un material P^cioso para la tintura , y que casi se Cre¡a ser privativo de Canarias. La rubia, ác que tanto uso hacen las manufacturas de algodón, estaba casi ^conocida entre nosotros, hasta que P°r el zel0 ac ia Junta de Comercio publicó Don Pablo Canales un tratado especial. La grana-chérmes , que es un re- jado de la grana fina, y un fruto de la España; por falta de instrucción ha sa- bido de nuestros montes con muy cor- ta, ó ninguna;utilidad de los naturales, V aun de presente no, hacemos el uso, ^ue merece esta tintura , que dio el Hombre de carmesí. La India oriental, donde , hay manu- fafturas de seda y algodón tan preciosas, V baratas,nousan los minerales para co- bres; porque aquellos naturales saben aprovechar todas las plantas, y yerbas ne-xliv Discurso sobre necesarias para los ingredientes de sU* tintes. Mientras hay en una provincia áP bol, yerba, fruto, mineral, ó vivientf cuyo uso se jgnoia , es menester con' fesar, que permai ecen aun sus habitan' tes destituidos de las in dagaciones esen' cíales, que exige la industria bien es' tablecida.Es gran descuido traer de fue' ra lo que puede lograrse en el País * menor costa, y sin pérdida de la ba' lanza nacional. El conocimiento y estudio de la hi$' toria naturales el que puede hacer útim descubrimientos de la misma natural*' za respecto á otras plantas capaces dj hilarse ó de reducirse á tintes, que 1* tierra produce espontáneamente , y & poca aplicación ha descuidado hast* Jos presentes tiempos. Los premios , que se establezcan & Jas Capitales de Provincia, á favor de lo* que hagan tales averiguaciones, y áC muestren prá&icamente el uso de plan* ¡LA INDUSTRIA POPULAR. xIV plantas reduciblcs á hilazas, y tintes, y materias contribuirán á acelerar estos Progresos,y á subministrar materiales abundantísimos y varios á las fábricas Populares en toda la Provincia. No debe esperarse jamás, que los particu- lares á sus expensas se empleen en se- mejantes fatigas y desvelos, que ade- más de la ocupación del tiempo y un prolixo estudio, traen consigo gastos, Pata repetir los experimentos, que son necesarios. Lo peor es,que tales gen- res aplicadas suelen despreciarse , co- rno novelistas , ó visionarios : medio muy contrario á excitar su aplicación a cosas nuevas. No hay acción mas re- prehensible , que abatir la curiosidad, y aP'icacion honesta de las gentes. Si Alonso de Quintanilla hubiese despre- ndo á Christobal Colon, no se hubie- ran acaso descubierto las Indias, Las Sociedades económicas, toman- do noticia de lo mas notable que haya *n l°s tre» reyno* vegetal, mineral, y ani-Xlví DlSCRSO SOBRE animal, valiéndose de los Socios disper- sos de las Provincias, llegarán á poner' se en estado de conocer las primera* materias de las artes, tintes, mineraleít y usos que se pueden hacer de las pro' ducciones proprias, y quales son apreciables, ó inferiores á las estrañas* ->í vio ; ;ui. • j '/ ¡:A -': ¡(¿(Sfl §. VIII. ~c ¡ -■ uv.-;-.:•■:>-• ... ; ■, or; ;:1- tío1* De lo hasta aqui expuesto se coligó que la decadencia de la industria popn" lamo debe atribuirse á la pereza de lo5 Españoles,quando son necesarios tatv tos, y tan complicados auxilios par* promoverla; Jos quales solo pueden en' contrarse por virtud de los principio* luminosos, que han adoptado por s$m tema otras Naciones, y no son inaccesa bles al talento de la nuestra, ni á sus re" cursos. La utilidad, que la España pue4e sacar de esta industria popular y ordi' naria , es fácil de demostrar , atendiera dp el siguiente cálculo.. . Su?LA INDUSTRIA POPULAR, xlvíl Suponiendo once millones de habi- entes en la Península ,é Islas adyacen- tes > se puede computar, que hay cinco nñllones y quinientas mil personas del sexo femenino. La mayor paite de esta clase de gentes es la que se puede em- plear en las principales faenas de las fá- bricas populares,la qual vive actualmen- te ociosa por lo comun,á falta de ocupa- ron proporcionada y asequible. Puede rebajarse de los cinco millo- nes y quinientas mil mugeres y niñas, ^n millón y medio de las que aun no han llegadoála edad de siete años; y de las ^cianas y enfermas, que están inhabi- tadas del trabajo , ó no podrán por °tras causas dedicarse á él. Quedarán, Pues según este cómputo , quatro mi- iones útiles, para emplearse honesta- mente en tales industrias y ayudar ai Atento de su repetitiva familia. Bajo de este cálculo, reducido á un ^'stéiua prudencial y medio, compen- sa !a robustez de las unas con Jad e-i d bi-»xlviii Discurso sobre bilidad de otras, podra hilar cada perso' na del sexo femenino al dia y á huso,^ ochoá diez onzas de hilo ordinario. $' hilare á torno,saldrá mas igual la hilaz3» y podrá hilar de trece á diez y siete of zas de la misma especie de hilo ald>J en las horas libres. Regulando al mas ínfimo precio hilaza,gana real y medio al dia cada tm geró niña á lo menos.Suponiendoent0' do el año,que son losúriles(io)dosciei1' tos dias de trabajo, ganará anualmen^ trescientos reales de vellón cada mug£r' ó niña de las ya referidas; y lo misin0 sucederá á las criadas,que viven ocios*' en las casas; y sería un medio, para m demnizarse del salario,que llevan 5 " para que sirviesen con menor soldad*' Los veinte pesos por persona,redu' cidos á una suma en los quatro millón^ (10) Véase lo que queda sencado en raí" de los dias festivos , y los que son de precep' to , pag. ii.LA INDUSTRIA POPULAR. xlÍX «emugcrcs,hacen la cantidad de ochen-i ta millones de pesos al año, y aumen- to la riqueza nacional á un capital in- menso > superior al valor de las Indias. Moderando todavía á la mitad este Aporte, en que comprendo las hilazas dc tana , algodón , seda , lino, cáñamo, sin embargo de haber puesto el exempic> en el lino, en todo el Reyno resultarán aun así quarenta millones duales de pesos de utilidad en este ramo. En cuya forma cesará el grava- men a&ual, con que casi todo el sexo vive á costa de los hombres en España; Pediendo contribuir tan notablemente a favor de la masa de la común ri- queza de la Nación, sin salir de sus labores caseras. Si á ello se agí ega la utilidad y pro- dudo, que estas hilazas proporcionan para el texido, cuya maniobra puede ser promiscua á hombres y mugeres; no es cálculo excedente aumentar igual su- rna por razón del texido y demás ma- d i nio-1 Discurso sobre riobras de estas hilazas, y deducir lQÍ ochenta millones;aunque las primera5 materias en parte vengan de fuera di' Reyno. Y si no se hace la rebaja, ya *c conoce, qué riqueza tan exorbitante cS| tamos malogrando por pura ignoran^1* de las reglas prácticas de industria. En tal constitución , en vez de seí gravoso el número crecido de hijos é m jas, criados y criadas al labrador ó pa' drc de familias , sacará de su trabajé con que mantenerlos, y aun el necesa' rio auxilio , para pagar sus contribucio' ncs: empleando parte de las telas y mí' nufafruras de lienzo, cáñamo, algodón &c. en el surtimiento caserosy tanta me' ñor cantidad saldrá de España con mí' noscabo de nuestra balanza mercantil* El jornalero se hará texcdor , 1 quando le falte el jornal , acabada5 Jas temporadas del campo, ganará poí estos otros" medios su equivalente, 1 nunca permanecerá ocioso y sin od1' pación de que mantenerse» como ahorí es-tA INDUSTRIA POPULAR H sucediendo en Ca rilla, Andalucía, ^'^5on,y otras partes. La población crece á medida que se Ementan los matrimonios; y estos se contraríen prontamente, siempre que es Segurala fácil manutención, ocupación y alimento de los hijos. En donde la in- dustria popular se halla bien establecida, n° se quejan los padres por tener mu- chos hijos j ni de que les falte el sus- tento y ocupación diaria; antes es una Acidad la muchedumbre de hijos. Los hijos mal mantenidos son deli- cados : regularmente mueren en mayor Quiero á breve tiempo, y muchos no Sc casan, ó se hacen ladrones , vagos Mendigos: con lo qual disminuyen ó Atienen el aumento de la población. La inoculación y que preserva tan- tos niños de ser víctimas de las viruelas, ^ Cs un remedio tan probado y certero, íacilitará el aumento de la población, M legamos á vencer el terror pánico Cí>ntra este remedio. Ahora como man- d 3 te.lii ...' Discurso sobre tenemos en ociosidad tantas gentes, rió conocemos claramente la mengua & gente , que nos ocasiona. Las Indias aun sufren mayor estra" go de las viruelas , y con todo eso vi* vimos indolentes á vista de un daño tan repetido, y que con facilidad pf demos atajar. Los Galenistás purgaban y sangra' ban á prevención de una enfermedad incierta , y no era menos incierto 1 arriesgado el remedio. Las viruelas es un mal de que pO' eos se libran, la inoculación está expC rimentada de todos tiempos en la Clii' na,y ha probado en Europa, en Chile» Caracas, y aun en España á quantos i* han usado. ¿Qué disculpa podemos te ñer para no dar á la población tan irO' portante auxilio? Como en el gran número de la gen' te común consiste la robustez de un3 Nación , es axioma cierto, que la ifl* dustria popular es ei verdadero nervio pa-IA INDUSTRIA POPULAR. lüí para sostener su pujanza. Toda Nación aP'icada conserva la sobriedad y bon- dad de las costumbres, y en ellos tiene Sfan interés la Religión y la moral chris- tJana; pDr ser ja honesta aplicación á Sanar su pan á costa del trabajo muy conforme á sus sanos principios. El numero de las manufa&uras se Multiplica en proporción á la mayor fa- cilidad de hacerlas. Esta facilidad se acomoda á los géneros ordinarios y bas- tos, por las razones que quedan insi- diadas. Tas fábricas finas son regularmente ttiuy complicadas, y es mas tarda su per- fección. Contribuyen demasiado al luxó, Y tales fabricantes se desdeñan de con- tinuar en los duros trabajos del campo, de los quales les apartan enteramente; Nevándoles todo su tiempo y desvelo, Pata aprenderlas y exercitarlas después. Donde están bien arraigadas tales fá- sicas, se quejan sus Escritores políticos ¿4 deliv Discurso sobre de los malos efe£tos, que causan á la ■ branza ó cultivo del campo; y general' mente convienen, en que las artes com' patibles con la agricultura, son las mas ventajosas, y que carecen de iguales perjuicios é inconvenientes. Las fanii' lias, fabricantes sin agricultura, carecen de muchos auxilios, de que abundan lo* labradores. Veamos ahora las utilidades,que pue' den rendir al Estado las manufactura* bastas, sin salir de las de lienzo ordi" nario, que como mas fáciles, hemos tomado por supuesto del cálculo: en <$ concepto de que Jas otras no son meno* ventajosas por el mayor número de bra* zos y maniobras que requieren ,y de- berán irse introduciendo con respe&o * la mayor proporción de Jas diferentes Provincias, sin perdonar examen, ni di* Jjgencia , como quería Maniiio: Omnía cañando docilis sollertia v'tncit- Las diez onzas de hilaza de lino or- dinario, corresponden á dos millones daIAINDVSTRIA TOPUtAR. Iv tíc libras al dia , considerados los qua- tro millones de mugeres y niñas; y sil- Priendo de veinte onzas la libra, co- nio se suele regular en las costas de As- erias y Galicia, en que se hilan y texen üenzos ordinarios. Cada cinco onzas de hilaza produJ Cen una vara de cregüela , ó cole-« ta5y por este calculó se podrían texer en España diariamente quatro millones varas, en el supuesto de que el linQ f°miáse la industria popular. El cáñamo rinde un tercio menos; v así en lugar de cinco onzas, son ne- farias siete y media, para producir la nilsma vara de lienzo ordinario: por ma- tara que hay la desproporción de dos á trcs en el cáñamo rcspe&o al lino. La misma dificultad hay en hilarle,* P°r ser mas áspero el cáñamo,y ocu- Par las mugeres un tercio mas de tiempo, para reducirle de la clase de cerro á la c hilo , y por consiguiente se debe reS?ular proporcionalmente el mayor eos-.lvi , Discurso sobrb coste , que en el hilado y texido tiene ^ cáñamo en comparación del lino. Por parte de recompensa de esta di' ferencia, es mas baratoel cáñamo en ra' ma; por que un quintal de cáñamo & Riga cuesta puesto en la costa septen' •trional de España 148 reales, de q«c vienen á salir á cada arroba 37 reales dc vellón, ó real y medio á cada libra, afl' tes de rastrillarle. Elxáñamode Francia salea i?2 r5' con el aumento por consiguiente de u11 leal en cada arroba. El cáñamo de Aragón es algo mas ba- rato, y de mejor especie que el de Frafl' cria, y éste aventaja al del Norte en la fi' nura y firmeza.Ya observó el Señor M*r' candiér la preferencia de los cáñamos d<^ mediodía, aunque no son tan largos. E11 España se cultivan en várias Provincias»? se aumentarían con el despacho. (11) (ti) Se coge también cáñamo en V.alencíí» la Alcarria,Estremadurá, Casulla, Cataluña»? otra*IA INDUSTRIA POPUtAR. lvÜ & lino mas bueno de Rusia y del Norte sale el quintalá catorce pesos,quc hacen 21 o rs. de vellón, y corresponden a cada arroba 5 2 y medio rs. de vellón, V cada libra 2 rs. 3 ms. y tres veinte y cinco avos de otro maravedí. En el modo de rastrillare! cáñamo y lino en rama consiste su mayor apro- Vechamiento ,para que salga mas pelo, Y produzca menos estopa. Del cerro del norte, como mas largo, si se beneficia con rastrillos de púas cor- tas , qualcs son los que se usan en Astu- tas y Galicia, se sacarán de una arroba de j>tras partes del continente de España. Donde aya estos crudos de cosecha nacional, es razo- nóle fomentar las hilazas y texidos de cáñar 0 i y solo son preferibles los de lino , donde t° "ay cosecha de cáñamos. Si hubiere espar- c¡ • únicamente deberá adoptarse el benefi- t 0 "e 'a cosecha propria de cada País, has- donde alcanzare , introduciendo de otras toTei los materiales que faltan, para ocupar na » gente.lviÜ DlSCtfRSO SOBRB de lino doce y media, ó trece libras $oJ lamente de pelo,y el resto de estopa- Por el contrario,usando de los rasen' llos,que se hacen en la Ciudad de Viqu& cuyas púas son de nueve pulgadas, '* misma arroba producirá de diez y seis3 diez y siete libras de pelo, y el resto de estopa > porque se quiebran meno* Jas hebras al tiempo de rastrillarle. Proporcionalmente se debe entendí lo mismo respe&o al cáñamo, al espar' to , malvarisco, y demás géneros hila' bles , según la calidad de su cetro,y lo qac produzcan las experiencias. El algodón tiene sus particulares ob' servaciones,para reducirle á hilaza,y dar á esta la debida consistencia; sW cediendo lo proprio con la lana y & da: bien entendido que en quanto * esta última el método del Piamonte ei preferible á todos. (1) Ta- (1) Este método está adoptado para14 hílalas de seda de Talavera ; y te ha intt°< ducído poco ha en la Ciudad de Murcia»LA INDUSTRIA POPULAR. ÍÍX Tales comparaciones y observacio- nes solo se pueden hacer por unos cuer- pos patrióticos, formadosá imitación de la Sociedad Bascongada de los Amigos del País; reduciendo á experimentos y cálculos todos estos aprovechamientos y Cconomias. Cuyas comparaciones no es Posible las hagan las gentes rústicas; ni pueda asegurarse su certeza y exác- tltl»d, sin la concurrencia y auxilio de *as personas distinguidas y zelosas de ca- da Provincia, unidas en sociedad y cot- tespondencia, que reduzcan á memorias académicas sus observaciones, y las va>- yan comunicando continuamente al pú- blico. Todos desean y