« iba ■ tierra en comi-ion; el qne reere»* «abrando B>¡l<^T«~tm>*trte i. Erte acto noat.l, fue tem.io.d4» rompiendo un tifo fuegode mosquetería y artillería ü.*re la Sarandy «1 que Toe nere.aiio c-nle^r eo igu.J forma. Este e. el hecho. El editor niega la existencia «le lo» cahone»; pero yo estoy «eguro que no lo haría, sea cual fuese sil opinión, -i el fcubiera «ido el silbido de las bala» de Caftán que dieron en los obenque., fc.bo. de labor y costado de la Sarandy, el .cío sonido le hubiera quitado han. el deseo de figurar como escritor, atacando la dignidad del Pueblo .rgentino^jr la delicadez, y buen nombre de so m «r. na. La complicación le la marina en el mnvim. -,t.> de 1 9 de IXc-mbr. ^ una calumn.a que reclama el ser .at.-fecb*; es por otra porte un «taque impolítico hecho al mismo comandante general D. Ma- tías Irigoyen: porq.te sobre nadie puede menos recaer que sobre los oficíale* de osle cuerpo "A mas de que, la «ario, pública ni -Iusad-mente tubo parta a'gnn» en aquel movimiento. Si fue ti prestar I. obed.enca como .i., acto de e.tri. t « obl.gaci. n, e-to no lo hi¿o sino de-pue. Ja electo g -bern ador D. J u..u Lab.dle, y s..ce(é„do«e á t..s f rmas rec.bidas. De-de aquel momento, todo- quedaron ligado, é la ob-er vanea da la« lev», v 6 no separarse de la senda ,1 i honor. Como militare... a ellos no les era la Id entrar á in-re-ttgar la calidad del gobierno fi que tenían que ob- derer. y contraherré ¿ promover cue.-tio-.e- de derecho tH contribuirá fomentar otr» re.ccion. Su pnnc.pd deber era sugetar-e 6 prestar »•» obediencia que con. I.tnve ta moral > disciplina militar, a no ser que pretendiesen Mi var tras si ta nota de perjuro». El edit. r * este modo de < orar digno y decente, le da . I nombre de conspiración. No almo con .a propio.bol con ...te .-rev,liaría dice que La la marina CSMfWÓ.á no «er que en su diccionario solo se halle esta clasifi- cación, 6 que la .nutación que ban sufrido lo, negocios del pais, halla mudado los nombres y también la naturaleza de las cosa,. He concluido de contestar al eül-r del Lucero, dejando ..1 cuerpo de tnarin . lo que 6 el solóle corresponde. Nada de !o que me podía importar, ha d.-j...l., !e II .mar mi atención. Mía ccpac.oi.ea y lo , r. .uno que me hallo a partir, me obligan á abandonar un campo cuya p-.er.ion acabo de di.putar. Al* ... * . tras observacione» podía haber t.rcl.o, ¡e.dos los numero, que ha ocupado *l editor en una cu-a- lmo tan poco fitil par. 61; pero ¿como continuarla después de haberme fij»do eo ono de ,u. últ.a.e* pe- riodo.? ¿Dopaje, de recordar con »u lectura p»-...los acontecimiento., para col. jado- con e-t . prod.ic. .oc? En todo lo qofe ahora I cocln.r »e ..(.eco I mi imaginación, no puedo menos que hallar o., fin ©culto, que mueve y ex .Ha las pasiones de e,e m-trum-nto con que tto* M me hiere, Ja m mano que ha ira* .do tamo, car*, ti re, para h-jar m. reputac.cn, y uli,f..cer sin duda la vendan* , de mocho». Ex- , ,„,,!„ bien el e.páiiu de todo. Ma in,ide.... s. e pr......las- ¡r al , el or • • io n^d- donde parte uoa animosidad tan manifiesta? Apena. »e pod.i» co, esfar otra eos. en resuweéf. que porque ¿heded; ful fiel & mi» juramentos.) hab... .b,...lo de hacerlo que c nsideraba contrario a m. del.cade*. y honor. Esto es toda loque se advie.te en ese tejido de iu.po-tun.s que lia dado a N»«l Lucero, y en el que en cada linea -e me e.ta acusando, porque no abandoné mi* comprensos; no me vendí al favor ó al oro «traño; porque no me deje vencer en lo. encuentros que sostub»; no ..... la fiterca que se me había comía lo para volverla c.r.ta mi pai». ¿Y qué concepto se hab. i. formodo entonce, de rui? ¿Conservar,» la mis- ma reputación, el propio uembret ¿Volver.a a merecer la conti.uza público, ,,. la de l.,s autoridades? Seca sin duda el juguete de los que hoy me atacan y vftiV«r;..., y d.