OIGA EL TIRANO SUS PROEZAS, VE/V EL INMORAL SUS HAZAÑAS. f t i 9 • -is^^=s^i=SR§an- s •^i todo? los individuos que componen la sociedad, supieran apreciar las ventajas qüe proporciona el uso admirable de Rescribir por la prensa, ninguno permitiría que se atacase su institución unas veces con restricciones depresivas de la liiiertad, y otras con &°lpes despóticos de los mandatarios. Este invento divino que no solo sirve para ilus- trar, sino también para censurar la conducta de los gobernantes, pone á todos los hom- bres al nivel de una censura justa. El militar, el eclesiástico y toda autoridad polí- tica ó civil, no puede parapetarse suficientemente para escaparse de los tiros que asesta, cuando su conducta se separa del orden que le prescriben las leyes y la mo- ral. Todos sucumben al imperio irresistible de su poder, y el desgraciado que falta descaradamente al cumplimiento de sus deberes, e9 el blanco de sus penetrantes dardos. En nuestro sistema de gobierno eminentemente liberal, sirve^tambien para con- tener y reprimir los avances de la ambición. El ccleciástico que se desvela por en- sanchar sus atribuciones, queriendo ejercer funciones que no son de su resorte: que bajo el pretesto de ser su ministerio procedente del cielo quiere mezclarse en todo lo espiritual y en lo temporal, y desconocer cuando le conviene á la autoridad ci- jil, al punto es delatado y se le precisa á no salir del círculo á que debe estar su- jeto. El militar que abusando de su elevación intenta mezclarse en asuntos que no pueden ser de su resorte, és del mismo modo contenido, y se le hace volver á la es- ida de su carrera. Guando ambos se unen para minar á los funcionarios constitucio- nales, pretendiendo ejercer un influjo directo en los asuntos que no son de su inspec- ción, y que de común acuerdo conspiran para arrebatarles ciertas preeminencias, salen á la palestra los amantes del bien público á sostener á sus magistrados, que se véa constantemente amagados por el coloso que quiere oprimirlos y despedazarlos. Pero no es esto lo único para que sirve ol ejercicio de la imprenta: sirve también para des- cubrir las dilapidaciones de los caudales públicos y la inmoralidad de algunos agen- tes del gobierno general. Hoy puntualmente no hay en Jalisco quien no se ocupe del Sr. Inclán con preferencia á otros asuntos. Todos preguntan y averiguan cual es su caudal, cuanto es su sueldo y su inversión. A ninguno se oculta que no tiene ningún patrimonio y que la dotación que tiene asignada, como militar, no puede soportar los desembolsos que se le advierten. Suponiendo que disfrute el sueldo de 500 ps. mensuales, dígase de buena Í6 si serán bastantes para sostener mesa de estado, á que asisten seis individuos por lo menos, y una familia crecida de ordenanzas, criados y cocheros: casa de bastan- te comodidad, coche, caballos y muías: su esposa que. reside en otro punto, y á qnicn creemos le lihrará 2d0 ps. mensuales para su decente subsistencia, y si además de es- tos gastos se podrá contar con algún sobrante que dé lugar á invertir miles de pe- sos en coche particular, por ser de todo gusto y lujo, y en bailes en que se prodiguen los licores y los manjares mas esquisitos. De suerte que si se entra en un rigoroso de- tall, se sabe evidentemente que el sueldo que disfruta no alcanza para tanto gasto, y que por necesidad se echa mano del tesoro público, burlando las esperanzas de los candidos contribuyentes, y profanando el venerable objeto con que se procura su conservación. Pero no es este tampoco el único medio que proporciona la imprenta: sirve tam- bién para descubrir la relajación de costumbres de los que por su ministerio, compro- meten su dignidad, abusan de su puesto, é inundan en llanto con sus corrupciones á las familias. Es público en esta capital q ne el Sr. Inclán sufría algunos desvelos y aun se disfrazaba de varios modos para irse al pueblo de' San Pedro, adonde se hallaban va- rias familias mudando temperamento y divirtiéndose en inocentes recreos. Muchos pe- netraron el objeto vergonzoso de eitas marchas nocturanas, y luego descubrieron la víctima principal. No tardaron mucho tiempo en vér confirmadas sus sospechas: Do- ña G. Calderón desapareció del lado de su marido, y el raptor burlándose de todos sus parientes, habiendo sembrado la alarma entre todos los matrimonios, por el abuso tor- pe que hizo de la mas pura amistad, pasea libremente por todas partes, Heno de la satisfacción que produce la perversidad de un corazón encenegado en el crimen. El 310 punto de vista y tí» indignación en este negociado de tamnñ^ P"crndn1o ee el Fr. In* ehti. fia hay un *5To viviente í|tie no vea eh su persona, al aiii«r de tan fmpondefa» b e» desgracias. Él honor, la paz y las esperanzad mas lisongen.s oe to<'os su?, alle- gados, se hicieron perder en dia de deducción >.., Pero no abramos luiidas que ar- rancan profundos SU»pTrol del corazón ofendido.... El Sr. iilclán com<> mi itár no dá uinguna garantía para que se le teiiga (r>r hombre libre y do principios li|os. Es un ser puram-nu- pasivo (pie se halla á disposición del partido vencedor. Su-i principales acciones se encuentras eH la jorrada de Tuían- Cingo, Acor tada y To'ucá. En la primera marchó impáiido en Union de los genera* les O iarrero y Sunt i Anua, en pos del Hr. Biavo y socios, hasta (pie los hicieron pri- sioneros. En la segunda atacó al degradado beri lo de Almolonga, con la bravura d-' un sol lado decidido por una causa que tiene por legal y justo. Eu la tercera y nltirria, siguió atacando al infeliz héroe del Sor, y Contribuyó eficazmente af Otra* ttlHmiertto de la sangre dé lo* americanos. De comandante de armas ha disimulado el críate» de traición (pie intentaron contra la federaeion los militares Correa, Vejar y otrrts, y esto en el instante mismo que hace alarde d» ser federalista o con-litucio» liali-ta, aventando proclamas para adormecer á los Jnltscienses con la futilidad de sus protestas. Se vé pues, por este pequeño relato que ha servido al rito de York, al ge» fleral Gueirero, al general Pedraza, á la institución Escocesa, y que según las circuns- tancias, así se ha replegado para desembainar su espada contra todos, en loa tiem* pos de N ga aaneia Hoy se llama Jalápista, jy tiene el atrevimiento de invocar el ve- nerare no 11 r.' de la costituemn federal, d'-spues que ha tenido una paite mas que activa en sus repetidos quebraotamienti s! ¡Y osa dirigir.