con razón, que se tómente la industria; pero si se les pre- gunta, en qué consiste la industria; quál Cs. el estado actual que tiene en su Pro- Vlncia; qué ramos ó cosechas van en ^mento, ó disminuyen; qué causas influyen á la decadencia; y quales aú- llos convendrían, para evitarla; es me-. nes*lx Discurso sobre nesrer contesar, que no hay hombre al gimo, que pueda por sí solo tener, ó ad quirir estos conocimientos prácticos. D. Bernardo Ward, Ministro q fue de Ja Junta de Comercio, y qu tenia inteligencia del estado general de la Europa en punto á comercio y fábricas, creía, que esta falta de noticia5 hacía mucho perjuicio al gobierno; 1 que podría suplirse, nombrándose pe1' sonas, que visitasen y se instruyesen ¿e Jas producciones, industria, y estado & todas Jas Provincias. Este conocimiento podria sin dud* traer por de contado alguna utilidad» Pero siempre sería supeficial y momefl' táneoj en lugar que una sociedad ecoiiQ' mica, compuesta de individuos corres' pondientes, y dispersos en Jos pueblos» que compongan la Provincia, puede11 adquirir un pleno conocimiento de & estado, de las causas que influyen»? del progreso ulterior; llevando las i11' dagaciones á la perfección posible •' 1°lA INDUSTRIA POPULAR. lxi qual no es dable á ningún particular.' ¿>a nobleza de las Provincias, que por lo común vive ociosa , ocuparía en estas sociedades económicas, en los ex- perimentos , y en el desempeño de las indagaciones, de que mas adelante se tratará, utilmente su tiempo ; y sin des- embolso alguno del Estado serian los Nobles los promovedores de la industria, Y el apoyo permanente de sus compa- triotas. El Rey no tendría un número crecido de personas ilustradas,á quienes consultar, y emplear según su talento» Y ellos mismos disiparían las preocupa- ciones y errores políticos, que la igno- rancia propaga en agravio, y daño de la Nación. Por este medio no habría habi- tante en España, que según su clase no contribuyese á la riqueza nacional. La prosperidad y la abundancia se Seguirian , como fruto de esta vigilante Policía: no habría vagos, ni mendigos; c* pueblo crecería y estaria bien alimen- to: las rentas del Rey se aumentarían, Ylxii Discurso sobre y la pujanza de la Nación daría confían' za,para resistiré combatir ventajosa'; mente á los enemigos; y en fin el con': tentó general reuniría á todos, para ara anzar el desfrute de una poliaa,compJ'¡ rabie á la que imaginaron en sus ine'; «litaciones los hombres mas respeta'; bles de todas las Naciones. Nada eí,| adelante se afirmaría en los nuevo* proye&os sin examen , y todo se p0' dria reducir á calculo. Un exemplo hará demostrable necesidad de un cuerpo,que vele $1 mejorar la industria popular. Son crecidas Jas sumas, que sale11 de España por el hüadillo , y boLd$ encamado que traen de Olanda y de Alemania, y tiene gran consumo. Lo mismo sucede con la cinta, ql,c llaman casera, y se hace de hilo bawo: y la hay de tres especies, que to'j das vienen de fuera; esto es la mas fin* i de Harlen en Olanda, y las otras do* especies de Rúan, León,Italia,&c. E» \LA INDUSTRIA POPULAR. lxíÜ , En Asturias y Galicia texen de esta cWta basta; y por falta de telar propor- Clonado labran una muger y una niña c°n mucha fatiga de 7 á 8 varas al dia, 1üe á 6 mrs. por vara, les producen 4*8 mrs, que hacen real y medio de ^Uon , ó seis quartos para cada una de las dos. I Si se introduxese en estas dos Pro- encías un telar de Toledo,como el que 8e usa para la cintería de seda, y cuesta H rs. en aquella Ciudad, el qual se po- dría hacer por doce en ambas Provin-4 Cla&i una niña tcxeria 40 varas al dia, ^üeal mismo respecto la rendirían 240 Itlrs« ó 60 quartos , que hacen 7 rs. y * ^rs. Las dos mugeres ganarían con *ü respetivo telar 14 rs. y 4 mrs. en ügar del real y medio, á que por la ru- eza del instrumento, con que texen la Uua, están reducidas adualmcnte. (1) .___¿ e Per- M' consulta del Consejo.LA INDUSTRIA POPULAR. IXV P°rque todas se fueron innoduciendo Palatinamente y á impulsos de la ne-, cesidad: , Labor omnla vincit Improbus, & duris urgens in rebus egestas. Estos proprios telares se usan para kbrar la listoneria de seda, y la misma forma de máquina, guardada propor- ción , se puede aplicar á ligas, y otros géneros de lañaos) Los gorros, medias,calcetas, guan- te5 y otras manufacturas menores , se Pueden hacer en las aldeas de las refe- ridas hilazas de lana, seda , lino , cañá- is0 > y algodón; aprovechando en las Provincias tales producios , quancu los llenen de propiia cosecha5 ó introdu- ez cien- . i"¡) Los gorros encarnados fucten ur.a espe- dla[ w-inufaduri' da España. Con b exmiUion e los Moriscos en 1614., se trasladó á Túnez; la \ ^'ln 'm'ta^° aque^a fábrica en Ovlrans. a% lana y el tinte son aun materiales ¡ que sub- ¡JjgA U España , con pérdida de toda lalxvi Discurso sobre riéndose estas primeras materias defrc' ra , en el caso de que falten ó escasee11 en algunas Provincias , eximiéndose los simples de todos los derechos & nuestras aduanas. La Real Hacienda se indemniza^ superabundantemente de la diminud01* del valor, en rentas generales , con & mayor aumento,que producirán el co^4 sumo y las rentas interiores : y sobte todo crecerá la población, que es 1¿ verdadera riqueza y fuerza de un Es-- tado que se halla bien organizado. Queda advertido,que los lienzos sol0 necesitan la operación del blanqueo , 1 esta se les debe dar, después de texida* las telas, y no quando están en hilaza^ jnadejas,ú ovillos; porque en tales caso' debilita el blanqueo Ja duración , y 1* fuerza de las mismas telas. En algún*5 partes de España, como Galicia, Astil' lias, &c. se cometen grandes yerros,p0f no observar esta precaución. En tierr* de Salamanca se conoce mejor tal eco' no--. , *A INDUSTRIA POPULA!. IxVÜ «otníaj texicndo en crudo las telas de le¡)Zoiy reservando para despucselbe- nc»cio del blanqueo, que sale mejor, y jj°dexa pelusa en la tela; antes ésta se nace mas fuerte é igual. Resta ahora recorrer por mayor el e*tadode nuestras Provincias, paraen- terarse de la necesidad de propagar en Vas la industria, que les sea mas propor- cionada. Esta necesidad no-es objeto, que re- ere declamaciones ni argumentos persuadirse á los bien intenciona- ^0s> y amantes de la gloria nacional. Si a g'ino dudare, por nohaber viajado por £ Reyno, con facilidad podrá desenga- ñe por sí mismo. , Galicia de tiempo inmemorial ha ün,doá la labranza una proporcionada cridad de ganado á cada vecino, para rar y abonar sus tierras, con la indus- de las telas de lienzo. Es por lo mis- ^o la Provincia mas poblada del Rey- e3 no?lxvííl Discurso sobre no; aunque el labrador esta cargad con mucha renta, y gabelas dominica" les, ademas de las contribuciones 01^ narias. Esta Provincia , aunque no tiene otro* auxilios, paga mas puntualmente quC ninguna sus tributos: así se observó, <\üC en el feliz ascenso de Carlos 111 al tronOf quando se dignó remitir ásusvasaU0* lo que debían por atraso de contribucic nes no desfrutó de esta gracia, á caus* de la puntualidad con que aquellos na" rurales habían pagado , por efetto de s»* industria popular: á que se debe atribuí su población, Cataiuna,(4) que después de Galic'* pa- (4) Una de las causas principales del foro6"' to de las arces en Cataluña consiste , en que W añeios se miran en c! pueblo con el mis01 honor que la labranza ; y es muy de! cas" esta opinión razonable , para sostener ¡a dustrfa popular ; uniendo las ideas honrad»1* á todo lo que favorece el trabajo de la gciw|5 En Jas demás Provincias ds España se taiÍ.A INDUSTRIA POPULAR. lxÍX P^sa por una de las Provincias mas po-- bla-das de la España,no tiene esta indus- tria tan unida: sus labradores pagan ma* y°íes derechos dominicales á los dueños »_____e 4__so- **n ^°s oficios con desprecio por la mayor par- • de modo que la idea y voz de artesanv ó me* *¡*>tr*l está en oposición con el aprecio común; Y *un obsta para entrar en ciertos cuerpos, que 0 son tan ventajosos á la riqueza nacional. tt-os Portugueses para honrar al Pueblo y Nu'Ur odiosas distinciones contra los Christia- Os-nuevos,publicaron poco ha unaPragmácica. En España convendría poner en aprecio los "Cios, y desterrar roda vulgaridad y prcocu- PJcion en esta parte : de manera que la ociosí- ad y holgazanería , ó los verdaderos delitos, Sca lo que deshonre, y jamas la honesta profe- rí de los oficios. , Esto no deroga á la distinción, que la no- ble*a y las dignidades, ó la eminente sabiduria v servicios á la Patria, traen consigo, guarda- ti* justa proporción. , Peto hay la muy perjudicial práctica de ha- reducido en Cataluña á gremios exclusivos «»los artesanos, cuyos gremios solo subsisten en Jas ciudades populosas del Principado; y caman Wn verdadero estanco de la industria en perjui- cio de las otras poblaciones. .lxx Discurso sobrs solariegos: la nobleza posee la vn&1° parte de los diezmos, y el reedificio ® las Iglesias corre á cuenta del vecindario eximiéndose aquellos de una carga, c¡& Tales gremios tienen direfta oposición i (' feticidad pública , y apartan de las aldeas y v'' lias la propagación de la industria. La rnis*í costumbre abusiva se ha ido adoptando sin e**' men en las ordenanzas gremiales de otras Pt0' vincias del Reyno. El Sr. Marcandiér decía"'* contra semejante práctica , que no es tamp°cj conforme al espíritu de la ley 4. tlt. \\del H'*' , de la Recopilación , en la qual se reprueba!» 1"$ asociaciones exclusivas dentro del Estado* Las compañías privativas de Comercio ti*' ríen los mismos inconvenientes , y nunca pl'e" den prosperar sin ruina de la industria cotn^ del Reyno ; cuyo aumento indefinido hade seí el objeto de la legislación páttia. No es nece*4' rio referir lo ocurrido con las que se establee'4' ron en el anterior Reynado para varias Provi"' cias de España , como son la de Toledo , Zi(' ta , Sevilla , Granada , Zaragoza. Los privilegios de las fábricas nuevas, qiiW do no son comunesá las antes establecidas,caü' san indefectiblemente á cierto tiempo la ruí"* de ,1a industria ya conocida. Los superiores 'e' gítimos¿ 3 cuya sabia penetración va sometió 51 to* Ilk WDUSTMA TGPULAR. lxxi cl Concilio Jes impone. El ganado no Jst* en igual proporción para el abono e las tierras; y las manufacturas , esta- rcidas en este siglo por la mayor par- c. utilizan solo á~Barcelona , y á algu- nos otros pueblos considerables. , La bolla ó sello impedia su propaga- ron , como lo advierte el Si. Marcan- ^ler respecto al sello , que se pone en **0cia, aun á las manufacturas de poca m°nta. Carlos III. libertó á Cataluña de es- dcd°cste discurso, sabrán discernir el mérito den0"35 rcflcx'ones > para evitar con sus provi- jn,Clas> Y los vasallos mas útiles: los ^rontos están á extender sus habitadores ÍS| Produdtos de la tierra ,y darles su natu- ti^J Propría maniobra , como á llevar la fa- y solo xcS[i el establecimiento de algunas otras & dustrias, y de mas valor, que vüel**| el país comerciante. En Cataluña fál$| minias fabricas populares, queconS^ den su población adual. Y aunque P^ iczcamas brillante el comercio de ^aM INDUSTRIA POPULAR. *aluñ*, y nías lucroso; como lo es en á ciertos pueblos y fabricantes £e aquel Principado, es mas general y ¡*néfica la constitución de Galicia, y ^ücho nías sólida y duradera. En Cataluña conviene fomentar las peas,trasladando á ellas mucha parte de la industria, que se váá las Ciudades, en ^juicio de las aldeas y de los campos. fcn Galicia es necesario dar indusnia á °s pueblos grandes; pero siempre con atencionáno atraherles aldeanos; por- ^Uc £1 verdadero interés del Estado con- lste en mantener dispersa la industria n caserías y lugares chicos. Andalucía es mas fértil, que aquellas osProvinciasjpero está destituida de in- Ustria popular; y hallándose en pocas j^anos estancada Ja agricultura, sus ha- ltantes por lo común son unos meros '°rnaleros, que solo tienen ocupación r_ecaria á temporadas; y en el resto del gimen en ¡a miseria, s umergidos en lnaccion por la falta de tatéa lucrosa, enlxxiv DlSCUR-SO SOBR8 en que emplearse, y á su tamilia. ^ mugcres c hijos carecen de ocu pació11» y encerrados los vecinos en grandc5 Ciudades y pueblos, viven á expenS*5 de la caridad de los eclesiásticos»/ de otras personas: llenos de una l¿stl¡ mosa escasez, que no correspondí la feracidad del suelo , y que no dc' pende seguramente de pereza de }^ naturales; sino de la constitución poli0 ca.S'i no se acerca esta constitución á l°s principios, que unen en Galicia la labrad za, la cria de ganados, y las fábricas p0' pulares, por mas esfuerzos que se hagafl» serán infructuosos quantos medios 0° ¡ tengan por norte estos tres objetos. Las Provincias de riego, como Muí' cía y Valencia, requieren muchos br*' i zos, para cultivar los frutos: la precio51, dad de ellos indemniza al dueño, y * cultivador, por mas que éste paga arrendamientos exorbitantes, que puc den con el tiempo disminuir la industrié como se está experimentando en ng!a'*A INDUSTRIA POPULAR. lxXV **rra> por el exceso y abuso de los pro- Piados. . La Rioja es una Provincia, cuya Rustría noestábien conocida, ni sufi- cientemente aplaudida. Su agriculrura no Jcv Es necesario al principio un D'treSior \>t3 co de estas pescas en cada Provincia , que ,c•j • tA INDUSTRIA POPULAR. lxXVÜ ¡7 lüe podrían trabajar muchos mue- ,es usuales; y vender el sobrante ú ios cstrangcros , ó para nuestras Provin- Cl*s interiores. El cedro y caoba sub- ministrarían á los ebanistas una ocu- pación continua. En la Mancha hay todavía vestigios j*e Una provechos^ aplicación al estam- bre en ligas y medias: sus alfombras 8°n aun un resto de la industria antigua, Yesería mas fácil restaurar. En Cuen- Ca Se están restableciendo diversas es- pecies de alfombras, y de texidos de *na. Su fomento podría detener la at)soluta decadencia , á que rapida- «,______ men- tí* Conocimiento de lo que pasa en los Países, °nde florecen las pesquerías ,que eran tan co- c V"es en España antiguamente , y que han dc- ld° por el corto aprecio de promover lo útil. UtV onv'ene desterrar el abuso de que saquen ^."•dad contra los pescadores, jueces, depen- e etltes de mar , ó Cofradías , ni que se por gan i\u"US0 üttas exquisitas maneras de disaii- les'r. *1 pescador el fruto de sus fatigas; an- c?~ '^Portase examine y destierro toda t*ác- Cl°» indebida. 