li 1 las de nuestros omisos llamados patriotas. hubieran trabajado esos Canallas' en destruir esos anarquistas SOLILOQUIO. El general JLecor encerrada solo en el miserable cuarto de su casa de San José. j Oh ambición de riquezas y honores, y como bas trastornado todos mis planes ! ¡ En mi avanzada edad, en el último periodo de mi vida, has obsecado mi razón, me has hecho caducar, y precipitádome en mi propia ruina ! ¡ A los sesenta años de experiencia, ul fin de mi carrera política y militar, cuando me miraba cubierto Ae. honores y luureles conseguidos por las humillaciones hechas al corifeo inglés Wiling-ton, cuando no debía pensar en otra cosa que en retirarme á mi patrio suelo, y allí, tranquilo y apreciado de todos, acabar los jm>cos días que me reatan de vida ; en este nismo momento es cuando todo lo he perdi- do y echado un borrón sobre todos mis dilatados servicios ! Todos mis paisanos me detes- tan ; la nación me abomina ; el rey, ¡ oh ! que ingratitud ! ese virtuoso monarca, ese bon- dadoso Juan VI que tantas veces me ha distinguido sin merecerlo, me aborrece, y llama ya ú, boca llena traidor ; me proscribe del ejercito portugués, y ha fulminado sentencia de muerte contra mi ! ¿ Es posible que las intrigas del caduco Andrada, y la» pomposas pro- mesas de un principe desobediente á su rey y padre, é infiel á su nación, me hayan seducido hasta el término de faltar á mis deberes, de traicionar mi rey y patria, y de perder de un solo golpe cuantas distinciones y honores he adquirido en los sesenta años de mis conti- nuados servicios ? ¿Es posible que baja al fin llegado á ser el juguete del trapalón Herrera, del ambicioso Cüarcío. del enredador Obes , y de esa cáfila de hombres inmorales que, por su sórdido interés y siniestros fines, me han hecho el encubridor «le mis crímenes, el protector de sus robos, el destructoi de esta provincia \ el mas desgraciado de los hombres i ¡ Oh conciencia! y como me atormentas presentándome constante ante los ojos del alosa, todas las injusticias, tropelías é iniquidades que me han hecho hacer esos malvados ! Todos se han conspirado Contra mil Portugueses, e-pañoles, America nos y brasileros, todos, todos buscun mi ester- minio. Y"a me es pesada esta vida que detesto -: el recuerdo «le mi infidelidad y desaciertos me la hace aborrecer de todo cora/on. Euego devorador «leí cielo caiga y consuma esta miserable existencia. Con esta» mismas manos sacrilegas que tantas v< . BS lie firmado la trai- ción de mi patria, con ellas mismas debo cortar el mohoso v delicado estambre de mi detestable vi»la Sirva esta trágica escena de escarmiento á todo buen portugués. Acabe esta pistola de una \e/. con el mayor de los criminales: con el asolador de la provincia Oriental: con el traidor á su rey y patria : con el esecrable Lecor. JPum.' Aquí ta historia dio fin Delfamoso general Arlequín. SIGUEN CARCIA Y HERRERA. García.----Ha visto V., amigo, que ñn tan tráfico ha t—M> nuestro buen gener ¡I \ Ríen doria V. qu» había per- dido el juicio. ¡ Pobre infeliz! ¡que trastornada estaría su tazón cuando se resolvió á tomar tari feroz medi.ina! Herrera.--Anoche me atormentaron nmclio lo» remordimientos de mis tiernos posados, y mucho mas la presante apurada situación. Tuve también tentación de matarme : agarré la pistola ; apúntela á la cien, y aunque es- taba en ti seguro, fué tal el trastorno qite ocasionó en mi máquina que desmayado me caí redondo en el Mieio. Cuando volví en mí, temblaba al recordar solo la escena. líe buena me he libertado amigo ; no se- guiré yo el ejemplo del general. Garciu.-—— Ni yo tumporo primero sufriré que vengan los rauiiiui y me toquen el \inliu. que ser el asesino fie. mi mi*mo. Herrera..-¿ El violiir digi'te? para los pavos. En este iiiisnM instante me. voi á embarcar pata Inglaterra. Allí tengo ca n mil p< sos en el Raneo, y sobre treinta mil que llevo en on/as de oro : con esto leuejo bastante para mi y mi familia para toda mi vida; y si aquí se matan los hombres como chinches, que buril provecho les hajra. Lo que V. debe hacer es, irse á la plaza, que, á la sombra de sus hermanos y amibos, nadie se meterá con V. García.--Así voi á hacerlo ya que todo mi candal lo tenjro'en bienes ru¡ce«, y vaya el imperio á la m i : quo no n.e ha dudo mas que pesadumbres. Yo no temo 'volverá la pía? i, porque me ron,ta quo lo» patriota* del dia son prudentes y nada vengativos. Agur aniigi, hasta el día del juicio. 