-e á la gu.iinnion de la capital •shor'íí ido a al orden, como si no debiera tomar de ella el ejuuplo mas sublime de pureza, de disciplina, de patriotismo y de moralidad! ¿Qué seria cíe Jalisco y del te* foro federal si á imitación de su general laclan, violaran los deicthos de los cónyu- ges, cometiendo adulterios, defraudaran las rentas públicas, Comprando ricos carruajes, y se dedicaran á servir al partido dominante? Afortunadamente el modelo de tanta curropcíon na ha podi lo infestar á ninguno^ y cada oficial y ca!a soldado deserop** ¿au sus funciones á medida del deseo, avergonzando con su arreglada conducta al des* Carado que ijo la tiene justificable. Digan lo que quieran los imbéciles editores del Espíritu Jaliscieñse de su pre« tendido client •. Yo me .fundo en hechos incontestables: ellos se apoyan en una pro* clama pueril é insignificante, que por mera ceremonia, y por esponer algo a lo mag» líate público en tus dias anteriores. Ni ella, ni la replica que se me opondrá, ni la terminación violenta que de mi «ida se medita ha poco tiempo, probará otra cosa que el Sr. inflan es un mueble de traspaso para todos los partidos, atendida su época, J que es Un monstruo venido al mundo para atormentar á la humanidad. Sin concien» Cía política, y sin moral privada, rompe todos los diques de la honradez y dá rienda" suelta al desenfreno de las pasi nes mas vergonzosas y punibles. Maldecid ó vivien- te fa hora en que vino á vuestro suelo este sultán, y lamentad eternamente la en; que olieron lo» Andracies, loe Herreras y otros muchos; cuyo juicio ha sido tan celebrado* iit 11'!;) O'ÍHi.i a'* "¡Si* * ¿I tt OI**>IÍQ tíá Impreso '4e enaltado eri busca de lá persona de Brambila con ánimo de pasaría con la es- pada don le lo encontrase. Y aunoue mí* refresqué o calmó presto en cuanto á mi agravio personal luego qué vi á Brauíbilá sumiso y arrepentido, sin embarco por la D"iM>sida I de calmar con alguna demostración la efervescencia del pueblo ó indigna- ción de la guarnición toda entera, insistí en la idea de fusilarlo: muy de verás, sí, JP;?a no dudando qué se me ofrecería ócásioii dé dejar contentado al pueblo y guar- nición, sin desdoro de la energía de mis providencias. Asi sucedió puntualmente, pues liuy presto interpusieron su respectó la junta permanente y el lllmo.- Sr. obisrto: y »'o me hallé en el caso que deseaba para sóiíár como solté luego al puntó fi Bram- bila dejándolo á disposición de la jurisdicción ordniariá que ya conocía á ía sazón. Lo cual nunca jámis habriá hecho aunque se interpusiera el Papa á no haber ob^ servado ya calmado al pueblo y la guarnición y asegurado el orden-—Si es culpa en un militar, y en cualquiera hombre asi provocado pensar pasar o pasar efectiva- mente con la espada la persona que asi lo provoca, juzgúeseme por este hecho todo privado, todo personal de mí á Brambila; pero si se quiere estimar crimen haber to- mado yo en seguida la única providencia que cabia para conservar el orden y apa- ciguar á un pueblo y i una guarnición alta y justamente indignada; yo sé, y cuan- tos tienen ojos vieron -pe no había otro camino de librar á este vecindario y á to- da la república de ¿rauda* estragos. No seré yo el primero que padece por haber techo un' gran bien: y muy pronto roe' indémni/.aran los mismos sucesos. Entre tan- t > no ten* i V. E. cuidado el mas mini no de la pública tránquilida I."—Ahora debo 1 a mar la atención de V. E. primero: «obre que yo quise pasar á Brambila con la esp i la en a juel primer arrebato de cólera como i mi personal particular ofensor,- que me constaba haber andando buscando fiYmi, que no es oficio de impresores, para cu- brir su personal provocación. Segundo: debo llamar la atención de V. E. sobre la evidente necesidad de una reforma «unciente .efectúa de las leyes de imprenta. Bram- bila p ira deuu íciai in ■ á un juez 6 á V". É-, necesita dar su firma; y para calum- niar ne ante todo el mundo y escitar á desobediencia á mis subditos, puede cubrirse ÍOmo se ha cuiieito con la firma de ui preso criminal condenado, que es increíble Ijue haya escrito e*o ni nada. Tercero: debo llamar la atención de V, E. sobre el delito de seducción de tropa pepétrado por el gobernádur Cañedo, y const«n(e de los oficios originales librados á los gat-a de los cuerpos, con los cuales tengo dada cuen- ta á V, E. 5 fin de que sé sirva hacer ecsijir la responsabilidad á dicho funcionario.-— Ultimamente, debo añadir á V. E. que los poderes del esta lo han marchndó á Lagos. Que «obre esta marcha y sobre cuanto mas sé les ha ofrecido han deliberado muy li- bremente y muy á su satisfacción muchos dias. Que cualesquiera que sean las miras' ¿ objeto de e-a intempestiva é innecesaria marcha á Lagos, el pueblo tan lejos de to- mar parte ó sentimiento cou tal motivo, han necesitado de que yp lo contenga aun t ««. '.1 -12 con alguna severidad para ho tirar cohetes y para no apoderarse como suele de las campanas y repicar en seí;al de regocijo.—Dios y libertad, Guadalajara noviembre SO de 183l,—Ignacio de Inician.—Escmo. Sr. ministro do guerra y marina. Es cópia. México enero 5 de 1832,—J. Cacho, NUM. 2. Urgentísimo.