7lxxviii Discurso sobre mente camina aquella Ciudad. (6 ) En Navarra ha penetrado poco '* afición á fábricas populares: la &cV lidad de proveerse del estrangerOjí el (6) ÉÍSeñor Don Antonio YaTafox ÁtC si se establecen las Sociedades , 0s ramos que les son mas natura- jS y acomodados , para dedicar e á clloscon preferencia y utilidad. Knron- ^ se verá el gran atraso que padecen, J a mucha facilidad que tenemos, para allr de él por medio de la industria bien ?stablecida, sin los vicios del monopo- lf> ni de las asociaciones gremiales. No faltan quienes desconfian de to- |°> Y prefieren la inacción; ó porque 0 esperan tener parte en lo que se fia- jjai ó porque aborrecen loque e1 los no 1Scurrenjó pordecir,que éstas son cosas |acadas de libros estrangeros,como si so- nosotros supiésemos discurrir, y vi- esen en indigencia y sin industria las piones confinantes de Europa donde 5,escribe de estas materias. Las de frica ganan sobre nuestra balanza las ümas, que reciben por el sobrante do u Agricultura, que nos venden. En uno y otro carecéis de justa cau- * mormura* :pues si quieren ayu- (2 dar,.Ikxxü Discurso sobre dar, lo pueden hacer quantos habW dores tiene el Reyno. Si no les p*rC^ bien lo que se discurre, están en í cho de rectificar las ideas;ysino P'cl^t san cansarse en el todo, pueden cóá^fl lidad dedicarse á alguna pacte de la l" dustria común. El que le parezca P0' sible copiar de libros estrangeros ideas, apropiadas al estado actual de^ paña, pruebe sus fuerzas, y publtá^ sus resultas. De los que sin leerel^'5 curso, se arrojan á formar juicio es necesario tener gran lástima. Las Provincias, como Estremad^ cuyos terrenos ocupan rebaños fora^ ros, carecen de una labor proporcio11* da á la conservación y aumento ¿e ' población. No tiene suficiente gau^: propio, para beneficiar las tierras '■> t pueden recoger linos, cáñamos, K $ias, lanas-churras, (7) ni los mate*1* *-----........—.—'MÍ Í7) Las lanas-churras en Estremadura m. U INDUSTRIA POPU1AR. IxXXÍÜ es Primeros de las aires. Las leyes, si- endo el orden de la misma naturalc- a > disponen, que los terrenos se apro- ntan con preferencia en los frutos mas Prcciosos 5 y que la tierra se mantenga Poblada, (s) No deben repelerse los de- |c Pan°sy bayetas: ahora no hallan los natura- tan- decr'ar ÍUfic'cntc C0Pia de ganados es- tes,para surtir sus manufacturas, que van cu- crrametite í sü ruina. La fábrica de Bejar , que j4a . P^ños de segunda y tercera suerte, sufre CanVsma decadencia.No tienen tampoco fábri- as,dq las lanas finas, que crian. Y así .es pe.ee- c¡ri0> q-ic el Puebla viva en la mayor indigen- lia* cs rc8"'ar salgan en adelante de aque- robususima gente les Pixarros , Corteses, y ^bl"rq jerqucsi hasta qué la industria pueda sz? r c'el terreno patrio los esquílenos,. que le soa is proprios y necesarios. Por ser tan impor- D iC, la manufactura de géneros bastos, está P^nibida la extracción de las lanas-churras. cs.t0 mismo da á conocer la preferencia en la ct,a > que deben tener tales lanas j puesto que ontribuyen i el surtimiento y vestuario gene- ral del Pueblo. • l?) Es muy sabia la ley , que sobre iguales Perjuicíos acaba de publicar el Rey de Portu- gallxxxiv Discurso sobre mas esquilmos , en quanto sean brantes y compatibles con los prinC1' pales objetos de la sólida población V & aumento. *U gal á beneficio de la Provincia de Aleruej0» confinanyí con Estremadura , para reducir cultivo ios montes, y fomentar su agricuh11 y población , en data de 24 de Junio de 177+' Esta ley á consulta del Desembargo áJ Pazo, que es el Consejo supremo de Portu' gal contiene seis artículos. En el 1 se prohibe desauciar á los ^t.i' dores de las tierras arrendadas, excepto en 'í dos casos de 110 pagar la renta, ó perju»1' car las casas, ó arbolado ; y también se p1"' hibe alzar el precio del arriendo. En el z se manda reintegrar á los arrendad0^ res expelidos, baxo del precio que antes pag*' j ban , o por el que se tase á juicio de peritos» , En el 5 se mandan reedificar las casas , o"* ciñas, corrales, ó chozas que había en los m<"^ tes y dehesas , en el término de seis meses 1 costa de los ganaderos, en cuya mano hubie' : perecido ; ó í costa de los dueños , que p0^ descuido las han dexado caer ; haciéndose pag Jos que costearen el reedificio en las renta» / frutos de las mismas tierras , con hipothec* especial en ellas. _ SoLA INDUSTRIA POPULAR. lxXXV La mala inteligencia de las leyes parias daña en una Nación tanto, co- 1110 las malas cosechas; y acaso mas. Los temporales alternan; pero los ^___ /4- sis- an cl 4 que no queriendo los Labradores latí'^U°S vo'ver * cstas dehesas , se den á otros adores , que las quieran ; usándose la renta P°c peritos. * H e' 5 que de oficio los Jueces del Partido Ominen las dehesas, y casas diruidas en ellas *ara nacerlas arrendar á Labradores y labrat k°?io va dicho ; lanzando los puros ganaderos a]o de graves penas. En el 6 , para evitar que los ganaderos no Calcen con las dehesas é impidan la labranza, . *»da , que lodas las dehesas alternen por ho- j*s l'n año de pasto , y otro de labor necesaria- Ctlte ; y que nadie arriende mas tierra de la "Ue cultive , y aproveche en esta forma. . Lo mismo estaba mandado desde 1764 para 'tierras del Ducado de Braganx.*,y Encomien- sls fie las tres Ordenes militares de Christo, atuiage., y Avis , á beneficio de los colo- a°5'-con cuyas providencias parece haberse juntado la agricultura y población en aque- °s terrems notablemente. No sería menos cu semejante providencia en el territorio y En-lxxxvi Discurso sobre sistemas mal-entendidos obran pertí>a' nentes y continuados perjudicial efe&os. Resérvase á otro discurso prop0' ner á la Nación las reflexiones toca"' tes á la agricultura y á la poblado'1' porque están en una íntima corresp011' dencia con la industria bien orsanizads» é ingerta por decirlo así en Ja labranza- Donde escasean las cosechas, }' 11 tierra se mantiene inculta , faltan 1°5 hombres; y sin estos en gran núme' ro , y bien mantenidos , desfallece |* industria. Hay Provincias reducidas á la labran^1 y á alguna cria de ganados, que no eif plean toda su gente. Y mientras quedad habitadores desocupados en un país ,cS de Encomiendas de nuestras Ordenes militares clusa la de San Juan ; estando gran parte de 'a Encomiendas despobladas é incultas , aunq11 su situación se halle en las Provincias r°a fértiles del Reyao. Los Comendadores auniC lorian notablemente el valor de sus rentas.. lA INDUSTRIA POPULAR. IXXXVÜ ^ectuo^a c imperfecta su constitución. ll'etando éstas reflexiones á personas jUs instruidas, las presenta su autor con Ja debida modestia y respeto al discérni- ^•ent0 de ¡os Superiores,pórsi pudiesen •er útiles á la Nación, sin ánimo de cen- sar á persona alguna.Pues otros Estados .e hallan en igual, ó poco mas ventajosa J^ustria; aunque algunos han démos- lo con su exemplo la posibilidad, de stablccer ésta en todas partes. Ella á la verdad requiere tiempo y Estancia de principios, para remo- er los obstáculos> usando de la in- °«trastable fortaleza , á que conduce án espíritu lleno de equidad, y libre e RHra$ personales. Y así como Gali- Cla es en quanto á su población un templo de las ventajas, que anun- ^lauios; no debe repelerse esta demos- racion y modelo, que está á la vista de °d°s. Esto no es decir, que Galicia ten- ^ la industria de que es susceptible, *fttcs necesita una atención particular, pa-lxxxviii Discurso sobre •para ocupar utilmente todos sus ha" tantcs. §. XI. Las manufa&uras populares de Ia"3' seda, y algodón emplean todo género*! tintes; y estos no son fáciles, si en ca t capital no se ponen Maestros Tinto^ ros. que enseñen y propaguen una \>t0 fesion tan importante, según qaC indicado en su lugar. De los caudales públicos deberíane la Provincia dotarse estos Maestros, y té • ' til' enseñanza, que convendría diesen a1 número determinado á lo menos * aprendices, que se fuesen derramafl'M con el tiempo hasta en los Pueblos CoC tos. Esta enseñanza, á que por de tacio debían aplicarse expósitos y nio° abandonados, por no sacar hijos de I CQ bradores á los oricios( loque se ha equivalentes á que la i(1 Ustria no se retraiga, ni permanezca pffCCta Por su faka- ,j¡ hl premioanual á unoódos apren- Cone^e una medalla del busto del Rey, C0n as armas de la Provincia, aplicado tyi t0c*a í11 scicia á los que mas sobre- den, excitaría la emulación honra- daxc Discurso sobre da entre todos,con adelantamiento éste importante arte de tintorería* su perfección sacarían iguales Vc# " jas las fábricas finas, que las ord*11 rias. La orchilla, que llevan los estraitf rosdeCanar¡as,yla que hay en las c&1 de Asturias, aun no se sabe prepara1 el Reyno. El que descubriese qualq111^ de estos beneficios y secretos , ¿cbcí¿ también recibir su premio, ó asalaí^ del mismo fondo quien enseñase cS operaciones, que abreve tiempo se .} rian comunes. De este modo han perfeccionando los Ingleses las ^ M manufacturas con alabanza suya, y ^ miración de los que no meditan constante amor al bien público 1°^! el verdadero origen de su prospcrl f adual. En Inglaterra no hay talen1^, descubrimiento, que no reciba ¿ don y recompensa: así son inccsa * los progre* os de las artes y oficios. " ^ de se burlen y desprecien Jos vfl^, IA INDUSTRIA POPULAR. *CÍ pscubriinientos,no es dable que se ade- atUen las manufacturas á pesar de los Ajotes deseos de los que gobiernan. Es una especie de crimen contra clEstado desalentarla aplicación; cen- ando lo que no se entiende , y des-, Amando á los que se aplican. Toda especie de ingredientes para tl«torcria deberán estar esentos de de- fechos , siendo para el consumo de las ^anufaauras del Reyno; aunque por j°ttuna casi los mas son productos de i0s extensos dominios del Rey. §. XII. Es un gran perjuicio de la industria popular permitir la extracción en rama dc las primeras materias de las artes,que 5ean necesarias para ocupar las mugeres V ftiñas Españolas, ahora ociosas. . En el Reynado anterior se prohibió a saca del esparto en rama, por ser un pto casi especial de la España, y que ^era solo se coje en Cerdeíía, y en al- ga-xcü Discurso sobre gunos parages de la Africa litoral' El objeto de esta sabia provideflf1 se encaminó á excitar la industria nad0* nal, para que beneficiándole, se aprc*ví< <'háse la Nación de todo el rendimic^ posible del esparto. (9) Entonces ^ no se habia descubierto el importa" te secreto de hilarle ry reducirle á te' xidos: ahora se ha hecho mas ói&f de una seria atención de los EspaÁ"' Íes este género. O*, ■i -,__— (9) Por Alicante hay un;¡ gran extra**' de esparto en rama. Mientras se rrantubo cef' da la saca , el Vecindario lograba considera*'1 ventajas de su beneficio. En la nueva Tab¡*rt>' que está casi enfrente , se ha establecido ll Gremio de Esparteros. S:rfa útil subrog3^ en fabricantes de telas de esparto, lleva*1 do Maestros de la fábrica de Daymiel. (10) En el tratado deMarcandUr se verá & - m» los Griegos hilaban en Jos remotos tiemP ( el esparto, cuyo eénero sacaban de España,*!, le debe mirar casi como un fruto suyo prívaI} vo. Es un género de los mas á propósito p*^ la industria popular de las Provincias, «Jue . • naturaleza privilegió con un útil cosec»»*IA INDUSTRIA POPULAR. XCLÜ Cqn e| mjsmo objeto se ha coarta- ba esenciondei a],r0don al que entre n rama, para obli^r ¡ndire&amente á ^Ucse hile dentro de España, y ocupe es- a tarea los brazos, actualmente ociosos e ^estros nacionales. La lana, dividida en ordinaria y fina jl^no délos mayores productos de la ^acioru y con todo eso sus naturalesse p|tcn, en quanto á géneros bastos, de fricasestrangeras, mientras las muge- e! Y niñas, que debían hilar la que se tla y corta en el Rey no, están ocio- as Y sin ocupación: dexandola pa- .at á las demás Naciones en crudo, Paraquc euas pUCjan en3plear los ha- dantes de esta misma clase en sus- Países. No trataremos de la lana basta, por- ésta ha menguado mucho en su co- .y^ssiendo la mas necesaria al Pueblo, * la que cogemos se consume dentro' elReyno hilada, ó en colchones. *"* entrefina qu e no trashuma, se ex-xciv Discurso sobrh extrahe en gran parte, y casi con 13 menor aprecio, que Ja mas fina. Omitiremos por ahora Jas reflexiones políticas, tocantes ala neCC' sidad del fomento de estas dos espec'e5 de lanas; porque es materia que ti¿l1í su propio lugar en el discurso sobtfi la agricultura. Baste ahora contrallé' jios á un ramo, qne está en nuestf* j mano aprovechar desde luego, pafí ocupar la gente pobre, y consol*^ la población. La lana merina,ó trashumante se pr°' duce por mas de qnatro millones y illC" dio de cabezas; y suponiendo, que diez cabezas dan una arroba lavada,56 pueden calcular quinientas niil árrob3* de cosecha anual á corta diferencia? doce millones y- medio de libras &ci diez y seis onzas la libra. De estos doce millones y medio ^ libras supongo cinco millones, quest hilan , ó fabrican en el Reyno; y p°C consiguiente dexan todo el aproveché truc?ni. U INDUSTRIA POPULAR. XCV ento dentro ac España, utilizando industria popular. dio ^ restantcs s'ete millone^.y me- ]Qs pC libras se extraen en crudo por 0t "yertos al estrangero, sin hilar ni Qn °, nefici°>que el esquileo y lavado, el d e el 8anaclerocle su cuenta, y L, Ia conducción en sacas hasta el Meadero. té y admira , que en Su beneficio P!°cedamos con tanta indiferencia; te- lendo fondos y medios, para conse- °Ult fácilmente sin auxilio ageno , el acar de tas manufacturas de lana ocu- £ac'on honesta, y útil á la multitud de raz°s, que hov permanecen ociosos n todo el Reyno. ' No es ramo tampoco nuevo entre ?s°tros. Si se examina con cuidado el Urnero de fábricas de lana , que habia n bastilla, Estremadura y Andalucía, ¿3 IA INDUSTRIA POPULAR. XCÍXt Discurso sobre de que no ha quedado casi vestig'0 causaría admiración la decadencia ^ se toca , y la industria antigua que ^ ha perdido en nuestros dias, ó en »^ de nuestros abuelos. La expulsión de los Moriscos tf}' xo consigo en gran paite la ruina£ esta especie de fábricas, y de otras- & de* mismo daño prodiuo la saca de ge para las Provincias de Italia y Flan en los dos siglos anteriores. Ahora que estamos libres de ta' I ocasiones de decadencia anual, y ^ mos recobrado una gran parte de antigua población, debemos echar t0" do el esfuerzo en los paños ordinal* sargas, franelas, y bayetas. Las fl»$| facturas de lana aventajan á todas m demás; si se miran con la debida at^ cion Jas muchas maniobras , que íC' quieren.*° políticos, que en la India son los labr*' ¿o-, tA INDUSTRIA POPULAR. CÜÍ jj0res (i) quienes empican sus ratos li- • ,res>y á su familia en esta especie de .üstriamaciendo de esta general aplica- ron ei cónmodo precio, á que venden as telas de algodón á los Europeos. De Qonde es presumible, que nunca pueden c°ncurrir con ellas las de Europa en pellos países, donde se permita la in- .____ _ tro-^ í1) En el tratado del algodón se toca con P r,tlcularIdad esta materia t y asi es ocioso rc- j ^tla en este lugar. De Manila se podrían fa?eí * España algunos Sangtcyes.