-pue» de babor manchado U boja de mi. servicio» con un pejurio, sin quedarme n.a. recompensa, que el i.ibuto que pod.a tend.r.ne el editor del Lucero. (Miserable aat i-facc.on « U.*e*dad para ..n oficial déla ...dependencia; «at-.fac- cion que nunca desearé gozarla) termioari , mi carro, a su. ditfruUr -U la minni. complacencia que aún ro se le puede arrebatar a í^uuurdo HutaU*. . S O T A S. ti) De.de que la escuadr.lla zarpó de este ¡o.erto y d,5 principio al crucero que se le dest¡,.5 h*cer entaa agua» del Paraní. según con»ta de los .l.ar.os y aún de los permiso, sentado* en la cap.tnma del puetto,!..... salido para la* provincia, a quien** se les bloqueaba según el Z.. e.rr , m»- de SO buque, déla carrera. A éstos se pueden agregar 6 ti 8 continuam-nte traficabaí. de-de Montevideo Loa prcielarins de uno. y oíros viven y pueden se. tnt.-rrogad..* ..I g- 'o del editor, ó del qne galla.a«ÉH ti-f..cer la curioaidad que debe haber promov ió o-ta cuestión, en particular al Sr. V. Jo.f To na, Isasa. (S) Siguiendo el camino opue>to t mis detractores, me abstengo estuniosamente de pnbl.c.ir loa do. u- n.ento* 6 que me refiero; ma. pueden e.tar pe......dido- mis conciu.!..da..o«, que poico no «olo lo. que puede,, sostener mis aserciones, sino también lo, que puede,, poner en tr.asparenca LM .ntoncoue. 6 verdadero mérito de algunos á quienes la politice aconseja hojr reapelnr. V MÜE¥A SPSS ^T&mwsfo®**j±m3;mm3é 1828. N H M K R O i; N D K C I M O. En un estado como el nuestro : qne ha conquista- do con »u sangre la independencia, que ya le han re- conocido la primera nación del viejo mundo, y la pri- mera república y primer imperio dol nuevo, sin espe- rar ú la manumisión de los españoles; es incuestionable el derecho de resistencia— Un derecho semejante en la masa de la población con respecto & la autoridad píi blica, que ha sucedido & la metropolitana, tampoco nd- mile hoy contestación entre nosotros: por que quien no lo ha proclamado á voz en cuello, ha hecho cuando menos uso de íl a la sordina.—E-te derecho era el te- ma de los opositores en tiempo de la administración general; y después que ésta cayó y se colocaron aque- llos en la administración provincial, sus opositores á la vez lo copiaron con la sangre de esta, y lo han san- cionudo de hecho.—¿ Qué lugar cabe pue» ya entre no- sotros para podérselo contestar á la musa de la pobla- ción ?—Ninguno. De aqui podemos inferir, á mi entender, qne cuan- do ti Tiempo intimó á los escritores públicos la obli- gación de. pronunciarse sobre el movimiento del 1 ? de diciembre, no fue para provocarlos á ver si alguno se otrevia & contestar este derecho á la masa de la población: ni tampoco con la esperanza de que la Caceta, el Tclégrofo, ó el Correo de las J'rovincias, fi quienes él ha mirado siempre corno órganos del mi- nisterio pasado, prostituyesen su oficio aprobando el movimiento de 1? de diciembre, como hecho espon- táneamente por la masa de la población ; sino para que aprovechándose todos los escritores públicos de una oca-ion tan oportuna, discurriesen libremente so- bre ti derecho de resistencia, unos aprobándolo, y otros impugnándolo