d^íarse al juicio del Gobierno, VA Sr. /V»fJ-Yo de rnrecor que esta pctMMOB debe «Uja.se j ^omo también la 6.-, sobre los término* en que deba, contestarse. ...........^^^'i¿#i^^¿£^ la ,!•......... de inj.^uia ... .« pet.cones de I. « »,!«., de m rf •^u/fj—Manuel I^iio, Si crelano. »¿>»*>*> <ai'o de mi vida; Je haber abandonado (o U cnei- tion politice por gastar di 1 bullicioso estruendo lie la» anual dou.le. «•» aprende á rer patriota y 6. «oto ob'dtcer; iqaioa podrí* imagina-*e que aúa no había 1 gi . ! ponerme fuera .le los uro. * 6 la di^U' icia, por lo* delirio* de lo» que impro- piamente se titulan ««rúenos de la opinión; no puedo olvidar tampoco qaie iu« he sacnticado por el pal», que su ci '.li'o me es mny caro, y que estando i ientiñcado con el Ue sus bueno» rulóles, e» pre- ciso con*ervarl'>=y v jy 6 hacerlo" p..r la últimi vez. Empecemos). I *el en ser muy pocas Im necesidades del país cuando un escritor publico se ocupa t .to de los intereses particola.es. y se nfect-. de las persona», singularizándose conmigo OMi-ina, creyendo sin duda que lie prete idilio en mi primera exposición rivalizar con vus méritos. ti Sr. editor seguramente des- conoce mis opiniones £ este respecto. Para tranquilizarlo es preciso iii.-truirlo sobre mi carácter á fia de que no ignore, que la reputación ajeria, es para uii un sazrado sobre el que nunca atentaré; que para sostener la mi l, no me he sepaiado do la senda del deber, ni peijudicado k otro; que siempre roe. he es orzado á ro envilecerme dejándome dominar de ¡a envidia, Bf por el .leseo de ad^uiiir eso* méi ¡los aparente» que deslurnbran al hombre superficial; e»o» que el menor trastorno los disipa, 6 que con el corso del tiempo se i lvidan. Alimentado de esta» ideae, y robustecido con »u práctica, n«Jj pedia llamarme la atención el sugeto de quien me ocupo, y si solo el bruno ataque que me h ibia dado. Asi es que, n dije que jamr.t me /tibia protítmaJo á ningún gobierne* fue solo, para hxcer conocer que do perteneciendo p- ^ que á mi patria, yo no n~ie lijaba para servir % bederer 4 la autoridad, en la» per- sonas, ni en ti círculo á que pertenecían. ¿V en qoe .u- -i ti 'o p • iia hablar un bumloe uiarino sin relacione», aislado y solo, en ei circulo que trocan au deberos? El meiitor ha Mdo para el que subscribo^ lm«ta ahora un ciudadano desconocido, del que no ha tenido otra itleu .le si. mérito, i.ue la que le »ublniu»s» ti a la «.spenencia y el wcutiutieoto intimo de lo uiamu que su» producciajMa li t- '.«.c'.o cui.oc«r. St lo qua2 y» siento & ««te respecto es inexacto: «i el editor tiene el mérito «le ser un buen servidor, 6rmc en sns principios, en buena hora, di-frute de la aatietrecioe que pueda producirle iu creencia; goce timhten de las consideraciones que se le dispensen, p«al»u,aqido que jamas se las envidiare; mas entre tranto, sufra el sinsabor de ferie confundido ante el público, por qnieu j ima* ha entrado eu lugares donde reina la Calumnia y ttolo se siente el aullido de las pasiones. Si el juicio de la posteridad te hubiese de fumar por lo que escriben algunos do miCFlroj contem- poráneos, ¿ii'ii'-n podría leer h» In-toria de nuestro- descarrio» sin avergonzarse de pertenecer £ una especie, donde no había M viitusde» que premiar que los neto- de l>o-t • hjt.it i"n reciproca? ¿Donde los que en una época, se retrataban c.mo dignos de la gratitud, en otra, mereced.o es de castigos y caí irados con el anatema de. ka s.