1MPUENTA DE LOS EXPOSITOS. UN ORIENTAL ---L/ ^ ■ A LOSf 77 A h ÍTA A'7 i; S D E Buenos Aires. coviPvraioTAs. Lo* Orientales que. por trunos sitólos hornos sido unos mismos con vrt- sntr.is y mn las domas provine i-. , Ii>tii.:,ii.-i«: 11..solios que estamos unidos á. Vosotros por Un* eiUm.t sangre, mi mismo parentesco, m mismo MbnMj Bita, mi-uin religión y unas mismas costumbres; nosotros, cansad os de tanta, n Mr*sil a) ignominia y escl.i vitad, hemos dado el grito de. LlHKlM'A l) ó MUISKTfói. Kn Mtl ardua, pero heroica di«yuntívn, axanstos de todo medio, lie. o-. <¡e confian'..». In iaiM recurrido por auxilios á vuestro gobierno. Los dignados encargados de estn comisión croian, M mismo que sus cu n¡1 entes, qtta lo mis. ■Ul seria ha tío naettMM cumpa mitos, y vuestro gobierno, en recompi 1- *o\ ahora á aquellos servicios, no sido nos ha negado los arxi'ios que le ¡»;í- «limos para un apuro ¡dénlhn h aquel, site.» que. ha influido on cuanio ha, po li.lo. pai-.i »pie otras provincias na nos los subininUtn-n. JNo crenis tpia esto es cuento forjado en el delirio de Mía calentura, ni una aamoMtii ion iu- Wntlarla por el resentimiento; ' si queréis, examinad las tromunícaciones de vues- tro gobierno con el de. Hlltrvrvtua y «»s convencetets de que. os un kXHiauk Pr-guutad al adinini-ti .nb»r de. vu. stra adusiia, porque no ha pertriiúdo el embarque do cierta porción de armas quo nuestro cabildo rcpn;»rotante, te- nia compradas en esa ciudad, y veréis pa!pn!>]emo¡it« cu la IwanULnl i. objeto «pie el de fijar limites naturales y cries á su Imperio» y os jurarán una aini«tn«l solida y duradera para (ran q u i 1 iz a r« • s y teneros cu inacción. ¿Pero doraran mucho estas promesas? No, porque s«- rán solo aparantes. Datarán solamente* basta que estén bien asegurados do la presa, y bastante robustecidos para emprender nuevas conquistae. A V «•ua- Ips pueden ser estas? Clore está, buscarán cnaleulero motivo «le indispo- sición con Bnenos aires y Santafe; le declararán la lanería, y e:norzarán las hostilidades. Mas examinamos ahora, «pie clase «le guerra puede ser es- ta, y sus consecuencia*. Ksta guerra en el principio, no puede ser sino marítima] y vuestra ma- rina jamas ha de poder c«»mpot¡i con la brasilera. Bata es una verdad «¿no vosotros mismos, si juzgáis impur« ¡alíñente, debéis de. concedan no solo por «pie el Brasil tiene mas boquee, mas marineros, mas medios para fabricar aquellos y formar «»=tos, sin«> porque tiene madera de construcción ono abun- dancia, «le que vo«otros rarecebq y porqne tendrían en su pase ai en, ea tal «.-.so. los mejoras ¡Tuertos y todos los ií«is navegables «pin desaguan en el de la Plata, cuyas circunstancia* son absolutamalnts índispenaables para la fabrica i\t- buipies y formación «le marineros. Luego el resultado seiia «les- truir toda vuestra marina, paralizar*)» «'1 <« niercio, y ««uno durflne «io todo el rio «le la plata, impediros la importación y exlracciou Moqueando vMestros puertos. Ouaudo los brasileros tyegacen á estar en esta preponderancia, sus fuer- za* de tierra se engrosarían á la par de los nutritimas ; el partido de sus adictos se aumentaría en vuestra provincia y en la de Santa Fé ; y enton- ces faltarían á sus tratados y emprenderían la c«>nquista de ambas provin- cias ; y para cuya empresa fes ayudaríamos los orientales , loa eutrerriauos y correutinos , porque en semejante caso «ataríamos ya todos identificados con ellos, y consideraríamos la conquista cOrao nuestra. ¿Y en qué vendría entonce.» á parar esa decantada libertad, e-a tantas veces proclamada inde- peudeueiu «le España «pie ha c«ista«lo tantos arroyos «le sangre? (Tríala presagio! en haceiajs y ha< ernos á todos viles esclavos «leí tirano «leí lira- sil. Luego vuestro gobierno, negándonos los auxilios y prohibiendo «pie otrna pueblos nos los den, propende Indirectamente á deatruir vuestras li- bertades y á esclavizarnos á todos. Luego es constante que si sicumMmea nosotros á la fueras de nuestros npresorea , el mal «pjo nosotros sufrimos ahora, ha «le reñir á redundar cu Vuestro propio «laño. Bntiernos ahora á examinar el segundo miembro «tu la desynntiv.i, se- guros «le sacar sino iguales circunstancias, funestas al menos, contra voso- tros. Si vosotros hatimos , n/>a iidon udos de rottotros, y por nuestros eejuer- it.n.4 solamente, ú nnestros opresores los hrusileros, y coxsejiaemns aueetr '. li/ji-rtitd é independencia, el. daño lia de recaer tamhicu contra PSVOfree. *¿l jji — *;» encana y la dulce venganza con q«ie «»s empezamos á mirar por ha- ve ritos negad n roes tro gobierno los miserables auxilios «pío, en nuestro con r!ic>.