en la práctica; pero apoyando to- dnssus defensa, é impugnaciones en el movimiento de 1 9 de diciembre, según se lo presentase á cada uno su interés personal; para que ruando se acercasen entro sí los tres grupo., se encontrárat. en aptitud de poder reconocer el derecho de resistencia en la masa de la población de un modo solemne ; y de fijarlo tan cla- ramente, que pudiésemos todos quedar á cubierto en lo sucesivo del abuso de un derecho tan terrible co- mo indispensable a la felicidad, á la seguridad, y é la libertad de la masa de la población. Si yo no me en- gallo muy groseramnnte, esta ha sido la única obliga- ción que ha podido intimar el Tiempo á los escritores públicos, como órganos de la opinión y sentimiento, del pueblo.—Entremos pues á discurrir sobreesté derecho, ahora que han calmado algún tanto las pa- siones, chindónos al movimiento de 1 .° de di- ciembre. Convengamos, primero, en todos los eesesos que se atrihuyen á la última administración provincial, y en que no había dej;.rf.> medio alguno legal de los co- munes á la masa de la población para poderlos conte- ner y reformar i por que á esto di lugar la fuga pre- cipitada del gobierno á la. cuatro de la m ui.ii,:. el día 1 ? de diciembre--Conveng-.mos también sobre la complicidad de la representación popular en los eese- so» del gobierno: por que a esto no. autoriza la co- bardía que mostró en nu beberse reunido inmediata-mente : pues que en nqnellas circunstancias no podia ni riebia esperar convocación de persona alguna 1 poes que es una obligación especiatisima de cada diputado en un sistema republicano representativo, como el nuestro, el rei-.nirse por rt mismos en el lugar de sus sesiones ordinarias, para sostener si quiera material- mente 11 sistema; para mostrar & los ojos de todos que se hallaba formada la asamblea que se der.ia representativa del pueblo; y para impedir que tuvie- se lugar la asamblea colectiva que se formó en San Francisco,no tanto porque los diputados no habían bo- cho sentir ni pueblo la necesidad ¿e su am.silio y con stjo para nada, cuanto por que ellos dieron ocasiona que se les supusiese escondidos ó prófugos; y última- mente por que la sola aparición de la fuerza ai ruada la en la plaza de la Victo, ¡a, había sido ya una muy parti- cular convocación u los representantes del pueblo.- i Qué u>as?—Convengamos por último, en que en una semejante acefalia couno eu la que nos encontramos el dia 1 ? de diciembre por la ausencia de la primera autoridad que estaba encargada de la alta policía de la provincia; por no haberse reunido |a aeamblta repre- sentativa del pueblo; y por que era de necesidad po- li»:! h; fc cubierto de. ¡.. pérfidas asechanzas de sus ene- - ocultos, y el i \ H.-.r las venganzas parlicuh.i es «.,., »«n temerse .1. i r tan estroordinsiri a ees lita- ción de pasiones con o la que se sintió entonces:-- convengamos, repito por úllinio.en que en tan apur . das circunstancias era de absoluta necesidad el que la nsnmblen colectiva del pueblo en lugar de la repre- sentativa procediese, • 01110 procedió ante» de que lle - gase la noche, á la elección de un gobierno provi- sorio, que hecho caigo inmediatamente de la auto- ridad pública, ronsultase el Orden y la tranquili- dad de la ciudad. En esta primera suposición: no obstante el orden, tranquilidad, seguridad y libertad que hemos gozado hasta ;iqui en todos los días que han corrido de diciembre, se echa y se echar* siem- pre de menos una ley especial de la provincia que legaliza-e el movimiento del día primero del mes ; y esta misma ley es la que deben sancionar los tres grupos luego que se acerquen entre si, reconociendo ta la ui;;sa do la población el derecho de resistencia.