ó Chinos que *íadCaSen CStas telasen scda y cn algoJon' Se" ^ de gran ventaja pata propagar su enseñanra. Tallas Islas tienen los simples, de que se trrian los tintes , cuyo conocimiento daria "^bien instrucción á nuestros fabricantes. a* manufacturas ó se inventan, ó se imi- : el primer modo es ridículo , quando son jCs ya conocidas en qualquicr parte del mun- ^ Las manufacturas de Cataluña aun están to» ^ atrasadas en la perfección ; y solo pros- j, an por la protección , que las ha dado el ^ y mediante la prohibición de géneros cs- ^ "geros de algodón , y libertad de derechos ** primeras materias. üc donde resulta que toda manufactura de- beciv Discurso sobre troduccion de Jas telas de algodón asi*' ticas,á pesar de los mayores esfuerzos* Por esta reflexión es indispensable su^ sista la prohibición, para que pueda tC" ner lugar nuestra industria en esta paf te. La España podría sacar de tales bricas notables ventajas, supliendo coíl Jas telas de algodón mucha parte de I°5 lienzos, que necesitará tomar sienipfC del estrangero. Como no es el intento de este ¿iS' curso tratar de las particulares circun*' tandas,que concurren en las fabril5 finas,se deja esta discusión á otro p6' ailiar discurso, el qual no sería io&'J Di be trasplantarse del parageen que está ma*"°¿ reciente, para imitarla donde se ignora, ó 0 ha llegado todavía a' su verdadero punto. . Luego que se halle establecida , vienen ' combinaciones: con las quales se consigue ^ perfección de las artes, á que debe aspirarse toda costa y diligencia. No basta pro.nover ü" manufactura ; sino se continua en apurar > medios de sacarla barata y bien executada». tA INDUSTRIA POPULAR. CV .1 "e cortas ventajas al Estado > v aca- so • , cntrana en cotejos, que merecerían a aprobacion de los que hablan , des- £Ues de haber meditado sobre hechos Ien averiguados. Conviene entre tanto no olvidar la j^tension del buen gusto en las tres no- les artes; y en el dibujo. Si todo esto se hace común en el Reyno, ca- brán de gusto los géneros finos> y Jün los ordinarios serán mas toscos ,e Jo que conviene, para asegurar m Qcspacho preferente. Los Franceses por la gran variedad jf primor de su diseño aventajan á las flemás Naciones en el gusto de sus i11:inufa¿turas finas y y aun ordinarias. Jste gusto todavia nos es algo foras- .Cr° > y sin él harán cortos progresos ls fábricas finas de España. §. XIV. Concluyo este punto , afirmando Asumen conforme al di&amen de loscvi Discurso sobre los Holandeses, que las fábricas de ^ yor despacho , son las mas útiles comercio; y esta es la primera t>aS?' sobre que debe dirigirse la industf general de cada País. . II. Las manufacturas mas bastas í groseras están en este caso, y son P° lo mismo preferibles. J jf III. La mayor ventaja del pueblo I lo que debe llevar la principal atend0 del Gobierno. Y como esta especie ?c ex cil industria pone en actividad la mitad la población, que ahora es pura car& del Estado , y entonces concurrirá c ni fu di bi > j •-»•-'>».•».»•- ^v * * ^" * ./ su trabajo y afán á consolidar la c^ ^ mun felicidad y riqueza; se sigue, l1^ ^ estas ideas son las mas ventajosas, pueden ocupar los desvelos de un buC patriota. . IV. Todas las Naciones admiran decadencia de nuestra población, siruj j. da en un terreno fértil, y circunda*1 j ^ del mar, si se exceptúan los Pyrine0' Importa al crédito nacional deniostf r co*1 es C; le &LA INDUSTRIA POPULAR. CVÍÍ *0ri U práctica, la posibilidad de ad- mitir la población que nos íalta; em- pleando bien la que ahora nos sobra, P°r carecer de ocupación provechosa. V. Siendo regla acreditada con la e*periencia, que las empresas mas fi- eles y menos complicadas, están su- jetas á mehe res riesgos; dicta la pru- dencia, que la aplicación popular á las j^nufacturas groseras , sea el primer Andamento y piedra angular de la in- fegria española. f;'Vl. No es accesible á ningún Go- íerno velar inmediatamente en cosas Sn extendidas , que abrazan todo el ^eyno. Y esa reflexión obliga á pensar 11 sociedades económicas , que sobre estas máximas vean lo que conviene á j^da Provincia : quales impedimento* 0 retardan > y los medios seguros de j^overlos, y establecer los modos só- ,lclos,que han de regir en este género e industrias. se han usado en este discurso sis-.cviii Discurso sobre , sistemas abstra&os y pomposos: se * procurado seguir el cálculo, y la natt!' ral inclinación de las cosas, para ven á la demostración de lo que convie^' Estas reglas las di£ta la experiencia y aplicación: no se aprenden en las escUc^ las publicas; y ojalá que en ellas se en señásen las observaciones practicable y convenientes á la industria. TierflP há que los varones sabios se doliafl , las vanísimas qüestiones, que los )0" venes agitan en las aulas ; las qu3 en llegando á los empleos, en nada ^ eran acomodables á la utilidad y benejV ció del público. „ Et ideó ego (dice í\_ „tronio) adu'escentulos existimo 1 „scholis stultissimos fieri; quia „ ex iis , quae in usu habentur, 3 „ audiunt, aut vident." - ; . v S'xv-\ ; ';:;| De la falta de nociones sólidasc^ materia de industria, han "nacido pr°LA INDUSTRIA POPULAR. CÍX Pericias dadas con el mejor zelo, y ^Ue no han contribuido á fomentarlas artes, ni á los que las profesan, como Se deseaba y convenia. Nada es mas contrario á la indus- tr'a popular, que la erección de gremios ' fueros privilegiados ; dividiendo en "nas sociedades pequeñas al pueblo, y ^uniéndolas de la justicia ordinaria en duchos casos. Si este método se repi- ta demasiado, son de temer consecuen- Cla* desagradables contra la extensión y bondad de las manufacturas. El colino del perjuicio está en las ?rdenanzas exclusivas , y estanco que Aducen : de manera que impiden la P'opagacion de la industria popular los flatos de cada gremio > si una ilusr *ada previsión no los ataja con tiempo. . En los gremios de artesanos hay runísima enseñanza. Falta dibujo en ^ aprendices, escuela pública de cada "ció, y premios á los que adelanten, ó ^ek>ren ]a profesión. Todo es «adicio- na-ex Discurso sobre nario , y de poco primor en los oñc^ por lo común. Quando las industrias están conod' das, es un error considerable privüe' giar á las nuevas, y dejar cargadas 1JÍ antiguas de la misma clase ; porque 0 tas se arruinan, y las otras solo sub¿f ten, mientras dura el abuso de los ^ vilegios. Por esta desigualdad, contra*1* á la justicia, podria llegar el caso, de qa& aniquilasen las artes los mismos medu>s> que se creen á propósito, para fontf11' tarlas é introducirlas. En cada gremio se ha erigido & Cofradía: de suerte que en lo espirité' forman otra congregación apartada»1 contribuyen con cantidades exórbita'1* tes, y acaso mayores que los tributé reales y municipales. Los Oficiales ^ Mayordomos de tales Cofradías Qc' míales huelgan todo el año, en que lfií duran los oficios. Los Mayordomos^ arruinan con los desarreglados gastoSi* que una vanidad fuera de propositéIA INDUSTRIA POPULAR. CXI £cl mal exemplo de otros, Ies empeña, jte nial en una Nación honrada y pia- tiene mayor cebo, que en otros Paiaesde genios diferentes de los míes- eos. Las inclinaciones se forman por c' curso ordinario , que toman los ne- gocios públicos. Las restticciones, á que sujetan to- ^ especie de manufactura de la dota* ^on del gremio , producen notables '^pedimentos á la industria popular; y ^ es otra de las fundamentales causas "e su atraso en España , y la que cons- tituye el estanco de los gremios. . Nuestros Legisladores, y nuestras cyes mas solemnes tienen especialmen- te prohibida toda especie dé estanco de cOmercio interior 5 y es condición pac-- tada entre las de Millones. . La ley 4,. tii. 14. lib. %.de la Reco- M&cion prohibe toda elección deCo- *radia gremial, y manda deshacer to- ps las que estubieren erigidas hasta promulgación de la misma ley. b Fuecxii Discurso sobre Fue propuesta en las Cortes la ncce51' dad de contener el perjuicio,quc ocasKj' na á la administración de justicia»Jí constitución de nuevos fueros y cstnO0, nes de la jurisdicion ordinaria; porquí turban el exercicio regular y vigoro5" de la justicia. Las competencias de ju' risdicion se oponen á la industria tan*0' como á una bien ordenada policía- ¿De dónde , pues, pudo nacer taflr repetición de ordenanzas de gremios»" Cofradías gremiales, y estancos de $ mismos gremios? Las leyes Jo resist^' Ja equidad aborrece esta desigualdad»1^ utilidad pública está en contradiccio" con estos cuerpos aislados y separado5' porque de esa manera el que no es dÉ gremio no puede hilar, texer, ni ocupat' se en tales faenas. Si entra en eJ grerrU0' Jo que no es posible á los que viven^ Jas aldeas, ni á las numeres y niñas > oprimido con Jas contribuciones grc míales, y las de su cofradía rcspeftív*' Es ineficaz Ja Jcinslacion , quan»'' - ° qo. iLA INDUSTRIA POPULAR. CXÍÍÍ 110 se cónoce por principios sólidos la c°nvcniencia , y la necesidad de obser- Vat las máximas, que de ella resultan, P*ra que cj Reyno prospere. Lo cierto fs i que tales ordenanzas de gremios jjatl tenido aprobaciones , y las cofra- as gremiales sé han tolerado; aunque !*ten resistidas por las leyes. Es tam- ben notoria la re&itud y desinterés de 0s Magistrados de España. Con que es Necesario recurrir á alguna causa ex- orna; y puede hallarse tal vez en la a'ra de cálculo político,y en el poco tstüdio de estos asuntos, que parecen ^cánicos, y á primera vista fáciles, ó *a' vez poco dignos de personas con-, doradas. En Nápoles y en Milán se establecie- lQn cátedras, para enseñar las verdade- ías reglas del comercio general. Otra c^edra convendría instituir en cada ^ de nuestras Universidades, para co- |!0cer los abusos y estorbos, que impi- lCron la industria hasta estos últimos b i, tkm-CXÍV DlSCUR.SO SOBRB tiempos, en que nuestros Soberano5» llenos de amor á sus vasallos, dan t0' jdo el auxilio posible á la felicidad \ 'prosperidad general de la Nación : • medida que sus zelosos Magistral disipan las tinieblas y abusos , que ]J ■escasa noticia de las máximas ecoflO' micas habia introducido en España. Sin estudio no se pueden alcaná los verdaderos principios, que con^ cen una Nación á su prosperidad. ¿Qtfe estudio debe excitar mas la diligertf1* de los que piensan ocuparse en ^ empleos políticos? < No es, pues, respe&o á los que r,f nen oficios civiles, ó públicos , estucó indiferente el conocimiento de ^ causas, que pueden haber influido ^ ■ la decadencia de la industria 5 pues 'c • sirven tales nociones, para no caer ^ ellas,al tiempo de examinar los neg^ cios de esta clase. De otra suerte püC suceder contra su intención , que providencias causen efectos, muy cotl ti**. IA INDUSTRIA POPULAR. CXV ^ticis á los que ellos deseen promo- Para evitar tales perjuicios, convie-; _c "o establecer fuero , gremio, ni co-. radia particular de artesanos ; por no ^°nducir tales asociaciones á elfomen- 0 de la industria popular. ' Es á este sistema conforme e4 extin- guir y reformar con prudencia quanto se na¡leestablecido, quesea contrarioá los Mncipios,que quedan referidosjá lo que c°nsta de nuestras leyes,yá lo que j^edita la experiencia. Otras Naciones an confirmado este mismo di&amen, | van removiendo sucesivamente tales ?bstácnlos, como opuestos alas venta- '*s públicas. Y á fuerza de meditación ^ ttabajo, sin perdonar diligencias ni jp^o, han conseguido el fin, áquede- ^ aspirar muy de veras nuestra patria. los gremios de artesanos pueden Ser/útiles en lo que mira á la industria, Scr*a para alguna de estas tres cosas, c°nviene á saber: enseñanza, fomenr ¿3 to.CXVl DlSCUftSO SOBRÉ to , o adelantamiento de los oficíoSf La enseñanza y leyes del aprenda zagees lo que menos se cuida en los Gre* mios. Ni los Maestros saben dibujo,111 tienen premios los discípulos, ni prt,c bas públicas de sus maniobras; y ro ni' dirección. De aqui nace, que las gentes tamp0' co saben distinguir la perfección del°5 géneros que se fabrican, porque nun' ca ven expuestas al público las pieza* de examen de los que quieren pasar • maestros, El dibujo y la exposición de est** obras formarian el gusto general y Jueces competentes de las artes que*1' brian distinguir, como se hace en nía con Jas obras de las artes,para olt las críticas. El fomento de las artes es incomp** tibie con Ja subsistencia imperfecta^ gremios: ellos hacen estanco de los o»" . ""-i cios»LA INDUSTRIA POPULAR. CXVÜ ,10s> y á titulo de ser únicos y priva- lv°s> no se toman la fatiga de esme- tSe en Jas artes 5 por que saben bien*, ^üe el público los ha de buscar nece- at¡amente, y no se pára en discernir &üs obras. . Los que tienen afición á tales ofi- Cl0s, no los pueden exercitar pribada- ^nte sin sujetarse al gremio 5 y eso j^rae ámuchos,que en las casas tra- ba)arian acaso mejor; y esta concúr- sela abarataría la maniobra, y esti- ^ularia á su perfección. Los estrangeros hábiles han cn- c°ntrado dificultades, para establecerse j-e.Xerccr sus oficios Por 'as contra- piones de tales Gremios. Felipe V les Maridó admitir en ellos; y es aquella ^solución conforme a las leyes, que Aceden á los artesanos estrangeros y , los labradores los mismos privile- ^10s, que á los naturales;y además Csencion de derechos por seis años, c°n recomendación, para que se les h 4. atien-cxviii Discurso sobre , I atienda, á fin de exercitar su industrié' Carlos III ha confirmado á fo'ot de los artífices estrangeros todo lo <\üC las leyes disponen en quanto á cll°5» sin exceptuar los que residen en costas de mar ; despachándose Re3 Cédula en el año de 1771 ; y les ha eximido y á sus.hijos del sorteo y &4 vicio militar en las Ordenanzas de re" emplázos. Las Justicias ordinarias i 1 los Ayuntamientos deben poner el n1*" yor ahinco en el cumplimiento de e*j tas leyes y ordenanzas > protegiendo a los estrangeros, que por el mero hc" cho quedan avecindados y subditos. La introducción de artífices estra11" geros es uno de los fomentos masse' guros de la industria: con ellos se puC" de tener maestros idóneos en las Pi'0' vincias, para propagar la enseñanza; su' getando áellaá los individuos a&uale* de los mismos Gremios,que necesite^ de este auxilio ; por faltarles á mucb0* dibujo, el aprendizage necesario, y ^ri U INDUSTRIA POPULAR. CXÍ* 'ífcroso examen público, que acredite 5,1 suficiencia. • . £' adelantamiento de las artes y ofi- ^0s ha de ser quitando estancos; y dan- 0 premios á los que sobresalgan^ ^°sta de los caudales públicos, ó de los Cernios de artesanos, que ténganten- os y fincas. £s también necesario borrar de los 0"cios todo deshonor; y habilitar á los 1l,e 'os exercen para los empleos muñi- dles de la República. En una Nación ^ de honor, como la española, c°nduce mucho no perder de vista es- a oiaxíma,que obra ran buenos efeftos !in Cataluña, y en otras Provincias del pVno. Solo la holgazanería debecon- tr*her la vileza. §. XVI. £ La industria popular ó .«se ha de Rentar por cada padre de familiasj ^ P°r el público, como tutor de las Aculares familias desvalidas. . ¡ Es-exx Discurso sobre Este fomento consiste en la ensené' za, y en el socorro de tornos, peync5' telares, batanes, y tintes; en máquin^ que facilitan las maniobras, y en lasu"' ministracion de materiales. Todo esto yá sea de cuenta propi^ ó por limosna de personas caritativa5' ó por ptéstamos y repuesto del públi^' es útilísimo. Potqueel vecinoaprende" valde;adquiere instrumentos con que ga nar el pan y ocuparse 5 y por fin no se ^ precisado á vender su manufa&ura fac ra de sazón, y al desprecio. Antes usando de su libertad el ¡>*°* de familias, Ja vende al fiado, ó de c°n^ tado al que la busca; ó la lleba al met cado(i)para lograr salida; si ñola 'lJ conseguido en su casa. ^ (i) En las Provincias donde no hay Merc*¿'' semanales se deben'ir estableciendo con nl cha diligencia , porque conducen mucho i e*y tinaular la contratación interior ; y de dar ^ lida í los efe&os de la industria popular. C° tribuye también á cortar el monopolio.IA INDUSTRIA POPULAR. CXXJ t>. Pe lo antecedente resulta,que las ^icas populares no pueden prospe- ar por medio de compañías , ni da ^ta propia de comerciantes. Estos Reirían los vecinos, y fabricantes á ^r°s jornaleros, y dependientes de su Juntad ; quedando los tales comer- cies ó compañías con la ganancia, ^ CI pueblo en la misma miseria , y Caso mayor que la a&ual. Los que hallaren razones convin- Qentes, para sostener lo contrario de ^nto aquise propone, harán un ser- ,,c,o muy grande al público en pro- birlas para su examen. . *-a prosperidad nacional es incompa- lb'e con qualquier error político con- grio á ella. En nada se consumirá mas ^tiente el tiempo , que en semejantes fusiones 5 proponiendo premios al ^e mejor discurra , y escriba sobre a'es problemas económicos. Si un número de comerciantes, ó Un* compañía reduxese, por cxcmplo, encxxii ' Discurso sobre en Galicia, las fábricas de lienzo á511 discreción, de modo que los Gal'e:?0$ trabajasen de cuenta de tales emprel1' dedores, el género se malearía; se cS" tancaria á arbitrio de ellos , y '°S Gallegos solo sacarían el jornal, que quisiesen dar. Y como éste mengua'1* cada dia, al cabo la fábrica se arrii'11*' ría; porque los naturales habrian o^1' dado su industria antigua; y !