>. le liemos pedido, no COtttO «¡na ri'trihnciou á loa nuestros «lo antaño sino como en calidad «le reintegro, so va fomentando «.'-.ida día en propocs t i'ui que si», ran aumentan-N» nuestras privación* s, y á proporción «pío Se Bus va alejando el iris de nuestra independencia «le la nación bra- silera que detesta mee. Pero, no «levéis creer «pje nosotros desistiremos «le la sagrada resolución de morir ó VenCOf, porque vuestro gjbicr— no. por miedo ó por error nos haya abandonado] porqne haya , qui- sas con buen fin, influido con ios demás pueblos para qae nos nieguen por ahora los auxilios, ni porqúe tolere «I i recta ó indi recta ráculo la extrac- ción da armas do esa ciudad para nuestros enemigos los brasileros. 'Podo al t'onlrario; al ennaiderarnos abandonados á nuestras propias fuerzas, rrnlo- himnos nuestrfis esfuerzos, y esperamos ser al fio librea, porque nos hemos propuesto serlo. Si amados compatriotas) lo seremos mas que les pese á nuestros enemigos, y p>>r mas que so e ni peden en evitarlo] lo seremos porque ostamna unidos, y lo esta ré moa por mas que trabajen en dividirnos. \ <:unu- «lo. á Cuerna «le sacrificios y calamidades, logremos nuestra independencia, ¿qué U-ausacioues «le paz y amistad podrá hacer, en. este caso, vuestro go» hieran con el nuestro? Kl padre «pie ha perdido sus hijos «mi las bafcrtleej el hijo que ha pardillo su padre y hermano, la muger que ha perdido á su marido, todos, liceos «le horror y «le venganza, dirán: MauM quedado It iiér/'a nos. y aniquilados porque nuestros hermanos loa da Bueitoa a/rea nos fian ahí udmiixdn; porque nos A.i/i negado uno» auxilio* que. tenían obli- gación di' domos: porqtts influgem con Iva dema» pnrMes da la unión pa- ra que. non loa Uturaornf porgue permitieron, u atetaron la visf.t gorda, pa- ra rfitf ti neslros ene mig >s se. ¡irorey;- ro n de tir.iias y municiones en ans mtSSBOS nlssairsása, al mismo tiempo qu7 á nosotros vos npg-uron t'rtficta-* mi-ntr la extracción dv ellos. Ciucrra pues, y vanganxa eterna contra nues- tros in^rotos enemigos los...... liste será el grito general «le todos los habitantes «le la campiña; y una vez generalizada lá alarma de la ven- ganza, desenlia creer muí «liílci! la r«v.uios e.n nomeVO, no os podréIUOS hostilizar y aun arruinar vuestro comercio. Os p.riqañais, si tal creéis, p ,c que no ln¡ enemigo petpieuo: porque en un pueblo ¡listamente resentido, cada individuo se vuelvo un héroe, y al contrario, todos, á «:ausa del «le- lÜOj se vuelven cobardus y se dejan ¡tnpuucuicutc devorar. («\ue recuerdarñestro gobierno las victorias que un puñado tío. santa fe* >Ui•>i ronsig»iieron contra su i**gln «pie l!e- •vatr.os «liclio. es desacreditar vueatrn gobierno, ni niemm induciros al «le- te-1:ib'e medio — lamcutn el error «pie., como hombres, lian cometido «1 negarnos unos auxi- li«i-¡ tan justamente, reclamados. Bata simple expissit ion no pueda á. clios ni a vosotros, poripie roitin el objeto «le iodo gobii-rini liberal es eL acierto, desea «pie sus operaciones sean ( disimulas por el público por cu- ya votUntad general gobierna. Y para que evitéis bis horror«is«>s males en «pie podéis ser *t¿VUeltoa p«ir el error «le vuestro gobierno, por esto es «|ue nos dirigimos á. vosotros para que le representéis la neresidud «pie tiene de cambiar su política; de darnos auxilios; «le imponer á i¡ue«.ims enemi- gos y vuestros, y «le ayudarnos á sacudir el ignominioso yuga brassl«M que ims devora. Mirad que' si 110 «»s interesáis «oti vuestros 1 c prese til.-. • .s y gobierno para que Uimen una parto activa á fav«ir ne nii«'«ti• libertad «í independencia , los males . «¡ue como amigos os presagiamos ahora, «erar» ras Psas y réditos á cada una de ellas adeudados; lo que así fscho se pasaran á esta Superioridad para dirigir as Inmediatamente á S. ÍVI. á quien en primera oportunidad se cara cuenta de estar ya mandada guardar y cumplir en todas sus partes su Soberana determinación ofreciendo comunicar en Ci lOti de executarse asi en esta Capital de la misma, para los propios fines, á los Xefei y Cabildos Eclesiásticos y Secu'arcs del distrito de adelante las jtlmaaro* succcsiv.it resultas. rziZ-i-./eri .-Manuel Josepk di Ucl¿s»-=. l