- ¡I Fl movimiento de 1 P de diciembre de 132C es eJ ■ que nos ha hecho sentir materialmente la falta en la provincia «Je una ley semejante ; y el defecto que todos hemos cometido abandonándonos discrecio- nalmente ft la voluntad y juicio particular de nuestros) gobernantes : para que ellos por si mismos se encar- gasen del cuidado de escusnr al pueblo la necesidad de tener que hacer uso de un derecho tan tt-rible : por que lo que ha resultado de esta omisión y des- cuido, ha sido: en primer lugar la renuncia pre- matura de la administración general antes de haber puesto ó la capital al nivel de las otras provincias, y de haber restablecido el órden provincial, que remaba en Buenos Aires el año 124, cuando todas se reunie- ron aqui con el objeto de formar entre si un cuerpo de nación: en segundo lugar, que la última administración provincial cen-idernsc á su vez aqu< liu renuncia, no como un ejemplo que debían imitar las udministracio- I nes que sucediesen á la del año 27 ; sino como un j abandono de la silla del gobierno, que no le era permi- tido hacer ti ningún gobernante.—Todo lo cual ha ' colocado y retenido á la provincia desde el aíio 27 eo ui.a situación la mas peligrosa y critica, «n que ha po- I dido encontrarse desde el principio de la revolución: en una situación de que le h ibria sido imposible salir .n n trogr.idar hasta el año 20, sino se hubiese en- contrado, como por fortuna e-tab i, constituida de he- j cho, y de un modo tan singular como practico ; en el ' que todos se encuentran interesados, y se ven nece- i sita.los alternativamente tí obrar por so conservación, conducidos por sus intereses personale-.—Este es el gran misterio que lodaria no han podido compren- j der algunos, aquello» que niegan la ecsistencia de una, constitución tan clara que con muy cortas variaciones es lo mismo que la inglesa. Después que hemos visto que todos los hechoa presentados en la primera hipótesis, y en apo- yo del movimiento del primero de Diciembre, nos dan por resultado la falta de una ley que otorgue a la masa de la población el derecho de resistencia : pase mol ahora fi ofrecer fcn una segunda hipótesis' otros eu contra del mismo movimiento 4 ver si nos dan un igual resultado.—Supongamos que hallándose la masa de la población sin medio algu- no legal de los comunes para contener los eesesos de la administración pública hubiese apelado 6 algun medio estraordinario, como por ejemplo el qne he- mos propuesto desde el primer número de esta nu«'- va época; y que el gobierno ya resuelto á reformar- los sintiendo la notable y gran variación de circuns- tancias, lo hubiese abrazado en su corazón: que para ejecut.ulo del m«-jor modo posible, y en los mismos términos que se le proponía, hubiese hecho tentar las disposiciones del autor de la medida para que haciéndose cargo de uno de los ministerios la entabl.i- »e, y sostuviese por sí mismo : pero que por falta de di-posicion en este último no le hubiera sido posi- ble la ejecución de él, con la prontitud de su deseo. Este solo hecho, que suponemos, nos muestra en los resultados que vamos u ver, todo cuanto pudié- ramos esperar de mil hechos mas que se íinjiesen en contra del movimiento. Empezemns á notarlo»; primero, reconocido el de- recho de resistencia en la masa de