te «prendiendo con d mayor ardor la tSctíca f HM monsí »«» que a tiranía i rGaiiz 4 Je F«- r/ brero de 1809. ¿{¿impreso en Buenos Ayres. ---___- -^M~ * J * ■« PE LAS ULTIMAS GAZETAS DE INGLATERRA* IMPRESO EN El. RIO JANAYRO. Londres 16 de Junio de 1S08. • '• ' ' • ' ••*• ' •'<'"* ¡ -K*y< «iy.»l üttttipck'- t.ná -OY «e. debatió en la Cámara foáxa del Parlamento la actual situación de Kspaña. Se levantó Mr. S herí dan y habló de esta manera. „ No deseo que el .Ministerio tome mecida alguna á favor de Fspaaa que tea temeraria o fanfarrona, pero «i el entusiasmo que anima algunas de .«u» Provincias llegare ú penetrar por lodo lo interior de ella, estoy convencí. di> que de.rde tal momento, y desde que,.empezó la revolución francesa no* se habia prevutado ocasión mas oportuna á la fi tan Bretaflá, de raler.se de qtiantos 1 -cur*os puede subministrarle «'1'gran poder de la .\aeion para ase- gurar Ja salvación del universo." Pero tne dicen algunos. Si no desconfías del Ministerio ¡ por qué quieres ventilar este asauto en el Parlamento? Diré' porque; tengo couúan/a en el Ministerio , y por esto le pido do* cosas; la primera, que. se me permita decir, que ahora no contiene andar en menú, delicias, liemos de hacer mucho ó na«|a ;. el ntoríro porque me explico así es osle: hasta aqni no ha babido GábiMcte ct este pais, (y no quiero ex. eeptaárme ni 'le aquel del qual tuve honor de ser miembro ) que Ría y lla- namente baya dirigido sus miras á un fiu claro y determinado. Todos Jos* Ministros, de este pais se han entretenido eu la corteza quando convenía pe- netrar la raiz. Los Ministras de Inglaterra hau dado en una política fri- vola, han querido conquistar islas de azúcar', eu lugar de fomentar prin- cipios exaltados, y concordes con los verdaderos intereses de la Patria. Por lo que , quiero que sepa la España que estamos desengañados y que despertamos del letargo, confesando sin reboso que estamos resueltos á salir por toda la Eoropa. La segunda cosa que pido es1; que si conviniese coope- rar con España, cooperemos cou eficacia, con esfuerzo y con aquel vigor que exigen los mas grandes negocios, y si después de estí> logramos certi- ficarnos, del modo de pensar del pueblo Español , y lo Haríamos animadd de un fuerte y ardiente patriotismo, entonces no pido otra cosa mas , que es, el que se inspire a nuestros patriotas la idea de que Españoles e Ingle- ses deben ser animados por unos mismos pensamientos. Hasta aqui la car- rera de Bonnparte no se compone tuas que de victorias, pero hasta ahora no ha experimentado ni combatido con una N'aci.n cuyos habitantes sé náyán unid» para resistirle. Por lo que le.xos de embarazar al Ministerio, declaro solemnemente que si se presente ocasión jpara que la Inglaterra, preste auxilios poderosas, hallarán, eu im lx. ¿ ta esta acaso una discursion vana ? Contemplen los que piensen asi , el estado actual de la Europa ; no se estimulará el ardor Español sa-1 Wtnño qn« no scrf.metÓaW MTóW».,Írf ••^> Amblen ef PcrTa-nrato y el Pueblo de Inglaterra defienden y protegen su can» ? ¿ No ar retentará su orüo y venganza hasta lo sumo, al considerar los insultos y ultraje» tan mor. mes como los que ha sufrido del tirano de la' tierra , no se dispondrá j sostener las mayores empresas estándar cierta de la protección de una Nación grande y poderosa? Me parece esta una crisis importantísima, ¿¿puede darse pro- ceder mas ralíente, mas generoso, mas noble, que el de los Asturiano.1)? Magnánimamente lian promulgado su hostilidad -y aversión á la Francia, han declarado la guerra A Bona-s"'' • *>*f* -M'»a Va no hay retirada. lístate resueltos a vencer