>r¡«-dad.' 111 q'u- tubscuLc, cuando vertía * • sanare por minteiier ta gloi la del Pabellón Nacional, mas do BM vtz sn.titi & su» amigos y c uno imbuíanos, e-ciibu lo en el iiíiuier.» de sus im-jores servidores. Hoy, cuando uún no se han alijado ile nosotros aquello* sucesos, hay un es- critor que se D una Patriota que se cree digno del aprecio de su» amigos, que dice en publico que Hotalr.s Jue creado cor.in.cl al efecto de hostilizar una paite del 11 imi 10 de la Union, ¿y m qué cii ciir.»t..neia-' l.n las mismas en que si se esci ibe y habla, es pan prevenir los ánimos y alan., ra las autorid-.d-a contra los que se fingen enemigos, no de li causa americana, sino de las opiniones t!I éste 6 aquel es- critor (¡ demagogo. Lo que imperta en anas circunstancias t m diñóles esa frase, y el cpiritu que tensa hiendo producción del mismo etlilor del /.«cero, pocos ionios que ya lo ignoran, escepto su propii autor que aun pretende persuudir, que es simple, é inocenie cono el; que no M inj irtosa ni provocativa. Su N. í tj hace ver esta verdad. Afecta..do haberse sorprendido por un contentación al 74 del mi-mo j er.S i co, después de repetir la inserción de ni tan precioso pensamiento, pie unta ' uibre da ¡lv:.iict no puede colocarse entre aquellos que em ienden por elJn\ por las •alteraciones dende se puede f'guiar sir\ virtudes ni patriotismo. Se hubiera abstenido en'onces de afirmar que el grado de coii.nei eia emito un » obligación para ogocut.ir lo que se n.o m.inib.ba: porque. h..bi ia hallado ene n.is servicios anterio- res íi ercrinit premiarse y que yn no necesitaba pata o'n. decer como militar, de favores, ni de considera- ciones aiili-ip.i las;-r=pero basta de insistir sobre un punto sobre el que todos se hallan en posición de juntar. Pasemos á otra cosa, sin hacer caso de la» Heredades con que quiere llenar su» pugmas, per- der el tiempo y distraer el público. En la anterior explicación que hice sobre rl rním. 71 del Lucero, par.i probar que la escua- drilla de ni ii.....do no fue a b'oqutar 6 Sta. Fe, ni lle>6 uis Ir ut o iones para liacei lo del gobierno, publiqué una copia de las que habla M iludo del ministerio de gu* i ra a Haí partida. Lilas hau hecho '• ctr el objeto de la rt misión de esa lotiza it |M ■ c,"..s .!• I ¡ai. .'• Bal • I al volví i n ra .- t-cai>« en >u opiuiou, ae da mas iu pvrtaccia y cíe dito á lúa cuniuiaickcionea que ha o> diuo rcumr au edi ur, qoe S Ir» mismo que suministra aqael documento. Desde que para ■r»»te>ner ana cnestion en publico, •e manifiesta parcialidad; desde que se da la preferencia i datos aislados y sin justificativo alguno, •obre los que loa tienen y coentan con el auxilio de ¡numerables testigos; es preciso convenir que se ha conseje"!¡do el triunfo y que la impostura no cuenta ya con elementos capaces de alucinar. Para soste- ner que se ha bloqueado, en Bosin mas se fij i el autor de esta vulgar noticia, que en la escuadrilla qua soleaba las aguas del Paraná; que se h ibia internado & un distiito agenn sin pedir permiso de las auto- rid «dea locales. Ks verdad q ie se refiere txmbien & las comunicaciones del Sr. gobernador de Sta—Fe, mas no precisamente £ los hecho»; pues que 6 hacerlo, no podría conciliar con el significado de la roí bloqueo, la no interrupción del comercio, el auxilio prestado con arreglo á las instrucciones, i los boquea que transitaban do».le Monte* ¡.leo y B uen os—A i res, y á los mismo* que venían con procedancia de las provincias que «e figuraban haber sido ostiMsadaa. Si yo hubiese previsto que podria llegar la tenacidad del editor del Lucero hasta oponer débil veto £ Ii manifestación de 1.» verdad; y que lo h han hecho. E-t.» tata noble ocupación e*l y»n herhn las linea» do que se sirre el Lurer» par» contradecir un herbó positivo. Si rio fuese un caballero, tal ve» en esta ocasión haría conocer el motivo que ha instigado al Sr. Cullcn á unirse para sostener las imposturas de mi adversario; mas es preciso que no todos seamos