la población no habría habido motivo el menor para precipitar el mo- vimiento de primero de Diciembre ú términos OVO no hubo lugar ni para conocer de un modo t¡u1riet>te las disposiciones en que se encontraba el gobierno: porque estas se mostraron en la proclama que pu- pt.blicó el Tcle^r ifu e*e mismo dia á las i! ó !) de la mañana, y el movimiento se había ejecutado ya a las ■!. Por el contrario los esfuerzo* detodos se habrían ce- ñido entonces a solo acelerar la medida, y hubiésemos tenido paciencia i oficíente para esperar a ver su re- sultado, seguros de que en -un pais donde esta reco- nocido solemnemente el derecho de resistencia no le basta al gobierno para tnirchar, el mandar dis— , poner el coche y la escolta.-Segundo : *•! movi- miento no habría podido ejecutirse del modo i que se hizo: porque perteneciendo el derecho de resistencia al todo de la provincia, que es un compuesto de ciudad y camparía, no le hubie- se sido permitido & ninguna de estas dos partes el abrrogarse uu derecho que correspondía al to- do, cuando había tan fondada esperanza dj una con- tramarcha ; y para nada le hubiese servido su pre- cipitación; ni el apoyo de la fuerza.—Tercero: hu- biéramos procedido con mas calina, en la usamblea j de San Roque 6 de San Francisco : porque & usar de un derecho constitucional, habríamos concurrido todos, a portia, nos hubiésemos oído y entendido. En lugar de tener que pelear hubiésemos capitalado ; y la cuestión que principió á agitarse a las cuatro de la mañana del dia primero y vino & resolverse á los nueve días habiendo costado tanta sangre de una y otra parte, se hubiese podido terminar allí sin que cos- tase una se la lagrima. Concluyamos de una vez: el re- sultado de lo que hemos dicho en esta segunda suposi- ción es mucho mayor que el de la primera: porque en ella vemos qne los intereses particulares de los vencidos y de los vencedores con el movimiento de 1 P de diciembre se acuerdan muy bien, no solo en la necesidad de un solé nne reconocimiento del derecho de resistencia en la masa de l.i población, sino tambieu eu la de fijarlo en términos tan claros que no se pueda abusar de él en adelante.—Hagámos- lo asi, si queremos que nuestra constitución no se resienta con el movimiento de primero de Diciembre de 1C28. Este es el último consejo que os dá ■El prudente Juan Carranca. IMPRENTA 1) JE LA INDEPENDENCIAM HET-B-VM." W2W CJ A 1829. N V M K R O CUAR K N 'I' A Y CU AT UO - Desde <)ur la A t. *. i. » coHtjuixló de ana ant iguoa domumdorti £ nut rfcuentin siu cenar la oblit? sriou qarr impone I* nal urm lesa, el dererlu» de gobernara* por - » minna, cada uní dr laa «rcrionn í de las aoei.-d*de» bien Ar^lada^ * i» masa de eualqnicr p< t>Ui Día, en t^*« ynliroainrulf dividida «u pobiai' i« ■ n piulo «da.—Aun d* loo mirarlo T Noio|i tia por fortuna aún no hemos incurrid*» en rata enaldicioav como ioa #| ¿as piimeitK «bligiriunet ^ur :mi>one I4 naturaleza a ' sentimos ai, ca verdad, i o que cuilta este trabuju al intcijr'o, y tam- 1í:* ui.iili e« pura vels gobiernos han nacido en el nueeo \ temos »cj independientes y libre», romo hem>i asi lo hubiese hecho d« nde los principios muy _ muy corto embaa-aro p»ra rendirse á él .——Yo a lento ron el tniaroo pía- distinta sei la h.