—Habiéndose llamado por este supremo gobierno al director de la imprenta del mismo, para comunicarle órdenes respectivas á su ejercicio, se le ba contestado que ha mandado V. S. arrestarlo en el edificio de este palacio, previnien* do á los centinelas no lo dejen comunicar con nadie, ni mucho menos que salgan de aquel taller los oficiales que lo sirven. Este gobierno no puede pasar á creer que se cometa por V. S. un hecho de esta naturaliza, pero para cumplir con los sagra- dos que las lejes le tienen encomendado, espera le informe V. S. lo que haya sobre este particular, para que según lo que le mtinifieste, obrar con arreglo á nuestras ins» tituciones.—Dios y libertad, Guadalajara noviembre 22 de 1831.—José Ignacio Ca, ñedo —Por ausencia del secretario, Nicolás Banda.—Sr. comandante general de Ja» armas.—Es copia. Guadalajara noviembre 22 de 1831.—Nicolás Banda, Es copia. México enero 5 de 1832.—J, Cucho. NUM. 3. Con calidad de urgentísimo, h¡>ce una hora recibió V. S. la primera comuni- cación de esto gobierno, relativa á que le informara sobre la prisión que sufre el direc- tor de la imprenta de este mismo gobierno por disposición de V, S., y con el objeto de pasarlo por las armas según se le lia informado. Los preparativos que se presentan en el edificio de este palacio juntamente con la demora de V. S. en contestar mi primera nota referente, me hacen vacilar ya sobre la conducta de V. 8.—Si por desgracia del estado y de V. S. fuesen ciertas las noticias que dentro y fuera de este edificio se di- vulgan de que V. S. ha infrinjido las leyes que nos rigen, será responsable á la nación y al gobierno general de los atentados que se cometan é infracciones que se liaban á nuestro pacto.—Este gobierno espera para aquietar su conciencia política, ó veer el par- tido que toma en las actuales circunstancias, se sirva contestarle lo que á bien tenga, sobre el asunto en cuestión.—Dios y libertad. Guadalajara noviembre 22 de 1831,—José Ignacio Cañedo.—Por ausencia del secretario, Nicolás Banda.—Sr. comandante general de las armas.—Es copia. Guadalajara fecha ut supra.—Nicolás Banda. Es copia. México enero 5 de 1832.-/. Cacho. NUM. 4. Gobierno supremo del estado de Jalisco.—Por las adjuntas copias se impondrá V. S, de las comunicaciones habidas entre este gobierno y ei comandante general de his armas de este estado, quien como verá por su contestación abusa del puesto que las le* leyes le han encomendado. Este gobierno en lo pronto no cuenta con fuerza para resis- tir á la fuerza con que se infringen nuestras leyes, pero sí está seguro de obtenerla dentro de muy breve, pues ha comunicado sus órdenes al efecto; pero entre tanto no duda que V. S. no permitirá con la fuerza que está á su cargo el que este Sr. coman- dante siga infringiendo nuestro pacto social.—Este gobierno satisfecho del civismo ele V. S , del buen sentido en que se halla por sostener nuestras instituciones y buen orden es- tablecido, no duela lo ausiliará con la fuerza de su mando, para evitar las arbitrarieda- des que ha cometido é intenta cometer el repetido comandante general, cuya resolución espera le comunique para su inteligencia y fines consiguientes.—Dios y libertad. Guada- lajara noviembre 22 de 1831.—José Ignacio Cañedo.—Por ausencia del secretario—Ni- colás Banda.—Sr. coronel del 4 regimiento permanente D. José de la Cuesta.—Es co- pia que certifico. Guadalajara noviembre 22 de 1831.—Igual comunicación á la anterior se dirigió por este gobierno al comandante de la plaza, coronel D. Francisco Novoa.— Nicolás Banda. Es copia. México enero 5 de 1832.—/. Cacho. NUM. 5. Gobierno supremo del estado de Jalisco.—Escmo. Sr.—En efecto hace una ho- ra que recibí de V. E. una comunicación relativa sobre la prisión que sufre el director de la imprenta del gobierno del estado, y con el objeto de pasarlo por las armas según|c le ha informado á V. E.—Si no pude, contestar á V. E. de luego, fué por el doble motivo de hallarme fuera de mi alojamiento, asi como porque han mediado algunas con- testaciones confidenciales sobre el asunto y de que á la vez tiene V. E. noticia.—Las que V. E. tiene de haber infringido yo las leyes son equivocadas y en el caso de que así fue- se, el alto gobierno juzgará de mi conducta muy consonante en guardarle sus derechos. —En nada me parece debe estar inquieta la conciencia política del gobierno de este es- tado, púas su tranquilidad no se halla alterada. Es lo bastante que puedo decir á V. E. en contestación á la primera y su última nota que acabo de recibir.—Dios y libertad. Guadalajara noviembre 22 de 1831, á las tres y media de tarde.—Ignacio de Inclán. —Escmo. Sr. gobernador del estado.—Es copia que certifico. Guadalajara noviembre 22 de 1831.-Nicolás Banda. Es copia.—México 5 de enero de 1832.—/. Cacho. tfUM. 6. Bitallon cívico núm. 1.—Escmo. Sr.—El cumplimiento de la ley reclama ese supremo gobierno, y otra ley me sujeta á estar á las órdenes inmediatas del Sr. co- mandante general de Ia9 armas de este estado. Yo á la vez no quiero ser infractor, «stoy sujeto á la federación y tengo el h mor de decirlo á V. E. en debida contes- tación á su oficio de h<>y que contesto—Dios y ley. Guadalajara 22 de noviembre de 1831—José Antonio Cambezo.—Ecsmo. Sr. gobernador de este estado D. José Ig- nacio Cañedo—Es copia que certifico. Guadalajara noviembre 22 de 1831—Nicolás Banda. Es copia. México enero 5 de 1832.—J. Cacho. NUM. 7. Comandancia militar de Guadalajara.—Escmo. Sr.—Acabo de recibir lacón* testación oficial de V. E., por la que veo me encarga la falta de obediencia aleo- mandante general, y V. E. me ha da permitir le diga: que la ordenanza no me pre- viene otra cosa que obedecer ciegamente á mis superiores — Dios y libertad. Gua- dalajara noviembre 22 de 1831 — Francisco Novoa t/ Palacios — Escmo. Sr. Gober- nador de este estado.—Es copia que certifico. Guadalajara noviembre 22 de 1831.— Nicolás Banda. Es cópia. México enero 5 de 1832.—J. Cacho. NUM. 8. Cuarto regimiento permanente.