á cornp3' ñia no tendria quien trabajase de cücK ta de ella, con la economía queesfa^ lograr al presente en aquella Provine1*' frugal y laboriosa. Después de fabricadas las manl^ fatluras, ó producios de Ja industfl popular, son útiles Jos comerciantes p3* ra facilitar su salida y despacho; y*vremovidos torpes lucros enelva- de los frutos. Todo el primor de la industria po- íu'at consiste en dos cosas , qne son ¡Compatibles , quando ésta va de cuen* ,a ^1 comerciante , por una especie ^ grangería. , La primera es , que el vecino tra- bando de cuenta propria , ponen él y Sl1 familia la mayor diligencia , para. ?jUc la obra se adelante y vaya bien Ccr»a; y en sacar dentro de mas bre- Ve tiempo toda la ventaja posible > y se consigue no dexando de la ma- °° cl trabajo , y esmerándose en él. . La segunda consiste, en que el ve- rtió que trabaja de cuenta de otro , lo ace con menos cuidado , y prefiere Siquier nueva industria , que le sea ^ lucrosa. Asi sale la manufactura ^as cara por el mas tiempo, que tar- a»y maleando la calidad por abrazar ^as de lo que puede, pieide el cré- di*cxxiv Discurso sobre dito, y pasa á otra parte la industfl»' A estas naturales inducciones, en $ hasta ahora no se ha puesto la deb^ atención , se ha de añadir otra ; y es <í^ todo Gobierno debe empeñar sus esfii^ zos,sobre que la industria ceda inrri^1? tamente, quanto sea posible, en benc^ ció del pueblo , para que éste se ha' bien estante; prospere la población^ se faciliten Jos casamientos, según que les podrían convenir; y el e§imen que deberían poner,á efe&o c P'opagar la tal industria, í-os pueblos cortos,ó aldeas nun- *a ^enen fondos, para traer maestros c artes á su costa; ni son capa- Ces de soportar el aprendizage de sus Atúrales/ Esta especie de maestros han de 'csidir en las capitales,y costearse sus garios y ayudas de costa por la Pro- ,ncia , como un auxilio común , y "ánscendental á toda ella. Si las ciencias requieren escuelas friera les , dotadas á costa del común ?n fa!ta de fundaciones particulares; la Austria popular no es menos aeree- do-cxxvi Discurso sobre > - dora á una enseñanza suficiente > ¡ gratuita. , Dificultosamente podria el cotf11 pagar .los viages de las gentes artesa*1^ para aprender Jas artes bastas , que 1 \ .España no estén bien conocidas: es fv> cisa Ja fijación de maestros naturales f ¡ estrangeros. Entre los discípulos s^ { bresalientes podria embiarse uno >. j otro que yendo ya instruido, logrJfl j á poco tiempo perfeccionarse rué1' Los que viajen , sin llevar instrucci^ anterior, no pueden hacer compar*y ciones acertadas} ni traernos con01'1 niientos circunstanciados y muy *^ i tajosos, como reparaba un sabio ^ \ glés en el siglo pasado respe&o desU^ compatriotas. . Además del salario tales maestr, j deben tener asignado un premio rt cada discípulo, que enseriaren y co^ \ tare de su aprovechamiento en el ^ ■ Semejante premio le estimulará a lCi i ner muchos aprendices >y por el c01\tía lA RUSTRIA- POPULAR. itíXXVÜ _ rib'atenido al puro salaiio eásRfa&¡ - * ri&en la enseñanza, ó la recatará. le ^stos aprendices á cierto ;tiemp0 jcuan útiles con lo que trabajasen, * de esa manera se -lograría el recí- |?t0cQ, interés de unos y otros j forman- ? ^fes maestros fábricas y talWe&c.Qn? e*ables, que sirviesen á otroisde irvo? J.Jo»y estímulo. Los que excreitáíi sus nci°s con honradézy pericia ¡adqtii©*. n la común estimación de las gentes, y Ponen en honra las artes. j> Su abati mienta - actual en i muchas j^ifleias de Españai «acede la;impe;r Ia y pobreza muchos artesanos. £l premio á los aprendices ,,s parages de ía.Próvitic11' ■ fása operación multiplicada ^ uniformidad eq todk , á costa 'de l0¡ 4es"velosde la sociedad económica,^' blaria al Reyno de-artesanos.indiístf^ «os =, que cón siv saJaiiio , premios °, enseñaaia, y- exercicio de su arte, 5 harían vecinos rico^iy y constituid otras, tantas -familias! acomodada*^ lio* a mendigos: y ¡ociosos «crian '° primeros apréndkeá-'por fuerza,1 ¿, gradeen/ esrbs talleres; y ái poco tien' ¡p&~!$e volverían Y el modo ventajoso de criar sus , Aunque fuesen casados, serian ad- misibles^ era otra facilidad para rechi- nos á imitación de lo que pasa en los Jeitos de Alemania, cuyos soldados i°n en la mayor parte casados. Y como a industria popular se estiende á estas filias militares, ademas del pré,se sos- ten, con la aplicación honesta d lo« i 2 ofi- Icxxx Discurso sobre oficios é industria, que han aprendí^' y reemplazan la población , que deotf0 modo se disiparla con tan numeroso* exércitos. Ninguna de estas comparado^5 debe omitir el que promueva la industrJí nacional, para sacar de todo el partid mas ventajoso al Estado, que sea posible En París hay un número considef*' ble de artesanos estrangeros , y en tod°5 los demás parages, en que florece la i*1' dustria. No se sabe gobernar la aplic*' cion nacional , mientras se ignora dif destino, y ocupación á un solo habitan*8' que sea capaz de trabajar. Que sea natural ó estrangero , W* importas como se arraigue y apliquff dentro de España. Si es ocioso, nos perjudica igua'' mente el natural como el estrange££,f que intenta vivir sin ocupación á ci' pensas del común. El Estado ó Monarquía, que llegufl á establecer esta policía, se poblará de*1' troM INDUSTRIA POPULAR. CXXXf r°demuy poco tiempo hasta el punto, ^Ue es necesario; y podrá bien en breve *tt*biar con su sobrante colonias á sus finios remotos. Carece, que estas dos épocas son las ^e convienen á España 5 y las que dc- ^n acelerar las sabias deliberaciones de ^estro ilustrado,y patriótico Gobierno. Es mejor introducir artesanos es- *rangcros, que reducir nuestros labra-» 'totes á puros artesanos. En el primer ^aso,no se disminuye la labranza, ni Ja importante población de las aldeas: Cn el segundo se pierde una industria j}las sólida j y que requiere mayores atigas , qual es la agricultura , para c°nservarse las gentes en ella. Ni por esto se debe impedir á los cstrangeros, que se dediquen á el cul- tlvo de nuestros campos ; antes con- tendría emplearlos con preferencia en (0 I,os desertores , especialmente i 3 _ Por- En nuestras Colonial de SUrra-morett/t AnfalucU se vi eítiblecleljdo esca industriacxxxji Disguuso SOBRE Portugueses , serían unos colonos e*" cclentes; y no prueban bien en el se**? ció, por la facilidad de desertar nue' vamente á su país. §. XVIII. Hay una gran pérdida de indus**' en los condenados á presidio; mientr se perfecciona Ja formaron que tualmente son empleados en ellos. Es un punto, que merece partici''^ examen, y reglas mas circunstancia^5' popular en tas familias de labradores. Es cesarlo , que á breve tiempo se aumente y . .tienda con ella la población á lo demás, 1 está despoblado en las inmediaciones. I'nt° , ees tendrán los pueblos antiguos un modelo^ bre que mejorar su constitución actual Pof %jJs tud de un cotejo material , que reúna toda* ideas. j El plantío de moreras , que se hjice ^ gran número : la siembra de lino y caña1*' á que todos los colonos se van aplicando oficios establecidos en las capitales de T *-«iies, arraigan la abundancia de las P —las; y el arte de reducirlas a &£. HlNpy$TíUEA:POPUI,ÁÍl. CÍXXÍOr ■ almacenar muchos delinqüemes en "presidiosin ocupación , es iudireetao e'ite darles nuevas maneras de peryer-j ,lrse en tan mala compañía , y de apren- ^er U facilidad de. delinquir, que ignpH aban tal vez 4 y asi salen dealli por la íonum incorregibles. . Entreestos se hallanpersonasde va- ílQsoficios, que podrían exerCitar con Utilidad en los mismos presidios: y aun ^señarlos , especial menre á -jóvenes, no conocen industria alguna, y á ^Ulenes la ociosidad envolvió en crime- °Cs»que aplicados no habrían cometido. Los reos de delitos atroces á quienes 0 corresponda la pena ordinaria, debe-j la° encerrarse en casas de reclusión, j-°mo las de Flolanda > dándoles las mis- lasocupaciones, y prescribiéndoles un eS¡men semejante. De esta manera no¡ . °rromp€l jan las costumbres de los que ,° han cometido delitos feos i como .tl°ra sucede, viviendo todos conrundi- °s y mezclados entre sí, i 4 Loscabcxiv DiscVRáo sobíib 7 r r Los confinados por contrabatí^ ó por delitos leves, podrían aprender o" ció, y servir al mismo tiempo en 1°J Regimientos fixos : de manera que a breve tiempo se lograría restablecer ^ orden | constante, y mejorarse sus coy tumbres 5 en lugar de que al presentesí pervierten mas, y vuelven la mayor paI' te de ellos casi incorregibles. Debería haber un número de WAei tros honrados de las artes, que cuid*' sen de Ia respe¿tiva enseñanza; y coW tres que castigasen , y corrigiesen á l°s indolentes ó viciosos, yá los que vivie' sen recluidos en las casas de corred cion, establecidas en los presidios. La industria popular ganaría poí estos medios unos vecinos, que al prC senté son onerosos alReyno , y nociv°J á otros muchos. . En quanto á los Gitanos tiene c Consejo propuestas las reglas suficiente5' para dar educación, y destino á todaestí clase actual de vagos, ó malhechores. UjlA INDUSTRIA POPULAR. CXXXV Sur Pena de azotes (6) infama al que la > y no le mejora. Es contra buenas ^S'as de política deshonrar al ciudada- K. ' guando hay otros medios de corre- e > y de mejorar sus costumbres. $e* ^° Peor es' ^ue esta m^am'a reCae» aUn la opinión vulgar, sobre sus ino- ntes familias; y ellos se abandonan t Amenté , sin volver á serles úti- c »ni al Estado. Recluidos en casas de rreccion, se verá que están libres de b°s inconvenientes. Es una pena la [ < de J)ó|6' Francia sequeían los Escritores eco- J*o °s ^e '° mkmo » mirando la pena dfc o¡r jes. y la marca , como nada útiles á corrC- dt^ ^s culpados. El amor de Jas (¿usas de la Plica ?cien ' farl' 1 > caP' 34 >M?« *4<5»se ex- j, a este m°d° ! *, En lugar de castigar coa ' z°tCsi la marca, &c. y otras penas ¡nfa- ltltcs ' iasqualcs no corrigen , y empefuu >> m C' Contrar'° l°s delinqüentes i cometer; „ c Jy°rcs delitos ; ya que no .merezcan pena >f.j^P'.t.a' > sc I" podría condenar á las obras ij i) l<;a,s "» apartándolos déla ociosidad : ori- 1)(rt,u P' incipal de sus desórdenes, que no le Xasen libertad , ni tiempo para volverlos «i có-cxxxvi Discurso sobre de azotes inventada contra los escUv° y poco acomodable á christianosy hoflíl! bres libres, que descienden de farni^ decentes, quales son los Españoles. " donde se deduce , que esta correcc'0*1' Colocada en los presidios, los escarm^' taria mas; y muchos se hadan in^5' triosos y útiles á la sociedad : tenie'1^ por clases su morada, y en cada unaoCü< pación provechosa. La población numerosa y destín3^ es el mayor bien de un,Estado, y el f0' damento de su verdadero poder. N°c ■ -■— cometer .; dándoles una ocupación ta° „ ludable á ellos, como ai-Estado." {/ Los Reyes Católicos en lugar de j, nar delínqüentes en los presidios , los tett> tian para poblar en las Islas y nuevos ¿cs j brimientos de Indias , repartiéndoles tierra5» haciéndolos útiles. Carlos III ha renovado esta práctica, '.j mitiendo muchos á Puerto-Rico , y conven*" ¿ ampliar este método con reglas oportuna*^7, sólidas: pues no basta la remisión sino se p' vee á la subsistencia y ocupación, como ^ hecho los Ingleses en sus colonias*■ lA INDUSTRIA POPULAR. CXXXVÜ Püesun objeto de corta consideración aprovecharen lo posible vagos, y delin- eantes; dirigiendo al mismo fin, y con- tando muchas penas aflidivas de las ^Uese hallan antiquadasen nuestras Le- ^es' ó que ya no corresponden á las Sombres , ni á las luces del siglo. sto no es criticar las cosas pasadas, si- n° presentar á los legítimos superiores Jostras reflexiones 5 por si algunas me- cieren su aprobación. §. XIX. Se han tocado hasta aqui los medios ^as generales, que pueden adelantar la industria popular. Mas serian del todo Rutiles, si las Provincias carecen de un °r§ano instruido y patriótico , que aco- mode estas y otras ideas en todo , ó en Jjarreála situación,clima , frutos,in- JJstria , y población relativa de cada r°vincia. t> La que está situada en costa de mar, leíie en la pesca ana industria muy prin- cl-cxxxviii Discurso sobrb cipal. La navegación y el comercio D' rítimo son otros ramos, que aurneIlt los objetos y atenciones del Las Provincias, que tienen estable dos riegos, ó las lluviosas, pueden " var frutos, que no convienen á los teff nos secos. Es por lo mismo nece&!\ variar la industria , de modo que r>u(1{ case empréndala que sea repugn*nty al clima. Con esta advertencia coOvl ne leer los libros , especialmente 1 ( de agricultura; porque de otro mo¿° cometerán notables yerros. $ Quando ciertos frutos y p^01^ materias abundan en una Provincia» 'su beneficio debe aplicarse la pt'01^ atención. Aunque el esparto sea infel1 ál cáñamo, si crece solo el esparto abundancia, conviene sacar de e'l t°\ ' el partido posible 5 y por la misma \ zon se ha de cultivar el cáñamo , siv | ne mejor que el lino , y reducir^ manufactura. ^ Los Arabes cultivaban en Esp3*jlA INDUSTRIA POPULAR. CXXXÍX J consta de Ebn-el-Auan, el ajgodon; J ahora apenas se conoce esta cosecha, ' *l a'guna hay eii Andalucía , no se abe hilar y beneficiar : tanto ha re- medido entre nosotros la industria. * se ha de inferir tampoco , porque §Una Provincia carezca de algún fruto, 4ücno vendrá en ella. Es prudente re- Crya acudir á la experiencia. ^ Oonde ciertas industrias se hallan ya s1Cl* conocidas , es mas seguro dedicar- c ^on preferencia á su propagación y pfeccion, por la mayor facilidad que rae siempre el mejorar las cosas, que 5Stableccrlasdc nuevo. La forma de la población presenta diferente proporción á las indus- tlas. La dispersa en aldeas cortas, es f°priapara fábricas ordinarias, unidas. c>la labranza. Las Provincias llenas de Jdadcs y villas grandes, admiten en es poblaciones numerosas las fábri- _s finas ; v ine rUrr>¿c ™,»wi«c cortos «fttr S ' y los dcmás pueblos en la regla general. Decxl Discurso sobre . De ésta variedad de hechos y cl cunstancias , no es dado á un hoW® solo su indagación , ni es la obra de 11 exámensuperricial. . Queda propuesta (en el §. i + > utilidad de establecer una sociedad ííV nómica de amigos del país en cada Pf(^ vincia. Sus primarias ocupaciones Vo drian ser estas indagaciones, toman j unas puntuales razones del estado a#1^ de la respectiva Provincia en los rall?