-y la t-uertr de las |*ohlat iones -le Atntrif a y !a de ku» 5 q u puede m\ '»er 1 i ni. j r atrtei o ano al verlo: qttr hay ya una por* 'bienios Mhh aria»liutia de tu moda por el estado en que nut * ciun de ritid danos alijo ronaiderabte, que no tiene rusa ocupación y oh- ene- un tro la rev» ' nC 11 a, abandono enteramente e»te e u ida do á n»a- ( jeto que «I de ir organizando práctica y prngr. ateamente a la provincia; ftoi asalai indas 1 y despoja que han corrido 20 año», si ella ..o f y que sajan *.| misma »e nroinoda ron la mayor prudencia s todas las cir- c»tá en el ewtutlo en que principio k entablar Sus r* lar ion*» con 9 cu nst-« aaf ¡a» en q ue «i« cont muo nos e»t b mo« rufuutrauda á cada, paso el »Hjo niuioio. 110 hit ad* Imitado b» que ptidtn; y ha dado acn- \ que teaemos qur dar e«i u na ca rrrr a tan 11 ueva pa ra nosotros: pero t * na- sion ron e.>to a que asta en* u.af. ct« n dn-'ar »le su rapacidad J bien a<'vn ríe» irs !»..•* ap< ov rli ntON de latí hrcioiiea práctica» que j alearan U el ruando uj merecen de la comunidad altruna señal eje nos da acate respecto e| viejo mundo, pira hac«ile sentir, y darle J roaaaiderarioa particular: ttatui a Imeute porque eaa po.non de ciaj - a conocer ele uo modo inequívoco nu">!i a cif.Hfidad. Cuitsulrremoi í dadanoa fue la que c*oi¡ q ■ t«tó sin au as t -1 encía el dea-echo d«í Con tiempo los ar.t>v*o» de toai>e;r'- que han corrido eu la lnjlat«r- & op«»sirion que se sancionó o It imaniente de un modo irrevocable en laa C*íiucl»«, y con esto »e creen d is poosadt»» de todo trabajo pa : r rlcxioucmos con lipona detención »0- C bre los muc'ioi aitrloa que faaaal en conquistar un derecho que S babia nacido Con ella; y que p« itlió por uta abandono iifuat al que í hemoK tenido doboIi oh; ob^e. veiaioa que boy que lo ha r* cobrado, lio • ol*.-tMittc de que en nÍ.>ruui parte del mundo es mas atendido y J re-spr lado que aUi, Solo por ha be» lo rer ¡bulo como de gracia, él ha perdido paaVJ J|a mitad de »u fuerza natural, de modo que hacen nías de tr> iota y tantos años que «duroa sin ae r oída por — . ,.------- ------— - „-------, ,--- — ---------------- una reforma radii al eu el Parlamento ; y que perdió no se ai 5 «on lo mpo la bilauaa en la |i rittiura, o la di vi don del f; • '• mas de f>0 años, para poder influir en la eananciparii.n ele los | Iccislativo en do» címiru», que ea el Oi.tro medica qu« «*> ratól iros. — Fijemos lo» *>}«»» en la Fi»nt'ia que por haber tunado t ha deu» biertu ha-ta aquí pava dar estabi lidad á los robiei i««>i, con igual desprecio que uusotros iatr p. inoro y el auaa ai*grudo * sean de laclase que a** fin arn.—bV aquí deb -mo* inferir que- eaa por- de |saj Arrcchoa de sorie lad : de«pnts «|ue puso en niov*imiento > non r«Hpelub:e 00 bovta por ai arla pai a poner kruba*rto á nuea» y ha agitado «' mundo 25 años, por recu pera» lo, no lo ha podido lograr j ira p « vincil ale loa peligros qse «tan corrido las antiguas -o- «iiio consintiendo eu modificarlo á uua leajitiiuidad, que b« «ado i cieela*!*^, qi.e han sillo ojui i.o anas g. andes, ma* it u»tt a-ras, maa otra, uo «Je la uaiuiuWa aino exclnt-iva de la fantasía de los t constantes, y mas fuertta que ella; y que »m embargo no a* pinino» que fr reunieron eu Parks | y que ha tenido que > han pod 1 lo avbrr(>i»iHr a loa pelfgroa t omu oes k todi sociedad, p ►* iia^a* io a |,cau de oro.— L,»ta» swu uuu kcciwoca practicas qae £ haber lo» tuii»uo cuu «apoca ateuciou y el mucho descuido que se uutas> oeratsaa oto en «iintrt pro «rineí*.—Nade pifdcd* c«MÍr«irnt« le- «ritioaar asotre ooaotros an descaído en mU parte. Ni r« ed «ata ib le ra «eense porque ella halla «rkado de ver que a lo porción rete, le Oaete «I ab • n>!om r el | v* ln ra»n tnurlio r%.tdado, y fr mea uncu te di*pcnaa an pi tee. cion * le »rf uridíd del individuo i de lo qne tere-moa repetido* • x« m p'oa l-'.