—Eterno. Sr.—La fuerza riel regimiento que el supremo gobierno general ha puesto á mis órdenes, ae e tipleará siempre que sea ne- cesario cni sus anuas, en sotener la constitución y leyes, sin permitir nunca su in- fracción; y estándile demarcado en su código militar, el sendero por donde debe marchar, de él no se separará un ápice. Esto es cuanto puedo decir á V. E. en r^piifcsta á su ofi io d° estt» dia que acabo de recibir con la nota de ejecutivo.— Dios y libert id. Guadalajara 22 de noviembre de 1831.—Escmo. Sr,—José de la Cues- ta._Escmo. Sr. Gobernador de este estado.—Es cópia, fecha ut supra.—Nicolás Banda. Es copia México enero 5 de 1832.—J. Cacho. NUM. 9. Por el oficio de V. S. núm. 211 de 30 de noviembre anterior é impreso que acompaña, se ha impuesto el supremo gobierno con mucho sentimiento, de todos los hechos acaecidos en esa ciudad, á que ha dado lugar la ecsaltacion de las pasiones; y por lo mi i»o el Escmo. Sr. vice presidente espera que volviendo V. S. á la cal- ma de la razón, no se aparte de la senda de las leyes, procurando evitar todas a. pipilas ocasiones que puedan alterar la tranquilidad, y que padezca el nombre del gobierno y de sus agentes.—Dios y libertad. México 7 de diciembre de 1831.—J, A. Fació.—Sr. Comandante general de Jalisco. Es cópia México enero 5 de 1832.—J. Cacho. NUM. 10. Escmo, Sr.—El Escmo, Sr. vice presidente ha visto con sentimiento los procedimien- tos del comandante general de ese estado, respecto del impresor D. Juan Marja Brambi- 4M la, de que V. E. dá parte en cartas de 22 de este mes, escritas á las ocho y nueve de la no- che del dia citado, con documentos que á ellas acompaña, é igualmente le ha sido á S. E. sensible y estrana la medida que adoptó V. E. invitando á los gefes de esa guarnición, para que desobedeciesen al espresado comandante general: medida contraria á las leyes militares vigentes, y que pudo ocasionar un rompimiento entre las tropas permanentes y la milicia cívica del estado, con grave perjuicio de la tranquilidad del mismo, y de to- da la república. Por tanto la superioridad me Ordena diga á V. E., como tengo el hG' ñor de hacerlo; que se ocupa de tomar las providencias que son propias de su resor- te: esperando que V. E. entre tanto contribuirá por su parte á que se conserve el or- den que afortunadamente no se ha alterado hasta hoy.—Dios y libertad. México no- viembre 30 do 1831.—Ji A. Fació.—Escmo. Sr. gobernador del estado de Jalisco. Es copia, México enero 5 do 1832.—/. Cacho. NUM. 11. instrucciones reservadas, acordadas por el Escmo. Sr. vicepresidente, para el Sr. coronel J9, Cirilo Gómez Anaya. Primera. Inmediatamente marchará el Sr. coronel Anaya al estado de Jalisco, y se encargará del mando de aquella comandancia general^ según se le comunique en esta focha. Segunda. Luego que se reciba del mando, dispondrá que inmediatamente venga á es- ta capital el general graduado de brigada U. Ignacio Inclán, á presentarse al supremo gobierno, usando el Sr. Ánaya de la mayor prudencia para que por ningún motivo sea alterada la tranquilidad en aquel estado, á cuyo fin tomará las precauciones necesarias. Tercera. El Sr. Anaya se impondrá inmediatamente de todos los sucesos desagrada- bles que ha habido en el estado de Jalisco, con motivo de haber querido fusilar el ge- neral Inclán al impresor Brambila, y de todas las faltas que se hubiesen cometido, no so- lo por la autoridad de la comandancia general, sino por las demás, y la3 causas que hayan dado origen á todos los desórdenes acaecidos; informando desdé luego al supre- mo gobierno con la mayor imparcialidad y circunstanciadamente de todo¿ é indicando al mismo tiempo los remedios que juzgue convenientes para que la tranquilidad quede ase- gurada en un todo, y se eviten en lo succesivo desórdenes de cualquier naturaleza que sean. Cuarta. Cuando el Sr. Anaya considere que no hay motivo para que la tranquilidad pueda alterarse en el estado de Jalisco, volverá a esta capital á informar personalmente de todo al supremo gobierno y á continuar desempeñando su encargo de diputado: nombran- do el Sr. Ánaya provisionalmente el gefe mas á propósito de los que residen en aquel estado, para que en clase de interino quede mandando las armas, hasta que el gobierno con presencia de todo nombre el gefe que merezca su confianza para que se haga car- go de la comandancia general. Quinta. Es de la mayor importancia que el Sr. Ánaya se gobierne con la mayor cir- cunspección, usando de jos medios que le son tan propios para cortar todos los malos que puedan sobrevenir al estado de Jalisco y á toda la república, haciendo que la cons- titución y la3 leyes sean observadas como corresponde, pues los sucesos ocurridos en la capital de aquel estado manifiestan su inobservancia, y dán bastante á entender que han sido sugeridas por los enemigos del orden con el objeto de envolvernos en la anarquía y dostruir por este medio el sistema que nos rige, y por tanto se le recomienda la vig¡. íancia para que no permita que haya la menor alteración* sosteniéndose á toda costa los principios establecidos en el código federal, único medio por el cual serán felices los pue- blos y prosperará la república. México l.8 de diciembre de 1831. Es copia. México enero 5 de 1832.