suceptibles * dejarnos domioar de la venganza. Algún día podrá conocerse 4-donde ee dirigen estoy tiros; roas entre tanto, es preciso no olvidarse que yo afirmé b.jo mi palabra que se me hubian ofrecido víveres á. nombre del Sr. gobernador, y que en otras ocasiones los recibí do la misma provincia, y de la de Entra— Rio*. Después del encuentro del Rincón de 5 de F. brero, tubo lugar el ofrecimiento á que me refiero, ya sea como una demostración de amistad, 6 ya como una de las que dicta la política para hacerme creer el desagrado con que bubia recibido el gobierno la couducta de las fuena* del Rincón. Pero sea de eMo lo que fuere, el hecho es. oj ie el 7 del mismo, por conducto de D. Pedro Maitinez (alia») Puerto Real, « me hizo la oferta enunciada. El temporal del S á la noche y la noticia de la pérdida de la cañonera N. 4, me obligó á bajar abandonando al punto que ocupaba, en circunstancias de haberse hecho la remisión de lo prometido. Si es cierto que por este acontecimiento no llegó á la escuadra el presente que se baria para ella, también lo es, el que. •a cumplió con el ofrecimiento. El «8 de Junio por el mismo conductor de una comunicación del gobierno, Se me llevó 6 bordo bino, carne fresca, batatas, y 9 quintales de porotos que se ambare-ro* »in el menor embarazo por D. Miguel Torren, en su propio buque. Después de. estos hechos y da otroa que podría enumerar sin escluir la misma cosa del S. C.illen, creo haber demostrado que recibí» ▼íveres y obsequios de Sta.-Fe. Nada diré de Entre-Ríos, porque era necesario hasta presentar l is comumr. «.iones de aquel gobierno, en particular las que se dirigían al solo objeto de remitirme auxilios fresco*. El editor si quiere convencerse de esta verdad, y confundirse en vista de documentos, podra, ocurrir i la calle del 26 de Mayo NCm. 124, donde hallar*. todo» los que crea necesarios para pro- baile lo que acabo de esponer y la buena armonía que hasta b. . y conseivo con las provincias de Entre- Uios y Sta.-Fe, y con sus gobiernos. i2j El de-órden con que se ha organizado el artículo & que contesto, me hace volver sobre el bloqueo por un insidente que debia estar enlazado con 0| mas este no es defecto mió, sino de la desorieaniza- cion mental de su autor. Analizando una paite de las instrucciones para hallar lo que no puede adver- tirse en ellas.se le» acosa de inconsecuentes y dobles en su sentido. Esta observación, no es ft mi * quien le toca contestarla; pero no obstante dité algo para descender al punto á que me es indispensa- ble contrállense. Se le uá el nombre de hostil á I» medula precaucional de contener el tránsito de tropa,, caballada, y pertrechos ¿y cual se le podrá dar g las distinta» de igual genero tomadas por los gobierno» provinciales, que han se.v.do para obstruir el comercio y perjudic ir i los intereses personales? Mas no es mi animo « ntrar en esta cuestión; porque lo único que he querido, es pi.-b .r que lo que se dice para dar por falso el motivo de los piratas, es una de las mas aventuradas y arbitrarias censuras. La existen- cia de lo. piratas si efectivamente en. dudosa al sarpar del pueito la escuadrilia. ¿quién podua sostener que en lo succesivo dejnsen de aparecer? l a esperiencia que es la conductora de la* operaciones éal hombre, aconsejaba ponerse en guardia, para prevenir lo que no era imprudente temer; mucho mas. recordíndose lo que en época, pasadas habla, sucedido, siempre que guerra, intestina* dividieron los interese» particulares del general de la nación, y cuando el piincipal deber, se consideraba que lo constituía el destruirse reciprocamente. Entoi.cc. e.o» especuladores, confluyeron con mucha* fortu- nas aprovechándose de lo útil y «rguro que