°al que van indicados? y de otras pflrtlt laridades que les diciará su aplica^ ' y prá&ica noticia del país. „ Donde hay leña y agua en abu dancia, puede promoverse la quii^ s lleria: y en especial la fábrica de los muebles é instrumentos de h'^1^ acero,y otros metales. En los puerto* mar pueden promoverse Ebanistas c las maderas de Indias. Todos estos pl teriales se hallan en los vastos dotn'11' del Rey : el amor de CARLOS H1 J constante y sus sobresalientesm lA INDUSTRIA POPÜtAfc. Cx!i j ^t^ra promovéi¡os» A nDSotros,pnes, e"eiv»os imputarnos, si en alguno de £tQs ramos no hay el adelantamiento; con véiitaja de lás otras Nacio- /s > nos convida la abundancia y la llatacion del Estado. ^perium occeano,famam qui tetminei ¡j^1 ' 'i . ■ ■ Kimori nn r. ' ; Jí XX. La sociedad económica;ha de ser I apuesta, para que pueda ser 'útil,de Nobleza mas instruida del país. Ella !'a que posee las principales , y mas ' ngües tierras, y tiene el principal in* ^jles en fomentar la riqueza del pue» 0 > cuya industriada valor i sus po* piones. j Qtialesquier fatigas y desvelos, que ri^cn á su beneficio, es una retribu* 0r> debida al valor anual,.'que dan á s terrenos. Mientras los populares 'tivan con gran penalidad,-Jos cam- pos.cxlii Discurso, sobre t - pos, ellos cuidan de que no falte áp,^ sona alguna de la tierra industria ^ que vivir; y ocupan gloriosamente» beneficio de su patria, un tiempo, $ sus mayores empleaban en la $üeííif y ahora no aprovechan. Destierran' vicios, que trae la ociosidad 5 y r0 i . porfía trabajan por el engrané1 miento de la Nación. ; Qué fcti0P¡¿ para un hombre de bien , haber naC' do con rentas y proporción , q»e , den lugar á la mas noble tarea & ciudadano , mientras los demás e5ta, dedicados al afán de sus labores í Est^ reflexiones tienen lugar con los viduos del Clero, y las gentes aca»^3 Jadas. Veamos ahora sumariamente 13 principales ocupaciones, propias de de estas sociedades económicas. • I. La sociedad cuidará de prOÍI1^j ver la educación de la nobleza 5 amor al Rey , y á la patria. Una $° bleza escasa de educación, no con$erV el decoro, que la es debido por su *3' . . &>. , lA INDUSTRIA POPULAR. CXlUi j¡ La .Sociedad Bascongada ha cq-íi ^Clc^o,que esta educación es el fun-, l^lllcnto, pará que sean estables, y úti- les asociaciones políticas. j0 ^ Se dedicará desde su ereccionáj ^r'nar el estado de la Provincia, fi "ovarle continuamente 5: porque 4e. ^ modo se hallará en disposición-de lsctirrir con cálculo y acierto. (. N Ha de cotejar la reSpcdiva so- ledad e/ -valot de sus ctíscehas.é iflfc sttia j y compararle .de un ano st -ro'En este cálculo se -encontrará el J; °dn£t0 de cada ramo, y la mengua ó Ul^nto que;resulta; y se tomará cp-i pimiento de lo que va prosperando, j ^cesita de nuevos auxilios ; y quaí 8 son del caso. U ^ La numeración del pueblo es: ^ barómetro;político de sú aumento^ c ^sminucion y ha de ser uno de fius til(*ados anuales.(i)EI Rey tiene la mis-i ^) La noticia de los consumos *jjr Ja de Jp* quecxliv Discurso sobrb g ma necesidad de la contribución ^ soldados, que de tributos; para op nerse á los enemigos del Estado,y D, cer respetable á todos su Monarqul Una copia de los estados del alistam^ to anual le basta á estas sociedad para reunir las noticias que neceS'tCj¿ V Es preciso saber el número ^ los vagos y mendigos; las causas 4 influyen á ello;y discurrir los me ¿ de que puede valerse el Gobierno, P ra destinar ambas clases á ocupad0 que los mantenga. (2) . • VI El conocimiento de los o,*1* < txpatrian temporal ó perpetuamente, que nacen y mueren cada año, conducen Jjjj bien á formar lo» cálculos aproximadoss0 t la población. Los Ingleses nan sido 'of. jí con mayor acierro han usado esta espeC1 cálculos, cuyos libros se deben consultar'^) (») En el Consejo hay particular e*fy ¿lente, causado por el incesante desvelo Rey á beneficio de la prosperidad común ¡ P^ ra indagar el número de los vagos , y rcduc' á vecinal aplicado!, y trabajadores*t lA INDUSTRIA POPULAR. Cxl\r scar ocupación en otros Países dcJ. (. a > que en el propio falta la indus4 a suficiente, para emplcarlos..(3) k i Ta- j¡j|^ En España hay menos exceso , que ení tj a>guno,por lo que toca á la emtgradon. Es-i c, - nuestras Provincias septentrionales se ha-^ iíf '4s Indias. Solo en el Obispado de Santan- reparable , y no trae grandes ventajase jn,j^tte en aquel distrito no hay industria po«* djj*1: la agricultura está decadente.y han que- ¡,^° np pocas tierras incultas. Una sociedad w 'ótica en Santande'r sería muy importante. Promover el bien común de aquellos hon- »,cj0s v»sallos;y también convendria una Dipu- ^""de aquella Provincia.para reunir los ani-, tí(,.S» presidida de uri Corregidor togado á imi- de loque se observa en Asturias, lia indias los emigrantes no tienen mas des- pique el comercio ; y no pudiendo éste em- t¡e*5 * tantos, se pierden muchos, que repar- ta °'cs tierras, se harán pobladores útiles. »¡ Ce incrcible,que sobrando en aquellas Re- \¿ } ^nta tierra, haya un gran número de loles é Indios sin ocupacion,por no hacer- repartimientos. Perjuicio es este, qua ta pCe toda la atención de los sábios Ministro» Consejo de India».cxlvi -Discurso sobre . Tales expatriados no viven áco, del País, y quando vuelven con feS| laridad áél, le utilizan ; pejco sis*'el1¿ Reynos estraños a fijarse , perjudica0 , el aumentodela población. Eí secrf^ para detenerlos,se reduce á buscarle^ áustria en su propia casa. Todas r- más precauciones soji inútiles, y aca|[1 gravosasuliOs que; por sí no tienen» ^ que emplearse dentro del País, ses° > verán delinqüentes., ó á lo menos ^ digos ¡ viviendo á costa de los 4«5JK El pueblo que no trabaja, es un f\ inútil de la sociedad ; y no daña , W¿ que emigre, á menos que engranó^2 fi un'País enemigo. Un Reyno que cie^ colonias, puede hacer gran uso &c emigración propia, ó agena. ^ De Gallegos e'mrgrántes a Pofti'g^y habla oportunamente en otra parte de este ^ curso ; y tiene igual origen en fritarles [lCjf{l que cultivar ; sin lo qttal no puede arraig vecindario en parte alguna,por quaiito'3 Li- bración y la agricultura son las precu*5 de la industria»*A IJÍDUSTB.IA POPULAR- CxlvÜ í^ebe pues medirse el valor de la .'ación; mas que ,por el número de can antes'con atenc*on a la industria de ^^unojyá los que viven aplicados ^ciosos. Estos últimos se han de rc- del número del pueblo , y agregar t *s cargas viciosas del Estado. Con es- ^istincion no errará sus cálculos de *Vb'acjcm la sociedad económica, ' . Los pobres impedidos de solem- ^ad son una carga necesaria de los sa- s; Quando no. basten las casas de mi- ricordia, que hubiere en la Provincia, „s forzoso discurrir otros medios de ttstruhlas y dotarlas. La sociedad con c s luces instruirá á las personas, á cargo corren estas materjas, ó da- tj '°s informes, que le parezca, ó pida p°nsejo, con acierto y verdad, k ylL La agricultura, la cria de ga- c¡qSi la pesca, las fabricas, el corner- t «la navegación en su mayor aumen- ^' e« quanto á las reflexiones cientí- Cas de propagar estos ramos, deben ki for- éCxlviU DíSCURSO S0BR8 ,* formar la ocupación y el estudio .f las sociedades económicas j ya t& . ciendo las buenas obras , publicó fuera, con notas y reflexiones acofl1 dadas á nuestro suelo; ya haciendo£ perimentos y cálculos políticos en tas materias ,-ya representando, ó ¡n truyendo á los superiores, á q^ie{l pertenezca proveer de remedio. Es muy del caso adquirir notitf* si la Provincia es marítima , ó de ír°nJ tera, adquirir estados de lo que se traduce y extrahe , para discernir10 ramos en que es activo, ó pasivo 5 comercio. t Si introduce gran número de ^ tos para su consumo, está decadc1 su agricultura. La decadencia de la industria 1t sultará de las manufacturas,que ^ sume de fuera, y de Ja ociosidad ¿ que estén los habitantes de la tris^ Provincia. ^ De estas comparaciones se fbrn1^f, fcA INDUSTRIA POMXAR. CxBx panza política de una Provincia ó ^tado con los otros, y se sabe quales ?^os están mas decadentes, y necc-» Sltan mayor fomento. h *X Estas sociedades serán utile*, P*ca votar con justicia los premios^ que 1uedan indicados á beneficio de los ^üc se aventagen en las artes, ó en pro-i ^°vcr las cosechas, que convenga in- ducir ó extender con preferencia i ó »l,c descubran algún secreto útil. Ahora *'tan aun suficientes conocedores en *Vnas Provincias; pero las conferen^ Clas de los amigos del país en lasjun- as de la sociedad, y el común deseo de ^resalir, les facilitarán los medios de 'dquirir las nociones , que ahora les faltan. La lectura de las obras económicas Cs absolutamente precisa, para formar- le un cierto número de principios car-: únales. , Asi lo han hecho los individuos de * Sociedad Bascongada > logrando la ^4 acctHel DlSCÜRSO S0BHE aceptación de las gentes instruida - sus concurrencias. ' \ - - X Podran del propio modo minar los proytilos económicos,Vre' tificarlos ; para que quando se entrC guen á los Tribunales ó á los Minist^ -^por donde deban despacharse, estén F - mados, y redüeidos á un ajustado cá^0 • lo político : fondados en datos cierr°' y nunca en'supuestos, apartados de , - verdad. Admitirán á este examen pr^ < vado aquellos que quieran cónsul - la sociedad^ los- respe&ivos autores w no otros; á menos que sean impreS°S| porque en quanto á estos será lit>rC., ■ la sociedad hacer de ellos el anal'*1 y crítica, que merezcan. Los monstruosos yerros de los pr ! yeitos han hecho odiosa esta especie • escritos, que-se miran con el aspecto --unos sistemas mal digeridos,de i&f siciones nuevas. „ -oh■-■ .Deaqai resulta , que los ánimos tltfá preocupados contra todoproye^'LA INDUSTRIA POPULAR. di ICSta aversión genérica es otro abuso. . 1 estudio y el discernimiento de las piedades, á donde se podrán remitir de hcio, establecerá un medio regular en- . reJ°s dos extremos, que se advierten. ^1 Los descubrimientos, que se va- haciendo en toda Europa, tocantes * promover las artes \ la industria,y las Cosechas; (4) deben llevar Ja primera atencion de estas sociedades: formando Jjadauna sus experimentos, y escribien- ^0'osen sus memorias y a&as , que de- Cfán de tiempo en tiempo dar 4 el pú- ___ bli- .^(4) Las obrai feríidlcas de esta clase se de- jjetl comprar mensualmente por la sociedad. k?tas especies, aunque no sean todas adapta-' ,Cs á la provincia , excitan muchas ideas ptac- 'Cables en todo.ó en parte. . Lis memorias de la sociedad de Vuhltn, ca- P'tal de Irlanda , y las deja sociedad de Berna j,' ^Hza.son muy instructivas , y con especia- 'J'adlas primeras. El estiidio de la lengua in- |esa es de suma importancia , para entender ?s decientes escritos y providencias, relativas fomento de ia indusiria.clü Discurso sobrb blico ; cuidando no menos de la c5ta tud de las cosas , que de la precisión » explicarlas al uso general de todos," con calculo cierto, ó aproximado. * demás es delirar en política. XII Las sociedades patrióticas1^ tendrán jurisdicion, ni fuero privileg1*' do: esmerándose sus individuos en ^ petar la justicia ordinaria, y en despe1' tar todos los medios,que pueden con que por escrito contribuyan con las n0' ticias, que subministre el recinto residencia , por vivir dispersos. Estos correspondientes, quando & ten en la capital,han.de asistir con c mismo asiento y voto, que los btt&T rarios sin diferencia alguna: volviendo se numerarios, luego que residan en crLA INDUSTRIA POPU LAR. Clv Prtal; y correspondientes, en mudan- se á otro vecindario. Los eclesiásti-' s Serán igualmente admitidos en ara- *s clases. mV El Director, Censor, y Tesorero el3en ser electivos, y lo mismo el Se-- Cretari0. Este oficio y el de Director,* c°nviene sean perpetuos: consistiendo' ^Sü digna elección el progreso, ó por .contrario la inacción del cuerpo entc- t0 de la sociedad. Censor , y Tesorero pueden ser tlenales, y reelegirse , si su: buen de- speño lo permitiese; ó se Hiciese ver a conveniencia de hacerlo asi. Estando impedido qualquiera de es^ Osquatro oficiales, ó ausente por lar- &° ^empo; debería cesar , y nombrarse; ^tc¡ ¿n su lugar: por importar mucho a actividad de las Juntas ordinarias, y exttaovdinarias de la sociedad. XV La dotación (<¡) de es tas socic- __\¡~¡_i_da-^ (j/ Asi Lo hacen los Ingleses e/i muchai utt- feclvi Discurso sobre dades patrióticas puede consistir en ^ contribución anual de los socios atn'' gos del País , que residan dentro 0 fuera de él. Se supone, que deben ser los sodoi gentes de educación, y de algunas cofl' veniencias; no pudiendo incomodaría» como ciento y veinte reales de vellón al año ácada uno, para fondo primario i continuo de la sociedad. Este fondo es absolutamente necc" sario, para comprar libros, tocantes i & economía política en todos sus ram°si y emplearle en los diferentes experimen- tos, que es preciso repetir en la casa 1 terreno propio de la sociedad, ó en otraí partes. En el supuesto de queáexcep' cion de los sirvientes, nadie ha de lle^c suel- útiles Academias. La sociedad Real esta dot3¿J sobre este pie , á costa de los buenos patrio^ ' Las subscripciones, para imprimir obr3 costosas y necesarias, han resultado de ígua' les principios sociales de amor al público*j. ÍA industria popular, clvii f.e'do en tales academias> contribui- v" todos los socios á porfía á promo- ví estudio y los conocimientos polí- b °s>paraque refluyanenel público á j^ficio del Rey y de la Patria. Y aun t S|j'tarán estas tareas en el propio in- res de cada uno, para saber mejorar \hacienda. XVI En Valladolid, Sevilla, Zara-- °?2a, y Barcelona hay academias cs- "olecidas, que sin decaer de su peculiar 4t'tuto, conservando para él una cláse, ^den ampliarse á los demás objetos de stas sociedades. ^ En las Provincias grandes , como ^'jeia, Castilla, Andalucía y Cataluña 0 basta una sociedad económica en la ^pital: son necesarias en otras ciuda- Cs considerables. , Tortosa necesitauna sociedad eco- árnica particular,para fomentar el rie- ^Havea^acion y exportación de frutos ™ elEbro. E-n Lérida no es menos necesaria y enclviÜ DlSCtmSQ SOBRE ' ! en Urgel, para adelantar la industria»/ en Gerona. De otra suerte toda la ap'r cion pasa á Barcelona, donde los jof' nales son mas caros, y al cabo senia'^ rán,ó decaerán las manufacturas,^11' bjecidas de poco tiempo á esta parte- ElReyno de Murcia dará ocupaci0" ventajosa á sus sociedades, particular^ en Murcia, Cartagena, y Lorca. ( ' La nobleza es bastante numerosa. ,' t_ ; jt (<¡V F.1 territorio cíe Lorca es de losjjjj fértiles de la península,y se halla en gran inculto por causas contrarias al bíen.públ!c ' que se están remediando y examinando de °¡, den del. Consejo , con el saludable °^>)ctQ,,J hacer repartir las tierras [ y arraigar en e" un considerable número de vecinos. . Tiene la facilidad de la exportación ¿e 5 J frutos por el Puerto de las Aguilas , que *" ra se halla fortificado , y con aféun pf'n pío ya de población. Para llevar ésca á su debida perfección, de en la Cámara expediente consultivo :1 teresando también el fomento de este P»^ • para cortar á los piratas ó corsarios'todo v> go en su cercanía , que antes perraanecia lierca. con