—/. Cacho. NUM. 12. El Escmo. Sr. vicé-presidente se ha servido disponer que el primer paso que debe dar V. S. en su comisión será el de abocarse á los poderes del estado de Jalisco que se suponen hoy en Lagos, para manifestarles estensamente el justo sentimiento del go- bierno por la conducta que observó el general Incláíi respecto del impresor Brambila, y las funestas consecuencias que deben seguirse al mismo estado, no menos que la alarma que ha producido en los demás, la medida de haber abandonado dichos poderes la capital: que procure calmar la ecsaltacíon de dichos poderes, persuadiéndoles que las miras del general Inclán se limitaron al impresor, y no tenian por objeto revolución alguna, pues que si la hubiera intentado, la ocasión de emigrar los referidos poderes era la mas opor- tuna para llevarla al cabo, y qtte si hubiera pretendido ateutar cóntra dichos poderes lohubiera hecho sin embarazo: que lo espuesto debe convencerlos de que sus hechos fue» r<>n puramente personales ul impresor: que manifieste también que el general Inclán será reelevado, y que para el efecto lleva V. S. instrucciones á fin de que esto se verifi- que en los términos quo ecsige la prudencia, consultando á la conservación del orden: l'Je se empeñe todo lo posible, para que los poderes vuelvan á la capital, y se restablez- ca la armonía y la confianza entre los ciudadanos, y les haga conocer por último, que Para conservar la tranquilidad pública y las instituciones, es muy conveniente que no se Slga escribiendo con la imprudencia que lo han hecho hasta aquí. Todo lo que de su- prema orden comunico á V. S. para su mas esacto cumplimiento.—Dios y libertad. Mé- xico diciembre 6 de 1831.—/. A. Fació.—Sr. coronel D. Cirilo Gómez Anaya. fis copia. México enero 5 de 1832.'—/, Cacho. NUM. 13. Comandancia general de Guadalajara.— Núm. 219.=iEscmo. Sr.=Enterado del superior oficio de 7. E., de 2b' del próesimo pasado, debo asegurar á V. E. con to- da certeza que la tranquilidad de este estado se halla del mejor modo, y que nada absolutamente na padecido por las ocurrencias desagradables que han acaecido; sin en)l>argo, yo estoy á la vela, y no ceso de tomar cuantas providencias están en mi picanee para contener cualesquiera desórden que se presente.=Di< s y libertad. Gua- dalajara diciembre 5 de 1831.= Ignacio Incld>i.=E$cmo. Sr» ministro de la guerra y "'arma. Es copia. México 5 de enero de 1832»=./. Cacho. NUM. 14, Comandancia general de Guadalajara.=N6m. 223.=Escmo. Sr.=Por varias partas venidas de ?eé capital, así como pof otras llegadas de Lagos, se sabe que V, ha dispuesto mi remoción encargando la comandancia general de Jalisco al Sr, co- r°ne| D. Cirilo Gómez Anaya: este gefe cubierto de servicios y virtudes que son no- torias, desempeñará una comisión que lo escaso de mis luces no pudo lograr, á pesar de los buenos deseos que nie animan siempre por el bien público.=*Con el pie en el estribo, pues que por momentos espero á mi succesor, no lie dudado, según Jas cir- cunstancias, comisionar cerca de V. E. al Sr. D. Manuel Moreno de este comercio, Para que le imponga el verdadero c.itádo de cosas. No lleva otro pbjeto <|iie el bien Público.=D¡os y libertad. Guadalajara diciembre 11 de 1531, á las siete de la no- she.x^Jgnacio de Inclán.=±Escmo. Sr. ministro de la guerra y marina. Es copia. México enero 5 de IS,V2.=J. Cacho. NUM. 15. Escmo; Sr.—Con bastante asombro se ha impuesto este stípremo gobierno de 'a nota de V. E. fecha 30 del próesimo pasado noviembre, relativa á manifestar el sentimiento con que el Escrao. Sr. vice-presidénte ha visto Jos escandalosos procedi- mientos cometidos por el general Inclán eii la capital de este estado, el dia 22 del mismo mes: é igualmente lo sensible y estraño qúe le fué la medida tomada por es- te propio gobierno de invitar á algunos gefes de aquella guarnición para que con- forme £ sus deberes no contribuyeran á consumar el sacrificio, que con infracción de fiuestras leyes fundamentales trataba de llevar á efecto el citado general. El asom- brarse este gobierno de la sénsibilidad y estrañeza del de la unión, es por el con- ocimiento en que se halla, de que en aquella providencia obró conforme a sus atri- buciones y & las leyes que nos rigen.=Sábiamente por üna ley general se dispuso que *a ordenanza del ejército está vigente solo en lo que no pugne con nuestro sistema. Esta ley dictada por el conocimiento de que aquel código militar se formó para el ejército de un gobierno despótico, y no para el popular representativo federal que adoptó libremen- te para su organización la gran sociedad mexicana, fué sancionada para evitar los abu- sos que de no eceistir podían cometerse al abrigo del código español en contra de nues- tras instituciones: y de aquí es que no siendo conforme á nuestro pacto obedecer al que manda contra la ley, dispuse solicitar de algunos gefes de la guarnición que re- siden en Jalisco, que no dispusieran de las armas que la nación Jes habia confiado, para que se infringieran las leyes que nos dan la resistencia poj tica.=^Este supremo gobierno convencido de que todo hombre en sociedad no tiene mas derechos ni au- toridad que los que la le y les conceda y demarque, sabe que no se puede mandar sí- fio de eonfoimidad con ella; y por est.e principio, cuando algún funcionario manda en16 . . . contra de lo qne la ley dispone, deja en este caso de tener autoridad, y por lo mis» nij no hay obligación en el subdito para obedecerlo, pues esto solo se vé donde no rige la ley, y sí dispone el hombre. Aunque es conveniente que los militares obede/.