-tn no la jn-t'fica en an descuido: porque aafittre ni abanta Tiwn ae |»Mtrrrn de este modo, no iriht de roimolidamr el imperio de la opinión ■#Altee| y de la miama tn»u b*i« t. t. r, . , ,resulten nn»-«triH juSin noi «»(n n are»im**ntn I*»* rnrniirn hnmnnii y de le I ndi peodr nria de A me» ica, para fu nea pues de ralo ¿podre la mu» de le pob>a«-ion itruaane ron lo mayorie de tornar la parte que tic ne en ao .• :i n \ ■ : >ri<>n p 6- U ir* y de j usurar de ana er|oa defiml ivamenlt*? No e« mu qoe rato lo que ir # v j • de ella, pare que no puede ■ pm rc« r a loe ojoe ■ Ir aua 'itrmi^iwi, romo tnrapa* de rnb- i na rae por ai mmiun y de vi- vir en pac; y «Vate ea muy corlo 1 rv»ba|«» para quien aapti * á no bu* o nomhff, y ea idólatia de «o ii pultcinn. Concluyanlo* d«- une vea, piim no fastidiar m-a inculcando ru una vi-rilad tan clara, como fcoJO* rr*m t* — Lu d*-btlitlsd de I * escuda a. reina del UeeVereaa. Aunque ha«(a abon ni» ha tara moa pite* incite- rido en »a maldición común; eaa porción reapetable de ciudaiUno< J qne posta) puede ocurrir le man de la población de pura plSBOi | y no hatita pOeo puiirriiON íi etibi'rto de «-Ha en ^delante. ^ que ésta perjudica a rl adt lamamiruto de su or ja, para obrwr por a-i minei* tode nmn« to iHirdfM he'-e», itn rcrrrvarai pnra ai orro fli rrrlio r|M>- d rlc n* ararle* m aonlio y cooperación, ruando no qnieran «arnchareOg y io-c«-ait*n de ella, paira paearoe loa imi*edim»-nto* li*icn« nne n»- <>po>ie>**> á *a mai- cha que ae h»n piofun *ti» n fnir v ra de cine «*t«ni mi** rli'linl»* tndna el toa de tnutai co»« reppeclt» * lo^ que no lea pertrajee ta,-A*i paiceilio qde*poaM nue \t*m do» pa< ti>l*rs «ti jumo d«* ch"< »!»• y que a»t« (•'■fe* «r r* uoifri ii en laa f -.ofiuela*. elli n«» t..mo la ■aewaBV parte en I* lev f'iiK'ameniai de la rei.ovocimi de la . Rtiarun idcwrinil qn r habt" rnlie la *ntdad y l« c a priavnr á le ciudad roo nn pe«o tan *xti anr«lin»«rioj í v sote ta interpelo éVM [»«ee contra el utiiro m lirnUi que fi v« recia a \ aqu*-!. dmo'o por titila la Convención de 94 de Junio, de«.puea d* a rnni(v«-»ri*>n de tt4 d" Aaronto r«f ull Ton loeHrectetnent* ann'a- f •la* lr»a • ln r'onrt de Jnlv», la f ran mayoría I** dai C ron ln minina libertad, rootrahide a HaOalOOaa| ln atuperioridad J y fu*-rra de la rnnloH arenera I aobre la fler ion pni-ticulnr, y voltio- ¿ tud de |OÉ pa>tif!o«. que ae moatraba Inelitiada á renovación •!< í H riM i ra; y 4'iñendo torla su ronjaideraciou a la imp« -aibi Iid:«d 5 moial en que reaultaban de e*te arlo para aoln rpi >n< 1 «e #-l $ uno a> tito en acetante ; y la impa»*-ÍI> il idad fí.oa en qn*- * debían queda-- porO loifrarK-, sn-mpr** que rada «nn rom*. vnr*e ) au punto ; y et froln-rnador non I* «do en quien iba » ronrón- i t*arne loria le miíoi idnd y pod» r de Ion f;.fi * de lo« d<»a |»*»-tidoa í fio lea pe» n»i» !*•>"■ salir de asi enfrra, «in an lirem ia y consentimiento # p .* t iculai - ciñe udo su ronuiUrun, n al punjo en que j,; di bia 1 d#- un modo el nn< nóltdo y ba ev*~. en n-.id» ae echa d v r ron * claridad que en 1» tutatit.11 del r* t»t a bl *-c imienlu de I* Junta Vio- t ja, qne discutimos iMt mío m«'lite-, y quo dr hecho eeta y;i de* 1>d - f I a m * furia, *"nmn que no ea opresora ni opr i mid a n»-« reaaO | • ■ - a i 4btoc a rrcoaocfr o»tenaibl*ti* y ahtiirlooa): — Bien r'aro 0 no», (o muratrR a'l en no pi opo^nto : - re« ord iiu»« *t <*■ »|irrin «pn !