mucha desventaja de la Nación»— LA INDUSTRIA POPÜLÁÜ. clÍX j El Reyno de Granada, además de ^5aP¡tal, las debe tener en Almería y a'aga, que son puertos, por- donde se j\e e fomentar su comercio conside- bletiiente, su agricultura, é industria. *- tribunal la justicia, que les asista ;regul8? ,f les un canon módico. Qualquiera er ba$* „» para unos dueños imaginarios , y que n'f^jí industria han puesto en mejorar el cult'^n aquellos terrenos; los quales en realid*" ^ comunes , tomados sobre ia tolerancia ¿e demás vecinos sus compatriotas. Jtjl La sociedad de agriculhira empezó i ff/jfl Ae esta materia ; y todavía no se ha cof>c'uJt aunquees tan ímportunt?. No debe dexafS((f! lá mario : pncr concediendo permiso gc£f/ /tA INDUSTRIA POPULAR. clxí £n Galicia (i) con el tiempo serían barias otras sociedades económicas ^cada una de las Capitales de las siete htQvincias, en que está dividido aquel ^yno. La variedad de sus frutos, y ^trta pide esta atención separada; «Osí*«j_ . Jel caso combi- las Provincias roa- *'u sicndo tampoco del caso las combi- 5Clones propias de las Provincias ma- fias, para Jas de tierra adentro. Esto 0 lrnpidc la recíproca corresponden- v<>^ / 2 cía ^V* estos desmontes, no saldría á Portugal Uj.'0 número de Gallegos, que pasan de veinte ' P_or faltarles libertad de cultivar estas l0°nt»ñas. Su falta de cultivo dá en cara i ^ opuestos al bien déla sociedad. Es repre- ticns ^ e su disimulo en los que viéndolos, ^"en autoridad , conocimiento , y obligación tcmediarlos , y los disimulan. ' escusa»1^ multiplicar leyes y ceremonias de P ca importancia. Al mas patrio^' al mas instruido deben tener ias s ciedades la primera atención XVIII Estas academias se poa, considerar, como una escuela ca de la teórica y práctica déla e¿ nomía política en todas Jas provifl^ 'de España, fiadas á el cargo de la 11 j ■bleza y de las gentes acomodadas » $í guales tínicamente pueden apli^J lA INDUSTRIA POPULAR. clxiÜ *sta especie de estudio. (3) 5 - 0 ^e en las Universidades no se en^ > Mü en las demás escuelas, será una j^stí»cc¡on general de la nobleza del j^yno, que se logrará en las sociedades. k et?tr° de poco tiempo trascenderá al Cn > Para Qac sm equivocaciones ^ n°zca los medios de enriquecerse, y . poder servir al Rey y á la patria en siquier urgencia. . Entonces los proyectos no serán unéricos , y fundados en estancos y lesiones, como ahora se advierte en ^ ^üe de ordinario se presentan; por tener sus autores á la vista lo que compatible, ó repugnante al bien 5etleral del Estado^) á causa de faltar- _lj_les fS)^ Los libros políticos de Herrera , Monean ^» ^truda • tfítvarrete , Den* , Uztari*., Vlh>a¿ ^Uv»ora , Zavata , y otros honradísimos Es- ta'\0'cs se leerán en las socíed«dcs, y reftífi*, |>e?n sus ideas, con los hechos prácUcoi y ex- J^cntales que adquieran de cada Provincia* Uno de los Socios amigos del País de». Éclxiv Discurso sobre les el estudio necesario y los Iior ' Algunos perjuicios suele padec el común de parte de los hacendad0^ ganaderos¿ y comerciantes. Si un to interés propio le prefieren los s cios al del pueblo, que no es crí en personas de honor, se iñutili^JJ en gran parte el bien, que se debcc5^ perar de las sociedades. Los intde ses personales nunca han de prevale^ al bien público. El siste'ma contra!»* adoptado en otros Países, fue el oí gen de su ruina. ,.Q XIX El Clero contribuirá por mcd ^ de las noticias, que den los párroco5» proporcionar datos constantes á los ca culos políticos,como queda exp«est' Pro- beria explicar el derecho público , y los t^fL tos, en que se funda la felicidad píblú* a. juventud. Sería también de su cargo contra estos principios á su provincia en partid1' siempre con relación al bien general de la *L paña. La educación de la nobleza en a!gan j« miliario provincial, debe llevar la atenciu" Ja Sociedad , imitando la Bascongada.IA INDUSTRIA POPULAR. IclxV Propagada de un modo luminoso y ^nstante Ja instrucción política en el e^n° , que ahora es mas escasa de lo lUc conviene; será general la fermenta- ,l0r» industriosa en todo él, á beneficio ael común. La extensión de estos principios en ' Clero, hará mas útiles sus cuantiosas "Rosnas; y contribuirá á desterrar Jos lolgazanes pordioseros. (5) La limosna clamorosa á Ja rpueiifi f^ede perder su mérito , si es ,acompa- sa de algún espíritu de amor propio. No sucederá esto jamas con ios so- bros secretos ó públicos, que fomen- tCn la industria de las familias. t^X La historia tcommica de la Provincia merece una particular aten- J____ I4 cion t ÍO El F.xmo. Señor Arzobispo de Toledo 011 el reciiificio del Alcázar para hospicio, ^aurará las artes en Toledo ; y disipará |a ,c,°sidad lastimosa de los que hacen profe- 10,1 de mendigos en aquella ciudad. Estos /Crnplos, repetidos .por.oíros Prelados ..acele- ran el beneficio común de la nación.clxvi Discurso «obre cion de parte de estas sociedades Pr° vinciales.. Deben los socios recoger copi1 todas las providencias y proyectos,10 cantes á la industria, riego, navega^0 ' pesca , ó comercio de la Provincia»? hacer análisis de ellos ; exáminando 'a causas, de que haya dimanado no h*' ber tenido efe&o, y los caminos habic^ do empezado por Almería, que ent<>n' ees era un gran emporio de comerá sobre el mediterráneo. Ninguna not'cl^ política debe escaparse á la curios^3 y diligencia de los amigos del País* La expulsión de moriscos dexóycf^ mas casas y lugares enteros, de que &c be tomar Ja sociedad cabal noticiad * la repoblación sucesiva. Las correrias de corsarios en te*c°* tas han contribuido al mismo daño/ > es un objeto importante la poblad tf de los Puertos, Calas „ é Islas en 4 puedan'refugiarse. ^ irte'5 :ablcc míe* Los Turcos con sn corso han poblado en el siglo 16 gran parte % la costa de Africa., Con el estable. LA INDUSTRIA POPULAR, clxíx m,cnto de las Repúblicas ó Regencias, C!Pccialmente de Argel, han envilecido poder de los Moros, é impedido su ÍClmion en alguna poderosa Monarquía. Este equilibrio, que ha sido prove- choso á la España , no la ha produci- 0 ventajas de comercio en el mediterra- e°>por no tener corriente la paz con Cs*asRegencias.De donde resulta,que °tras naciones se aprovechen con men- nuestra de la navegación del medi- terraneo ; y que esté menos poblada ^cstra costa, que baña el mismo mar. 1 sc destruye á Argel, se facilita á los Vccinos su conquista; perdiéndose el ^ilibno , que tanto conviene con- tar en Africa. , Nuestro corso ha sido, y es el mas j'nesto á los Argelinos: los trabajos de °s cautivos en los arsenales de Car- iñena les hacen temblar; y transmigra * marinería de aquella Regencia te- mosa del corso español, á servir en ^Tuecos y en otras partes. Se-clxx Discurso sobre Sería de gran utilidad á nuestra n*' vegacion é industria , aprovecharse & esta superioridad, para ajustar Ja Paí y comercio, que nos convenga. Todas estas reflexiones se prese"' tan con claridad, quando se saben 1 meditan Jos sucesos corrientes de 1°* Estados confinantes. La ambición de pastos ha extern*1' nado muchos lugares en España > ^. yantándose algunos con ellos en calidaj| de único vecino,ó dueño jurisdicción*1' y es otra de las causas radicales, qu° han contribuido á la despoblación, ? que el Rey de Portugal está ret»6" diando en la Provincia de Alentejo* El modo de venir á el logro de eSta blecer la felicidad pública de una Pr0' vincia, es averiguar profundamente Ia* causas físicas , ó políticas de su dtc* dencia; ó del aumento de los t&m0** que se hallan en buen estado. La guerra daña menos aún de lo diestros en texer las estofas de seda, ^aluña se reparó por iguales medios, pos guerras, que se hicieron fuera de la £enínsula,son las que disminuyen la po- rción , y agotaron el erario público. La gran masa de dinero , que las L\r°pas estrangeras hicieron circular en tspafia,repuso la escasez déla especie, S^e habia en tiempo de Carlos II. La disciplina militar se restauró) y con ella tocUs las artes anexas á la milicia. Si no ^ reflexiona en la serie de las cosas, no €s fácil acertar politicamente en lo que Conviene al bien público del Rcyno. XXI Igualmente estas sociedades P°drán velar en todas las enseñanzas ^e niatcmáticas, máquinas, tintes, dise- ños, telares , y demás cosas necesarias Para fomentar la industria 5 repartién- dose entre los socios el cuidado de ca- cosa 6 clase» y el examen de los pro-. gre- iclxxii Discurso sobre gresos ó respectiva decadencia de l° varios ramos de industria, que se ad' vierta. XXII El gabinete de la historia & tur al de la Provincia, dividido en ^ tres reynos vegetal, mineral y anim3.' ha de ser otro de los principales ¿u1' dados de la sociedad económica de'° amigos del País. En él se conservarán todas las sefl1'' JJas , yerbas, muestras de minerales canteras, descripciones de los anim^5' aves,y pecesde rio y demar:désuc^ -te que no haya producción de la & tu raleza en la misma provincia, ó en 1 costa, siendo posible, que no tnct&c Ja atención de la sociedad econórnic*' Cada uno de los tres reynos pUy. estar al cargo de uno de los amigos»^ País, que cuide de su adquisición, ¿cS cripcion, y colocación ordenada. . Como los socios dispersos en provincia les pueden facilitar á poca co ta, será esta una de sus principales, 1>K INDUSTRIA POPULAR. ctxXWÍ Aciones , y mantener la correspon- encia con el socio encargado de ca- } clase , ó revno como llaman los bo- nicos. , No basta conocer la especie : hay entrode ella sus diferencias, y estas so-» 0 Sc distingucn,á medida que se vá for- jando la colección , y adquiriendo 0s tnonumcnros físicos. Es de suma importancia indagar °dos los nombres provinciales de cada c°sajpues con el tiempo se puede for- l^run diccionario clásico; y de todos ^íos reunidos es fácil componer un ystéma general de la historia natural c España, para quantos usos de co- erció , ó instrucción nos sean del Jamás se debe discurrir, ni tratar de t —ww«w»« Ul^UiJH 11UIIH Ul y kT«U U VUV * l %+ puente, y enterarse bien de lo que es. Aducción alguna natural,sin tenería t 3s especulaciones abstractas sobre las °sas físicas ,quando no se fundan en el Cocimiento real y analítico de las mis-;clxxiv Discurso sobre ^ mismas cosas, están expuestas á n01 bles yerros. (, El uso, que pueden tener en iast bricas y en el comercio qualesquier f ^ ducciones,es lo que inmediatamente % teresa la curiosidad y estudio de los a011 gos del País en sus conferencias»> discursos académicos. No por esto ^ desdeñarán de leerlas obras elementé' 4j' res , que facilitan su perfedo cono^ Ce s¡ miento; para poder hablar con prop,e dic dad , y como corresponde á cuerpos 7 sugetos tan dignos y acreedores de nuC tro respeto común. ; Puede congeturarsc, que zcctt^. dose con el método de inflamar en t^ amor del bien público á estas soC'cí*a, des; logrará España reunir en su i& no los conocimientos: que ha costa" siglos y tesoros inmensos á otras »* ciones adquirirlos; é irlos re&irlcan con gran fatiga suya,hasta llegar a debida perfección. He concluido el discurso:su "ü. dadj *A INDUSTRIA POPULAR. clxXV ^. Cs innegable. El que encontráre me- l0s nías efe&ivos de lograr estos fi- c^s > merece ser escuchado. Ojalá con- . Cran los muchos hombres hábiles, de { e abunda la nación , á examinar es- Punto , que merecía proponerse, pa- y.^5 concurriesen todos á escribir; 4j,udicando el premio, que se fixáre, c tyie mejor lo hiciese. Si contradi- 4j s'11 meditar , solo por antojo, na- t.c debe oiilo r ( t"-) pues no es- 3n Jos demás destinados á satisfacer ^enos caprichos. Harto sacrificio ha- Qf e* filósofo en conocerlos , y en no v^nc*erse exteriormente de su extra- c'Sancia; ó de los miserables fines, que c.Clcan su emulación y afeftado despre- > mientras les vé consumir sus dias, y 4 hacienda en ociosidad; y á algunos as° en distracciones nada inocentes. ^lle hominum species , & rerum discolor usus: ísl m VtUclxxvi Discurso sobre ye lie sunm cu/que est , nec ^ vivnur uno. ¡. Mercibus hic Italis mutat sub s° recenti . Rugosim piper, & pallentis grá* cumint: . Hic satur trriguo mavult turges(t somno: ■. Hic campo indulget > hunc $ decoquit: Ule In venerem est putris. La ocupación honesta es la ^ corrige las voluntariosas costumbres muchos, ó las poco decentes. L*s 5 , ciedades propuestas, con el buen &e ' , pío de los mas, contendrán á l°s. f j, eos > que abandonados á la ociosi"3^ serian de otro modo la ví&ima ¿e vicios y extravíos. A un Reynado , en que solo Ia ' •, ticíayel amoral bien,forman l05^' dados del trono, le es debida la % ^ riade estender la industria popu^jj U INDUSTRIA POPULAR. dxXVÜ í*sNia, por medio de unos establcci- ^'entos sólidos. Dexemos á Jas nacíb- ^ ambiciosas el ruinoso empeño de Anchar sus confines > derramando la *angte de sus compatriotas sin verda-, era necesidad; y agotando las fuerzas, Unciales del Estado, con las infelices ^nscqüencias, que nos dexó diseñadas lrgilio (2) tan al vivo. zQÚppeubijas versum) at que nejas: tot bella per orbetrn Yam multa scelerum faces •> non ullus aratro ^ignus bonos ; squalent abduStis arva colonis--, Et curva rigidum falces confantur m ensetn. Üinc movet Euphrates, UUnc Ger- tnania bellumi Eterna , ruptis ínter se legibus, urbes . m 2 _Ar*_ (*) VIrgü. Gcor. libTfvers. $05 & soq.«lxxviii Discurso sobrh Arma ferunt : savit toto M*f imp'ms orbe. Nuestra Monarquía tiene una & tensión,superior á qualquiera otra.'' clima recibe toda especie de frutos* í ]a capacidad de sus naturales no íe" á alguna. Es pues natural, que apr0' vechando la actual constitución pací"" ca,y la protección de tan gran R^'' recobre la nación su industria y P°' blacion anterior , disipada en los ¿oi siglos inmediatos con las guerras 1 conquistas. Estas idéas son obias, y no tíertf11 otro mérito, que haberlas reunido cl1 un orden natural ; para que ingen*0* mas sobresalientes puedan con md'^ fatiga darles su última perfección. & zelo público las ha animado, y todoí tienen la misma obligación de cofl' currir con sus luces; y adelantar Jo qutf yó no haya alcanzado, ó las ocupad0 oes no me permiten explayar.IA INDUSTRIA POPULAR. dxXÍX §. XXI. . ferraré este discurso con un .para-;. , °delas ventajas, que por. Ja industria ^ adquirido los Estados modernos, y ntiguos de mas fama y celebridad. Que la Holanda contribuya cinqíicnta Mjg por ciento: y ei'pueblo esté tan ri-. c°>no.cabc atribuirlo á otro principio, ?L,e á la general aplicación de las fa-i ^lias. V La Inglaterra, que paga casi veinte y JUatro millones de. pesos por rédito* ,c 'a deuda nacional,y ocurre con gran-. es subsidios á las^ gravísimas urgencias ' dotaciones del Estado, saca de la ocu--. Pacion bien dirigida este tesoro, , Estas dos naciones, respeclivament* Sl* suelo,tienen una gran pobíaciqn. La ^ Holanda, midiendo, geométricamente Su corto terreno , es comparable á la nos, refieren de la China. La Suisa en muchos Cantpncs tic- c ün gentío considerable jy lo de- m 1 mué*,'clxxx Discurso sobre muestra el creetdo número de tropa5| que de alli salen continuamente á s^e j "do de "otras naciones. Estos Regi'lliel\ -tos mercenarios, reunidos en un ^t f>o'y formarían un cxército tan nu^ roso, como los de las grandes P°tCí cias. No oímos , que la población los Cantones decaiga, por causa de tas continuas reclutás,en su vecind*11^ ni se qúéxan de ello sus escritores <$JT nómicos.No puede atribuirse este cíq'ú. ignorancia del cálculo polfr^' ni délos medios de^ fomentar la in^ t'ria. Basta leer Jas observaciones ¿c ? Saciedad de Berna, para deponer I11*, quiera duda. La prueba de la gran ¿P11 cacion del pueblo de Jos -Suizos > .fi infiere también por el gran número*3 mercancías, especialmente ordinal*1' qué salen de aquéllas montañas á vc ^ derse cñ otros Países; y Ja misma arpliC* cion se extiende diariamente á losreS tant¿s!'