especular en esta forma en las agua, del Paraná y Uruguay. Lo» p.incipios ó causas que produjeron aquello, efecto., se tenían preparados, y se puede afirmar sin temer de »er des mentido, que a no haberte remitido la escuadrilla, hoy oftn se con.erv.iiia en peligro la navegación de esto» Kios. La escuadrilla dígase lo que se quiera, contubo esa | laga libertando al ccmvre.o naval de lns detgi«cías que han sufrido los propicU.no* expresa sí rento: otros artículos He instruí liott; pero tu carta ele vn mfieicil de mor,ni nxrgura qu* tentó paro impedir toda comunicación entre F.ntre-liios y 57a .-/>." Después de haber probado la in- existencia d< I bloqueo refiriéndome fi hechos públicos é inrue-t miables; • ed d el rninsnp en deshacer un careo tan débil y superficial. Kn el mismo núm. afirma su erli/i.r, t¡ue desde el mes de Uñero tío lo etcuodril/u cometí/i todo pinero de hostilidales contra Sta.-Fe y algunas icccs contra F.nfre—Ttios. No sé qué h:-y que 'idn. i rnr mas en esta parte, si la impavide» con que se falta a la verdad y se acrimina á la* fuerzas nne uaveCih>n en el Paraná., ó al decirlo ante un pueblo que no ignora la era Hurta de I» esC u adt illa. y la que Siempre han" o'..»» i v-do n»íii en la guerra ci vil las fierzas navales de Bueno- Aires. Parí sostener un .neto tan arv it ra i in, se remire ft recordarla toma de las canoa- del Sr. Cotlen: pero no «e da el motivo ni se. hace referencia ft que ellas provocaron á que se tomase- e*ervaar"ce qn». lamiera y rlelieadosa ha huido de mi patria pira alver2ír.e rn aquella provincia. Al contrnher»e a! que él II una írron suceso, que c» :a acción •'v 5 ríe Febrero en el Rincón; re fine mióse al parte que di al gobierno BMMufoslando 'a aacasidad de con- testar 6 los fuegt>a do tierra; tiene la audacia de aüadir que los satt:,iftunos dicen que eilut no provocar, •» e.tr.i .ccioii y yur esto es muí/ creiile, pues qve en aouelia sjslftlf i*— nu/ni.'.i c^óon al(¡>tuo.=±-. llrsj. que en pu- blico se pspre»a asi un escritor que *i¡*u.- la marcha del «lia, y que ha afirmado gozar de grande* COnsideracio- nes; no es posibl'ai dejar de desmentirlo ya que hoy da t:>nta importancia fi Sta.-Fe y adula ft su gobierno. Uije ofici..lnientn que el ataque del Hincón lo había so-lenido provocado, y ef.-ciivamento que n-¡ fue. El ó h.uuéndoine movido para recoirer la Costa en busca de un buque BClSpaChoao qnu se me ttió noticia h .lier divinado, so le» l.'zo fuego á las cañoneras eu la L.ijads, y a la Sarandy en el Rincón. Pre. ••«. n 'o en este punto insultos gr .cero», y que la decencia exige callar, no dirigidos contra la tripulación, sin coa- ita mi persona misma; y el qoi; abusando de mi t • tía í'e ateutaseo contra el tan!anta Mr. Julia, que« iba ■ tierra en comi-ion; el qne reere»* «abrando B>¡l<^T«~tm>*trte i. Erte acto noat.l, fue tem.io.d4» rompiendo un tifo fuegode mosquetería y artillería ü.*re la Sarandy «1 que Toe nere.aiio c-nle^r eo igu.J forma. Este e. el hecho. El editor niega la existencia «le lo» cahone»; pero yo estoy «eguro que no lo haría, sea cual fuese sil opinión, -i el fcubiera «ido el silbido de las bala» de Caftán que dieron en los obenque., fc.bo. de labor y costado de la Sarandy, el .cío sonido le hubiera quitado han. el deseo de figurar como escritor, atacando la dignidad del Pueblo .rgentino^jr la delicadez, y buen nombre de so m «r. na. La complicación le la marina en el mnvim. -,t.> de 1 9 de IXc-mbr. ^ una calumn.a que reclama el ser .at.