■>• 5 '««ente D'f puní ilt lif-lirr u*:td« r> jt»,bi» mo de la niíiyoi • ir* Hii»p' e- J e»4.n durante rl tiempo en qor catuSo afMOaa*d%> roo t"»la lltaaraw 5 t »d ta r«e«t ion iud *c-«da j y en q*ia- c • da ai no de loa p'* rt lites ha' ia n >■• r- S de de contar en au t* vor a-*»n la tnayo< m; la ad *n . til - trac . >m pwOOMHBa •* na ni notar la in<11 f«-r* n<*ia y abundo?.o en qu« eecla l«» inn- - de ln 1 pob'ncioo d» bi« ti» pi lar, ratmo tupirlo, pmu dur a ra < oiiorer Jla verdadera opinión d« la oaavoría: ucihhó poe* r>ena- m do consultivo; y éatr le rooti rio en los tirminua qur hOa lo- bc-uOa violo ynr pro* 1 dio &éapOrp isciuan alet ar lai lfO y »e- afiiridad en <>u mi>luru>n, a rnn«u>tnr aobra la la Oí qmlidad de la < rn - palia I S. too. rumundunlr bcuhhI de * lia. con ■ I ;i n tuo al*- «w «r- ■ ir daWeCtaeav nt« A ln ina^a de ta pidilaeio* , y ■ bl.at*itla d' u>. n.odo mi ave h qor *alr-rn de a-ae abanoaino é in • ■ f« rnwia, en aai p •re- cia scpultnrta- si la ti an quilidad PTO 1 •■ -i >l r • la e-tnip-ifia a la «joe ne roí ib< *-n Im ciudad.—— Esto ra lo qti«- naia lutti a • e un modo nmy rimo MI u ll in»a * oiiau 'ta -Mar < n la r* apn r* t* qur i> t ibo- *tel Si . Coinaii . d,»n!r O roer al de O** aaatp fia at- enrn- ntrn el ro .icruo piovi-uno con **1 voló de la ntayanoa OH n»-« t ■ 1* y ai'll* ipa«tniii» ule Ínter* preciado-, y que la « nioafta aap *e h>l ub» en lu ir uqui id-d iMOaP era de a-a peí a nr.— I^n rirriniKl 11 cías 5 *-m« jaul ta el voto de mat/oiia ha debido ., dar am fio ría m a* cion loUic inn de ti n ■ COtM tM tan s B v*r: por<| ne no ti * t> nldu upan t u ■ i o ad para ml'tt'k r | uiiiro qne ne t rjtoii- trot» CiOi farn lt oil ala' t IC« fio. — ; I n ait: i ton 1 i»t letoa y a jiurna na> h.-i d« bulo 00 ■ r al ar*'hi«>i-iio la ti u .f laloela d<- la ni-** • de m p*>bia* cion pera t l> t povtle nate le < 01 n pnpd a ea au admini*ti ac>on |>i>ivi»ui ia v ** qu« f 10 a-onv.da 'a «le mil tn do*? gOoOtaóaa tiiuar »no tl> « I lo» ti ■ ' .:t I»..h 1 .«alo p ' ra heCi'f— %U ti-iiihi , ajena ríe ha b**r r a l r alo «el tr« *bt* roo proa iiM»t Ío en r 1 o. t« sf «< MaaOt * « am r 1 H| roaanOO 1 a i»te e«* o»-1 a I d«- c * m pafi a, pitra rl 1» pnt <* 1 r on ¿1 aa lio el a- a. Mtfpja iom-c a wttM 111 yoi'i«, que a lempa e I r OaV ajoró • n vano ain au caioprrOapneO 1 i»u peed*a afrece «e mas ci>it,pivi<|io«itnr te a la con»idi >a< ion «Ir tin P«« blo loel int» inailn en mi r- pn t «cion y buen iit.nilne; tome-** pic a r ola uno |a lib-rtud da d< ni nvolvei h>a •>• arim au «•»| ai id.oí; y Jnefur opeaef por *-\ ni'amo a> »m tioayoiia que mdu rl-.bT*-meul ** evi-te en nu Kir^ p« oa tuna po.de eximirooa de llenar una PaHIyarlon tan «;.arrada, a «no o la »(o» . punía) *>ak in 11 odun ion ii cate N .; % oaar i in po- li* »• ■oeOOBetite I 1 m ■ t m > a 1< va de ou strO OOCk «lad a loitoa ío» < iudaala- n<»s «b l 1*1 uta:— t* en la a d mi nin* me ion oií li' ic.» Mil É'rúttico .' 1. .*/*:■<, 1 t. i 3DJECKETOS IOIlT. HJEY", CREANDO DOS SECRETARÍAS DE ESTADO Y DEL DESPACHO DE INDIAS, UNA DE GRACIA Y JUSTICIA Y MATERIAS ECLESIASTICAS, Y OTRA DE GUERRA, HACIENDA, COMERCIO Y NAVEGACION, En lugar de la única que ha habido hasta ahora para rodos estos Negocios. D£ ORDEN SUPERIOR, En la Imprenta de Lorenzo de San Martin , Impresor de la Se- cretarla de Estado y del Despacho Universal de Indias , y de otras varias Oficinas de S. M. Año de 1787*'