TALEROSOS GALLEGOS: 17 Aise noou entusiasmo que os anima es el fiel precufs*» J- rtllfe* tra felicidad, de nuwfn, triuIlfos. No> no es un fu**0 f*tuo> y P*«gcr« ti que abrasa vuestros generosos ^__. Nu cs un acaloramiento de •abezas aturdidas , ó intriga de los enemigos de la tranquilidad pública, que quieren el desorden} el pillage, el asesinato. Religión, Patria, F«r- manda Vil. Estos dulces y preciosos nombres, repelidos por todos vosotros •on veneración y ternura, os han recordado que sois Españoles. Si: El •eseo de conservar la Religión de vuestros Padres, vuestros usos y cos- tumbres, el evitar el yugo pesado y tiránico de un Monstruo, que trata áe esclavizar al Mundo entero, y sacar de sus pcrñdas garras á vuestro desgraciado c inocente Rey, os ha puesto las armas en la mano. El gusto con que á porlia os alistáis baxr> las banderas del Apóstol Patrón *e las Españas, la unión, armonía y fraternidad que rcyna entre voso- tros , es la mejor prueba de la justicia de nuestra causa. Bramará el Moratruo, quando sepa que la España sola trata de resistir, y aun de dar la Ley al vencedor de la Europ?., al ArNkro____ot—ow uwuiius ac ios Keyes, al Ommpotffníf. Blasfemo! Hija primogénito ele Luzbel, así te atreves á insultar al Soberano, al Magni- fico Señor de todo lo criado ? O no te coatcntas con dominar la tierra, sino que quieres exaltar tu solio sobre las nubes1, y disputar sus dere- chos al que habita en el Empíreo? Españoles : Napoleón tiene muy irritado al Cielo. Todo anuncia, que está próxima su ruina. No temáis sus amenazas y brabatas. Consu- mido con sangrientas guerras, aborrecido de todos los Pueblos que ha subyugado , receloso de sus aliados ó neutrales , y aun de sus mismos vasallos, no tiene mas armas para conquistaros que la astucia, el enga- ño, la perfidia. Cierto, tiene excrcitos numerosos. Pero ademas de que los necesita para sostenerse en los países que ha usurpado, arrojando del trono á sus l«gítimos Soberanos, los componen hombres de diversa» Naciones, obligados por la fuerza á tomar el fusil. Y quien duda que lo dejarán caer de la msno, ó lo emplearán contra el tirano mismo, que ha prodigado la sangre de muchos millares de hombres, solo por satis- facer su loca ambición, poner sobre el trono otros tan indignos de reynar como él, y por realizar en su persona el quimérico proyecto d» la Monarquía universal ? Que confianza podrá tener Napoleones los Alemanes, é Italia- ros arrancados de su Patria, y del seno de sus familias para servir á un tirano, de quien esperan por toda recompensa, ó la muerte, ó una es- clavitud vergonzosa: Llorosos y enternecidos vuelven la vista á su amada Patria, y que ven cu elli? La desolación, el terror, el b«nbrc. 1» desnudez, ci i,... «¿^ u4a< las calamidades: y 1<^ iue es Pcor aun» la disolución, el l»k«rtj,*a««t% la ixr*l*-—'ld amoralidad. Estos son los bienes que Napoleón na llevado á todas partes: ésta la felicidad y mejora de suerte con que convida á la E¿p'aña, y que á pesar nuestra quiere darnos. Promete conservarnos la Religión, nuestros privilegios y cos- tumbres. Promesas falsas! Palabras seductoras! Política engañosa y Ma- quiibelica! Así ha engañado á toda la Europa. Así ha triunfado de lo* que no podia vencer con las armas. Pero tu que tiempo, en que oca- sión nos hace tales promesas? Quando Cftá cometiendo ti mas horri- ble atentado, y manejando la mas vi^y alevofj intriga: quando está tra- tando de sacrificar á su ambición y temores la mas desgraciada , pero la mas ilustre y