- can ciegamente en el campo de batalla donde lidian con el enemigo, no debe ser lo misino en medio de una pacífica sociedad, porque esto los transformaría en unas ver- daderas máquinas ó en viles instrumentos propios para que usaran de ellos l«s tira* nos con el fin de destruir el imperio de la ley, reduciendo á los pueblos á un horro» roso despotismo, para de este modo á su capricho disponer de los hombres. En con- vencimiento de estas verdades se dice con bastante tino, que la obediencia ciega y ma- quinal á los gefes injustos es una traición que se hice en contra de la patria, á la que t->do buen ciudadano debe defender de cualquier enemigo que la aseste. Si estas verdades fuera posible contradecir, ¿qué sería de la confederación mexicana cuando por su desgracia el gefe general ó algunos otros particulares del ejército mandaran á sUS sodados ponerla á disposición del gobierno español, ó que cometiesen algunos otros atentados de esta naturaleza? A la consideración de V. E. lo dejo porque conoce muy bien cual seria en este aciago caso el resultado de nuestra república. =Otros funda- mento* y deberes constitucionales que pasa' este gobierno á referir, tuvo presente al so- licitar de aquellos gef;s Jo ya indicado,=Las infi acciones á nuestro pacto general y particular cometidas por el general Inclán fueron tan públicas en Guadalajara, que au'i bus mayores amigos no podrán negarlas. ¿Y el supremo gobierno de Jalisco podrí* haber sido un frió espectador de aquellos atentados, conformándose solo con dar cuen- ta al general de la unión de que contra todas las leyes se habia sacrificado -una víc- tima, tiendo así que la quinta de sus atribuciones le previene cuide del cuín* plimiento de la constitución general y particular, y demís leyes, y cuando á esto se agrega el j ¡ramento que hí/o de desempeñ ar cumolidamente su encargo que entre otras cosas le impone la obligación de guardar y hacer guardar lo dispuesto en el art, 61 de la constitución gen-ral en la obligación tercera de los estados ¿Podia creer este mismo gobierno que el atentado cometido por el referido general quien trató de con- sultarlo no era de su obligación procurar evitarlo, cuando podia conforme á l&.dU" puesto en el art. 10 de la constitución de este estado, pedir á los hombres armado» que habitan en él, contribuyeran al sostén del mismo, del modo que este lo pedia p01" conducto de su gobierno? ¿Podría también creer que no se hallaba en el caso de que habla el art, 7 del reglamento interior para este gobierno, cuando está tan tet minante •ara estas ocasiones? ¿Es posible, Sr. Escmo., que convencido de todas las razones vertidas debía de dejar de obrar del modo que lo hizo, solo porque no le fuera sen- sible y estraño al gobierno general, aunque obrando de otro modo no cumpliera con la segunda parte del art. 31- de la acta constitutiva, que comprom te á cada estado á sostener á toda costa la unión federal?=Este supremo gobierno jamás podrá ni pen- sar que el Escmo. Sr. vice-presidente desee que no cumplan con sus atribuciones los gobiernos particulares de los estados; pero si por desgracia de la república, que no es de esperarse, así lo quisiera, no sería el de Jalisco ni ningún otro de la con- federación mexicana quien secundará sus deseos.=Por lo esotiesto, juzga e*te gobier- no quedar demostrada la justicia con que ohró y que dió motivo á la sensibilidad del Escmo. Sr. vice-presidente. Pasa ahora á demostrar las razones que le alisten para no comprender como pueda el gobierno de la unión estrañarle sus disposiciones.=Los estados confederados de la república mexicana son independientes y soberanos. Así se lee en el art, 60 de la acta constitutiva, y dá á entender muy claramente que nin- guno de los poderes particulares de los estados son subalternos de los generales de la unión; y como solo un superior puede estrañar legalmente á un inferior, de aquí es que' no puede entender este gobierno como pueda el Escmo. Sr. vice-presidente estra- ñarle su conducta, Jo que ciertamente no es de su deber ver con indiferencia, por- que seria menospreciar él mismo su representacion.=S¡ fundado en lo vertido en esta nota se ha asombrado este gobierno de lo que V. E. le manifiesta en la suya indi- cada, no ha sido menos su sorpresa al ver que solo le causa sentimiento al gobierno de la unión los procedimientos del general Inclán por los que solo se le dice á este que se ocupa de tomar las providencias que sean propias de su resorte, cuando se espera una providencia del momento capaz de volver á el sosiego al estado de Jalis- co que se halla sobresaltado y en espectativa de las disposiciones que ordene ese su- premo gobierno, á quien puede asegurarle V. E. que á virtud de las órdenes comuni- cadas con oportunidad á todos estos señores gefes políticos y á la vigilancia que se re-: dobla, como es de su deber, para mantener el orden y tranquilidad pública, no se ha alterado; pero que si el gobierno general no lo ausilia con sus disposiciones violentas capaces de volver por el honor del estado dictadas á consecuencia del nltrage que han recibido sus autoridades con los atentados del general Inclán. que llegaron hasta el17 é«tremo do hacer á jos supremos poderes abandonarla capital de «¡11 residencia, rfi es* te caso y solo en este caso teme este gobierno sea alterada la tr8B*|0Ílidad; y si por Wígracia de la república asi sucediere, no será nunca responsable, del trastorne» que Pueda ocasionarse) por lo que temeroso de este resultado activa su vigilancia para man* lener el órdeu á toda costa hasta donde alcancen sus esfuerzos^ procurando al mismo t'empo evitar el que los habitantes de este estado puedan equivocadamente entender el 1°e se dejan impunes á los delincuentes, lo que ciertamente no espera este gobierno* = rodo lo (¡ue se servirá poner V. E. en conocimiento del Escmo. Sr. vice-presidenté Pai-a que cotí la prudencia y energía que le es característica, dicte, sin pérdida de "•omento las disposiciones que están en la órbita de sus facultades, para que el ge* "eral Inclán y sus cómplices no queden fin el merecido castigo señalado por las le* yes á sus atroces delitos, dando al mismo tiempo sus disposiciones para que las au- toridades del estado sean satisfechas de los ultrages que les ha Inferido, j que sin bolencia puedan tener la libertad y garantías de que hoy carecen y que es necesaria Para que obren dentro del círculo de sus facultades, lo que únicamente se podrá con- seguir disponiendo ese supremo gobierno, que la infantería que reside en Guadalajara •alga de Jalisco, pues la m iyor "parte de su oficialidad y á su ejemplo sus subalter- nos, se ha esmerado en deprimir con escándalo de los buenos á sus principales auto* r'dades.