-fecb*; es por otra porte un «taque impolítico hecho al mismo comandante general D. Ma- tías Irigoyen: porq.te sobre nadie puede menos recaer que sobre los oficíale* de osle cuerpo "A mas de que, la «ario, pública ni -Iusad-mente tubo parta a'gnn» en aquel movimiento. Si fue ti prestar I. obed.enca como .i., acto de e.tri. t « obl.gaci. n, e-to no lo hi¿o sino de-pue. Ja electo g -bern ador D. J u..u Lab.dle, y s..ce(é„do«e á t..s f rmas rec.bidas. De-de aquel momento, todo- quedaron ligado, é la ob-er vanea da la« lev», v 6 no separarse de la senda ,1 i honor. Como militare... a ellos no les era la Id entrar á in-re-ttgar la calidad del gobierno fi que tenían que ob- derer. y contraherré ¿ promover cue.-tio-.e- de derecho tH contribuirá fomentar otr» re.ccion. Su pnnc.pd deber era sugetar-e 6 prestar »•» obediencia que con. I.tnve ta moral > disciplina militar, a no ser que pretendiesen Mi var tras si ta nota de perjuro». El edit. r * este modo de < orar digno y decente, le da . I nombre de conspiración. No almo con .a propio.bol con ...te .-rev,liaría dice que La la marina CSMfWÓ.á no «er que en su diccionario solo se halle esta clasifi- cación, 6 que la .nutación que ban sufrido lo, negocios del pais, halla mudado los nombres y también la naturaleza de las cosa,. He concluido de contestar al eül-r del Lucero, dejando ..1 cuerpo de tnarin . lo que 6 el solóle corresponde. Nada de !o que me podía importar, ha d.-j...l., !e II .mar mi atención. Mía ccpac.oi.ea y lo , r. .uno que me hallo a partir, me obligan á abandonar un campo cuya p-.er.ion acabo de di.putar. Al* ... * . tras observacione» podía haber t.rcl.o, ¡e.dos los numero, que ha ocupado *l editor en una cu-a- lmo tan poco fitil par. 61; pero ¿como continuarla después de haberme fij»do eo ono de ,u. últ.a.e* pe- riodo.? ¿Dopaje, de recordar con »u lectura p»-...los acontecimiento., para col. jado- con e-t . prod.ic. .oc? En todo lo qofe ahora I cocln.r »e ..(.eco I mi imaginación, no puedo menos que hallar o., fin ©culto, que mueve y ex .Ha las pasiones de e,e m-trum-nto con que tto* M me hiere, Ja m mano que ha ira* .do tamo, car*, ti re, para h-jar m. reputac.cn, y uli,f..cer sin duda la vendan* , de mocho». Ex- , ,„,,!„ bien el e.páiiu de todo. Ma in,ide.... s. e pr......las- ¡r al , el or • • io n^d- donde parte uoa animosidad tan manifiesta? Apena. »e pod.i» co, esfar otra eos. en resuweéf. que porque ¿heded; ful fiel & mi» juramentos.) hab... .b,...lo de hacerlo que c nsideraba contrario a m. del.cade*. y honor. Esto es toda loque se advie.te en ese tejido de iu.po-tun.s que lia dado a N»«l Lucero, y en el que en cada linea -e me e.ta acusando, porque no abandoné mi* comprensos; no me vendí al favor ó al oro «traño; porque no me deje vencer en lo. encuentros que sostub»; no ..... la fiterca que se me había comía lo para volverla c.r.ta mi pai». ¿Y qué concepto se hab. i. formodo entonce, de rui? ¿Conservar,» la mis- ma reputación, el propio uembret ¿Volver.a a merecer la conti.uza público, ,,. la de l.,s autoridades? Seca sin duda el juguete de los que hoy me atacan y vftiV«r;..., y d.-pue» de babor manchado U boja de mi. servicio» con un pejurio, sin quedarme n.a. recompensa, que el i.ibuto que pod.a tend.r.ne el editor del Lucero. (Miserable aat i-facc.on « U.*e*dad para ..n oficial déla ...dependencia; «at-.fac- cion que nunca desearé gozarla) termioari , mi carro, a su. ditfruUr -U la minni. complacencia que aún ro se le puede arrebatar a í^uuurdo HutaU*. . S O T A S. ti) De.de que la escuadr.lla zarpó de este ¡o.erto y d,5 principio al crucero que se le dest¡,.5 h*cer entaa agua» del Paraní. según con»ta de los .l.ar.os y aún de los permiso, sentado* en la cap.tnma del puetto,!..... salido para la* provincia, a quien** se les bloqueaba según el Z.. e.rr , m»- de SO buque, déla carrera. A éstos se pueden agregar 6 ti 8 continuam-nte traficabaí. de-de Montevideo Loa prcielarins de uno. y oíros viven y pueden se. tnt.