EL G¡roI»iero.o A LOS .individuos que componen el butallon de ¿4.¡SILGOS DJEL¿ onniJi*. AMIGOS : En los día* aciagos en que una tropa de bandidos, siguiendo las huellas de los Fe- roces salvajes del desierto, llegó á las inmediaciones de la capital, dejando en pos de sí crímenes y desastres, la autoridad os dio las armas para que defendiereis vuestras vidas, \ii< -tras propiedades y el honor de vuestras familias.-Habéis empez.ulo á cumplir este sagrado deber, mereciendo la consideración de la autoridad y el aprecio de los ciuda- danos testigos y compañeros de vuestras fitigas—seguid esta carrera honorjbte. Algunos han pretendido "persuadiros que vuestro carácter de extranjeros os impo* iii.i el deber de la neutralidad, y os salvaría de las depredaciones v violencias «le que e-tá amenazada la capital.-No : contra hombres sin leí, cuyo solo objeto es el pilla- je, no puede haber neutralidad, la única garantía es la fuerza. Los conocéis : fami- lias inocentes y pacíficas, extranjeros honrados y exentos de toda idea de partido han sido ya víctimas de su ferocidad, y en todas las propiedades que han encontrado so- bre su rula, y hasta en los mismos templos, han cebado su rapacidad salvaje. Esta no es una guerra de partido : si lo fuera, el gobierno, por el honor del país, no consintiria en que los extranjeros tomasen las armas para inezclarse en querellas po- líticas : dejaria á quien pertenece la decisión de estas cuestiones. I'ero siendo esta una defensa común contra asesinos y salvajes, el gobierno os impone el deber y os dá los medios de sostenerla. Vuestros sacrificios nunca traspasarán estos límites. Sois los soldados del orden : mientras él esté en peligro, vuestras bayonetas le servirán de escudo: cuando el se resta- Mezca de un modo firme, iréis á reposar á la sombra de las leyes que habéis sabido defender. .4m/'jfus ; el gobierno espera poder daros siempre con justicia este noble título. BROWN.