-=Dio8 y libertad. Lagos diciembre 6 de 1831 .=José Ignacio Canelo =Por au- sencia del secretan . Nicolás Brinda.= EsCmo. Sr. ministro de guerra y marina. Es copia. M¿xico enero 5 de 1832,=./. Cacho, NUM* 10* Éscmo. Sr.—Antes de ayer llegué á esta ciudad y Cumpliendo ron las instruccio- nes que recibí de ese supremo gobierno, tengo la satisfacción de anunciar á V. E¿ para que se sirva ponerlo en Conocimiento del Escmo. Sr. vice. presidente^ que he! tenido larcas conferencias con el E-cmo. Sr. gobernador de este estado y con algu- nos diputados, y en todos he encontrado la iriej >r disposición para hacer cuanto pen- da de su parte, que las cosas de este estado entren en mayor orden, interrumpida notablemente por los últimos acaecimientos. No todos Ids individuos cort quienes he habiado son amibos de este Sr. gobernador, y asi es que lisonjeándome yo des que todo está va con luido, han querido algunos | tenia» los fic- ciosos, espresaudo el destino que les haya «lado.—Dios y libertad. México diciem* bro ü de I8il—J. A. Fació.—Sr. comandante general de Jalisco. Es copia. México enero 5 de 18.J2.—J. Cacho. NUM. 19. Gobierno supremo de! estado de Jalisco.—Escmo. Sr.—Ahora que son las tres de la tarde acabo de recibir del Sr. gefe político interino de Guadalajara la siguiente coi municacioii.—•F.scnio. Sr.—Nuevos ataques á la constitución y leyes y nuevos triunfos de esl.H. — lyi la noche de ayer á las once y media de ella se ha hecho oir en esta ciu- oWi un toque de corneta que anunciaba orden general. En efecto se dió, y recibida es- ta á las doce y media se esparcieron ayudantes y sargentos comunicándola á los oficia- les ecsistentes en esta, asi vivos como retirados, y siendo hora ya en que todos estaban entregados al sueño, fué necesario que los que comunicaban la orden para hacerse oir die- ran muy fuertes golpes á las puertas de las casas habitaciones de aquellos: y tanto por «I toque de corneta á una hora no acostumbrada, como por el modo con que se comu- nicó orden tan repentina, llamó la atención de los pacíficos moradores de esta ciudad, los puso en inquietud; y por el Sr. inspector de milicia cívica del estado tuve conocimien- to del coutenido de la citada orden que estaba reducida á citar á todos los gefes y ofi- ciales para la caía del Sr. comandante general de las armas á las seis y media de la mañana de hoy á tratar asuntos del servicio.—Reunidos en junta á la hora citada, en número de mas de sesenta gefes y oficiales, se les presentó por el Sr. comandante ge- neral D Ignacio Inclán un plan en cuatro artículos cuyo contenido daré á V. E. tan lue- go como adquiera de él datos positivos, que será lo mas pronto posible; y por ahora so- lo me contraré á decir á V. E. que por dicho Sr. comandante que se precia de con- servador del orden y las leyes, se pidió la adhesión al indicado plan, y un solemne pro- nunciamiento de la guarnición por él. Este acto tan ilegal como alarmante, no fué vis- to con indiferencia por gefes honrados que á la vez se hallaban en la junta, y fué con- trariado con denuedo por los beneméritos Sr. coronel D. José de la Cuesta, teniente co- ronel D. Francisco Duque, y primer ayudante D. Benito Quijano, al mismo tiempo que se soslubo con ardor por el general Inclán y coronel del batallón activo de Querétaro Montoyhabiéndose hecho en la discusión por estos Sres. inculpaciones á los supremos gobiernos de los estados, en particular al de Jalisco y al Sr. general D. Melchor Muz- quii de quien se dijo terminantemente ser enemigo del supremo gobierno de la unión, indicándose también resistencia á entregar el mando de las armas del estado al Sr, co- ronel D. Cirilo Gómez Anaya; mas no obstante triunfó la ley y la junta después de des- echado el plan y dejado burladas todas las miras tortuosas del general Inclán, se disol- vió sin haber acordado nada.—Este acontecimiento alarmó á todos los moradores de esta capital, poniéndolos en consternación al estremo de hallarse cerradas toda la mañana de este muchas tiendas del comercio; pero tan luego como se supo el resultado de tan im-19 prudentes medidas, emanadas ya no mas que del despecho de un general que se ha propuesto atligir á Jalisco, atacando la libertad y ultrajando las leyes, renació la libertad. —Todo lo que tengo el honor de comunicar á V. E, para que con este último aten- tado del Sr. Inclán, se rectifique toda la nación del peligro en que se halla la patria «n tanto no se tomen medidas enérgicas para sacarla y contener crímenes tan atroces.—Dios, li- bertad y federación. Guadalajara diciembre 22 de 1831.—José Iiegino de la Mora.—Escmo. ^|r. gobernador del estado.—Y lo traslado á V. E. para que tenga conocimiento el Escmo. °r. vice-presidente de un hecho que si hasta ahora por fortuna no ha tenido resultados que Perturben la tranquilidad, precava su repetición que no puede menos que ser funesta á 'a república, y para que lo vea como una prueba de los justos temores de los supremos Poderes do este estado, en consecuencia de los atentados cometidos por el mismo gene- ra' Inclán el 22 de noviembre prócsimo pasado, los que los obligaron a trasladarse á esta ciudad, con el objeto, á todas luces claro y único, de obrar en absoluta libertad, co- ^o lo han hecho á ese supremo gobierno la remoción y castigo de dicho general, y Por evitar verse envueltos en el seno de la capital en una revolución que era muy de «aperarse, atendidas aquellas circunstancias, sin que esto gobierno pudiera del momento impedirla, por la desmoralización é indisciplina en que se halla parte de la guarnición quo reside en Guadalajara, y de la ees '-litación que debia causar á un pueblo pacífico y ■verdaderamente libre los insultos á los funcionarios políticos y desprecio de las autorida- des civiles, asi como los atropellamientos de algunos particulares, y porque desde luego previeron que