no correréis & ,p»tt1tíSpar «fe los elogios que la Pat,} feconocída les trib«ta? El Reyno os Hama para mi defern, ¿I jo dejcare-is sin auxilio? La Religión os convoca Plr* su amparo. ¿ Y rujia sacareis triunfante? Pern ando VIJ, -i amable -Fernando. el d*sgrac¡ado y cautivo Femado o, aguarda para su libertad, i^f no romperéis -las cadena, que lq detienen? Somos españoles. Esto respondéis. j»uei guerra sin fin hasta la destrucción de los tiran»*. Santucar de Barrameda 510 de Junio de <$o&. Suím Rafael ¡rftarrtn , Secretado. FRANCESES. 1TJ€ vivido mucho tiempo entre vosotros, y.nc tata- liado uno que amé ál usurpador: cese ya vuestro «liedo, armaos en rñasa, imitad nuestro exemplo, y seréis libres, «enazcan en vosotros los días serenos de Henrique iy, desconfiad de la filosofa , causa fíe todos vuestros males; sola la Religión de viiestros mayores sea la dominante: sacudid el yu^ó , morir ó vencer es el solo lenguage de U Nación Española. > ^ n : í ; >i Rámprew en Quinos- Ayre:; Imprems mÜ /w Niños Expésitou PROCLAMA BE UNJ\ ESPAÑOLA A SUS PATRICIOS. f * [_jBales españoles: rasgóse en fin el velo que represen- taba en la escena del mundo a Napoleón c«mo á un ver» ¿idtto héroe , apareciendo con los propios coloridos de su carácter: ¡oja á nos fuera posible apartar nuestra vista tara no percibir tan infame borrón i España abatida y consternada se ha visto subyugada por la mas negra trai» cion ; y enervada por algún tiempo parecía hiber obscu- recido su nombre respetable y aun temido en mas felices- épocas; prro este nombre ilustre, la'heroicidad que le es propia no se hallaba extingida del todo: yacía envuelta Mt/e las cenizas de las circunstancias, volviendo á rena- cer con mayores brillos para asombro de toda la Europa» Si,nebíes españoles, la gloria de Sagunto y de Numancia, i.ae no han podido borrar tantos siglos , es la peor suerte que nos puede caber. Nuestros Soberanos se hallan presos, no por la fuerza de escuadrones armados , sino por medio de engaños y traiciones. Esta perfidia inaudita, la de denigrar sus au- gustos nombres por medio de infames papeles públicos, y sobre todo la de habernos privado de nuestro amado Femando Vil , nuevo sol que empezó á reproducir en nuestros corazones el júbilo y las mas lisongeras esperan* z*s,pide el sacrificio generoso de nuestras vidas; es pre- ciso ofrecerlas: la razón y la justicia nos acaudillan, y el brs.zo del Dios de los exercitos nos sostiene. La historia «tarapara por siempre en sus fastos la taorrib'e traición finfame felonía de Napoleón, le arrancará el titulo de pVtfi que Ir daba 4a Eurot-a engajada , y decidirá que c te d.iítado conviene se ap'.ique mejor al mas intimo de jc« ^pañoles, sí ^ amados patricios, ese ardor que os "flama , es- nob'e entusiasmo con que os ofrecéis á mo- ,ir idiosos por nuesuo Fernando Vil, 00 es movidopror eí rwas tere precepto, stnor poreflteTorsmo y teifaj caracl Mística de la Nación que vuelve a recob>ar todo ru explendor. La gloria, la verdadera n'oria inmo?tal que prepara la historia para la poiteridad noi e-.per/ V->m >s a llenar anas paginar que r¡o poJun junas leerse sin » imitación. No creamos que falterv en el exéN\ ¡to qu; mandil el tirano de Kuropa quien condene una a:tiJ>n tan vil. To- do hombre qus ettéV dotado de un sano jo'cio, y en q(iie„ se halle alguna probidad no» hará jstros R?y?s> Vsi •dtii descorrido el velo , y el traidor capaz de causar fcuiror á la humanidad que se pres rita tal como es en sí. El nos cr*.e rruy idiotas qiiando todavía'cor* su fAñt poUtinos predica la paz y (a fe icidad Ve i" a paz que Lían los pa b es que se le han subyugado. Ved quales jun sido las resultas de las protestas de am» tad h:chast i nuestros Soberanos , y esas serian las de nuestra con- descendencia. Una continua guerra es el patrimonio de los que le siguen , y una esclavitud seria nue