|iuebIos de Alemania. ¿6 "Los '■ producios de la industria ú otros frutos que extrañe, se cal- ila también, quantos brazos se dedi- can en él á la labranza, á costa del es- trangero. De este modo se entiende bien, c°mo un país industrioso puede au- ra 4 men-clxxxii Discurso sobre mentar el pueblo, y mantenerle á coS délas naciones vecinas. (3) Las naciones, que no han UeJ* (3) La paz con Marruecos, en cambio ¿e frutos que nos vcndcn.facilirará el despac',0,}. los siguientes géneros de las fábricas de Espa ^ estableciendo racionas permanentes, bajo " protección de nuestros Cónsules, en los pü< tos donde existen, Fierro de Vizcaya en planchuela. Pañuelos de Barcelona. Papel de mediana calidad. Damasco carmesí. ^ Id. azul, que no sea muy subldo.ni muy c'aP^ Id. verde. Terciopelo carmesí. Id. verde. Id. azul. Id. negro. Paño negro de Segovía veinte y quatreno» < i Id. de Alcoyde la calidad ,y colores síg^^0" tes. Treinteno de colot negro , verde, azul-obsC" ro , y encarnado. Id. veinte y quatreno de los mismos coloreS* Id. diezj'seissno , y catorceno azul. Azafrán. Azu-4 INDUSTRIA POPULAR. clxXXÜÍ j. todavía á conocer, y pra&icar por tales principios en su terreno, Pueden tener extracción ventajosa ^__7__de_ Uc,ar de la Habana de primera , y segunda bridad. V b de lata. |>e Una moderada tarifa en los derechos de- iy °cupar la atención de los Cónsules, para ar y hacer preferir nuestro comercio. t¡^ as sociedades económicas de las provin- ttis Marítimas harán un servicio importante, v Comparar las tarifas, y los géneros., que que ^ v'e"en de cada nación i España; y los jy de España pueden salir á venderse en los 'a y géneros que se fabrican , ó rtan de aquel Reyno , y lo que pudo el cj0Qr adquirir de la industria de otras Na- d¡¿nes« En la edición de Copenhague se aña- "Hicho tocante á los Países del norte. líti ia ^c desear un suplemento por lo to- Íq^? a España, incluyendo í Portugal, y i los ""'ios de ambos Reynos en las dos Indias; inclxxxiv Discurso sobre . de géneros; ni acrecentar su poblad0 ' No son las minas las que ha» a t05 mentado en Holanda y én Suiza eS ramos, y la población ; ni aun la i insertando estas adiciones en los lugares f0', respondientes del Diccionario, y reimpri^1^ dolo traducido y adicionado en' español; C.^jj }o hiio Maltchlas PoaljPait en su traducc inglesa de la misma obra de Sabary.^ ^ Los Ingleses rcspc&o á su comercio P,¿/ pto.con sus colonias,y las dema's naciones1 hen un tratado, escrito por Windba>^ ¡¡ fpes , intitulado : L:x mercator'ta redh'i^1 D'trcBorio de los mercaderes, impreso CU 2é dres año 1751, que enseña la forma >' % , tancia del tráfico de la gran BrcYaóa? ^ obra se deberla refundir en el mism° f¡ cionarío de comercio, para completará» 5^e muy interesante á España ; porque el autoc^ Cónsul en el Puerto de Santa María, Y nocía nuestras cosas. {; Sin estas noticias permanecerá s,e «jjw Ja Nteion española destituida de los *^J» prácticos y noticias, que necesita en Pu,lteCc- domercio general ; cuyo estudio es muy 0 ^ sario , no solo á los comcrcíanft s ; sin° ^ bien á los Magistrados , Embaxadores, tules , y Empleados en las aduanas.o lA INDUSTRIA POPULAR. clXXXV Sierra debe á su clima la riqueza y ¡!¡nt!°.dc que abunda. Solo la Erahi- ^a puede gloriarse, de que la natura- .^yla industria pública se han com- {¡•í1^0» para engrandecerla. Véase la ,lterencia a&ual del Franco-Condado, cesc,e que Luis XIV le reunió á la Fran- a > Habiendo transcurrido solo un si- ?°-ínterin fue parte de los Países-ba<- ^s Españoles estuvo casi despoblado; y 0raes una rica y populosa provincia. , Mucho pueblo, ocupado utilmente i do' y una industria animada incesan- enienre por todos caminos, según la .^dad de las producciones, y de las gerentes utilidades,y ramos de indus- la> son los dos principios seguros y fe- udos del engrandecimiento de una ^cion. . Cada país tiene süs ventajas, y sus ^ventajas. Saber corregir éstas , y ^pensarlas, promoviendo las artes Producciones, que le son mas pro- ™s > es todo el cuidado que debe ex- ci-clxxxvi Discurso sobrS ^ citar la atención vigilante de up ,{ tierno. El discernimiento comple, , Jos medios prácticos no es dado a r ^ ticular alguno. Es forzoso, que 'a ■ $ cion entera se instruya de su s'tuaCiatj y se ponga en movimiento a^v0'^r56 promover sus ganancias , y lir>erl cp de los daños ó pérdida, que sufr*,Q la balanza con sus vecinos. ^íi,.c^ es en sustancia una gran famil1*' . yos individuos deben concurrir damentc al bienestar de la causa inun. ^ La Silesia con sus telas de bra^y ^ tes, presillas, y coletas: todas basta de ínfima calidad , rinde a! RCV E in¡¡ Prusia tanto, como los demás 4#g; , nios, que poseía antes de su adqul cion. jj La riqueza pues del pueblo $ que hace sólidamente respetables Estados. De las naciones agricu|ta^ salieron los héroes; y encellas eran t$ú mente estimadas las artes. *¡¡j¿tA Austria popular, clxxxvii Cce modo heroas sensus adferre videmus-. ^uEari solitos gracé, nec ponerá ^rt ¡fices, nec rus saturum laudare, Ubi corles, ^focus, <¿y porci, & fumosa Talilia "nde Rhemus , sulcoque terens dentalia, guinti, trepida ante bobes THclatorem indttit uxor, tua aratra domum Helor tttlit. ^fe&o la República Romana ven-* q * sus enemigos por rodo el riempo, 5 e fomentó la industria popular , y prc*-'ió la agricultura, i jurante la paz, el cultivo de las ^ Clendas, la protección de las artes, k .e' amor de las letras, formaban Jas ¡j,'jípales delicias de sus Cónsules, ¡j^Unos, y Generales: tan acostum- ^dos a declamar en el foro, como áclxxxviü Discurso sobre cultivar sus tierras, ó mandar ^s.i¡j giones. La afeminación y la ^cSl0* eran desconocidas en la nobleza mana, mientras observó sistemé mente esta aplicación austera. y Las reclutas anuales de sus lo - ries no causaban el menor detrime á la población ; porque la robu ^ agricultura hacía rebosar de gente fl Estado, y no se admitían tampoc° ellas criminosos, ni estraños. ■ . Los Cartagineses , cuya policia ¿ cribe Aristóteles (4), no confiaba0 mérito los puestos: el pueblo r>° c ^ cia, como el de la República de ^ ma,ni tenia artes suficientes: suSt y pas casi todas eran mercenaria5 ' mal disciplinadas. Los oficios se a mulaban en pocas personas, exetO ^ do una muchos empleos á un c*e de consiguiente con poca inteflS y conocimiento. Por estas considera^ :- (4) Aristot. Toltt, Ub. 2 , cap. 11 » 0 vtdendui. élA INDUSTRIA POPULAR. cIxXXÍX els,estiniaba Aristóteles ser dereduoso Slstéttia de los Cartagineses > puesto ?Ue no estaba fundado en el común ntercs de Ja patria> ni en la industria ,e' pueblo , que unen estrechamente ls sociedades bien constituidas. y *ue á la verdad rica , navegante, . e'icosa Cartago : mas no supieron, 1 quisieron los Cartagineses jamás j Mover las utilidades del propio sue- > é industria común. Fue émula ^llella República del poder de Ro- ^ > y tubo una marina mercantil considerable. ^ ^us navegaciones fueron de las mas 1Cn dirigidas: sus esquadras de gale- tas numerosas. El amor de la patria J10 se conocía alli, ni la buena fé: y se gobernaba por facciones. En fin ^nnibal,su libertador y su héroe,fue Aerificado por la embidia de sus com- Nriotas. Las divisiones intestinas arruinaron a formidable monarquía de los Go- dos;cxc Discurso sobrb ¿e dos ; y ahora reducen el Reyn° Polonia á la discreción de sus anos. En aquel país falta la industfl» la riqueza es de pocos , y el com11^ prescinde de las querellas de l3S^°?á federaciones. Esta indiferencia s0 puede arruinar los Estados, que descuj' dan los vínculos del recíproco intere y ocupación de los habitantes. , La República deCartago,entregada * parcialidades,fue la ví&ima de l°s.Par' tidos, que á fuerza de calumnias 1 de bregas prevalecían en el mane)0. Ningunas estatuas de los ilustres Caí' tagineses, ni otras memorias de las *c' Clones gloriosas de sus ciudadanos, jc hallaron en Cartago. Asi pues falta «e artes y de recursos , á pocos combad cedió á una competidora , en cü)'° seno letras, armas, é industria se pr (4) manteniendo por virtud 1 est* harmoniosa unión vigoroso, c operable el poder Romano. atPopulus i datgratas eqaes ¡ dat p tbura senatus; ditant latías tertia dona tribus* ',}c^* causa común de los Ciudadanos cj ^anczick saca héroes hasta de la 10 Se de los panaderos 5 porque todos tí.s °tdenes de la ciudad tienen indus- ¡js » y común interés en defender su de'p' Constitucion. Si el restante pueblo Bolonia se hallase con iguales cnla- k s» hubiera sido impracticable la dis-i Oración de la República. ^. í-a felicidad pública se ha de conse«* ^ por una atención universal á to- u ramos. Su fundamento está en /gran población > porque sin hombres j. ^ brazos á las diferentes operacio- s»que necesita la sociedad civil. La 1) Lib. 8. Emigrara. 20. áCXCÜ DISCURSO SOBRB Jf agricultura bien ordenada hace abu11^ los abastos, y las primeras 'materias- \ industria emplea- los ociosos y "^ ¿j robustos en las hilazas, texidos, y faenas de las primeras materias, r reducirlas á manufacturas. La abu*1^, cía de éstas viste a buen precio al Pu blo; y las sobrantes forman el c0í*fj« ció activo con el éstrang'ero , ó con Colonias ultramarina^ de una nación « minante. Su transporte dá ocupad0 la marina mercantil. ',M La educación cristiana y P0'1^ 'de las ciencias y oficios, instruye á t° ^ las clases en sus obligaciones, y c° t¿ medios- de adelantar su caudal: aP ; álos hombres de los sofismas, y ^eS y ce discurrir con acierto , templa^' ^ respeto á la autoridad legítima. * ^ litados los medios'de mantener 511 . , milia con tanta variedad de ocup3^, nes,se aumenta rápidamente la P0^' cion,ó vienen á incorporarse en e .0 preferencia los estrangeros. Los p ,y lA INDUSTRIA POPULAR. CXCÜ] n mantenidos, y criados con buenas ■ stunibres\ son maT'ariregl^dos y ro- so^08 : y Pot un encadenáifíiento dicho- > sc acrecienta incesantemente el m** ..Cr°delos vecinos. Por estos'princi- pad quiere el Estado-aquella sólida t°nsistencia,que le dárespeto y vigony ^señados los' naturales á la actividad* piensan en el bien general de la só*- |!eciad , donde prosperan ; porque el nterés común está perfectamente unido ¡W el particular de cada familia. Una Nación vigilante y despierta, ^Yo pueblo todo esté ocupado, c ins- ?ld°cn las artes de la,guerra y de la ™*mientras permanezca unida á tales finias , no tiene quejtecelar de sus .Amigos, si 1 ' ' '^■•■l DlilTtJ : tb ■ v ••.' •' ; . | , "Mirfhíy íava.v ••■y. . , m JN-7¿A£D ICE. J^troduecion. f*i' *¡ § i La agricultura sin las artes no suficiente para sostener, y hacer florecl ^ te un Estado : es preciso unir los tres íl ^ de labranza , crianza , é industria. f'S' ¿, § 2 Las manufacturas menores de son proporcionadas para las mugeres > y distraer hombre ninguno del campo, °cU^; rán los brazos actualmente ociosos. ^ § 5 Las fábricas de lino y cáñamo mas sencillas, y menos costosas que lflS lana y seda : tienen mayor consumo» y ^ mas á apropósito para emplear la 8e g# pobre, y las mugeres y niñas. y*í' y § 4 El algodón suple por el ^eaf0^ aun por la lana y seda : admite todo ^ de mezcla, y produce mucha variedad^ manufacturas baratas y usuales. f¿' § j Las fábricas bastas y populares o pan al pueblo común ; son mas útiles <\ las finas, y deben preferirse á ellas. p<# * • $. 6 Medios fáciles y sencillos,paraj. cxcv „ r y fomentar las fábricas, bastas y fi- S* M- 3 2? ( s 7 Para promover la industria deben p °Vccharse muchos géneros ó primeras . er'as, qUe están abandonadas: ha de fo- Atarse el estudio de la historia natural, .establecerse premios para los que averi- ¿*tí > y demuestren el uso de las plantas 'es a las fábricas. ?ai'4** l} 8 Motivos de la decadencia de la >) ^str¡a popular en España : utilidades que ts ^en sacarse de ella, y que actualmente se ^n perdiendo. fag, 46. t 5 Las manufacturas bastas se multipli- tiKlC°n mas fac,nclad,que las finas:son compa- es con la agricultura, y por consiguiente j)4s Ventajosas. Cálculo de las utilidades,que lfiaen rendir al Estádo. 53- ^ * 10 Estado actual de las provincias ^ España en quanto á industrias; y algu- s abusos que deben remediarse. 67. j ? 1 x El arte de la tintorería es nece- j J° para el adelantamiento y perfección as fábricas. Son necesarios maestros en las jj "'Ules de las provincias, que la enseñen. fs°nas que deben aplicarse á esta ense- ñan-cxcvi .Óff fianza. Los ingredientes para tintoreí'4' ben estar libres de derechos. ^'-0ji : ^ p- No debe permitirse la extrae^ «n rama de las primeras materias.-de l^5 tes, especialmente de la lana. El crecido recbo de toneladas impide un ramo * mercio muy ventajoso con las .India5 > ftaíátíamente en lanas;y convendría c° pensarte de otro modo. i u\ V*$>'?*i § 15 Entre las fábricas finai las de Ia sorí mas ventajosas al Estado, y no se ha°^ ceñir á solo paños, sus manufacturas. Lug3 . en que.deben establecerse, lasi IenccnaS^ mantelerias finas ,'y las fábricas de seda y godon. Medios para promover todas las nufacturas en España. jo»' § 14 El primer- fundamento de la■ioa*"4, tria -española debe ser el fomento de l*5.^ nufácmras bastas'y-groseras. Decadenc'3 t la población de España, Conviene trarcotíla practíca la posibilidad de adqu' la que hubo , y ahora falta. . § i f Los gremios exclusivos con ros privilegiados, y sus cofradias son c, , trarios á la industria y á la buena P í«f> Hay muy poca enseñanza en 9^oS'j-o( Icxcvii para cortar los abusos , que impideii a lndustria. f*g-. io8. ^ 16 Modos de fomentarla industria r Pular. Las fábricas popuiures, para que útiles , deben hacerse: de cuenta de s vecinos , y no de comerciantes q de cmpañias. ¡>ag. 119. t * *7 Las artes provechosas, que fal- ,n cr» una nación , deben introducirse , y j tafse maestros que las enseñen en todas capitales de provincia'. Modo de fo- ^'ntar i estos maestros ,.y á los discípu- s* Es mejor introducir artesanos estrange- 0s > que reducir los labradores í puros ar- esanos. ?ag. 124. t8 Se pierde mucha industria en ,.s delinqüentes condenados i presidio. Me- l0s para hacerlos útiles dentro del mismo P Cs'dio , y para qUe contribuyan á la in- fria popular. f*g. 13 a. ^19 Los medios generales, propuestos |j a adelantar la industria > deben acomo- de á la situación , clima , y población áe da provincia. Varias i ndustrias, que pue- pn Establecerse según la diversidad de p);o- ^Us, Necesidad de formar una socie- dadcxcviií dad económica en cada Provincia. P^'.1^ § 20 Instituto , régimen, y princip3^ obligaciones de la sociedad. Lugares en 4 debe establecerse. Cálculos y combinacione» que debe hacer; y los medios 0P°rt",° y para ponerlos en prá&ica, con utili