el general refractario y sus cómplices darian el colorido que han querido dar, aunque sin la mas leve probabilidad de certeza á sus providencias por que era la única áncora á que en su situación política podían acogerse, si no para salvarse, á lo menos para querer disminuir sus crímenes,—Este supremo gobierno espera que á vista del nue- vo delito que han cometido el referido general y algunos otroí militares de la guarni- c¡on de Guadalajara, el Escmo. Sr. vice-presidente de la república tome una resolución da ♦al naturaleza, que la vindicta pública quede satisfecha, haciendo aplicar á los crimina- les Us penas de ordenanza que astutamente quiso aquel general infortunado invocar en su ausilio para cohonestar su escandalosa conducta del dia 22 del prócsimo pasado noviem- bre, y que la que fuere se sirva comunicarla á este supremo gobierno para poder con- servar la tranquilidad en el estado de que es responsable; y como parece que lo ecsigen la ley y la política, entre autoridades libres y solo dependientes en los respetos á que la ley las somete en determinados casos. Lo que me veo en la dura, pero indispensable ne- cesidad de manifestar por conducto de V. E. á ese supremo gobierno general, porque hasta ahora veo con sentimiento que ha transcurrido un mes desde mi primera comunica- ción oficial, relativa á los atentados de 22 del pasado, sin que hasta esta fecha ss ha- ya comunicado oficialmente á este supremo gobierno ninguna medida de las que ha so- licitado, cuando en lo particular sabe que se han tomado, y que de oficio se han pasado, ü la primera autoridad ejecutiva da otro estado.—V. E. puede asegurar al Escmo. Sr. vice-presidente en ejercicio, que por parte de este gobierno no se omitirá medio alguno, «•orno se lo tengo ofrecido, para que la tranquilidad en el estado no se altere, á pesar de tantas aberraciones; pero mis deseos quedarán ilusorios sin la cooperación del supremo gobierno de la unión en dictar las medidas legales, ejecutivas y enérgicas que le tengo manifestadas, y que por momentos se hacen tanto mas indispensables, cuanto que el ge- neral Inclán ha puesto ya en ejecución proyectos revolucionarios que pueden angustiar á toda la república.—Al hacer todo esto presente al Escmo. Sr. vice-presidente, sírvase V, E. admitir mi mas distinguida consideración y aprecio.—Dios y libertad. Lagos de More- no diciembre 24 de 2S:i 1.—José Ignacio Cañedo.—Nicolás Banda.—Escmo. Sr. minis- tro de guerra y marina. Es copia. México enero 5 de 1832.—/ Cacho. NUM. 20. Escmo. Sr.—Hoy he llegado á esta ciudad é inmediatamente pasé á ver al Sr. general Inclán, quien impuesto del objeto de mi venida, puso en el acto á mi disposi- ción el mando de las armas de este estado,—Por mas que los anarquistas han procurado ecsaltar los ánimos de la tropa con embustes y enrredos para ver si les proporciona una revolución en que solo ellos medran, nada han podido conseguir. El mismo Sr. Inclán ha obrado activamente para frustrar sus miras.—Al ver cumplidas las del Escmo. Sr. vi- ce-presidente, me congratulo con V. E. y le ruego tenga á bien manifestárselo de mi parte como también que en el estado de Jalisco será sostenido el orden, la constitución y leyes.—Dios y libertad. Guadalajara diciembre 23 de 1831.—'J. Cirilo Gómez y Anaya.— Escmo. Sr. ministro de la guerra D. José Antonio Fació. Es copia. México enero 5 de 1832.—/, Cacho.20 NUM. 21. Escmo. Sr.=El Escmo. Sr. vice-presidente me manda decir á V. E. que an» tes de recibir su oficio de 24 del que acaba desde Lngos, refiriéndose al de "e GuHdalajara, llegó el del coronel D. Cirilo Gómez Anaya, comandante general nona* brado de ese estado, de 23 del rnismó, que está impreso en los periódicos; y como es» te gefe ni por incidencia toque nada relativo á lo que V. E. me manifiesta), el bienio general pide á aquel los informes correspondientes para tomar las providencias que convengan sin perjuicio de que el espresado coronel lome por su parte la« q,,c sean de su resorte. Que en cuanto al sentimiento que V. tí. me indica de no haber dádose contestación & sus oficio*, el gobierno general asegura que lo lia hecho) y sl alguna ha quedado sin ella ha sido porque creyó qile la mejor y mas prudente con» testación, era la comisión que se dió al espr^ado coronel Ánava para que estensa» mente hablase con las autoridades del e«tado a su tránsito por Lagos, y arreglase con ellas el modo de conservar la tranquilidad de ese territorio, como lo verificó esacta* im-nfe el enunciado gefe, sesjun el aviso que dió al gobierno desde Lagos en su no* ta de 18 del mismo. Todo lo cual comunico 6 V. E. para su conocimiento y s recomiendo con encarecimiento á la sabiduría de la cámara por medio de y» EE., á cuyo fin tengo el honor de dirigirles esta iniciativa de orden del fisemo. Sr. v¡ce presidente, protestándoles mi consideración y aprecio,—Dios y libertad. México marzo 13 de 1831.—José Antonio Fació.—Escmos. Sres. diputados secretarios. Es copia. México enero 5 de 1832.—T. Cacho, NUM. 23, Comandancia gpneral de Guadalajara.=Núm. 230.:s»E*cmo. Sr.=En cumpli- miento de lo que V. E. se sirve prevenirme con focha i,° del corriente, he entrega- do hoy el mando de las amias de este estado al Sr, coronel D, Cirilo Gómez Ana- y», y tengo el honor de manifestarlo i V. E. para su debido superior conocimiento, «xDios y libertad. Guadalajara fe8 de diciembre de 1831 .—Ignacio de /«c/a/i,=Escmo» Sr. secretario de guerra y marina. Es cópia. México enero 5 de 1832.=J". Cacho. NUM. 24, Comandancia general de Guadalajara,=Núm. 232;=E9cmo, Sr.s=»TengO el ho- nor de poner en el conocimiento de V. É. que hoy ha marchad" para esa capital mi antecesor p| Sr, gpneral O Ignacio Inclan—Dios y libertad. Gu>da|ajara diciembre 29 de 1831 =./. Cirilo Gómez y Anaija =Escrno. Sr. ministro de la guerra y marina, Es cópia, México euero 5 de 183$.==J, Cacho,