piadosa raza del Universo. Ah monstruo!Si con tus victorias lograste deslumhrar á algunos, con tus falsa* promesas has seducido á muchos, si al mas noble é ino- cente de los Reyes engañaste con cartas halagüeñas, y fementidas cari- cias , si lo has sacado de su Reyno á pecar de la resistencia de sus Pue- blos , que tenían formado de tí el concepto que te mereces; si le arran- caste la Corona de la cabeza, privaste de la libertad, y encerraste en una prisión , no te glories en tu maldad. Solo has conseguido hacerte objeto del odio, y execración de todos los hombres. Te has envilecido á los ojos de toda la Europa, y has hecho patente el misterio de iniquidad á quien debes tu elevación , y tus triunfos. Españoles : Haced ver á todas las Naciones, que vosotros solos bastáis á derribar este Coloso. Mostraos dignos de vuestros mayores, de aquellos hombres inmortales ^ que hicieron temblará la Europa en los Reynados de Cárlos V, y Felipe II. Decid á la Francia, qu* soys los herederos y partícipes del valor, que los tercios Españoles manifesta- ron en Rocroy, Pavía y Ronccsvallcs. La Europa tiene la vista fixa «obre vosotros. Persuadida á que los triunfos de los Franceses se de- bieron á vuestra estrecha, y mal empleada amistad y alianza, no duda, que si os declaráis contra el tirano, lo haréis desaparecer de sobre la haz de la tierra. Ea , Españoles, vuestra Patria va á experimen- tar la mayor de todas las vicisitudes. Va á ser la primera Potencia de la Europa, ó el teatro de los furores de Napoleón. Nuestras tropa» arden por batirse, no dejéis cutiviar su.ardor. Si las lleváis luego al combate, nuestra será la victoria. Soldados id, id alegres y seguro» de vencer. Cielo se ha declarado en favor nuestro. La causa es. la de Dios, la de todos y de cada uno. No vais á derramar vuestra sangre por sostener los caprichos , ó antojos de un Rey ambicioso y cruel. Vais á asegurar el mas rico, el mas noble, el mas precioso patrimonio de los Españoles, Religión, Patria, Fernando Vil. Á LA NOBLEZA COMPOSTELANA. N obles, y generosos Patricios : El pérfido caudillo de esa gavilla de Ladrones que infesta la Espaúa, tenia decretada vuestra extinción la de todos vuestros timbres y blasones. Quería obscurecer la gloria_ inmortal, que vuestros nobles Progenitores adquirieron con esa te mible Espada, que os ciñe, tantas veces teñida en sangre agarcua, y aun de los mismos Franceses. Quería después de despojaros de vues- tras riquezas, desterrar también de vuestros corazones aquella Reli- gión santa , que plantada en España por los dos grandes Apóstoles U Pablo , y Santiago, defendieron vuestros mayores culos Campo4 c Clavijo. Allí fue donde brilló principalmente el heroico valor, ycristiana icio ele la INoblcil de Galicia. Allí fue, donde doce Caba- lleros de esta Nación llevando el terror y espanto á las filas Maho- metanas , como otros tantos rayos de la guerra herían, y despeda- zaban quauto les ponian por delante los enemigos de la Cruz. Esta, pues, con la Espada debe ser vuestra divisa. Yo os la presento en esc Escudo. Lo verá el tirano , y temblará. Reconocerá que la causa de Dios y la vuestra es una misma, y que no hay poder humano que pueda resistir á la fuerza de vuestro brazo, quando tratáis de vengar los ultragcs hechos á la sacrosanta Religión de vuestros Padres. AL LUCIDO T VALEROSO CUERPO LITERARIO. G cncrosos Alumnos de Minerva: Apenas oisteys, que el Encmig# común quería dar un golpe ( tanto mas temible, quanto mas disimu- lado ) á aquella Religión , cuya