-rrogad..* ..I g- 'o del editor, ó del qne galla.a«ÉH ti-f..cer la curioaidad que debe haber promov ió o-ta cuestión, en particular al Sr. V. Jo.f To na, Isasa. (S) Siguiendo el camino opue>to t mis detractores, me abstengo estuniosamente de pnbl.c.ir loa do. u- n.ento* 6 que me refiero; ma. pueden e.tar pe......dido- mis conciu.!..da..o«, que poico no «olo lo. que puede,, sostener mis aserciones, sino también lo, que puede,, poner en tr.asparenca LM .ntoncoue. 6 verdadero mérito de algunos á quienes la politice aconseja hojr reapelnr. V MÜE¥A SPSS ^T&mwsfo®**j±m3;mm3é 1828. N H M K R O i; N D K C I M O. En un estado como el nuestro : qne ha conquista- do con »u sangre la independencia, que ya le han re- conocido la primera nación del viejo mundo, y la pri- mera república y primer imperio dol nuevo, sin espe- rar ú la manumisión de los españoles; es incuestionable el derecho de resistencia— Un derecho semejante en la masa de la población con respecto & la autoridad píi blica, que ha sucedido & la metropolitana, tampoco nd- mile hoy contestación entre nosotros: por que quien no lo ha proclamado á voz en cuello, ha hecho cuando menos uso de íl a la sordina.—E-te derecho era el te- ma de los opositores en tiempo de la administración general; y después que ésta cayó y se colocaron aque- llos en la administración provincial, sus opositores á la vez lo copiaron con la sangre de esta, y lo han san- cionudo de hecho.—¿ Qué lugar cabe pue» ya entre no- sotros para podérselo contestar á la musa de la pobla- ción ?—Ninguno. De aqui podemos inferir, á mi entender, qne cuan- do ti Tiempo intimó á los escritores públicos la obli- gación de. pronunciarse sobre el movimiento del 1 ? de diciembre, no fue para provocarlos á ver si alguno se otrevia & contestar este derecho á la masa de la población: ni tampoco con la esperanza de que la Caceta, el Tclégrofo, ó el Correo de las J'rovincias, fi quienes él ha mirado siempre corno órganos del mi- nisterio pasado, prostituyesen su oficio aprobando el movimiento de 1? de diciembre, como hecho espon- táneamente por la masa de la población ; sino para que aprovechándose todos los escritores públicos de una oca-ion tan oportuna, discurriesen libremente so- bre ti derecho de resistencia, unos aprobándolo, y otros impugnándolo en la práctica; pero apoyando to- dnssus defensa, é impugnaciones en el movimiento de 1 9 de diciembre, según se lo presentase á cada uno su interés personal; para que ruando se acercasen entro sí los tres grupo., se encontrárat. en aptitud de poder reconocer el derecho de resistencia en la masa de la población de un modo solemne ; y de fijarlo tan cla- ramente, que pudiésemos todos quedar á cubierto en lo sucesivo del abuso de un derecho tan terrible co- mo indispensable a la felicidad, á la seguridad, y é la libertad de la masa de la población. Si yo no me en- gallo muy groseramnnte, esta ha sido la única obliga- ción que ha podido intimar el Tiempo á los escritores públicos, como órganos de la opinión y sentimiento, del pueblo.—Entremos pues á discurrir sobreesté derecho, ahora que han calmado algún tanto las pa- siones, chindónos al movimiento de 1 .° de di- ciembre. Convengamos, primero, en todos los eesesos que se atrihuyen á la última administración provincial, y en que no había dej;.rf.> medio alguno legal de los co- munes á la masa de la población para poderlos conte- ner y reformar i por que á esto di lugar la fuga pre- cipitada del gobierno á la. cuatro de la m ui.ii,:. el día 1 ? de diciembre--Conveng-.mos también sobre la complicidad de la representación popular en los eese- so» del gobierno: por que a esto no. autoriza la co- bardía que mostró en nu beberse reunido inmediata-