o i enterraría en la sep-iltura d-.»l honor é iudapedeoc % do su patria. Es preciso para que se »u«. é«ii«e «i v»ooierno Ingles á su auxilio, caminar con un paso mas firme, y con un semblante mas atrevido, tales •I deseo que tengo de dar'esta ocasión al Parlamento* Británico para mani- festar lo» sanlimicntos que le animan. Mr. Caimiug, el Secretario de Negocios- Extranjeros , respondió en Cftas palabras. Declaro a esta Cámara y al Pueblo ingles , que lo* Ministros de S. M.' se interesan vivamente en la noble contienda que ha empezado una parte de la Nación Española , para resistir la enorme atrocidad de la Francia , y para conservar la independencia de su Patria , y que existe en el Gobierno Bri- tánico la mejor disposición para prestar todo el auxilio posible a una pelea tan magnánima ; desde ahora no podemos considerar que exista la guerra entre la España y la Gran Bretaña. Establescamos el principio que qual- quicr Nación do KnrOpa que se levante ron animo de oponerse a una po- tencia qoe, sea que profese una paz insidiosa o que declare la guerra abierta, es el común enemigo de todas Tas domas, sean quales fuesen sus relaciones con la Gran Bretaña viene a ser desdu el mismo instante nuestro aliado. En- tales eventos y circunstancias los Ministros de S. M. no perderán de, vista los tres objetos siguientes. Primero, la dirección de los esfuerzos uiiidos de ambos países contra el común enemigo. Segundo, la remisión de aquellos esfuerzos que sean mas ventajosos al nuevo aliado. El tercero , dirigirlos de suerte, que mutuamente contribuyan á tos intereses dé ambos. Pero en vista de los dos objetos primeros no debe detener nuestra atención la ques. lion del ultimo. En la contienda en que esta empeñada España , no caben •tros intereses para Ies Ingleses que el triunfo mismo de los Españoles, esta es la conquista ventajosa , este es el gran interés de la Gran Bretaña , pues que con él se asegura la integridad de los Dominios de España en todas las partes del mundo , y reprime el insultante orgullo y ambiciosas miras do Francia, y de Napoleón , estos son los principios del Ministerio de S. M. y sobre las medidas que dictarán estos, espera obtener la aprobación y apoyo del Parlamento y del país, no es del caso que yo diga si me parece que ha llegado la crisis, ó si nos acercamos al'tiempo en que deben practicarse estos sentimientos, basta que^ haya dicho lo que sentimos- .y l que han emprendido con ma- naguimidad no abandonarán cotí ligereza , y qu»! los principios que hoy les animan no dexarán de animarlos mañana , pues poseen todo la Constancia del carácter ingles. No deciden con prontitud, pero una vez* formadas sus resoluciones son inmutables. No pierden su tiempo los patriotas en aquellas procesiones festivas , ó funciones teatrales que distinguieron y de-honra ron a los Franceses, durante su revolución. Se emplean con seriedad y ardor en levantar y organizar una grande fuerza militar",'poique saben que ¿Ma sóla es el medio único que acompañada dé su natural constancia y valor podrá rechazar ul invasor mas .allá de sus fronteras. Esta es la primera contienda en la que Bonaparie se. ha visto desafiado'por una Nación-" armada* y resuella i defender su independencia. ©xalá sea la ultima que haga ver en sus con- secuencias an e: Comisionado por S. M. en esta Ciudad, Grande de Es- paña, Caballero del Orden de San Juan * Gentilhombre de Cámara de S. M. con exerci- cio, &c. Í^Ab.tantes de Cádiz! Vueftra segu- ridad y defensa ha llamado teda la aten- ción dt 1 Gobierno Un Xefe falaz y cor- rompido trató de venderos y entregaros al enemigos pero la vigilancia de la