Divinidad , magestad y grandeza habéis penetrado á beneficio de las luces, que adquiristeis en las aulas, apena» llegó á vuestros oidos tan detestable proyecto, jurasteis defenderla á lodo trance, y castigar al horrible Monstruo que cuenta tantos enemi- gos , quantos son los verdaderos adoradores de la Cruz. Llevadla fixa en vuestros corazones, y escudad con ella vuestros brazos, seguros de que conseguiréis la Palma del triunfo, que con anticipación os presenta, satisfecho de yuestro valor invencible. AL PUEBLO COMPOSTELANO. .^Vuestros Ascendientes fueron guerreros por naturaleza. Tenían po/ ocupación indigna de hombres todo lo que no era manejar las armas en campaña. Segne viris, quidquid sint Marte gerendum est. Que bella ocasión e»ta para hacer ver al mundo, que soys hijos dignos de tales Padres! Id á acometer al enemigo en sus mismas trincheras , y hacedlc sufrir las ca- denas , que tenia preparadas para conduciros como viles «sclavos á tierra* lexanas, y extender su injusta dominación á costa de vuestra sangre, i .a Patria reclama vuestro valor; vuestras mugeres, temerosas de ser víc- timas de la mas desenfrenada lascivia, os conjuran; la santa Fe, que tan- tos si-jlos habéis conservado en toda su pureza, os estrecha á que la pongáis á cubierto de sus enemigos. Acetad ese pequeño don ; pero de mucha estima, que un amigo vucstjo y de la Religión os presenta. Sepa el detestable Ateo, que si para él la Cruz de Jesu-Cristo es objeto de mofa, de irrisión , y de escándalo; para vosotros es objeto de gloria, de auiur, de esperanza, y de consuelo. PKOCLAMA DE LA MANCHA. M Anchegos : el mundo está admirado de vuestras hazañas y valor: vuestio nuevo modo de hacer la guer ra á los vandidos, que han desolado vuestras casas, ha burlado esa ta& ca tan decantada con que dicen haber vencido al universo todo: la vuestra, aprendida solo en la escuela del patriotismo mas acendrado, ha hecho temb'ar á los exercitos del caudillo mas facineroso que famas ali- mentó la tierra, y cuyo nombre es el oprobio de la es- pecie humana y el borrón de la nación francesa : Minche- gos , haber borlado y mirado con el mayor desprecio esas ■guitas tan cacareras y esos trenes y aparatos con que pensaban sorprehenderos , no ha sido para vosotros mas que una ro * miserable y la señal mas cierta de iu co< bardia: Maichegos, los campos de Montiel , Vas ribe- ras i' G >adiana , y el puerto L'picbe, testigos en otro tiempo d tai proezas del ing-nioso Caballero de la fa- bjla del inmortal Cervantes, han admirado ahora el va- lor de los descendientes de aquel héroe y el talento de qu? tan oportunamente supo colocar en dicho suelo la cuna al desfacedor de los tuertos: Manchegos , nueve batallas habéis 1a lo: otras tantas victorias habéis conse- guí Jo : dos Genera'es y siete Coroneles muertos, otros ta tos Capitanes ó Comandantes de batat!on : tres Gene- rales p t'os, quatro Edecanes , ties heridos, 5 mil solda- dos muertos, entre la infantería y caballería , 1500 pa- sioneros y gTan numero de h ir i Jos que llevaban á ¡Madrid, quarenta carros de provisiones , cinco cañones de arti- llería , di:z carros de pólvora v balas , t*«$ de dinero , y ninguna bandera porque no la tenían : ved aquí el fruto de vuestros esfuerzos y de vuestro patriótico valor : Man chegos , habéis inmortal zado vuestro nombre , que será venerado de la post.*riJad cuino el de los héroes que han libo ta 1o la patria de les monstruos que )a infestaban, y no dudéis ocupará en la historia un lugar superior aun de